lunes, 23 de agosto de 2021

Arletty y Sophia Loren: En verano, MHZ nos cuenta historias de actrices

 


Este julio, en su cuota de dramas de época, además del insufrible “Der Uberlaufer”,  MHZ Choice nos trajo un telefilme francés y una miniserie italiana. Ambas giran en torno a monstruos del cine internacional, la francesa Arletty y la italiana Sophia Loren.

Arletty es una de las más grandes actrices del cine francés. Solo superada por Catherine Deneuve, y eso porque la Deneuve ha tenido una carrera más larga y libre de conflictos.  Bueno, en el 2015 se enfrentó a las MeToo. ¡Hurra, Madame Deneuve!

La carrera de Arletty es más recordada por la controversia que por su talento. Fue la única estrella de cine que fue enjuiciada por colaboración con el invasor. ¿En qué consistió esa colaboración? En un tórrido romance con un comandante de la Luftwaffe.



Arletty nació bajo el nombre de Leontine Bathiat en Auvernia. Aunque hija de una familia de clase media tuvo una buena educación y cuidados médicos para un problema pulmonar. Esto acabó cuando el padre murió en el 1916. Esta tragedia que finalizó la educación de Leontine quien estudiaba secretariado,  vino acoplada con otra mayor. A los 18 años, en la Primera Guerra Mundial, Leontine perdió a su prometido, , a quien siempre llamaría “Cielo”(por el color de sus ojos). La muerte del amor de su vida la empujó a hacer un juramento: nunca se casaría.

Después se hablaría de que también había hecho votos de que nunca tendría un hijo que fuese soldado. Muchos han usado este juramento para explicar los abortos de la diva. eso es infantil. Si Arletty abortó (al memos se le conocen dos terminaciones de embarazo) es porque hijos y familia obstaculizarían su carrera y no formaban parte de su plan de vida.

De Leontine a Arletty, Gloria del Cine

El juramento, no indica que Leontine vivirá en castidad. Un año después de la muerte del padre, Arletty es la querida del banquero judío George Levie quien la lleva a conocer los círculos más altos de la sociedad francesa. Acabada la relación, habrá otros hombres. Pero, aunque Arletty bromee que en otros siglos hubiese sido una gran cortesana, tiene otros planes laborales. Modela para artistas como Marie Laurencin y Matisse, y para la casa de modas de Poiret. Toma clases de piano con Alfred Cortot y de canto.



Cuando ingresa al music hall, cambia su nombre por el de “Arletty”. De las revistas musicales pasa al teatro serio y en 1930 entra al mundo del cine, pero no se hará conocida hasta su rol de la prostituta Raymonde en “Hotel du Nord” de Marcel Carne (1938). Para esa época, Arletty mantiene amores con el príncipe georgiano Alexis Mdivani. Queda embarazada y aborta. Su relación con Marcel Carne la convertirá en una estrella amada por toda Francia. En 1939 filma bajo las órdenes de Carne,” Al despertar el día”, y en 1942, en la Francia Ocupada,  “Los visitantes de la noche”.



Estos filmes convierten a Arletty en la “Gloria nacional” de; cine francés, en un símbolo sexual y eso que no es canónicamente guapa. Además, cultiva un aura vulgar, habla en jerga de clase baja con muchas palabrotas. Eso la hace más cercana y atractiva sobre todo para un juez militar de la Luftwaffe llamado Hans Jurgen Soehring a quien  Arletty es presentada por Josee Laval, la primera dama (no oficial) de la Francia de Vichy. Esto tiene lugar en la Opera en 1941.

Es que Arletty, aunque se ha rehusado a viajar a Alemania a hacer filmes para los nazis, es parte de Le Tout Paris. Y es consenso en autores-historiadores desde Sanche de Gramont hasta Anne Sebba Le Tout Paris era colaboracionista total.

Biche y su Fauno

Por alguna razón, el filme inicia en 1943,  situando en ese año el primer encuentro entre la diva y su oficial.  Ahora el encuentro tiene lugar en una fiesta en Niza donde Carné y su equipo están filmando “Los Niños del Paraíso”, cuarta colaboración del director y Arletty, un filme considerado como la máxima obra del cine galo. (abajo escenas del filme csobre la filmacion de "Los niños del Paraiso"



La fiesta es ofrecida por Josee Laval quien da un discurso en el que alaba la colaboración franco-germana,  sobre todo en el mundo del cine. Hace que traigan el pastel y descubrimos que la fiesta honra el cumpleaños #45 de Arletty (Laetitia Costa) . Con el pastel llegan dos oficiales alemanes uno de ellos es Hans Jürgen (Ken Dukens) quien queda embelesado ante Arletty. “Ahora sabe mi edad” comenta la actriz. “No he contado las velas” responde él galantemente.



Como dirá más adelante en su memoria La Defensa, Arletty se muestra indiferente ante los galanteos del oficial. No ha venido sola, la acompaña su amante oficial, la Duquesa D’Harcourt. Poetiza publicada, adicta al opio y casada con un miembro de la más rancia nobleza francesa, Antoinette ama apasionada y posesivamente a Arletty. No permitirá que ningún Boche (apodo despectivo de los alemanes) le quite a su mujer. Se atreve a besar sin inhibiciones a Arletty ante el oficial que la galantea.



Esto no cohíbe a Soehring que antes de despedirse le pregunta al objeto de su adoración cuál es su gran sueño. “El de toda jovencita” responde Arletty “que llegue un príncipe en su corcel a raptarme”. A la mañana siguiente, Hans-Jürgen irrumpe en la suite del hotel de Arletty y la lleva a su ventana para mostrarle su caballo que ha dejado abajo. Salen en una cabalgata impetuosa por la playa. Ahí comienza una gran y legendaria pasión.

La llamo pasión porque no creo que fuese amor, al menos no de parte de ella. Tampoco fue oportunismo. En 1943, ya no daba caché tener un amante alemán. es cierto que el aura poderosa de Soehring que era juez militar de la Lutwaffe y protegido de Göring puede haber jugado un papel. Lo cierto es que el atractivo, educación, y finesa de Soehring ganaron a la actriz, tanto como el hecho de ser él diez años menor que ella. Ella lo apodará “Fauno” El la llamará “Biche”(venadita).


                           Arletty y su Fauno en la vida real.

Mi Corazón es Francés, mi Culo es Internacional

El romance, publico e intenso, se traslada de la Riviera a Paris. Arletty no teme a las habladurías ni siquiera a los reproches de Antoinette y de su criada-cuñada (se supone que es hermana de Cielo) que le recuerdan que Soehring es el enemigo. Ahí entra en juego a famosa frase de Arletty para excusar esta pasión “Mi corazón es francés, mi culo es internacional”.

Los celos de Antoinette se vuelven insoportables.  Le impone un ultimátum a su amante, ella o él. Arletty escoge a Soehring. El Fauno no es tonto y hace que la Gestapo investigue a la Duquesa. Así descubre que Antoinette es parte de la Resistencia. También descubre que la Resistencia tiene una lista de traidores para ser ejecutados cuando la guerra acabe. El nombre de Arletty está incluido.

Hans Jürgen hace un trato con su rival. El la protegerá a cambio de que ella proteja a Arletty cuando llegue el momento de hacerlo. ¿Será verdad esto?  Lo de la lista es cierto y Antoinette era resistente, pero no sabemos si tal arreglo existió.



 Arletty y Soehring continúan su amou fou tan despreocupadamente que da frutos. Arletty aborta sin consultarlo con su Fauno. Su excusa,  en el filme,  es que Hans no ha saltado de contento al saberse futuro padre. No me lo creo.

Una mujer de 45 años que queda encinta (en ese entonces no se sabía que tener hijos a esa edad era peligroso)  ,es,   como lo llama el ginecólogo,  un milagro de la naturaleza. Una mujer que está locamente enamorada del padre de su bebé,  y que tiene un reloj biológico que no da paz con su tictac, no aborta si no tiene una razón de peso. Esa es la que da Soehring en la película. Arletty no quiere estorbos en su vida. No necesita ni de marido ni de hijos. Es muy simple. Como mujeres modernas la entendemos. Sin embargo, el romanticismo del filme busca excusarla.

Tenemos esa escena emotiva de ella filmando “Les Enfants de Paradis”, en la que un niño le pregunta si tiene hijos y a ella se le humedecen los ojos. Tenemos a la niñita  judía a la que oculta con la complicidad de Hans. Esto no está en su biografía. Aunque si es cierto que acompañó a Sacha Guitry a convencer a los alemanes de soltar al escritor Tristán Bernard del campo de Drancy, no sabemos que haya hecho nada más a favor de los judíos ni de nadie en peligro de arresto de los nazis. Eso incluye a Antoinette.



Uno de los momentos más épicos del filme es cuando Antoinette es arrestada y torturada en la prisión de Fresnes. Arletty corre en busca de Hans-Jürgen y le suplica “Nunca te he pedido nada. ¡Sálvala! “algo que el oficial hace. Triste, pero este relato es apócrifo.

Antoinette fue arrestada y estuvo diez meses en prisión. Para sorpresa de todos sus conocidos, Arletty no levantó ni un dedo para liberarla. Mal podría haber acudido a Hans Jurgen Soehring si este había sido degradado y enviado al frente de batalla. Después de participar en la batalla de Monte Cassino fue trasladado a Polonia. El filme nos dice que fue un castigo por su relación con Arletty, tengo mis dudas. Para el ’45 estaba en Berlín de nuevo como juez encargado de preparar un dossier sobre el comité de la Alemania Libre, una organización formada en la Unión Soviética por prisioneros de guerra alemanes.

La Mujer más Evitada de Francia

Entretanto, Paris es liberado. Arletty es arrestada y enjuiciada. Se la condena a 18 meses de cárcel . Pasa los primeros meses en Drancy, otros en Fresnes, pero la mayor parte de su sentencia la cumplirá bajo arresto domiciliario en un castillo de unos amigos. Aun así, es despreciada por muchos que una vez la adularon. “De ser la mujer más invitada en Francia” dirá “pase a ser la más evitada”. Su argumento durante su juicio es “Si no querían que me acostara con los alemanes, no debieron dejarlos pasar”.



En todo este tiempo, las cartas entre Hans y Arletty son casi diarias. En la navidad de 1946, la diva por fin puede reunirse con su amante en Baviera. Las cosas no son fáciles para ninguno de los dos.  Aunque Soehring dirá que nunca fue miembro del Partido,  era imposible practicar la abogacía en el Tercer Reich sin serlo. No hay trabajo para un ex nazi en la nueva Alemania.

Arletty convence a su Fauno de escribir. Así, Soehring formará parte del Gruppe47, publica una novela Casa Ducal, y una colección de relatos. También traducirá al alemán la obra de otro aviador estigmatizado, Charles Lindbergh.

Aunque sabe que ya no pueden formar una familia, Soehring quiere casarse con su Biche, ella le recuerda su juramento. Podrán vivir en una casa que ha comprado en Bretaña, pero nunca se casarán. La correspondencia se vuelve menos copiosa. Hans-Jürgen ha conocido en Múnich a Hanni una joven estudiante. En 1949 se casarán, tendrán dos hijos. Aun así, el mantiene su amistad con Arletty. En 1954, Hans es aceptado en el servicio diplomático de la Alemania Democrática. Será Arletty quien lo acompañe a comprar su guardarropa cuando es nombrado cónsul en Ruanda.



Tras años en África, Hans-Jürgen es nombrado embajador en el Congo. Una tarde, tras un picnic familiar, nadando con su hijo mayor en el río Congo, el Embajador Soehring desaparece. Nunca encuentran su cuerpo, solo su sombrero de paja. Se cree que fue devorado por los cocodrilos.

Cuando Arletty recibe la noticia la escribe con tinta roja en su diario. Apenas puede va a Alemania a reunirse con la viuda e hijos de su Fauno. En el telefilme, Hanni le entrega a Arletty sus cartas que Hans-Jürgen había conservado. ¿Será cierto?  La correspondencia de ambos pasó a manos de una coleccionista suiza que las hizo publicar en esta década pasada.

Un Amor Culpable

Llegamos al subtitulo “Un amor culpable”. ¿De que fueron culpables Hans Jürgen Soehring y su venadita? Aunque siempre lo negó,  El Fauno si fue miembro del Partido Nazi. Fue asesor legal de la Legión Condor y juez militar y protegido de Göring, pero los hubo peores en Alemania y a sus mujeres no las castigaron.



Ser amante de un invasor se convirtió en moda durante la ocupación entre las actrices desde Cecile Sorel, Gran Dame de la Comedie Francaise hasta Danielle Darrieux. Aunque sabemos que la pobre Darrieux todo lo hizo para sacar a su ingrato y canallita amante, Porfirio Rubirosa,  de un campo de detención nazi. Con su humor ácido, Arletty decía que las actrices emparejadas con alemanes “deberíamos formar un sindicato”.

A diferencia de Darrieux, Arletty nunca hizo filmes para los alemanes. Su mayor pecado según L’Humanite fue atiborrarse de buena comida mientras Francia pasaba hambre, pero otras lo hicieron y no sufrieron escarnio público por eso. Arletty no era nazi como Corinne Luchaire, un sex symbol del cine galo que tuvo una hija con un oficial de la Luftwaffe y fue condenada a la indignidad nacional. Ni fue agente de la Gestapo como Coco Chanel que fue amante de un espía alemán y apenas estuvo un día en la cárcel.

La carrera de Arletty nunca se recuperó. Siguió en el teatro y no se le conoció amante después de su Fauno. Murió pobre y ciega en 1994. Es una lástima que una loca pasión a haya hecho caer en el olvido por décadas.

En mi mensaje mensual de MHz Choice recibí aviso de que a fines de julio podría ver la miniserie italiana “Mi casa está llena de espejos” basada en las memorias de Maria Scicolone. Si no saben quién es ella, se trata de la hermana menor de Sofia Loren y obviamente sus memorias giran en torno a La Diva y a su madre la formidable Romilda. Pero mi interés en María es que vivió a la sombra de estas mujeres dominantes y solo conquistó un poco de libertad al casase a los 23 años.



Su elección de marido coloca a María en el bando de Arletty puesto que fue esposa  del músico Romano Mussolini, cuarto hijo de  Il Duce. Para su boda en 1962,  Italia todavía no se recuperaba de los errores y horrores del fascismo. ¿Fue Maria públicamente vilipendiada como Arletty?  ¿Tuvo que pagar por apellidarse Mussolini?

Un Personaje Periférico

Mi primera impresión de “Mi casa está llena de espejos” es que ya la había visto, al menos un capítulo por la Rai en Chile.  Sofia Loren vuelve, como en “The Story of Sofia Loren”, a interpretarse a sí misma (de adulta) y a Romilda su madre. Debido a que la primera hora cubre cosas ya dichas en “La historia de Sofia Loren” la serie pasa rápidamente por los años del fascismo y la Segunda Guerra Mundial y se concentra en la carrera de Sofia.

Esto ya es un desacierto porque la obra original es una autobiografía por lo tanto el enfoque debería ser en la autora, pero Maria no pasa de ser un personaje periférico. Ni siquiera se les ocurre ponerla como voz narradora. Tampoco es que La Loren sea el foco central del cuento. Al parecer han querido contar la historia de Romilda Villani, la madre.



La serie comienza a mediares, en 1960. En Roma, Sofia y su marido Carlo Ponti reciben una llamada trasatlántica de Cary Grant. Sofia ha ganado un Oscar, la primera vez que lo gana una actriz extranjera, por “Dos Mujeres”, un filme que no es de habla inglesa. El momento no se centra en la ganadora sino en su madre que piensa nostálgicamente que ha esperado 30 años este momento.

De ahí nos vamos a un largo racconto. Romilda, hija de familia obrera de Pozzuoli, un pueblito cerca de Nápoles, gana un concurso de chicas parecidas a Greta Garbo. El premio es un viaje a Hollywood y la oportunidad de convertirse en actriz. Los padres de Romilda le prohíben viajar. Para consolarla la mandan a Roma a estar con una prima. Ahí Romilda conoce a RIccardo Scicolone, un estudiante de ingeniería de familia acomodada.

Inician un romance, pero para cuando nace Sofia, Romilda está clara que ni Ricardo ni su familia la toman en serio. Retorna a su pueblo. Aunque sus padres y sus vecinos la reciben con cariño, a Romilda la humilla su condición de madre soltera. Para velar por su hija, Romilda regresa con Scicolone y lo convence de legitimar a Sofia, pero Riccardo insiste en no casarse ni siquiera cuando su amante le revela que esperan otro hijo. Creyendo que ha sido una trampa de Romilda, por dos décadas, Riccardo se negará a reconocer a Maria, incluso a conocerla.



Esa se volverá la obsesión de Romilda, obligar a su amante a reconocer la paternidad de su hija menor y convertir a la mayor en la estrella de cine que ella no pudo ser.  Esos son los temas de la miniserie y también su debilidad, porque poco tiene de la autobiografía. Incluso el titulo solo se menciona una vez. Debió haberse llamado “Romilda” porque comienza y acaba con la madre de María. Se entiende que es un proyecto para lucir a la joya del cine italiano, pero para quienes leyeron Mi casa está llena de espejos, la serie limitada es una desilusión.

Un día, cuando Maria es todavía una niña, la casa se transforma. Los abuelos se preparan como si fueran a recibir un rey.  Ricardo Scicolone ha avisado que vendrá visitar a Sofia. Romilda cree que viene a pedirle matrimonio. Para no molestarlo, hace que Maria se encierre en su cuarto . La niña conocerá al padre solo por el ojo de la cerradura. Todo es para nada. El infame ha venido a avisarles que se ha casado, que siempre velará por Sofia, pero jamás reconocerá a María.



La primera hora y media relata los esfuerzos de Romilda para abrirle paso a Sofia en el mundo del cine. Mientras ellas pasan penurias en Roma, en Pozzuoli , Maria crece tranquila al amparo de los abuelos y la tía Dora que la quieren. Todos la quieren en el pueblo. Sin embargo, la niña,  pronta a ser adolescente,  extraña a la madre. Finalmente, se la llevan a Roma. Es allá donde Maria exige conocer a su padre. Le inventan a Riccardo que Sofia necesita verlo. Cuando Scicolone descubre la estratagema, se porta groseramente y se niega a estrechar la mano de su hija menor.



Romilda negocia un buen contrato para Sofia en las fotonovelas. Con el dinero se compran un departamento. Pero Sofia se está volviendo independiente, sobre todo después de conocer al productor Carlo Ponti. Aunque Ponti es casado y como veinte años mayor que ella, la joven se va a vivir con él. Romilda comprende que la ha perdido y ahí se aferra a su hija menor, la saca de la escuela y obliga a estar siempre con ella.

Aquí es una contradicción. Se dice que Romilda se aferra a su hija, pero cuando Sofia solicita que su hermana la acompañe a otros países, incluso a Hollywood, se lo permite. Eso si le hace escenas de celos, la hace sentirse culpable y hasta se muestra envidiosa de los vestidos que Sofia compra para su hermana.

                            Las Hermanas Scicolone

De Como María se Apellidó Scicolone

Una noche en Nueva York,  Maria canta un dueto con Frank Sinatra. Impresionado con la voz de la jovencita, Frankie le consigue un contrato para grabar un disco. La furiosa Romilda exige que su hijatodavía menor de edad regrese a su lado. Este fracaso de crearse su propia identidad empuja a Maria a una depresión que la lleva a no comer y a encerrarse en su cuarto. Un comprensivo médico convence a Romilda de permitir que su hija menor vuelve a estudiar. A sus 20 años Maria puede cursar la primaria y planear sus estudios secundarios.

Entretanto, RIccardo Scicolone vuelve a acercarse a su “otra familia”.  Sus negocios van mal , su mujer lo ha abandonado, está a punto de perder la casa familiar. En suma, necesita que Sofia, ahora millonaria,  lo saque del apuro. Sofia y Romilda deciden darle dos millones de liras, pero a cambio exigen que reconozca legalmente a Maria.



Es increíble como aun arrinconado, Scicolone se niega y cuando acepta comete la última humillación, haciendo esperar a su hija y a Romilda por horas en la oficina del notario. Después de esta desagradable situación, Romilda y Riccardo vuelven a tener un romance. Ella intenta integrarlo a la vida de Maria y sueña con volver a vivir todos juntos.



Sueño que acaba cuando Romilda descubre que el padre de sus hijas tiene otra amante. El descubrimiento,  y subsecuente escena de celos,  provoca un estallido en el hombre que acusa a Romilda de tener un carácter insoportable y de sofocar a la gente.

Romilda aleja a Riccardo de su vida. Maria lo visita y él le da “un buen consejo, de parte de un mal padre” Debe alejarse de su madre, casándose o yéndose a vivir sola, pero debe evitar que Romilda la asfixie. Para entonces, Maria ya está enamorada. Ha conocido a Romano Mussolini (“De esos Mussolini”) , el cuarto hijo del Duce.

De Como María se Apellidó Mussolini

Su relación es larga y compleja. Romano que es un famoso musico de jazz, está siempre en tours, aparece de improviso en la vida de la joven, la llena de ilusiones para luego marcharse. Curiosamente, a Romilda le encanta este romance y no se siente celosa del novio de la hija. cree que, si se casan, vivirán todos juntos. Pero cuando Romano pide finalmente la mano de Maria, deja claro que tendrán casa aparte.



Otra cosa curiosa. A nadie parece molestarle el vínculo con el gobierno fascista. Más tarde, Sofia Loren dirá que nunca le gustó su cuñado, pero no por ser un Mussolini sino porque lo vio siempre como un mujeriego débil de carácter .

La boda tiene lugar en Predappio, un vasallaje de los Mussolini en presencia de Donna Rachele, la viuda del Duce y todos los hermanos del novio. Como de costumbre, Romano llega tarde. La gente no se da cuenta, todos se han congregado a ver a la diva, hermana de la novia. Mas tarde Sofia calificará ese matrimonio como “Un circo”.



Maria recordara su vergüenza y terror que la hacían  sudar bajo un pesado velo. Los recién casados no tienen un minuto de paz. Durante la luna de miel, Romilda sorprende a su yerno con otra mujer y lo chantajea obligándolo a vivir con ella.  Maria no entiende la razón de su marido para estar cerca de su madre, pero acepta. Es una esposa sumisa.



En la serie, Maria descubre la infidelidad de Romano junto con el chantaje de su madre y se aleja de ambos. No he leído el libro, pero sé que si lo hizo fue por un breve tiempo. En la misma serie regresa con él a sabiendas que un mujeriego no cambia. “Mi casa está llena de espejos” acaba con Maria anunciándole a Sofia que espera un hijo.

Pues su vida fue mucho más que esta mediana narrativa donde ocupó el lugar de segundona que tuvo  dentro de su familia. Sin embargo, su historia tiene un final feliz que merece ser contado.

A la Mesa con Il Duce

Maria vivió casi una década junto a Romano. Tuvieron dos hijas, Alessandra y Elisabetta y ella soportó todas las infidelidades hasta el punto de que el marido fue quien tuvo que abandonarla. En 1971, Romano se fue a convivir con su amante de años,  Clara Pucci,  con quien tuvo otra hija, Rachele. En 1976, aprovechando la nueva Ley de Divorcio, Romano segó todo vínculo conyugal con María.

                     Sofía Loren con Alessandra en brazos, su hermana, y Romano

El shock sumió a la pobre mujer en una depresión que acabó con ella internada. Fue ahí que conoció al médico persa Magid Tazmiz que la regresó a la vida y ha sido su compañero sentimental desde entonces. Ese es el final feliz que la serie no nos da. Tal como tampoco nos muestra la singular relación de María con los Mussolini y como aportó a la carrera política de esa familia.

“Mi casa está llena de espejos” fue un éxito en Italia donde todos gozaron viendo actuar a un monumento nacional como lo es Sofia Loren. La única queja,  hecha por espectadores foráneos,  es que no hay critica ni de parte del programa ni de su protagonista al suegro difunto y enterrado, pero cuya ideología sigue viva. Pues,  hecha en un año en que el imperio Berlusconi todavía no se tambaleaba y cuando el apellido Mussolini había vuelto a sonar en la política italiana, la serie intentó darle un perfil bajo a la conexión Scicolone fascismo.

Sin embargo, las memorias de Maria describen su relación estrecha con su suegra, el tiempo pasado con Donna Rachele en Predappio, y como la anciana le enseñó a cocinar. Maria recolectó las recetas aprendidas,  más las anécdotas familiares que escuchó cerca del fogón, anécdotas que inevitablemente involucraban al suegro ausente y las publicó bajo el título de A  Tavola con il Duce  ( Ala mesa con el Duce) .  ¿Se imaginan un libro “A la mesa con Hitler”? ¿o “A la mesa con Franco?”.



La otra entrada a la fama de Maria Scicolone ha sido a través de Alessandra,  su hija mayor. Aunque en los últimos año, Alessandra se ha hecho conocida por sus apariciones en realities y que el 2020 cesó su carrera política, también es cierto que es la persona con apellido Mussolini más famosa después de su abuelo.

                           Alessandra el día de su boda

Inicialmente actriz, cantante y modelo de Playboy, en 1992, Alessandra se retiró de la farándula para meterse en política. Ha sido elegida varias veces, ha sido miembro del parlamento italiano y fundó su propio partido Azione Sociale de tendencia ultraderechista. A pesar de que la derecha siempre la miró con sospecha debido a que la parlamentaria era de ideas progresistas en lo que se refiere al feminismo y al aborto, fue considerada “facha” por la mayoría del espectro político italiano.

                          Alessandra Mussolini y su madre

El que una Mussolini sea representante del pueblo, el que se publiquen obras con anécdotas familiares del Duce, demuestran que en Italia el periodo fascista no es tan temido como en otros países que todavía no enfrentan su pasado sea para condenarlo o entenderlo. Contrasta con el hipócrita repudio de Arletty que la ha mantenido oculta del público por medio siglo.

Antes de cerrar esta nota quería hacer una comparación en términos de cinematografía y estética entre ambos programas. Los italianos muy vivarachos ellos hacen resplandecer cualquier obra apoyándose en su maravillosos paisajes y arquitectura antigua, pero “Mi casa está llena de espejos” no es algo en que a Rai haya invertido mucho dinero. Las actuaciones siempre sólidas, pero el vestuario pudo ser más llamativo. La ambientación hecha a base de clips de revistas y de noticiarios, y un poco de música de fondo,  da la impresión de una pieza de principiantes.

Contrasta con la maravillosa ambientación y otros méritos artísticos de “Arletty: un amor culpable” donde priman la actuación de Laetitia Casta como la protagonista, su impetuosa química con Ken Dukens, la bella escenografía que hace uso de escenarios naturales, y de interiores cuidadosamente recreados. Pero sobre todo por la moda que es tan deliciosa que dan ganas de comérsela a cucharadas. Mas importante es totalmente fidedigna. Pareciera que los diseñadores trabajaron pegados a modelos de las Marie Claire publicadas durante la Ocupación.



 

 

 

miércoles, 18 de agosto de 2021

Diverso y Woke, el Refrito de “Gossip Girl” no Pasa de Ser un Mediocre Fracaso

 


Un error del Reboot de” Gossip Girl “es insistir en que es una secuela de la otra. La original tenía muchas fallas, muchas locuras escandalosas, pero le sobraba lo que le falta a esta: glamur. Y nunca fue sórdida que es el calificativo que mejor le cuadra a la nueva. Sobre todo, nunca aburrió con una chabacanería que ofende al público (el pensante).  Ni con sus alardes de wokeness, esta “Gossip Girl” puede disimular una historia de mal sabor y mal olor que de pronto, a partir del capítulo cinco, vira de rumbo, retrocede y los personajes dejan de ser quienes creíamos que eran.

A medida que llegaba al final del capítulo mencionado, yo me preguntaba qué estaba viendo. Comprendo que el maestro acosado de pronto se vuelva un villano (y argentino, más encima) ¿pero que su acosador, un pansexual drogadicto y depravado, se convierta en la inocente presa de un pedófilo? ¿Que la idiota de Audrey se pase cuarenta minutos ninguneando egoístamente a su madre y de pronto en medio de una borrachera caiga que es ella es la culpable de sus  desavenencias?  ¿Justo cuando empujó a Kiki al suicidio? ¿Y desde cuando Gossip Girl quiere “ayudar” a sus víctimas?

¿Acaso Joshua Safran y su equipo presentían la lluvia de reproches que les caerían de parte de críticos y espectadores y trató de hacer un pequeño experimento social con el público?  ¿Una especie de sueño como en “Dallas”?  ¿Y se supone que debamos olvidarnos de los cuatro episodios anteriores donde denigraron a los maestros, a los latinos,  y expusieron las falencias de ser criados en un matrimonio gay?



La Fórmula Wharton-Fitzgerald

Todo comenzó con la inepta campaña del mercadeo que precedió a la serie. “Gossip Girl” resucitaba, pero más diversa, mas woke, más actual. Ya con eso sabíamoslos verdaderos fans que esto no iba a resultar. La esencia de “Gossip Girl”, el secreto de su éxito fue hacernos creer en una fantasía antigua que aparentemente ocurría al final de la primera década del siglo XXI, pero que bien pudo tener lugar un siglo antes.

A pesar de estar inspirados por la serie de novelitas juveniles de Ceciliy von Ziegesar, la verdadera madre de GG fue Edith Wharton. Originalmente se pretendía que el triángulo Olenka-Archer-Welland fuese recreado por Serena- Nate-Blair. A medida que los personajes se le escapaban a Joshua Safran de las manos, Blair pasaba a ser propiedad de Chuck Bass y Dan Humphrey adquiría poder, la serie tomaba otro rumbo.

                  Blair y Dan en una adaptación teatral de "The Age  of Innocence"de Edith Wharton

Serena dejó de ser la damisela inocente, pero calumniada de la Nueva York de fin de siecle, para ser una jazz baby a lo Daisy Buchanan con Dan convirtiéndose en la quintaesencia del Gran Gatsby.  Eso hacía que GG se sintiese nostálgica de un mundo que sus espectadores solo conocían de sus clases de literatura.

Tal como la telenovela alcanzó su cúspide promoviendo valores ya obsoletos en el mundo real, GG nos hizo creer que aun en la Era de Internet existía una clase social en el Upper East Side de Manhattan que vivía de acuerdo con códigos antiguos. Otra gran influencia en la serie fue la “Metropolitan” de Whit Stillmann, que, aunque tiene lugar en 1990, huele a baúl antiguo. Stillman siempre ha dicho que el filme fue una búsqueda proustiana de su pasado de la Era Kennedy cuando las fiestas de debutantes y el poder del “Old Money” todavía pesaban.



Hoy, Old Money en Nueva York es la Tribu Trump, que en Gossip Girl estaba representada por los buitres ambiciosos, los nuevos ricos Bass. En esta versión del 2021 ya ni se puede hablar de esa clase ni de valores vetustos. Los nuevos protagonistas son siete chicos muy privilegiados que aun siendo (tres de ellos) de piel oscura reflejan la superioridad que da un poder comprador. Esto es evidente cuando Obie (¿ben Kenobi?), el único del grupo dotado de conciencia social parte a “hacer el bien” con su cómplice Zoya, la chica pobre pero ultra progre que tiene el letrero de BLM como wallpaper de su celular.

Su obra de caridad es hacer abrir a medianoche una tienda de útiles de oficina tipo Staples y comprar kilos de útiles escolares para donar a una escuela pobre. Obvio que tal empresa sería imposible si Obie no poseyera una tarjeta con crédito de múltiples ceros. Y ahí está la primera falla de la tan pregonada wokeness. La caridad es fácil cuando se puede y no duele.

El Nuevo Brat Pack de Constance Billiard

Vamos a pasar revista a los nuevos integrantes del Brat Pack de Constance Billiard que intentan apegarse a los modelos dejados por la anterior e inimitable GG. Tenemos a la Abeja Reina, Julien Calloway; a su novio oficial el Nate Archibald del futuro, el tal Obie; y a sus minions, Luna y Monet. Agreguémosle a Max, el chico malo millonario que quiere ponerse los zapatos de Chuck Bass, y una pareja que a ratos parecen Blair y Nate y otros Polo y la Marquesa Carla de “Elite”.



¿Y dónde dejamos a Dan Humphrey?  Bueno, a veces el Obie cae en sermones Humphrey. Y Zoya es a ratos tan ingenua como Little J, su hermanita modista y a otros nos recuerda a lo más cercano a una woke de color de la GG original, Vanessa Abrams.  Zoya aes la medio hermana de Julien. Como Dan, se siente pez fuera del agua en medio de esta sofisticación ordinaria y adulta a pesar de que el grupo oscila entre los 16 y 17 años.  Zoya, como Jenny, solo tiene catorce. A pesar de su corta edad es súper militante y dada a expresar sus ideas tal como lo hacía Vanessa.

Sin embargo, el dúo Julien-Zoya se aleja de las series juveniles para caer en el modelo de “The Parent Trap”. Julien es hija de padre rico blanco y madre negra. Su madre los abandonó para irse con Nick un negro pobre (ok es un abogado muy decente, pero no es millonario). Zoya y Julien han vivido marcadas por la amargura paterna y la ausencia de una madre que murió prematuramente. Como sus padres se odian, han crecido separadas, pero en su adolescencia y aprovechando las redes sociales, llegan a comunicarse.



Julien tiene una idea para estar más unidas, traerse a la hermanita desde Buffalo hasta Constance Biliard. Para eso la hace aplicar (todo a espalda de los padres) para una beca que Zoya gana. Ya trasladada a Nueva York e ingresada en la escuela, la pequeña descubre que fue su hermana mayor quien arregló todo para que ella obtuviese la beca. Esto enfurece a Zoya que siente que le ha quitado la beca a alguien que la merecer más que ella. A ver,  Cielito, eres negra, de bajos recursos y muy talentosa. Nadie merece esa beca más que tú.



La cosa se complica cuando Zoya descubre que entre los superficiales compinches de la hermana hay un ‘Woke”. Esto la lleva a iniciar una relación con Obie que rompe el corazón de Julien y afecta su imagen de influencer. Julien es antes que todo la reina de Instagram (Twitter es para viejos y para Lin-Manuel Miranda) donde ofrece tips para maquillarse, también es modelo y a ratos va a la escuela. Como dice una maestra “¿Quién quiere ir a la universidad si te pagan por maquillarte en línea?”. Eso aleja más a Julien de la imagen de Blair Waldorf, quien vivía obsesionada con encontrar su lugar en el sol y cuya vida estaba dividida entre su futuro escolástico, su futuro laboral y su futuro matrimonial.

Julián ya tiene un presente exitoso que está a punto de desbaratarse por la llegada de su propia hermana. Zoya es demasiado joven para entender la repercusión de sus actos. Para entender que se ha convertido en una It Girl a una edad en que debería todavía jugar a las muñecas. Se crea un triángulo sosísimo, aunque casto.

Algo que no podemos decir del triángulo Audrey-Max y Aki que más que soso es indigesto. Y si es el tipo de triángulo bisexual que hizo famosa a “Elite”, pero son insoportables. Audrey es esnob, y habla como si le apretasen la nazi. Aki quiere ser sensato, pero está como Poloconfuso sobre su identidad sexual. Y Max quiere comérselos a ambos, aunque también tiene una obsesión con el maestro Rafa Caparro, que es parte de la moraleja Gossip Girl: nunca seas maestro de nenes privilegiados.



Mas Diversa, Mas Actual, Mas Woke

Parte de la wokeness tan cacareada de este mediocre refrito es su diversidad sexual y racial. Para comenzar es dirigida por una canadiense de 25 años llamada Karena Evans y que es negra. De los ocho protagonistas, tres son de origen africano (y Aki es de ascendencia asiática), una de las minions es latina como lo es Rafa Caparro, el objeto de deseo de Max que es blanco, pero bisexual tirando más hacia el lado gay. Aki también quiere explorar su lado homosexual y Julien, la protagonista (interpretada por Jordan Parker, una actriz queer) luce un corte de cabello no-binario, aunque está en una relación hetero y se pasa el primer episodio usando faldas.

Para redondear el cuadro diverso, Rafa Caparro es un maestro gay, y una empleada de administración que sale a menudo es lesbiana, como lo es la minion Monet. Sin embargo, tanta variedad no contenta a muchos. Junto con el Forward nos preguntamos que ha hecho el productor Joshua Safran con todos los judíos del Upper East Side. No aparece ninguno.  ¿Y dónde están los asiáticos? Para colmo, en Refinery29  ha habido un dramón porque ninguno de los actores negros es de piel oscura. Estas medidas de pigmentación ya me recuerdan las paletas de los nazis para revisar cual era el color azul propio de los ojos de un ario.

 Mi mayor ira contra el show es su ataque frontal contra los educadores. A pesar de que Zoya- la única vez que me ha caído bien- intenta explicar a Julien y a su corte que nadie es más mal pagado o ninguneado que un maestro de escuela privada (Lo sabré yo) el cuerpo docente de la Constance Billard está lleno de indeseables. En tres palabras, ellos son Gossip Girl ¡En serio!



Los Maestros Vengativos

En la GG original, con la excepción de Chuck, los alumnos le tenían terror a la administración, a las malas notas, a los reportes negativos que les impidiera ingresar a una Ivy League, de preferencia, a la que habían ido padres y abuelos. Los únicos maestros vulnerables eran los muy jóvenes e inexpertos, como Rachel que se atrevió a enfrentarse a Blair y termino acostándose con Dan.  ¡Tremendas metidas de pata!

                            Blair y Rachel

Eso no ocurre en esta versión woke. Ahora a nadie le interesa ir a la universidad. No se sabe para qué están los maestros. En realidad, son los bufones del alumnado que los mantienen a rayas amenazando con despedirlos. Los padres parecen hacerles caso a sus hijos en eso de darle la bota a los profesores y los despedidos no vuelven a encontrar empleo.

Hace treinta años yo también enseñé en una escuela privada donde la directora cambiaba las notas que yo le asignaba a mis alumnas, y las nenas,  cuando se ponían malcriadas, me amenazaban con sus padres.  Presenté mi renuncia, me largué, una semana más tarde estaba trabajando en un plantel universitario. En esta versión, los docentes no creen tener opciones. La más aterrorizada es Kate Keller, una maestra de inglés,  con ínfulas de escritora, que llega el primer día de clases disfrazada de Serena el día en que regresó a Nueva York. Mas allá de cualquier referencia al original, Kate está faltando al código de vestuario y provoca la bura del estudiantado.



Harta de tanta burla y amenaza, Kate consigue que dos colegas (uno blanco y una hindú) más una empleada de administración (lesbiana) la ayuden a resucitar a Gossip Girl, el único hombre del saco al que los chicos de antaño temían.  El problema es que por muy hartos que estén del estudiantado, esto de acosar alumnos vía medios anónimos, es poco ético y bastante infantil.

Sacarle fotografías, sin permiso, a una nena de catorce años en paños menores es ilegal. Aparte de perder la licencia, pueden ir presos. Por último, Kate se concentra en atacar a Julien y a Zoya que son las únicas alumnas que la estiman. Como pedagogos, Kate y su corte son unas bestias.

Si nos creemos el cuento de que Dan Humphrey era Gossip Girl, hay cosas que no cualquiera puede hacer para manipular desde las redes sociales. Dan estaba motivado por una relación amor-odio por ese mundo al que sometía con sus blasts y sus fotos indiscretas. Los maestros no saben realmente lo que quieren y acaban creando un Monstruo de Frankenstein.



Dan, como adolescente que era, conocía a sus víctimas y su cultura. Era un experto en tecnología, algo en lo que supera a los docentes. Por último, las redes sociales han evolucionado mucho. Pronto Kate es bloqueada,  tras ser acusada de postear mensajes inapropiados. Y hasta es chantajeada por Julien. Agreguémosle que a Kate le gusta Nick, el padre de Zoya, y ya presumimos el lio gordo en que se ha metido.



La Venganza de los Críticos

Es un triste consuelo que este refrito no haya gustado a nadie, ni a los fans del show original ni a los críticos que están divididos entre los que notan como palidece este refrito en comparación a su despampanante fuente de inspiración, y los que simplemente lo consideran un cuento mediocre. Si la serie demuestra que ha fracasado en su wokeness. ¿En qué descuella? Porque de los 219 comentarios de IMDB solo un cuarto son positivos. En popularidad tienen un 5.2. compárenla con el 7.5 de “Elite”

En Rotten Tomatoes solo tiene un 36% de la crítica a su favor. Los críticos de grandes publicaciones han mencionado lo aburrida que es o se han burlado de su “wokeness” como en New York Magazine donde Katheryn van Arendok ha dicho “cree que tiene y que debe haber una revolución, solo que no sabe lo que es una revolución ni contra quien’”  Robert Lloyd de Los Ángeles Times ha sido más burlesco reconociendo que cada vez que los personajes  rugen en contra del “patriarcado” es un reflejo de que los escritores saben que es una palabra que les gusta usar a los adolescentes aunque no sepan lo que significa.

En Salón.com donde son agresivamente pro-diversidad, han notado que meter personajes de color no los hace interesantes, que Obie sufre de sentimientos de culpa propios de ricachones y que, en su afán de demostrar conciencia social, cae en el complejo de Salvador Blanco. Pero mi favorita es Sophie Gilbert en The Atlantic que ha comparado el show a un ‘rodeo de chivos” (glossy goat rodeo) y dice algo que suena a verdad “los verdaderos adolescentes no se reconocerán en estos personajes”.



El público es más duro con frases como “aburrida, no es ingeniosa” y “una tortura ver los dos primeros capítulos”. Y algo que los críticos no han visto, pero nosotros los espectadores sí, es que no es una imitación de “Reina Cotilla” sino de “Elite”, y como dijo un comentarista “Básicamente es Elite con gente fea”. Esa es la mayor de las quejas. No es que no sea GG, es que los actores son feos, trabajan mal, se visten mal. La serie es oscura, mal dirigida, mal editada y, lo peor para mí, los personajes no inspiran nada positivo.

Es triste cuando lo woke se reduce a profesores blancos traicionando a alguien de color, una mocosa de catorce años quejándose de lo “blanco” que es Broadway, y Julien diciéndole a su hermana “la gente como tú no se gana las cosas, las roba”. Aunque era una alusión al padre de Zoya que le robó la esposa al padre de Julien, sonó como el tipo de cosas que los privilegiados dicen de los negros sin recursos.

Peor aún que de los personajes gay, el único que inspira simpatía y respeto sea Rafa Caparro que tiene que aguantar el acoso sexual de un alumno, que el susodicho lo meta en un buen lio cibernético, y más encima tiene que consolarlo y prestarle su sofá como si Max no tuviera dinero para comprarse un hotel donde pasar la noche. Ni saber, casi al final de la serie, que Rafa es un “groomer” ayuda a reinterpretar estas imágenes y eso se debe a la torpeza del libreto.



Es el Tercer Episodio donde uno puede ver claramente las grietas de esta historia. Los maestros son los villanos. En “Gossip Girl” y Elite” eran los padres. ¿Cuándo habrá una serie juvenil donde sean los jóvenes que acepten responsabilidad por sus actos?  Eso si quieren hacer cosas de adultos y ser tratados como tales.

Zoya, la Feminista

Zoya es una Greta de piel oscura, solo que su militancia abarca a Broadway y su feminismo es mitutero. En el capítulo tres, la minion Luna, que es estilista, decide darle un make over a Zoya. La chica la detiene, un make over es antifeminismo. Luna le explica que lo es si el propósito es atraer a un hombre “çis”. O sea si lo haces para sentirte bien tú, no hay problema. Yo también caí en ese cuento una vez.



Zoya convertida en el último grito de la moda 2021 acompaña a Obie a una obra de teatro indie (no voy a sentarme a discutir el motivo por el cual no creo apropiado llevar una niñita a ver una pieza de Jeremy O. Harris que incluye desnudos frontales masculinos). Zoya está tratando de seguir las reglas de Luna, no hablar mucho, no comer nada (a mí también me enseñaron que no debía comer delante de un hombre sino hasta estar casados), pero también está incomoda porque Obie la ha admirado.


              ¿A cual de estas influencers prefieren?

De ahí viene una deducción jalada por los pelos de que la razón por la cual Julien es una influencer es para estar a la altura de Obie, “El Príncipe de Nueva York”. Como el actor que interpreta a dicho “príncipe’ parece tener once años (aunque sus entradas en la frente pronostican pronta calvicie), una se pregunta porque estas hermanas se lo pelean. ¿Por qué Julien ha sacrificado vida e integridad par ser digna compañera de un individuo que tiene más de perro faldero que playboy?  Realmente debieron poner un actor más llamativo.

 Cuando pienso en todas las cosas terribles que Blair hizo por Chuck, y para estar a la altura de Chuck, el supuesto ‘Sacrificio” de Julien es grotesco. Al final, si Blair y Serena y querían ser influencers era por ellas mismas, no por ningún hombre blanco, negro o verde.



Sinceramente, el triángulo Julien-Obie-Zoya me tiene chata y me gustaría hacerles unos pases mágicos para que desaparecieran. Es algo que comparto con la teleaudiencia. Para bien o para mal, lo que da que hablar de esta serie es todo lo que rodea al sleazeball, Max (intraducible pero el epíteto perfecto. Gracias Decider por enchufárselo).

Max, el Favorito del Profesor

Dese el primer día sabemos que Max tiene solo un propósito, vivir su pansexualidad. Eso se traduce en acosar sexualmente a lo que se le cruce por delante, sea su amigo de la infancia Aki, la novia de este, o su maestro de Clásicos, Rafa Caparro. Si se tratase de un acoso heterosexual, ya oiríamos el griterío de la galería progre. Como no lo es, los críticos le echan la culpa a Caparro.


En el episodio 2, con la excusa de poner celoso al profe, Max consiguió un beso francés de Aki. Con Audrey llegó más lejos, pasando una noche juntos que la dejó perpleja, pero deseando más. Los remordimientos no dejan en paz a los tortolitos. Para compensar, Audrey intenta utilizar su nuevo conocimiento en la cama. El pobre Aki no responde muy bien a un “beso negro”. Así, como lo oyen.

¿Eso fue lo que Audrey aprendió con Max?  Disculpen si peco de anticuada, no soy quién para meterme en donde otros eligen meter su hocico, ¿pero anilingulo como solución a problemas de alcoba? ¡Guacala!  Ya llegamos a un límite innecesario y que sobrepasa al soft porn. O sea, no he visto la última temporada de “Elite”, pero no recuerdo que hayan llegado a ese nivel de sexo gráfico.

Hablando de “Elite” recordarán mi malestar cuando se implicó que todos los problemas del pobre Polo eran producto de haber sido criado por una pareja de lesbianas. Ahora descubrimos que Max es hijo de un matrimonio gay compuesto por “Pops” Roy, que lleva su homosexualidad de manera discreta y “Dad” Gideon, un empresario teatral cuyos looks (Inspirados en Jordan Roth) oscilan entre Liberace y Walter Mercado. Aparentemente Gideon no era tan flaming cuando se casó y Roy está un poco incomodo con la “evolución” de su consorte.

                       Gideon es una imitación de Jordan Roth



Max descubre que su padre anda navegando por sitios de citas gay. En vez de preguntarle que pasa o alertar discretamente a Gideon, decide hacer una de sus mugrosas trampas. Utilizando la foto de Rafa Caparro, Max contacta a su padre quien parece interesado en el profesor. Esa noche, en la puesta en escena de “Aaron” de   Jeremy O. Harris, Max pone en marcha un retorcido plan. 

Hace que todos se sienten juntos.  Gideon, reconoce a Rafa de las reuniones de padres y apoderados. Roy también lo reconoce…El único que está en babia es el pobre maestro. Y entonces Max suelta la bomba, sin importarle como humilla y hace daño a su Dad Gideon o que Rafa pueda demandarlo por usurpación de identidad.

Rafa y Gideon se van cada uno por su lado y Roy reprocha a su hijo lo que ha hecho y ahí viene la guinda del pastel. Max cae en un estereotipo de (sorry, pero es el apelativo que merece) de mariquita de comedia barata y añeja. se echa a llorar, cubre a su padre de reproches” ¿Que nos has hecho?”. ¿Se imaginan a Chuck haciendo eso?



No contento con la cagadita que se ha mandado, Max va a encontrarse con Aki y Audrey y  hace público sus escarceos con ambos. Realmente no entendemos cómo puede Rafa Caparros, aguantarlo, tenderle la mano, preocuparse por él, cuando el tipejo es una alimaña.

Mal Actuada, Poco Estética, Mal Narrada

Aparte de un argumento ilógico e irritante, en sus pobres intentos de parecer moderno, el Reboot de Gossip Girl no ofrece méritos artísticos. Las actuaciones son pobres. No sé quién es peor si Thomas Doherty (Max) que parece siempre estar bailando dentro de una pecera o Emily Alyn Lind (Audrey), una marioneta inexpresiva que solo mueve la boca.

El vestuario no ayuda.  Ya sé que las modas cambian. ¿Pero realmente los adolescentes andan con calcetines y sandalias? Ayyy. Yo sé que los jóvenes a veces tienen desastres de guardarropa. Recuerdo a Blair yendo a la escuela con hot pants y pantimedias color rojo bombero, pero un error lo comete cualquiera. Aquí chicos y chicas parecen haber encontrado prendas en un basurero y se las ponen una encima de la otra sin ton ni son.

                       Todos pueden tener un fashion disaster hasta Serena y Blair
                           ¿pero esto?
                              ¿Sandalias con calcetines?

La serie es muy oscura. No solo en las filmaciones nocturnas. Aunque hemos visto, mínimo, una fiesta por capitulo, no he sentido el deseo de entrar a esos antros, soirees de recaudación de fondos y ciertamente ni loca iría a ver una pieza de O. Harris. Es un mundo tan sin glamur, tan sin.. todo.  Son minimalistas hasta para contar cuentos.

En seis capítulos hemos visto todo tipo de situaciones sexuales, tres involucrando a Audrey y a Aki, en dos de ellas los hemos visto totalmente desnudos.  Hemos visto varias escenas de Max acosando a Rafa, en dos Rafa está desnudo, en una Max también lo está y hemos visto a Max y Aki (ambos desnudos) besándose. Lo interesante es que cuando Max pasa la noche con Audrey no se molestan en mostrárnoslo. Lo entiendo. La idea es que Max a pesar de su pansexualidad va a ser un icono gay por lo que sus aventuras en la heterosexualidad son nada más que incidentes marginales.



Sin embargo, hay otra escena importante que también ocultan. Cuando Max, drogado y lloroso, se arrastra hasta la puerta de Rafa a contarle que su Pops Roy lo rechazó, nos sentimos frustrados. ¿Una escena tan trascendente y no se molestan en filmarla? Además, Rafa arregló un encuentro con ambos padres. ¿Qué paso con Gideon? ¿También rechazó a su hijo biológico? Estoy casi por coincidir con The AV Club, que todo es un despreciable truco de Max para provocar la lástima y derribar los escrúpulos de su maestro, pero si no lo fuera tendríamos un grave problema de exposición indeseada. Los personajes se encargan de “contarnos’ sucesos que cambian la vida de estos.

Los Falsos Mensajes Woke

Como muchos, considere el capítulo 4 como la mejor entrega hasta la fecha. Aunque lleno de controversia, fue la primera vez que vinos a los personajes preocuparse por el bienestar de terceros y el mensaje final de Julien fue emotivo. Yo siempre voy a apoyar a quien declare la guerra al bullying, una enfermedad que se ha vuelto pandemia y que afecta a todos los géneros, edades y colores.

Pero precisamente porque las promesas de Julien son tan frágiles (tal como ‘No volveré a maquillarme”) y que esa fragilidad nace de la contradictoria y endeble ideología que gobierna esta serie, que el mensaje no tiene valor.  No se puede batallar contra el bullying si todos los personajes de la serie lo son desde la esnob Audrey hasta Max, el depredador sexual “depredado”.



Lo son Luna y Monet, lo son sus padres que acosan y aplastan a la administración. Los maestros cansados del bullying de padres y alumnos se convirtieron en una gran bully llamada Gossip Girl. Si Zoya se uniera a Milo Sparks pueden poner una compañía de asesoría de bulíes. “Gossip Girl”, la única e inimitable, fue fundada en el concepto más puro del bullying. Con ese mensaje de Julien, Joshua Safran parece burlarse de nuestra credulidad, pero no es la única vez que lo hace.

El cuarto capítulo es cuando se consuma la relación de Max y Rafa. El público está dividido entre los que los shipean y los que acusan a Rafa de pedófilo. No estoy en ninguno de esos extremos. Para mi esta relación es otro ejemplo de lo peligroso que es ser maestro en estos tugurios que pasan por escuelas élite.

En el penúltimo capítulo Rafa es expuesto: ya antes ha tenido sexo con otros estudiantes. Eso no quita que Max sea un Stalker que no deja al Profesor Caparros ni ir tranquilo al sauna. lo persigue, lo manosea, le grita ‘fuck me” de una manera que si fuera mujer me daría vergüenza ajena.  En el último capítulo, Rafa comenta que Max es su “fellow Conquistador”. En inglés eso no pasa de una comparación histórica. En castellano (idioma de Rafa), adquiere otro significado. Max es una variación moderna del mujeriego que acumula “conquistas”. Es, al final, un legado patriarcal.



Si Rafa no hubiese sido un “Conquistador” qué pudo hacer para defenderse de los intentos de Max de conquistarlo. ¿Golpearlo?  Iría a la cárcel. ¿Acusarlo con sus papás? Ya vimos que Roy se ha desentendido de su hijo y Gideon está encantado con el monstruito que ha creado. ¿Quejarse con las autoridades del colegio? No me hagan reír. Su única salida, y ya la perdió fue haberlo denunciado por haber usurpado su identidad para crear un perfil en un sitio de citas gay.

Sin embargo, Joshua Safran hace leña con su profe caído defendiéndose de cualquier acusación de que glorifica este tipo de relación. “No debemos sentirnos mal por Rafa” dice agregando que lo ocurrido, desde el punto de vista del profesor fue “morally wrong”. ¿Desde cuándo los titiriteros van adjudicándoles culpas a sus marionetas?  ¿Quien es él para hablar de moralidad si ha creado un retablo de personajes amorales, de la edad, color y orientación que sean. donde los únicos que merecen el calificativo de seres humanos , y un mínimo de respeto,  son los pobres padres de Julien y Zoya?

Inclusive, aunque me encantó ver cuánto ha crecido el bebé Milo (el hijo de Georgina Sparks), su aparición,  que en una comedia negra como lo fue la” Gossip Girl” original seria jocosa, en una serie que se precia de su ‘conciencia social” equivale a abuso infantil. Realmente siento lastima por los promotores de la “wokeness” si sus embajadores son Joshua Safran y la HBO. (Abajo, videos que muestran como ha crecido Milo en 10 años)




En el quinto y muy estrambótico capitulo, dos chicas ganan un concurso de Halloween disfrazadas de Blair y Serena. No solo no se parecen físicamente, sino que el look  es totalmente diferente  a comoe Blair y Serena lucirían. Esa en capsula es la verdad sobre este desafortunado Reboot. De “Gossip Girl” solo tiene el nombre y milieu, y su interpretación de la esencia de la original, woke o no, es totalmente errada.


                         No, no se parecen


El capítulo final es tan insufrible como el resto de la historia. Descubrimos que Max sabe cocinar, que la mamá de Aki es de origen asiático, que Luna es la única de ese grupo que merece un empleo (hagan un spinoff de sus aventuras como asesora de influencers) y que tanto Gossip Girl como sus víctimas son iguales de inútiles, pesados y poco interesantes. Admiro a quien quiera ver la segunda parte y espero que no haya segunda temporada.