Junto al esquema
de la casa de modas, la saga de una tienda de departamentos y sus empleados se
ha convertido en un subgénero con mucho éxito en este siglo. Ahora le ha tocado
a Chequia contar su propio cuento sobre la tienda de modas, El Cisne Dorado
(Zlata Labut en checo; Golden Swan en inglés). Aunque no es una
trama que me haya atrapado, me interesó el que se desarrolla en un momento
clave de la historia de la antigua Checoeslovaquia y del mundo, marzo 1939.
Paraísos para
Shopaholics
Fue en la BBC, en
el 2012, con la adaptación de la novela de Zola, El Paraíso de las Damas
,cuando nació el subgénero de la gran tienda de modas. Inmediatamente la ITV se decidió a filmar un producto de
competencia que, en vez de adaptar un modelo francés, se concentrase en algo más
británico, la trayectoria de la famosa tienda de departamentos, Selfridge’s. Mr.
Selfridge resultó más exitosa y duró cinco temporadas. Yo las encontré a
ambas super aburridas.
A pesar de mi
mala opinión, el esquema funcionaba en otros idiomas. así nacían las famosas Galerías
Velvet en el Madrid de fines de Los 50. Tan exitosa fue esta especie de
telenovela de Bambú que duraría cuatro temporadas, provocaría un spinoff, Velvet Collection, y ya se a refriteado
a menos de una década de que la tienda cerrase sus puertas
Una tienda de
departamentos que no ha cerrado sus puertas es Il Paradiso delle Signore.
En la RAI se encontraron una mina de oro en el esquema y se fueron al situar
algunos elementos de la novela de Zola en la Milán de Los 50 La tienda Il Paradiso lleva exitosas casi 9
temporadas. Yo la encuentro cursi y telenovelera, pero a su favor tiene un
elenco bellísimo y un vestuario esplendoroso.
Tanto éxito cruzó
el charco. En el 2013, la televisión abierta(CBS) creo Superstore,
protagonizada por América Ferreira, recién salida de su Ugly Betty, y
que tiene lugar en una tienda moderna. Aunque alcanzó seis temporadas, nunca llegó
a tener renombre internacional ni quedar en la memoria popular. Al parecer, el patrón
solo funciona en escenario de época.
Eso lo demostró
la segunda temporada de la popular La Maravillosa Señora Maisel cuando Midge,
la protagonista, consiguió empleo en Lord&Taylor donde escaló puestos, y se
metió en problemas. Comenzó desde la central telefónica hasta el guardarropa,
destacando en la sección de maquillaje hasta el punto que de la tienda
interrumpen sus vacaciones para pedirle que venga de suplente en el verano.
La fórmula siguió
recorriendo el globo terráqueo. En Australia se adaptó para la pantalla grande Ladies
in Black, la novela de Madeleine St. John que narra las vivencias de un
grupo de dependientas que trabaja en una tienda de departamentos de Sídney en
Los 50. Tanto éxito tuvo el filme que el año pasado debutaba en las pantallas
australianas una serie con el mismo nombre y que es una secuela del filme.
No todas las
veces el esquema sale triunfador. En el 2022, el equipo que produjo Babylon Berlín
presentó La casa de los sueños, donde la fórmula abría las puertas de
Jonas, la tienda de departamentos más importante de Berlín. La acción tiene
lugar en 1929 cuando la campesinita Victoria llega al Berlín de Weimar a
encontrar su futuro que espera sea glorioso. Efectivamente Victoria se
convierte en la dependienta estrella de Jonas e inicia un romance con Harry, el
hijo de su patrón.El problema es la Gran Depresión que pone en peligro las
finanzas de la Tienda Jonas. Para salvar a su familia, Harry abandona a la
embarazada Victoria y se casa con una chica rica que se lo lleva a Nueva York.
La segunda
temporada comienza tres años más tarde. Harry ha regresado, sigue casado, sigue
siendo un inútil y solo se le ocurre perseguir a Victoria que ya tiene su vida
hecha. En enero de 1933, Hitler llega al poder y de pronto los Jonás recuerdan
que son judíos, o se los recuerdan de mala manera. Tan mala es esa historia que
hubiese deseado que los nazis los matasen a todos. Me quedé sin gana de ver
otro cuento de tiendas, pero me gustan las series checas así que caí en esta.
Los Kucera y
su Tienda
El Cisne Dorado
es una tienda de ropa que abre sus puertas en Praga en 1939 y a primera vista
sigue el esquema dejado por sus predecesoras. Barbara “Bara” es una carterista
que, huyendo de la policía, se oculta en la tienda donde es confundida con la
recién contratada Lucie Ticha. Así se pasa el día evadiendo a la policía,
fingiendo ser otra persona y consiguiendo un empleo que no deseaba.
Lo más importante
es que atrae la atención del guapo Petr Kucera , dueño del establecimiento. Ahí
tenemos ese romance de cenicienta que es el núcleo de la formula. Solo que Petr
está obligado a casarse, para ayudar en los negocios de su familia, con una
rica heredera. Siguen los clichés, en el empleo, Bara tiene una supervisora
severa, y compañeras que incluyen a Eva, la aspirante de actriz; Alena, la
campesina enigmática que oculta su verdadera orientación sexual y Krystina, la espía
del administrador.
Por encima de
ellos reinan los Kucera, que son como los Roy de Sucession, pero en
versión checa. La familia maneja muchas empresas de las cuales la tienda es
como un ultimo capricho. Por eso se lo dan al benjamín. El hijo mayor Rudolf sufrió
polio de niño y se mueve en silla de ruedas llevando una vida limitada. Su
madre lo mima, su padre lo ignora, sus hermanos lo toleran. En la vejez, el
padre ha dejado todo en manos de Irena, la única hija que es determinada,
eficiente, guapísima y sumamente ambiciosa, tanto que no soporta que el
hermanito esté a cargo de una propiedad que ella no puede controlar.
La manía de
control de Irena ha arruinado su matrimonio con Luka, el padre de sus dos hijos,
un guiñapo humano que se la pasa bebiendo y coqueteando con otras mujeres que
ven que es un fracasado. La última de la lista es Marta, la pianista que los Kucera
han contratado para animar la gran velada con la que inauguraran El Cisne
Dorado.
Irena resiente
hasta el compromiso de su hermano. Su futura cuñada se llama Sarah Hirsch (y
por supuesto es interpretada por una actriz gordita y narigona) que aparece en
la tienda vestida de ropa interior bajo su tapado de piel lo que indica. (como
diría un ex mexicano mío) que está siempre “Puestísima” Eso le agrada a Petr que no la ama, que se
casa porque es la unión de dos fortunas, pero le gusta revolcarse con ella.
Como la serie es
un mosaico de clichés a mí me estaba irritando un poco. Solo el escuchar a Marta
tocando “Svita” en el piano me remontaba al espacio geográfico y a la época. Podría
esta historia existir en cualquier tiempo o país, a no ser... Temprano, la familia
Kucera comentaba el viaje de Emil Hacha, el anciano y machucho presidente de lo
que quedaba de Checoslovaquia, a Berlín.
Se burlaban de
que el pobre señor creía convencer a Hitler de que les devolviera Bohemia. Lo
que ocurrió durante ese encuentro fue peor que el duelo Zelensky-Trompo en el Salón
Oval y acabó con Hacha sufriendo un infarto. Lo que sucedió luego lo sabemos,
cuando al final de un agitado primer episodio, el patriarca Kucera anuncia a
los invitados de su fiesta inaugural que los alemanes han invadido Praga.
Robos y una Violación
Antes de eso tenemos el inicio del romance Bara-Petr. La ladrona regresa a su casa tras un arduo día de trabajo, jurándose no volver a pisar el Cisne Dorado. Se encuentra esperándola a Marek, su amante-cómplice. Le ha conseguido una entrada para la fiesta de la tienda. Quiere que robe a los invitados. Le promete que será su último golpe. Bara teme que la reconozcan, aunque Marek le ha conseguido un vestido y joyas que cree la transformaran.
Ese es el momento
para que el espectador exprese su incredulidad. ¿Cómo quienes
interactuaron con Bara todo un día no la van a reconocer nada más que porque
viste elegantemente y lleva un peinado alto? La misma Bara se incomoda al ver
que Petr, a quien le tomó las medidas temprano, no la reconoce. Tal vez el
guion quiere indicarnos lo insignificantes que son las empleadas para los patrones,
pero no me convence.
Petr tiene muchos problemas para fijarse en
una mujer que desde su altura no llegó a ver bien. Al inicio de la velada, su escandalizado padre le anuncia que no hay
compromiso que anunciar. Los Hirsch han huido a Polonia como lo están haciendo
muchos judíos checos. Petr acusa a Irena ya que sabe, por Sarah, que su hermana ha visitado a los Hirsch.
Un rato después aparece Sarah (todavía sin vestido). A solas le dice a Petr que
no le importa lo que decidan sus padres, a ella le gusta el dueño del Cisne
Dorado y quiere seguir con él.
Petr decide
anunciar el compromiso, pero entra Irena y lo detiene. Le dice a Sarah que debe
huir, los alemanes van a invadir en cualquier momento y está en peligro. Los
invasores impondrán sus leyes nazis y disolverán el matrimonio entre arios y
judías y ella, Irena, no quiere arriesgar a sus hijos por culpa de una cuñada
judía. A pesar de las protestas de Petr, Sarah se marcha.
Entretanto Marek
y Bara roban de lo lindo. Bara alcanza a escamotearle un brazalete a Irena antes
de que Macht, ex policía y encargado de la seguridad de la tienda, la
reconozca. Bara se esconde en el baño y ahí encuentra a Marta llorando. La
pianista le cuenta que un hombre importante la está acosando y teme que use la
fuerza. Bara la escucha y esconde su parte del botín en el bolso de Marta. Sale
y permite que la registren ya que no carga nada.
Logra salir de la
fiesta, pero Marek la obliga a volver por las joyas. Encuentran a Marta arriba
en un sitio solitario. La mujer está despeinada y es obvio que ha sido atacada.
En un descuido, y mientras Marek recupera las joyas, la pianista se lanza al vacío.
Bara baja, ve el
cuerpo de la pianista y se desmaya. Petr alcanza a recogerla, la lleva a comer
y la ladrona finalmente le recuerda quien es. A Petr no parece importarle y la
saca a bailar. Vuelve Marek y se tranza
a golpes con el dueño de la tienda, pelea interrumpida por el anuncio de la
llegada de los alemanes.
Entretanto, ha
aparecido Lukas borracho, no recuerda nada de lo que hizo ni donde estaba.
Tiene aspecto de haber estado metido en una trifulca, tanto Petr como Irena
sospechan que fue el violador de Marta. Esta sobrevivió la caída, pero sufrió
una conmoción cerebral que la dejó sin memoria de lo ocurrido y, para colmo,
ciega.
Los Kucera ahora tienen
un problema mayor, la ocupación germana. Petr le dice a Macht que hay que
proteger a los empleados (judíos, refugiados y disidentes) que puedan estar en
peligro. Al mismo tiempo, invita nuevamente, y con privilegios, a los alemanes
étnicos (Sudeten) que habían dejado caer como clientes. Eso pone a los Kucera
en contacto nuevamente con los odiosos Dieterich, y su hija Marketa que todos
ven como la futura esposa de Petr.
Hay alemanes
ahora en las calles de Praga y los soldados vienen de clientes, y no muy
corteses. Petr da un discurso a sus empleados para tranquilizarlos. Entretanto,
en la vía pública se oyen silbatos de policía y balazos. Hay primeros actos de
resistencia, se cambian o quitan letreros en las calles para confundir al
invasor.
Marek es parte de
ese grupo y se aparece en El Cisne Dorado a pedirle a su ex que le zurza el
abrigo que tiene un desgarro provocado por una bala policial. También le
consigue documentos que la acreditan como Lucie Ticha y le dice que permanezca
en ese empleo ya que pronto podrán dar un golpe, asaltando la joyería de la tienda.
Enojada, Bara se
niega, abandona a Marek y se dispone a iniciar una nueva vida, pero el ladrón
deja caer el brazalete que le robaron a Irena en la sección de telas donde trabaja
su ex. Irena exige saber cómo su joya apareció ahí.
Aparece la
verdadera Lucie Ticha. Bara no sabe cómo explicarse y hasta Petr la cree
ladrona. Llega la policía, viene a arrestar a Lucie Ticha no por robo sino por
ser antinazi. En un gesto heroico, Bara se acusa de ser la sospechosa.
Todos los
presentes, menos la policía, están conmovidos ante el sacrificio de la ladrona,
piden una dilatación del arresto. Macht se hace custodio de Bara, le dice que
conoce a Marek, lo ha arrestado varias veces. El ladrón siempre sale libre y
son sus cómplices femeninas quienes pagan el pato. Entretanto, Petr solicita de
Valerie que registre el equipaje de Bara para encontrar sus documentos
verdaderos. Se prueba que no es Lucie Techa (quien ha huido), Bara queda en
libertad, pero Petr la despide.
Bara no quiere
dejar ni la tienda ni a Petr. Vuelve donde Marek, rescata las joyas y las
devuelve. Ni Petr ni Irena quieren saber nada de a ladronzuela, pero Macht la
toma bajo su protección. Justo llega Marta, ciega y en silla de ruedas. Todavía amnésica,
no ha olvidado como tocar el piano así que los Kurecka la recontratan. Cuando
Marta escucha la voz de Bara recuerda que fue quien la socorrió en la noche de
su suicidio.
Petr reconsidera
y le da una segunda oportunidad a Bara. Le pide que esté cerca de Marta y que
la ayude a recordar. ¿Pero qué sucede cuando la pianista tiene un ataque
histérico al oír la voz de Lukas? ¿Será el atacante el esposo de Irena? ¿Se
atreverá Petr a delatar a su cuñado? ¿Lo permitirá Irena? Y de eso se tratará
esta primera temporada porque en Walter Presents solo nos darán 11 episodios de
los 21 que componen la entrega inicial de Zlata Labut, guardándose lo más
jugoso para más adelante. Hicieron algo parecido con Il Paradiso degli
Signore y parece que les resultó lo de estirar las series.
La diferencia es
que Il Paradiso es una soap opera un poco insulsa. Debido al contenido
histórico, El Cisne Dorado es más profunda, solo que eso se hace más
patente al final de la Primera Temporada que aquí los picaros han convertido en
la Segunda. En lo que nos ha quedado veremos que en su afán de ayudar a Lucie Ticha
a huir del país, Bare se verá involucrada en actos clandestinos, lo que llevará
a Petr a hacer lo mismo.
Por otro lado
vamos descubriendo que el protagonismo no recae en esa pareja sino en un
personaje no muy positivo que es Irena. Empoderada, elegantísima, y muy calculadora,
es una badass total hasta que descubrimos su Talón de Aquiles. Por otro
lado tenemos a Alena a punto de casarse con Jakob. Eva descubre que Alena, tan tímida
y discreta, tiene otro amor. ¿Qué sucederá cuando se sepa que “otro” es
“otra” y la identidad de esa “otra”?
No es spoiler
decir que esta producción checa ha tenido éxito en su país y en el exterior
debido a un intenso romance lésbico que tiene lugar en la primera temporada. Está
lleno YouTube de videos sobre el romance entre Alena y su patrona, pero también
ese romance acarrea peligros devastadores para ambas mujeres. Sobe todo cuando
el secreto de Irena cae en malas manos.
Después de
haberlo visto en Los Misterios de Praga (a propósito esta serie está doblada al español en VIX y con subtítulos en
Eurochannel), Jaroslav Plesl se ha
convertido en mi actor favorito de las series checas. He quedado convencida de
su flexibilidad histriónica tras verlo como el colaboracionista director de
cine Milos Havel en Bohema, el judío comunista Imre Rosenberg en Toman,
y un abogado que defiende a un judío de un libelo de sangre en Asesinato en
Polna. Ahora solo le quedaba hace de oficial nazi que es lo que viene a
hacer en El Cisne Dorado.
Lástima que con
el recorte solo lo veremos en un par de episodios, pero dicen que es un
villanazo. Wilhelm Gruber, comandante de la Wehrmacht en Praga, trae intereses escondidos bajo sus charreteras
y que van más allá del fanatismo nazi. El muy puerco quiere quedarse con la
tienda y, de paso, aplastar a Irena, sea seduciéndola o exponiendo su secreto.
Entre lo que
esperamos los mejores capítulos de la serie podemos disfrutarla sea en Walter
Presents (via PBS Amazon) o Thirteenth Passport, PBS Passport, Y Passport
Canada. Solo me queda agregar que las actuaciones son buenas, hay personajes
queribles incluso la inoportuna e impertinente Bara nos sorprende con
reacciones positivas. Aunque no tan fastuosa ni amplia como el Paradiso delle
Signore, El Cisne Dorado se ve esplendorosa
con sus diferentes departamentos y productos incluyendo el restaurante. Él vestuario
también es llamativo muy de la época. Obviamente el guardarropa de Irena supera
al de sus empleadas, pero las chicas varían vestidos sencillos, pero bonitos, a
cada rato.
Contenido
Violento: A pesar de que
ya en el primer episodio tenemos violación e intento de suicidio, nada es
grafico ni de mal gusto.
Contenido sexual
y desnudos. Aparte de
unas fotos au naturelle que se saca la aspirante a actriz, no hay
desnudos. Besos lésbicos e Irena le
agarra una pechuga a Alena
Factor
Feminista: Tanto Irena
como Bara son ejemplos de mujeres que buscan tener control sobre sus vidas
Factor
Diversidad: Vemos lo que
significaba diversidad en la Checoeslovaquia de 1939. Desde la anexión de
Moravia, los Kucera han mantenido a distancia a sus clientes alemanes (los
Sudeten) de su tienda. La invasión de Bohemia cambia la situación. Los socios
judíos deben huir del país, las nuevas autoridades exigen que se saque a los
empleados de origen hebreo de puestos importantes. Los alemanes se sienten
superiores a todos, checos y judíos, y actúan en consecuencia. Petr Kucera pasa
de ser novio de una judía a comprometerse con una alemana, Marketa Dietrich,
porque es bueno para el negocio.
Tenemos
diversidad sexual en el romance de Irena y Alena. A ninguna le conviene que se
sepa su secreto.
Tenemos también
casos de minusvalía. Marta queda ciega y amnésica tras su caída y debe aprender
a valerse por sí misma. Otro caso es Rudolf Kucera a quien la polio ha dejado
atado a una silla de ruedas y convertido en testigo de la vida de los demás.
Incluso ha perdido el derecho a heredar y manejar los negocios familiares.
El caso de Rodolfo
trae a colación la obsesión con la eugenesia que tenían los nazis. Aunque sabe
que su cuñado perdió el uso de sus piernas debido a una enfermedad, Marketa
insiste que, antes de casarse, Petr se someta a un examen médico para determinar
que pude engendrar un hijo sano.