martes, 20 de mayo de 2025

Entre nazis y vestidos: En El Cisne Dorado

 


Junto al esquema de la casa de modas, la saga de una tienda de departamentos y sus empleados se ha convertido en un subgénero con mucho éxito en este siglo. Ahora le ha tocado a Chequia contar su propio cuento sobre la tienda de modas, El Cisne Dorado (Zlata Labut en checo; Golden Swan en inglés). Aunque no es una trama que me haya atrapado, me interesó el que se desarrolla en un momento clave de la historia de la antigua Checoeslovaquia y del mundo, marzo 1939.

Paraísos para Shopaholics

Fue en la BBC, en el 2012, con la adaptación de la novela de Zola, El Paraíso de las Damas ,cuando nació el subgénero de la gran tienda de modas. Inmediatamente  la ITV se decidió a filmar un producto de competencia que, en vez de adaptar un modelo francés, se concentrase en algo más británico, la trayectoria de la famosa tienda de departamentos, Selfridge’s. Mr. Selfridge resultó más exitosa y duró cinco temporadas. Yo las encontré a ambas super aburridas.





A pesar de mi mala opinión, el esquema funcionaba en otros idiomas. así nacían las famosas Galerías Velvet en el Madrid de fines de Los 50. Tan exitosa fue esta especie de telenovela de Bambú que duraría cuatro temporadas, provocaría un spinoff,  Velvet Collection, y ya se a refriteado a menos de una década de que la tienda cerrase sus puertas




Una tienda de departamentos que no ha cerrado sus puertas es Il Paradiso delle Signore. En la RAI se encontraron una mina de oro en el esquema y se fueron al situar algunos elementos de la novela de Zola en la Milán de Los 50  La tienda Il Paradiso lleva exitosas casi 9 temporadas. Yo la encuentro cursi y telenovelera, pero a su favor tiene un elenco bellísimo y un vestuario esplendoroso.



Tanto éxito cruzó el charco. En el 2013, la televisión abierta(CBS) creo Superstore, protagonizada por América Ferreira, recién salida de su Ugly Betty, y que tiene lugar en una tienda moderna. Aunque alcanzó seis temporadas, nunca llegó a tener renombre internacional ni quedar en la memoria popular. Al parecer, el patrón solo funciona en escenario de época.



Eso lo demostró la segunda temporada de la popular La Maravillosa Señora Maisel cuando Midge, la protagonista, consiguió empleo en Lord&Taylor donde escaló puestos, y se metió en problemas. Comenzó desde la central telefónica hasta el guardarropa, destacando en la sección de maquillaje hasta el punto que de la tienda interrumpen sus vacaciones para pedirle que venga de suplente en el verano.

La fórmula siguió recorriendo el globo terráqueo. En Australia se adaptó para la pantalla grande Ladies in Black, la novela de Madeleine St. John que narra las vivencias de un grupo de dependientas que trabaja en una tienda de departamentos de Sídney en Los 50. Tanto éxito tuvo el filme que el año pasado debutaba en las pantallas australianas una serie con el mismo nombre y que es una secuela del filme.



No todas las veces el esquema sale triunfador. En el 2022, el equipo que produjo Babylon Berlín presentó La casa de los sueños, donde la fórmula abría las puertas de Jonas, la tienda de departamentos más importante de Berlín. La acción tiene lugar en 1929 cuando la campesinita Victoria llega al Berlín de Weimar a encontrar su futuro que espera sea glorioso. Efectivamente Victoria se convierte en la dependienta estrella de Jonas e inicia un romance con Harry, el hijo de su patrón.El problema es la Gran Depresión que pone en peligro las finanzas de la Tienda Jonas. Para salvar a su familia, Harry abandona a la embarazada Victoria y se casa con una chica rica que se lo lleva a Nueva York.



La segunda temporada comienza tres años más tarde. Harry ha regresado, sigue casado, sigue siendo un inútil y solo se le ocurre perseguir a Victoria que ya tiene su vida hecha. En enero de 1933, Hitler llega al poder y de pronto los Jonás recuerdan que son judíos, o se los recuerdan de mala manera. Tan mala es esa historia que hubiese deseado que los nazis los matasen a todos. Me quedé sin gana de ver otro cuento de tiendas, pero me gustan las series checas así que caí en esta.



Los Kucera y su Tienda

El Cisne Dorado es una tienda de ropa que abre sus puertas en Praga en 1939 y a primera vista sigue el esquema dejado por sus predecesoras. Barbara “Bara” es una carterista que, huyendo de la policía, se oculta en la tienda donde es confundida con la recién contratada Lucie Ticha. Así se pasa el día evadiendo a la policía, fingiendo ser otra persona y consiguiendo un empleo que no deseaba.



Lo más importante es que atrae la atención del guapo Petr Kucera , dueño del establecimiento. Ahí tenemos ese romance de cenicienta que es el núcleo de la formula. Solo que Petr está obligado a casarse, para ayudar en los negocios de su familia, con una rica heredera. Siguen los clichés, en el empleo, Bara tiene una supervisora severa, y compañeras que incluyen a Eva, la aspirante de actriz; Alena, la campesina enigmática que oculta su verdadera orientación sexual y Krystina, la espía del administrador.



Por encima de ellos reinan los Kucera, que son como los Roy de Sucession, pero en versión checa. La familia maneja muchas empresas de las cuales la tienda es como un ultimo capricho. Por eso se lo dan al benjamín. El hijo mayor Rudolf sufrió polio de niño y se mueve en silla de ruedas llevando una vida limitada. Su madre lo mima, su padre lo ignora, sus hermanos lo toleran. En la vejez, el padre ha dejado todo en manos de Irena, la única hija que es determinada, eficiente, guapísima y sumamente ambiciosa, tanto que no soporta que el hermanito esté a cargo de una propiedad que ella no puede controlar.

                                  irena es buena para dar ordenes 

La manía de control de Irena ha arruinado su matrimonio con Luka, el padre de sus dos hijos, un guiñapo humano que se la pasa bebiendo y coqueteando con otras mujeres que ven que es un fracasado. La última de la lista es Marta, la pianista que los Kucera han contratado para animar la gran velada con la que inauguraran El Cisne Dorado.

                                Irena y el despreciado Lukas

Irena resiente hasta el compromiso de su hermano. Su futura cuñada se llama Sarah Hirsch (y por supuesto es interpretada por una actriz gordita y narigona) que aparece en la tienda vestida de ropa interior bajo su tapado de piel lo que indica. (como diría un ex mexicano mío) que está siempre “Puestísima”  Eso le agrada a Petr que no la ama, que se casa porque es la unión de dos fortunas, pero le gusta revolcarse con ella.



Como la serie es un mosaico de clichés a mí me estaba irritando un poco. Solo el escuchar a Marta tocando “Svita” en el piano me remontaba al espacio geográfico y a la época. Podría esta historia existir en cualquier tiempo o país, a no ser... Temprano, la familia Kucera comentaba el viaje de Emil Hacha, el anciano y machucho presidente de lo que quedaba de Checoslovaquia, a Berlín.



Se burlaban de que el pobre señor creía convencer a Hitler de que les devolviera Bohemia. Lo que ocurrió durante ese encuentro fue peor que el duelo Zelensky-Trompo en el Salón Oval y acabó con Hacha sufriendo un infarto. Lo que sucedió luego lo sabemos, cuando al final de un agitado primer episodio, el patriarca Kucera anuncia a los invitados de su fiesta inaugural que los alemanes han invadido Praga.



Robos y una Violación

Antes de eso tenemos el inicio del romance Bara-Petr. La ladrona regresa a su casa tras un arduo día de trabajo, jurándose no volver a pisar el Cisne Dorado. Se encuentra esperándola a Marek, su amante-cómplice. Le ha conseguido una entrada para la fiesta de la tienda. Quiere que robe a los invitados. Le promete que será su último golpe. Bara teme que la reconozcan, aunque Marek le ha conseguido un vestido y joyas que cree la transformaran.



Ese es el momento para que el espectador exprese su incredulidad. ¿Cómo quienes interactuaron con Bara todo un día no la van a reconocer nada más que porque viste elegantemente y lleva un peinado alto? La misma Bara se incomoda al ver que Petr, a quien le tomó las medidas temprano, no la reconoce. Tal vez el guion quiere indicarnos lo insignificantes que son las empleadas para los patrones, pero no me convence.



 Petr tiene muchos problemas para fijarse en una mujer que desde su altura no llegó a ver bien. Al inicio de la velada,  su escandalizado padre le anuncia que no hay compromiso que anunciar. Los Hirsch han huido a Polonia como lo están haciendo muchos judíos checos. Petr acusa a Irena ya que sabe,  por Sarah, que su hermana ha visitado a los Hirsch. Un rato después aparece Sarah (todavía sin vestido). A solas le dice a Petr que no le importa lo que decidan sus padres, a ella le gusta el dueño del Cisne Dorado y quiere seguir con él.



Petr decide anunciar el compromiso, pero entra Irena y lo detiene. Le dice a Sarah que debe huir, los alemanes van a invadir en cualquier momento y está en peligro. Los invasores impondrán sus leyes nazis y disolverán el matrimonio entre arios y judías y ella, Irena, no quiere arriesgar a sus hijos por culpa de una cuñada judía. A pesar de las protestas de Petr, Sarah se marcha.



Entretanto Marek y Bara roban de lo lindo. Bara alcanza a escamotearle un brazalete a Irena antes de que Macht, ex policía y encargado de la seguridad de la tienda, la reconozca. Bara se esconde en el baño y ahí encuentra a Marta llorando. La pianista le cuenta que un hombre importante la está acosando y teme que use la fuerza. Bara la escucha y esconde su parte del botín en el bolso de Marta. Sale y permite que la registren ya que no carga nada.



Logra salir de la fiesta, pero Marek la obliga a volver por las joyas. Encuentran a Marta arriba en un sitio solitario. La mujer está despeinada y es obvio que ha sido atacada. En un descuido, y mientras Marek recupera las joyas, la pianista se lanza al vacío.



Bara baja, ve el cuerpo de la pianista y se desmaya. Petr alcanza a recogerla, la lleva a comer y la ladrona finalmente le recuerda quien es. A Petr no parece importarle y la saca  a bailar. Vuelve Marek y se tranza a golpes con el dueño de la tienda, pelea interrumpida por el anuncio de la llegada de los alemanes.

Entretanto, ha aparecido Lukas borracho, no recuerda nada de lo que hizo ni donde estaba. Tiene aspecto de haber estado metido en una trifulca, tanto Petr como Irena sospechan que fue el violador de Marta. Esta sobrevivió la caída, pero sufrió una conmoción cerebral que la dejó sin memoria de lo ocurrido y, para colmo, ciega.

Los Kucera ahora tienen un problema mayor, la ocupación germana. Petr le dice a Macht que hay que proteger a los empleados (judíos, refugiados y disidentes) que puedan estar en peligro. Al mismo tiempo, invita nuevamente, y con privilegios, a los alemanes étnicos (Sudeten) que habían dejado caer como clientes. Eso pone a los Kucera en contacto nuevamente con los odiosos Dieterich, y su hija Marketa que todos ven como la futura esposa de Petr.



Hay alemanes ahora en las calles de Praga y los soldados vienen de clientes, y no muy corteses. Petr da un discurso a sus empleados para tranquilizarlos. Entretanto, en la vía pública se oyen silbatos de policía y balazos. Hay primeros actos de resistencia, se cambian o quitan letreros en las calles para confundir al invasor.

Marek es parte de ese grupo y se aparece en El Cisne Dorado a pedirle a su ex que le zurza el abrigo que tiene un desgarro provocado por una bala policial. También le consigue documentos que la acreditan como Lucie Ticha y le dice que permanezca en ese empleo ya que pronto podrán dar un golpe,  asaltando la joyería de la tienda.



Enojada, Bara se niega, abandona a Marek y se dispone a iniciar una nueva vida, pero el ladrón deja caer el brazalete que le robaron a Irena en la sección de telas donde trabaja su ex. Irena exige saber cómo su joya apareció ahí.



Aparece la verdadera Lucie Ticha. Bara no sabe cómo explicarse y hasta Petr la cree ladrona. Llega la policía, viene a arrestar a Lucie Ticha no por robo sino por ser antinazi. En un gesto heroico, Bara se acusa de ser la sospechosa.

Todos los presentes, menos la policía, están conmovidos ante el sacrificio de la ladrona, piden una dilatación del arresto. Macht se hace custodio de Bara, le dice que conoce a Marek, lo ha arrestado varias veces. El ladrón siempre sale libre y son sus cómplices femeninas quienes pagan el pato. Entretanto, Petr solicita de Valerie que registre el equipaje de Bara para encontrar sus documentos verdaderos. Se prueba que no es Lucie Techa (quien ha huido), Bara queda en libertad, pero Petr la despide.

Bara no quiere dejar ni la tienda ni a Petr. Vuelve donde Marek, rescata las joyas y las devuelve. Ni Petr ni Irena quieren saber nada de a ladronzuela, pero Macht la toma bajo su protección. Justo llega Marta,  ciega y en silla de ruedas. Todavía amnésica, no ha olvidado como tocar el piano así que los Kurecka la recontratan. Cuando Marta escucha la voz de Bara recuerda que fue quien la socorrió en la noche de su suicidio.



Petr reconsidera y le da una segunda oportunidad a Bara. Le pide que esté cerca de Marta y que la ayude a recordar. ¿Pero qué sucede cuando la pianista tiene un ataque histérico al oír la voz de Lukas? ¿Será el atacante el esposo de Irena? ¿Se atreverá Petr a delatar a su cuñado? ¿Lo permitirá Irena? Y de eso se tratará esta primera temporada porque en Walter Presents solo nos darán 11 episodios de los 21 que componen la entrega inicial de Zlata Labut, guardándose lo más jugoso para más adelante. Hicieron algo parecido con Il Paradiso degli Signore y parece que les resultó lo de estirar las series.

La diferencia es que Il Paradiso es una soap opera un poco insulsa. Debido al contenido histórico, El Cisne Dorado es más profunda, solo que eso se hace más patente al final de la Primera Temporada que aquí los picaros han convertido en la Segunda. En lo que nos ha quedado veremos que en su afán de ayudar a Lucie Ticha a huir del país, Bare se verá involucrada en actos clandestinos, lo que llevará a Petr a hacer lo mismo.

Por otro lado vamos descubriendo que el protagonismo no recae en esa pareja sino en un personaje no muy positivo que es Irena. Empoderada, elegantísima, y muy calculadora, es una badass total hasta que descubrimos su Talón de Aquiles. Por otro lado tenemos a Alena a punto de casarse con Jakob. Eva descubre que Alena, tan tímida y discreta, tiene otro amor. ¿Qué sucederá cuando se sepa que “otro” es “otra” y la identidad de esa “otra”?



No es spoiler decir que esta producción checa ha tenido éxito en su país y en el exterior debido a un intenso romance lésbico que tiene lugar en la primera temporada. Está lleno YouTube de videos sobre el romance entre Alena y su patrona, pero también ese romance acarrea peligros devastadores para ambas mujeres. Sobe todo cuando el secreto de Irena cae en malas manos.

Después de haberlo visto en Los Misterios de Praga (a propósito esta serie está  doblada al español en VIX y con subtítulos en Eurochannel),  Jaroslav Plesl se ha convertido en mi actor favorito de las series checas. He quedado convencida de su flexibilidad histriónica tras verlo como el colaboracionista director de cine Milos Havel en Bohema, el judío comunista Imre Rosenberg en Toman, y un abogado que defiende a un judío de un libelo de sangre en Asesinato en Polna. Ahora solo le quedaba hace de oficial nazi que es lo que viene a hacer en El Cisne Dorado.

Lástima que con el recorte solo lo veremos en un par de episodios, pero dicen que es un villanazo. Wilhelm Gruber, comandante de la Wehrmacht en Praga,  trae intereses escondidos bajo sus charreteras y que van más allá del fanatismo nazi. El muy puerco quiere quedarse con la tienda y, de paso, aplastar a Irena, sea seduciéndola o exponiendo su secreto.




Entre lo que esperamos los mejores capítulos de la serie podemos disfrutarla sea en Walter Presents (via PBS Amazon) o Thirteenth Passport, PBS Passport, Y Passport Canada. Solo me queda agregar que las actuaciones son buenas, hay personajes queribles incluso la inoportuna e impertinente Bara nos sorprende con reacciones positivas. Aunque no tan fastuosa ni amplia como el Paradiso delle Signore, El Cisne Dorado se ve  esplendorosa con sus diferentes departamentos y productos incluyendo el restaurante. Él vestuario también es llamativo muy de la época. Obviamente el guardarropa de Irena supera al de sus empleadas, pero las chicas varían vestidos sencillos, pero bonitos, a cada rato.



Contenido Violento: A pesar de que ya en el primer episodio tenemos violación e intento de suicidio, nada es grafico ni de mal gusto.

Contenido sexual y desnudos. Aparte de unas fotos au naturelle que se saca la aspirante a actriz, no hay desnudos.  Besos lésbicos e Irena le agarra una pechuga a Alena



Factor Feminista: Tanto Irena como Bara son ejemplos de mujeres que buscan tener control sobre sus vidas

Factor Diversidad: Vemos lo que significaba diversidad en la Checoeslovaquia de 1939. Desde la anexión de Moravia, los Kucera han mantenido a distancia a sus clientes alemanes (los Sudeten) de su tienda. La invasión de Bohemia cambia la situación. Los socios judíos deben huir del país, las nuevas autoridades exigen que se saque a los empleados de origen hebreo de puestos importantes. Los alemanes se sienten superiores a todos, checos y judíos, y actúan en consecuencia. Petr Kucera pasa de ser novio de una judía a comprometerse con una alemana, Marketa Dietrich, porque es bueno para el negocio.



Tenemos diversidad sexual en el romance de Irena y Alena. A ninguna le conviene que se sepa su secreto.

Tenemos también casos de minusvalía. Marta queda ciega y amnésica tras su caída y debe aprender a valerse por sí misma. Otro caso es Rudolf Kucera a quien la polio ha dejado atado a una silla de ruedas y convertido en testigo de la vida de los demás. Incluso ha perdido el derecho a heredar y manejar los negocios familiares.



El caso de Rodolfo trae a colación la obsesión con la eugenesia que tenían los nazis. Aunque sabe que su cuñado perdió el uso de sus piernas debido a una enfermedad, Marketa insiste que, antes de casarse, Petr se someta a un examen médico para determinar que pude engendrar un hijo sano.

martes, 13 de mayo de 2025

Espías de la Gran Guerra: Davos 1917

 


A pesar de ya ser más de un siglo que acabó, la Primera Guerra Mundial no ha sido bien tratada en series y miniseries. Para reparar el yerro, una nación que no participó en el conflicto nos ha traído Davos 1917. En esta serie suiza se combinan dos temas siempre interesantes: la medicina en tiempos de guerra y el relato de espionaje.

Johanna y el Tropo de la Enfermera Militar

Davos es un pueblo suizo que ha pasado a la historia como un espacio de sanatorios. La tuberculosis hasta la Segunda Guerra Mundial fue un flagelo. Quienes podían pagarse el tratamiento iban a Suiza en busca de tratamientos milagrosos. En 1913, Thomas Mann llevaría a Katia, su esposa, a curarse los pulmones en Davos, de ahí surgiría su famosa novela La Montaña Mágica (1924).

En esta serie se describen  los quehaceres de un sanatorio entre los que se encuentra albergar a espías de todos los bandos. Después de un par de años de servir en un hospital alemán del frente, Johanna Gabathuler (Dominique “Sisi” Devenport) retorna a su neutral Suiza donde su familia es dueña de una combinación de sanatorio y hostería en Davos.



La familia espera que Johanna cumpla la promesa hecha al padre que si vuelve será para casarse. Ya le tienen preparado un excelente enlace con el consejero Thanner,  cuya fortuna restaurará la de los Gabathuler y la de su establecimiento, pero hay un pequeño problema; Johanna está embarazada.

El padre la oculta en casa de una diaconisa y, segundos después del parto, le arrebata a su hija recién nacida. Johanna no tiene medios, no tiene donde ir, así es que regresa a su hogar y acepta la decisión paterna ; se casará con el consejero. Entretanto, usa lo aprendido en el hospital militar para trabajar en Cronwald, el sanatorio de su padre.



Durante el conflicto, Cronwald ha dividido sus servicios. La parte alta sigue siendo un espacio de curación de la elite de toda Europa. Ahí está la condesa alemana Ilse von Hausner y Helen, la esposa del General Taylor del ejército británico. En los bajos del sanatorio se atiende a soldados rasos de todas las naciones en pugna. A cargo de ellos está el Dr. Carl Mangold ( el Max Brod de Kafka), muy reconocido, (“estudió con Sauerbruch en Zúrich”) pero muy mal pagado.

                                     Johanna y la Condesa

En medio de su tragedia, Johanna cae en las redes de un grupo de espías alemanes que con amenazas, pero también con la promesa de ayudarla a recobrar a su hija, la obliga a secundarlos. Johanna se rehúsa a ser víctima y, en medio de sus labores de espía, tiene tiempo para sus propios planes que incluyen un reencuentro con el amor, ahora por el Dr. Mangold. ¿Pero qué sucede cuando la guerra los ponga en campos opuestos?




No hay mejor manera de enfocar una guerra que desde la perspectiva médica. En el ambiente de hospitales de campaña se libran otras batallas, los héroes y los belicosos pierden sus bríos y descubren que son los doctores y enfermeras los verdaderos soldados. En el pasado,  he escrito notas sobre este tema enfocándome en la heroína enfermera.

En el 2014 me quejaba en mi blog de que el aniversario de la Primera Guerra Mundial había pasado casi desapercibido por el universo de las miniseries. Sin embargo la enfermera militar no había sido olvidada en ese universo. En esa nota recuerdo como Georgina en Upstairs Downstairs y Lady Sybil de Downton Abbey fueron enfermeras durante el conflicto. Hasta la detective Phryne Fisher lo fue y eso cambió su vida.



En la nota menciono la nueva adaptación de Testament of Youth, y los dramas de enfermeras The Crimson Field y Anzac Girls. De esta última he hecho una reseña y es la mejor de su subgénero , junto a la miniserie del ’79 de las memorias de Vera Britanny. Quizás porque ambas estén basadas en las experiencias de enfermeras reales. Las acercan a Davos dos factores, enfermeras que llegan casi sin preparación a la zona de combate y acaban adquiriendo la pericia de un médico,  y el dolor de perder novio en el conflicto.

The Crimson Field pudo ser mejor en su descripción de un fenómeno de la Inglaterra de la Gran Guerra, la aparición de las V.A.D.  jóvenes de buena familia que se ofrecieron de voluntarias en los hospitales militares. El problema de la serie es que se la pasaron más en las intrigas de los muchos villanos, el principal la burocracia militar, y no supieron desarrollar a las cuatro protagonistas.



He hablado de las enfermeras del ejército británico, pero no fueron solo las inglesas las que sirvieron a sus patrias curando heridos. En la adaptación de Dr. Zhivago del 2002, Keira Knightley nos mostró el vivir de una enfermera en el frente ruso prerrevolución. En el 2015, los belgas hicieron In Flanders Field sobre una joven de buena familia que, tras vivir la ocupación alemana de Bruselas, busca ser útil en un hospital militar.

                            Keira en uniforme de enfermera

En el 2022, Netflix y la televisión francesa decidieron unirse para Les Combattants, un retrato del frente francés en 1915 enfocándose en tres mujeres en un pueblo donde el convento local ha sido convertido en hospital. La trama sigue a una prostituta parisina que busca a su hijo-sodado; una doctora, buscada por la policía por practicar abortos; y una monja-enfermera.

La prostituta se vuelve espía y se encuentra con su ex amante que ahora está casada con un oficial. La doctora se mete al convento y comienza a dar órdenes a pesar de que la policía le pisa los talones y la monja cae víctima de la pasión por un desertor alemán.

Mas allá del wokismo irrespetuoso de Netflix, entra un desagradable cliché de este subgénero, la enfermera que se enamora de un enemigo. Lo tuvimos em Les Combattants, en In Flanders Field y hasta en The Crimson Field, una enfermera enfrenta cargos de traición por su romance con un alemán. La diferencia en Davos 1917 es que Johanna sirve en un hospital alemán y Erich es su paciente. Lo curioso es que aunque la enfermera tenga tantos vínculos con el ejercito germano, le repugne ayudar a los espías teutones.

Entre Edith Cavell y Mata Hari

Davos pertenece al género de espionaje que marcaría el cine que gira alrededor de la Gran Guerra. Al cabo de esta surgieron los nombres icónicos de dos mujeres, ambas espiaban, solo que para diferentes bandos. Una fue la enfermera inglesa Edith Cavell, ejecutada por los alemanes por su labor pro-aliada en Bélgica. La otra,  la exótica Mata Hari, la bailarina holandesa fusilada por los franceses por ser una agente germana. En Davos1917 han tomado la profesión de Cavell y el bando de Mata Hari para su heroína, pero le han agregado que Johanna trabaja en el espionaje a regañadientes.

                                                       Edith Cavell




Hay un letrero que sigue a los créditos que dice “Inspirada en eventos reales”. Cuidado. Ni Johanna, ni Mangold existieron. Alguien dijo que la Condesa Ilse, la handler de la enfermera, estaba basada en la famosa Fraulein Doktor, pero esa espía trabajó en Bélgica, no en Suiza y su modus operandis era muy diferente al de la tísica agente.



Hubo muchas jóvenes suizas que sintieron la vocación de servir en hospitales en ambos bandos del conflicto. Nunca sabemos por qué Johanna escogió atender a soldados alemanes. A diferencia de la Segunda Guerra Mundial, la Gran Guerra no tuvo un bando que pudiese admirarse ni por sus motivos ni por su comportamiento en el campo de batalla.

La Condesa Ilse le endilga un sermón a Johanna sobre los motivos imperialistas de Inglaterra y Francia para iniciar una guerra. Incluso se lanza en contra de Bélgica, el país más maltratado, aludiendo a las atrocidades colonialistas cometidas en el Congo. Ilse es monarquista y acusa a la democracia de ser “ capitalista y nacionalista”. Cuando Johanna, que se define como pacifista, se vanagloria de la neutralidad de su patria, la condesa le recuerda que Suiza ha hecho una fortuna vendiéndole armas a ambos bandos.

Realidad y Ficción en Davos

Hay alusiones a eventos reales como el escándalo en los servicios de inteligencia suizos que se vieron sacudidos por la infiltración de espías. Obvio que no es cierto que Johanna haya recuperado el medidor rompe códigos (equivalente al Enigma de la Segunda Guerra Mundial) para su país.



Otro suceso real fue la conspiración para regresar a Lenin a Rusia. Para 1917, el Kaiser y su alto mando tenían claro que no podían continuar con una guerra en dos frentes. Para sacar al primo Nicky de la ecuación, el Kaiser dio permiso para que retornaran del exilio a Vladimir Ilich que estaba de refugiado en Zúrich.  Me ha encantado ver a Ivan Schvedoff , mi querido Kardakov de Babylon Berlin interpretando a Alexander Parvus, uno de los últimos grandes aventureros judíos, que fue instrumental para enviar a Lenin a hacer su revolución.

La idea era que agitase los ánimos en Rusia y obligase al Zar a dejar el campo de batalla para impedir una revolución en casa. Lo que Kaiser Willy nunca imaginó es que esta revolución acabaría con la vida de su primo y su familia, que implantaría una nueva ideología en Europa y que el coletazo pondría fin al reinado de los Hohenzollerns en Alemania.

                                  Lenin en Davos

Algo que no sé si sea cierto es ese plan de los ingleses de invadir Suiza desde la frontera italiana. Existió el Plan H, pero era una avanzada francesa hacia Alemania atropellando la neutralidad suiza. Lo de los detonadores es cierto, como lo del accidente ferroviario. Se conocen hoy 120 casos de suizos que fungieron como espías de ambos bandos.

 En general,  la serie se siente verídica incluso en el no adjudicar la culpa del conflicto a un bando especifico. Aquí no hay buenos ni malos. Las actuaciones son estupendas.  David Kross ya ha demostrado su pericia desde The Reader. A Jeanette Hain solo la conocía como la Frau Benda de Babylon Berlin, aquí como Ilse von Hausner está espectacular y espeluznante encarnando a una mujer moribunda que insiste en ser relevante de la forma más negativa posible.

Me ha gustado mucho la Devenport, más que como Sisi, y admiro su profesionalismo que la ayudó a actuar bajo temperaturas extremas que le provocaron una neumonía. La serie fue grabada casi toda en invierno, usándose los jardines del incendiado Hotel Waldhaus en Vulpera y un antiguo sanatorio de la Fundación Augusta Victoria.



Contenido Violento y Gory: Asesinatos, una escena de tortura, un descarrilamiento de tren y muchas heridas pavorosas.

Contenido Sexual y Desnudos: Aunque Johanna tiene sexo tanto con su prometido como con Mangold, no muestran nada indecoroso

Factor Feminista: La serie se enfoca en dos aspectos del tema. El sometimiento de la mujer a su familia y sobre todo a los varones de esta,  y el empoderamiento del trabajo, de como una mujer puede encontrar voz en el área médica y en el espionaje. Tenemos a Johanna constantemente impresionando con los conocimientos adquiridos como enfermera en el frente que a veces la colocan a la altura de un médico, pero también impresiona a la condesa y a los superiores de esta su capacidad para tomar decisiones impromptu y para sacar sus propias deducciones, habilidades indispensables en una espía.

                                Johanna salvando vidas

La Condesa le dice a Johanna una verdad terrible: “ambas necesitamos de esta guerra” porque las ha liberado a ambas. Esa sería la moraleja detrás de todos los relatos de enfermeras de campaña y de historias de espionaje en donde se involucran las mujeres.

Aunque la serie iba a cifrarse originalmente en el medico-desertor Mangold, durante la investigación histórica dieron con muchos ejemplos de jóvenes suizas que sirvieron como enfermeras en ambos bandos. De su correspondencia se dedujo que aunque muchas fueron motivadas por la compasión, otras iban impulsadas por un anhelo de aventuras y para huir de vidas estrechas. De esas ansias de libertad surgió el personaje de Johanna.

                                  Johanna en el campo de batalla

Factor Diversidad: El sanatorio de la familia de Johanna alberga pacientes de todas las nacionalidades: suizos, alemanes, rusos y la mujer de un general inglés. Zaire, el ordenanza del general, es congolés. Cuando Mangold le pregunta cómo puede estar de parte de los Aliados, después de lo que los belgas hicieron con su gente, Zaire responde que es “el maldito ciclo de vída” . Las atrocidades cometidas por los belgas con su pueblo ahora las cometen los alemanes con los belgas.



Davos 1917 está disponible en España vía Filmin. Como ya tiene subtítulos en español pueden buscarla en esos sitios donde el público hispanoparlante baja sus series. Ha ocurrido algo curioso, tanto interés suscitó la serie que Luca Brosch la ha publicado en formato de libro. Su versión traducida puede adquirirse en La Casa del Libro y en Amazon.



jueves, 8 de mayo de 2025

Tremendismo, Violencia y Mentalidad Incel detrás de 1923 (Segunda Temporada)

 


¿Pueden creer que, después del cuarto episodio de la temporada 2 de 1923, tuve una pesadilla tan fea que me desperté de madrugada y ya no pude conciliar el sueño? Es que todavía mi cabeza hervía de imágenes desagradables.  No es solo la exagerada violencia del episodio, sino la certeza de que una temporada que comenzara tan bien había sido arruinada por un melodrama disparatado; una brutalidad estridente y gratuita y, lo peor, que esta se ensañaba con los personajes femeninos.

No es que Taylor Sheridan sea un novato en lo del maltrato de mujeres en su ficción. Vale recordar esa imagen de la ensangrentada Beth, tras salir victoriosa de su última pelea, en el final de Yellowstone. Ese parece ser el mensaje de Sheridan, para sobrevivir en un mundo hostil la hembra debe ser tan o más violenta que el macho.

Mujeres en Peligro/Mujeres Violentas

Lo vimos en 1883, con una selección darwiniana de los personajes. La sobrina de James Dutton muere, su madre se suicida, vemos morir más mujeres (a algunas las conocemos por nombre)que varones: ahogadas, mordidas por víboras, a manos de los indios. Solo Margaret y Elsa han sobrevivido. Si en el primer episodio de la saga Dutton, Elsa es golpeada y casi violada por un borracho, para el penúltimo ya sabe disparar y vengar a sus muertos, pero… La tesis de Sheridan se pierde cuando luego de una larga y peligrosa agonía, Elsa muere debido a una flecha envenenada.

                            Elsa Dutton atravesada por una flecha 

La primera entrega de 1923 también estuvo salpicada de mujeres en peligro, mujeres víctimas de actos violentos fuesen estos perpetrados por hombres, otras mujeres, incluso fieras. Comenzamos en África con una pobre turista que, por salir a orinar al fresco, es devorada por un león, acabamos con el millonario Whitfield obligando a una pareja de prostitutas a intercambiar golpes para satisfacer sus gustos sadomasoquistas.



Entremedio tenemos el cuento de Teonna que introduce otro factor, la violencia entre mujeres. A pesar de que la Hermana Mary es golpeada por Padre Renaud, es también el principal verdugo de sus pupilas. Su consuelo es decirles que lo que les hace es para prepararlas para una vida de violencia masculina. Podemos detectar en sus palabras que ha sido víctima de esa violencia y que su brutalidad nace de ese trauma.

Hubiese sido interesante explorar ese ángulo, pero las series de Taylor Sheridan no gustan de profundizar en las psiquis de sus personajes. Los malos, son malos y deben ser destruidos. Así de simple, así lo entiende Teonna. Antes de huir del internado, mata a Mary y a la monja lesbiana. En el camino, mata a dos sacerdotes que han sido enviados tras de ella y ahuyenta con rugidos a un lobo. Se ha convertido en una fiera, y la tesis de la serie es que solo así puede sobrevivir. 

En el primer episodio de la nueva temporada vemos esa violencia. Incluso hay una nueva fuente de fiereza, las mismas fieras. El frio y la nieve atraen a un puma al rancho, Jacob lo deja vivir solo para que amenace a Elizabeth y sea Cara quien lo mate. Comenzamos con esa tesis, los hombres cometen errores que pagan sus mujeres, pero ellas solas tienen que defenderse.



Inicialmente, los espectadores fueron quienes se quejaron de tanta brutalidad, pero no notaron que fuesen las mujeres el mayor blanco de esta. Quizás porque comenzamos con una violación masculina y con el asesinato de un niño indio. Aun así la mayor queja fue ver que Whitfield ha conservado a sus esclavas sexuales. Mientras que Mindy goza del privilegio de bañarse con el millonario, a su compañera la tienen desnuda y encadenada en el sótano. Solo se la despierta para que venga a ser parte de estos tríos de S&M que gustan al millonario.

Una Condesa Indocumentada

El segundo episodio se divide en dos partes del país. La más importante ocurre en Ellis Island donde desembarca Alexandra Dutton con solo el equipaje y ni un vestigio de identificación. Aparentemente en ese entonces se podía comprar pasajes en barco sin presentar documentos. ¡Guau! Ahora aun en Expedia se necesita presentar identificación aunque sea la tarjeta de crédito para pagar los boletos de avión.

Pues nuestra determinada aristócrata no trae nada, ni siquiera una visa de entrada, ni un pasaporte, ni hablar de certificado de matrimonio. Cuando la interroga el primer funcionario, Alex no sabe ni su apellido. Dice llamarse Sussex, hasta el funcionario sabe que ese es el sitio de donde viene su familia. Antes de recordar su apellido de casada, la condesa actúa como si fuera Meghan que también ha olvidado que su apellido es Windsor-Mountbatten.



Todo esto hace que las autoridades la vean con desconfianza y el traten en consecuencia. Lo primero es que es sometida a varios exámenes médicos y al descubrir su embarazo la hagan pensar que no la van a aceptar en el país. Al menos eso le dice una compañera. Luego se encuentra con Collins, una irlandesa que es precisamente lo que acusan a Mrs. Dutton. Collins le dice que puede comprar su boleto de entrada con favores sexuales. Es ahí que Alexandra recuerda su condición de condesa. Abofetea a la atrevida con la mano y con palabras al funcionario que la entrevista.

Triste y desagradable fue esta etapa en la vida de Alex. Acepto que sirva para demostrar su calibre y su determinación de encontrar a su marido. Quizás lo que le pasa es un recuerdo de lo que pasaron muchos inmigrantes, pero vale recordar que de cada diez estadounidenses, más de la mitad pasaron por Ellis Island u otros puertos de entrada sin vivir una ordalía como la de Alex.

También es importante recordar que su tragedia se debe a un simple hecho, no trae documentos de identificación. Así no se puede ni entrar a un país ni salir. Recordemos cuando en Gossip Girl, la recién casada Blair Waldorf, huyendo de su principesco marido, intenta ir a Santo Domingo en búsqueda de un divorcio express. Aunque todos en el aeropuerto la reconocen como la nueva princesa de Mónaco, el no portar pasaporte impide su viaje. ¿Por qué el caso de Alex debía ser diferente?



¿Saben a cuántos exámenes médicos tuve que someterme antes de venir a USA en 2016? ¿Cuántas vacunas tuve que aceptar? ¿Por qué iba a ser distinto un siglo antes?¿ Por qué Estados Unidos iba a querer importar enfermedades extranjeras? ¿Recuerdan como entró el COVID a este país?

Sin embargo, los reseñadores han magnificado este episodio imponiéndole notas de violencia que no existen. Es chocante leer una entrevista a Julia Schlaepfer en The Hollywood Repórter refiriéndose al examen médico de Alex como “asalto sexual”. Comprendo que para la condesa haya sido inesperado y degradante. El que desconociera el procedimiento me lleva a pensar que era virgen cuando conoció a Spencer porque todas las mujeres adultas pasamos por esa experiencia desde que iniciamos nuestra actividad sexual.

Concuerdo en que es un procedimiento invasivo y humillante, pero nos han enseñado que es necesario. Aparte de cierta brusquedad (muy propia de ginecólogo) el medico se comportó apropiadamente, incluso había una enfermera presente.



¿Entonces qué quieren decirnos reseñas  como la del Daily Mail  y otras que he visto en YouTube que siguen esa idea de que Mrs. Dutton fue ultrajada? ¿Que un examen ginecológico es un ataque sexual al que no deberíamos someternos? Se los compro, pero díganlos con todas estas palabras sino están poniendo en peligro la vida de las espectadoras atemorizándolas con ir al médico anualmente.

Elizabeth Anti-Vaxxer

En realidad, hay en la serie un leitmotiff de como el establishment medico trata a las mujeres. Lástima que usen un muy mal ejemplo. La pobre Elizabeth no ha alzado cabeza desde la temporada pasada en que sobrevivió al ataque de Creighton a su familia política y luego perdió al hijo que esperaba. En esta temporada comienza siendo amenazada por un puma y rescatada por Cara, pero en el segundo episodio la muerde un lobo.



 Como explica Cara, un lobo no ataca a menos que esté hambriento (y este se había zampado medio gallinero) o esté rabioso. Elizabeth tiene mala suerte, pero no tanta puesto que el médico y su enfermera se arriesgan a viajar, en carruaje y en vísperas de tormenta de nieve, al rancho a administrarle la vacuna.

Elizabeth les tiene más miedo a las agujas que a la hidrofobia y dice que prefiere a arriesgarse. Ante tamaña sandez los presentes pierden la paciencia, la sujetan y le clavan la primera de quince vacunas en la panza. Admito que el tratamiento es excesivo y doloroso.  Hoy, por suerte, se ha reducido a cinco vacunas, pero en mi infancia la cura daba casi tanto miedo como la enfermedad

En Occidente se han olvidado de lo que significaba contraer hidrofobia. En la India todavía es casi una epidemia. Cuando llegué a Chile el ’96 me sorprendió saber que era considerada todavía una plaga activa. Eso ha llevado a más conciencia de vacunar a las mascotas y ya casi está erradicada. Solo viene de murciélagos a los que no se les puede administrar tratamiento.

                              Elizabeth se esconde en el baño para huir de la vacuna

Antes de que Louis Pasteur desarrollase una vacuna (1885) que ayudaría a salvar a víctimas, la rabia era una pesadilla. No solo es letal y dolorosa, además destruye el espíritu de la persona. Afecta el cerebro, el paciente sufre de alucinaciones, tiene delirios paranoicos, muere de sed pero no aguanta el agua. Enloquecido, ataca a mordiscos a las personas cercanas transmitiéndoles su mal. De la hidrofobia surge la leyenda del hombre-lobo.

Tan horrible era la enfermedad que quien la sufría optaba por suicidarse o su misma familia lo mataba. Es lo que le dice Cara a Elizabeth que tendrá que hacer si no se deja inocular. No es que no me parezca horrible la mala pata de la rubia, pero me sorprende que en una época donde todavía moría un centenar de personas en USA por hidrofobia que Elizabeth desconociese los resultados de rechazar la vacuna.

Aun así, Sheridan no le impone la misma ordalía que a Alex. La esposa de Spencer logra llegar desde el puerto a la Grand Central Station de New York cargando equipaje y cierta cantidad de dinero, pero en un baño de la estación es asaltada, robada de todo lo de valor y salvajemente golpeada. Aun así, la Condesa de Sussex logra llegar hasta el tren cuando este parte de la estación. Al no poder detenerlo, se pega un salto olímpico hasta la góndola del vehículo.

                                 El ladrón despoja a Alejandra de sus joyas

No hay tiempo de decir “¡qué badass es Alex!” porque es una travesía infernal. Viaja en una cabina de segunda con el retrete casi pegado al camarote y en compañía de una madre proletaria que le endilga un discurso sobre como la inglesa se merece lo que le ocurre por ser “privilegiada”. ¿En serio?



Alexandra tiene hambre y para pagarse un plato de estofado recalentado y un mendrugo de pan duro, debe ser camarera. Atrae la atención positiva de una pareja de ingleses acomodados y la negativa de un gringo desvergonzado que, en palabras de la Condesa: “Me violó con las manos”. Harta, Mrs. Dutton le cae a golpes con una cafetera llena de líquido hirviendo.



La encierran en una jaula para entregarla a la policía en la próxima estación. El guardia amenaza con encerrarla en un manicomio donde le practicarán una lobotomía. Ya vimos en Boardwalk Empire y The Knick como trataban a mujeres “histéricas” en ese entonces. Por suerte, la pareja inglesa ha sido testigo de la agresión, testifican que Alex es la víctima y la policía arresta a su asaltante.



Alex ha quedado libre justo a tiempo de detener a la madre irlandesa que se ha robado su equipaje, y las propinas que recibió la condesa como camarera. ¡Sheridan debe tenerles particular rabia a las irlandesas! Primero la Hermana Mary; luego Collins, la prostituta de Ellis Island; y ahora esta ratera que se dio el lujo de darle un sermón moral a una aristócrata inglesa.

Alex pierde otro tren en Chicago, las nevadas impiden su viaje, pero es rescatada por los ingleses. Parece que sus problemas han acabado. Ni tanto. ¡Ay Taylor! 



En Montana, a Whitfield se le muere su gimp. Muy práctico el inglés, ordena a Creighton que arroje el cadáver por una quebrada y a la otra integrante de su trio sexual que se busque una acompañante. Ocasión para darnos una clase en la que educan a la nueva para no distinguir dolor del placer y viceversa. Como que Sheridan sigue buscando inspiración en el burdel de Meñique.



¿Odiaríamos menos a Whitfield si no fuera alumno del Marqués de Sade? ¿Sería la serie menos tremebunda si le extirpáramos irlandesas villanas y lobos de dos y cuatro patas? ¿Hubiésemos deseado que el viaje de Alex fuese más como el de Claudette Colbert en Sucedió una noche y menos como las peripecias de la Gaviota en Europa buscando al padre de su hijo?

Hay críticos como Michael Win Johnson que admiran el que Sheridan adopte la perspectiva femenina. No se da cuenta que si el creador de Yellowstone se enfoca en Elsa, Teonna o Alexandra es para martirizarlas. Sin embargo, el mismo Wim Johnson notaba en la temporada pasada como Sheridan usa sin sensibilidad alguna el embarazo en su argumento.

El crítico compara la muerte del bebé de Mónica en Yellowstone con el aborto espontaneo de Elizabeth de 1923. las preñeces de ambas son solamente recursos que cuando ya han perdido importancia argumental se acaban de manera absurdamente sencilla. Un ejemplo es que nunca supimos que provocó que Elizabeth perdiese su hijo.



Lo cierto es que los comentaristas en YouTube y otras redes sociales, ni hablar de los críticos, han rugido contra esa modalidad de Sheridan de crear ríos de violencia gratuita en los que se ahogan principalmente las mujeres. ¿Qué quiere demostrar? ¿Qué denuncia? ¿Cuál es su tesis? ¿Que el mundo es tan misógino que solo volviéndose bestias salvajes, las mujeres pueden sobrevivir? Es un nihilismo digno de un incel y espero no siente moda.