lunes, 5 de mayo de 2025

Lenta, Confusa y Muy Violenta: Segunda Temporada de 1923

 

 


Creí que nunca llegaría el día, pero regresamos a la Montana de Los Locos 20 y al menos en su primer capítulo Taylor Sheridan no nos ha defraudado. Sin embargo, ya para la tercera entrega, recuerda su conocida manía de caer en violencia desmesurada, sobre todo hacia las mujeres. En ese empeño pierde piso y cae en tres road trips inconcebibles y absurdamente lentos.

La Fauna como Metáfora

Comencemos con el Rancho Yellowstone. Ha sido un invierno crudo, el rancho ha quedado aislado por las constantes nevadas que han cortado los caminos. Para ir a Bozeman, al juicio de su capataz,  Jacob debe ir a caballo dejando a las mujeres Dutton solas (hay una conversación sobre la posibilidad de instalar un teléfono en el rancho) y a merced de los elementos. Estos se manifiestan primero con un puma que se duerme en el porche y despierta con apetito de comerse a Elizabeth de desayuno.

Cara debe matar al hermoso animal. Los felinos son reemplazados por otros depredadores: los lobos. Uno muerde a Elizabeth. Por suerte el médico y su ayudante llegan al rancho y aplican el tratamiento anti-hidrofobia a la esposa de Jack. Pero el lobo vuelve, se mete en la casa, se come a la enfermera y ataca a Cara.



Los animales salvajes son una metáfora del más grande depredador de la zona, Donald Whitfield. En su empeño por deshacerse de los Dutton y del rancho e instalar una hostería para esquiadores ricos, ha conseguido el arresto de Zane y su esposa, que resulta ser japonesa. Además Whitfield y Lindy, su querida de turno, tienen secuestrada en el sótano a una especie de gimp de Pulp Fiction, a la que solo desencadenan para participar en sus tríos sadomasoquistas. Digamos que con esas actividades hasta Banner Creighton le está tomando miedo a su aliado.

Entretanto, al otro lado del mundo, Jennifer visita a Alex y la encuentra en un estado deplorable. Por un lado la Familia Real enfurecida por los ultrajes a La Corona, han exiliado a los Sussex de Londres. Están todos apilados en sus propiedades de Sussex, y han exiliado a la Señora Dutton a sus habitaciones. Solo después de enterarse de esto y de que Alex está embarazada, Jennifer accede a ayudarla.



Vende las joyas de Alex y compra un pasaje para Nueva York. Con la excusa de pasar unos días con su amiga en su casa de campo cerca de Oxford, Alex llega a Southampton y toma un vapor, pero viaja en clase turista, apilada con otras mujeres pobres en una sala común. Debe dormir en la parte alta de una litera y ahí sobrevivir una tormenta en alta mar.

Spencer vs La Mafia

Spencer no las está pasando muy bien tampoco. No se sabe cómo eludió a la policía, pero está de carbonero en un barco italiano rumbo a USA. Ahí hace amistad con un chico italiano llamado Lucca, que viene huyendo de Sicilia porque Mussolini quería obligarlo a ir a pelear en la guerra de Libia. Interesante que el equipo de Sheridan haya hecho su tarea y conozca esos detalles de la poca conocida campaña imperialista del Duce.



Una noche, Spencer siente ruido en la cabina y ve a un grandulón violando a Lucca (¿por que esto me recordó a Rich Man Poor Man?) . Se levanta y le propina una paliza al bully. Llega el capitán y cuando se entera que tiene un violador en su tripulación, lo mata. Se va, advirtiéndole a Spencer que para la próxima le avise de cualquier problema ya que quien manda no es marinero sino el capitán.

Lucca ha quedado tan marcado por el ultraje que intenta suicidarse. Por una vez, Spencer actúa con sensatez y lo convence de no hacerlo. Lucca recobra su optimismo y al saber que su protector necesita dinero se le ocurre la idea de ponerlo a boxear con otros miembros de la tripulación, mientras el italiano recoge el dinero de las apuestas.

De esa manera, Spencer tiene lo suficiente para viajar de Texas a Montana, pero a su llegada al puerto de Galveston, las cosas cambian. En vez de separar caminos, Spencer acepta conocer al primo de Luka. Resulta que el cugino es Salvatore Maceo, un capo de mafia que en esa época dominaba el contrabando de licor en Texas. Maceo recibe muy agradecido a Spencer, hace que le den comida (prueba pizza por primera vez); lo aloja en el mejor hotel de la isla y lo invita a una fiesta en su honor esa misma noche.



Spencer come, va al hotel y pone un telegrama a sus tíos, pero de pronto le baja la urgencia de irse, así, sin siquiera despedirse de Lucca. Cuando el sicario de Maceo intenta detenerlo, el cazador lo golpea. A pie , sin direcciones, vemos a Spencer en la noche buscando la estación de tren. Obvio que los mafiosos no se quedan tranquilos, lo siguen y le dan una paliza.

Maceo esta estupefacto, no entiende ni la ingratitud ni la descortesía de su huésped. Le ofrece una solución, que lleve, acompañado de Lucca,  un cargamento de whisky (entonces ilegal en la USA de la Prohibición) hasta Fort Worth, y que luego ponga al primo y el dinero de la transacción en un tren de regreso a Galveston. Spencer se puede quedar con el camión y seguir camino hasta Montana. No sé ustedes, pero me parece generoso de parte del mafioso y pensé que así Spencer tendría un aliado en contra de Whitfield que es peor que toda la mafia junta.

                                  Una oferta que no puede rehusarse

Sin embargo, los recappers y reseñadores están horrorizados de que un Dutton se vea involucrado (y en deuda) con el crimen organizado, como si los Dutton no nos hubieran demostrado en tres siglos diferentes que no son muy amigos de la ley. Pero no se preocupen, en su afán de no trasgredir las leyes, que la misma serie nos demuestra son injustas, Spencer convierte el viaje en un desastre y se agarra nuevos enemigos. Ahí ya me comencé a exasperar con este guion horripilante y desatinado.

La Impulsividad Dutton

El problema de Spencer es un problema Dutton: la impulsividad. Lo vimos en su padre, en su hermana y en sus descendientes de Yellowstone.  Ese mismo defecto hace que Jacob Dutton parta de Bozeman a Yellowstone, en medio de una mega ventisca, arrastrando a Zane y a su familia con él.

Jacob comienza muy bien el día. Va a ver al juez que ya está harto de que el estado pague por el hospital donde está Zane quien ha quedado invalido debido a una paliza que le propinaron los policías, y también por el orfanato donde están encerrados los hijos de Zane mientras Alice, su madre, está presa. El juez está feliz de dejar a la familia en manos de Jacob, pero exige saber quién casó a la pareja. Jacob pierde la paciencia y le recuerda al juez que este se ha casado con una Crow, y ha cambiado la ley en Montana para beneficio propio, cuando en los estados cercanos casarse con una nativa todavía es ilegal.



Me detengo a pensar que  Estados Unidos (aparte de la Alemania nazi) es el único país siempre obsesionado con ponerle trabas a las uniones matrimoniales. Sigue siendo el único país del mundo donde se prohíbe el matrimonio entre primos y hasta bien entrado el Siglo XX se prohibió matrimonios entre caucásicos y gente de color. El sheriff le cuenta a Jacob que hubo una ley prohibiendo el matrimonio entre blancos y mexicanas hasta que un legislador se enamoró de una “Señorita”.  Estas son leyes absurdas y arbitrarias, pero es el amor el que las derriba.

Ahora Jacob usa la ley para obligar a su representante a dejar libre a su capataz . Huele el café del juez y ve que tiene whisky, encuentra una botella en su gaveta. El sheriff saca las esposas para llevarse a quien infringe la Prohibición. El juez se doblega y da permiso para que el Sheriff Dutton pueda llevarse a Zane y a su familia, pero las cosas se complican.

                         Miren lo que bebe el juez

Zane está invalido, casi no puede incorporarse. Desde que llego al hospital nadie lo ha atendido. A Jacob se le ocurre llevárselo a él, a Alice y a los niños al rancho a pesar de que amenaza mal tiempo. La porfía Dutton hace que los atrape una ventica medio camino, casi pierden los caballos, deben quemar el carromato para calentarse y llegan medios muertos a Yellowstone donde Cara ha matado al lobo, ayudado a amortajar a la enfermera y obligado a cachetadas a Elizabeth a aceptar un doloroso tratamiento que no solo salvará su vida, pero también evitará que se convierta en una bestia rabiosa antes de morir.

                             Elizabeth después de ser cacheteada por la Tia Cara

La rubia saluda a su marido con la noticia de que, apenas acabe el tratamiento, se marcha a Boston en busca de la civilización. Toda esta temporada podría reducirse a mujeres que añoran la civilización (creo que a Cara no le molestaría irse a Boston) y las que huyen de ella como Teonna ya que ahora no es solo una fugada de un internado sino también una asesina serial.

Kent Salió Peor que el Padre Renaud

Teonna, su padre y Pete,  que de amigo de la familia pasa ser amante de la joven prófuga, han llegado a Texas , a lo que fueron las tierras de Quanah Parker, pero la reservación comanche no está ahí. Ahora ese territorio está ocupado por un rancho donde los fugitivos encuentran empleo arreando reses.



Entretanto, le siguen la pista el Padre Renaud y el detective Kent que resulta ser más perverso que el curita. Cuando llegan a una reservación comanche en Oklahoma, amenaza con matar un niño indígena si no le dicen dónde está Teonna. El Padre Renaud interviene, como “hombre de D-s” no puede permitir esa salvajada.

Con sorna, Kent le recuerda el cementerio que vio en el internado con los cadáveres de las indiecitas. Renaud se escuda diciendo que eso fue la voluntad divina. Kent le responde que ahora él es la voluntad divina y al marcharse se lleva al pequeño entre las patas de su caballo. Kent y el Padre Renaud llegan a un pueblo de Oklahoma. Todo indica que se trata de Indian Territory. La secretaria del alguacil es indígena y su jefe es una mujer llamada Mamie Fosset. {Nota: Mamie Fosset fue la primera mujer en ser juramentada como alguacil en USA, pero su nombramiento tuvo lugar en 1898}



Kent, además de racista, es machista y lo demuestra con palabras. es el Padre Renaud quien debe servir de intermediario. Aunque a la sheriff le repugnan los forasteros tal como su misión, se ve obligada a ayudarlos. Su secretaria es una excelente dibujante y hace un retrato hablado de Teonna que se convierte en un afiche para que quien la reconozca la entregue a la justicia.

Kent y Renaud enfilan rumbo a Texas . Esa noche tienen un interesante intercambio en el que el comisario se muestra más racista que el cura. Renaud cree que los indios asimilados deben ser ciudadanos y tener los mismos derechos que los blancos. Incluso no le parecen reprobables los matrimonios birraciales puesto que en su país, Francia, están permitidos. Esta nueva faceta tolerante del sacerdote acaba cuando una partida de comanchesparientes del niño asesinadoatacan a los asesinos. A regañadientes, Renaud se ve obligado a defenderse a tiros de los comanches aunque se muestra contrito al ver que ha abatido a un muchacho.

                       El Padre Renaud y el Comisario Kent no piensan igual

Finalmente llegamos al arco de Alexandra que, muchos están de acuerdo ha sido lo mejor, pero también lo más perturbador por lo que he dejado mis reparos para el final. Después de una zangoloteada y tormentosa cruzada del Atlántico, la Condesa de Sussex desembarca en Ellis Island, sitio de entrada para millones de inmigrantes en busca del American Dream. Digamos que las mejores experiencias son para quienes tenían gente (parientes, amigos, empleadores) esperándolos en tierra, los que venían con visa, o simplemente con documentos de identificación. Mrs. Spencer Dutton carece de todo eso, ni siquiera tiene un certificado de matrimonio o un pasaporte (no sé cómo Jennifer le pudo comprar un pasaje).

Las autoridades determinan que esta personita sin identificación solo puede ser una vagabunda y se la trata como se trataba a las vagabundas. Se le hacen varios exámenes médicos y finalmente se la somete a una entrevista con un desagradable funcionario que dice no creerle el cuento del rancho en Montana y del marido perdido. Todo indica que le negará una visa de entrada. Por suerte, Alexandra recuerda quien es y lo demuestra. Primero recitando un poema de Emma Lazarus, luego evidenciando su conocimiento de la poesía de Walk Whitman y acaba lánguidamente señalando que la mancha de lápiz labial en la camisa del funcionario indica que él otorga visas a cambio de favores sexuales.



La joven llega a Nueva York y logra arribar a Grand Central Station a tiempo para comprar un pasaje de tren. Hasta ahí le dura la suerte. Aunque ya dos personas le advierten que tenga cuidado y que no ande mostrando el dinero, es asaltada en un baño, golpeada hasta perder el conocimiento, y robada de todo: equipaje, joyas, dinero. Aun así alcanza a llegar a la estación cuando el tren parte y salta a la góndola del tren y ahí paro porque la orgia de violencia, principalmente la dirigida a las mujeres,  merece otra entrada

                     Alexandra después de ser asaltada

1923 comenzó maravillosamente con dos magníficos episodios que devinieron en cuatro arcos que no llegan a entrecruzarse y que no avanzan la historia para nada. Lo único concreto es la dilatación de llegadas y enfrentamientos y lo único omnipresente es una violencia desenfrenada. Aun así, 1923 sigue destacando por sus buenas actuaciones e insuperable cinematografía.

Corrin Hodgson y Ben Richardson están a cargo de filmaciones en diferentes parajes y el contraste entre la vegetación del Suroeste y las llanuras nevadas de Montana es soberbio. Mis paisajes favoritos corresponden a dos eventos: el arribo de Spencer a Galveston con la vista de edificios de colores de sorbete,  escena que contrasta con el interior del Rancho Dutton durante el ataque lobuno. Esa escena nocturna, teñida de azul, exhibe un interior que parece exterior donde sillones y mesitas se ven cubiertas de nieve como si fuese el reino de los Caminantes Blancos, pero que en realidad es la nueva guarida del huargo.

                             El huargo de Yellowstone

Contenido Violento y Gory: Toda la serie: tenemos ultraje sexual, palizas, sadomasoquismo, femicidio, infanticidio, balaceras y hasta ataques de fieras salvajes.

Contenido Sexual y Desnudos: Con Alex y Spencer separados, no hay pasión a raudales. Apenas Teonna que pierde su virginidad con Pete, su Fiel Compañero Indio.

                                   Teonna en plan sexy

Factor Feminismo: Obviamente Cara que mata fieras de dos y cuatro patas y somete a Elizabeth cuando esta pierde la cabeza. En el caso de Alex ,todo su viaje es una demostración de los peligros de una vida de privilegios que no la ha preparado para encuentros peligrosos. Aun así, Alex en Ellis Island recuerda quien es, dándole una bofetada a la entrometida  Collins y usando su intelecto para quitarle el poder al funcionario que la humilla.

Factor Diversidad: En persecución de la Familia Rainwater, de la tribu Crow, Kent y Renaud se encuentran con Comanches de Oklahoma que los siguen hasta Texas. Spencer tiene un encuentro con los italianos de la mafia, y su mujer golpea a una prostituta irlandesa en Ellis Island y recibe un buen consejo de un afroamericano que le vende un mapa en Manhattan.

                          Lady Alexandra compra un mapa

 Conocemos a Alice, la esposa japonesa de Zane. Señora un poco perdida ya que le dice a Cara que planean irse a California donde los matrimonios birraciales están permitidos. ¿Qué no vio The Terror donde en plena Segunda Guerra Mundial, se prohibían los matrimonios entre japoneses y hasta mexicanos? ¿Qué no sabe que en los 60s cuando Bruce Lee quiso casarse con una mujer blanca tuvo que ir a hacerlo en Oregón?

 

 

2 comentarios:

  1. Desde FB de Macarena Muñoz Ramos
    Pues, a pesar de los puntos que realzas, a mí me decepcionó mucho la segunda y última temporada. Un argumento deshilachado, ganas de no complicarse la vida demasiado. No sé si les afectó la huelga de guionistas, pero vaya que hay errores, huecos y situaciones no sólo inverosímiles dentro de la propia ficción, sino de manejo de personajes. Y además de querer jugar, como ya te lo dije, a lo George R. R. Martin, no teniendo compasión con los personajes. Y el "maltrato" a las mujeres deriva más bien a que son muy listas y aguerridas o son tontas de remate. No hay medias tintas ni lugar para justificaciones. Me costó simpatizar con Alexandra aunque las haya pasado tan negras. Mucho carácter pero poca presencia, poca personalidad y carisma. La cuestión nativo americana puesta como parche mal pegado, se nota el relleno, y el colmo no fueron el sacerdote y el agente de la ley que persiguen a una indígena como si fuese Jesse James, sino cuando se cruzan los destinos de Spencer y la sheriff 😒 Estuve a punto de decir "apaga y vámonos" porque me pareció el colmo de la inutilidad de los guionistas. Desperdiciados totalmente Helen Mirren y Harrison Ford. Y Spencer llega al absurdo total del super héroe de película pero con un corazón de oro. Eso de distinguir desde la ventana del tren a Alexandra y bajarse corriendo, puffh. Eso no es romántico, es cursi y tan mal empleado que te salta la risa antes que las lágrimas de sentimiento.
    Las bestias salvajes a modo de representación de los que quieren arrebate el patrimonio a los Dutton, venga ya. Un lobito hambriento que sólo muerde un poquito, nada más para justificar los dramas de otro personaje sin gancho para los espectadores y que provoca que nos dé igual cuando enviuda, modo perfecto de que desaparezca de la historia de los Dutton desde entonces para los restos. El vaquero con trepanación que se recupera en un dos por tres. Puffh, querida, vaya guiones. Me temo que Taylor Sheridan va tan sobrado por la vida y tiene tantas series que desarrollar o supervisar, que se le están yendo las cabras. Supongo que el encontronazo con Kevin Costner le jodió en muchos sentidos, sobre todo la gallina de los huevos de oro que podría haber sido el universo Yellowstone, si no hubiese terminado como terminó la ultima temporada y haberse metido en el brete de una precuela sólo por encapricharse con meter en una serie a Harrison Ford y a Helen Mirren (que, por cierto, se está luciendo muy bien, casi como una Lady Macbeth, en la serie inglesa Mobland).
    2 d

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    1. ParaMacarena Muñoz Ramos A mí me asustó, no por la violencia, soy de estómago fuerte y Tronera de hueso clorado, pero era un sinsentido total. T. Sheridan alardea de ser el único escritor. O fumó de la mala o le pidió una ayudita a la IA.
      Voy a hablar mas de Alexandra este jueves, D-s mediante. En cuanto a Spencer es grotesco como se las arreglaba siempre para dilatar mas su viaje y meterse mas en líos. No hablo en ninguna parte de una escena salida de la nada. En un pueblo, las mujeres de la liga Anti alcohol empluman a una prostituta. ¡Falsooooo! No había mas problemas con estas señoras porque ya la prohibición se había vuelto ley en 1920. Nunca he sabido de la brea y las plumas usadas en contra de prostitutas en el Oeste y menos por las de La Liga. Ahh pero ahí llega Spencer y rescata a la emplumada. No se sabe por qué, ni qué pasa con ella. Luego nuestro héroe se sube a un vagón se encuentra a unos asaltantes y los mata a todos, incluyendo a una chica. ¿O sea que defensor de mujeres es este? Y el personaje de Mamie, totalmente inútil y perdido. Y tanta alharaca de que Spencer iba a salvar al rancho y destruir las hordas del mal…todo lo que hizo fue disparar cuatro balas, mató a todo el ejercito de Whitfield y entró en la mansión del malo y los mató a él y a otra mujer.
      Noo la muerte de Alexandra cursilísima, pero dejemos eso para el jueves. A Sheridan no le gustan los irlandeses, no le gustan las mujeres a menos que sean muy violentas o se dejen apalear, pero tampoco le gustan los animales. ¡Pobre lobo! pobre puma! Muy feo eso de poner a Elizabeth como un polo opuesto del valeroso Zane que se deja abrir el cráneo sin anestesia. La pobre rubia perdió a sus padres, a sus suegros, a su hijo, y mas encima la atacan las fieras. Y al final ya viuda, es poco menos que exiliada del rancho.
      Nooo, traté de ver Mobland, y ni mi puerquito Hardy ni , ohhhhhh suspiros, Pierce Brosnan me la hicieron digestible. Te espero el jueves para ver si Taylor es un incel de closet.

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