Fue un placer
encontrar en Netflix, este agosto, el
drama germano-canadiense “Shadowplay” o “The Defeated” como se le ha llamado en
los Estados Unidos. Se trata de una especie de Noir que tiene lugar en un territorio
fascinante, pero desaprovechado: el Berlín de la postguerra. Una lástima que no
se le ha hecho más propaganda. A pesar de eso tiene un sólido rating de 7.0 en IMDB.
Su problema es el mismo que en el pasado he señalado en otras series alemanas ,
agreguémosle un héroe anacrónico…Más allá de esas fallas, es muy recomendable.
Un “Rubble
Film” Hecho Serie
Shadowplay significa “sombras chinescas” y es también
el título de una pieza inédita de Bach cuya partitura es entregada por una de
las víctimas de Moritz McLaughlin (Logan
Marshall-Green) como soborno para que este deje de torturarlo. Me parece un título
más llamativo que “Los Derrotados” ’que además de soso, conlleva esa creencia de que el único pecado
de los alemanes fue haber sido vencidos.
A primera vista,
“Shadowplay” parece una imitación de “Close to the Enemy” la enigmática, por
darle un nombre educado, miniserie de Stephen Poliakoff. Taylor Kitsch es un detective
de Brooklyn que ha venido a Berlín con una misión, establecer el orden. Para
eso tiene que crear un escuadrón de policia, derrotar a un archiriminal y encontrar a su hermano mayor que, tras sufrir un colapso nervioso, ha desertado del ejército.
Recordarán los infortunados
que vieron “Close to the Enemy” que se trataba de un oficial británico (Jim
Sturgess de Los Tudors) que debía convencer a un científico alemán (August Diehl de Bauhaus) ) de pasarse al lado de los Aliados, y de paso, encontrar a su hermanito (Freddie Highmore de
The Good Doctor) que había perdido la chaveta a causa de atrocidades vistas en
el campo de batalla.
Ahí para todo
parecido, “Shadowplay” pertenece al
ciclo de filmes del Berlín de la postguerra, “Rubble Films” (Cine de Ruinas) como “Los asesinos están entre nosotros” y
“Alemania, Año Cero” de Rosellini, sin olvidar la joya de Carol Reed, “El Tercer Hombre”(a pesar de que esta tenga
lugar en Viena). Tenemos la misma cantidad de personajes oscuros, de gente desplazada
(DP los llamaban las autoridades Aliadas) , de policía que no puede contra criminales
que quieren vengar u ocultar su pasado. Mas o menos lo que Joseph Kanon
empaquetó en las páginas de su The Good German y que Steve Soderbergh
trajo a la pantalla con ofensivos cambios.
Vemos una ciudad despedazada
donde niños psicópatas juegan con bombas sin estallar y asaltan a los
transeúntes, donde las mujeres o se prostituyen o son violadas, y donde el que no roba, mata. Es ahí donde Max
McLoughlin (Kitsch) se encontrará con el
desafío de crear un departamento de policía.
Para eso tendrá la ayuda de Elsie Garten (Nina Hoss) , una ex catedrática
de semánticas que ahora dirige una comisaría instalada en un viejo banco, sin más
armas que patas de silla que operan como garrotes, con el teléfono más cercano
en la compañía de bomberos a una cuadra de distancia y con un abigarrado equipo
formado por ancianos, amas de casa y un adolescente judío llamado Gad (Maximilian
Ehrenreich) que es el único sobreviviente de su familia.
Max no haya mucha
ayuda en Tom Franklin (Michael C. “Dexter” Hall), un diplomático estadounidense
que parece saber mucho, pero comparte poco . Franklin tiene una esposa inglesa llamada
Claire (Tuppence Middleton) que es una
especie de barracuda alcohólica que ataca al policía hasta en el ascensor. Max
no anda en busca de romances, tiene tres
poderosos contrincantes a los que debe vencer.
Los Tres Desafíos
de Max McLaughlin
El primero es el hampón
Hermann Gladow (Sebastian Koch) , un médico que ha creado un imperio gansteril
gracias a sus abortos clandestinos a mujeres violadas (la especie más abundante
en esa ciudad en 1946) para luego obligarlas a convertirse en prostitutas y
asesinas. El asesinato de dos soldados estadounidenses pone a Max en la ruta
del Engelmacher, el “fabricante de ángeles”, apodo de Gladlow, pero no
es el peor enemigo del policía.
Al menos
Engelmacher es alguien a quien Max y su equipo pueden perseguir abiertamente y
recibir ayuda de las autoridades para atraparlo. Pero Max no sabe que la fiera más
peligrosa suelta en Berlín es Izosimov (Alexander G’Vera) , el comandante del
sector soviético que opera silenciosamente, incluso utilizando al equipo de Max,
para cumplir sus propósitos.
Ha habido quejas
por parte de la teleaudiencia de que los rusos son descritos como bestias y
villanos totales. Para quienes, como yo,
hayamos visto un par de series alemanas
ambientadas en esa época, ya nos es común ver estos retratos ultra negativos de
las tropas soviéticas, tal como las series rusas pintan a todo soldado alemán
como nazi fanático dotado de garras y colmillos.
Mi problema no es
con la brutalidad y maldad de Izosimov, sino con sus motivos que no nos son explicados.
¿Acaso las últimas palabras de Heinlein , el comandante de la policía
berlinesa, antes de ser ultimado por el ruso, de que no quieren ‘gente buena”
en Berlín sea cierto? Izosimov tortura a
Gad y chantajea a Elsie, los únicos
personajes realmente buenos de la serie.
Mas complejo es
el tercer enemigo, el Sargento Moritz McLaughlin. Aparentemente, el hermano
mayor de Max es un esquizofrénico diagnosticado y la duda es como el ejército
no lo notó al reclutarlo. El General Wright le dice a Max que su gran
remordimiento es haber enviado a alguien con los problemas psiquiátricos de Moritz
al campo de batalla.
Bajo las órdenes
del General Wright, Moritz es uno de los primeros soldados estadounidenses en
entrar en Dachau. Lo que ve ahí es lo que los psiquiatras han advertido será el
detonador necesario para liberar la violencia que lleva adentro. Tras ejecutar
sin juicio a los guardias del campo (un episodio real, solo que no fue llevado a cabo por un solo
soldado) el Sargento McLaughlin deserta.
El ejército no se
molesta en buscarlo. Moritz, suelto en
una ciudad sin ley, se dedica a rastrear
a ex nazis para torturarlos antes de matarlos. Cuando se entera de que su
hermano está en Berlín ,Moritz lo pone a cargo de deshacerse de los cadáveres.
Este es el tercer criminal del que Max debe encargarse, pero el policía acaba
convirtiéndose en cómplice.
Paralela a la
historia de Max es la de Karin (Mala Emden de Charite at War) . una paciente del Engelmacher que consigue un
bono, la posibilidad de matar a palos a sus violadores. Solo que Elsie la
descubre. Karin tiene un solo camino, seguir trabajando para su benefactor, ahora
como sicaria.
Karin no es un
personaje que me inspire lástima. Tal vez porque sepamos poco de ella antes de
su ataque. ¿Como fue su vida durante el nazismo? ¿Fue participante activa o
pasiva? Hay una impresión , como con Moritz, que se trata de una psicópata
sanguinaria que ha encontrado una salida a su violencia.
Un Polizonte
Malhablado y Anacrónico
Han habido quejas
de que los estadounidenses son retratados como héroes, no es algo que yo perciba.
Nos describen a los americanos como violadores, sádicos, esposos golpeadores y traficantes de
obras de arte. Vale recordar que la serie no es un producto de USA. Se trata de una coproducción
germano-canadiense e incluso el personaje de Max tiene poco de heroico.
Para mí es lo
peor de la serie y, no es como se quejan
los espectadores, porque Taylor sea mal
actor o que su acento de Brooklyn sea tan falso como las buenas intenciones del
Engelmacher. Es que es totalmente anacrónico.
Su modus operandi, su look desaliñado y ese idioma de hip hopero del Siglo 21… Nadie
más usa tantas palabrotas como él, en la serie y por mal hablado que fuese un rudo
polizonte no soltaría tantos ternos delante de las damas. No en esa época.
Aparte de lo increíble
del personaje, también es inconcebible
que para adiestrar a la policía berlinesa se trajese un detective de poca
monta, sin conocimientos de historia contemporánea, que no ha servido en el ejército,
que no sabe tratar a sus superiores y que ni siquiera habla el idioma del país.
Hay intentos de
imitar a “Babylon Berlín” con este inspector novato que llega a una urbe cuya
dinámica desconoce. El l Engelmacher recuerda a otro médico metido a criminal,
el Dr. Schmidt. Solo que él sí tenía motivos para huir del mundo normal y
vengarse. También la escena en que Izosimov tortura a Gad recuerda una escena
similar de los soviéticos torturando a un trotskista en “Babylon Berlin”. Pero existen
dos diferencias. La violencia en BB nunca es gratuita y el Berlín de Gereon
Rath y los sucesos históricos que experimenta el policía de Colonia o de los
cuales es testigos, son fidedignos. No así en ‘The Defeated” que alterna
innecesarias escenas de gran lentitud con el gore de las proezas de Moritz y
Karin en el ejercicio de su ira contenida.
Hora es de hablar
de la historicidad del argumento. Como les ocurrirá a ustedes, hay mucho que no
sé del periodo de postguerra . Debido a lo cual estoy creando un espacio en mi
biblioteca para ese tema. Gracias a eso—y también al sentido común— veo cientos
de disparates que entorpecen el seguimiento del libreto. Paso entonces a darles
un curso acelerado de la Alemania de 1946.
Policía Alemana:
Antes y Después del Tercer Reich
En 1936, la
policía alemana desapareció. Pasó a formar parte del aparato del Reich bajo el
comando de Heinrich Himmler. Toda la Ordnungspolizei o policía
uniformada, que incluía gendarmes,
bomberos, guardacostas y defensa civil, se volvió parte de la SS, lo que conllevó
que sus miembros fuesen activos participantes en el programa de genocidio.
En el verano del
’46, los policías germanos o estaban siendo sometidos a juicio o pasando por un
proceso de desnazificación. Todos eran personas non grata par la administración
aliada. Nadie quería miembros de esas organizaciones en cargos públicos.
Acabada la
guerra, Alemania fue dividida en cuatro sectores. Cada uno bajo la jurisdicción
de la autoridad militar de un poder aliado. A su vez, la capital , Berlín, que estaba en territorio
soviético, fue repartida entre
estadounidenses, franceses , británicos y soviéticos. Toda actividad criminal
era investigada por la policía militar. A los delincuentes se les juzgaba en
tribunales militares y se les encarcelaba en prisiones militares.
La ironía es que
el sector ruso, que en la serie se ve tan reprimido, fue donde se creó en 1946
una policía alemana. La Volkpolizei (policía del pueblo) compuesta por
alemanes veteranos de las Brigadas Internacionales y soldados comunistas de la
Wehrmacht. La intención soviética era crear una Alemania marxista, simpatizante
de los ideales estalinistas. Para eso
había que rehabilitar a nazis tibios y promocionar la actividad de alemanes
comunistas. Esa fue la diferencia entre la ocupación soviética y la de los
aliados angloparlantes.
Aun así, en las
otras zonas de Berlín, el auge del crimen obligaba a veces a buscar apoyo en
personal autóctono. Este no debía estar vinculado con ninguna organización del Tercer
Reich y debía seguir un programa de adiestramiento proporcionado por la misma
policía militar del ejército de ocupación.
Aquí vemos un video de este personal auxiliar siendo entrenado por policías
militares británicos en la zona de Hamburgo.
“The Defeated” no
miente cuando señala que los mayores crímenes de la época eran asesinatos y
violaciones, seguidos por robo, trata de blancas y contrabando/mercado negro.
Con esos prejuicios de almaceneros de los anglos se partió de la base que todo
el contrabando y mercado negro estaba en manos de los sobrevivientes de campos
de exterminio que ahora estaban hacinados en los mismos espacios donde los habían
encerrado los nazis. Aunque si existía,
por necesidad, contrabando dentro de esos espacios, los grandes señores del
matute trabajaban en libertad y en zonas urbanas.
Los Aliados
angloparlantes comenzaron a reclutar alemanes para que los ayudaran en la
investigación del mercado negro. Obvio que era más fácil lanzarse contra los
judíos que estaban desarmados y amontonados en un solo espacio. En la zona de
Hamburgo se acusó de contrabandista a Josef Rosensaft que era también el líder
de los refugiados de Bergen Belsen.
Según Ben Shepard narra en The Long Road
Home (El largo camino a casa) en febrero de 1948, se presentaron policía
militar británica y sus auxiliares teutónicos a inspeccionar el campo.
Rosensaft se sentó a deliberar on los británicos y tras acordar que ningún
alemán entrase en Belsen, se procedió al allanamiento. Se encontraron algunos cartones
de cigarrillos y una vaquita. Todo acabó en disculpas y fue hecho en buena
forma.
La razón para
tanta diplomacia es que existía un precedente que nadie quería repetir. Dos años
antes, en Stuttgart, como cuenta Ruth Gay en Safe among Germans (A salvo
entre los alemanes), la policía militar
estadounidense armó a sus auxiliares alemanes y les permitió allanar un campo
de detenidos. Los auxiliares entraron, acompañados
de perros policiales, dando gritos y
tiros al aire, con la sutileza germana
que los caracteriza. Esta vez sus víctimas no iban a ser pasivas. Los DP
comenzaron a lanzarles proyectiles que los auxiliares respondieron a balazos
matando a un sobreviviente de Auschwitz llamado Samuel Danzinger. El único contrabando que encontraron fue un
par de cajas de huevos.
Como era de
esperarse este desafortunado incidente causó gran revuelo en la prensa y de ahí
ya no se volvió a armar a los auxiliares, ni se les permitió actuar sino bajo
supervisión de la policía militar Aliada. Por lo tanto, ya la premisa de
“Shadowplay” está errada. No existía un “jefe de la policía de Berlín”( y menos de
uniforme). como Heinlein. Ninguna autoridad aliada occidental pretendía crear
una fuerza de policía autóctona y menos traer a un civil de Brooklyn para
organizarla. NI cuando se reconstruyó la policía en la Alemania Federal, en 1950, se hizo algo parecido.
El primer y
evidente error de “Shadowplay” es la llegada de alguien tan neófito, ignorante
y mal preparado para el trabajo como es Max. Si ya había un historial de
problemas con los auxiliares, se necesitaba de alguien muy bien informado para
adiestrarlos. Además, la misión de Max es muy ambigua, No se sabe quién lo
reclutó, ni quien le da ordenes, ni a quien le rinde cuentas.
Max le dice a
Izosimov que lo enviaron del Departamento de Estado, una institución que no
tenía nada que decir sobre los manejos de la ocupación Estadounidense. Es imposible que su superior sea un
diplomático como Tom Franklin. No había ni diplomáticos ni civiles involucrados
en la administración de Berlín sino hasta 1948.
Max no viene con
un plan de adiestramiento, su relación con sus subalternos es mínima y nunca
parece estar donde se le necesita. Por último, el tipo de agentes de policía
que se reclutaría de entre la población civil no corresponde al perfil de “los
espantapájaros” de Elsie Garten: un adolescente, un ama de casa y ex ballerina,
una catedrática. Carecen de la energía, la voluntad, la sagacidad y sobre todo
la fortaleza que debe caracterizar a un funcionario de la ley.
Como vemos estas
personas, llenas de buenas intenciones, acaban siendo chantajeadas y torturadas
por los rusos y los mismos criminales. Esto nos lleva a hablar del reino de
delincuencia que era Alemania en ese entonces.
El Reino del
Crimen en Europa
Para 1946, Berlín
era la capital del crimen, pero todo el país era un hervidero de delincuentes.
Asesinatos, violaciones, robos, contrabando y mercado negro eran pan de cada
día y en estos ámbitos del hampa, los enemigos de ayer colaboraban con sus víctimas
del pasado. Hasta los lobos se volvieron malandrines. Durante el frio invierno
del 1945-1946, manadas de lobos entraron en la Berlín destrozada y atacaron a
la gente. Es un espectáculo casi medieval que merecería un filme. Pero también había
lobos humanos como nos relata Douglas Botting en su From the Ruins of The
Reich (Desde las ruinas del Reich) sobre una carnicería berlinesa clandestina
que comerciaba con carne humana
Si lo de los
lobos delincuentes es de la Edad Media, del Lejano Oeste es lo que nos recuerda
otra manifestación de criminalidad en esa Alemania de posguerra: los asaltos a
los trenes. Había un sinnúmero de bandas de maleantes compuestas no solo por DP,
pero también por delincuentes comunes y desertores, incluso de los del ejército
estadounidense. Una de las más famosas, la
Banda de la Lehrter Banhof estaba compuesta por alemanes y desertores rusos. En
1946 se dedicaba al asalto de convoyes de comida.
Aunque pronto los
actos delictivos se localizaron en bandas que conformarían el mundo del hampa, la
mayor parte de los delincuentes tenían menos de 18 años y como nos muestra “The
Defeated” hasta los niños delinquían para sobrevivir. En ese ambiente es casi
posible que floreciese una banda de prostitutas vengadoras y de pacientes
agradecidos como la que lidera el Dr. Glastow. ¿Existió tal personaje?
El verdadero “Doctor”
Glastow se llamó Werner, nació en 1931 y comenzó su carrera criminal en 1946
cuando apenas tenía quince años. Tras un rato en la cárcel for sus actividades
de mercado negro, formó su propia pandilla modelándola al estilo de los gánsteres
que veía en el cine. Vestidos elegantemente como Al Capone, al comienzo fueron
vistos como Robin Hood. Gladow se hacía llamar ‘Doktor” porque aseguraba haber
estudiado un año en la facultad de medicina. Pronto hasta el pueblo lo
consideró como un criminal peligroso y un asesino. Fue juzgado y ejecutado en
e1950 cuando todavía no cumplía 19 años.
Los Aliados
consideraban como crimen todo tipo de venganza personal. Aun así, no solo los
judíos, sino también los polacos, las grandes víctimas del nazismo, estaban empeñados en vendettas contra sus
antiguos verdugos. El método utilizado por los Aliados fue “encarcelar” literalmente a los
sobrevivientes en los antiguos campos de concentración, pero la medida, aparte de censurable, resultó infructuosa en lo que se refiere a
venganzas.
Gad, Nakam y
los Judíos
Las series
alemanas sobre la Segunda Guerra Mundial suelen ser muy imprecisas en lo que se
refiere tanto a las atrocidades cometidas en contra de los judíos como en la
descripción de estos últimos. En “Shadowpay” tenemos un token Jew, el adolescente Gad, parte de la nueva policía.
Elsie le cuenta a
Max que Gad pertenece a una familia que por generaciones ha servido en la
fuerza policiaca berlinesa hasta que los nazis tomaron el poder. Toda su
familia fue deportada , él es el único sobreviviente. Aparentemente, Gad
representa a los judíos que buscan reconstruir una nueva Alemania, pero no todo
es positivo respecto a él.
En busca de
información sobre Elsie, Izosimov rapta a Gad y lo tortura. Después que le han
arrancado dos uñas, Gad le cuenta al soviético que Elise anda buscando a su
marido, Leopold Garten. Esta no es una información privada y bien pudo Gad
haberla presentado sin perder las uñas, pero la serie nos trata de decir que a)
Izosimov es un sáfico y b) los alemanes no
pueden confiar en los judíos puesto que apenas le aprietan un dedo los traicionan.
Es cierto que tanto Elsie como una de sus colaboradoras pasarán información—una a
Izosimov, la otra al Engelmacher—pero lo harán a cambio de proteger a sus seres
queridos.
En la búsqueda de
su hermano, Max descubre un vínculo ente Moritz y “Nakam” un grupo de judíos
que quieren vengar el Holocausto matando alemanes. Efectivamente, Nakam (”venganza”
en hebreo) existió. Fue fundada en
Lublin, en 1945, por Abba Kovner poeta sionista, ex comandante partisano y
sobreviviente del ghetto de Vilna. Al final de la guerra, desquiciados ante la
masacre cometida contra su gente, Kovner y otros compañeros decidieron que solo
la Ley del Talión podía compensar lo ocurrido.
Su mayor hazaña (
y Gad se la cuenta a Max) fue envenenar,
con pan con arsénico, a dos mil SS que
estaban en un campo de prisioneros en Nuremberg. Solo 200 envenenados tuvieron
que ser hospitalizados y no hubo muertos. A comienzos de este siglo, el aparato
legal de la Alemania reunificada buscó extraditar y juzgar a los sobrevivientes
de Nakam. Eventualmente, los cargos
fueron olvidados debido a “circunstancia atenuantes” y a que no hubo víctimas
fatales.
Para contactar a
Nakam, Gad lleva a Max al Hospital Judío en Iranischstrasse y el chico habla
con un rabino que está presidiendo un ensayo de Bat MItzvah. Todos se ven muy
sanos y felices como si no fueran sobrevivientes de horrores. El rabino se altera al oír el nombre de “Nakam”
y le dice a Gad que tiene dos opciones: emigrar a Palestina o quedarse en Alemania,
pero que abandone cualquier plan de venganza. “No puedes tener paz y venganza también”.
Hay varias cosas
en esta escenario que no corresponden. Efectivamente, la sinagoga del Hospital
Judío volvió a funcionar para el 46. El líder espiritual con el que charla Gad es
el Rabino Kahane, un rabino ortodoxo de
Polonia que había llegado en 1945 con las fuerzas soviéticas. Lo discordante es
la incredulidad de Max al ver una institución judía que nunca dejó de funcionar
bajo Hitler y la inhabilidad de Gad para aplicar el motivo por el que los Nazis
no la cerraron. Lo que dice Max que pareciera que el Holocausto nunca ocurrió
es peligrosa en una serie de un país que, si pudiera hacerlo, convertiría el Negacionismo
en política de estado.
Esta es la
verdadera historia de Hospital Judío construido en el siglo XVIII y que por más
de un centenar de años atendió a pacientes de origen hebreo y arios. El
hospital era gigante, albergaba una sinagoga y una residencia de enfermeras, a la par de laboratorios y otras facilidades.
A mediados de los 30, se prohibió a los arios atenderse en hospitales judíos. pronto
los médicos y trabajadores de salud judíos enfrentaron la prohibición de servir
en instituciones arias. Un sitio donde podían practicar su profesión era el Hospital
Judío.
La ironía es que
no escaseaban pacientes. Cuando se ponía en peligro la vida de algún prisionero
importante en los campos de concentración, que se fundaban a diario en el Tercer Reich,
se les enviaba ahí hasta que se ponían bien y debían ser regresados a sus
prisiones. A medida que se expulsaba a pacientes judíos de otras instituciones,
estas eran trasladas al Hospital Judío. Así se crearon alas para enfermos contagiosos,
secciones para los enfermos mentales y hasta un orfanato.
El hospital se
mantenía solamente a base de donaciones de su misma comunidad. A partir de
1942, el sitio adquirió otra función, muy siniestra y que explica el que no se
le clausurara. La implementación de la Solución Final convirtió al hospital en
una especie de mini ghetto, además de ser una estación de paso para los que
eran enviados a los campos de la muerte. Así fueron exterminados los que
sufrían enfermedades infecciosas, los huerfanitos y los pacientes mentales.
Estos últimos fueron fusilados en masa en un bosque cercano al campo de Saschenhausen.
Hasta el final de
la guerra, el hospital fue dirigido por Walter Lustig. Casado con una mujer
aria, Lustig estaba exento a ser deportado. En su posición de mandamás, él era
quien organizaba las listas de deportados para los Nazis. Acabada la guerra,
los soviéticos reconvirtieron el hospital en un sitio de salud y vida. Al Dr.
Lustig le dieron otra posición elevada como “Víctima del Fascismo”. Esto duró hasta
que llegaron a las autoridades soviéticas relatos sobre la colaboración de Lustig
en el Holocausto. Rápidos para despachar estos asuntos, los soviéticos lo
ejecutaron sin juicio. ¿Porque nada de esto se menciona en “shadowplay”?
La Eterna Victimización
Germana
Tengo un gran
problema con esta serie, cuya segunda parte está en progreso de filmación. Es
algo endémico de la series germanas de la Segunda Guerra Mundial, el retratar a
los alemanes como sobrevivientes victimizados cuando la realidad es que los
verdaderos sobrevivientes eran las víctimas de los alemanes nazis. Para
conseguir esa imagen de víctimas deben mostrarnos a los Aliados como asesinos,
violadores, torturadores sin mostrar lo que los alemanes hicieron con los
rusos, los judíos, y su mismo pueblo.
Sin embargo, casi no vemos nazis. Las víctimas de Moritz o
están muertas o nos dan lastimas las torturas a las que las somete el psicópata.
Por eso se pierde la acusación de Moritz a la achicharrada Bertha Spiel de que
ella colaboró en los experimentos médicos de Ravensbruck. No entendemos realmente porque hubo judíos
como los de Nakam que creían su deber sagrado vengar a los muertos (sin el
sadismo de Moritz obviamente) Por eso La
frase “ninguno es inocente” que Franklin aplica a los berlineses suena a
prejuicio. Hasta las escenas en Dachau parecen difusas como si se tratase de
cinco flacuchentos en el patio de una prisión.
Incluso los
alemanes “buenos” no nos cuentan que hicieron durante la docena de años en que
los nazis controlaban la vida de todos los habitantes del Reich. Elsie le dice
a Claire “no todos fuimos miembros del Partido”, pero está mintiendo. Si ella
no hubiese tenido tarjeta no hubiese podido enseñar en la universidad.Cuando Elsie
le dice a Gad que “D-s se olvidó de Berlín” está hablando de las desgracias que
cayeron sobre esa ciudad al final de la guerra, no sobre los horrores que los
nazis cometieron por más de una década, y no todos en contra de judíos.
El que desconoce la
historia verá solo pobres alemanes víctimas de bombardeos y de atropellos aliados.
Se imaginará que antes Berlín era un paraíso idílico donde Trude bailaba
ballet, Marianne tenía un hijo vivo, Elsie acompañaba al trabajo a su esposo y Karin,
toda sonrisas, servía steins de cerveza al eminente ginecólogo Hermann Gladow. ¿Y
los judíos? Ah pues como se iban a quejar si los nazis les dejaban un inmenso
hospital, hasta con sinagoga. ¿Crímenes nazis? Invenciones de dementes como
Moritz y rencorosos como los de Nakam.
Escuchando los comentarios
del Gato Rafa , a raíz del primer episodio de “Shadowplay” me doy cuenta de que
consiguieron su propósito de retratar a los alemanes como mártires de una
guerra en la que parece no tomaron parte.
Nunca he creído en culpas colectivas, pero la realidad es que, con pocas excepciones el pueblo alemán no
estaba compuesto de víctimas circunstanciales sino de personas que en su
momento habían sido testigos-cómplices de los crímenes del nazismo.
El hecho de que
en la serie ni un solo personaje denuncie el régimen de Hitler es muy
significativo. Tal como hasta hoy la resistencia alemana, viniese de
comunistas, grupos religiosos o las fuerzas militares, es un tema que incomoda
a los alemanes que o pretenden no saber nada sobre su existencia o consideran a
sus miembros como traidores.
Shadowplay no está exenta de méritos. El mayor es su
soberbia atmosfera histórica. A diferencia de otros trabajos recientes sobre el
tema como El Desertor, no se cifra en CGI. Encontraron una refinería de
azúcar abandonada que data de la ocupación rusa. En este amplio terreno crearon
un Berlín en ruinas.
El vestuario
también es muy adecuado sobre todo en el contraste de la ultima moda de Claire
con los cuasi harapos con que cubren sus carnes las berlinesas. Tal como el vestido que Elsie usa para visitar
a su esposo en la cárcel que parece hecho con un mantel y es que en una ciudad
sin telas , las mujeres hacían sus vestidos con cobijas viejas, servilletas y
cortinas. Penar que Goebbels quería convertir a Berlín en la capital de la moda
europea.
Max y Elsie con su vestido de mantel
Yo recomiendo esta serie, pero véanla como lo
que es: una historia alternativa que a
ratos puede sentirse confusa sobre todo para quienes saben poco del periodo. Oh
y les aviso, no es woke. Ni un personaje gay o de color.
Desde FB de Alfonso Velasco Sendra
ResponderEliminarExcelente artículo María Elena Venant la lástima es que todas las películas que yo podría haber mencionado ya las has dicho. Las que se me ocurren pienso en los juicios de Núremberg (la de Spencer Tracy, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Richard Widmark), pero no toca el tema de la Alemania de posguerra. Así estaba pensando en el espía que surgió del frío de Le Carré dónde un criminal de guerra nazi Munch estaba al servicio de los soviéticos, pero como suele ocurrir con Le Carré nada es lo que parece. Es lógico que los alemanes presenten a los soviéticos como demonios con cuernos y rabo, por el régimen que tenían, y aunque los alemanes entraron en la Unión Soviética como bestias devolvieron golpe por golpe violando y matando. En unas jornadas que conmemoraban la caída del muro en la Europa del Este para finalizar nos pusieron una película húngara que contaba la violación de los soviéticos de una húngara, y luego hay un dilema moral importante en esa película.
Para Alfonso Velasco Sendra El Rubble Film cubre tambien italia y Austria. Pero ahora se ha puesto de moda en las series europeas. Berlin en ruinas aparece en El desertor y en la rusa Ëspias". Hablar de revanchas como excusa para crimenes de guerra es complicado. Las atrocidades nazis en la Union Sovietica y las sovieticas contra los alemanes iban mas alla de los crimenes de guerra, tenian bases ideologicas. y si vamos por eso, como se explica que la gran victima de ambos regimenes totalitarios, Polonia, sea vilipendiada en series de ambos paises? Hay que ver como tratan el tema de la WWII en series germanas y rusas para reconocer esta rareza. Nunca viste Foreign Affair de Billy Wilder? Es una comedia, pero tiene su lado dramatico al mostrar la ingenuidad de los aliados para entemder lo que sentian los alemanes, que es la misma de George Clooney en The Good German y de Taylor Kitsch en Shadowplay.
EliminarDesde FB de Rafael Ochoteco
ResponderEliminar¡Excelente!!! A mí me gustó mucho la serie y sí, logran mostrar a los alemanes como pobres seres humanos que sufren una invasión de franceses, americanos, ingleses pero sobre todo, de los horribles rusos, hiper malos, abusadores, asesinos, etc. Sí, me dio penita ver un país en ruinas... Pero como bien dices, es su propósito. En lo de "Moritz" como vengador (vigilante) de los judíos, a mí me pareció bien, aunque como dices y sé, no se buscaba atrapar a los alemanes para torturarlos sino para llevarlos a la justicia. A que fueran enjuiciados y encarcelados. PERO, a mi gusto, un par de castigos por aquí y por allá no estuvo nada mal. No sé si dejaste afuera a propósito la conexión de la trama con la historia personal de "Max" y "Moritz", además del libro "infantil". Como ya te he comentado, me causa curiosidad leerlo, porque como conversábamos, como que de infantil NO tiene nada... ¡BESOTES!!!
ParaRafael Ochoteco Comencemos con el asunto Max und Moritz. La razón para dejarlo fuera fue porque es uno de los cabos más sueltos del argumento. Cuando Msx ve el restaurante (que existe) Max und Moritz, se sorprende ya que es un libro que su madre les leía de pequeños y que ella les puso esos nombres por el libro, pero también agrega que el libro le daba pesadillas. Elsie le cuenta que es el libro favorito de los niños Alemanes a pesar de lo traviesos de los protagonistas. Luego vemos a Moritz con el libro y eso es todo.
ResponderEliminarUna investigación arrojo estos resultados. Max und Moritz fue lo que hoy llamaríamos una novela gráfica, escrita por Wilhelm Busch en 1865 y que hasta hoy es leída en Alemania. Sus protagonistas son tan malévolos que llegan en sus bromas a ser sádicos y…esto es lo importante…Moritz mata sus víctimas imitando las travesuras de los niños monstruos. El ahorcamiento de la familia nazi recuerda la primera aventura de Max y Moritz donde ahorcan los pollos de una vecina, la barbacoa de Bertha Spiel recuerda otra aventura en la que los protas son asados accidentalmente, la pólvora de Dexter también aparece en los cuentos. Pero la serie no nos explica ese vínculo. Hay mala edición , como si le hubieran cortado partes útiles, tales como las razones de Claire para odiar a los alemanes.
En su empeño de ser ambigua y manipuladora, la serie cae en confusiones. Al final su mayor empeño es mostrar a los alemanes sufriendo sin darnos las razones para esas miserias. Ochenta años después de los hechos, la hipocresía progresista ve toda venganza como un horror. Sino mira lo que cuento de como los alemanes (que exoneraron a miles de nazis) en este siglo juzgaron a los viejitos de Nakam. La serie hace hincapié en lo peligroso de vengarse, el caso de Karin, el caso de Moritz, y las actividades de Nakam, pero no habla de hacer justicia, no habla de un sistema legal que decida quienes fueron culpables e inocentes, eso es lo que encontré exasperante. Besotes.
Para Rafael Ochoteco Mi problema con mOritz es que no lo veo como un vengador de los judios, sino como alguien que se siente con derecho a matar a quien el ve como danino. El sigue matando a su padre en cada asesinato. Mi problema es que es un desquiciado y un dia cuando se le acaben los nazis va a matar al primero que pase.
EliminarDesde FB de Rafael Ochoteco
EliminarMaría Elena No habia pensando en eso... y sí, su problema va mucho más allá de vengar a los judíos, de una venganza... El muchacho está dañado desde la infancia... Obvio que sus vivencias en la guerra acabaron por detonar aún más su locura...
ParaRafael Ochoteco Por eso te contaba que Moritz me recuerda a Hannibal el Caníbal. El canibalismo del Dr. Lecter nace también de traumas bélicos (unos nazis lituanos se comen a su hermanita), pero después de seguirles la pista a los nazis caníbales y matarlos con lujo de crueldad siguió matando gente que según el eran ‘Maleducados”.
EliminarDesde FB de Guillermo Casillas
ResponderEliminarAmiga... Vi el primer capitulo y no me atrapó... Lo que a mi me impresióna que países como Alemania y Japón después de quedar devastadas son hoy en día grandes potencias económicas... Nuestros pobres países tercermundista como estuviéramos hoy en día si hubiéramos pasado algo parecido?
G Guillermo Casillas Si hubieramos peleado contra USA y nos hubiera vencido tal vez si, porque la reconstruccion de los paises del Eje fue gracias al Plan Marshall, un proceso de recostruccion extraordinario, pero tambien la destruccion (en los paises que mencionas) de una mentalidad militarista que impedia el progreso. Hoy Alemania y Japon ni se interesan por guerras, en cambio han Ínvafido"Occidente con sus productos y dominado el mercado. Pero tambien recordemos que Alemania y Japon eran antes de la Guerra, grandes potencias. No, nos podemos comparar, nuestros problemas vienen de otros frentes.
EliminarIt would be actually natural to have a gay character in this one as Berlin was the absolute global centre of flamboyant life and sexual freedoms before the war, which is why all the greatest writers and artists of that time lived there.
ResponderEliminarSpeaking of Germany, Deutchland still very much leads wars, but silent ones. Their prime minister Angela Merkel actually put our dictator here on power because he promised to sell all our lucrative companies and factories to them and USA, which he then did. They don't really care that he breaks all possible human rights laws, that he is the leader of organized crime, nope, they will support him and pay their media not to blacken him in their own country as long as he keeps selling everything we have to them.
PS sorry for not visiting often here, but there were viruses popping up here at your place before so I stayed away for some time, sadly.
Welcome back, Cat Dezmond! I’m sorry about the viruses. I don’t know what to do about them, but they are endemic in the blogosphere. I even ran into them a couple of times in your blog, the best solution is a good antivirus that lets you bypass them.
EliminarGermany is again, thanks to its well-oiled economy, Europe’s master. I don’t believe (like many Jews) that Germans are evil or unworthy, but I resent this victim garb they are donning. In Shadowplay is something like “Ohhh poor us, trampled by these wicked Allies,” and they never tell you why the Allies had to cross mountains and seas to come to deal with innocent Germans.
I find it incredibly significant that they would not show minorities (and their portrait of Jews is very inappropriate) since they do in other German period pieces like “Babylon Berlin” and “Das Boot” Moreover, Berlin at that time was crawling with Black troops, Moroccan in the French Army and Afro-American GIs. It resulted in an epidemy of mixed babies.
Showing a homosexual character would have been useful to cover Nazi programming against queer people, but then they would have to deal with the unmentionable, Nazism, and its evil practices.
You still have a virus, when I click on publicar comment first thing that appears is some pop window and it ain't an add like I had them at my place before (I closed them at some point, at least the pop up ones) but bad old virus. Blogger also never sends me notifications on your comments for some reason to my email even though I get all others.
EliminarLosers from the war often try to depict themselves like victims, just look the way Estonia, Lithuania and Latvia are trashing Russia who freed Europe, while the three of them were Nazi allies. The same with Croatia here against my country. They are trying to rewrite history and thanks to the idiotic milennials they often succeed in it. And us who remember the reality and what really happened will die sooner or later and the truth will die with us. If we can even speak about truth in these times of ours. Seems like it does not really exist. And it will only get worse as special effects and CGI are improving day by day and soon villains will be able to fabricate video materials too. And whom will you believe then when you won't be able to believe your eyes any more.
How did you close the virus? I have a pop-up blocker on. The way it works for me is this. I try navigating within the blog, and I’m redirect to the virus page, but before it opens (i tend to close it the moment it appears) I get a warning from Norton that the virus has been blocked before it actually acted up, and then I go back navigating with no problems. Last time I ran into that virus in your page (I visit your blog everyday) was around July. I don’t know what’s wrong with Blogger. They sent an official warning that they would stop sending notifications via e-mail. I still get them. I get those that you sent me, as well as copies of what I post in your blog, so I don’t know why you don’t get mine.
EliminarWell, your war was more recent than WWII, so the Germans have had more time to play the victims. I do not begrudge their right to complain about bombing (but they never show the cities they bombed to rubble starting with Guernica) or the mass rapes. I don’t mind when they give sympathetic or humane traits to Nazi characters, like they do in Das Boot, but this attitude of “we never did anything wrong” or ‘Nazis? What are those?” is frankly repellent.
It’s true that Russian war pieces are also on that frame of mind, total victims, never remembering the Molotov-Ribbentrop Pact, or their invasion of Poland in 39. But one thing that is admirable in Russian period pieces, their total honesty about the evilness of Stalinism and the existence of a police state even after Stalin’s death.
Yes, truth is the first casualty of war and so they say, but apparently is a casualty of peace too. Nowadays with this need (again, a woke characteristic) to blame everything in a Western patriarchal society, history is rewritten in distortional ways. A sad fact but having lived for so long I constantly ran into accounts of historical events I witnessed that are fanciful versions, but cancellation culture has silenced all of us. it’s the reason I’m so obsessed about historical accuracy in period pieces
Ohh I know what I do in your blog, I tick the little box that comes with the comment that says 'notify me". of other comments in the same post. Do so here, and then you'll get an update. It's on ther same line as "publish"and below "close session"
EliminarI just close the window like you. Windows defender usually is strong enough for them, but I had old Windows before which wasn't so safe. I have two Bloggers whose notifications I don't get, you and one other lady, it is possible that you post a lot of comments and Blogger thinks you are a spammer, I have no idea, I'm generally sick of technological problems, I've been locked out of my Twitter for three days now because Twitter checks your IP address and if you have some kind of blocker they think you are a new person every time you visit and they don't like that. They ask me to send them a verification code to confirm that it is me but they never actually send me the said code to my phone like Google does when I log into my Google account every day. It is just a mess. I just pray they never lock me out of my Facebook or Blogger, I'd die then. LOL
ResponderEliminarSweet mother Russia is still very much a police state, did you know that on these last elections a few days ago on which Putya won 40% of votes, half of the biggest democratic parties for forbidden to take part? How very convenient for him LOL But I sometimes like him because he is not a Western puppy like Yeltzin was. It is the same in my country, opposition has no access to national networks and the dictator uses all papers and tabloids to trash them with false stories, he was even convicted for lying last year and is probably the only president in the world who is a convicted liar LOL
I’m sorry to hear that Serbia is in such bad hands, but at least so far you can criticize the government in public places. I’m with you with Putin. He has such charm and audacity that one forgets he runs a police state (but not as bad as Stalin). I call him Tzar Vlad because he is not like the other Red satraps, he’s a paternalistic and autocratic despot like the Romanovs.
EliminarSo, I’m now a Spammer. After 13 years of blogging I still can’t get it straight with Blogger, and yet is still my favorite platform.