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jueves, 8 de julio de 2021

Libelos de Sangre, Delatores Comunistas y el Presente en los Period Pieces Checos: drama de época continental (IV)

 


Cuando yo ya aburría con tanto elogio al drama de época continental, me llegó una sorpresa. He encontrado algo que no me ha gustado. Mi relación con las series de época checa me ha dejado defraudada tanto en los aspectos técnicos como en la narrativa. Solo dos son dignas de mención. Lo que si les reconozco es que,  en marcos de época,  saben advertirnos que ciertos eventos históricos pueden repetirse en nuestro mundo moderno.

Para ser sincera, mi enamoramiento con el drama de época continental no es tan grande. Encuentro mucho que quejarme del italiano, francés y español que copian fallas del angloparlante y nunca virtudes. Por ejemplo, el italiano era mucho mejor a comienzos de este siglo.  El ruso ha tenido una evolución prodigiosa en la era del Zar Vlad. En cambio, las ucranianas todavía parecen hechas por estudiantes de cine. Las series alemanas han tenido un cambio positivo desde “El hundimiento del Laconia”, o sea hace apenas una década. Esperemos que esos cambios también ocurran con los productos checoeslovacos.

Entre mayo y junio he visto cuatro programas. Miniseries limitadas como “El Informante”, y “Un Hombre Inocente”, un telefilme llamado “La Caída del Imperio.” y una serie que supuestamente ha durado varias temporadas y se llama “Ambition” en inglés y “Prvni Republika” en checo. Comienzo en orden cronológico (del relato) en reversa con “The Informant/Herec/El delator) del 2019.



El Informante/El Delator

La acción tiene lugar en la Checoslovaquia comunista en 1953. Los Lanik son una familia de parias en un paraíso estalinista. Su padre, un volkedeutsch, murió en Tobruk luchando en el Afrika Korps. Su madre fue acusada por un vecino de ser amante de un SS y fue ejecutada. Debido a ese pasado ni Stanislav (Stana) ni su hermana Aneska pueden aspirar a un buen empleo, no tienen derecho a estudiar y después de la muerte de su abuela, son amenazados por el conserje de que serán desalojados. Su vida es gris. Anezka limpia calles. Stana repara radiadores en la universidad. Su única felicidad, ser actor en una pequeña compañía de teatro, también se acaba debido a su incomodo pedigrí.

                            Una famlia de cancelados


En la universidad, la prodigiosa habilidad de Stana con los números atrae la atención de un catedrático que también es un genio matemático. El profesor le ofrece al joven Lanik la oportunidad de entrar en la universidad. Todo lo que solicita es que pase un fin de semana con él en el campo. Stana se da cuenta que el interés del profesor es puramente sexual, pero el chico está desesperado. Se va al campo con su galán maduro y están en plena faena cuando irrumpen los agentes de la policía secreta.

                                 El profesor se pone romántico

Resulta que la homosexualidad es vista como un crimen burgués en el mundo comunista. Se llevan al catedrático y cuando esperamos que sometan a Stana a torturas innombrables, se limitan a palmearle la espalda y darle su dinerito. Stana es un soplón de la policía secreta y el shock de esta espectadora no pudo ser mayor. Sabia por el nombre y la descripción de la serie que el protagonista iba a convertirse en delator, pero esperé que nos lo hicieran cercano y querible, que el proceso fuese paulatino para hacerse más digestible.



El hacernos ver a Stana como alguien ante un dilema moral (más encima tiene novia), orillado a aceptar ayuda a cambio de sexo nos inspiraba lástima. Saber que todo está fríamente calculado y que él mismo ha colaborado en una seducción que enviará a su amante al Gulag, a torturas y muerte segura, nos lo hace repelente. Sensación que no cambia ni aun cuando la serie nos haga ver que Stana es usado y despreciado por sus patrones y que cuando solicita ayuda para castigar al violador de su hermana le respondan “tú haces nuestro trabajo sucio, no nosotros el tuyo”.

Ambición

Lo siguiente que vi fue “Ambition” (2014) que también se conoce como “Historia de Checoeslovaquia” y en checo es “La Primera Republica” Es talmente una soap opera de los 80, cheesy, cursi, llena de clichés, parece escrita por los autores de Dinastía. La historia comienza durante la Primera Guerra Mundial. Los Valenta, unos nuevos ricos que se han ganado una fortuna vendiéndole vehículos al Imperio Austrohúngaro, retornan a su pueblo y se instalan en casa de los Lebel. Clara, la heredera de esa familia fue obligada por su padre a casarse con Vladimir Valenta con la excusa de que así ellos podían irse tranquilos a Estados Unidos dejándola casada.



Han pasado varios años, Clara tiene dos hijas y nunca más ha sabido de sus padres ni de Jaroslav, su cuñado, de quien estaba enamorada. Al Imperio le va mal en la guerra, no les pagan a los Valenta que están al borde de la ruina. Jaroslav regresa de haber peleado con la Legión Checa en Francia. Trae dinero y muchas interrogantes. Apenas llega ya se revuelca con Clara casi en la vía pública. Descubre que los Lebel nunca llegaron a USA y es posible que hayan sido asesinados.



Aunque el cuento suene bien en papel, la historia es lenta y llena de lugares comunes, los personajes son pesadísimos y no llegan a importarnos. Ha tenido tres temporadas, lo que demuestra su éxito en la televisión checa, pero me alegro de que Tubi solo traiga una.

Rasin

“La caída del imperio” (2018) es un telefilme en dos partes sobre la vida del político Alois Rasin (El título en checo es “Rasin”). es un retrato de la clase política que forjó Checoslovaquia. En ella vemos nombres que se harán famosos en el sigo como Tomás Mazaryk y Eduard Benes. 

   
                                                     El verdadero Alois Rasin

El filme comienza con un atentado en contra de Rasin, entonces Ministro de Economía a comienzos de 1924. Esto lleva a la víctima a recordar su vida política y personal, su obsesión con la independencia de su pueblo que lo empuja a pactar con los bolcheviques, su importancia en la creación de un sistema legal y una moneda para a nueva nación, y las enemistades que cosecha y que llevan a ese atentado.

                                            Los Rasin en la ficción

A pesar de que soy amiga de la historia, este relato me aburrió, nunca llegaron a mí los personajes ni me interesó lo que les ocurría. Un problema del producto checo es que no suele ofrecer muchos datos sobre el trasfondo histórico, parte de la base que el espectador checo conoce su historia y el que no que lo parta un rayo.

Un Hombre Inocente

Mi favorito de los cuatro programas que vi eta primavera es “Un hombre inocente”,  aunque en inglés se la conoce como “A Crime in Polna”. Mas que porque se trate de un tema judío, me gustó porque dramatiza la “Hilsneriad” un cause celebre de finales del Imperio Austrohúngaro. También porque es uno de los pocos dramatizados que gira en torno al libelo de sangre, una infame calumnia que nos ha perseguido a los judíos por siglos.

En abril de 1899, a unos pasos del siglo XX, en un bosque cercano a la ciudad de Polna, una costurerita llamada Anezka Hruzova fue brutalmente asesinada. El crimen era misterioso, aunque semidesnudo, el cadáver no presentaba signos de ultraje sexual. Anezka había sido ahorcada y golpeada con ramas de árboles, pero la causa de su muerte era el degüello. El cuerpo no tenía una gota de sangre. Lo que para un criminólogo moderno seria señal de que el crimen había ocurrido en otro sitio, para los supersticiosos campesinos era señal de que se trataba de un crimen ritual.





Era la semana de la Pascua judía.  A los pueblerinos se les metió en la cabeza que la sangre del a virginal Anezka había sido extraída para preparar la matzah (pan ácimo) que los judíos comen en esa festividad. Aunque había sospechas de que el asesino era el hermano de la víctima, y aunque ningún testigo lo reconoció como visto en las cercanías del bosque, la policía arrestó a Leopold Hillsner, un zapatero desempleado de mala reputación. El alcalde del pueblo, un nacionalista antisemita, lo acusó formalmente por el asesinato de la costurera.

                                                 Hilsner en el juicio

Tanto alboroto causó el caso que desde Praga enviaron a un detective veterano para que se encargase de la investigación. Este descubrió muchas anomalías y torpezas cometidas por las autoridades locales. Pero el poder de los nacionalistas era tal que convocaron desde Praga al investigador y todas las notas tomadas sobre el caso misteriosamente desaparecieron.

Es en este punto que Zdenko Aurednicek un joven abogado recién instalado en el pueblo decidió tomar el caso. Sobre todo, cuando vio que los periodistas, aunque conscientes de que se trataba de una injusticia, añadían leña al fuego con caricaturas antisemitas y notas amarillistas. La decisión de Zdenko tuvo repercusiones en su trabajo, sus amistades se alejaron; su esposa, la traductora judía Anna Auredniceka, fue expulsada de varias organizaciones de la cual era miembro; y la casa de los Aurednicek fue apedreada.


                                        Zdenko Aurednicek

El juicio fue un circo. Hillsner ya estaba condenado antes de ser enjuiciado. La familia de Anezka contrató los servicios de un famoso abogado Karel Baxa para que los representara, además del fiscal del estado. Baxa llegó disfrazado del traje típico de la región simbolizando a la raza eslava defendiéndose de la judía. Cuando la madre de   Anezka declaró bajo juramento que su hija era muchacha vigorosa a la que un alfeñique como Hillsner no hubiese podido someter, la fiscalía súbitamente acusó al zapatero de haber tenido cómplices. A pesar de que tales cómplices no fueron identificados ni llamados a declarar, el acusado fue condenado a la horca.

                                    Caricatura contemporanea de Hilsner

Zdenko decidió apelar la sentencia y es aquí cuando Tomas Masaryk, futuro padre de la Republica Checa y famoso abogado del imperio intervino. Le escribió a su colega condoliéndose de la injusticia y ofreciéndose a representar pro bono a Hilsner. Se trasladó el juicio a otra ciudad para hacerlo más neutral y Masaryk fundamentó su defensa en un rechazo a mitos de gente ignorante más que en el acusado cuya vida personal no lo hacía muy simpático para el jurado.

Dos problemas acabaron con la brillante retórica de Mazsryk quien perdió su catedra universitaria por este acto de justicia. Intimidado en la cárcel y convencido de que lo indultarían si confesaba, Hillsner admitió haber cometido el crimen en compañía de dos amigos. Los supuestos cómplices fueron interrogados y ambos tenían solidas coartadas. Aunque nunca se les mencionó en el juicio, y HIlsner se retractó de su confesión, el daño estaba hecho. La fiscalía decidió cambiar su enfoque y abandonó la teoría del crimen ritual, acusando a HIlsner ahora de ser un depravado sexual. Aunque médicos y psiquiatras no encontraron evidencia de patologías en el acusado, se le endilgó otro crimen, el de una jovencita ocurrido unos años antes.

                           Caricatura de Hilsner y sus cómplices perpetrando el crímen



Masaryk consiguió que el Emperador Francisco José conmutase la pena de Leopold Hilsner por la de cadena perpetua. Zdenko Audirineck nunca dejó de preocuparse por su cliente y en 1918 consiguió indulto de parte del Emperador Carlos. Hillsner se fue a vivir a Praga y luego a Viena. Se cambió el nombre y vivió de la caridad judía (entre sus benefactores estaba Mazaryk), murió en 1928.

Zdenko Audireneck alcanzó a asistir al funeral de Hilsner antes de morir él en 1932, librándose ambos de la hecatombe que caería sobre su país con la ocupación nazi. Para cuando Anna Auredniceka fue liberada por los rusos del campo de concentración de Theresienstad, ya era casi dominio público que, en 1943, el hermano de Anezka Hruzova había confesad, en su lecho de muerte, ser el fratricida. Aun así, hasta hoy (y ha habido intentos legales de hacerlo) Leopold Hilsner nunca ha sido exonerado.

El Libelo de Sangre en Tiempos Modernos

Tanto Audirineck como Mazaryk basaron su defensa en el absurdo de que, en tiempos modernos, se creyese en un mito tan aberrante. ¿Pero era esa creencia tan obsoleta? Lo era en el Imperio puesto que, en 1882, en Hungría, una acusación parecida había sido demostrada en tribunales de no tener base. Lo era puesto que al final, la fiscalía abandonó la teoría de que se trataba de un crimen ritual yéndose por algo sexual. Lo era porque en la rusia zarista, el espacio más antisemita en Europa, un jurado de cristianos ortodoxos en 1913 absolvió a Menahem Mendel Beilis de haber asesinado a un niño porque su judaísmo se lo exigía.



Este caso de 1913 motivó la novela de Bernard Malamud The Fixer y el filme del mismo nombre protagonizado por Sir Alan Bates y Sir Dirk Bogarde, y en su momento pareció decir la última palabra sobre el libelo de sangre, pero no fue así. En 1928, a un año de la caída de Wall Street, en plena Era del Jazz, en Massena, aquí en el estado de Nueva York, la desaparición de una niña en vísperas del Año Nuevo Judío provoco un fuerte rumor de que se trataba de un crimen ritual puesto que los judíos necesitaban de sangre inocente. Como no se come pan ácimo en Rosh Hashannah, la acusación demuestra lo insensato del argumento antisemita que da pie al libelo de sangre.



Vale decir que tanto el antisemitismo como la acusación venían de miembros del Ku Klux Klan que eran figuras prominentes en Massena y que componían la compañía de bomberos del pueblo. En los 20, para eterna vergüenza del gobierno y autoridades estadounidenses, el Klan había sido descriminalizado, se le había permitido marchar en pleno día por las calles de Washington lo que le dio poder para estirar sus tentáculos por todo el país. Por suerte l, a niña de Massena apareció sana y salva, pero ese no fue el fin del cuento del libelo de sangre que siguió causando problemas en el mundo moderno.



En 1946, en Kielce, Polonia, un mocoso inventó que lo habían secuestrado los judíos (solo vino a retractarse en 1998.) Esta acusación provocó la ira de los vecinos que creyendo en otro crimen ritual organizaron un pogromo que mató a 42 sobrevivientes del Holocausto y propició una emigración en estampida de la escasa población judía de Polonia.

Hasta hoy no se sabe que existió detrás de este defortunado evento, si fue un complot de los nacionalistas, de la Iglesia o de los comunistas. O tal vez de los tres. Lo que sí se sabe, y gracias a encuestas hechas en Polonia y la Rusia del Zar Vlad es que todavía hay mucha gente que cree que los judíos cocinamos con sangre de niños como ingrediente.

                                     Ilustración de un crímen judío

 Aparte que solo ver una morcilla (o prieta como las llamamos en Chile) me provoca arcadas, las leyes religiosas que determinan la dieta del judío practicante exigen que la carne no puede contener una gota de sangre del animal. Debido a eso la carne de ave o animal kosher debe ser limpiada de sangre antes de ser consumida. Incluso mi madre cuando traía la carne del mercado kosher la ponía a remojar toda la noche en salmuera, lo mismo hacia con los pollos. Y la pana/hígado antes de cocinarse debe cauterizarse en una parrilla.

Obvio que eso no lo saben los que creen en el libelo de sangre. ¿Lo creerán los que promueven estas calumnias supersticiosas como lo han hecho en muchos países árabes? En Siria hasta se hizo un period piece llamado “La Diáspora” ( As-Shatat) donde los judíos eran una especie de vampiros que vivían desangrando niños cristianos.


                    Sirios, los rabinos jasídicos no usan boxing braids. Eso sería apropiación cultural.

Mas allá del tema judíoaunque en estos momentos me es difícil alejarme de estelas series checas me han dejado un amargo sabor de boca precisamente por ser tan relevantes. En “El Delator” descubrimos como la cultura de cancelación (que bien puede nacer de falsas acusaciones) alcanza a las familias de los cancelados, convirtiéndolos en parias sociales que acaban buscando sobrevivir de la peor manera posible.

“Un hombre inocente”, en cambio, me muestra lo fácil que es combinar en un coctel letal el oportunismo político con la complicidad de los medios y la ignorancia de la población. Un coctel que sirve para demonizar a determinados grupos. Algo que debemos tener presente antes de creer todo lo que nos cuentan Twitter o Instagram.

Todas estas series pueden verse en Tubi, Amazon Prime y en America Latina, las está pasando el Eurochannel.

jueves, 7 de mayo de 2020

Judíos de Sombrero Negro: Unorthodox, Shtisel y otras descripciones de ultraortodoxos en la cultura popular.



En esta cuarentena, la lluvia de series sobre judíos ha provocado curiosidad sobre el judaísmo y las diferentes maneras de vivirlo. Una forma de identificación/división de judíos coincide con lo que se ponen en la cabeza. ¿Cuál es la diferencia entre los que usan shtreimel de piel en “Unorthodox” y los tocados con borsalinos de “Shtisel”? ¿Por qué el Rabino Bengelsdorff solo cubre su cabeza con un kipá en “The Plot Against America? ¿Y por qué en "Freud" y en “Vienna Blood” los protagonistas solo usan kipá en la cena del Sabbath?

Black Hat Circles
Aunque parezca una manera frívola de diferenciar hay cierta importancia en la vestimenta de un judío religioso. En Nueva York si uno quiere hablar de jasídicos y haredis (ultraortodoxos que no son jasídicos) se refiere a sus enclaves como “black hat circles” y normalmente uno los llama ‘blackhatters” (los que usan sombrero negro).

Los rabinos conservatistas y reformistas, al igual que su congregación, únicamente usan kipá para rezar y dentro del templo. Por eso, el Rabino Bengelsdorff en “Plot Against America” solo cubre su cabeza cuando está en la sinagoga.
Bengelsdorf en el templo

 Lo mismo ocurre con lo que hoy se conoce como “ortodoxos modernos”. O se cubren solo con un kipa o yarmulka o solo lo utilizan para servicios religiosos. En la foto vemos la quintaesencia de la familia ortodoxa moderna camino de la sinagoga (jasidica Jabad) para el servicio de Succoth.  Jared carga el lulav y aunque no se le ve  lleva kippa (tal como Ivanka va con sombrero).
Por estar mirando a la camara no podemos ver el yarmulka en la cabeza de Jared

Debido a que la cena de Shabbath comienza y acaba con oraciones/bendiciones vemos a Sigmund Freud en la serie de Netflix y a Max Liebermann en “Vienna Blood” usar kippot en esa ocasión. En serie y vida real, Freud era antirreligioso, y Max Liebermann es un judío moderno (en su época) que busca la asimilación.

Freud en la cena del Shabbath

A muchos de ustedes les serán desconocidos los términos reformista y conservatistas. Tales como las razones que llevaron a fines del siglo XIX a muchos judíos a alejarse de su religión como lo hicieron Freud en la vida real y Max Liebermann en la ficción.  ¿Pero quiénes son los judíos ortodoxos?  ¿En qué se diferencian de los jasídicos? ¿Y son todos los adherentes del Jasidismo tan estrictos como los Satmar de “Unorthodox”? 
Shabbath chez Liebermanns

El mundo ortodoxo se divide entre ortodoxos modernos, ortodoxos tradicionales y jasídicos. En Israel para estos dos últimos grupos se ha inventado el término haredi. En muchos aspectos, los jasídicos representan el tope de la ultra ortodoxia. Los hay peores, sectas como los Neture Karta y los Lev Tahor, tan locos estos últimos que hasta los expulsaron de Israel y luego de Guatemala (¿cuán bajo puedes caer?). Pero, para mí, esos son ya herejes.

El Baal Shem Tov y el Origen del Hasidismo
Vamos a comenzar nuestra investigación con los jasidicos, que a pesar de lo que diga Deborah Feldman no nacieron a raíz del Holocausto ni vienen de Hungría. Para saber de sus orígenes tenemos que ir hasta comienzos del Siglo XVIII a un área que hoy es parte de Ucrania, de Lituania y de Polonia.

La historia de Polonia en el Siglo XVII fue desastrosa. Guerras con Rusia, invasiones suecas y la masacres cometidas por los cosacos dejaron a los habitantes de la zona inquietos y desconcertados. Los judíos de la región manifestaron su desorientación de diversas maneras desde cultos a falsos Mesías hasta un interés por lo oculto, ó sea la Cábala. Sería precisamente un cabalista, un joven rabino llamado Israel, y a quien la historia conocería como el Baal Shem Tov (el Portador de un Buen Nombre), el fundador del jasidismo. 
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A los 18 años, el futuro Baal Shem Tov, tenía una misión, ir de pueblo en pueblo administrando ayuda a grupos judíos aislados. También se la pasaba mucho en los bosques. Sus servicios incluían ser maestro de párvulos, arbitrar problemas legales y hasta curar males con medicina herbolaria que había aprendido en su contacto con la naturaleza.

Es difícil relatar la trayectoria del BESHT (así se le llama como una contracción de su título) sin caer en su leyenda que es más digna del Reino de Fábulas (no que no crea yo en ella, Hasvah ha lilah!). Hay cientos de cuentos que lo tienen exorcizando gente endemoniada en un pueblo, descubriendo la identidad de un licántropo que se está zampando niñitos en otro, o batiéndose en un duelo mágico con un brujo que vive en un castillo.

El legado más importante del BESHT fue su manera de ver el judaísmo. Una percepción que gira en torno del concepto de Devekut:  la idea de que uno debe estar constantemente en contacto con lo divino que se manifiesta en todo acto, aun el más mundano, y en todo lugar. Los seguidores del BESHT creían que a D-s se le encontraba más fácilmente en un mundo natural.  La presencia divina no estaba circunscrita a la sinagoga ni a la yeshivá (escuela talmúdica).

Este panteísmo no caía bien en los círculos religiosos judíos donde se creía que el único modo de acercarse al Creador era través del estudio de textos sagrados. El BESHT ironizaba sobre esa gente tan ocupada estudiando “que no tienen tiempo de pensar en D-s”.  Los Jasidim (del hebreo Jasid=Piadoso) preferían andar paseando por el bosque rezando en vez de adherirse a horarios. Promovían una religión alegre y para eso agregaban a sus oraciones música y canciones. Esto tampoco era bien recibido por los más ortodoxos, sobre todo porque los sábados los jasídicos bailaban, cantaban y batían palmas lo que era considerado contrario a las leyes del Shabbath.


Tanto fue el cántaro al río y tanto el cisma entre Jasidim y Mitnagdim (los que no eran jasídicos) que la mayor autoridad religiosa de entonces, Elías, El Gaón de Vilna, les lanzó un herem (excomunión). Los jasídicos ni se arrugaron y eso que no fue la última vez en que fueron excomulgados. Su movimiento atraía a mucha gente que encontraba paz en ese modo de vida tan rebelde Esa es la mayor ironía, los Jasidim fueron nuestros revoltosos y revolucionarios. Contrasta eso con la visión de los Satmar—intransigentes y mohínos que nos muestra “Unorthodox”.

El BESHT creó entonces su primer círculo de discípulos, o su primera “Corte”. Estos discípulos a su vez crearon cortes separadas, también llamadas “dinastías” ’puesto que el título de rabino líder era heredado por un hijo o sobrino o yerno. Uno de los más famosos discípulos del Baal Shem Tov fue Dov Baer y uno de sus discípulos fue Shneur Zalman de Liadi fundador del movimiento Jabad y de la Dinastía Lubavitch (llamada así por el pueblo de Bielorrusia de donde eran originarios los miembros de su corte). Jabad-Lubavitch es hoy la rama jasídica más conocida, precisamente por ser los más abiertos dentro de su ultra ortodoxia.
Shneur Zalman de Liadi

Algo interesante sobre Schneur Zalman y que sentaría un precedente entre los líderes de la comunidad Lubavitch es que en el Siglo XVIII no solo era un excelente talmudista y un experto en la Cábala, pero además se interesaba por estudios seglares como matemáticas, geometría y filosofía. Tal vez eso lo ayudaría en su misión existencial y a soportar muchas desdichas. Intentó infructuosamente convencer al Gaón de Vilna de aceptar el jasidismo, sus seguidores lo abandonaron y formaron otras variantes, y hasta uno de sus hijos se hizo cristiano.

Aun así, el Rebbe amplió su corte y expandió su filosofía por Rusia y Lituania a la par de parlamentar con el Sultán de Turquía para permitir la creación de pequeñas comunidades en Tierra Santa. Fueron estas labores las que atrajeron la atención de la policía zarista que lo arrestó y mantuvo casi dos meses prisionero en la fortaleza de Pedro y Pablo en San Petersburgo. Fue finalmente liberado por órdenes del Zar Pablo I. Es extraordinario como la vida del primer Rabino Lubavitch se parece mucho a la de sus dos últimos descendientes del Siglo XX, pero ya hablaré de ellos.

Reformistas, Conservatistas y Ortodoxos Modernos
Entretanto, Europa gracias a la Ilustración, la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, se había modernizado y parte de su avance hacia el progreso era una tolerancia universal que abarcaba a los judíos. Ya no se les quería segregados en ghettos, se les brindaba la oportunidad de unirse a la sociedad cristiana, de trabajar, de estudiar y de participar en la vida política. El precio era la asimilación, el dejar de ser “diferentes”.

Esto llevó, en Alemania, a la aparición del Movimiento Reformista. Según los reformistas los judíos debían abandonar cosas que los hicieran parecer retrógrados:  ropajes, costumbres, prácticas religiosas obsoletas. Los servicios religiosos debían ser más cortos y en lengua vernácula, no en hebreo, los hombres y mujeres debían sentarse juntos en la sinagoga. Lo curioso es que entonces no ser “diferentes” significaba ser como los cristianos. En Hamburgo, el Rabino Isaac Bernays (abuelo de la esposa de Freud) andaba con una sotana parecida a la que usaban los clérigos protestantes.

 Hubo hasta radicales que querían trasladar el Shabbath al domingo y abolir la circuncisión. Por suerte el reformismo nunca llegó a ese punto. Los judíos reformistas expandieron su nuevo modo de enfocar la religión por toda Europa y hacia los Estados Unidos. Los Jasídicos, atrapados en una Rusia que nunca abrazó la tolerancia europea, no fueron afectados por esta corriente. Muchos judíos progresistas sintieron repugnancia por como el reformismo acababa con los rituales de su religión y a mediados del Siglo XIX, en Alemania formaban el Movimiento Conservatista o Masorti.
Mujer rabina reformista

Voy a ser totalmente honesta y pido disculpas a mis amigos conservatistas, pero nunca he entendido realmente la diferencia entre Reformismo y Conservatismo. He conocido conservatistas que son iguales a los reformistas, y otros que se acercan a la ortodoxia moderna. Ambas corrientes reconocen la importancia de las mujeres en rituales que para los ortodoxas están vedados, ambas corrientes permiten la ordenación de mujeres rabinas y los matrimonios gays. Una diferencia, los reformistas celebran matrimonios de judíos con gente de otra religión (Natalie Portman por ejemplo se casó con un no judío en una boda reformista). En cambio, los conservatistas no los permiten.
Boda de Natalie Portman

No todos los judíos alemanes se sintieron cómodos con estas corrientes y hubo un intento por parte de los rabinos ortodoxos, capitaneados por el Rabino Rafael Sansón Hirsch, de “modernizar” el judaísmo. Una de esas alteraciones fue decir que ya no era necesario vestirse chistoso, ni dejarse barbas ni peyot (el bucle largo en las sienes) ni que las mujeres usasen pelucas o se cubriesen la cabeza dentro de casa.

Lo que más revuelo causó en el mundo ultraortodoxo fue su aprobación de estudios seglares. Hirsh creía que un judío ortodoxo podía tener una profesión, participar en la vida comunal de su país de origen y equilibrar su modernismo con el cumplimiento de las leyes del judaícas.

Esas son las pautas que hoy marcan a un ortodoxo moderno. En esa corriente, se conservan las reglas básicas de la dieta kosher y del Shabbath y las oraciones y servicios religiosos son en hebreo. La diferencia está en la integración de los fieles al mundo moderno y seglar, como estudiantes, como profesionales, como fuerza política, ect.

Las mujeres usan pantalones y practican deportes públicamente, todos ven televisión y tienen acceso a tecnología de punta. Se visten a la moda, usan jeans, no andan con sombrero y se cortan las patillas. Es un estilo de vida que atrae a jóvenes matrimonios y a solteros, pero también da posada a ultraortodoxos que han abandonado sus comunidades, y a divorciados que no pueden encontrar espacio en sectores jasídicos o Haredi.
Mayim Bialik ejemplo de mujer ortodoxa moderna que puede ser actriz

A propósito, esos tirabuzones siempre han sido característica jasídica, pero al parecer también los usaban los Litvak (judíos lituanos) que fueron los primeros en asentarse en Jerusalén. Como los Shtisel son de estos últimos los usan a pesar de no ser jasídicos. En general los judíos ortodoxos siguen la orden bíblica de no cortarse el cabello en las sienes, pero no se los rizan, ni se los dejan extremadamente largos. En “Shtisel” un ejemplo de peyot normales son como los usa Hanina, el esposo de Ruchami. Así los usaba mi hermano en sus días de ultraortodoxo.
Hanina y sus peyot
Mi hermano y los suyos (1978)
Akiva Shtisel

Joel Teitelbaum y el Nacimiento de los Satmar
Volvamos al Siglo XIX y al origen de los Satmar. Hungría era un caso similar al ruso. A pesar de ser parte del Imperio Austrohúngaro, las medidas progresistas imperiales eran repelidas por la aristocracia magyar que dominaba el país. Eso propició que el mundo ultraortodoxo siguiera incólume bajo los dictados de grandes rabinos como Hillel Lichtenstein, muy admirador del estilo de vida jasídico y tan anti-progreso que rechazaba hasta que los judíos jugasen ajedrez.

Fue en Hungría donde entró el jasidismo en los 1800, primero con el Rabino Moshé Teitelbaum y luego con su hijo Zalman quien organizaría una corte jasídica en la ciudad de Sighet (hoy Rumania). Sighet llegaría a tener una población judía mayor que la magyar y estaría colmada de yeshivot y otras organizaciones judías. Ahí nació y se crió Sir Elie Wiesel.

En 1904, tras la muerte del Rabino Chananya, hijo de Zalman, su puesto fue heredado por su hijo Chaim, el mayor. Algo que no sentó bien al Rabino Joel Teitelbaum, el hijo menor que ya tenía fama de “niño prodigio”. Teitelbaum se marchó a la ciudad de Satu Maru (Satmar) donde comenzó a atraer seguidores. Una figura muy controversial, Joel se hacía llamar “Rabino de Satmar” a pesar de que no fue nombrado oficialmente hasta 1928.

 Los Jasidim de Satmar se caracterizaban por su línea inflexible que había sido establecida durante el Congreso Judío en Budapest en 1869. En ese congreso hubo un quiebre total entre ultraortodoxos y todo movimiento reformista. ¡Hasta al pobre Rabino Hirsch lo tildaron de hereje!

En la época en que Joel Teitelbaum se trasladó a Satu Maru, el judaísmo ortodoxo enfrentaba nuevas crisis. Si a comienzos del Siglo XIX, Jakob Freud abandonó su comunidad jasídica para hacer fortuna en Viena y donde el más famoso de sus hijos, Sigmund, seria anti religioso, ahora eran otras fuerzas las que servían de imán para que los judíos abandonasen su fe.
Rabino Joel Teitelbaum

Los “ismos”:  comunismo, socialismo, anarquismo y más tarde el sionismo, eran el magneto mayor. Lo vemos en la ficción con el revolucionario Pershik en “El violinista sobre el tejado” y en la vida real con Trotsky. Muchos huían a Occidente en busca de libertad intelectual y política. Otros huían de los pogromos que oscurecieron las últimas décadas de la Rusia Zarista. Algunas comunidades jasídicas se mudaron an Israel y a Estados Unido En Massachusetts, en 1915, se creó la primera dinastía jasídica netamente estadounidense, la Boston.

Los Prodigiosos Schneersons
A través de los tiempos oscuros de la Rusia zarista y luego la soviética, el movimiento jasídico más militante para mantener la fe en Rusia fue Jabad gracias a su rabino líder Yosef Ytzchak Schneerson.  Durante la Guerra Rusojaponesa, el Rabino Schneerson distribuyó millones de paquetes de comida kosher para los soldados judíos y viajó por Europa Occidental alertando a los gobiernos de las masacres que ocurrían en Rusia. En dos ocasiones fue arrestado por la policía zarista.

La Revolución Rusa no cambió las cosas para mejor. Parte del plan soviético era la erradicación de toda religión. El Lubavitcher Rebbe logró constituir una red clandestina de organizaciones Jabad para mantener viva la fe.  Finalmente, los soviets lo arrestaron y condenaron a muerte en 1927. Solo un clamor mundial impidió su ejecución En 1928 se trasladó a la recién creada republica de Letonia donde vivió un año. A pesar de que el gobierno le concedió la ciudadanía, él prefirió vivir en Varsovia.
Yozef Yitzchak escoltado por policia soviética

En los próximos años, el rabino viajó por Israel y Estados Unidos. A pesar de que en USA fue recibido con gran fanfarria por judíos de todas las denominaciones y el Presidente Hoover lo invitó a la Casa Blanca, el Lubavitcher Rebbe no consideró dejar Polonia sino hasta la invasión nazi. Su rescate es uno de los muchos milagros que rodean al mundo jasídico.

Tras la caída de Varsovia en 1939, los líderes judíos estadounidenses comenzaron a hacer presión para que se le concediese al rabino una visa, pero en la administración  Roosevelt, que ya he demostrado no era muy filosemita, eso era difícil. Además, lo primero era sacarlo de la Polonia ocupada y llevarlo a Letonia todavía un país neutral. Bryan Mark Rigg en su Rescued From the Reich narra esta epopeya.

Las organizaciones judías de USA atrajeron la atención de figuras políticas como el Secretario de Estado Cordell Hull quienes a su vez contactaron a diplomáticos alemanes. Se cree que el mismo Göring tuvo una mano (secreta) en este asunto, pero todo fue planeado por el Almirante Canaris director de la Abwehr, la central de inteligencia más grande de la Alemania Nazi. El brazo ejecutor de Canaris fue el muy condecorado Mayor Bloch, cuyo padre era judío.

Canaris era antinazi (fue ejecutado en 1944 por complotar contra Hitler) y dio empleo en su organización a muchos mischlinge (es como los nazis nos llamaban a los hijos de matrimonio mixto). Bloch, en uniforme de la Wehrmach, y con un pequeño destacamento compuesto casi todo por mischlinge, partió a Varsovia donde tras mil contratiempos encontró al rabino que le salió con que no se iba sin su mamá, su nieto, su secretario etc..

Así Bloch quedó a cargo de una docena de judíos vestidos de jasídicos, con sombreros negros, y de sus señoras de peluca. Haciéndolos pasar por prisioneros, Bloch los llevó a Berlín donde se los entregó al embajador letón. El grupo fue llevado a Riga, y un año más tarde vía Suecia llegaban a USA. Ahí, el Rabino Lubavitch, que sufría de problemas cardiacos y avanzada múltiple esclerosis, se dedicó a reconstruir la comunidad Jabad y a batallar para sacar de Europa a su hija y yerno-sobrino y futuro sucesor,  Menachem Mendel Schneerson, el ultimo líder de la secta Lubavitch.

Menachem Mendel es todo un personaje, uno de los grandes sabios de su generación. A los 18 años ya se sabía de memoria todos los volúmenes del Talmud, pero sus conocimientos excedieron los de un Talmud Jajam (un experto talmudista). En vida dominó siete idiomas, adquirió un título en ingeniería electrónica con una especialidad en mecánica de La Ecole Speciale des Travaux Publics, estudió matemáticas en la Sorbona y física en la Universidad de Berlín.
Menachem Mendel Schneerson en su juventud.

 Cuando gracias a los esfuerzos de su tio-suegro, Menachem Mendel salió de la Francia ocupada se vino al barrio de Crown Heights en Brooklyn que desde los 40 es el cuartel de los Lubavitch. Apenas consiguió la ciudadanía estadounidense, Menachem Mendel se enlistó en la marina y se pasó la guerra diseñando navíos. Aunque se sabía que el sería el sucesor de Yosef-Yitzchak, no se parecía a los típicos rabinos jasídicos.

El final de la guerra trajo la certeza de que el mundo judío europeo, y principalmente las comunidades jasídicas habían perecido. Yoel Teitelbaum era uno de los pocos rabinos jefes que habían sobrevivido y eso porque los sionistas, a los que tanto despreciaba, lo habían rescatado de Hungría. El Rabino Teitelbaum también vino a Brooklyn y en Williamsburg logró reconstruir la secta Satmar, pero haciéndola como nos muestra “Unorthodox”, un submundo insular, hermético, anti sionista y opuesto a toda modernización.

En cambio, Jabad bajo el liderazgo del Rabino Menachem Mendel, quien se hizo cargo de su secta cuando su tío-suegro falleció en 1959, fue más abierta, sin excluir rituales ni modernizando la religión como lo hacían reformistas y conservatistas, pero si estirando la mano a judíos necesitados y no solo de auxilio religioso.Menachem Mendel estableció un sistema de acercamiento (Outreach) que se basaba en la creación de “casas” en cada país y ciudad importantes.

 En esas oficinas los rabinos Jabad llamados “mensajeros” socorrían a judíos alejados de la religión, sobre todo jóvenes desorientados y desilusionados que buscaban respuestas y un camino a través de vías espirituales. Para eso Menachem Mendel puso oficinas de Jabad en campos universitarios, fundó casas para minusválidos y centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos. Jabad fue instrumental en el movimiento Baal Teshuva que nos atrajo a muchos judíos al mundo ortodoxo, incluso el  jasídico.
" Mensajeros" Rabino Gavriel Holtzberg y su Rebbetzin Rivka, torturados y asesinados durante un ataque terrorista a la Casa Jabad de Mumbai (2008)
                                       Sir Elie Wiesel habla del impacto del Lubavitcher Rebbe

También Jabad jugó un rol importante en la asistencia a los refusenik (refugiados judíos de la Unión Soviética). Los Mensajeros de Menachem Mendel trajeron por primera vez a la Unión Soviética textos religiosos y objetos rituales para llevar auxilio espiritual y preparar a los refusenik, que estaban a la espera de visas de salida, a integrarse al mundo religioso que los esperaba en Israel o USA. Tan buena impresión dejó Jabad en Rusia que Berel Lazar, el Rabino Jefe hoy en día es un Lubavitcher y tiene muy buena relación con el Zar Vlad que hasta le ha otorgado unas melladitas.

Las fotografías del Lubavitcher Rebbe no logran capturar su humanidad y carisma, así que he preferido dejar un video. También difícil de escoger puesto que YouTube tiene una gran cantidad y algunos buenísimos de las largas filas de fieles que buscan diariamente una bendición para ellos o para parientes afligidos. La costumbre del rabino era entregar un billete de un dólar a cada fiel, solicitar que lo gastasen en alguna obra caritativa y bendecir a cada persona, sin importar si era Lubavitcher, si era religioso o siquiera si fuera judío. Hay uno en el que bendice a una señora negra que fue criada de su esposa, en otra envía con el embajador marroquí  una bendición al Rey Hassan II de Marruecos.

En otro video bendice a una Miss Israel y aprovecha de hacer un comentario sobre la belleza judía, que si la mujer la lleva también por dentro entonces puede utilizar la exterior para hacer el bien, pero he preferido presentar el conmovedor testimonio de un padre de un niño autista que ha debido ser institucionalizado. No solo el Rebe le da la bendición, además agrega que el aislarse del mundo no significa que el autista no este en contacto con lo divino. Está ocupado comunicándose con D-s”. Esto es consolador pero también revolucionario si creemos en lo que dice Deborah Feldman  que entre los ultraortodoxos la enfermedad mental es una vergüenza y se oculta y niega ayuda médica al enfermo.

Un único manchón negro en la brillante misión de los Lubavitcher ocurrió en 1994. Era tal el culto de personalidad del ultimo Rebbe, que, a la muerte de Menachem Mendel, muchos de sus seguidores lo declararon públicamente como el Mesías. Eso provocó un mini cisma entre los Lubavitcher y los “mesiánicos” que se trasladaron a Israel. En “Shtisel” la causa por la que el rabino Shulem lleva años sin hablar con una de sus hijas es porque está casada con un” judío mesiánico de Jabad”.


Aunque los Satmar también tienen organizaciones de caridad y ayuda de su comunidad, su estrechez de criterio no les ha permitido desarrollarse como la comunidad Lubavitch a la que por décadas han visto como sus rivales. En los 80 hubo una especie de guerra entre ambas facciones con judíos Satmar atacando físicamente a los Lubavitcher en la calle. Esa es una razón por la cual yo siempre los he mirado con desprecio. Tuvo que venir “Unorthodox” para hacerme tratar de comprender que los Satmar pueden ser un poco brutos, pero no son monstruos.

Shtreimel, Sombreros de Copa y Borsalino
Aquí acaba mi exposición de las diversas formas de practicar el judaísmo. Hora es entonces de asociar lo dicho con el famoso sombrero negro. El más impresionante de esa familia es el shtreimel, esos conos de piel que vemos usar a los parientes de Esty en “Unorthodox”. Están hechos de pellejitos de visón y son carísimos. Valen como dos mil dólares, por eso solo se usan para grandes festividades que pueden se religiosas o particulares como una boda.

Los Shtreimel son una particularidad de los jasídicos, aunque los “Litvak (literalmente “lituanos”) miembros de la primera comunidad ortodoxa moderna de Jerusalén también los usan. Por eso creo que los Shtisel son Litvak. Eso explicaría que Reb Shulem use un shtreimel en grandes ocasiones.

El shtreimel es un diseño antiguo. Se cree que originalmente lo trajeron los tártaros a Rusia. En días del Baal Shem Tov lo usaban todos, tanto Jasídicos como Mitnagdim, tanto judíos como gentiles. Hay variedades desde esas especies de torres de piel de castor que ven en “Unorthodox” hasta una versión más antigua de un sombrero alado orlado de piel. Así como el que usa Barbra Streisand en “Yentl”.

En el filme mexicano “Morirse está en hebreo”, pusieron orondos shtreimels sobre las cabezas de los ángeles encargados de asistir a la Shiva (luto) de Moishe (Sergio Kleiner) y decidir si merece ser salvado. En cambio, el nieto de Moishe, al que el abuelo envió a Israel a curarse una drogadicción y vuelve convertido en un rabino Haredi, usa un Borsalino de ala muy ancha.

Ya para el siglo XIX, cuando los judíos fueron emancipados y dejaron el ghetto atrás, la sombrerería adquirió nuevas características, incluso para los jasídicos. En Occidente, todo caballero respetable usaba sombrero para la calle y los judíos se aprovechaban de esa moda. Los judíos reformistas alemanes para distinguirse usaban sombreros de copa para ir al templo y para bodas. Esta tendencia de usar chistera de mago se expandió por la Europa Occidental y muchas caricaturas antisemitas describen a los judíos en top hats.

Para el Siglo XX tenemos a los judíos en Occidente luciendo para sus salidas a la calle todo tipo de sombrero. Desde hongos hasta fedoras que es el que usan hoy, y por supuesto el más elegante de los fedora, el Borsalino. Gatos Seriefilos Mexicanos si recuerdan, Enrique Cuenca, el Polivoz, tenía un personaje judío, Don Max, el usaba un sombrero hongo.


Los fedora y el borsalino se usan de diferente manera. Muchos judíos Haredi,  los Satmar y la mayoría de los jasídicos curvan los bordes hacia arriba. Así los usan los varones de la familia Shtisel, así lo usa Alfie Solomons, el gánster judío de “Peaky Blinders”. Descubrí que en Inglaterra ese tipo de sombrero se conocía como Pork Pie Hat (sombrero de pastel de cerdo).



Los Lubavitcher en cambio lo usan con el ala baja, porque el último Rebbe decidió que, si querían atraer gente a sus filas y ayudar a judíos menesterosos o nuevos al judaísmo, era mejor lucir el sombrero como lo usaba todo el mundo. Por eso en la cúspide del Movimiento Baal Teshuva que en los 70 atrajo a muchos judíos que no sabíamos ni el alfabeto hebreo al mundo ortodoxo, los nuevos prosélitos se vestían de acuerdo con el código Lubavitch, ya que fue esa secta la más fundamental en reclutar gente.
Mi hermano a los 16 años (1977)

Por último, hay un tipo de sombrero de ala ancha, como el del Zorro que es mi favorito. En Shtisel lo usa Hanina, el joven marido de Ruchami. Alfie Solomons tambien tiene uno.



Una Palabra Final sobre los Jasidim
Es fácil decir que los Satmar incluso los jasídicos son un puñado de fanáticos, pero en honor al culto de la diversidad imperante, me parecería discriminatorio deslegitimarlos.  No se puede abogar por el cierre de un mundo que ha tenido tanta influencia positiva en la religión judía, y en la cultura mundial desde la música (tanto en el jazz como en la música clásica) hasta la literatura. Lo acreditan el caso de dos premios nobeles S.Y. Agnon e Isaac Bashevis Singer, y podemos agregarles a Sir Elie Wiesel, quienes basaron su literatura en leyendas de las cortes jasídicas de las cuales sus familias eran miembros.  


Por otro lado, hay dinastías más abiertas que incluso usan el Internet. Jabad tiene su sitio online dirigido a los miembros de su corte y ahí pueden encontrar artículos sobre todos los temas más diversos.  Últimamente ha aparecido en Nueva York una tendencia conocida como Jabad Hípsters que abarca empresarios (muchas mujeres entre ellos) que buscan modernizar el estilo de vida jasídico sea con diseños de modas más audaces, pelucas más sexys y restaurantes más trendy.

Esto no quita que como todos los ortodoxos aun los más modernos todavía vayan a servicios religiosos segregados, o que existan aun entre los Lubavitch encubrimientos de abusos sexuales o batallas por custodias legales de los hijos. Sin embargo, hay un trecho desde casos aislados hasta la demonización de los judíos de sombrero negro tal como la promueven entelequias como “Unorthodox”.