jueves, 5 de junio de 2025

Huelva en Guerra: Espías en el Barrio Inglés

 


No es de sorprender que Barrio Inglés llegase a PBS Amazon justo cuando caducaban en ese streamer los derechos de Tiempo entre Costuras. La serie de RTV presenta muchas semejanzas con la joya de Antena Tres y aunque no le llega a la altura, está mucho mejor que otros intentos de retratar en la ficción la vida en la España de la Segunda Guerra Mundial.

Rio Tinto, 1940

La premisa es novedosa. La acción tiene lugar en el puerto de Huelva, en Andalucía, y en una compañía minera británica (las famosas minas de Rio Tinto). Estamos en 1940, en la primavera pre-blitzkrieg. Hitler está presionando a Franco de que si no va a la guerra junto con él, que al menos nacionalice las minas y se las traspase a los alemanes para que exploten sus yacimientos milenarios de cobre, oro y plata.

En la serie, la voz narradora nos dice que en Huelva conviven cordialmente las comunidades germanas y británicas. Ni tan cordiales, ya que los vemos en el Club de Caballeros de Amparo. De pronto, alemanes e ingleses, de las pullas pasan a sacar las armas. Los separan la dueña y Friedrich Dietrich que es un enviado de Berlín y juega a ser Mefistófeles del fatuo, ambicioso  e incompetente gobernador civil que, como Fausto, sueña con más poder.



La historia gira en torno de Lucía, muchacha humilde, hija de minero y costurera, que ha sido formada por una bibliotecaria inglesa. Miss Eva notó la inteligencia de su clienta y no solo le enseñó a hablar un perfecto inglés sino también a enamorarse de la cultura inglesa. Ya hecha mujer, Lucia postula a un puesto de secretaria en la minera.

                                 Miss Eva y Lucía 


Es entrevistada por Miss Parker y el gerente, el enigmático Mr. Smith. Ambos notan que la chica es muy lista y que posee memoria fotográfica. Después de someterla a pruebas , sin que Lucía lo note, en las que ella demuestra ser discreta, rápida para tomar decisiones en momentos de crisis y capaz de empuñar un arma, deciden contratarla y no solo para que escriba a máquina.

                   Lucía, Miss Parker y el enigmático  Mr. Smith

Sucede que en las entrañas de las oficinas está instalado todo un equipo de contraespionaje que se comunica directamente con Londres. Todos son agentes del Servicio Secreto Británico, incluyendo a Mr. Smith . Él se cree retirado luego de su última operación donde, al sacar la famosa maquina Enigma de Varsovia, fue herido por los nazis y vio morir ante sus ojos a Silvia, su colega y novia. Desde entonces, Smith vive traumatizado y los dolores en su mano herida lo hacen depender del láudano.

Lo que los entrevistadores también han notado es que Lucia les ha mentido al decir que no tiene novio. Está liada con el gobernador civil. El machista Francisco planea casarse con ella, pero da marcha atrás al saber que, sin su permiso, se ha ido a trabajar en las minas.



El gobierno inglés no está preocupado por las trifulcas entre los súbditos británicos y los agentes nazis en Huelva. Mas les preocupa el acercamiento de Franco con Hitler y como esto afecte los intereses del Reino Unido en España y principalmente en esa zona andaluza. Una preocupación es que ya no les venden petróleo y no se sabe dónde va este producto tan necesario para la guerra.

Los Astutos Alemanes y los Heroicos Ingleses

Una noche, un grupo de agentes, entre los que va Smith, espían el puerto para encontrar respuesta a la desaparición de la gasolina. Con ellos va Juan, hermano de Lucia y uno de los personajes mejor ubicado del puerto. Amante de Amparo, la dueña del club, contrabandea licor, le vende opio a Smith, y hace averiguaciones para los ingleses.

                         Smith viene donde Juan por su medicina

Esa noche, los del equipo ven como un submarino de la Kriegsmarine asoma a la superficie y se dispone a cargar petróleo. Llegan los alemanes, matan a un inglés y hieren a Juan. Para ayudar a su hermano, Lucía se relaciona de manera cercana con Peter Smith, un, hombre que, como le escribe a Miss Eva, la desconcierta. Sabe que guarda un secreto y se propone descubrirlo.




Digamos que esa es una subtrama. Tal como un posible triangulo entre Lucía, Francisco y el inglés; o el secreto de Cinta, madre de Lucía, que una vez fue sirvienta de la familia de Francisco; o lo que ocultaba Sylvia, la novia de Peter, antes que la matasen los agentes nazis.

Todos esos arcos están por debajo del interés que suscita la labor de espionaje de ambos bandos que es excelente, el factor que engancha al espectador y avanza la historia. La postura política es parecida a la del Tiempo entre Costuras: los ingleses son buenos, decididos y heroicos, los alemanes son retorcidos, brutales, pero muy astutos.

Cuando secuestran a Edward (el inglés que creímos muerto en el puerto), a Friedrich, que aparentemente es el jefe del espionaje nazi en la zona, se le ocurre crear un cuarto en el consulado, idéntico al del hotel donde se hospeda su prisionero. Cuando Edward despierta de la anestesia, se cree en el Excélsior y corre a ocultar unos microfilmes en donde se ocultan los secretos ingleses.



Los alemanes necesitan de las contraseñas para examinar el microfilme. Antes de revelarlas bajo tortura, Edward opta por suicidarse. De poco vale su sacrificio , los alemanes descifran parte del material y descubren que los ingleses han estado ocultando cargamentos de minerales que planean sacar clandestinamente de España vía Portugal.

Inmediatamente, el Gobernador Francisco ordena bloquear los caminos y las vías férreas a la nación vecina. Peter y su amigo de la infancia, Víctor, ahora están a cargo del espionaje británico en Huelva y se adelantan al enemigo. La Guardia Civil, acompañada de elementos de la Gestapo, solo encuentran vagones de tren vacíos y camiones cargados de fruta .

Los ingleses han ganado la primera partida, pero hay más en los microfilmes. Adentro está la lista de los españoles que trabajan para los británicos y los que planean reclutar. Entre ellos está el nombre de Lucia.



¿Qué Tienen en Común Lucia y Sira Quiroga?

En mi anterior entrada describí la trayectoria de estos ‘derivados” de El tiempo entre costuras y mi sorpresa de que se le resucitase. Operación Barrio Inglés es una amalgama de las series mencionadas lo que ya se manifiesta en el elenco. nuevamente una heroína se debate entre Rubén Cortada y Peter Vives, como la Sira del “Tiempo…”, y el nazi villano es Stefan Weinert repitiendo rol que hiciese en Dime quien soy y Jaguar.



Yo solo había visto a Aria Bedmar en Dime quien soy. Ahí era la nana del hijo de Amelia, y quien eventualmente se quedaba con el marido de la protagonista. Sin ser tan linda y buena actriz como Adriana Ugarte, Aria sabe llevar su rol, y sin ser tan simpática y querible como Sira Quiroga, Lucia llega a interesar y a convencer.



Lo que no ha convencido a muchos es que se trae un secreto mayúsculoen una serie en la que todos tienen secretos y que convierte la trama en un juego totalmente diferente. A mí me ha entretenido mucho esta nueva faceta de Lucía y me ha hecho Barrio Inglés mucho más digestible que Dime quien soy o Los pacientes del Dr. García.

Realidad vs Ficción en Barrio Ingles

Aunque Lucia Valbuena es un personaje ficticio, si hubo espionaje en Huelva que se manifestó en actos de sabotaje en contra de los barcos británicos en esa zona del Mediterráneo. Durante la Primera Guerra Mundial, ya había espionaje y a cargo de Adolfo Clauss, hijo del cónsul honorario alemán en Sevilla.

En el periodo de entreguerras, Clauss fue a Alemania, estudió agronomía, regresó a España donde se unió a la Falange. Durante la Guerra Civil sirvió en la Legión Condor en calidad de interprete. Totalmente asimilado, a nadie sorprendió que se estableciese en Huelva acabado el conflicto. Para 1940,  nadie sabía ni sospechaba que era el jefe de operaciones de la Abwehr en Huelva.

                                         Adolf Clauss

Un detalle interesante de esta serie es retratar el espacio de las minas de Rio Tinto que han tenido su historia y bien ligada a la de España. Desde la Era Romana que se han explotado sus ricos yacimientos, pero fueron abandonadas por siglos. En el Siglo XVIII, volvieron a ser recordadas las minas,  primero por suecos y luego por españoles, ninguno logró hacerlas producir.

El momento clave fue en 1873, cuando una compañía de inversionistas ingleses, encabezados por la Casa Rothschild, adquirieron todas las acciones y se apoderaron de las minas. Desde ese momento la producción alcanzó su máximo potencial convirtiendo la zona en un punto de referencia para la minería mundial.

                            Mina de Río  Tinto

Este auge de Rio Tinto convocó a muchos británicos a trabajar y establecerse en Huelva. Como a los ingleses les gusta vivir apartados de “los nativos” crearon el Bario Bellavista, conocido como el “Barrio Ingles”. Su arquitectura victoriana lo hizo muy particular. Para 1900, más de once mil personas lo habitaba. Eran ingleses en su mayoría, por eso el que los Valbuena, la familia de la protagonista de la serie, y siendo el padre un simple minero tenga permiso de vivir en tan exclusivo barrio ya debería darnos una pista de los secretos que ocultan.

                                     Casas del Barrio Inglés 

La serie nos muestra el descontento de los mineros y eso no es nuevo. Desde 1888, los mineros españoles habían exigido mejores salarios y condiciones de trabajo. Durante un breve espacio, al inicio de la Guerra Civil, las minas de Rio Tinto pasaron a ser propiedad de la República, pero la llegada de tropas del Bando Nacional acabó con la quimera de independencia.

Establecido Franco en Madrid, tanto él y como sus gerifaltes vieron con codicia la lucrativa compañía de minas de rio Tinto. No necesitaron de los alemanes para hostilizar a los británicos atrapados en un terreno no muy neutral intentando proteger los intereses de su nación y de sus inversionistas. Fue en 1954, casi una década de acabada la guerra, que el gobierno español nacionalizó las minas que decayeron totalmente tras este traspaso.

Otra queja de los críticos es que la trama evita toda mención de la Guerra Civil, de represalias (y las hubo fuertes en esa zona)  y no aparecen miembros de la Falange ni en Huelva ni en sus alrededores. Es como si ocurriese en Zúrich, o Estocolmo u otra ciudad de nación neutral.



¿Será por eso que a la serie la llevaron de horario en horario confundiendo a un auditorio que parecía estar entretenido? Tal vez por ese motivo no habrá segunda parte. Barrio Ingles puede verse en España por la plataforma RTVE a la Carta, en América Latina vía el canal digital Europa, Europa, y en Estados Unidos por PBS, sea a través de Amazon (por Walter Psesents) o Thirteenth Passport.

Contenido Violento o Gore: Escenas de tortura (tres)y muchas heridas abiertas.

                               Lucia  es torturada

Contenido Sexual y Desnudos: Varias escenas de jadeos besos y suspiros entre Aria y Rubén, pero que solo son foreplay porque el gobernador quiere esperar a su noche de bodas. Un solo topless y en el episodio final.

Factor Feminista; Se han burlado los críticos del personaje de Aria por considerarla un ejemplo del wokismo y de MarySue. ¿Como es que la hija de un minero, sin estudios, es poliglota y sabe emplear armas? La respuesta está en el secreto de Lucía. Sin embargo, si es un personaje un poco mitutero. “No necesito de nadie que me defienda” le espeta a Mr. Smith cuando este la rescata de un alemán armado.




Factor Diversidad: Es increíble, pero no hay actores de color o de origen marroquí. Es Andalucía y no hay gitanos, no hay refugiados por lo que la revelación de que Amparo es judía suena a inclusividad forzosa, pero eso es todo. Hay andaluces, ingleses y alemanes y un italiano que se vende al mejor postor.

 

lunes, 2 de junio de 2025

Derivados del Tiempo entre Costuras: Nazis vs ingleses en suelo español

 


Operación en el Barrio Ingles ha sido una sorpresa. Un viaje a un subgénero que estuvo de moda hace una década y creí superado. En resumen, esta serie de RTVE gravita entre Tiempo entre costuras y Los Pacientes del Dr. García, sin alcanzar la magnificencia de la primera ni la puerilidad de la última. El tema de España durante la Segunda Guerra Mundial ha sido llevado a las librerías y a la pantalla varias veces durante los días de la Memoria Histórica con resultados variables.

Los mejores ejemplos han sido series de novelas como las de Ignacio del Valle,  que giran alrededor de Arturo Andrade, una de las cuales (El tiempo de los emperadores extraños) fue llevada al cine en el 2012 bajo el nombre de Silencio en la nieve. La siguen la serie de Falcó de Arturo Pérez Reverte y novelas sueltas del mismo autor como El Italiano (RTVE amenazaba con filmarla) y La isla de la mujer dormida.



La Modista Espía

La virtud de estas novelas es que se alejan del maniqueísmo impuesto por la Memoria Histórica y que vemos en Los Pacientes del Doctor García que Almudena Grandes publicaría en el 2017. Es mi tesis que aunque la Grandes había escrito otras novelas sobre la guerra y la posguerra, esta obramás ambiciosa y más cosmopolita intenta borrar la impresión que había dejado en la psiquis española el superventas mundial de María Dueñas, El Tiempo entre Costuras y su subsecuente adaptación televisiva.



Publicada en el 2009, fue escrita por una catedrática que encontró un modo muy interesante de evadir las trampas de la Memoria Histórica que había impuesto el gobierno de Zapatero y que dominaban el zeitgeist de la intelectualidad ibera. Dueñas situó su novela en Tánger y así mató dos pájaros de un tiro. Se basó en experiencias de parientes que habían vivido la Guerra Civil en territorio marroquí y evitó hacer apología de ningún bando. Incluso hace un poco de mofa de esa división provocada por el conflicto reflejándolo en las peleas de los comensales de la pensión de Candelaria.




La Profesora Dueñas había querido novelar una gran historia de amor, la vivida por el Alto Comisario de Marruecos, el coronel Juan Luis Beigbeder y la británica Rosalinda Powell Fox. Consciente de que tener por héroe a un hombre de la corte franquista no iba sonar bien en días de la “memoria histérica”, prefirió darle a la pareja una posición secundaria aunque poderosa, sobre todo en la vida de la modista Sira Quiroga.

De costurera de Rosalinda, Sira pasa a ser su amiga y confidente. Acabada la Guerra Civil, cuando Beigbeder es nombrado ministro por Franco y Rosalinda lo acompaña a Madrid, será seguida por Sira, ahora convencida por su amiga de trabajar para el servicio de inteligencia británico. No sigo porque si no la han leído o visto, deben hacerlo. Es una joya, una de las mejores miniseries hechasy no solo en España en lo que va del siglo. La pueden encontrar en la plataforma de Atres Player y la de VIX.



Amelia Garayoa, Sonsoles y hasta los Lobos Gallegos

El impacto de Tiempo entre costuras fue tan mundial que tal vez propició que Julia Navarro publicase Dime quien soy, un año después de salida al mercado la saga de Sira Quiroga. Se trata de la historia de Amelia Garayoa  que, en 1935 y después de abandonar a su marido e hijo, huye a Buenos Aires con un comunista que la ha convertido en “un topo”, para utilizarla como espía sin que ella lo sepa.






Justo cuando Amelia descubre la traición de su pareja, justo cuando ha conocido al Barón Max von Schumann, un médico militar alemán,  por quien se siente atraída, justo entonces Pierre es convocado a Moscú. Amelia decide seguirlo. Después de sobrevivir los horrores del comunismo estalinista, y del asesinato de Pierre, Amelia logra escapar de la Unión Soviética gracias a un periodista inglés que será su nueva pareja. Será el quien la contacte con MI6 que la enviará a diferentes capitales europeas para espiar a su favor.

El éxito de esta novela, aunado al fenómeno que era Tiempo entre costuras, llevó a la periodista Nieves Guerrero a novelar uno de los escándalos de la crónica rosa de la época. Si Dueñas se enfocó en los amores de Beigbeder y su amante inglesa, Herrero tomó otro famoso affaire de la corte franquista que involucraba nada menos que al “ cuñadísimo” Ramón Serrano Suñer y a la Marquesa de Llanzol como centro de su Lo que escondían sus ojos.



De pronto, no se podía examinar la lista de los más vendidos sin encontrarse con uno de estos libros fuesen ficción como  los superventas de María Dueñas y Julia Navarro o Lo que escondían sus ojos, o el recuento de Jimmy Burns, Papa Espía, que nos daba una crónica de las actividades de su padre, diplomático en la embajada británica en Madrid durante la Segunda Guerra Mundial.

El próximo paso para convertir la ficción literaria en zeitgeist era trasladar el tema las pantallas. En el 2013 debutaba Tiempo entre costuras en Antena 3. Dos años más tarde, esta vez en pantalla grande, se estrenaba la poco conocida y poco apreciada Lobos Sucios.



Basada en la historia real de unas hermanas gallegas que ayudaron a refugiados judíos a cruzar la frontera portuguesa, esta película combinaba esa historia con las minas de wolframio, la codicia de los alemanes por ese mineral vital, la presencia de agentes ingleses en la zona y los prisioneros republicanos obligados a trabajar en ellas. Una hermana trabaja para los ingleses , la otra es cortejada por un alemán (el infaltable Pierre Kiwitt) que introduce un elemento fantástico en el cuento con el poco tratado tema del esoterismo nazi.



Al Amparo del PP

Un año más tarde y ya teníamos versión televisiva de Lo que escondían sus ojos. Aparte de algunas buenas actuaciones, la química entre los protagonistas, y del vestuario esplendoroso de Blanca Suarez,  hay poco que elogiar de este blanqueamiento de Ramón Serrano Suñer. Aunque es interesante ver como lo detestaban tanto la Falange como Doña Carmen Polo,  el “Jamón Serrano” no era el angelito que pretende mostrarnos la serie, prueba es la desgracia que les atrae a la hija adulterina que tuvo con Sonsoles de Icaza y a su hijo legal.



Para colmo, la serie incluye unas intrigas de espionaje donde los ingleses son los malos. Ben Temple, quien había dado vida a Alan Hillgarth en El Tiempo Entre Costuras, ahora era Sir Samuel Hoare, embajador británico. En muchas memorias y libros de historia, Hoare es descrito como un inepto cobarde. Aquí es un siniestro chantajista que obliga a la institutriz inglesa de la Marquesa de Llanzol a espiar a su señora (y al amante).

Hay que enfrentar un hecho. Los libros y las adaptaciones pudieron hacerse durante el gobierno de Mariano Rajoy que hizo cambios en la televisión española y reprimió la cultura de la Memoria Histórica. No soy del PP, pero estos cambios fueron para mejor. Sin embargo acabaron con la renuncia de Rajoy para ser reemplazados por…bueno, lo presente.

Un año antes de irse Rajoy, casi como un gesto de contracultura, Almudena Grandes publicaba Los Pacientes del Dr. García que tocaba el tema del espionaje aliado en España llegando a la posguerra y las investigaciones sobre criminales nazis refugiados en suelo ibero. El tema, que se relaciona con el Dr. García un médico republicano que vive bajo una falsa identidad en la España de Franco, era fascinante, pero el libro está tan mal escrito que se me hizo imposible de terminar, por lo que cifré mis esperanzas en la adaptación televisiva.



Antes llegaba al streaming la olvidable versión de Dime Quien Soy. Comenzó en España por Moviestar en diciembre del 2020. En América Latina la pasó HBO y en el 2021 llegó a la plataforma Peacock en Estados Unidos. Lo extraordinario es que solo una persona de mi circulo, Gato Rafa, la vio y eso porque casi lo obligué. A pesar de haberse gastado una suma millonaria, e incluso poder ser vista con subtítulos en una plataforma estadounidense, la producción ha sido ignorada.



Se entiende que Julia Navarro se mostrase reacia a vender los derechos. No es que le hayan hecho cambios trascendentales. Se sacó la estadía de Amelia en el campo de concentración de Ravensbruck. En cambio se amplió la aparición del desagradabilísimo personaje de Lola, la obrera comunista que funciona como la voz de la conciencia de la joven Amelia. Sin embargo, lo que me mató a mí fue la protagonista. Su egoísmo, la desdicha que atrae sin querer sobre los que la aman, principalmente el barón Max (como siempre Pierre Kiwitt), médico militar de la Wehrmacht.

Se ha dicho de Amelia Garayoa que es un personaje controversial, incluso los críticos la han llamado errática, pero en la serie es simplemente antipática. Creo que se debe a la actriz que la interpreta. Irene Escolar es impávida y fea, eso no se notó tanto en el rol que le dio fama, el de Juana la Loca en La Corona Partida. Pues aquí trae esa misma expresión inexpresiva a pesar de las desgracias que le acaecen. Debido a eso tal vez nuevos espectadores que no son lectores, se han quejado de lo inverosímil de la trama. Esa es la diferencia con Barrio Inglés donde lo increíble es aceptado como lo aceptamos en el Universo Marvel.



Casi al borde de la caricatura, a pesar del tema trágico, fue Jaguar que Netflix puso en pantalla el segundo año de la pandemia. El controversial tema del proceso de fuga e inmigración de criminales nazis y el amparo recibido en España chocaba con un escuadrón tipo Hunters compuesto no por judíos sino por republicanos sobrevivientes de campos de concentración entre los que se contaba Isabel , que de niña había sobrevivido Mauthausen.

Esta combinación de Hunters y El fotógrafo de Mauthausen tenía sin embargo su sello propio. Aun así pertenecía este grupo de relatos de espionaje en España y combinaba en su buen elenco a rostros conocidos del subgénero como Blanca Suarez (Lo que escondían sus ojos); Stefan Weinert (el villano nazi de Dime quien soy que aquí interpretaba a Otto Skorzeny) y Francesc Garrido  (el Comisario Claudio de Tiempo entre costuras)



No me avergüenza decir que me gustó mucho. No así a Netflix que prefirió invertir dinero en comprar Los Pacientes del Dr. García que tratabaen algún instante de su convulsa trama el tema de las “líneas de rata”. No me sorprende que esta última serie no haya gustado ni en Netflix ni en RTVE, donde su sintonía bajó de manera espantosa a partir del tercer episodio.



Ya he vociferado en contra de ella en otra ocasión, solo me queda decir que fue una perdida que Javier Rey, mi actor español favorito, tuviese tan mal papel protagónico, aunque solo él nos hizo agradable al médico. No se puede decir lo mismo de Veronica Echegui que hizo a Amparola que de miedo se orinaba en el armariomás desagradable que en el libro. Ni hablar de la peruana Stephanie Cayo que hacía de agente Tex-Mex de la CIA  (WTF?)

Pues consideraba cerrada, con este fracaso, los experimentos del género o subgénero, cuando el año pasado RTVE, de la nada, sacó Operación Barrio Inglés de la cual hablaré, primero D-s, este jueves.

 






martes, 27 de mayo de 2025

Cuando las Falsedades Históricas se Vuelven Buena Ficción: The Mirror and the Light (Wolf Hall 2)

 


En el pasado, al comparar Los Tudor con la obra de Hilary Mantel, he afirmado que si bien la primera se toma licencias históricas, la segunda es mentira total. Ahora ante la adaptación del último volumen de Dame Hilary, tengo la misma impresión, pero es tan buena, tan bien actuada, que me olvido del episodio histórico y la acepto como una interesante obra de ficción.

Cromwell Enamorado

La serie inicia con la decapitación de Ana Bolena y el subsecuente matrimonio de Enrique VIII y Jane Seymour. Es el momento en que Cromwell está en la cima de la montaña. El rey lo distingue con títulos, honores y posesiones, pero tanta fama acarrea envidias y enemigos. A pesar de que Cromwell consigue lo imposible, la abjuración de Lady Mary y su reconciliación con su padre, Enrique está molesto con lo que ve como debilidad de parte de su mano derecha.

Hay problemas en el reino. Los Pole tienen a su mejor agente, Reginald en el continente, Apoyado por el Papa, le hace la guerra a su gordo primo,  amenaza hasta con casarse con María y derrocar al tirano para ocupar el trono . ¡Y eso que es clérigo! Enrique manda a Cromwell que lo libere de Reginald, pero este último es muy ladino y evade trampas y asesinos.


El Gordo tiene otros problemas. Se está hartando de su nueva reina que no posee ni el carácter, ni el intelecto, ni la sensualidad de Ana Bolena. Esto afecta a Cromwell puesto que,  si recordamos, Dame Hilary nos creó en Wolf Hall una ficción muy romántica de que Tom estaba enamorado de Jane y se hizo a un lado para no hacer de rival de su soberano.

En entrevistas, Kate Philips ha dicho que cree que Jane y Cromwell están enamorados y aunque es un amor inconfesable, se permiten una intensa amistad romántica, pero lo que no le faltan al ministro son mujeres y problemas del corazón. De eso es lo que se trata esta temporada y he encontrado curioso como un actor maduro como Sir Mark Rylance pueda convencernos de que muchas jóvenes guapas lo vean con ojos codiciosos.



El Gran Fixer

En el primer episodio, Cromwell es presentado como el gran fixer de Enrique, el que le soluciona los problemas. Es quien asiste a la ejecución de Ana Bolena y luego es recompensado por su rey quien le encarga que visite a los Pole para meterlos en cintura y luego le encarga arreglar otro lio doméstico.

Algo que me encanta de las variadas formas que toma la Tudormania es que nos presenta con personajes históricos olvidados. En este caso a la fascinante y traviesa Margaret Lennox. Enrique se ha traído a la corte a esta sobrina a la que le ha tomado cariño. Margaret es hija de otra mujer fascinante en este periodo histórico: Margarita Tudor, Reina de Escocia.

                                     La verdadera Margaret Tudor

Gracias a The Spanish Princess (quizás lo único bueno de esa serie)conocimos a Margarita, su turbulenta relación con su esposo el Rey Jacobo,  y como en su viudez, viruelas. Margarita se enredó y casó no solo con un malandrín ¡sino con dos! Un récord aun para los desinhibidos Tudor.

                                      Meg Tudor en The Spanish Princess

En La Princesa Española supimos de las bodas de la reina regente de Escocia con Archibald Douglas, Conde de Angus de quien tendría una hija, esta Margaret. Cuando la madre hubo de volver a Escocia, la niña quedó bajo la protección de su padrino, el Cardenal Wolsey. Algo que no recuerdan en la serie, como tampoco que siempre fue muy unida a su prima María. Ya de jovencita, Margaret Douglas pasó a ser dama de la reina Ana Bolena y fue ahí que comenzó con sus amoríos con Thomas Howard, sobrino del Duque de Norfolk, el mayor enemigo de Cromwell, y jefe de la facción católica inglesa.

                                     La verdadera Margaret Douglas

En la serie,  el astuto Cromwell interroga a Margaret quien se ufana de estar casada y encamada por su querido esposo. Casarse sin el permiso del reyy lo vemos mucho en estos recuentos de la Tudormaniaera traición que se pagaba con cárcel y muerte.

Cromwell le insinúa a la loquilla que mejor se guarde parte de su historia y solo hable de inocente romance. Presente está la Duquesa de Richmond quien le insiste a su amiga que no mencione más lo del matrimonio. Mary Richmond no es ajena a las intrigas Tudor, siendo nuera de Enrique, viuda de su hijo, el malhadado Henry Fitzroy.

                          Meg Douglas en The Mirror and the Light

En la vida real, Enrique VIII se enfureció al saber del romance con quien era su enemigo, parte de la pérfida Familia Howard. Encerró al novio en La Torre de Londres donde falleció de alguna peste. También encarceló a la sobrina. Hay historiadores que creen que, casada o no, Meg Douglas estaba en estado interesante. Se la internó en un convento del cual saldría sin hijo para ser restituida a la corte.

Pasados sus treinta años, Margaret se casaría con un exiliado escoses, el Conde de Lennox, de quien tendría cuatro hijos. Uno de ellos, Henry Darnley, se convertiría en el padre de Jacobo , el rey que uniría los reinos de Escocia e Inglaterra imponiendo a los Estuardo en el trono de gran Bretaña.  Ustedes recordarán a Margaret Lennox como la intrigante suegra de María Estuardo en Reign.

                          Margaret Lennox y su hijito Henry en Reign

Cuando el actual Príncipe de Gales sea coronado Guillermo III, volverán los genes Estuardo (que Wills ha heredado de su madre) al trono inglés y con ellos los genes de Meg Lennox y de Margaret Tudor y todo si creemos a Dame Hilary, a la habilidad de Cromwell para rescatar a Margaret Douglas de sus locuras.

Lady Mary en la Corte

Sin embargo, la gran protegida del Lord Secretario es María. Al comienzo vemos a Enrique contemplando, con la aprobación de su adulador consejo, ejecutar a su hija mayor si se niega a aceptarlo como cabeza de la iglesia anglicana. Únicamente Tom levanta una voz para defenderla y es quien, con marrullerías, consigue convencer a la princesa.

Lady Mary es consciente del modo en que el enemigo de su madre y de su fe, la ha salvado y se lo dice, que están unidos y ella en deuda. Es un momento conmovedor y llega cuando la corte está llena de rumores que Cromwell planea casarse con la hija de Catalina de Aragón y reinar. Pero María es tan inteligente como Cromwell, y sabe que debe crear sus propias reglas si quiere sobrevivir.



Hace venir a Cromwell de noche a sus aposentos. Lo recibe en ropas de dormir y con el cabello suelto, le agradece toda su bondad y su preocupación por ella, pero las describe como muestras de cariño paternal. Cromwell se da cuenta que los rumores han llegado hasta ella y que de manera sutil,  la princesa lo está disuadiendo de hacerse ilusiones.





Me encanta Lilith Lesser, es tan talentosa como su padre Anton Lesser (quien diese vida a Santo Tomas Moro en la primera temporada de Wolf Hall). Sin ser bonita,  tiene algo que la hace atractiva. Creo que su caracterización de Bloody Mary es casi tan buena como la de Sarah en Los Tudor, donde Michael Hirst ha hecho una idealización de la princesa de cuentos de hadas. La Mary de Wolf Hall es más humana, aunque sigo prefiriendo lo que Romola Garai hizo en Becoming Elizabeth con la María adulta en sus últimos años de incertidumbre antes de convertirse en reina.


Suegro y Padre

La serie juega con la idea de Cromwell padre y Cromwell amante. Cuando decide arreglar un matrimonio entre Gregory, su hijo, y Bess Seymour, hermana de la reina, el entusiasta Edward cree que Cromwell quiere ser su cuñado y lo acepta como tal. Peor aún, Bess lo cree así y coquetea con el Señor Secretario hasta que el mismo Tom debe sacarla de su error. Este malentendido deja a suegro y nuera confundidos y frustrados y llega hasta los oídos de Gregory lo que provoca un intercambio amargo entre padre e hijo.

                       Bess Seymour quería ser la esposa no la nuera de Cromwell    

Como recordaran quienes vieron Wolf Hall, Cromwell seductor no es nuevo. Ahí lo vimos ser amante de su cuñada, coquetear con las Bolena, enamorarse de Jane Seymour y recordar con añoranza a Anselma, su pasión de juventud, a la que dejara en Amberes. Es un viejo recurso literario (y telenovelero) el que un hombre recuerde a un amor de su pasado como preámbulo para la aparición de un hijo perdido.

A mediados de esta segunda parte, Cromwell se encuentra con una extraña visitante que le anuncia que es Jenneke, la hija que Anselma le ocultó. Es una visita breve, dura apenas un capítulo, y  tan fugaz que  hace pensar que es un sueño del protagonista al que ya lo hemos visto recordar a Ana Bolena y ver el sonriente espíritu de Jane Seymour. Es solo cuando vemos a Jenneke en conversación con Gregory que sabemos que es real.



Sin embargo,  Jenneke parte tal como vino. Cromwell,  demasiado atontado por la muerte de Jane, casi no le presta atención. Ofrece que venga a vivir con él, le cuenta sus cuitas, pero Jenneke se da cuenta que nadie cercano a su padre está a salvo, y tras fracasar en su intento de llevárselo a Amberes, es ella quien se marcha.

Dorothea: Juez de Cromwell

Si de hijas hablamos, el encuentro más impactante de la serie ocurre en el tercer episodio cuando Cromwell visita el Convento de Sion donde la madre abadesa está muy agotada creyendo que la visita del Señor Secretario es un preámbulo para la expropiación de su congregación. El motivo de la visita es otro, viene a ver a Dorothea, la hija ilegitima del Cardenal Wolsey.



La visita es un desastre, la joven novicia lo recibe con frialdad, tiene la peor opinión de Cromwell y rechaza su oferta de sacarla del convento sea para adoptarla o para casarse con ella. Dorothea ha sido criada con desprecio por un hombrehe aquí el golpe de gracia―que traicionó a su padre. Tom no puede creer lo que escucha, pero Dorothea le recuerda el abandono del Cardenal una vez este cayera en desgracia y como no estuvo al lado de Wolsey cuando el prelado agonizaba.



Thomas Cromwell se retira destrozado. Lo vemos llorando a solas. Aunque niega haberlo hecho a propósito, es consciente de que no acompañó a su padrino y mentor en sus últimas horas. De ahí es que la serie nos muestra un Cromwell desorientado, que vive ensimismado en recuerdos y hablando con fantasmas de su pasado.

Se ciega al peligro que representan sus enemigos o los torea con soberbia. Se vuelve un personaje inútil para el paranoico Enrique que prefiere creerles a al Duque de Norfolk y al Obispo  Gardiner, al que ha hecho regresar del continente para reemplazar a su hombre de confianza. Así explica Dame Hilary la caída de Thomas Cromwell.

Reitero, como documento histórico, la serie vale hongo, Solo el muy ignorante se cree el cuento de Cromwell-victima, pero en términos de caracterización y actuaciones es superlativa. No veo malos actores ni en los secundarios, y aunque extraño a Jessica Raine como Lady Rochford, Lidya Leonard está bien en el papel de la cuñada de Ana Bolena. Me encanta lo que Timothy Spall ha hecho con el rol del Duque de Norfolk y Alex Jennings es más siniestro, servil y untuoso que Mark Gatiss a quien ha reemplazado como Stephen Gardiner.

                       El Duque de Norfolk, malo, pesado, pero chistoso

Contenido Violento y Gore:  La violencia es casi toda verbal, a pesar de que Cromwell ataca físicamente a Norfolk en un par de ocasiones. Todo parece indicar que Cromwell vive en un mundo de intrigantes, pero que gracias a su sagacidad no tienen ni guerras ni conflictos. Da un poco de risa, puesto que en Los Tudor, y eso que eran parciales a Cromwell, no escatimaron en mostrarnos las torturas, las ejecuciones y ese gran conflicto interno que fue la Peregrinación de Gracia y que caracterizaron el gobierno del hijo del herrero. Este último episodio que jugó tanta importancia en la pantalla y en la vida real, aquí es apenas mencionado.



Contenido Sexual y Desnudos: Ninguno

Factor Feminista: Es un espectáculo de contra feminismo exponiéndonos a un mundo donde ni las reinas son empoderadas, donde las princesas y nobles tienen sus matrimonios arreglados y donde su opinión no cuenta, o más triste, ven que sus romances, incluso matrimonios por amor ,son deshechos si no convienen a los intereses de su familia.

Factor Diversidad: Peter Kosminsky, director de la serie, se ha ufanado de haberla hecho  colour-blind, pero esa forma de inclusividad ha molestado a los críticos por ser extrema e incluso minimizar la historia de los angloafricanos. De las mujeres Seymour solo Jane es blanca, su madre y hermanas son interpretadas por actrices mixtas. Al poeta Thomas Wyatt lo encarna un actor egipcio y Hannah Khalique-Brown, la actriz que hace de Dorothea es pakistaní.

                         Como que Jane no se parece a sus hermanas

Mas encima si se necesita de un actor para dar vida a un guardia, a un criado o incluso una dama de la reina, debe ser negro. Como sabemos que en la corte de Enrique solo había un moro, el trompetista John Blanke,  este cambio resulta  irritante y desconcertante.

 

 

martes, 20 de mayo de 2025

Entre nazis y vestidos: En El Cisne Dorado

 


Junto al esquema de la casa de modas, la saga de una tienda de departamentos y sus empleados se ha convertido en un subgénero con mucho éxito en este siglo. Ahora le ha tocado a Chequia contar su propio cuento sobre la tienda de modas, El Cisne Dorado (Zlata Labut en checo; Golden Swan en inglés). Aunque no es una trama que me haya atrapado, me interesó el que se desarrolla en un momento clave de la historia de la antigua Checoeslovaquia y del mundo, marzo 1939.

Paraísos para Shopaholics

Fue en la BBC, en el 2012, con la adaptación de la novela de Zola, El Paraíso de las Damas ,cuando nació el subgénero de la gran tienda de modas. Inmediatamente  la ITV se decidió a filmar un producto de competencia que, en vez de adaptar un modelo francés, se concentrase en algo más británico, la trayectoria de la famosa tienda de departamentos, Selfridge’s. Mr. Selfridge resultó más exitosa y duró cinco temporadas. Yo las encontré a ambas super aburridas.





A pesar de mi mala opinión, el esquema funcionaba en otros idiomas. así nacían las famosas Galerías Velvet en el Madrid de fines de Los 50. Tan exitosa fue esta especie de telenovela de Bambú que duraría cuatro temporadas, provocaría un spinoff,  Velvet Collection, y ya se a refriteado a menos de una década de que la tienda cerrase sus puertas




Una tienda de departamentos que no ha cerrado sus puertas es Il Paradiso delle Signore. En la RAI se encontraron una mina de oro en el esquema y se fueron al situar algunos elementos de la novela de Zola en la Milán de Los 50  La tienda Il Paradiso lleva exitosas casi 9 temporadas. Yo la encuentro cursi y telenovelera, pero a su favor tiene un elenco bellísimo y un vestuario esplendoroso.



Tanto éxito cruzó el charco. En el 2013, la televisión abierta(CBS) creo Superstore, protagonizada por América Ferreira, recién salida de su Ugly Betty, y que tiene lugar en una tienda moderna. Aunque alcanzó seis temporadas, nunca llegó a tener renombre internacional ni quedar en la memoria popular. Al parecer, el patrón solo funciona en escenario de época.



Eso lo demostró la segunda temporada de la popular La Maravillosa Señora Maisel cuando Midge, la protagonista, consiguió empleo en Lord&Taylor donde escaló puestos, y se metió en problemas. Comenzó desde la central telefónica hasta el guardarropa, destacando en la sección de maquillaje hasta el punto que de la tienda interrumpen sus vacaciones para pedirle que venga de suplente en el verano.

La fórmula siguió recorriendo el globo terráqueo. En Australia se adaptó para la pantalla grande Ladies in Black, la novela de Madeleine St. John que narra las vivencias de un grupo de dependientas que trabaja en una tienda de departamentos de Sídney en Los 50. Tanto éxito tuvo el filme que el año pasado debutaba en las pantallas australianas una serie con el mismo nombre y que es una secuela del filme.



No todas las veces el esquema sale triunfador. En el 2022, el equipo que produjo Babylon Berlín presentó La casa de los sueños, donde la fórmula abría las puertas de Jonas, la tienda de departamentos más importante de Berlín. La acción tiene lugar en 1929 cuando la campesinita Victoria llega al Berlín de Weimar a encontrar su futuro que espera sea glorioso. Efectivamente Victoria se convierte en la dependienta estrella de Jonas e inicia un romance con Harry, el hijo de su patrón.El problema es la Gran Depresión que pone en peligro las finanzas de la Tienda Jonas. Para salvar a su familia, Harry abandona a la embarazada Victoria y se casa con una chica rica que se lo lleva a Nueva York.



La segunda temporada comienza tres años más tarde. Harry ha regresado, sigue casado, sigue siendo un inútil y solo se le ocurre perseguir a Victoria que ya tiene su vida hecha. En enero de 1933, Hitler llega al poder y de pronto los Jonás recuerdan que son judíos, o se los recuerdan de mala manera. Tan mala es esa historia que hubiese deseado que los nazis los matasen a todos. Me quedé sin gana de ver otro cuento de tiendas, pero me gustan las series checas así que caí en esta.



Los Kucera y su Tienda

El Cisne Dorado es una tienda de ropa que abre sus puertas en Praga en 1939 y a primera vista sigue el esquema dejado por sus predecesoras. Barbara “Bara” es una carterista que, huyendo de la policía, se oculta en la tienda donde es confundida con la recién contratada Lucie Ticha. Así se pasa el día evadiendo a la policía, fingiendo ser otra persona y consiguiendo un empleo que no deseaba.



Lo más importante es que atrae la atención del guapo Petr Kucera , dueño del establecimiento. Ahí tenemos ese romance de cenicienta que es el núcleo de la formula. Solo que Petr está obligado a casarse, para ayudar en los negocios de su familia, con una rica heredera. Siguen los clichés, en el empleo, Bara tiene una supervisora severa, y compañeras que incluyen a Eva, la aspirante de actriz; Alena, la campesina enigmática que oculta su verdadera orientación sexual y Krystina, la espía del administrador.



Por encima de ellos reinan los Kucera, que son como los Roy de Sucession, pero en versión checa. La familia maneja muchas empresas de las cuales la tienda es como un ultimo capricho. Por eso se lo dan al benjamín. El hijo mayor Rudolf sufrió polio de niño y se mueve en silla de ruedas llevando una vida limitada. Su madre lo mima, su padre lo ignora, sus hermanos lo toleran. En la vejez, el padre ha dejado todo en manos de Irena, la única hija que es determinada, eficiente, guapísima y sumamente ambiciosa, tanto que no soporta que el hermanito esté a cargo de una propiedad que ella no puede controlar.

                                  irena es buena para dar ordenes 

La manía de control de Irena ha arruinado su matrimonio con Luka, el padre de sus dos hijos, un guiñapo humano que se la pasa bebiendo y coqueteando con otras mujeres que ven que es un fracasado. La última de la lista es Marta, la pianista que los Kucera han contratado para animar la gran velada con la que inauguraran El Cisne Dorado.

                                Irena y el despreciado Lukas

Irena resiente hasta el compromiso de su hermano. Su futura cuñada se llama Sarah Hirsch (y por supuesto es interpretada por una actriz gordita y narigona) que aparece en la tienda vestida de ropa interior bajo su tapado de piel lo que indica. (como diría un ex mexicano mío) que está siempre “Puestísima”  Eso le agrada a Petr que no la ama, que se casa porque es la unión de dos fortunas, pero le gusta revolcarse con ella.



Como la serie es un mosaico de clichés a mí me estaba irritando un poco. Solo el escuchar a Marta tocando “Svita” en el piano me remontaba al espacio geográfico y a la época. Podría esta historia existir en cualquier tiempo o país, a no ser... Temprano, la familia Kucera comentaba el viaje de Emil Hacha, el anciano y machucho presidente de lo que quedaba de Checoslovaquia, a Berlín.



Se burlaban de que el pobre señor creía convencer a Hitler de que les devolviera Bohemia. Lo que ocurrió durante ese encuentro fue peor que el duelo Zelensky-Trompo en el Salón Oval y acabó con Hacha sufriendo un infarto. Lo que sucedió luego lo sabemos, cuando al final de un agitado primer episodio, el patriarca Kucera anuncia a los invitados de su fiesta inaugural que los alemanes han invadido Praga.



Robos y una Violación

Antes de eso tenemos el inicio del romance Bara-Petr. La ladrona regresa a su casa tras un arduo día de trabajo, jurándose no volver a pisar el Cisne Dorado. Se encuentra esperándola a Marek, su amante-cómplice. Le ha conseguido una entrada para la fiesta de la tienda. Quiere que robe a los invitados. Le promete que será su último golpe. Bara teme que la reconozcan, aunque Marek le ha conseguido un vestido y joyas que cree la transformaran.



Ese es el momento para que el espectador exprese su incredulidad. ¿Cómo quienes interactuaron con Bara todo un día no la van a reconocer nada más que porque viste elegantemente y lleva un peinado alto? La misma Bara se incomoda al ver que Petr, a quien le tomó las medidas temprano, no la reconoce. Tal vez el guion quiere indicarnos lo insignificantes que son las empleadas para los patrones, pero no me convence.



 Petr tiene muchos problemas para fijarse en una mujer que desde su altura no llegó a ver bien. Al inicio de la velada,  su escandalizado padre le anuncia que no hay compromiso que anunciar. Los Hirsch han huido a Polonia como lo están haciendo muchos judíos checos. Petr acusa a Irena ya que sabe,  por Sarah, que su hermana ha visitado a los Hirsch. Un rato después aparece Sarah (todavía sin vestido). A solas le dice a Petr que no le importa lo que decidan sus padres, a ella le gusta el dueño del Cisne Dorado y quiere seguir con él.



Petr decide anunciar el compromiso, pero entra Irena y lo detiene. Le dice a Sarah que debe huir, los alemanes van a invadir en cualquier momento y está en peligro. Los invasores impondrán sus leyes nazis y disolverán el matrimonio entre arios y judías y ella, Irena, no quiere arriesgar a sus hijos por culpa de una cuñada judía. A pesar de las protestas de Petr, Sarah se marcha.



Entretanto Marek y Bara roban de lo lindo. Bara alcanza a escamotearle un brazalete a Irena antes de que Macht, ex policía y encargado de la seguridad de la tienda, la reconozca. Bara se esconde en el baño y ahí encuentra a Marta llorando. La pianista le cuenta que un hombre importante la está acosando y teme que use la fuerza. Bara la escucha y esconde su parte del botín en el bolso de Marta. Sale y permite que la registren ya que no carga nada.



Logra salir de la fiesta, pero Marek la obliga a volver por las joyas. Encuentran a Marta arriba en un sitio solitario. La mujer está despeinada y es obvio que ha sido atacada. En un descuido, y mientras Marek recupera las joyas, la pianista se lanza al vacío.



Bara baja, ve el cuerpo de la pianista y se desmaya. Petr alcanza a recogerla, la lleva a comer y la ladrona finalmente le recuerda quien es. A Petr no parece importarle y la saca  a bailar. Vuelve Marek y se tranza a golpes con el dueño de la tienda, pelea interrumpida por el anuncio de la llegada de los alemanes.

Entretanto, ha aparecido Lukas borracho, no recuerda nada de lo que hizo ni donde estaba. Tiene aspecto de haber estado metido en una trifulca, tanto Petr como Irena sospechan que fue el violador de Marta. Esta sobrevivió la caída, pero sufrió una conmoción cerebral que la dejó sin memoria de lo ocurrido y, para colmo, ciega.

Los Kucera ahora tienen un problema mayor, la ocupación germana. Petr le dice a Macht que hay que proteger a los empleados (judíos, refugiados y disidentes) que puedan estar en peligro. Al mismo tiempo, invita nuevamente, y con privilegios, a los alemanes étnicos (Sudeten) que habían dejado caer como clientes. Eso pone a los Kucera en contacto nuevamente con los odiosos Dieterich, y su hija Marketa que todos ven como la futura esposa de Petr.



Hay alemanes ahora en las calles de Praga y los soldados vienen de clientes, y no muy corteses. Petr da un discurso a sus empleados para tranquilizarlos. Entretanto, en la vía pública se oyen silbatos de policía y balazos. Hay primeros actos de resistencia, se cambian o quitan letreros en las calles para confundir al invasor.

Marek es parte de ese grupo y se aparece en El Cisne Dorado a pedirle a su ex que le zurza el abrigo que tiene un desgarro provocado por una bala policial. También le consigue documentos que la acreditan como Lucie Ticha y le dice que permanezca en ese empleo ya que pronto podrán dar un golpe,  asaltando la joyería de la tienda.



Enojada, Bara se niega, abandona a Marek y se dispone a iniciar una nueva vida, pero el ladrón deja caer el brazalete que le robaron a Irena en la sección de telas donde trabaja su ex. Irena exige saber cómo su joya apareció ahí.



Aparece la verdadera Lucie Ticha. Bara no sabe cómo explicarse y hasta Petr la cree ladrona. Llega la policía, viene a arrestar a Lucie Ticha no por robo sino por ser antinazi. En un gesto heroico, Bara se acusa de ser la sospechosa.

Todos los presentes, menos la policía, están conmovidos ante el sacrificio de la ladrona, piden una dilatación del arresto. Macht se hace custodio de Bara, le dice que conoce a Marek, lo ha arrestado varias veces. El ladrón siempre sale libre y son sus cómplices femeninas quienes pagan el pato. Entretanto, Petr solicita de Valerie que registre el equipaje de Bara para encontrar sus documentos verdaderos. Se prueba que no es Lucie Techa (quien ha huido), Bara queda en libertad, pero Petr la despide.

Bara no quiere dejar ni la tienda ni a Petr. Vuelve donde Marek, rescata las joyas y las devuelve. Ni Petr ni Irena quieren saber nada de a ladronzuela, pero Macht la toma bajo su protección. Justo llega Marta,  ciega y en silla de ruedas. Todavía amnésica, no ha olvidado como tocar el piano así que los Kurecka la recontratan. Cuando Marta escucha la voz de Bara recuerda que fue quien la socorrió en la noche de su suicidio.



Petr reconsidera y le da una segunda oportunidad a Bara. Le pide que esté cerca de Marta y que la ayude a recordar. ¿Pero qué sucede cuando la pianista tiene un ataque histérico al oír la voz de Lukas? ¿Será el atacante el esposo de Irena? ¿Se atreverá Petr a delatar a su cuñado? ¿Lo permitirá Irena? Y de eso se tratará esta primera temporada porque en Walter Presents solo nos darán 11 episodios de los 21 que componen la entrega inicial de Zlata Labut, guardándose lo más jugoso para más adelante. Hicieron algo parecido con Il Paradiso degli Signore y parece que les resultó lo de estirar las series.

La diferencia es que Il Paradiso es una soap opera un poco insulsa. Debido al contenido histórico, El Cisne Dorado es más profunda, solo que eso se hace más patente al final de la Primera Temporada que aquí los picaros han convertido en la Segunda. En lo que nos ha quedado veremos que en su afán de ayudar a Lucie Ticha a huir del país, Bare se verá involucrada en actos clandestinos, lo que llevará a Petr a hacer lo mismo.

Por otro lado vamos descubriendo que el protagonismo no recae en esa pareja sino en un personaje no muy positivo que es Irena. Empoderada, elegantísima, y muy calculadora, es una badass total hasta que descubrimos su Talón de Aquiles. Por otro lado tenemos a Alena a punto de casarse con Jakob. Eva descubre que Alena, tan tímida y discreta, tiene otro amor. ¿Qué sucederá cuando se sepa que “otro” es “otra” y la identidad de esa “otra”?



No es spoiler decir que esta producción checa ha tenido éxito en su país y en el exterior debido a un intenso romance lésbico que tiene lugar en la primera temporada. Está lleno YouTube de videos sobre el romance entre Alena y su patrona, pero también ese romance acarrea peligros devastadores para ambas mujeres. Sobe todo cuando el secreto de Irena cae en malas manos.

Después de haberlo visto en Los Misterios de Praga (a propósito esta serie está  doblada al español en VIX y con subtítulos en Eurochannel),  Jaroslav Plesl se ha convertido en mi actor favorito de las series checas. He quedado convencida de su flexibilidad histriónica tras verlo como el colaboracionista director de cine Milos Havel en Bohema, el judío comunista Imre Rosenberg en Toman, y un abogado que defiende a un judío de un libelo de sangre en Asesinato en Polna. Ahora solo le quedaba hace de oficial nazi que es lo que viene a hacer en El Cisne Dorado.

Lástima que con el recorte solo lo veremos en un par de episodios, pero dicen que es un villanazo. Wilhelm Gruber, comandante de la Wehrmacht en Praga,  trae intereses escondidos bajo sus charreteras y que van más allá del fanatismo nazi. El muy puerco quiere quedarse con la tienda y, de paso, aplastar a Irena, sea seduciéndola o exponiendo su secreto.




Entre lo que esperamos los mejores capítulos de la serie podemos disfrutarla sea en Walter Presents (via PBS Amazon) o Thirteenth Passport, PBS Passport, Y Passport Canada. Solo me queda agregar que las actuaciones son buenas, hay personajes queribles incluso la inoportuna e impertinente Bara nos sorprende con reacciones positivas. Aunque no tan fastuosa ni amplia como el Paradiso delle Signore, El Cisne Dorado se ve  esplendorosa con sus diferentes departamentos y productos incluyendo el restaurante. Él vestuario también es llamativo muy de la época. Obviamente el guardarropa de Irena supera al de sus empleadas, pero las chicas varían vestidos sencillos, pero bonitos, a cada rato.



Contenido Violento: A pesar de que ya en el primer episodio tenemos violación e intento de suicidio, nada es grafico ni de mal gusto.

Contenido sexual y desnudos. Aparte de unas fotos au naturelle que se saca la aspirante a actriz, no hay desnudos.  Besos lésbicos e Irena le agarra una pechuga a Alena



Factor Feminista: Tanto Irena como Bara son ejemplos de mujeres que buscan tener control sobre sus vidas

Factor Diversidad: Vemos lo que significaba diversidad en la Checoeslovaquia de 1939. Desde la anexión de Moravia, los Kucera han mantenido a distancia a sus clientes alemanes (los Sudeten) de su tienda. La invasión de Bohemia cambia la situación. Los socios judíos deben huir del país, las nuevas autoridades exigen que se saque a los empleados de origen hebreo de puestos importantes. Los alemanes se sienten superiores a todos, checos y judíos, y actúan en consecuencia. Petr Kucera pasa de ser novio de una judía a comprometerse con una alemana, Marketa Dietrich, porque es bueno para el negocio.



Tenemos diversidad sexual en el romance de Irena y Alena. A ninguna le conviene que se sepa su secreto.

Tenemos también casos de minusvalía. Marta queda ciega y amnésica tras su caída y debe aprender a valerse por sí misma. Otro caso es Rudolf Kucera a quien la polio ha dejado atado a una silla de ruedas y convertido en testigo de la vida de los demás. Incluso ha perdido el derecho a heredar y manejar los negocios familiares.



El caso de Rodolfo trae a colación la obsesión con la eugenesia que tenían los nazis. Aunque sabe que su cuñado perdió el uso de sus piernas debido a una enfermedad, Marketa insiste que, antes de casarse, Petr se someta a un examen médico para determinar que pude engendrar un hijo sano.