Que “Lo que la vida me robó”, con su heroína promiscua y violada,
sea el nuevo hit de Televisa, no me sorprende. La pasan en horario peak y tiene una pareja idola conformada
por la muñeca gala Angelique Boyer y Sebastián
(Slurp!) Rulli. Pero que “La Gata” con
su argumento recontra visto, casi increíble para la mentalidad contemporánea y
en el peor horario haya alcanzado una
sintonía de 19.7 puntos es remarcable y sorprendente. Me tuve que sentar a
revisar la historia para darme cuenta por qué ese cuento de Inés Rodena siempre
gozará del cariño del público.
Yo fui niña sin televisión. La gente todavía se asombra de
que haya pasado mi octavo cumpleaños sin ser esclava de la tele. No era por
falta de dinero, simplemente a mis padres no les atraía el medio. Eran
cinéfilos, gustaban de obras de teatro, opera, y otros espectáculos de música
clásica. Compaginaban su vida social con lecturas, y mi hermano y yo salimos
lectores voraces. De vez en cuando nos preguntábamos que tal sería ser seguidores
de “Batman” o “Rin tintín” como nuestros condiscípulos, pero no extrañábamos un televisor que solo vinimos a
conoce en 1968. Teníamos nuestros amigos, nuestros juegos, nuestros libros y
comics, y teníamos radio.
La radio estaba en la inmensa cocina, en lo que entonces se
conocía como “repostero” y hoy como “comedor de diario”. Ahí almorzábamos con
el servicio, y hacíamos las tareas
escolares, todo al son de la radio que presentaba, a la par de música,
programas dramatizados desde el terrorífico
Doctor Mortis hasta radioteatros, los que los chilenos elitistas
denominaban despectivamente “comedias” y eso que no tenían nada de cómico.
Como desde niña fui romántica empedernida, yo gozaba con
estos predecesores de la telenovela, principalmente con uno de sobremesa que comenzaba
con unos acordes de piano seguido por una voz que anunciaba dramáticamente: “¡Esmeralda,
La Hija del Rio!” Qué sabía yo entonces
que se trataba del primer radioteatro escrito por una enfermera cubana
llamada Inés Rodena.
Por muchos años creí que era obra del mejor guionista de Chile,
Arturo Moya Grau (“Colorina”, “La Madrastra”). En realidad, Don Arturo se había
limitado a trasladar la historia a las riberas de nuestro criollo Mapocho. Por
mucho tiempo, al mirar por la ventana del auto a los niños mendigos del
Mapocho, creía reconocer en ellos a La Esmeralda, alias “La Gata”, la heroína
de este cuento.
Fue a fines de 1973, que TVN comenzó a pasar una historia llamada
“La Gata”. Me bastó un solo capítulo para reconocer mi viejo y querido radioteatro.
“La Gata” no fue la primera versión televisada de este dramón. Se la hizo
primero en Venezuela, en 1968, luego en la Argentina donde se llamó “Ella, La
Gata”.
En México la han filmado cinco veces: “La Gata (1970); “La Fiera
“(1983); “Por un Beso” (2000) y ahora “La Gata” de Nathalie Lartilleux. Una
versión libre se hizo hace poco en TV Azteca llamada “Pobre Diabla” que no tenía
nada que ver con la historia homónima de Delia Fiallo, sino con una niña
mendiga apodada “Diabla”...y ya conocen el relato.
En Venezuela se han hecho dos versiones, “Cara Sucia” y “Muñeca
de Trapo”. Carla Regina se encargó de darle
vida a la salvajita en “Seus Olhos”,
la versión brasileña. Es una historia
inmortal y a La Gata, o La Fiera o La Diabla la han interpretado Victoria Ruffo,
Natalia Esperón, Sonya Smith y ahora, Maite Perroni.
Sonya Smith y Guillermo Davila |
En “La Gata” del 70, Esmeralda se llamó Renata Santa Cruz, y le dio vida la española Maria Rivas (fallecida
el año pasado) quien ya había sido la estrella mimada de las telenovelas de los
60’s protagonizando grandes éxitos como “Rosario”, “El Derecho de Nacer” y “Maximiliano
y Carlota”. Mi único problema con la catalana era que se le notaban sus 39 años
y que se veía bastante mayor que su pareja, Juan Ferrara que por aquel entonces solo contaba con 27
años de edad. Pero el poder de la historia, el talento de Maria Rivas, y el
placer de por fin ponerles rostros a personajes tan queridos, me atraparon.
Televisa entonces se llamaba Teleprogramas Acapulco y gozaba
de un caudal actoral inmejorable, con lo mas granado del cine y las tablas
mexicanos a su disposición. Asi pude apreciar talentos tan diversos como el de
Doña Emma Roldán interpretando a Doña Tila (Rita en esta versión); Magda Guzmán
como la amiga prostituta de la Gata, que en Chile se llamaba “La Gringa” y ahí
era “La Jarocha. Mi compatriota Eduardo Arcaraz era “El Francés” y Norma Lazareno
era la odiosa prima Mónica, rival de La Gata El recientemente desaparecido Sergio
Bustamante daba vida a Mariano, el pedante hermano de Pablo, el protagonista. Y
dos grandes de la actuación como lo fueron José Gálvez y Ofelia Guilmain
(madre, en la vida real, de Juan Ferrara) encarnaban a los malévolos y
arribistas Martínez Negrete, los suegros (a regañadientes) de La Gata.
Esa adaptación de “La Gata” era bastante fiel al radioteatro
con algunos cambios que mejoraban la historia. Por ejemplo, había una serie de flashbacks que informaban al espectador
de los orígenes de Renata, mostrándonos a su madre la cupletista Blanquita
(interpretada por la misma Maria Rivas) en su romance y matrimonio con Femando,
Marqués de Santa Cruz (Antonio Raxel) al que años más tarde conoceríamos como “El
Silencioso” , ex presidiario y protector de La Gata. También veíamos como Las Martínez
Negrete destruían la felicidad de la pareja, provocaban el encarcelamiento de
Fernando y la muerte de Blanca.
Otra detalle que me pareció novedoso fue el romance entre
Mariano y La Jarocha que redimía al soberbio cuñado de La Gata (en la comedia,
él se casaba con la descartada Mónica). Debido a que era telenovela, la
historia se alargó con nuevas desdichas
para la protagonista: le robaban a uno de sus gemelos, tenía un accidente,
quedaba ciega, Pablo era acusado de asesinato, etc. En fin todos esos sucesos
que solemos asociar con el culebrón fueron añadidos por la adaptadora, que recien
me entero, era la misma Estela Calderón, autora de “Gutierritos” y “Pobre
Clara”. Les quedó tan largo el cuento que no terminé de verla.
La versión más famosa de “La Gata”, que incluso eclipsaría a
refritos posteriores fue “La Fiera” de 1983. Eso porque la protagonizaron
VictoriaRuffo y Guillermo Capetillo, jovencitos y lindos como muñequitos de
pastel de bodas. Fue en “La Fiera” donde mejor se distinguían los tres
elementos que la han vuelto un clásico y que han inspirado a otros libretistas
a imitarla.
Guillermo Capetillo y Vicky Ruffo |
Sin “La Gata”, Inés Rodena no hubiese creado a otras
mugrositas como “Maria la del Barrio” o “Marimar”. Sin La Gata, Carlos Romero no
hubiera imaginado las tramas de “Rosa Salvaje” y de “Rubí Rebelde” cuyo argumento
ha sido incorporado a esta versión actual. En la original, Doña Rita no tenía
nieta ni Pablo tenía una hermana ciega. Un detalle novedoso de esta producción
de Nathalie Lartilleux es la incorporación de la madre de La Gata que vive con
ella en el jaral, solo que Esmerada ni se imagina que la loca Fela (Erika Buenfil)
sea quien le dio el ser.
Fela y Esmeralda |
Pero vamos a los tres factores que cimentan el éxito de la trama.
Posee todos los atributos de un cuento de hadas; describe un amor muy puro y romántico,
y por ultimo está la historia de venganza, de ese personaje émulo del Conde de
Montecristo, el padre de La Gata. A todo esto se le añade un buen elenco,
porque no ha habido versión que carezca de un excelente reparto de actores.
Dentro de la telenovela existen muchos subgéneros, pero el
más popular siempre será el cuento de Cenicienta, la niña pobre que consigue
casarse con el Príncipe Azul. En este caso entra una variante: Esmeralda es
Cenicienta, peo también es la princesa heredera despojada de su reino.
Aun dentro del subgénero Cenicienta, existe una diversidad.
Hay cenicientas criadas, obreras, campesinas y la mas popular “La Mugrosita”.
Esmeralda fue creada por su autora como una mendiga desarrapada. Una de las
causas de que “Por un Beso” no fuese tan popular, es que Natalia Esperón
interpretaba a una chica limpia y menos primitiva. La Gata solo funciona siendo
salvaje y puerca.
Natalia Esperón en "Por un Beso" |
Para muchos críticos de la telenovela, es ofensivo tener, en
estos tiempos, una heroína tan poco presentable. Es poco creíble que un “niño
bien” se enamore de una cochinita que seguramente ha de oler mal. También se ve
a estas Mugrositas, que ya existían en el cine de la Era de Oro y en el
radioteatro, como una glorificación de la miseria de nuestra América Latina.
En realidad La Mugrosita tiene una vasta carrera literaria
en idioma español. La vemos como Marisela en Doña Bárbara de Rómulo Gallegos y en la Marianela de Galdós. No la inventaron ni Inés Rodena, ni Yolanda
Vargas Dulche en “Ladronzuela”, ni Delia Fiallo en Esmeralda”. En realidad,
nace en el mundo anglo en la novela victoriana. Esmeralda acusa un fuerte parecido con los
huérfanos de Dickens.
Otra gran virtud de la historia es el romance. En la telenovela
casi siempre el protagonista revela un comportamiento anti heroico, principalmente
si es rico. Suele ser prepotente, machista y busca seducir ala a heroína. No es
el caso de Pablo (Daniel Arenas) quien ama a Esmeralda con un amor inocente precisamente
porque nace en la infancia.
Desde chico, Pablo es un héroe ideal, muy diferente a su
esnob familia. Desconoce los prejuicios sociales, ve a La Gata como su igual,
la protege de las ofensas de su hermano, se enfrenta a su madre empeñado en continuar
su amistad con la pordiosera, y hasta le
enseña a Esmeralda a leer y escribir. Pablo acepta lo que los demás rechazan,
quiere pulir a Esmeralda, pero no cambiarla totalmente.
A pesar del entorno materialista de Pablo, a pesar de las
miserias que vive Esmeralda, ambos son puros e ingenuos Me atrevo a aventurar
que son vírgenes. De hecho, hacen el
amor solo después de casados, un matrimonio que los padres de Pablo rápidamente
anulan. Por su misma ingenuidad es que Pablo es tan fácil de manipular. Cuando
regresa del extranjero, no pone en duda que Esmeralda se casó con “El Italiano”
(Carlos Bonavides) y que es amante de "El
Silencioso".
Finalmente llegamos a este personaje, el más complejo en un
cuento de personajes-tipo. Don Fernando de La Santa Cruz, como Edmond Dantes,
lo perdió todo: buen nombre, familia, fortuna y libertad. A medida que
desaparece en el laberinto carcelario, donde pierde su identidad llegando a ser conocido nada más que por el apodo “El
Silencioso”, sus enemigos, Los Martínez Negrete, se apoderan de todo lo suyo incluyendo
su prestigio social.
Años más tarde, El Silencioso sale en libertad y se entera
que su familia ha desaparecido, pero por otro lado, una herencia imprevista le
da las armas para vengarse. La venganza de este Conde de Montecristo moderno no
es sanguinaria como la de la Emily Thorne de “Revenge”. Quiere la justicia más
básica: limpiar su nombre, y desenmascarar a los que provocaron su desgracia.
Para vigilarlos, se compra una casa enfrente de Los Martínez Negrete.
El Silencoso se enfrenta a Agustín Martinez Negrete |
Don Fernando conoce a La Gata, se conduele de su desdicha y la
ampara, motivando todo tipo de rumores maliciosos. Cuando descubre que
Esmeralda ha sido también victima de la insidia de sus enemigos, la integra a
su plan de venganza que debería ser compartido por la ex mendiga, pero no es
asi y ahí viene mi único reparo con el personaje.
Esmeralda es muy buena y eso la hace aburrida. No es una
Marimar, ni una Betty, La Fea. Con ella
no van las venganzas y la justicia la deja en las manos divinas. Eventualmente,
el personaje reprochará su padre su rencor y pasará a ser el punto débil de Femando,
por donde Lorenza intentará debilitar a su enemigo. Bueno, eso en versiones
anteriores, aquí siempre puede haber cambios.
Una ultima palabra sobre el más que apropiado elenco. Daniel
Arenas sigue siendo el galán de las tardes mexicanas, con un rol un poco
diferente al que hizo en “Corazón Indomable”. Erika Buenfil parece estar
repitiendo papel, su “Fela” está muy similar a la loquita que interpretó en
“Mar de Amor”. Destacan en el elenco, Manuel Ojeda y Pilar Pellicer como Doña Rita. No asi Carlos Bonavides
que ha hecho toda una caricatura (hasta la nacionalidad le cambiaron) de “El Francés”,
un villano bastante oscuro.
Pilar Pellicer |
A Laura Zapata le queda como anillo al dedo el rol de
Lorenza simplemente porque se ha encasillado en ese papel. Siempre se la verá
como la encarnación de la soberbia, parada al pie de una larga escalera de
utilería, rechinando los dientes, escupiendo su odio contra “La Salvaje” llámese
ésta Rosa, Maria Mercedes, Marichuy o Esmeralda.
Para el final dejo a Maite Perroni. Mi actriz favorita es
incapaz de hacer un mal papel, pero hubiese deseado que le hubieran dado un hueso
con más carne. Cualquiera puede dar vida a Esmeralda, no es un personaje
multifacético. Y tras un par de telenovelas-fracaso como “Cachito de Cielo” y
“El Triunfo del Amor” desearía volver a ver a Maite en roles con más enjundia y
recovecos como los de Marichuy o la Lucrecia de “Mi Pecado”.
Para quienes la vimos en “Mujeres Asesinas”, está claro que Maite todavía no ha enseñado en telenovela toda su faceta histriónica. Por eso deseo verla pronto (aun en horario de sobremesa) con roles más complejos como el de “Simplemente Maria” o “Muchacha Italiana viene a casarse”.
Con todo lo dicho se entiende que una historia que en su
momento fue seminal, pero que hoy puede ser vista como anacrónica, inverosimil, y elemental (por no llamarla trivial)
atrape al público y llegue a tener un rating digno de telenovelas del primetime.
Querida amiga,
ResponderEliminarDe la lista de versiones de La Gata, la unica que vi fue La Fiera. Pero que manera de atraparme tuvo esa novelita! (A mi y a todos en mi clase). Como dices, mis elementos favoritos fueron: el romance que surge desde la infancia, la personalidad de La Fiera (del comienzo) y la venganza de su padre. Es curioso (pero no me sorprende) que nuestra queja de La Fiera sea la misma: la protagonista. Yo la adoraba cuando era nina-adolescente porque era valiente y no se dejaba de nadie, pero despues que "Victor Alfonso" se va a estudiar al extranjero y ella queda embarazada, se vuelve tan pasiva y boba que me daban ganas de sacudirla diariamente! Era como si nos hubieran cambiado el personaje. Lo que si te aseguro es que no podria volver a ver esta misma historia una y otra vez, asi que francamente no entiendo como la gente no se cansa. :p
Muy cierto lo de Laura Zapata. No se aburrira de haber interpretado el mismo personaje por mas de veinte anos? Me parece un desperdicio de su talento. Entiendo que no hay muchas opciones en Mexico fuera de las telenovelas, y la mujer tiene que vivir, pero me sorprende que siga en lo mismo.
Hola, Amiguis! La Fiera fue todo un fenómeno. Convirtió a La Ruffo en estrella, pero es una historia tan vista. Me pregunto si la ven por ver a Maite, por inercia, porque ya estan acostumbrados a ver una telenovela a esa hora o porque de verdad la historia es inmortal. Laura Zapata está muy tranquila haciendo otra versión de la Dulcina de "Rosa Salvaje". Hay actores que simplemente se sienten más cómodos en el mismo sitio. Laura no es la única, ahi están Chantal Andere, Sabine Moussier, Sergio Sendel. Todos talentosos, pero aceptan lo que les dan y siempre es lo mismo.
ResponderEliminarCreo que es una combinacion de todo lo que dices. Me acuerdo que durante una epoca (serian unos diez años?) mi mama veia cualquier novela en el horario que le gustaba, pero un dia dijo: BASTA! No veo mas novelas, y ha sido fiel a su palabra. Ahora ni loca ve novelas, esta dichosa con el cable porque tiene muchisimas opciones.
ResponderEliminarEl unico papel diferente que le vi hacer a Sergio Sendel es el de la novela con Yadhira Carrillo, la del piloto casado con la alcoholica. Como se llamaba?
La que ha mostrado ser bastante multifacetica es Erika Buenfil, no?
Amar fue mi Pecado se llamaba esa novela, y ahí la llevaban los secundarios, a pesar de que a LIliana Abud le quedó muy bien su libreto.
EliminarEl caso Erika es parecido al de Edith Gonzalez, Lety Calderón y Laura Flores. Con el "viejazo" decidieron probar nuevas facetas y les ha ido muy bien. Las aplaudo A ver cuando La Ruffo se atreve a seguirles los pasos.
La Gata | Pablo y Esmeralda se casan
ResponderEliminarEfectivamente, La Gata tiene un final feliz.
EliminarAl parecer "La fiera" se podrá ver completa en la plataforma VIX de TelevisaUnivisión en marzo. Al público le gusta la protagonista ingenua y empatiza con ella. Se identifica con sus problemas, porque sabe que "Esmeralda" de "La gata" (2014) sufre más o igual que la gente. Se enamora, se siente desdichada en el amor, cosas que pasan también en la vida real. Si en unos años se les ocurre volver a hacerla me gustaría que la protagonista no se deje de nadie y "saque las garras" para que los padres de "Pablo" no anulen su matrimonio ni su esposo crea que es infiel con otro hombre.
ResponderEliminarMe encantó el análisis de este cuento de hadas. Sigue escribiendo textos como este para aprender más de las telenovelas.
Hola. Gracias por tus bonitas palabras. Qué bueno lo de Vix. Ojalá pongan todas las de Mayte. Ya te habrás dado cuenta de que es mi adorada.
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