martes, 2 de septiembre de 2025

Nuestra Nena en La Habana: Cuba Libre.

 



Me sorprendió que me gustó. Esperaba de esta serie portuguesa una apología del castrismo insertada en un relato basado en hechos reales. En cambio me ofreció una fábula moral sobre esas niñas bien que quieren meterse en revoluciones.

La Hija Rebelde

Ana María Da Silva Pais mejor conocida como “Annie” ha pasado a la historia como la traductora de Fidel Castro, como una burguesita portuguesa que lo abandonó todo para unirse a la Revolución Cubana donde tuvo tratos con altos funcionarios del régimen, y amores incluyendo el propio Che Guevara. Lo extraordinario es que Annie provenía de una importante familia lisboeta, muy cercana al Estado Novo.

Su padre, el mayor  Da Silva Pais había sido nombrado por Oliveira Salazar director de la PVDE para reprimir a los disidentes portugueses. La ironía es que su hija no solo colaboró con el gobierno cubano sino también con el gobierno de izquierdas que, tras la Revolución de los Claveles, reemplazó a Oliveira Salazar. Tanta sorpresa provocaba el comportamiento de Annie que dos autores (Jose Pedro Castanheira y Valdemar Cruz) investigaron su vida y publicaron sus hallazgos en La Filha Rebelde, que es la base para esta miniserie.



La serie está contada en varios tiempos, y en dos países: Portugal y Cuba. Son tres perspectivas diferente, el narrador omnipresente acompaña principalmente a Annie en todas sus aventuras. Aunque la conocemos en 1957, ganando el concurso de Miss Piscina, tenemos saltos de tiempo a su infancia. La segunda perspectiva es la de Nita, madre de la protagonista que en 1991 recibe una llamada de su hija desde La Habana suplicándole que vaya a verla. La anciana Nita se encarama en un avión y ahí revisa un viejo álbum familiar, lo que la hace recordar la vida de su hija.

La tercera perspectiva, incluso con voz narradora, es la más trágica. Corresponde a Raymond Quendoz, el diplomático francés que se casó con Ana María (él le puso “Annie”)  en 1960. La serie inicia en 1965 en el puerto de La Habana, cuando Quendoz, encargado de la Legación Suiza de decodificar mensajes, espera a su esposa que viene de México.

Quendoz lleva en la mano un bouquet de rosas para celebrar su quinto aniversario de bodas. Se le acerca un individuo vestido con el uniforme del ejercito castrista. Es el comandante Vallejo, médico personal de Fidel Castro. Cuando se entera de la razón por la cual el diplomático está en el aeropuerto dice, un poco deslenguadamente, que la mitad de los habaneros quisieran estar en el lugar de Quendoz. Ni tanto. Al final de ese primer episodio vemos que Annie ha dejado plantado a su marido, no está en el avión y nadie sabe dónde se encuentra.



De ahí saltamos al presente y al pasado.  Para los efectos de esta reseña, voy a ordenar las escenas de manera cronológica, iniciando con la coronación de Annie como Miss Piscina en 1957 cuando tenía 22 años. Ya en su discurso, la reina de belleza demuestra rebeldía. Con mucho retintín ,recalca que solo quiere casarse, tener hijos y cocinarle al marido. Vemos enojo en la cara de su madre ya que sabe que Annie quiere exactamente lo contrario.



En el auto, Annie dice despreciar esos concursos y haber entrado obligada por su madre que se empeña en convertirla en una damita tradicional. Esa es Annie, una chica de familia que se rebela ante los convencionalismos de su clase y de su religión.

Hay también flashbacks (la serie es una elipsis total) a Annie niña y uno en particular pretende explicar su rebeldía. Antes de una apendectomía, Annie suplica a su madre que la acompañe al quirófano y sostenga su manito. Por razones inexplicables, Nita se niega. También vemos que el mayor Silva Pais adora a su hija y es muy cariñoso con ella, algo sorprendente en un militar recio que en algún momento, estará a cargo de la PVDE, el aparato represor del Estado Novo.



¿Sufría Annie del Complejo de Electra?

Lo cierto es que la rebelde Annie es mimadisima por el padre. La serie también parece insinuar que Nita siente celos de su hija. Sin embargo, cuando la moribunda Annie   llama a su madre, suplicándole que venga La Habana a verla, la anciana no duda en partir a un país comunista.



Sin haber leído el libro, pero por lo que la serie muestra, he llegado a deducir que Annie sufría de Complejo de Electra. De ahí su pasión por hombres maduros; su necesidad de ser diferente a su madre y de rebelarse ante lo que Nita representa. Increíblemente esa rebeldía y resentimiento la empujaron hacia un país y una ideología que nunca llegó a entender.

Ayuda a hacer de Annie un personaje incomprensible el que no sea querible. Es egoísta, irresponsable y superficial. Es también un personaje muy contradictorio. Será rebelde, pero también es consumista y todo lo adquiere con dinero del padre y más tarde del marido. Grita a los cuatro vientos que es libre y nadie puede controlarla, pero no intenta vivir sola ni estudiar ni tiene metas.



Su rebeldía consiste en trabajar en una librería que publica libros franceses. Eso permite a Annie intercambiar ideas con un grupo de jóvenes intelectuales sobre política y filosofía existencialista. De ahí saca ideas utópicas sobre la libertad y los derechos de la mujer. Sin embargo no es Simone de Beauvoir el ídolo de la ex reina de belleza sino Brigitte Bardot.

Es una amiga del grupo de intelectuales la que presenta a Annie con Raymond Quendoz, recién agregado a la embajada suiza en Lisboa. Tres meses más tarde, Annie y su diplomático se casan. La familia de Annie está contenta, cree que la chica sentará cabeza ya que Raymond es un hombre respetable, de buen pasar económico y mayor que su esposa.



Raymond espera lo mismo, pero pronto descubre que se ha casado con una mujer a la que no puede controlar,  que se escapa a París sola y que vuelve cargada de compras incluyendo un bikini. Annie también se desilusiona de su marido que es un burgués que le niega su libertad.



En Cuba le dirá a una amiga de la pareja que Raymond no la ve como persona y la amiga, por leal que sea, le tiene que decir que el esposo de Annie la adora, todos lo ven y notan. Tal vez fuese el modo de Annie de  excusar el daño emocional que le hizo a Quendoz y como arruinó su carrera.

Annie se Enamora de La Revolución

Ingenuamente, la pareja cree que el traslado a Cuba será un nuevo comienzo, un dejar atrás sus desavenencias.  Al menos allá Raymond tiene mucho trabajo puesto que la embajada suiza ahora representa a los americanos y sus intereses en la isla. En cuanto a la alocada Annie, todo le parece maravilloso en La Habana y cree que es resultado de la Revolución Castrista.



Se vale explicar un poco como eran las cosas en los primeros años del gobierno de Fidel Castro. El gobierno de Fulgencio Batista era tan corrupto y represor que mucha gente que no era de izquierda (incluso el clero) apoyó la revolución. Una vez que Fidel tomase el poder, se quedaron esperando que llamase a elecciones y que Cuba fuese por fin una democracia. Fidel anduvo tonteando varios años postergando el regreso a esa democracia con un eslogan que rezaba “revolución antes que elección”.

Hubo una fuga inmediata de capitales, sobre todo por parte de todo los que veían que el plan de nacionalizar empresas era prioridad en el gobierno. Sin embargo, el pueblo llano veía las reformas que lo beneficiaban y no las primeras arbitrariedades que llevarían a la disidencia a antiguos colaboradores de Fidel como el comandante Huber Matus.



Tampoco les importaba que mil partidarios de Batista hubiesen sido ejecutados, algunos tras juicios fraudulentos, o que se estuviesen creando campos de trabajo forzados donde se educaba a enemigos del pueblo en el mejor estilo de la China maoísta. Al fin y al cabo, El Che Guevara era un discípulo de Mao y de ahí vino su desavenencia con Fidel cuando este, ya para 1965, se alineó con el marxismo soviético.

La llegada de Los Quendoz a Cuba coincide con la Crisis de los Misiles de Octubre. Annie, superficial como siempre, no comprende lo grave de la situación, se incomoda ante las ordenes de permanecer en la embajada y arrastra al marido al Malecón para que vea como el pueblo cubano baila su crisis. Le grita a Raymond que él no puede dominarla, que ella es libre como los bailarines que celebran con alegría sus momentos difíciles.



Raymond intenta explicarle que el espíritu alegre de los cubanos (esto se puede aplicar a todo el Caribe) es una manera de evadirse a la realidad presente. Annie hace pucheros quizás porque en el fondo ella también busca evadirse de su realidad abrazando esta “Revolución con pachanga” como se la describirá El Che Guevara. Superada la crisis de los misiles, Madame Quendoz busca ocupación en el día traduciendo poetas cubanos al francés y las noches en fiestas diplomáticas de donde se hace de un grupo de amigas.



Annie se Enamora del Che

La vida de Annie es divertirse, jugar a ser profunda, y consumir todo lo que puede comprar. Sus amigas la contactan con Nelly López, la mejor modista de La Habana, quien le hace el “infame” vestido rojo que Madame Quendoz lleva puesto la noche en que conoce a Ernesto “Che” Guevara.



Es una escena penosa la de ese encuentro con el de la boina. Annie, cercana a los treinta años, actúa como Fan Girl adolescente con risitas y rubores. De ahí sigue un periodo de ensoñación y encandilamiento que demuestra la inmadurez emocional de nuestra protagonista. Es un hecho documentado que se le pasaba abrazada al vestido rojo y que incluso lo ponía al pie del lecho matrimonial.



Raymond no aguanta más y enfrenta  a su mujer. Define la pasión por el Che como la obsesión que ha tenido Annie toda su vida por uniformados (nuevamente se implica el Complejo de Electra de Annie que ve la figura de su padre, el mayor Silva Pais en los hombres que admira y desea).

Raymond grita que tal vez su mujer lo trataría mejor si él se pusiese un uniforme a la hora de hacer el amor. Annie lo abofetea, él le devuelve el golpe, ya ese matrimonio va resquebrajado. Sin embargo, hay algo de cierto en las palabras de Raymond. Mas allá del padre, a Annie le fascinan los uniformes militares. En un flashback, la vemos de niña, preguntándole al padre si algún día ella podrá tener un uniforme propio.

Ligada a la Revolución, Annie será feliz de cambiar su guardarropa parisino por el traje de campaña de las cubanas que trabajan para el gobierno castrista. En cuanto a hombres de uniforme. Serie y libro se esmeran por separar mitos de verdad, pero hay rumores que sin poder ser corroborados tampoco pueden ser descartados. ¿Fue Ana María amante del Che Guevara?



Cruz y Vasconcelos fueron a Cuba a investigar y encontraron recuentos contradictorios. Hubo quien dijo que solo fue un romance platónico. El Che era casado y tenía otras mujeres, pero hubo compañeras de Annie que juraban que el guerrillero y la portuguesa habían vivido juntos, algo totalmente falso, pero que es parte del mito.

En la serie la relación es ambigua. Hay una escena incomprensible. Una noche en que Annie, su marido y algunos amigos han ido al cine, El Che aborda de improviso a la portuguesa en la calle, y sin importarle la presencia de Raymond, le susurra algo al oído. Aun así, para cuando Annie abandona a su esposo, El Che se ha ido de Cuba, molesto con el alineamiento de Fidel con los soviéticos.



Cuando llega la noticia de su muerte en Bolivia en 1967, Annie desolada llama a su madre, confiesa haber amado al guerrillero, aunque nunca pasó nada entre ellos. Yo creo en el diario de Nita donde hace una crónica de los amantes de su hija, el comandante Vallejos, el ministro Jose Luis Abrantes, pero no menciona al Che en esa categoría.



 En el libro se habla de que en sus últimos años, Annie tuvo un amante francés con el que tampoco pudo formalizar. Annie era coqueta y pasional, tal vez le gustaba el sexo, pero su inmadurez emocional le impidió tener una relación duradera. El único romance al que fue fiel fue el que tuvo con la Revolución Castrista y ahí está mi problema con la serie.

Muchos han criticado a Cuba Libre por su blanquimiento del mayor Silva Pais y la dictadura de Oliveira Salazar. Ciertamente no se parece al retrato crudo y realista de ese gobierno que nos presentara Vidago Palace y Gloria. Apenas se toca el tema del secuestro y asesinato del general Humberto Delgado, el mayor oponente a la dictadura. Es casi una anécdota que interrumpe las aventuras de Annie y convierte al asesinato en un accidente en el cual el padre de la protagonista no tuvo culpa alguna.

La Revolución de los Claveles que siguió a la dictadura de Salazar, a pesar de su poético nombre, estuvo acompañada de represión en la cual justicia y venganza se entremezclaron. En la serie vemos a Nica y a su marido huyendo de una turba que asaltó su casa. Los vemos encarcelados y vemos  los intentos de Annie de liberar al padre. Sin embargo, Annie ha viajado a Portugal como representante de Cuba  para apoyar un gobierno de izquierda, no para respaldar a su adorado padre.



¿Revolución con Pachanga?

Tal como no sabemos por qué el aparato represor de Silva Pais era nefasto, tampoco sabemos cuan malo es lo que lo siguió. Y la que menos sabe es Annie porque la serie insiste en hacernos creer que sirvió regímenes brutales solo por rebeldía, por enamoramiento con hombres de ese régimen y por…boba. No hay otra explicación.

Aunque parezca increíble, por otras fuentes he llegado a esa conclusión. Tal como ha errado en mostrar la verdad tras el Estado Novo, la serie es muy discreta en lo que respecta a la Cuba de entonces y en la que vivió Annie. Hasta el último minuto vemos a Annie moverse en círculos privilegiados, con buena ropa y amigos poderosos.



 Nita se horroriza al ver el pequeño departamento (y eso que no mostraron el piso de tierra) que el gobierno le brinda a su hija. La gente que los autores entrevistaron en Cuba recordaba a una Annie que, aunque vivía frugalmente, siempre se preocupó de verse elegante y guapa. Para eso tenía acceso a cremas y productos de belleza que su madre le enviaba desde Europa y que no existían en Cuba.



Cuba Libre es una serie interesante aunque nunca llegamos a conocer a Annie. Su interprete Beatriz Godinho es guapa pero no se parece mucho a la real. Mas parece una Kate del Castillo jovencita. El pobre Pierre Kiwitt sigue en esos roles (que alterna con nazis perversos) de hombre sufrido y traicionado por el amor. Es como una evolución de su rol en Dime quien soy.



Una sorpresa ha sido descubrir, debajo de esas barbotas y un desperado intento de sonar cubano, a Vittorio D’ Alessandro que actúa un poco mejor que en El secreto bien guardado. Quien está estupenda es Margarida Marinho muy diferente a la alocada y parlanchina brasilera de Vidago Palace.




La serie fue filmada en La Habana y en la vieja Lisboa. Captura y contrapone imágenes de ambas ciudades como reflejo de sus sociedades. Obvio que la atmosfera cubana es vibrante y llena de sonidos como el vestido rojo de Annie. Lamentablemente tampoco llega a mostrarnos lo que esconde debajo.

La ropa es bonita y evoluciona con el paso del tiempo, aunque de nuevo tenemos una protagonista con minifaldas antes que se inventaran. La música también juega un rol en la serie, comenzando por el tema principal “Como fue” de Eduardo Duarte Brito.



Contenido Violento y Gory: Nada. La idea es que tanto en el Estado Novo como en el castrismo, la violencia era clandestina. No vemos ni el secuestro ni la muerte de Humberto Delgado. ¿Lo más violento? Un intercambio de cachetadas entre Raymond y su mujer.

Contenido Sexual y Desnudos: La serie (y la vida real no la desmiente) describe a Annie como una mujer carnal con muchos amantes, pero no hay escenas indecorosas. En un momento vemos a Annie desnuda con su marido, peo la cámara le puso filtros para opacar la imagen.



Factor Feminista: A pesar de su cacareo de “soy una mujer libre”, Ana María Da Silva Pais nunca llega a ser un icono del feminismo como otras revolucionarias. Su libertad consistió en follar diferentes hombres poderosos que la protegían y servir a regímenes dictatoriales.

Factor Diversidad: En Cuba, Annie alterna con gente de todos los colores, blancos, negros y mixtos. El tema homosexualidad y castrismo es conocido, pero mal cubierto en la serie. Cuando Gigi , el peluquero gay de Annie, intenta explicar todo lo que el Che ha hecho en contra de la comunidad LGTB, ella se niega a escucharlo. Años más tarde, Gigi decide salir de la isla en el Mariel. Lo único que se le ocurre a Annie es casarse con él y formar un “matrimonio lavanda” que el peluquero rechaza.