domingo, 10 de agosto de 2014

1914-2014: La Gran Guerra en la televisión


El 28 de julio pasado se cumplía el Centenario de La Primera Guerra Mundial, conflicto que dio origen a nuestro mundo moderno y uno los episodios bélicos más cruentos de la humanidad. Sin embargo, la que recibiera el apodo de “La guerra que iba a acabar con todas las guerras” no ha tenido una presencia fuerte en la televisión, ni antes ni después de cumplir 100 años.

A diferencia de La Segunda, La Primera Guerra Mundial no ha ameritado series de televisión dedicadas a dramatizar su trayectoria. Muy presente en el cine y la literatura, principalmente los de los veinte años que la siguieron, La Gran Guerra no alcanzó a convertirse en un referente de mi generación, ni siquiera en mi historia personal. Eso, aunque mi abuelo paterno fue sargento en el ejercito belga.

A pesar de que Remarque, Hemingway y Scott Fitzgerald me dieran una probadita de lo que fue el conflicto y como afectó a los que combatieron en el, la televisión de mi infancia no hacia eco de ese evento aun hoy tan incomprendido. Para la década de Los 60, en la  que se cumplía el cincuentenario del conflicto, la televisión se había afianzado como un medio de entretenimiento masivo, pero no se plegó a las conmemoraciones. Curiosamente, esa década y la siguiente se caracterizaron por crear series sobre  cuanta guerra hubiese afectado a USA (que estaba ya involucrada en  Vietnam).

Los westerns que tuvieron su Edad de Oro en ese entonces no cesaban de aludir a La Guerra de Secesión.  En 1972, iniciaba “MASH” un hito en la historia de a televisión y que tenía de trasfondo  a la Guerra de Corea. En 1971 , Aaron Spelling probaba suerte con una guerra mas antigua en “Los Jóvenes Rebeldes” y a través de los 60, la Segunda Guerra Mundial era homenajeada con series, algunas  hoy de culto y otras olvidadas, como “Comando Aéreo”, “Combate” “The Gallant Men”, “Los Comandos de Garrison” y la comedia “Hogan´s Héroes”. Sin embargo,  la guerra que la precedió seguía siendo la gran ausente de la pantalla chica.

El primer gran conflicto moderno no hubiera pasado de ser una anécdota para llenar series de viajes en el tiempo como “Dr. Who”; “El Túnel del Tiempo” y “Highlander” de no ser por la serie-mito que en los 70 se dedicaría a recrear los primeros treinta años de la Inglaterra del Siglo XX. En su Cuarta Temporada, “Upstairs, Downstairs” puntualizó todo lo que les pasaba, entre 1914 y 1918, a Los Bellamy, a su servidumbre y al Imperio Británico.
Georgina y su fiel Daisy despiden a los soldados


Aunque el formato de la serie no dio espacio para cubrir la guerra de trincheras, si se hizo un esfuerzo de filmar exteriores que simulaban la Francia donde peleaba James Bellamy (Simón Williams)y donde curaba heridos su prima y gran amor, Georgina Wellesley (Lesley-Ann Down).
James y Georgina en el frente


A través de una temporada completa vimos los esfuerzos  del Capitán (luego Mayor) Bellamy por huir de un confortable puesto en el Ministerio de Guerra y lo seguimos hasta las campos de batalla donde era gravemente herido. También vimos al lacayo Edward (Christopher Beeney) sufrir de  shock de trinchera, al novio australiano de la mucama Rose (Jean Marsh) encontrar la muerte en combate, y a Hazel (Meg Wynn Owen), esposa de James, perder a su joven amante-aviador. Hasta el mayordomo Mr. Hudson (Gordon Jackson) era herido durante un bombardeo de Londres.

Hazel y su amante


Vimos como las inglesas superaban la pérdida de sus seres queridos hallando ocupaciones diversas: Ruby (Jenny Tomasin), la pinche de cocina, acababa trabajando en una fábrica de municiones; Rose se convertía en conductora de autobús, y Georgina recibía entrenamiento de enfermera y era trasladada al frente.
Ruby, Georgina y Rose: mujeres que sirvieron a su patria


“Upstairs, Downstairs” cubría  aspectos que otras series sobre La Guerra del ‘14 (Léase “Downton Abbey”) nunca tocan, tales como la histeria anti-alemana en Inglaterra que afectaba al carnicero de los Bellamy; el trauma de los refugiados belgas, y un juicio por supuesta cobardía en combate que llevaba a Lord Bellamy (David Langton) a conocer a Virginia (Hannah Gordon), madre del acusado, que se convertiría en su segunda mujer. El final de la guerra, tal como ocurrió en la realidad, no abandonaba a sus participantes Se sobrentendía que todas las decisiones que James y Georgina tomaban en el futuro eran dictadas por sus traumáticas experiencias en el frente.


Como si “Upstairs, Downstairs” no hubiese educado a su audiencia los suficiente sobre las repercusiones de la  conflagración, el próximo proyecto de John Hawkesworth (director de UD) la soberbia “Duchess of Duque Street”, también trataría el tema. En los años de la Gran Guerra, La ultra patriota protagonista Louisa Trotter (Gemma Jones) convertía al Bentinck,  su hotel de lujo, en un centro para atender y agasajar a oficiales y sus parientes, entre ellos su socio y amante, Lord Charles Hazelemere (Christoher Cazenove).

En “La Duquesa” se exponían otros aspectos  de la Primera Guerra como el espionaje, y los pacifistas que se rehusaban a servir en el frente. Eventualmente, Louisa cerraba el hotel y trasladaba a su staff a Francia para estar cerca de Charlie Hazelmere quien finalmente le pedía matrimonio. Una boda que no llegaba a ocurrir. Gravemente herido, el oficial era enviado al Bentinck donde moría poco después.
Charlie malherido regresa al Bentinck


El cese de las hostilidades encontraba a una Louisa destrozada y desorientada. Un viaje a las propiedades de su difunto amante servía para develar uno de los innumerables monumentos que surgieron tras un conflicto que diezmó a la población masculina de las Islas Británicas. Ese evento empujaba a Louisa a reconocer y recuperar lo único que le quedaba de Charlie, Lottie la hija de ambos.
                                              A Louisa solo le queda la foto del difunto

Estas dos series  pusieron de moda el tema Gran Guerra en la BBC. Moda que culminó en una adaptación del “Masterpiece Theater” de A Testament of Youth, la autobiografía de Vera Brittain. Cheryl Campbell dio un tour de forçe en su retrato de la feminista y pacifista que se convirtió en ambas cosas tras servir de VAD (enfermera de campaña) y perder en el espacio de cuatro años, a su novio, su hermano, y dos de sus amigos más íntimos.
Cheryl Campbell como Vera Brittain


El tema de pérdida y muertes gratuitas y constantes fueron las características más prominentes del tratamiento de La Gran Guerra en la televisión. Como “chonguera” profesional yo lo sentía en carne propia ya que cada vez que me enamoraba de alguien en estos programas, de fijo que se me moría. Asi me ocurrió con Christopher Cazenove en “The Duchess of Duke Street”; Nigel Havers en “A Horseman Riding By” y hasta con Sam Neill en “Reilly, Ace of Spies” que tenía al legendario espía sirviendo en la Rusia Revolucionaria donde  encontraba un triste final.

Mis lágrimas mas amargas fueron provocadas por la miniserie “Flambards”. En esta adaptación del clásico infantil de K.M. Payton, Christina Parsons (Christine McKenna) es rica en fortuna y pobre en familia inmediata. Acaba viviendo con un tío siniestro que espera que se case con su hijo mayor Christina se enamora de su primo menor, el aviador Wiliam (Alan Parnaby), quien la convierte en madre y viuda al estrellarse su avión durante la guerra. Christina y su hija heredan Flambards, logran alejar al primo Mark casándolo con una amiga de la viuda. Christina termina casada con su fiel criado Dick, otro veterano de la Gran Guerra.


Tanto furor causaban estas series que al otro lado del Atlántico se acordaron que también habían participado en la Primera Guerra Mundial. Asi, en 1976, tuvimos una miniserie basada en el clásico bélico de Anton Myrer Once an Eagle. En la continuación de “Raíces” “Roots. The Next Generation”, Dorian Harewood daba vida al padre del autor Alex Haley quien sirvió en la Francia de 1917. Su experiencia era todo un catalogo de las condiciones y prejuicios que afectaron a los combatientes afro-americanos. Y en 1979, Richard Thomas, el actor juvenil más popular de la television de esa época, protagonizaba una versión del clásico de Erich María Remarque, Sin Novedad en el Frente.


Este auge no duró mucho. Para Los Ochenta, el tema de La Gran Guerra estaba agotado, resurgiendo brevemente en la televisión australiana en series como la tristísima “1915” y “Anzac” que se compró en Usa solo después que su protagonista Paul Hogan alcanzase la fama como “Crocodile Dundee”.


La televisión del fin de siglo ni se acordaba de la Guerra del '14. Notables excepciones fue  “Las Aventuras del Joven Indiana Jones” que eran toda una  clase de historia y algún que otro dramatizado como el fascinante “Un hombre peligroso: Lawrence después de Arabia” de 1990, donde por primera vez vi a un actor  llamado Ralph Fiennes.



La Primera Guerra Mundial solo reaparecía en la televisión del nuevo siglo como un trasfondo histórico de biografías de famosos fueran Scott Fitzgerald en “Zelda”; Agatha Christie o dictadores como en “Il Giovane Mussolini” donde Antonio Banderas mostraba las experiencias bélicas del Duce o “HitlerThe Rise of Evil” donde Robert Carlyle hacia otro tanto con el Fuhrer.

El Cabo Hitler

Seria" Downton Abbey" en su inexorable imitación de “Upstairs Downstairs”, la que volvería a convertir a “La guerra que acabaría con todas las guerras” en un tema romántico. Tan romántico que esa segunda temporada me resultó un poco empalagosa y falsa. Sobre todo si la comparaba con la emotiva y realista visión que nos legara su predecesora.


Si bien es cierto, que el presupuesto de Julian  Fellowes y la ITV permitieron una incursión a los campos de Flandes, no nos sirvió más que para ver a Matthew ser herido y a Barrows darse un balazo en la mano para poder ser retirado del frente. No niego que fue conmovedor ver al joven Crawley creer que quedaría invalido, tal como me ganó Lady Mary en su devoción por el herido,, pero   disminuía el dramatismo   una sensación de que la Gran Guerra no fue realmente traumática para Los Crawley ni para su servicio domestico.
Barrows y Matthew:  criado y amo en las trincheras


En "UD" Hazel inicia un affaire empujada por la soledad de las esposas que esperan al soldado que tal vez nunca regrese. En DA, Lord Grantham casi se encama con una criada/viuda de guerra por mero capricho. La experiencia de enfermera de Lady Sybil fue como todo lo de ella, linda, fina, pero anodina. Sybil sirvió en un hospital para oficiales instalado en su propio castillo y antes inició su entrenamiento junto a su medico de cabecera en el hospital de su pueblo. Sybil nunca sufrió las humillaciones  y percances de novata que experimentó Georgina en su entrenamiento en Guy´s Hospital, ni nunca atendió todo tipo de heridas como la susodicha en hospitales de campaña en zonas de guerra.
Sybil, enfermera impecable en impecable mansión
Georgina atiende a un herido en una estación de tren


Anteriormente, las series de la BBC nos habían mostrado mujeres enlutadas con el corazón destrozado como Louisa Trotter, Rose Parks de UD y Vera Brittain. Muy diferentes a la única “viuda” de DA, la criadita Daisy. Todos ( hasta Daisy) nos sentimos aliviados cuando murió William sabiendo que su mujer no lo amaba y se había casado con él por lástima. 
Daisy y su marido


Al final, el único personaje de “Downton Abbey” que realmente sufrió cambios con la Gran Guerra fue como siempre, la más menospreciada. Fue Edith quien aceptó ayudar a un granjero que se había quedado sin hombres para la labranza y casi terminó en la cama de su “patrón”. Fue Edith a quien se le rompió el corazón cuando creyó haber recobrado al difunto Patrick, y fue Edith a quien le agradecían los mismos oficiales que la Oveja Negra de Las Crawley había cuidado, considerándola la más meritoria de su familia.
Edith y el supuesto Patrick


Si me explayo sobre las fallas de “Downton Abbey” al retratar al evento más impactante de su generación es por ser esta un ejemplo de cómo la imaginación colectiva del  Siglo XXI percibe La Gran Guerra. Aproximándose la fecha del Centenario, la BBC se ha enfocado en el conflicto sacándose de la manga todo tipo de documentales y hasta programas radiales. Es en la sección “drama” donde cojea. Se han hecho algunos dramatizados un poco melifluos como “Birdsong” o la aclamada versión del clásico bélico de Fod Maddox Ford “Parade´s End”. Ahí el omnipresente Benedict Cumberbatch interpreta a un oficial de clase alta que tiene más problemas con su esposa y con su amante que con el enemigo.


Este año crucial la BBC ha sacado al aire “The Crimson Field” una exploración de la medicina en campaña protagonizada por Oona “Talisa” Castilla-Chaplin. El hecho de que lo que iba a ser serie se haya quedado en miniserie es significativo de la calidad del producto. Lo mismo ha ocurrido con “Deadline  Gallipoli” que también ha quedado en miniserie, a pesar de un elenco que encabeza Sam Worthington, y que abarca nombres como Anna Torv, Hugh Dancy,  Bryan Brown y Charles Dance. El desastre de Gallipoli es un tema siempre fascinante para quienes buscan dramatizar La Primera Guerra Mundial. Para el aniversario de esa masacre, los australianos tienen ya preparada también su miniserie sobre enfermeras titulada “Anzac Girls”.


Otro proyecto futuro de la BBC es “The Passing Bells”, pero uno se pregunta si tendrá la calidad y emotividad de retratos de La Guerra del ‘14 en la pantalla grande ejemplarizados en este siglo por proyectos tan variados como la francesa “Joyeux Noel” y la contribución de Steven Spielberg “War Horse”.

Volviendo a “Downton Abbey”, otra falla fue  que en la posguerra los personajes no parecían afectados por el conflicto reciente. Para La Cuarta Temporada, la guerra ya era un recuerdo vago y ultra lejano en al Abadía, algo imposible en la vida real donde el conflicto siguió repercutiendo en los sobrevivientes y sus hijos hasta el estallido de La Segunda Guerra Mundial.

Muy diferente es la posguerra de los personajes de  “Boardwalk Empire”. Lo vemos en la amistad de dos jóvenes veteranos llamados Jimmy Darmody (Michael Pitt)y Richard Harrow (Jack Huston). Jimmy huye de una relación incestuosa enlistándose en el Cuerpo Expedicionario y regresa medio cojo, amargado y con un solo camino por delante, el mundo del crimen. Su amigo Richard Harrow, tras perder la mitad del rostro en las trincheras, pone al servicio de gánsteres su estupenda puntería. Ambos son incapaces de reintegrarse a una sociedad normal y deben vivir al margen de ella lo que les costará la vida.
                                                Jimmy en su trinchera

No es casualidad que Richard y Jimmy se conozcan en un hospital a la espera de ser parte de un proyecto médico sobre veteranos. La experiencia vivida los une como si fueran hermanos. Jimmy “contrata” a Richard para vengar la muerte de su amante, pero antes del asesinato, Jimmy le cuente a la victima una horrorosa experiencia de batalla. Tan terrible fue la guerra para estos jóvenes delincuentes que en el aniversario del Armisticio, mientras Jimmy hace un emotivo e impromptu discurso en un homenaje público, en un bosque de New Jersey, Richard intenta suicidarse.


Incluso en una serie tan light como  “Miss Fisher´s Murder Mysteries” la guerra sigue batallándose dentro de los personajes. Cec y Bert son los representantes de millones de soldados australianos que pelearon por un Imperio que exigió de ellos el máximo  sacrificio. Las conversaciones de los ex diggers están plagadas de recuerdos de guerra ya que  parecen haber servido en todos los frentes (algo no totalmente imposible puesto que hubo divisiones de la Primera AIF que pelearon en el Medio Oriente para luego ser trasladadas a Francia).

En “Death at Victoria Dock”, la usualmente risueña Phryne (Essie Davis) recuerda con amargura sus experiencias como enfermera en Francia, y más tarde le dirá al Inspector Robinson (Nathan Page)que ha dejado de tomar la vida en serio desde 1918, señal de que la guerra transformó su carácter. En “Murder in Montparnasse” descubrimos lo desorientada y desilusionada que quedó la detective al cese de hostilidades y como esto la empujó a una desastroso y destructivo romance que marcaría su vida romántica y sexual futura. Pero el más cambiado por la guerra es Jack Robinson.
Miss Fisher en en el campo de batalla


Desde el momento en “Death at Victoria Dock” en que Jack y Hugh descubren el arsenal de los anarquistas que notamos como el espectro de las trincheras sigue persiguiendo al usualmente impertérrito Inspector. Al final de “Raisins and Almonds”, Jack le hace una confidencia a Phryne. La guerra le costó su matrimonio ya que regresó del frente convertido en un hombre totalmente diferente al que despidiera su mujer en 1914.

Aunque no he visto todavía la Segunda Temporada, sé que al menos en dos episodios, Jack volverá a interactuar con Rosie, su ex esposa. Ella nota que su marido se ha recuperado emocionalmentei(influencia de Miss. Fisher, obviamente) y alude a que será tal vez por haberse librado de “un matrimonio inconveniente”, a lo que su ex responde “era la guerra la que no me convenía”.



Como shipera creo que el hecho de que Jack y Phryne compartan esas “experiencias históricas” es un buen ingrediente para una romance con el que soñamos las seguidoras de Miss Fisher. En una visión mas amplia,  y tal como el bromance de Jimmy y Richard en “El Imperio del Contrabando", nos demuestra como los recuerdos  traumáticos de  “La Guerra que iba a acabar con todas las guerras” pueden crear vínculos positivos.

1 comentario:

  1. Reina Magrat que honor tenerte por aquí. Me alegro de recomendarte programas. Espero después ver tus impresiones en tus Crónicas.
    Mi padre creció entre veteranos de La Gran Guerra (incluyendo a su padre y a un tío) y lo que más le impresionaba es que nunca querían hablar de las trincheras, tan horrible había sido. Y ese es un tema común, esa reticencia a recordar inclusive en las memorias de posguerra. Por eso es que la ficción tiene que rellenar ese silencio y más ahora que ya no hay sobrevivientes de ese tiempo. Yo adoro Downton, pero fue un trabajo bien flojo el que hicieron en la Segunda Temporada. Para mi la peor fue a Tercera Temporada porque parecía que la guerra nunca había tenido lugar, todos felices. Muy diferente era el caso de Upstairs Downstairs, que sin la escenografía, vestuario y efectos especiales, te hacia vivir el conflicto en el frente y en la Inglaterra que los soldados habían dejado.
    El problema de DA es que es muy glamorosa y por eso todo en ella es superficial.
    El bromance Richard y Jimmy fue lo más tierno de Boardwalk. Con el asesinato de Jimmy cambió la serie totalmente. Al menos ahora Jimmy y Richard están juntos en el Más Allá. Ese es un ejemplo de cómo dos veteranos nunca pudieron sobreponerse a sus experiencias bélicas.
    Sigue visitándonos, aunque sea para criticar Downton.

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