La Segunda
Temporada se revela más profunda e interesante que la primera. En un balneario,
ya construido y pujante, nos encontramos con un momento luctuoso inesperado
en el romance rosa que conocimos en La Primera Temporada. Comenzamos con la
muerte de Sídney, y la noticia de que Lady Esther Babington ha perdido una
hija. A este mundo enlutado llega una Charlotte, más seria, más triste, que
decide enterrarse en un trabajo de institutriz cuidando de dos niñas infernales
y al servicio de un viudo recluso con más secretos que Mr. Rochester.
La Segunda
Temporada comienza con un funeral en Antigua. Mas tarde nos enteramos de que en
el catafalco va un tal Sídney Parker, víctima
de la fiebre amarilla. La noticia afecta a toda una familia en Sanditon, hasta
Georgiana está triste. Tom se rehúsa hablar de su hermano, Charles va la
iglesia a llorarlo, y Mary parte para la
Granja Haywood para hacerle saber la triste noticia a Charlotte y para
invitarla a pasarse unas vacaciones en su balneario.
Así Miss Haywood
regresa a Sanditon, pero es una mujer diferente. Aunque la viuda de Sídney (y
dueña de la deuda de Tom Parker) se llama Eliza, Charlotte lleva el luto en su corazón
y ha decidido no casarse nunca. Esto no va con su compañera de viaje, su
hermanita Allison. Aunque parezca una versión de Charlotte cuando llego a Sanditon
por vez primera, la otra Miss Haywood difiere de su hermana en que su misión
principal en el balneario será encontrar marido. Algo que parece fácil ya que
un batallón de soldados y sus oficiales acaban de llegar a Sanditon.
Un leitmotiv
de esta temporada, y más fuerte que en la primera, es la obligación de una
mujer de casarse. No parece haber mayor desdicha en el mundo que ser una solterona,
epíteto que le será lanzado en el rostro a Charlotte en muchas ocasiones y eso
que ni cuenta 25 años. Los Haywood saben que la obligación de todos los padres
es encontrarles marido a las hijas. Por suerte, un granjero “bien colocado”,
llamado Ralph, corteja a Charlotte. Según Allison, ese matrimonio ya está
concertado a pesar de que la novia no ha dado su aprobación.
Allison tiene
claro que ella no quiere casarse con alguien tan soso como Ralph, y tampoco
quiere ese destino para su hermana. Su segunda misión será conseguirle un
marido a Charlotte. Este aparece en uniforme, se trata del Coronel Francis Lennox
que parece el indicado para la mayor de las Haywood. Entretanto, Allison se ha encaprichado con un poco
recomendable Capitán Carter (una especie de Wickham) sin percatarse de las virtudes
de otro oficial, el Capitán Frazer.
Como si la
presencia militar no fuese ya bastante perturbadora, entre las filas de soldados
está un tal Edward Denham. Aunque quiera hacer creer que su llegada Sanditon es
fortuita, pronto sabemos que viene con planes de apoderarse de la fortuna de su
tía y de paso reconquistar a Esther.
Lady Babington también
está pasando por una etapa de duelo. Acaba de perder a su primera hija. Los
médicos le desaconsejan un nuevo embarazo que podría ser fatal para ella.
Esther, determinada a ser madre, viene a Sanditon esperando una cura del famoso
balneario, pero ni las charlatanerías del Dr. Fuchs pueden ayudarla. Esther
busca ayuda entre las comadronas locales mientras lucha por desenmascarar a su hermanastro.
Una razón para
traer a las Haywood a Sanditon, es acumular amigas cerca de Georgiana. Miss Lamb
está insoportable en su empeño por alejar pretendientes de la manera más
insultante posible. Los Parker, ahora guardianes de la heredera, no pueden convencerla de que su deber es
casarse. Georgiana no soporta cazafortunas cerca. Todos los hombres jóvenes
parecen serlo con una excepción.
Alexander Vlahos,
mi querido Duque de Orleans, regresa con un look a lo Chateaubriand y un
personaje hetero, pero igualmente controversial. Charles Lockhart es un pintor
que ha venido al balneario en busca de inspiración para su arte, pero su amor
por la libre expresión y su francofilia— aunada a un vocifero bonapartismo— no lo
hace muy simpático ni para soldados recién regresados de la Guerra Peninsular
ni para los habitantes de un país que ha conseguido derrotar a Napoleón.
Aunque como artista,
Lockhart admira la belleza de Miss Lamb,
no es uno de sus cortejantes. Algo que atrae a Georgiana que, si bien aparenta
despreciar al pintor, admira su desdén por
la convenciones sociales.
Georgiana está
feliz de conocer a Allison, y se convierte en su aliada en su búsqueda de romance,
pero no encuentra quorum en Charlotte. Miss Haywood ha madurado antes que su
amiga. Consciente de que su padre no podrá mantenerla, busca empleo en la única
profesión abierta a las señoritas respetables de ese entonces. Charlotte se une
a otras famosas institutrices de ficción.
Resulta que,
durante la parada de los militares, Charlotte rescata al pequeño Leo que está a
punto de ser pisoteado por un caballo. Leo es Leonora Colbourne, hija del huraño, pero muy adinerado, Alexander Colbourn. Charlotte consigue empleo
intentando educar a Leonora que prefiere vestirse de niño y a su prima,
Augusta, una rebelde y esnob adolescente.
Entre ambas le
sacarán canas prematuras a la pobre Miss Haywood que sufrirá más que Fraulein
Maria y Anne de las Tejas Verdes en circunstancias similares. El ama de llaves
le informa que las institutrices en esa casa suelen huir despavoridas y sin
necesidad de locas en el ático que las ahuyenten. Este es un caso de locas en
la clase, y sin embargo el misterioso, hosco y sarcástico Mr. Colbourne es un
cruce entre el Capitán von Trapp y Mr. Rochester.
A partir del
Tercer Capítulo, la serie se convierte,
en el aspecto romántico, en doble triangulo a medida que hasta las niña se dan
cuenta de la química entre Colbourne y la institutriz. Romance que se verá
alterado— a lo Orgullo y Prejuicio—por un militar mentiroso, manipulador que
entorpece los designios del verdadero amor. El romance de Charlotte la
convierte en Lizzie Bennet y Jane Eyre,y el triángulo Carter-Alison-Frazer tiene las
connotaciones de Cyrano con un guiño a Sense and Sensibility en el que
una hermanita menor dejará atrás su inmadurez para escoger al más meritorio de sus
pretendientes.
La vida romántica
de Charlotte Haywood me fascina, la de su hermana me aburre, pero lo más
sorprendente es como Georgiana me deja indiferente. El personaje tenía un poder
extraordinario en la Primera Temporada, por exótica y por presentar una
original variación del tema de la heredera. Hasta sus berrinches era
comprensibles y perdonables.Ahora ya cansa con su falta de tino, su eterna victimización
cuando a su alrededor también hay gente con problemas. ¡Niña, despabílate! Sídney murió, Charlotte maduró. ¿No es hora de
que crezcas un poco en vez de dar tanta lata?
Si el arco Georgina
me deja fría, no me ocurre lo mismo con la subtrama de Esther. . Su problema me
es comprensible y cercano. Aún más cuando reaparece Clara en su vida, barrigona
y gritando “¡el crio es de Edward!”. I Pensábamos que no había nada peor que Scarlett
O’Hara de partera de su rival, no nos imaginábamos a Lady Babington atendiendo
el alumbramiento de Clara.
La trama sigue
apegada al estilo “austeniano”, por lo que tenemos que chirriar los dientes
cada vez que las Haywood les creen a hombres indignos y no reconocen los
méritos de los dignos. Por suerte para el cuarto episodio, Alison ya sale de su
deslumbramiento con su capitán más mentiroso que Pinocho.
Mas oscura que
nada de lo que hubiese rumiado Jane Austen, es la subtrama del triángulo
Esther-Edward-Clara donde el malévolo oficial se aprovecha de la desdicha de su
hermanastra y de su amante. Este cuento gótico nos saca de la esfera Regency para
llevarnos por los oscuros pasadizos de la narrativa de Wilkie Collins.
Me he negado a ver
Bridgerton esta temporada, pero estoy contenta con Sanditon. Es más
seria, más profunda y también más bonita desde un punto de vista estético. El vestuario
como siempre hermoso, aunque sencillo. Sigo enamorada del idioma tan parecido al
de La Austen y las actuaciones varían, pero ninguna desentona.
Contenido
Violento o Gory: Nada muy
violento, aunque el diabólico plan de Edward para enloquecer a Esther es digno
de villano gótico.
Contenido
Sexual: Ninguno.
Contenido
Feminista: Vemos como la
sociedad despreciaba a la mujer soltera. Como se veía como un cambio de estatus
social el que una mujer trabajase. Seguimos viendo a Georgiana encerrada en su
jaula de oro, pero capaz de embarcarse en una causa como el Boicot del Azúcar,
que efectivamente tuvo lugar como rechazo a la perpetuación de la esclavitud en
el Caribe.
Factor
Diversidad: Georgiana
Lamb sigue dándonos fascinantes atisbos a como era ser de raza mixta en esa
sociedad entre Londres y el mundo rural.
Sanditon puede verse en USA por Thirteenth
Passport y por PBS Masterpiece. En España la está presentando el canal
Cosmopolitan y se espera que pronto Film&Arts la presente en América
Latina.