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lunes, 11 de noviembre de 2024

Los Tudor, Los Bellamy y Los Poldark: La televisión inglesa de los 70

 


Los Forsyte y los Churchill habían dejado un gusto en suelo británico y en otros lados por las sagas familiares, aun más si eran reales. Fue así que a comienzos de Los 70, nacía la Tudormania en la televisión inglesa. La eclipsaría el interés por unos aristocráticos eduardianos que habitaban en Eaton Place y, a mediados de la década, el Cornualles georgiano sería el espacio para las hazañas del Capitán Poldark y de sus desavenencias con su familia antigua y su empeño en construir una nueva.

Como Nació la Tudormania

Desde el cine mudo que Enrique Octavo, sus esposas y descendientes han sido tema para muchos libretos. Enrique VIII entró en mi vida  en la piel de Robert Shaw, cuya jocosidad contrastaba con la severidad de Santo Thomas Moro en A Man for All Seasons. En 1970, esa imagen del rey gordo (mi hermanito hacia estupendas imitaciones de sus carcajadas) fue reemplazada por el exagerado histrionismo de Sir Richard Burton en Ana de los Mil Días.

Yo comencé a ver esta cinta en el Rialto, a comienzos de diciembre de 1970, pero fui interrumpida cuando se presentó mi primera regla. Como en ese entonces una primera menstruación era tratada como enfermedad, me llevaron a casa casi en camilla. Me tomó casi medio año poder ver la cinta, ahora en el Teatro Rex. La anécdota es para ilustrar el hecho de que ver cine en casa a veces nos evita incomodidades o interrupciones bochornosas.

Al parecer los ejecutivos de la BBC pensaban parecido puesto que ese año debutaba en las pantallas inglesas, The Six Wives of Henry the Eight, en el espacio de los domingos que hoy asociamos con Masterpiece Theatre. Aunque ya han pasado los años por ella, esta producción dividida en seis episodiosuno para cada esposa-fue un mega éxito en ambos lados del Atlántico. Prueba de ello es que Keith Mitchell, quien daba vida al monarca femicida, ganó un BAFTA y un Emmy por su interpretación de Enrique VIII.



Motivada por ese éxito, al año siguiente la BBC decidió dramatizar la vida de Isabel I, la más famosa de Los Tudor. Glenda Jackson ya tenía el privilegio de ser la Grande Dame del cine y teatro británicos. Era una sorpresa ver que una luminaria de esa categoría apareciera en la pantalla chica, pero la serie la ameritaba . Hasta hoy es imponente, a pesar de las restricciones de escenografía.

El argumento sigue a Elizabeth en su etapa de Cenicienta en las cortes de sus hermanos , a través de su impresionante reinado y hasta asistimos a su fallecimiento. Como en Becoming Elizabeth, Elizabeth R. nos revela los amores de la princesa con el Almirante Seymour y vemos su conflicto interno con los cambios de religión que se suceden en Gran Bretaña y, a nivel personal,  con diversos hombres que buscan controlarla.



Elizabeth R. fue presentada en los Estados Unidos en 1972, abriendo el espacio dominical que mi generación conocería como el Masterpiece Theatre presentado por Alistair Cook. La serie fue un exitazo siendo el primer programa inglés en ganar un Emmy como la mejor serie del año. Aparte de sus BAFTAS, Dame Glenda recibió dos Emmys. Como ocurriese con Bette Davis en el pasado, Glenda Jackson se convirtió en el rostro de la Reina Virgen. En 1971, repitió papel junto a Vanessa Redgrave en Mary,  Queen of Scots, el mejor retrato que se ha hecho de María Estuardo en el cine.



Sin llegar al Masterpiece Theatre, la BBC continuó en 1972 con su exploración del Universo Tudor con The Shadow of the Tower que describía la llegada de Henry Tudor al trono y los sucesos que conocimos gracias a The White Princess. Acaba justamente con la boda de Catalina de Aragón y el Príncipe de Gales. No alcanzó el éxito de sus predecesoras, pero se apuntó su sitial en el origen de la Tudormania. Sin esas series, Michael Hirst no hubiese abrazado la causa Tudor que iniciaría la Tudormania en otro siglo. Shadow of the Tower sería un punto suspensivo en este fenómeno, puesto que a los Tudor los reemplazaría la veleidosa preferencia popular con otra familia, Los Bellamy de Eaton Place.



Los Hijos de Eduardo

Históricamente,  este membrete corresponde a los príncipes de la Casa de York que fueron ejecutados por su tío jorobado en la Torre de Londres. En Los Setenta,  podría referirse a la fascinación con La Era Eduardiana. Aunque se manifestaba en vestuario y sobre todo en esos peinados Belle Epoque que usaba la princesa Ana, también hizo su aparición en la televisión británica que nos trajo una manera de aprender historia social británica más entretenida que en un salón de clases.

La Era Eduardiana (Edwardian Era) se refiere al breve reinado (1901-1910) de Eduardo VII. El pobre gordito se pasó la vida a la espera que su madre muriese y usando el título de Príncipe de Gales. Aun así, tuvo una tremenda influencia a nivel político y cultural  antes de reinar, gracias a su grupo de amigos,  The Marlborough House Set.  Todos ellos, más el Príncipe,  tendrían espacio en la ficción televisiva.

La serie que abrió el ciclo continuaría aun después del fallecimiento del rey, cubriendo los quehaceres de Los Bellamy, sus hijos, y criados a través del Gran Guerra y de los Locos 20, llegando hasta 1929 , o sea superando la cronología de su hijastra Downton Abbey. En otra entrada ya comenté los parecidos y diferencias entre ambos shows, así que no me detendré en Eaton Place, pero sigamos con los eduardianos.



El éxito inesperado de Upstairs, Downstairs invitó a una nueva temporada, algo que no había ocurrido nunca en la televisión británica con un drama de época. Los astutos productores de la BBC decidieron aprovechar la buena racha creando más programas situados a comienzos del Siglo XX. En 1972, llegaba The Edwardians, una antología que en dos temporadas dedicó episodios a dramatizar vida y hechos de gente importante de ese entonces como los inventores del Rolls Royce, escritores, sufragistas, el mismísimo Rey Eduardo y una de sus amantes más famosas, la Duquesa de Warwick.

Un actor poco conocido llamado Tony Hopkins dio vida al político David Lloyd George en esa antología . Ese mismo año, el futuro Sir Anthony encarnaría a Pierre en una adaptación de La guerra y la paz y haría su debut en la televisión estadounidense en la miniserie QBVII. El resto es historia.



Siempre hubo rumores de que el harem de grandes damas de Eduardo, El Acariciador (como lo apodó Henry James) incluyó a la madre de Winston Churchill, pero ningún historiador ha podido probar que Jennie Jerome, la primera Princesa del Dólar, fuese amante del rey. Lo que si se sabe es que esta neoyorquina no solo se casó con el hijo del Duque de Marlborough,  fue también parte importante del círculo real, The Marlborough Set.

Consciente de esto, Thames, una productora que servía a la ITV,  contrató a Lee Remick para que diera vida a la americanita que conquistó a la Corte de St. James en Jennie, Lady Randolph Churchill. Este fue otro exitazo de la televisión británica que cruzó el charco y encantó al público americano en 1974, un año antes que Upstairs Downstairs cerrara sus puertas tras cinco temporadas. Ese año, cuando llegué a Nueva York, todos estaban viendo o UD o Jennie. En casa solo teníamos un mini televisor en blanco y negro (sin control remoto) que en días de semana quedaba en manos de mi madre. Como ni ella ni yo hablábamos inglés,  nos la pasábamos viendo telenovelas en español. Yo descubriría la belleza del period piece británico a fines de la década, pero nunca pude interesarla en la era de Eduardo, ni siquiera en Downton Abbey.

Jennie…fue un éxito total, recibiendo Lee un BAFTA y un Globo de Oro como Mejor Actriz. Recientemente vi la serie en Acorn Tv, pero creo que ya no la tienen. Está en YT en inglés. Aunque escenográficamente se ve añeja, la filmación en Blenheim Palace y el excelente elenco ayudan a hacerla inmortal. Junto a Lee Remick, vemos rostros que serán parte de esta era dorada de la televisión inglesa. Ronald Pickup da vida a su esposo, Lord Randolph Churchill;  Jeremy Brett es su amante, el Conde Kinsky; Christopher Cazenove interpreta a George Cornwallis-West, el “más joven”  segundo esposo de Jennie y Dame Sian Phillips a Mrs. Patrick Campbell, la mejor actriz de ese tiempo, y la mujer por la cual George abandona a su esposa.

                                       Los Amores de Jennie...

                                Lord Randolph Churchill

                                  Conde Kinsky


George Cornwallis-West


Ese mismo 1974, Dame Sian tenía su propio show dando vida a la famosa sufragista Emmeline Pankhurst en Shoulder to Shoulder. La serie que en USA se vio a través del ahora reconocido espacio dominical Masterpiece Theatre, narraba la lucha de Mrs. Pankhurst y sus hijas por obtener el voto femenino durante la Era Eduardiana (lo consiguieron después de la Gran Guerra).



Un año después de Jennie, llegó la esperada serie Edward the Seventh, sobre el monarca que dio su nombre a una era. La estoy siguiendo en YT y no me impresiona ni el rey interpretado por Timothy West ni su reina ni su ristra de amantes, con la excepción de la presencia luminosa de Francesca Annis como Lillie Langtry. Lillie, que fue otra gran actriz de la Belle Epoque, ameritaría su propia miniserie en 1977 también protagonizada por la Annis.



Acabada Upstairs Downstairs y el productor John Hawkesworth ya tenía más aventuras de la Era Eduardiana. En 1976 debutaba The Duchess of Duke Street la historia de una cocinera y hotelera que debía su fama al rey Eduardo VII que fue su patrocinador y amante. Por dos temporadas veíamos a Luisa Trotter navegar por la primera década del Siglo XX, la Gran Guerra y los Años 20, siguiendo la misma trayectoria de Upstairs Downstairs.

El fin de la década cerró este ciclo Eduardiano, dejándolo en manos del cine donde el dúo Ivory-Merchant se encargarían de hacerlo famoso con sus adaptaciones de las novelas de E. M. Foster. Sin ellos, y sin la televisión de Los 70,  nunca hubiéramos tenido Downton Abbey.

Rumores de Guerras Pasadas

En 1979 recibí mi propio televisor a colores como regalo de graduación y comencé a seguir el Masterpiece Theatre. Recuerdo de ese año, la triste Testament of Youth de la que ya le he hablado. Curiosamente, aunque entre 1974 y 1979 se cumplían cincuenta años del inicio y final de la primera Guerra Mundial, solo las memorias de Vera Brittain merecieron una dramatización. Se prefirió intercalar el conflicto en otras series del periodo como un incidente histórico más. Así la vivieron los Bellamy en Upstairs Downstairs, La Duquesa de Duke Street y la joven Christina, quien pierde a su marido aviador, en la serie Flambards (1979).

Vale recordar que en 1974, la BBC presentó la espectacular Fall of Eagles, una docuserie que, en un mosaico de viñetas, nos mostraba los factores que llevaron a Europa a la Primera Guerra Mundial. 



Diferente era el caso de la Segunda Guerra Mundial. Aunque Los 80 seria su gran década, ya la televisión inglesa había comentado a tratar ese conflicto desde 1970 en que debutaba en sus pantallas A Family at War. La serie giraba en torno a la vida diaria de Los Ashton, una familia de clase media baja de Liverpool durante los años 1938 y 1945. La descripción de la vida antes y durante la Segunda Guerra Mundial es muy lograda, sobre todo en como el conflicto afecta la vida de los Ashton y sus hijos. Es una historia bastante realista, para la época, con un retrato fiel de las desigualdades sociales, del desempleo, de la situación de la mujer y del clima político.

David, el hijo mayor, es un fracasado padre de familia que finalmente encuentra empleo y su nicho en La Real Fuerza Aérea. Philip es el estudiante de Oxford, veterano de la Guerra Civil Española que, por supuesto es comunista. Margaret, la hija mayor, es maestra, pero cree en casarse y tener hijos. La guerra y el creerse viuda, cambian las ideas de Margaret sobre el amor y los derechos de la mujer.



Aunque es infinitamente superior a World on Fire, esta seriedisponible hoy en Acorn y Tubi se siente deslucida y arcaica. Granada no gastó mucho en ella. Por ejemplo, las escenas de la guerra en Tobruk fueron filmadas en una playa de Formby,  cerca de Liverpool. El elenco era desconocido y lo seguiría siendo aun después de tres temporadas. Se entiende que los humildes Ashton fuesen eclipsados por los glamorosos Bellamys.



Yo intenté verla en 1974 cuando la pasó la PBS, pero la barrera del idioma me impidió seguir A Family at War. Diferente sería el caso de World at War, un magnífico documental de 1973, que mi padre (dueño del televisor los fines de semana) nos impuso con gran alegría de mi parte. Mi pasión por la Segunda Guerra Mundial,  que inicié a temprana edad, él la explicaba jocosamente a los amigos como “esta niñita nos salió muy bélica”

Hasta el día de hoy considero este documental de Thames como la mejor crónica del conflicto. Desde la narrativa vocalizada por el impecable acento de Sir Laurence Oliver hasta el hecho de que siendo de 1973 se podía entrevistar a muchos participantes como generales de la Werhmacht, resistentes franceses y sobrevivientes del Blitz de Londres. Hasta la música me encantó, siendo la primera vez que escuchaba canciones típicas de esa guerra como “We’ll meet again”, “Bless ‘em All” hasta el “Boum” de Charles Trenet.



Un motivo por el cual A Family at War no fue bienvenida es que en 1970 el ánimo británico era más bien pacifista, más que nada porque la Guerra de Vietnam seguía en curso. Fue solo a fines de la década que comenzaría un interés por la Segunda Guerra Mundial y que era un presagio de Tenko, Fortunes of War y otras celebres series bélicas de Los 80.

En 1977 debutaba Secret Army, un interesante retrato de una Bélgica Ocupada donde un tabernero crea una red de resistencia, mientras trata de poner en orden su vida privada. Esta popular serie tuvo la novedad de intentar dar un rostro humano al invasor. Dos años más tarde, Anthony Andrews todavía no el gran galán de los 80 protagonizaba Danger UXB sobre otro tema novedoso: el desmontaje de bombas sin explotar durante el Blitz.



Viajes a Tiempos Lejanos y Futuros

El éxito de tantos period pieces hacía que la BBC invirtiera en los dramas de época y no necesariamente los que tenían lugar en Inglaterra. En 1972,  decidieron dedicarse a otra familia, una más musical. Yo vi The Strauss Family en Telemundo, en español y en 1981, pero no la sentí prehistórica. Me encantó conocer la historia del Rey del Vals, de su conflictiva familia y de sus muchos amores.



La BBC y el Masterpiece llevarían a su audiencia a un viaje más dentro del pasado cuando, en 1975 se decidió adaptar la saga de Winston Graham sobre un oficial del ejército continental que al final de la Guerra de Independencia Americana, retorna a su terruño en Cornualles para encontrarlo todo cambiado y para mal. Poldark tendría dos temporadas para reorganizar su mundo y formar su propia familia en una Inglaterra dieciochesca y en la costa córnica donde parecía vivirse en otro mundo.



Sin menospreciar la magnífica adaptación del 2015 o las actuaciones de Aidan Turner como el Capitán Poldark y de Eleanor Tomlison como su Demelza,  la de 1975 se erige sobre méritos propios.  Como doy más detalles en otra entrada, me limito a decir que en solo dos temporadas este ejemplo de ficción histórica conquistó no solo al Reino Unido. La Poldarkmanía atrapó a muchos países, principalmente a España donde aumentó gracias a visitas promocionales de sus estrellas, Robin Ellis y Angharad Rees.



Envalentonados con el éxito, los de la BBC se atrevieron a viajar más lejos en el pasado adaptando las novelas históricas de Robert Graves. Ni Roma ni Domina, ni menos esa payasada Those About to Die, le llegan ni a la chancla a Yo Claudio. Fue una serie innovadora y para la época muy osada y cruda. Nos ruborizábamos al ver desnudos y descripciones de comportamientos semi aberrantes como los incestos de Calígula y la ninfomanía de Mesalina.

Hoy pueden verla con subtítulos en Acorn. Si se siente antigua por sus espacios cerrados y su ausencia de exteriores, pero sus diálogos y actuaciones son insuperables. Imagínense nada más una serie que goza de las actuaciones de Sir Derek Jacoby como Claudio, de Dame Sian Philips como su abuela Livia, de Sir John Hurt como Calígula y de Sir Patrick Stewart como El Prefecto Seyano.



El interés en el pasado no borraba la fascinación de dramas futuristas. A través de la década seguían los viajes por el tiempo del Dr. Who y otros intentos de emular la ciencia ficción estadounidense. En 1970 iniciaba y acababa UFO , una distopia en la que los alienígenos andaban secuestrando humanos para crear una nueva raza hibrida.

Ed Bishop era Straker, un oficial de SHADOS, una organización de máxima tecnología encargada de impedir una invasión de estos extraterrestres, pero también de aprender sus métodos y objetivos. Suena más interesante en papel que en pantalla. Cuprosamente,  esta breve serie llegó a Chile ese mismo año, en una época cuando los programas extranjeros se demoraban casi dos en llegar a nuestras pantallas.



Mas suerte corrió Space 1999 que en 1975 trajo a la pantalla al matrimonio de la vida real compuesto por Barbara Bain y Martin Landau quienes se habían hecho famosos en Misión Imposible. Esta saga cuenta  que a finales del siglo XX se ha establecido una base espacial en la luna que también se ha convertido en basurero de desechos nucleares terrícolas. Un día esos desechos explotan desorbitando a la luna, la base y sus 300 empleados.

De pronto la luna se sale de la galaxia, atraviesa un agujero negro y parte como un nuevo Enterprise a encontrar algún otro planeta donde aterrizar. Eso los lleva a encontrarse con diferentes sociedades alienígenas. Creada por Los Anderson, los mismos de las Supermarionetas, este fue su primer intento de trabajar con actores de carne y hueso. Duró dos temporadas, a mi padre le gustaba. A mí me aburría, considerándola inferior a Viaje a las Estrellas.



El Prosaico Presente

No todo en la BBC era pasado o futuro. En los últimos años que pasé en Chile (1972-1974) alcancé a ver las ultimas series inglesas que no eran customers y que tuvieron algún éxito. Todas tenían algo en común, mucho glamur, muchos viajes por espacios del jet set y algún misterio que resolver. Era la fórmula del momento.

Jasón King era un novelista famoso (tipo Ian Fleming). En busca de inspiración, viajaba a sitios donde, detrás de alguna belleza, nuestro mujeriego héroe encontraba algún misterioso crimen que podría aparecer en la próxima entrega de Mark Kane, el protagonista de sus novelas. Aunque la serie era entretenida, Peter Wyngard era el prototipo de belleza masculina de ese entonces: cabello largo, barba y bigotes frondosos, casi no se le veían las facciones, era una ensalada de pelos. Ni a madre ni a mí, que seguíamos a Jason King por inercia, nos parecía atractivo.



Mucho mejores eran The Persuaders o Dos Tipos en Apuros que llegó a Chile el ’73. Imagínense una serie que tiene lugar en la Costa Azul, con escenarios y personajes del Jet Set,  y protagonizada por Tony Curtis y Sir Roger Moore. Danny Wilde (Curtis) era un neoyorquino del Bronx que había hecho varias fortunas, con métodos no muy limpios y las había perdido.  Lord Brett Sinclair era un aristócrata inglés, ex oficial y ex piloto de Fórmula Uno.



Ambos se encontraban en medio de una trifulca en un bar de Montecarlo, justo cuando llegaba la policía  que  los arrestaba. Al juez se le ocurría un castigo ejemplar para estos privilegiados: “persuadir” a villanos de la zona de no cometer más crímenes. De esa manera, el dúo se encontraba con todo tipo de maleantes, muchos de ellos gente importante y no muy dada a dejarse persuadir de abandonar sus lucrativos negocios.



A pesar de lo interesante de la trama, la serie no tuvo más que una temporada. Se dice (lo dijo Dame Joan Collins en su autobiografía) que Curtis y Moore se llevaban de la patada, otros dicen a que a Sir Roger le interesó más ser James Bond que Lord Sinclair. Y ese fue el fin del cuento.

Tres temporadas tuvo Los Protectores (hoy puede verse por Tubi) , la historia de una agencia de detectives internacionales que operan desde tres capitales europeas: Harry (Robert Vaughn) desde Londres; La Condesa (Nyree Down Porter) desde Roma,  y Paul Buchet (Tony Anholt) desde Paris. La veíamos porque a mí me gustaba Vaughn desde El Agente de Cipol y mi hermano por el tema “Avenues and Alleyways”), pero yo no soportaba a la ex Irene de La Saga de los Forsyte.



De Buen Humor

Los 70 impactaron en la televisión mundial experimentando diferentes géneros.  Por ejemplo, les fue bien con las comedias. En 1973 llegó a TVN en Chile El Show de Marty Feldman, volviéndonos fanáticos de este excéntrico comediante y a su más excéntrico humor. De ahí nos volveríamos adictos a todos sus filmes bajo la dirección de Mel Brooks (Young Frankenstein, El hermano más listo de Sherlock Holmes) y sentimos su temprana muerte.

No recuerdo si Are You Being Served?  fue tan exitosa en USA como en Inglaterra y no conozco a nadie en Chile que la haya visto. Muy diferente fue el caso de la excelente Fawlty Towers (1975),  la obra maestra de John Cleese como el temperamental dueño de un hotel en el campo inglés y sus muchos problemas con clientes y empleados. Fawlty Towers, que duraría décadas,  encantó a los estadounidenses y tuvo mucha suerte en otros países.



Un caso curioso ocurrió en España donde no les agradó que el torpe camarero, Manuel,  fuese español. Se arregló traduciéndolo como Carlo, el italiano. En la versión en catalán, es portugués, pero vuelve a ser español en el País Vasco.



Los 70 se caracterizaron por ser la última década en experimentar con diversos géneros y por imponer glamur aun en historias que tenían lugar en el prosaico presente. Los 80 traerían otros cambios al producto inglés sobre todo en las adaptaciones literarias ya que una de ellas iba a provocar una anglofilia al otro lado del Atlántico no vista desde la Beatlemanía.

 

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Reinas, Fascistas y el Final del Capitán Poldark: Otoño 2019



Ya estamos en septiembre, ya acaba el 2019 y es hora de ver como terminan algunos period pieces televisivos y que nuevas trends se nos acercan. Al parecer, después de “Chernóbil”, Rusia sigue siendo un tópico interesante en lo que respecta a series de época, HBO sigue en su búsqueda desesperada de otro GOT, por otro lado, la tendencia es hacia el historical whodunnit o policiales históricos.

LOS TRES MESES DE OTOÑO
Septiembre
El domingo 29 inician por la PBS las últimas temporadas de “Poldark” y “The Durrell in Corfú”. Yo estoy tan saturada de malas series, y quedé tan harta con el final de GOT, que voy a escoger con pinzas lo que vea en el futuro. Los Durrells y la nueva pensión de Louisa pueden esperar a un día de lluvia que me los bingee en Passport Thirteen.

En cuanto al Capitán Poldark,  lo que sé de esta temporada no me resulta atrayente. Para comenzar se han desligado de la saga de Winston Graham (“¿más todavía?” preguntaría la Gatita Valentina). Puesto que el próximo libro, The Stranger from the Sea tiene lugar una década después de la muerte de Elizabeth, Debbie Horsfield quiso llenar ese vacío y escribir algo “original”.



 La idea de presentar a Ross involucrado en el suceso histórico de El Complot Despard es novedosa. Es interesante conocer las razones para que el militar y abolicionista irlandés, Ned Despard, conspirase contra su rey. También la de presentarnos a su esposa Kitty, una afro hondureña, y explorar las dinámicas de los matrimonios interraciales en la Inglaterra de Jane Austen es fascinante, pero merecían su propia historia.

Digamos que nuestro interés por Poldark va a ser disminuido al tener a estos personajes tan carismáticos en primera plana. Sobre todo, porque sin ellos, Ross y Demelza siguen siendo ese matrimonio desavenido e inestable. Que Dwight y Caroline también estén metidos con los Despard que Morwenna y Drake también tengan problemas matrimoniales, etc. Bleh! A mí me gustan las cosas equilibradas, ni muy light ni muy trágicas y ya me cansaron los Poldark.

Octubre
El 4 de octubre abre en Netflix la sexta temporada de “Peaky Blinders” que comenzó hace un par de semanas a transmitirse por la BBC. Aprovecho de explicar que dejé de ver esta excelente serie porque su crudeza, su tono oscuro, sus personajes tan amorales, me deprimían. Entiendo que sea apegada a la realidad y no pretenda glamurizar al mundo gansteril, pero a esta edad yo ya solo me aboco a lo que por sombrío y duro que sea no deje de tener su toque de glamur y su dejo de ternura.

 Lo que me hará volver a verla es mi fascinación por la historia de ese periodo. En Los 30, Inglaterra dejó atrás el hedonismo de Los Locos 20. La Depresión dividió a la sociedad y muchos, sobre todo entre el proletariado y los intelectuales, abrazaron diversas formas de marxismo. Paralelamente hubo un auge del fascismo en todas las clases sociales.

El líder de este movimiento, conocido como la Unión de Fascistas Británicos, era Sir Oswald “Tom” Mosley. Este camaleónico y polémico individuo será interpretado por Sam Caflin y tendrá una relación estrecha con el nuevo miembro del Parlamento, el Honorable Thomas Shelby.

El 21 de octubre, un día después del estreno de “Watchers”, llega a HBO Dame Helen Mirren en su interpretación de la “Emperatriz de todas las Rusias”.  “Catalina la Grande” con su sexo gráfico, sus conspiraciones, sus revueltas y todos esos individuos que sueñan con ocupar El Trono de Lo-Que-Sea donde se sienta la Emperatriz, es la serie más cercana a “Juego de Tronos” en los alrededores. A propósito, la verán primero en España y en Inglaterra puesto que Sky la tendrá en streaming a partir del 3 de octubre.

Noviembre

Netflix (que también anda pasándose al bando de la mediocridad) nos ha anunciado que por fin tendremos la Tercera Temporada de “The Crown” a partir del 17 de noviembre. Este año la gran novedad será el cambio de elenco.

Me gusta que Josh O’Connor sea el Príncipe de Gales, tiene un aire parecido con Carlitos. Helena Bonham-Carter es una de mis actrices preferidas, me muero por verla como Margarita. Tobias Menzies es buen actor, será interesante verlo como el Duque de Edimburgo. Además, ya Matt Smith me tenía chata. La que no me convence es Olivia Colman. Buena actriz, pero le falta la elegancia y el señorío que Claire Foy y Dame Helen Mirren le han sabido imprimir a la Reina Isabel II.


Peter Morgan, que no es muy confiable, nos ha dicho que ya no se va a meter tanto con Isabel y Felipe, que esta temporada girará en torno a fracaso del matrimonio de Margarita y el romance Camila-Carlos. Morgan quiere que quede claro que Camilla (Emerald Fennell de "Call the Midwife")  ha sido un amor de toda una vida y que Diana fue la intrusa (WTF).

POSIBLES ESTE OTOÑO
En Inglaterra ya acabaron “Summer of Rockets” que no mereció ni una crítica buena ni una mala, y “Beecham House” que, a pesar de todo su lujo, tuvo malas reviews. No me sorprende, los hindúes tienen tanto rencor (y motivos no les faltan) por la era del Raj Británico que son incapaces de hacer algo sobre el tema y esto que BH tiene lugar durante las Guerras Napoleónicas de manera objetiva lo que siempre daña una buena historia.

¿Que reemplazará a Poldark una vez acabe en Masterpiece Theater? Candidatas no faltan. Como contrincante de “Peaky Blinders” (¡ay estos niños de verano!) pusieron “Sanditon”” y se sabe que aquí la pasara la PBS en el horario del Masterpiece. (última noticia, “Sanditon” llegará en enero a la televisión estadounidense).

Aunque parezca risible que Jane Austen quite sintonía a los Hermanos Shelby, no hay que menospreciar a los Austen Fans. Yo no lo soy, pero tengo una debilidad por la obra austeniana en pantalla. Sus heroínas son siempre tan agradables. En esta novela inconclusa, la heroína es otra ingenua que encontrará amor y traición en el balneario de Sanditon. El que Rose Williams, la insoportable Claude de Valois de “Reign”, sea la protagonista pudo quitarme el apetito de verla, pero se ve tan simpática que quiero conocerla en otra faceta.

Otra promesa del Masterpiece Theater es que puede traer o este otoño o en invierno “World on Fire” que inicia a fines de septiembre en el Reino Unido. Esta épica miniserie, en siete episodios, pretende cubrir los primeros años de la Segunda Guerra Mundial a través de los ojos de tres personajes interpretados por Helen Hunt, Sean Bean y Jonah Hauer-King.




Se espera que marcando el aniversario número 80 del conflicto, la serie inicie con la invasión de Polonia, para luego pasar por la Batalla de Francia, Dunquerque, La Batalla de Inglaterra y el Blitz. Hunt es Nancy, una corresponsal de guerra estadounidense; Sean no se sabe todavía que rol cumplirá, pero lo vemos de uniforme. 



Jonah Hauer King es Harry un traductor con una amante en Polonia y una novia en Manchester. Aquí lo ven en la foto en las playas de Dunquerque, y como que aprendieron algo de las críticas que le cayeron a Christopher Nolan, porque vemos un elenco birracial. Al menos estos son soldados marroquíes que si estaban sirviendo, en el ejército francés, en Dunquerque. Mucho mejor que ese viajero del tiempo africano que tenían aleteando detrás de James McEvoy en “Atonement”.

Parecerá sorpresa que yo, la fanática de la WWII no esté entusiasmada con este proyecto, pero tengo mis dudas. Temo que las sensibilidades y prejuicios modernos conviertan la historia en un ensayo en presentismo. Además, es como ocurrió con “Indian Summers” que quería ser “La Joya de la Corona”, pero sin el genio de Paul Scott. Esta pretenderá ser “The Winds of War” pero sin las sólidas bases de la novela de Herman Wouk no irá muy lejos.

Que se Viene: Fellowes, Hirst y Rhimes
Hablar de proyectos en cierne es un proceso eterno pero vergonzoso. Me da pena mencionar planes grandiosos que se ceban día a día para luego quedar en la nada. Esto es lo más cercano a materializarse en pantalla.

Nuestro amado Lord Fellowes parece que captó que el horno no está para bollos y decidió engavetar su miniserie sobre Los Rothschild. Pero su crónica del futbol “The English Game”, supuestamente ya terminada, no aparece por ningún lado como tampoco la HBO ha comenzado a filmar “The Gilded Age”. Julian Fellowes está tan ocupado promoviendo su filme de Downton Abbey que ha dejado sus otros proyectos botados en un rincón como si se trataran de paraguas mojados.

Michael Hirst es otro que bien las baila. Me imagino que el final de “Vikingos” llega este invierno. Se sabe que la mancuerna Hirst-Scorsese, y sus sueños de miniserie sobre los Cesares, nunca consiguieron financiamiento (palabra clave en lo que respecta a period pieces). Luego Michael habló de adaptar nuevamente El Dr. Zhivago, pero ahora nos ha salido que hará una serie sobre Carlomagno. ¿Quién lo entiende?

Siguiendo esta trend esquizofrénica, hay dos “Guerras de los Mundos “en progreso. Una adaptación de la obra de H. G. Wells ha estado en progreso hace dos años. Si, la con Eleanor “Demelza” Tomlinson. Pero hay otra en vista, una en tiempos modernos. ¿No que Tom Cruise e Spielberg hicieron algo parecido hace un rato corto?  Ah no, es que esa eso para los Millennials, ahora hay que hacer otra para la Generación Z.

También hay dos Marie Curie ficticias. Rosamond Pike interpretará a la gran científica en el cine, pero Ron Howard quiere crearse otra para su hedionda serie “Genius”.  Al menos FX es más franco y claro con sus noticias, no hay presupuesto para el Shogun ni para la segunda parte de “Tabú”.

Un proyecto que sí creo que verá la luz es “Bridgerton” que se filmaría este otoño y bajo el auspicio de Netflix. Mi fe se basa nada más que sea Shonda Rhimes quien lo produce. Basada en la popular serie de bodice-rippers de Julia Quinn The Bridgertons, esta es una saga romántica situada en el Londres de la Regencia con toda esa aura que atraerá a las Austen fans. Cada libro está dedicado a uno de los miembros de la amplia Familia Bridgerton y narrara sus esfuerzos por encontrar pareja y felicidad en ese mercado matrimonial que era la alta sociedad inglesa en días de Napoleón.

El problema es que a Miss Shonda le gusta hacer hincapié en solo dos cosas, sexo y diversidad. La dupla le ha funcionado en exitosas series como “Grey’s Anatomy”, “Scandal” y “How to Get Away with Murder”, pero no en escenarios de época. Basta recordar la corta vida de su “Stars Crossed”.


Se sabe que la narradora será Dame Julie Andrews, y que los primeros episodios, basados en El Duque y Yo, el primer libro de la saga, tendrán como pareja protagónica a Phoebe Dynevor y a Regé Jean Page.

La Liga de Damas Extraordinarias
Ahora revisemos los proyectos que si están en movimiento. HBO avanza con “The Nevers”, la fantasía histórica que nos han prometido para el próximo año. Ya los personajes tienen rostro y algunos bastante conocidos. “The Nevers” es una combinación de “X-Men” con “Héroes”, una banda de seres con poderes excepcionales (en este caso son solo hembras) que deben salvar el mundo en medio de la represión de la Era Victoriana. 

Esta Liga de Damas Extraordinarias estará capitaneada por Olivia Williams, una millonaria llamada Lavinia Bidelow, que ha fundado este orfanato para las “Touched” (Tocadas). Laura Donnelly es una de ellas, la más importante, su nombre es Amelia True. Eleanor “Demelza” Tomlinson es Mary Brighton, una cantante que descubre sus poderes cuando pierde carrera y posibilidades de casarse.

La lista de actrices es larga y cada personaje es fascinante. También hay algunos hombres, como relleno me imagino. James Norton, salido ya de “Grantchester” y (¡Alabado sea el Señor!) sin posibilidades de una segunda temporada de “McMafia”, será Hugo, dueño de un club clandestino, pansexual y a cargo de un lucrativo negocio de chantaje.

Hugo es el mejor amigo de Augie (Tom Riley, el Leonardo de “Da Vinci’s Demons”), el hermano de Lavinia. Augie es uno de esos “hombres nuevos” de las series mituteras, un tranquilo e ingenuo ornitólogo que no molesta a nadie y que deja que su hermana maneje su fortuna y su vida.

No todos los hombres de la serie son tan inofensivos, sobre todo porque las Touched y sus poderes constantemente cambian la historia y afectan la vida de los londinenses. Ben Chaplin es el detective Frank Mundi. Un poco violento, un poco borracho, pronto se verá atrapado en aventuras con las Touched. ¿Será su amigo o perseguidor?

Pip Torrens es Lord Massens, general retirado, aristócrata, su vida está dedicada al Imperio Británico. No tiene claro si las Touched son una bendición o una amenaza. Todavía no tengo claro si esta serie me va a dar grima o me va a atrapar como me atrapó “Penny Dreadful”.

Detectives de Antaño
Hablando de Penny Dreadful… ¡Por fin! ¡Por fin! Se comenzó a filmar su secuela y tenemos la primera foto de Tiago Vega (Daniel Zovatto) el detective latino que junto a su mentor Anglo deberán investigar extraños crímenes en un Los Ángeles de 1938. Crímenes que los enfrentarán a espías nazis, evangélicos convertidos en figuras mediáticas, y hasta con la mismísima Santa Muerte y su gemela, Magda, un demonio cambia-pieles interpretado por Natalie “Maergery” Dormer.

Los detectives del pasado van a estar muy de moda en el 2010. A&E (no sabía que hacían series) nos mostrará a “Miss Scarlett and the Duke”. Eliza Scarlett es Kate Philips, que, aunque aparece en la sexta temporada de “Peaky Blinders”, ya tenía ganas de tener su propia serie. Aquí será una refinada dama victoriana metida a detective. El Duke (Stuart Martin) es un no muy refinado inspector de policía que intentará enviar a Miss Scarlett de nuevo al boudoir y a su hora del té, pero que acabará colaborando con ella.

¿Suena un poco como “Miss Fisher” no? Pero sin Jack Robinson, y el Duke se ve feíto, no creo que me interese mucho. Si dejé de ver la encantadora y similar serie rusa “Anna, la Detective”, donde al menos la protagonista tiene poderes sobrenaturales, no tengo muchos deseos de ver esta.

Diferente es “Vienna Blood”, la nueva propuesta de la BBC, basada en la serie del psiquiatra y novelista Frank Tallis. Max Liebermann (Matthew Beard) es un médico inglés, hijo de una importante familia de banqueros judíos que llega a Viena, a comienzos del Siglo XX, a estudiar bajo la guía de Sigmund Freud.

 Cuando una famosa médium es asesinada en circunstancias sobrenaturales, Liebermann es contactado por el Inspector Ozkar Rheinhardt (Juergen Maurer) para que lo ayude a resolver el caso.

Por último, tenemos “Shadowplay” una producción canadiense que se está filmando en este momento en Praga. Max McLaughlin (Taylor Kitsch), es un policía estadounidense que es asignado a Berlín, en 1946, con la obligación de crear un cuerpo policiaco. En una ciudad bombardeada, derrotada y dividida entre cuatro poderes, no es difícil encontrar criminales. Otra cosa es ponerlos entre rejas. Actúan Nina Hoss (“Homeland); Mala Emde (“Charite at War”) y Michael C. Hall, el inolvidable “Dexter”.

Eso sería todo. Hay muchos rumores sobre adaptaciones literarias. Hasta no ver, no creer, pero un rumor antiguo era que pretendían adaptar para televisión Las Amistades Peligrosas de Pierre Choderlos de Laclos. Lo mencioné aquí en el 2015. Ahora se ha vuelto una realidad, Starz tiene comprados los derechos y planea hacer una serie que le de tantos ratings como “Outlander” que a propósito no regresará sino hasta el 2020.

Por último, para todas las fans de “My Brilliant Friend”, la segunda parte ya está lista y hasta tenemos fotos de los nuevos looks de Lila y Lenu.


¿Cuál de estas series te gustaría ver y por qué?

jueves, 3 de enero de 2019

2018: Lo Mejor del Drama de Época



2018 fue un año errático en lo que respecta al Period Piece. Comenzó como caracol con ofertas mediocres y acabó como El Correcaminos derribándonos con tanta excelencia. Aquí les dejo lo mejor que nos ofreció el género (en mi arrogante opinión).

Mejores Series de Época:

 Definitivamente ”Babylon Berlin” cuya primera temporada debutó en Netflix en enero, para ser rápidamente seguida por la segunda.  Este Noir televisivo demostró que es en Europa Continental donde no se teme hacer televisión con clase.

Los adaptadores supieron equilibrar todos los aspectos de la Republica Weimar, hasta los más sórdidos (fuera en la pornografía o la política).  La adaptación ha suavizado el tono superficial y cínico de las novelas de Volker Kutscher, humanizando a los personajes. Gracias Netflix por comprarla.

Segundo puesto para “My Brilliant Friend”:

Todas las críticas que le cayeron a Saverio Costanzo de parte de feministas que creían que no iba a poder contar un relato tan femenino, se las han tenido que comer. Bajo la guía de Elena Ferrante, y la dirección de Costanzo, esta producción ha resultado la encarnación de la novela y del espíritu en que fue escrita.

La recreación del Rione, el contraste con Nápoles e Ischia, la descripción de la lucha de Lila y Lenú por superarse, sus desencuentros con su condición de hembras en un mundo patriarcal, todo ha quedado plasmado en nuestras pantallas. Lástima que HBO no supo mercadearla mejor y la colocó en mal horario y mal enmarcada.

Tercer Puesto para “Patrick Melrose”.

La serie de Showtime me presentó a las novelas de Edward St. Aubyn, me reconcilió con Benedict Cumberbatch y me demostró que mi pasado es digno de un period piece. A través de diez alucinantes episodios seguimos a Patrick por la idílica campiña francesa de los 60, escenario de la peor pesadilla que puede sufrir un niño; por mi Nueva York Ochentera donde un Patrick joven se droga, intenta suicidarse y,  de paso,  trata de deshacerse de las cenizas del padre; para luego llegar a una cena de gala en la Inglaterra de los 90s que termina siendo una especie de reunión familiar plagada de fantasmas y demonios que un Patrick, ya maduro,  intenta exorcizar.


Ni Oscar Wilde en éxtasis hubiese podido mezclar lo dantesco con lo psicodélico de tal manera. Maravillosos paisajes y maravillosas actuaciones particularmente memorables:  Holiday Granger como la hippie convertida en condesa, y Pip Torrens, como siempre inigualable, como el padrino de Patrick, un malévolo esnob.

Mejor Actuación Femenina:

Las cuatro protagonistas de “My Brilliant Friend”. Cuatro jóvenes debutantes nos llevaron a conocer a Lenú y a Lila, las amigas estupendas escapadas de las novelas de Elena Ferrante y que gracias a Gia Girace, Margherita Mazzucco Elisa del Genio, y Ludovica Nasti ahora tienen rostro. Si tuviera que elegir a solo una me quedo con la pequeña Ludovica.

Nacida en Pozzuoli, a Ludovica ya la comparan con su coterránea, la gran Sophia Loren. En su cuerpo finito (que nos recuerda que, a su menuda edad, ya es una sobreviviente de la leucemia) se encierra el talento para interpretar a una Lila maliciosa y rebelde, pero fascinante.


Mejor Actuación Masculina:

Benedict Cumberbatch sin duda. Nos reímos a la fuerza con ese viaje de pesadilla por Nueva York con un Patrick Melrose drogado emprendiéndola a golpes con un teléfono público, con las ventanas del hotel y hasta con el tanque del baño. A ratos lo vimos riéndose solo, comiendo como Heliogábalo y reptando por el piso de un hotel.

Luego vimos a un Patrick rehabilitado, enfrentando su pasado, mostrándose compasivo con una niñita humillada por la realeza (¡Oh zarigüeya te amo!), para luego odiarlo por serle infiel a su esposa, por tener celos de sus hijos. Finalmente, el clímax en el funeral de la madre, incapaz de hacer un panegírico, y su llanto en las afueras de la capilla combinando ira, dolor e incomprensión ante la crueldad de sus padres. Decir que fue una actuación camaleónica es caer en la pedantería y en la tacañería en materia de elogios.

Mejor Heroína:

Charlotte Ritter (Liv Lisa Friels) de “Babylon Berlin”. Una chica que vive con una familia disfuncional, golpeadora y abusadora y que debe mantener a todos, desde sobrinos que gatean hasta un abuelo senil es realmente heroica. Que para conseguirlo debe prostituirse y que aun así sea optimista, creativa, noble, afectuosa, compasiva y perseverante hasta el punto de que logra convertirse en mujer policía es un modelo mejor que todas las oscuras, retorcidas y egoístas protagonistas que nos propone la Era Me Too.

Mejor Héroe:

No puedo pensar en hombres más heroicos que la tripulación de El Terror y El Erebus. Si ya sé que toda la Expedición Franklin fue un ejercicio de hubris y ánimos colonialistas, pero no merecían esas muertes horribles. La categoría de mi héroe favorito quedó entre el Capitán Francis Crozier (Jared Harris) y su némesis el Capitán James Fitzjames (Tobias Menzies). Debido a que no se respetó la historia ni el final de The Terror la novela de Dan Simmons, Crozier perdió muchos atributos de un héroe, por lo que James gana el premio.



 Sobre todo, porque en James hay una evolución del oficial vanidoso y despectivo al hombre compasivo, devoto de su tripulación y que a regañadientes cobra respeto e incluso afecto por su oficial de mando (¿Somos hermanos ahora, Francis?). Ese discurso en que cuenta su verdadera historia, sus esfuerzos por impedir que su enfermedad cause problemas a los sobrevivientes de la expedición, y su caballerosa muerte son pasaje inmediato al panteón de los héroes. Otra gran actuación de Tobias Menzies.
Mejor Pareja:

Gereon y Lotte de “Babylon Berlin”.  A pesar de que él todavía está dolido por su traición y está su compromiso con Helga, me rehusó a imaginarme a Gereon Rath (Volker Vruch) con otra mujer que no sea Lotte. El romance entre ambos es una verdad anunciada desde el día en que la prostituta-metida a detective lo encontró drogado y sucio en el baño de los hombres de la Fortaleza Roja.

En este cuento se han rescatado mutuamente, han peleado, se han mentido, pero han aprendido a respetarse. No puedo pensar en mejores bases para una relación sentimental duradera.

Mejores Villanos:David y Eleanor Melrose. 


No hay duda de que Hugo Weaving se sacó los zapatos con un papel que pocos se atreverían a interpretar, un anfitrión antisocial, un marido golpeador y torturador, y la guinda del pastel, un pedófilo que viola a su propio hijo.

 David Melrose fue el villano del año. Eso no le resta crédito a Jennifer Jason Leigh que como la traga píldoras víctima de un marido golpeador añade una dimensión sádica a su personaje convirtiéndose en cómplice del abuso sexual de su hijo de una manera que redefine el término “pasivo-agresivo”.

Mejor Vestuario:

Parece que en ese aspecto no se puede vencer a “Victoria”. A pesar del comentario vapido de Daisy Goodwin de que su reina es un buen ejemplo para su hija ya que en vez de preocuparse de su ropa se preocupa de reinar, la segunda temporada nos ha mostrado las dificultades que tiene el personaje para poder reinar. 
(ITV-PBS)

Donde no tiene problemas, nuestra reina-emperatriz es en el guardarropa. A cada rato cambia de vestido cual mas lujoso que el anterior, tiene sus buenas joyas y en su viaje a Paris lo primero que hizo fue conseguirse cosméticos franceses.
Mejor Boda:

 No hubo vestido de novia, ni pastel, las parientes de la novia se abstuvieron en aparecer y Morwenna debe haber sentido la ausencia de su hijo, pero después de tres temporadas de separaciones y sufrimientos, la Viuda Whitworth tuvo la alegría de unir su vida a Drake Carne, el hombre que amaba.  A pesar de la triste muerte de Elizabeth, el final de la Cuarta Temporada de “Poldark” tuvo en ese matrimonio un dejo de esperanza.

¿En su opinión qué fue lo mejor del drama de época del 2018?