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jueves, 28 de abril de 2022

De Austen a Bronte: Segunda Temporada de Sanditon

 


La Segunda Temporada se revela más profunda e interesante que la primera. En un balneario,  ya construido y pujante,  nos encontramos con un momento luctuoso inesperado en el romance rosa que conocimos en La Primera Temporada. Comenzamos con la muerte de Sídney, y la noticia de que Lady Esther Babington ha perdido una hija. A este mundo enlutado llega una Charlotte, más seria, más triste, que decide enterrarse en un trabajo de institutriz cuidando de dos niñas infernales y al servicio de un viudo recluso con más secretos que Mr. Rochester.

La Segunda Temporada comienza con un funeral en Antigua. Mas tarde nos enteramos de que en el catafalco va un tal Sídney Parker,  víctima de la fiebre amarilla. La noticia afecta a toda una familia en Sanditon, hasta Georgiana está triste. Tom se rehúsa hablar de su hermano, Charles va la iglesia a llorarlo,  y Mary parte para la Granja Haywood para hacerle saber la triste noticia a Charlotte y para invitarla a pasarse unas vacaciones en su balneario.

Así Miss Haywood regresa a Sanditon, pero es una mujer diferente. Aunque la viuda de Sídney (y dueña de la deuda de Tom Parker) se llama Eliza, Charlotte lleva el luto en su corazón y ha decidido no casarse nunca. Esto no va con su compañera de viaje, su hermanita Allison. Aunque parezca una versión de Charlotte cuando llego a Sanditon por vez primera, la otra Miss Haywood difiere de su hermana en que su misión principal en el balneario será encontrar marido. Algo que parece fácil ya que un batallón de soldados y sus oficiales acaban de llegar a Sanditon.



Un leitmotiv de esta temporada, y más fuerte que en la primera, es la obligación de una mujer de casarse. No parece haber mayor desdicha en el mundo que ser una solterona, epíteto que le será lanzado en el rostro a Charlotte en muchas ocasiones y eso que ni cuenta 25 años. Los Haywood saben que la obligación de todos los padres es encontrarles marido a las hijas. Por suerte, un granjero “bien colocado”, llamado Ralph, corteja a Charlotte. Según Allison, ese matrimonio ya está concertado a pesar de que la novia no ha dado su aprobación.

Allison tiene claro que ella no quiere casarse con alguien tan soso como Ralph, y tampoco quiere ese destino para su hermana. Su segunda misión será conseguirle un marido a Charlotte. Este aparece en uniforme, se trata del Coronel Francis Lennox que parece el indicado para la mayor de las Haywood. Entretanto,  Allison se ha encaprichado con un poco recomendable Capitán Carter (una especie de Wickham) sin percatarse de las virtudes de otro oficial, el Capitán Frazer.



Como si la presencia militar no fuese ya bastante perturbadora, entre las filas de soldados está un tal Edward Denham. Aunque quiera hacer creer que su llegada Sanditon es fortuita, pronto sabemos que viene con planes de apoderarse de la fortuna de su tía y de paso reconquistar a Esther.





Lady Babington también está pasando por una etapa de duelo. Acaba de perder a su primera hija. Los médicos le desaconsejan un nuevo embarazo que podría ser fatal para ella. Esther, determinada a ser madre, viene a Sanditon esperando una cura del famoso balneario, pero ni las charlatanerías del Dr. Fuchs pueden ayudarla. Esther busca ayuda entre las comadronas locales mientras lucha por desenmascarar a su hermanastro.



Una razón para traer a las Haywood a Sanditon, es acumular amigas cerca de Georgiana. Miss Lamb está insoportable en su empeño por alejar pretendientes de la manera más insultante posible. Los Parker, ahora guardianes de la heredera,  no pueden convencerla de que su deber es casarse. Georgiana no soporta cazafortunas cerca. Todos los hombres jóvenes parecen serlo con una excepción.



Alexander Vlahos, mi querido Duque de Orleans, regresa con un look a lo Chateaubriand y un personaje hetero, pero igualmente controversial. Charles Lockhart es un pintor que ha venido al balneario en busca de inspiración para su arte, pero su amor por la libre expresión y su francofilia aunada a un vocifero bonapartismo no lo hace muy simpático ni para soldados recién regresados de la Guerra Peninsular ni para los habitantes de un país que ha conseguido derrotar a Napoleón.

Aunque como artista,  Lockhart admira la belleza de Miss Lamb, no es uno de sus cortejantes. Algo que atrae a Georgiana que, si bien aparenta despreciar al pintor,  admira su desdén por la convenciones sociales.



Georgiana está feliz de conocer a Allison, y se convierte en su aliada en su búsqueda de romance, pero no encuentra quorum en Charlotte. Miss Haywood ha madurado antes que su amiga. Consciente de que su padre no podrá mantenerla, busca empleo en la única profesión abierta a las señoritas respetables de ese entonces. Charlotte se une a otras famosas institutrices de ficción.



Resulta que, durante la parada de los militares, Charlotte rescata al pequeño Leo que está a punto de ser pisoteado por un caballo. Leo es Leonora Colbourne,  hija del huraño,  pero muy adinerado,  Alexander Colbourn. Charlotte consigue empleo intentando educar a Leonora que prefiere vestirse de niño y a su prima, Augusta, una rebelde y esnob adolescente.

Entre ambas le sacarán canas prematuras a la pobre Miss Haywood que sufrirá más que Fraulein Maria y Anne de las Tejas Verdes en circunstancias similares. El ama de llaves le informa que las institutrices en esa casa suelen huir despavoridas y sin necesidad de locas en el ático que las ahuyenten. Este es un caso de locas en la clase, y sin embargo el misterioso, hosco y sarcástico Mr. Colbourne es un cruce entre el Capitán von Trapp y Mr. Rochester.



A partir del Tercer Capítulo,  la serie se convierte, en el aspecto romántico, en doble triangulo a medida que hasta las niña se dan cuenta de la química entre Colbourne y la institutriz. Romance que se verá alterado a lo Orgullo y Prejuiciopor un militar mentiroso, manipulador que entorpece los designios del verdadero amor. El romance de Charlotte la convierte en Lizzie Bennet y Jane Eyre,y  el triángulo Carter-Alison-Frazer tiene las connotaciones de Cyrano con un guiño a Sense and Sensibility en el que una hermanita menor dejará atrás su inmadurez para escoger al más meritorio de sus pretendientes.

La vida romántica de Charlotte Haywood me fascina, la de su hermana me aburre, pero lo más sorprendente es como Georgiana me deja indiferente. El personaje tenía un poder extraordinario en la Primera Temporada, por exótica y por presentar una original variación del tema de la heredera. Hasta sus berrinches era comprensibles y perdonables.Ahora ya cansa con su falta de tino, su eterna victimización cuando a su alrededor también hay gente con problemas. ¡Niña, despabílate!  Sídney murió, Charlotte maduró. ¿No es hora de que crezcas un poco en vez de dar tanta lata?

Si el arco Georgina me deja fría, no me ocurre lo mismo con la subtrama de Esther. . Su problema me es comprensible y cercano. Aún más cuando reaparece Clara en su vida, barrigona y gritando “¡el crio es de Edward!”. I Pensábamos que no había nada peor que Scarlett O’Hara de partera de su rival, no nos imaginábamos a Lady Babington atendiendo el alumbramiento de Clara.



La trama sigue apegada al estilo “austeniano”, por lo que tenemos que chirriar los dientes cada vez que las Haywood les creen a hombres indignos y no reconocen los méritos de los dignos. Por suerte para el cuarto episodio, Alison ya sale de su deslumbramiento con su capitán más mentiroso que Pinocho.

Mas oscura que nada de lo que hubiese rumiado Jane Austen, es la subtrama del triángulo Esther-Edward-Clara donde el malévolo oficial se aprovecha de la desdicha de su hermanastra y de su amante. Este cuento gótico nos saca de la esfera Regency para llevarnos por los oscuros pasadizos de la narrativa de Wilkie Collins.



Me he negado a ver Bridgerton esta temporada, pero estoy contenta con Sanditon. Es más seria, más profunda y también más bonita desde un punto de vista estético. El vestuario como siempre hermoso, aunque sencillo. Sigo enamorada del idioma tan parecido al de La Austen y las actuaciones varían, pero ninguna desentona.



Contenido Violento o Gory: Nada muy violento, aunque el diabólico plan de Edward para enloquecer a Esther es digno de villano gótico.

Contenido Sexual: Ninguno.

Contenido Feminista: Vemos como la sociedad despreciaba a la mujer soltera. Como se veía como un cambio de estatus social el que una mujer trabajase. Seguimos viendo a Georgiana encerrada en su jaula de oro, pero capaz de embarcarse en una causa como el Boicot del Azúcar, que efectivamente tuvo lugar como rechazo a la perpetuación de la esclavitud en el Caribe.



Factor Diversidad: Georgiana Lamb sigue dándonos fascinantes atisbos a como era ser de raza mixta en esa sociedad entre Londres y el mundo rural.

Sanditon puede verse en USA por Thirteenth Passport y por PBS Masterpiece. En España la está presentando el canal Cosmopolitan y se espera que pronto Film&Arts la presente en América Latina.