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lunes, 4 de octubre de 2021

Gánsteres y Policías desde la Boardwalk hasta Belgrado: Las fórmulas del drama de época contemporáneo (II)

 


Viendo Shadowplay noto similitudes con Babylon Berlin, una serie alemana que no existiría sin el éxito obtenido por Peaky Blinders que, aunque no le guste admitirlo a Steven Knight,  es hija ilegitima de Boardwalk Empire. Como he mencionado antes, los gánsteres han ejercido una fascinación en cine y TV desde los Años 30, Sin embargo, la cercanía del centenario de La Prohibición y la Gran Guerra creó un nuevo esquema que se cifraba en actividades de criminales de Los Locos 20. El esquema alcanzó a cruzar el Atlántico, por lo que tenemos series que siguen ese modelo desde Birmingham hasta Belgrado.

Los Soprano había sido la gran exponente de la fiction gansteril en la televisión de comienzos del Siglo XXI y había dejado una vara muy alta cuando llegó a su fin en el 2007 después de seis exitosas temporadas. Dos años más tarde ,  Terence Winter quien habían sido  libretista (y uno de los productores ) de la saga de Tony Soprano se le ocurrió presentar a la HBO un ambicioso proyecto. Recrear la Atlantic City de la Era de la Prohibición para un relato gansteril vagamente basado en el libro de Nelson Johnson Boardwalk Empire.

El Imperio de Atlantic City

Fue una empresa titánica que implicó la reconstrucción del balneario novojersiano (la Atlantic City de hoy es demasiado moderna) en las playas neoyorquinas. El piloto fue dirigido por nada menos que Martin Scorsese quien permanecería al timón como uno de los productores, pero también como consultante de edición, estética y la elección del elenco.



Steve Buscemi sería el protagonista,  el respetable Enoch Thompson, tesorero de la ciudad que en sus ratos libres manejaba casinos, alternaba con gánsteres y contrabandeaba licor. A pesar de que  “Nucky”fue el protagonista por cinco temporadas, compartió las primeras dos con su protegido James “Jimmy” Darmody (Michael Pitt).



Jimmy había abandonado Princeton y una espeluznante vida familiar para huir a los campos de Flandes a pelear una guerra que no era la suya, aunque más tarde, recordaría ese tiempo como el mejor de su vida. Al regresar, con una pierna coja,  y encontrarse sin posibilidades de trabajo, Jimmy se dedicaba al contrabando de licor y a intentar crear una familia con la madre de su hijo. Pero a Angela Darmody (Aleksa Palladino) no le gustaban los gánsteres y si las mujeres, así que Jimmy nunca tuvo una oportunidad de ser feliz. Su mayor consuelo fue su bromance con otro veterano desfigurado, Richard Harrow (Jack Huston).



Boardwalk Empire era un espejo amplio de la historia gansteril de la época e incluso del futuro,  haciéndonos conocer a versiones juveniles de grandes nombres del crimen organizado como Lucky Luciano, Al Capone, Meyer Lanski y Bugsy Siegel. A la vez,  nos mostraba un círculo de horribles villanos que manejaban los destinos de la nación como si fueran piezas de ajedrez. Me refiero a lo que hoy conocemos como “hombres bancos privilegiados”, políticos, pilares de la sociedad,  empeñados en lucrar con la necesidades del prójimo.

La historia de Estados Unidos siempre será el trasfondo de la serie, desde el nacimiento de la Prohibición en 1920,  hasta su fin en 1933. Vemos como la capital del gansterismo deja de ser Nueva York para pasar a Chicago y vemos cambios sociales incluyendo el auge del Ku Klux Klan gracias a la inclusión de Chalky White, un contrabandista de color interpretado por el recientemente fallecido Michael K. Williams.

Además de la reconstrucción de la marina de Atlantic City, ayudó a la ambientación una banda sonora soberbia. “Boardwalk” duraría cinco temporadas. Al final de los protagonistas solo sobrevivía Nucky,  ya muy empequeñecido por el fin de la Ley Seca y el auge de nuevos mandamases,  y que comenzaba a pagar sus errores del pasado que por fin encaraba.



El Imperio del Contrabando fue un exitazo en su primera temporada, mereciendo premios y una distribución mundial. Sus protagonistas se convirtieron en estrellas y hasta los personajes secundarios se ganaron elogios del público. Uno de estos favoritos era el carnicero/gánster/sicario Munya. Horvitz (William Forsythe). No sé si sería coincidencia, pero las historias de Munya sobre su infancia en Odessa y con los gánsteres (mahers) judíos de ese entonces estaban conectadas con una serie rusa que había sido hecha ese mismo año.



Érase una vez en Odessa narraba la historia de un Robin Hood judíos MIshka Yaponschick y su auge en el bajo mundo de Odessa en los años que precedieron a la Revolución Rusa, su liderazgo de bandas de criminales y anarquistas y su arresto tras el asesinato de un jefe de policía como venganza por los pogromos de 1907. La serie detalla como la revolución libera a Mischa antes de cumplir su sentencia de 11 años y como él combina su vida de hampón con su simpatía por los bolcheviques. Acaba con él ganster, ahora convertido en comandante del ejército soviético, fusilado por las fuerzas nacionalistas ucranianas.


De Birnmingham a Berlin

Aunque no puede considerarse en el mismo nivel de “Boardwalk” o decir que una serie es derivada de la otra, el show ruso demostraba que había en el aire un interés por estos cuentos de hampones en contextos históricos. Esto llevaría a que Steven Knight crease su hoy icónica Peaky Blinders que vio la luz en el 2013.

Aunque Knight niegue y reniegue, Los Peaky Blinders son hijos bastardos de Boardwalk Empire. Las similitudes (también con Ray Donovan) son demasiadas para ser accidentales. La relación de Tom Shelby (Ciaran Phillips) y su hermano Arthur (Paul Anderson) es muy similar a la de Nucky y Eli Thompson (Shea Whigam); el obsesivo policía tras la banda de los shelby, interpretado por Sam Neill,  recuerda al obsesivo agente del FBI Nelson Alden (Michael Shannon) , hasta el carnicero Munya resucita en el personaje de Alfie Solomons (Tom Hardy).



Un detalle decidor es que la verdadera banda de los “Peaky Blinders” ( llamados así por las afiladas hojas de afeitar que portaban en las vísceras de sus gorras) operó en la Birmingham de fines del siglo XIX. La serie situó las aventuras de los Shelby en los Años 20 para poder tener a Tommy,  como un Jimmy Darmody,  marcado por sus experiencias en las trincheras que combate (como Jimmy)  con drogas.

El próximo intento de explorar como la Gran Guerra creo criminales se alejaría del mundo angloparlante. La primera variación fue que la historia fuese narrada desde la óptica de un representante de la ley, El Inspector Gereon Rath, joven ingenuo, llega de Colonia a la Sodoma y Gomorra de  Berlin. Aunque viene en una misión especial, pronto se ve involucrado en crímenes e intrigas políticas que solo podían darse en la Alemania de Weimar. Por eso, tal como El Imperio del Contrabando Babylon Berlin es un documento histórico.

Aunque basada en las novelas policiales de Volker Kutscher, la adaptación tiene cambios que la acercan al modelo “Boardwalk” tales como la inclusión del gánster Edgard “El Armenio” Kasabian y sus negocios criminales que en la tercera temporada devienen en guerras gansteriles. Mas importante fue convertir al protagonista en un veterano de guerra que cura sus traumas bélicos con morfina. Eso acerca a Gereon a Jimmy Darmody y a Tommy Shelby.


Babylon Berlin provocó una fanfarria de elogios cuando debutó en el 2018. Rápidamente fue comprada por Netflix y otras sistemas de streaming que la esparcirían por el mundo de televidentes. Solo la pandemia ha dilatado la filmación de la cuarta temporada, lo que demuestra lo exitosa que ha sido la serie. Otra muestra de su éxito ha sido la cantidad de series que han buscado imitarla.

Mafiosos Castizos

En el 2018, la televisión española hizo una especie de Peaky Blinders castiza que acabó en parodia con el protagonista luciendo un corte de cabello a lo Tommy Shelby. Supuestamente la acción tenía lugar en el Madrid de los 20, pero ni la atmósfera ni los sucesos descritos en El Continental correspondían ni a la época ni a la historia española.



Una desgracia que Michelle Jenner desperdiciase su talento en obra tan zafia. Su personaje parecía una copia de Grace,  la camarera-espía infiltrada en la banda de los Peaky Blinders, que acaba como la primera esposa de Tommy Shelby. Una escena en la que Jenner irrumpe en un bar dando tiros, está idéntica una de Grace en la primera temporada.



Mejor les quedó Hache del mismo año. En una variación del tema, esta serie española de Netflix describe otro tema no tratado en la ficción; el inicio del tráfico de drogas en España a comienzos de los 60. Ahí oímos los nombres archiconocidos de Lucky Luciano y otros mafiosos useños junto al de ‘Hache”, Helena, una víctima del franquismo que se ve obligada a prostituirse para mantener a su hija y que, gracias a su astucia y a amores con el líder del incipiente narcotráfico,  comienza a surgir en el mundo del hampa catalana.



Adriana Ugarte en su rol de Helena (con H) demuestra ser siempre una actriz ejemplar, aquí apuntalada por dos actores solidos como lo son Javier Rey y Eduardo Noriega. Esto llevó a Hache a dos temporadas que fueron detenidas en esa obsesión del Netflix de hoy de cancelar series para dar paso a otras más mediocres.  Lo importante de Hache fue demostrar que el modelo “Boardwalk” funciona si se le vincula a un momento histórico especial y a esa teoría de que el hampa florece en tiempos de crisis.

Pero eso no funcionó en la desastrosa Magic City que tenía lugar en la Miami en vísperas de la invasión de Bahía de Cochinos. Ni la salvó el combinar los modelos del “Gran Hotel” de “Mad Men” y de “Boardwalk” quedando al final un salpicón fatal. Otro horror como lo fue Mob City que era “Boardwalk”(hasta aparecía Meyer Lanski) a fines de los 40, pero sin humor y sin coherencia.


Policías y Hampones en la Vieja Yugoslavia

Muy diferente fue la estupenda serie serbia Sombras sobre Los Balcanes conocida en castellano como Sol Negro.  Este fascinante relato policial que deviene en aventuras esotéricas de la Sociedad Thule guarda parecidos con Babylon Berlin: policía joven y novato se une a veterano para resolver crímenes que van   más allá del mundo del hampa ya que tienen raíces políticas.



La Primera Guerra mundial es el vínculo en común que une al inspector alcoholizado por un conflicto que lo separó de su mujer y humanidad, con gánsteres de Belgrado y con el famoso espía bosnio Mustafá Golubich. De nuevo tenemos esos enfrentamientos ideológicos entre comunistas y nacionalistas,  tanto rusos como representantes de las diferentes etnias que componían la antigua Yugoeslavia. Los personajes históricos se confunden en un cuento donde todos,  desde los soviéticos hasta los proto-nazis,  quieren hallar la mítica Lanza de Longinos.

Sol Negro fue tan popular que ha tenido una segunda parte y solo la pandemia ha dilatado la ya planeada y aprobada tercera. Steven Knight ha anunciado que la sexta será la última temporada de Peaky Blinders lo que dejará a todo un fandom con apetito para el modelo inspirado en Boardwalk. Entretanto el filme Los Nuevos Santos de Newark que relata la juventud de Tony Soprano mantiene el modelo en la pantalla grande y en HBO.

Incluso la nueva versión de “Perry Mason”, cuyo protagonista siempre ha sido un distinguido abogado de fines de los 40 (60 en la serie de televisión),  se ha trasladado a Los Angeles de 1932.  Mason, ahora interpretado por Matthew Rhys, es un desastrado detective privado, medio alcohólico y marcado por sus experiencias en la Gran Guerra. El modelo Boardwalk/Babylon Berlin continua sea el protagonista policía o malandrín.













jueves, 27 de septiembre de 2018

Malena en el País de Netflix (I)



Y sucedió. Cuando ya creía estar muy vieja para nuevas experiencias y he aquí que me he aventurado en los recovecos del Netflix. Un mes gratis y un mes de prueba por $10.99 y por fin conozco este mundo del que tanto he oído hablar.

Perdida en el laberinto
Fue un regalo de cumpleaños y lo estoy aprovechando al máximo,  aunque a ratos me mareo, a ratos me pierdo. El browsing (y ya me lo habían advertido) es tan simple en el sentido de basto, tosco que llega a ser complicado. Tiene como un millón de ofertas,  pero el menú solo te da diez categorías para encontrarlas. Uno entra y se encuentra con esas divisiones, elige algo, lo ve, se va,  vuelve al día siguiente y en la misma categoría aparecen nuevos títulos que te perdiste el día anterior.

Además las divisiones son un poco amplias. “Reign”está  clasificada,  junto a “Scandal” y “the West Wing”,  como “drama político “. Después se sienten capaces de elegir por ti solo basándose en lo que has visto, y lo hacen muy mal.  Tras ver “La Catedral del Mar”,  me recomendaron ver…”¡La Familia Peluche”! Son parecidísimas, en serio.

Luego está la plataforma en sí, que tampoco es muy amistosa con los que, como yo, nos manejamos con tecnología antigua. Puedo verla en mi celular donde escasamente alcanzo a vislumbrar los textos, o en mi Tablet,  y Melisandre hace rato que pasta, la tengo solo para Wassap. Así que todo debo verlo en esta estrecha pantalla de mi Sansa, pero si la laptop aguanta, yo voy con ella. Igual yo quisiera ver todas estas bellezas en una pantalla grande.

En casa tenemos dos televisores. Uno pequeño, una antigualla, que todavía trae agregado un videoplayer. Es de mi hermano y le encanta. Por eso me dejó la LG gigante, pero la pobrecita no es “inteligente” (léase, la fabricaron antes que existiera Netflix).  Voy a tener que esperar a esa mítica nueva casa donde podremos tener un nuevo televisor donde se puedan trasladar Netflix y YouTube. Aunque el Profesor Ochoteco me recomienda un artilugio llamado Google algo que me permitirá hacer esa migración desde el notebook hasta la lG.

Las Chicas del Cable

Por otro lado, Netflix, es bastante cómoda para mi oído. Lo primero que puse fue “Las Chicas del Cable” y me sale Blanca Suarez hablando en inglés. Ay, así no bailo con el señor. Reviso, reviso y veo una opción español original”. Con el apuro de hacerle clic,  no me fijé que decía “comentado” y me sale una telenovela polaca. Por si no lo saben, las telenovelas latinas en Polonia (no sé si todavía, pero ocurría en los 90) no las traducían. Tenían un comentarista que iba describiendo lo que pasaba en pantalla. Ahora yo tenia el mismo cicerone . Mejor guardarlo por si algún día (y toco madera, D-s no lo permita. Hasvah-ha-lila, y Lagarto, Lagarto), me quede más ciega que Esmeralda.

No terminé de ver Las Chicas, porque realmente,  a pesar del vestuario, sentí que iba a ser un cruce de “Velvet” con “La Otra Mirada”, un mundo sin tecnología, pero con sensibilidades mituteras. Maás me atraía seguir esculcando y acabé viendo algo llamado “Land Girls”. Primera buena noticia, también tienen close captions para los duros de oído o para los que tengan problemas con la variedad de acentos regionales anglos . Segunda buena noticia, la serie solo tiene cinco episodios, así es más fácil tragársela.

Land Girls

Esta miniserie del 2008 trata sobre las Land Girl, un servicio obligatorio para las británicas, durante la Segunda Guerra Mundial. Involucraba a mujeres  que no estaban en el ejército, que no estaban trabajando en una ‘fabrica,  o que no tenían hijos que cuidar. Se las mandaba al campo a reemplazar en las faenas rurales a los hombres que estaban en el frente. Mi mayor sorpresa es como hicieron tres temporadas de algo tan baladí, y no dejaron ni acabar la segunda de la excelente “Home Fires” que trataba de un tema similar.

La historia sigue a  cuatro Land Girls en algún pueblo perdido de la campiña inglesa. Cual de todas más bruta que la otra, son interpretadas por actrices desconocidas y mas encima feas, hay dos que encarnan a mujeres casadas con soldados en servicio activo, una ama al marido, la otra no. Hay una hermana menor, la más idiota del grupo, que se preña de un americano (los yanquis son los malos en este cuento), y otra, de clase un poco mas alta que se lía con el Lord local. Esto es como lo mas interesante, pero al final de la primera temporada, lo matan. Fin, no la veo más.

Mad Men



Puede resultar extraño, pero lo próximo que vi fue “Mad Men”. La tienen enterita, las  siete temporadas. Es como un viaje en el tiempo para reconocer que no se ha conseguido hacer una serie igual. Yo tengo un vago recuerdo de haber visto este episodio por allá por el 2008. Recordaba lo patán que era Pete Campbell y como le hizo un hijo a Peggy, tras humillarla todo el día en la oficina, y emborracharse en su despedida de soltero.

También, obligatorio es recordar ese primer encuentro entre Don y Rachel Menken, que siempre sospeché fue el gran amor del publicista (después de Betty, por supuesto) en el que él la ofende por ser judía y por ser mujer. Genial, el pobre Roger Stirling tratando de encontrar en toda la compañía, un, uno solo,  empleado judío, para que Rachel se sienta  cómoda. Habla volúmenes de la evolución de  Stirling-Cooper  que en temporadas posteriores no solo tengan empleados judíos, además que  Roger acabe casado con una de ellas.

Hubo tantos pequeños detalles que la primera vez me perdí: la falda de Peggy que recibe criticas por ocultar sus piernas; los mensajes cruzados que bombardean a la Olsen en su primer día de trabajo y que devienen en una bochornosa escena con Don; los esfuerzos de Sal por verse “machote” mientras trata de cerrar la puerta de su closet para que no se le descubra que es gay.

Pero lo que más me impresiono es como se gastan una hora mostrándonos a Don como el Don Juan de La Gran Manzana, el cínico mas grande del universo, y al final lo vemos llegar a una casa de ensueño y a una hermosa y enamorada esposa que lo mira con ternura mientras él arropa a sus hijitos. No, no se ha vuelto a hacer una serie como esta. Un gusto poder verla de nuevo.

El segundo episodio “What do Women Want” tiene a Don y a sus publicistas buscando un modo de vender un desodorante en aerosol a mujeres que se los comprarán a sus hombres. Fue un episodio sobre competencias. Joan que sigue intentando ser la mentora de Peggy, pero que la aplasta cada vez que siente que la nueva le quita espacio. Me da morbo ser la única que sabe que Peggy está embarazada.

Competencia entre varones, a ratos cruel y violenta cuando los publicistas rocían a Ted con desodorante porque según ellos huelen mal (Don se ofende cuando su amante lo manda a ducharse. El aroma masculino es algo que no se discute).  Los hombres se olfatean como perros. Roger compite con Don y para eso quiere saber mas de su publicista estrella, pero Draper es una ostra cerrada.


La misma Betty se siente descorazonada por lo poco que sabe del marido. Eso es parte de su cuadro de ansiedad. A Don le parece extravagante que su mujer pueda ser infeliz. Lo tiene todo.  ¿Qué más quiere? El problema es lo que Betty no quiere. Sus miedos a perderlo, a pasar a ser una divorciada como la vecina, su miedo a la bomba nuclear, a hacer un mal papel  delante del jefe del marido.


Tanto estrés acaba en un accidente. A Betty se le congelan o le tiemblan las manos y es incapaz de controlar el volante. Los médicos creen que son nervios. A pesar de que a Don no le parece (solo la gente infeliz va al loquero) le permite a su mujer ir a un psiquiatra. Escena de gran glamur.  Betty en el sofá fumando y sus faldas flotando hasta el suelo (aunque no creo que se usase la mezclilla para trajes de calle). Lo poco glamoroso es como el doctor le pasa un reporte completo al marido. Ayer y hoy,  la psiquiatría se las arregla para traicionarnos.


Curioso lo bien que me caía Betty entonces y como acabé odiándola. Es como con Daenerys Targaryen. Cuando están en el suelo, las quieres; las odias cuando comienzan a quemar gente con sus dragones.

Peaky Blinders

Antes de que me estrangule la Gatita Guivi, vamos a hablar de “Peaky Blinders”. Después de cinco años de espera, no tengo quejas. Me habían dicho que era “Boardwalk Empire” a la inglesa. Eso para mi es un elogio así que no me molestan las similitudes, pero también enfatizo las diferencias. Para quien no sepa  Peaky Blinders fue una banda criminal que tuvo gran influencia en Birmingham durante La Belle Epoque. Se les llamaba Peaky Blinders porque sus miembros portaban hojas de afeitar en las viseras de sus boinas (Blinders).

Aunque la banda original perdió importancia en 1910, Steven Knight decidió usar el nombre y el espacio geográfico para una fábula del bajo mundo de la Birmingham de los 20. Sigue el modelo cronológico de “Boardwalk Empire” aunque aquí no entra en juego La Prohibición, pero si los miedos de la postguerra británica: el auge del comunismo y el terrorismo irlandés.

La acción abre en 1919, casi recién regresados de Flandes,  Los Hermanos Shelby, Tommy (Cillian Murphy) y Arthur(Paul Anderson) se han hecho cargo de la banda, que durante la guerra estuvo en manos de la Tía Pol (mi archi enemiga Narcissa Malfoy mejor conocida como Helen McCrory de Lewis) y debería seguir ahí porque es la más lista de la familia. El resto de los Shelby lo componen un par de hermanos y una hermana, cual de todos más tonto.

En Tommy y Arthur vemos los espejos de los Hermanos Thompson de “Boardwalk Empire”.  Tommy que volvió de la guerra con las barras de Sargento Mayor,  y más medallas que las que le caben en el pecho,  es inteligente, ambicioso y visionario. Ósea es Nucky, el que piensa para que su hermano no se canse haciéndolo. Pero Tommy también es un poco Jimmy Darmody. Trae un trauma oculto de las trincheras, no se le ha conocido mujer desde que se quitó el uniforme y como Jimmy que se daba toques de cocaína, a Tommy le gusta perseguir al dragón (en slang de entonces: fuma  opio).


El problema comienza cuando,  por equivocación,  los hombres de Tommy se roban un cargamento de armas destinadas a Libia (¿por qué a Libia? ).  Ese robo alerta a  las autoridades que creen que o han sido sustraídas por los Rojos siempre a la espera de instalar un Soviet,  o por los Fenianos, igualmente peligrosos. Hacen traer de Belfast al Inspector Chester Campbell (Sam Neill) que ha estado batallando la rebelión irlandesa junto con los Black&Tans.

Campbell tiene la manía de dictador latinoamericano de desaparecer gente, pero como le explica Winston Churchill (Andy Nyman), Inglaterra no es Irlanda, tiene que hacer las cosas legalmente. Campbell arresta a Arthur Shelby,  lo apalea hasta el borde de la tortura y se da cuenta que este Blinder no sabe nada. Le ofrece hacer un trato, tratando de comprarlo con el cuento de que los dos son veteranos. Pero Tommy descubre que Campbell no estuvo en el campo de batalla, Y con esa obsesión,  tan de Jimmy Darmody,  de creer que solo sirven los que pelearon y sufrieron, decide que hará algo mas interesante con las armas.

El personaje de Sam Neill con sus obsesiones moralistas, su desconfianza (bien fundada) en la policía local y su fijación en una mujer que (ne imagino) deberá compartir con su enemigo recuerda a Nelson van Alden (Michael Shannon) de “Boardwalk”. Su discurso a la policía local también suena a los que el agente del FBI les endilgaba a sus hombres.

La serie se ve buenísima. Como “Boardwalk” , tiene un muy buen asesor histórico, no carece de ambiente de época. Se nota  el grado de pobreza de calles todavía empedradas, de una vida cotidiana publica provocada por la promiscuidad de la escases y estrechez de vivienda. Se ve un mundo lóbrego y oscuro como los canales donde vaga el bote del tío Charlie (Ned Dennehy), un Caronte cockney que transporta tanto mercancía robada  como cadáveres.

Como en “Boardwalk”   hay un intento de mostrar todas las comunidades de esa clase humilde (y criminal) birminghaniana. La serie comienza con un intercambio entre Tommy y una brujita china que supuestamente hechiza su caballo para que gane carreras. Luego vemos el lado italiano, con restaurantes pintorescos y bandas de gánsteres no tan pintorescos. Aun así, como en “Boardwalk”, el énfasis no es en luchas de poder sino en el desarrollo psicológico de los personajes. Hasta ahora, Tommy es el mas importante en ese aspecto.

La serie sufre del defecto del género gansteril de que las mujeres no sobresalen. Un diez a ” Boardwalk”  donde tal cosa no ocurrió. La Tía Pol se ve interesante, pero no hasta el punto de convertirse en una Jill Darmody. Ada Shelby (Sophie Rundle) es una alelada que se va meter en problemas y va a meter en ellos  a su amante, Freddie (Iddo Goldberg), el comunista local y ex compañero de armas de Tommy.

La que debería interesarme es Grace (Annabelle Wallis, la Reina Jane Seymour de” Los Tudors”), la agente infiltrada por Campbell que se hace pasar por inmigrante irlandesa y sirve en la taberna de los Shelby (The Garrison), pero  me parece muy sosa, muy lejos de las dimensiones míticas de Margaret Schroeder-Thompson de Boardwalk Empire”.

El segundo episodio ha sido muy movido y muy llamativo. Los Shelby se alejan de Birmingham para ir a una feria de caballos en una aldea rodante de tinkers (gitanos). Es agradable ver el cielo azul y el verde de la campiña. Tommy quiere adquirir un caballo, pero termina peleando con otra tribu de gitanos mafiosos,  los Lee.

Por fin vemos un despliegue del arte de pelear con una boina como arma, pero aunque Tommy acaba de dueño de un hermoso caballo blanco, se han echado encima un tremendo enemigo. La serie parece tener un lado esotérico, porque de nuevo se habla de brujería. Los Lee han usado un hechizo de magia romaní para enfermar al caballito. Tommy no tiene más remedio que matarlo.

Los Lee no son el único problema de Tommy. Aprovechando la ausencia de los Chicos Shelby, Campbell hace una redada de la población comunista de la barriada. Ada Shelby está como siempre montada en Freddie, pero ambos consiguen huir. Freddie debe dejar la ciudad. Campbell gana el primer round. Ha dado un duro golpe a los agitadores y a su familia. De paso  hace pedazos las tabernas locales, menos el Garrison de los Shelby. Hace correr la voz, que los Peaky Blinders trabajan con él, pero Tommy es más inteligente.

Hace que traigan todos los retratos del Rey Jorge y los quema ante los atónitos ojos de un periodista. Tommy le da su nombre y le explica que no es un  acto de rechazo o desprecio. Quieren evitar que su soberano sufra la vergüenza de ver como hombres que pelearon por él, sean ahora humillados y maltratados. Tommy ha descubierto el poder de los medios.

En Inglaterra ( hoy y entonces)  no se puede escribir nada de la Familia Real sin pasar por “la firma”. Esto significa que un airado Winston Churchill llama a Campbell y le da una zurra verbal. Que encuentre las armas y se deje de molestar y de paso que no abochorne a la Corona.

 La Tía Pol capta que a la sobrina le han crecido los pechos. Como Ada no quiere decir el nombre del padre del bebé, y se niega a abortar, Pol la acusa con Tommy. Escena fantástica en que Tommy confronta a su hermana que está viendo un filme en el teatro de la familia y le exige saber el nombre del padre. “Rudolph Valentino” responde Ada.   Error, aunque Valentino si aparece en pantalla, en 1919 era un actor terciario y trabajaba bajo diversos nombres como “Di Valentina”, “De Valentino”, o  “Valentine” No sería Rudolph Valentino sino hasta 1920.

Finalmente, la cansada Ada le grita a su hermano que el padre es Freddie “ fucking” Thorne.  “Tu compañero de escuela. El hombre que salvó tu vida en Francia. ¡Anda y mátalo!” Pol le cuenta a Tommy que Ada no quiere abortar y quiere comunicarse con Freddie, para ver si quiere casarse con ella. Tommy quema la carta a pesar de que Pol lo amenaza con un atizador. Le dice que Ada nunca será con feliz con Freddie, que siempre vivirá a salto de mata,  ambos  buscados por la policía.

 Pol sigue creyendo que Ada y Freddy merecen una oportunidad. Tommy, que es genial para decir cosas crueles, se sorprende que a quien le ha ido tan mal con los hombres todavía crea en el amor. Tommy, Darling, esas somos las más románticas. Pol  tiene una conversación profundísima, tristísima, y convincente con la sobrina. Le cuenta como a los dieciséis años abortó. Finalmente, Ada acepta que Freddy no va a volver y que debe ir a Gales con la tía a deshacerse del bebé.


Me quito el sombrero ante Helen, madre de hijos pelirrojos, que buena actriz salió, y eso que no he mencionado la joya de la corona: su encuentro con Campbell. Mientras, los gorilones protestantes del Inspector rompen los sofás de comunistas, parientes y simpatizantes, y los Shelby tienen su lucha campestre con los Lee, Tía Pol , de mantilla, prende velas en la iglesia. Entra Campbell como Pedro por su casa. La tía solicita que se quite el sombrero, el rufián, como respuesta, limpia su pipa en un asiento. Realmente revienta el pobre, y ya quedé clara que los católicos han sido los judíos de Inglaterra.

Campbell le pregunta a Pol si las velas son por sus sobrinos. Muy dama, ella dice que son por sus empleados, los que no volvieron del frente, y gentilmente le recuerda a Campbell que él no sirvió. La reacción del inspector es agredirla (también rompe el altar). Con gran presencia de ánimo, Pol hace lo que toda mujer debería (si no nos paralizara el miedo) en esas circunstancia: lo besa. Luego le dice al espantado Ulsterman, fingiendo sorpresa,  que como la agarró,  malinterpretó sus intenciones. Campbell se bate en retirada, pero exige hablar con “El Patrón” ósea con Tommy.

El Patrón va a esa entrevista en exclusivo salón de té. Me encantan esos contrastes de Steven Knight entre la miseria y oscuridad de los bajos fondos y de la luz (aumentada por los tapices crema y rosa que decoran las paredes) y opulencia de este salón reservado para dos. Me recuerda su trabajo en ”Eastern Promises”.

Campbell explica,  un poco cortado,  que ha escogido este sitio porque no es territorio de ninguno de los dos. Eso es evidente, Tommy parece tiburón en tope de montaña (símil de Jaime Lannister) y se rehúsa a tomar té. Campbell se siente incómodo con el florero con calas de centro de mesa y lo retira.

La carta del Inspector es una receta de vitaminas a nombre de Ada encontrada en el cuartucho de Freddie, pero le es inservible. Tommy,  flemático,  ofrece impedir que Freddie regrese a Birmingham, eso es parte de su trato. Quiere que Campbell lo deje seguir sus negocios, legales o ilegales, a cambio le dará las armas.

 Si el inspector intenta algo en contra de los Peaky o de Tommy, las armas tienen orden de dirigirse a Belfast a manos del ERI (Ejército Republicano Irlandés). El desesperado Campbell se niega a estrechar la mano del gánster, pero Tommy despectivo le dice que él tampoco tocaría un hombre que no  estuvo en servicio activo. ¡Ayyy no le van a dejar pasar esa nunca!

Esa noche, en medio de una representación de Tosca, Campbell solicita a Grace que averigüe donde están las armas. Que use las tretas necesarias para sonsacar a Tommy. Le entrega un revolver. Está avergonzado.  “Me siento como un padre que manda a su hija a un burdel” dice. Grace sigue fría e impávida, sigue sin convencerme. Entiendo que deba verse indiferente y profesional con Campbell que ahora noto,  muere por ella, pero siempre se ve tan apática. Y no es la actriz, que se vio cálida y espontanea en “Los Tudor” y en “Fleming”

Tommy ya sabe que Grace oculta algo. Tiene amigos en Dublín que jamás han oído de ella. Nota que la camarera habla como las chicas elegantes de Belfast, pero Tommy comete un error en su arrogancia. En vez de dejar que Grace le cuente su historia, y como tiene muy presente lo de su hermana, se inventa un cuento de que Grace es hija de familia, que se embarazó y rodó pendiente abajo. Hábilmente,  ella lo deja que se crea su propia invención. Acepta acompañarlo para “un trabajo” a las carreras.

En la estación de tren, Ada y Pol tienen un encuentro con Freddie Thorne. Tommy le escribió ordenándole que buscara a Ada y ambos abandonaran Birmingham. Freddie le pide matrimonio a la Nena Shelby. Ada y su tía se abrazan, pero en vez de huir a Cardiff, Freddie exige casarse en Birmingham y vivir en Birmingham. ¡Uy que porfiado! Y ahí nos quedamos hasta la próxima semana.

La Catedral del Mar

El jueves me ha tocado tragarme “La Catedral del Mar”. Tortura total. Me gusta contar la anécdota de como perdí las amistades con el bestseller de Ildefonso Falcones. Hojeándolo en el super me cayó el mamotreto en un pie y quedé coja todo un día. Fin de lectura, sobre todo que recorrer un par de diálogos ya me indicó que  hablaban como si estuvieran en “El Hormiguero”. ¡ Zape gato.! Esos modernismos los han trasladado a la adaptación de Diagonal, que , aunque también creó” Isabel” y  “Carlos, Rey Emperador”, no supo traerse un guionista para darle un poco de sabor de época.

Lo bueno: Es coherente, aunque huele a Los Pilares de la Tierra de Ken Follet. Hay cierta atmosfera de época, a pesar de los pobres parlamentos. Interesante ver el mundo de la incipiente clase media (artesanos) de la Barcelona medieval. La movilidad social que permite a Grau Puig (Ginés García Millán) llegar de alfarero a noble, a Joan (Pablo Derqui) de gamín callejero a inquisidor. También que la iglesia, por una vez no sea villana. Joan es un fanático, pero porque acarrea traumas desde la infancia. D’Emeric (Sergio Peris Mencheta),  aunque cruel es justo,  y el Padre Albert es un amor (un cliché dé la ficción medieval es que los franciscanos siempre son buenos).

Lo Malo: Aunque sabido es que el hoi polloi de entonces eran los conejillos de indias para que los poderosos ejercitaran su maldad y que Idelfonso Torres se limita a describir atropellos e injusticias que eran pan del cada día en el Siglo XIV, uno siente que ya hay un exceso. Quizás sea porque las injusticias nunca son vengadas, porque no hay un equilibrio. No culpo a la serie que solo sigue las pautas del libro. Está bien que muestren un caso de droit de seigneur muy  típico de la España de la época, ¿pero tienen que matizarlo con el esposo obligado también a violar a la mujer? Ya parecen nazis.

Luego está lo de hacer pedazos a Habiba (Julia Carnero). Si ya sé que a los esclavos se les sometía a todo tipo de crueldades, pero Grau Puig sabe que Habiba no es culpable, ¿por qué no darle un par de azotes y despedirla? ¿Necesita matarla a palos? Eso se entendería en  personalidades sádicas como las de Llorenç de Bellera (Alain Hernández) y su hijo Jaume (Iñaki Font), pero Grau no es sádico.

Y después que ya tuvimos violación en grupo en la primera entrega, ¿tenemos también que ver como secuestran y violan a la inocente Mar (Michelle Jenner) soio porque le hace ojitos al padrino?. Y aquí me llega una queja que hace rato que las feministas debieron hacerles a Falcones. ¿Por qué sus mujeres son tan malas? Es cierto que solo las ricas lo son y eso porque esta novela sigue un esquema maniqueo de ricos villanos y pobres angelicales.

Aun así, las mujeres como Isabel (Eva Rufo), Margarida (Ana Moliner) y Elionor (Silvia Abascal) son monstruos y no se entiende. A la Alionor se le mete en la cabeza que su marido no se acuesta con ella (no por fea y fétida) por culpa de su ahijada de la que está enamorado. Vamos haciendo que la violen. Margarida provoca la muerte de su hermanito, la tortura de su esclava y en vez de arrepentirse, le toma un odio inusitado al primo que la encubre.

Isabel es el caso más curioso. Entre personajes planos y flojos, esta es como contradictoria. Grau Puig se ha casado con ella para ser noble, y ella que no es ni joven ni bonita, tuvo que aceptar porque parece que no consiguió otro novio. La mujer en vez de cargar con el marido y los hijastros  se obsesiona con el protagonista que es un niño que le sirve de caballerizo.

 Cuando Arnau(Hugo Arbues) le falta el respeto (según ella) Isabel exige que le pida disculpas. El nene no quiere y a Isabel se le mete entre ceja y ceja que ha de hacerlo. Impide que lo despidan porque lo necesita cerca para que le pida disculpas. Da como risa que esta señora haga un propósito vital el esperar una disculpa. Cuando Arnau y su padre se marchan, pero hay una hambruna, lo único que se le ocurre a Isabel es que ahora el pequeño presentará sus excusas por un plato de comida. Parece la villana de “Marimar”.

No recomiendo un cuento tan lleno de clichés, personajes estereotipados y una historia que tiene sus patinadas. Pedro era Rey de Aragón, no de Cataluña; Hasdai Crescas murió en su cama, fue su hijo el que  fue quemado por la Inquisición, etc.

Los dejo aquí. Para la próxima voy a comentar las series “continentales” que vi. Parece que en Europa se están poniendo las pilas respecto a la televisión.

viernes, 24 de octubre de 2014

La caída del Imperio Thompson: Última temporada de Boardwalk Empire


Volver a ver "Boardwalk Empire" siempre significa encontrarse con viejos amigos, notar la ausencia de los caídos, y este año comenzar a sentir nostalgia porque ésta es su ultima temporada Aun así este inicio no se siente como un cierre y aunque visualmente es siempre espectacular, deja algo que desear. ¿Qué será?

La intempestiva decisión de HBO de acabar con esta saga de gánsteres en la Atlantic City de antaño obligó a Tim van Patten y a su equipo a saltarse toda una temporada y acelerar el final. Algo que queda mas que patente en este primer capitulo en que no se entiende por que Chalky está preso en una de esas infames chain gangs sureñas o Margaret sigue trabajando para la misma firma cuando la ultima vez la vimos iniciando una sociedad con Anold Rothstein.

La acción comienza en 1931 lo que obliga a sucesos importantes como la Caída de Wall Street y  del asesinato de Arnold Rothstein a convertirse en backstory, sucesos del pasado que se mencionan en diálogos. Chalky está preso en alguna zona rural. Margaret es despedida luego que su jefe se suicida. No sabemos nada de Eli, ni de Van Alden, ni de  Gillian. Lucky Luciano, ahora luciendo su famosa cicatriz, colabora en el asesinato de Joe Masseria, y acepta a Salvatore Maranzano como su nuevo jefe.

.Casi todo el episodio se enfocó en Nucky que está de visita en La Habana. No sabemos que ha estado haciendo todo este tiempo. Aunque sigue con una Sally ,más vieja y más gorda que regenta un burdel en Cuba. Nucky sabe que La Prohibición tiene sus días contados. Quiere volverse un honrado vendedor de licores y para eso necesita entrar en tratos con Bacardi. De eso se trata casi todo el capitulo. Entremedio se tropieza con un Meyer Lansky adulto, casado, padre de familia que miente como carretonero. Ya no tiene tratos con Luciano, está ahí con su mujer, una rucia oxigenada que a la legua se nota es mujer de todos,  y paa colmo, después  se descubre es cubana y no habla inglés.


Al final del capitulo,  por fin un poco de acción. Un hombre intenta matar a Nucky en plena vía pública. Es rescatado por un enigmático individuo que mata al aprendiz de asesino y le corta una oreja. Este tedioso capítulo, del cual solo tuvo de  rescatable la ceremonia en que Maranzano apadrina a Lucky, un ritual que lp convierte en un “made man”, mas encima tuvo el grave defecto de estar salpicado de flashbacks, habito que continua en el segundo episodio.




Es totalmente innecesario que a estas alturas nos cuenten la infancia de los Hermanos Thompson. Ya sabíamos que tenían un padre golpeador y abusivo, que perdieron una hermana menor, y que Nucky siempre protegió a Eli. ¿Necesitábamos saber que El Comodoro era un viejo miserable que trampea a un niñito y es casi obligado a ofrecer pagar por el funeral de la pequeña Susan Thompson? El hombre que viola a una niñita de 13 años y anda cazando osos, no puede ser bueno ni antes de su muerte, ni en 1880. Esos raccontos que espero acaben pronto no aportan nada a la trama.


Por suerte en el segundo capitulo nos trasladamos a Chicago. Han pasado cuatro años, Van Alden alias Mueller y el menor de los Thompson (al que llaman Atlantic City) trabajan para un Al Capone cuyos negocios están siendo investigados por agentes federales. Después de un raid en el que pierden el dinero que debían entregar al jefe, Eli y Mueller se ven obligados a asaltar a otro empleado de Capone para poder cumplir con su cuota.

Eli, también más gordo, se ha echado al abandono. La ausencia de su familia lo tiene hundido en el alcohol, su apariencia descuidada delata su estado de animo “¡Apestas a orina!” le reprocha Mueller quien deduce que su socio está destrozado por estar lejos de los que ama. Sus palabras de consuelo son: “He descubierto que es más fácil odiar que amar”. Un vistazo a la familia Mueller y entendemos de donde sale esa frase. Inga no ha aprendido mucho inglés, pero aprendió a fumar, a mostrar las piernas y a responderle al marido.


En este episodio también descubrimos que pasó con Gillian Darmody. Ahora encerrada en un manicomio, la pelirroja se las arregla para hacer buenas migas con su guardiana lo que le atrae algunos privilegios. Curiosa escena en la que parece que la guardia está exigiendo favores sexuales de la paciente, pero acaba en que Gillian le está regalando prendas de su guardarropa y asesorándola en apariencia personal.

Casi tan ambigua fue la postulación de Will Thompson (el hijo de Eli) a un puesto en un bufete de abogados. Will hace una entrevista brillante pero es descalificado al descubrirse su parentesco con Nucky. Will se gana el puesto con una diatriba sobre su amor por la justicia y su deseo de servirla. Le recuerda a su futuro emperador que un hombre no puede ser culpado por lo que hacen sus parientes. Desde que el mundo del crimen le arrebató al padre, el joven abogado asegura desear destruir a los delincuentes.

Sin embargo, en la próxima escena vemos a Will cenando con el tío Nucky y contándole sobre su nuevo empleo. Cuando Nucky le pregunta si el patrón sabe que son parientes, su sobrino le miente, y agrega que no tiene vergüenza de ser un Thompson de Atlantic City  ¿A qué estás jugando Willi? 

No sé como, (así de convulso fue e prime episodio)Nucky ha atado cabos y vincula a Meyer Lansky con su atentado. Regresa a Nueva York y contacta al ahora retirado Johnny Torrio. El ex capo le ofrece una copita de anís y un consejo, que se retire como hizo él y  salve su vida. Nucky no tiene intenciones de jubilar. A Torrio solo le queda una manera de ayudarlo. Preparar una entrevista entre Thompson y Maranzano.


La entrevista es otro ejemplo de ambigüedad e hipocresía. Lucky está presente y jura no saber nada de Meyer, Maranzano condescendiente le dice a Nucky que no le tenga miedo. Este se sorprende al ver a Toninno trabajando para el nuevo capo. ¿Lo recuerdan? El que mató a Gyp Rosetti.

Pasamos a un burdel donde en una elegante saliat, : Lucky conferencia con Meyer (siguen tan hermanos como siempre) y con un Benny de pantalón lago al que ya podemos identificar como Bugsy Siegel. Están esperando a Tonino. Es una escena deliciosa que evidencia que este trió ya es La Santísima Trinidad del Crimen Organizado. Lucky habrá besado la mano de Maranzano, pero su lealtad está del lado de sus amigos de la infancia.


Michael Zegen (ex Randall de "The Walking Dead") está perfecto como Bugsy en una combinación de demencia y humor payasescs, particularmente cuando interpela en yiddish a Meyer y le reprocha haber contactado a Nucky en Cuba. Anatol Yusef sigue siendo un Lansky pausado, sensato y más maduro. En su rol de Lucky, Vincent Piazza  adopta un aire enigmático y sombrío que lo hace verse más viejo. Es un Luciano adulto que ya sabe lo que quiere y le incomoda que otros no estén a la altura de su nueva madurez. “¿Acaso tienes 14 años?” Le grita a Tonino al saber que el motivo del retraso del sicario es que estaba en la cama con una prostituta).

Después de hablar con sus jefes Tonino va a almorzar con Nucky. Se lamenta con él, ya no sabe en quien confiar. Le pide empleo. Nucky acepta, pero como todos en este cuento, antepone sus intereses a cualquier gesto sincero. Nucky no ha regresado solo de la Habana. Se ha traído al hombre que lo salvó. Tal vez alguien se ha quejado de que no hay latinos en este crisol de rasas criminales y ahora Thompson tiene un guardaespaldas un cubano mulato que casi no habla ingles pero es un experto asesino. Asi lo descubre La Santa Trinidad gansteril cuando les dejan en la puerta de su burdel el cadáver de Tonino sin orejas.

Alguien ha dicho que "Boardwalk Empire" debería llamarse "The Walking Dead" porque todos están marcados para morir. Bueno, todos menos Luciano, Lansky y Siegel. A Bugsy le queda más de una década de vida, y sus compinches murieron en sus camas, al igual que el verdadero Nucky Thompson. En USA, la serie  ya está a las puertas del final y tres personajes importantes mordieron el polvo. Yo solo espero que Eli sobreviva, tal vez porque es el único personaje que todavía tiene sentimientos humanos en este cuento.


El tercer episodio ha demostrado ser un avance. Por primera vez, los flashbacks adquieren sentido y es interesante ver como el pequeño Nucky conoció a Mabel, la que iba a ver su esposa. Curioso que a través de los años siga siendo importante para él, puesto que en el presente, cuando ve una sombra femenina en la oscuridad, la llama “Mabel”. Curioso también que la sombra sea Margaret que ha venido a pedir ayuda de su marido. Un reencuentro que presagia algo mejor que los problemas de los gánsteres con el D. Narcisse, o la lenta reintegración del fugitivo Chalky White a la sociedad, o la posibilidad de que Nucky entre en negocios con Joseph Kennedy y se vuelva un hombre de bien.