jueves, 7 de junio de 2018

Derecho de Intimidad. La Otra Mirada: Capitulo Cuarto



Un capitulo con olor a sexo donde no se sabe que es más picante,  si el volante de Madame Bustamante o Teresa,  empeñada ahora en que sus alumnas disfruten el sexo tanto como ella. Después de practicar en el catre con el portugués, Teresa se manda una magnifica clase de educación sexual. Maria de Jesús convierte a Luisa en su confidente, pero la maestra descubre que el peligro que asecha a la niña lo tiene en casa.

Ha sido un capítulo enfocado totalmente en la sexualidad en todas sus formas desde lo didáctico hasta lo pornográfico. Y aunque tuvimos por primera vez escena de cama, no se puede acusar al capítulo de mal gusto , pero tampoco de erótico.

De cómo el Señor Peralta pasó a ser personaje clave
A ver,  algo que no tenga que ver con sexo. Teresa que sigue liada con el portugués,  le pregunta a Nildo si recuerda haber visto a Rafael Peralta senior en la fiesta. Si Nildo no se acuerda que la  soirée acabó en asesinato, menos recordará a los invitados  Dice que no conoce a Peralta Pere. ¿Y a que viene ahora que Peralta estuviera en la fiesta? ¿De donde supo Teresa? Me parece que este dato sacado de manga es para aumentar un misterio que anda por los suelos. Teresa llama la oficina del padre de los Peralta. Le dice a la secretaria que es una periodista portuguesa buscando datos sobre el viaje de  Peralta a Portugal. Pregunta si asistió a la fiesta de la Embajada española  . Un clic es la respuesta.

¿Quién espió a Angela?

También para apurar las cosas. Fue Teresa. Angela que ya anda paranoica,  lo descubre por todas las indirectas que (tal vez inocentemente) Teresa le lanza. Finalmente, Angela pregunta qué debe hacer para asegurar el silencio de la pelirroja. Teresa le asegura que jamás hablará, pero le advierte “estás en la cama equivocada’. Se refiere a David.

Manuelita y ese hijo que no ha de venir


Este es un capítulo dedicado a Manuelita. Comienza con un flashback a la noche en que Manuelita y Martin les anuncian a los padres de ella que han decidido casarse. Toda la alegría, ilusión y amor de la pareja se desvanece en la escena en el presente con Martin arriba de su mujer y Manuelita con los ojos fijos en la araña que pende del techo contando los minutos para que el deber conyugal termine.

Al final del capítulo, Manuelita le confiesa a su padre que Martin hacia un año que no la tocaba. La única razón por la que han resumido su intimidad es para buscar un hijo. Aquí hay algo raro. O Martin tiene otra o es gay. El caso es que al comienzo de la hora, Manuelita está entusiasmada con la idea de un bebé, pero a medida que transcurre el tiempo irá cambiando de opinión.

Un error del matrimonio  es anunciarles a los padres de Manuelita que están buscando un niño. Eso es parte de la intimidad de la pareja, se habla solo si hay problemas para concebir y con esa suegra tan metiche, yo me andaría con cuidado. Obvio que Doña Manuela ve la oportunidad de beneficiarse. Le anuncia a su hija que si estás intentando embarazarse o si queda en estado, deberá abandonar el mando de la academia. Manuelita se sorprende. Si su madre se pasó todo el embarazo a cargo de la academia y más encima en aquel entonces estudiaba  (estudiaría qué? La preparación de las maestras me tiene muy intrigada, casi tanto como el verdadero propósito de la academia).

Doña Manuela comienza con su manipulación de piraña. Le suelta las mismas razones falsas que su raza usa para manipular a las hijas. Uff,  las conozco bien. “No cometas mis errores”; “Lo digo por tu bien”; “No todas las mujeres pueden hacer lo que yo”.  Manuelita ni está convencida ni le parece tan buena idea embarazarse. Es que Martin además de acercársele solo con fines reproductores, la ignora totalmente. Prefiere pasársela en el teléfono con el Viejo Peralta (ese señor ya está hasta en la sopa) con quien ha establecido lucrativos negocios.

Unos días más tarde, Martin se le aparece en el trabajo y se lleva a su esposa a pesar de que ella insiste en que tiene mucho que hacer. El juez se la lleva a casa donde la esperan regalos sorpresa, un vestido de coctel con accesorios y joyas. Manuelita encantada,  pregunta a qué viene tanto regalo.

Martin reconoce estarla presionando mucho con lo del embarazo. Trata de explicarle la ilusión que le da ser padre. Hasta a mí me conmovió. Se lleva a la mujer a cenar luego que Manuelita estrena sus regalos. Manuelita está que no cabe en si de felicidad, la cual se acaba al llegar al restaurante y encontrarse que van a cenar.. ¡con Los Peralta!

Para colmo se dividen como si fueran judíos jasídicos. Los hombres se van a una mesa a discutir sus negocios y a Manuelita la encajan en otra con unas viejas encopetadas . No tienen de que hablar, no por Manuelita carezca de conversación, es que las otras cacarean sobre frivolidades, mientras la directora rumia sobre todo el trabajo que dejó abandonado para ir a convertirse en Betty Draper, pero Manuelita está muy por encima del estereotipo de esposa-trofeo y eso que el  viejo cochino Peralta  le echa miradas libidinosas.

Para cuando la pareja regresa al hogar, Manuelita está al borde de las lágrimas. Se niega a hacer el amor con su marido que no entiende lo cerdo que ha sido. Cuando su mujer le pide que hablen de lo ocurrido, se hace el loco y se va a hablar con Peralta (¡serán novios?).  Manuelita toma una decisión. Va donde su padre y le pide una receta de “Yasol”. Yo no sé si Don Pascual es médico o farmacéutico, pero se niega porque es peligroso. Su hija tiene que explicarle con pelos y señales el ruinoso estado de su matrimonio y como no es aconsejable traer un niño al mundo en esas condiciones.

Lo que no me quedó claro fue si Manuelita quiere un anticonceptivo o quiere algo para abortar porque ya se atrasó. Yasol no existe y es un alias de Lysol, un producto de limpieza que todavía puedes encontrar en el mercado. Lo acabo de usar para desinfectar la tina de baño. Inventado como antiséptico en Alemania en 1889, a partir de la epidemia de gripe española se convirtió en un desinfectante reconocido en todo el mundo.  Para la década de los 20s, la firma  que lo mercadeaba creó una ducha vaginal como un implemento de higiene femenina. Pronto las mujeres lo usaron como anticonceptivo e incluso para eliminar fetos no deseados.

Aun antes de la Gran Guerra se había descubierto que estas duchas eran dañinas ya que provocaban quemaduras interiores, pero Lysol siguió en venta. Tal vez esa sea la razón por la cual el padre de Manuelita no quiera recetárselo. Sin embargo, antes del Lysol, las mujeres recurrían a duchas vaginales para evitar embarazos. Vimos a Gina McKee usarlas en “The Forsyth Saga ”al igual que a Mary McDonald en “Boardwalk Empire”.  La realidad es que es un método bastante falible, e incómodo.

 Hasta los 60s, las duchas vaginales se tenían que aplicar con un aparato muy complicado que en mi casa se conocía como “La Pera” y que había que desinfectar y tratar con cuidado porque era mitad caucho, mitad vidrio. Lo extraño es que Manuelita no usa la “pera” sino que empapa una toalla con la que se limpia  exteriormente sus partes pudendas o se introduce en el canal vaginal, lo que seria muy peligroso y conducente a infecciones letales.

Todo es culpa de Arturo
Conoceremos en este capitulo a Arturo, el cartero, personaje humilde pero portador de cartas candentes. A Roberta le llega una foto, la que le tomaron en la fiesta del cortijo. Nada escandaloso, un muslo, portaligas, falda arremangada, parece starlet del cine italiano de los 50s. Bueno, supongo que para la época.. Aunque, esperen, a juzgar por las cosas que hablan y hacen estas niñas, no debería ser tan escabrosa la fotito.

Roberta decide ir a hablar con Rafita. Va donde sus amigas y les pide que la acompañen. Candela se ríe. ¿De cuándo que Roberta necesita de carabinas?  Flavia y Margarita se ofrecen a acompañar su compañera. Ambas con la intención de encontrarse con Tomás Peralta.

Las chicas muy acicaladas encuentran a Rafita y su Manada en la ribera del rio, todos en traje de baño. Yo me imagino que para las jovencitas deben verse muy sexis, a mi me parece una pandilla de lagartijas. Rafita se lleva a Roberta a hablar a un costado; para darle celos a Flavia, Tomasito se lleva a pasear a Margarita. Un mequetrefe se acerca a Flavia y le suelta un “¿has venido buscando lo que tus amigas?” Esta es la respuesta que recibe.

¿ Pero en serio,  qué tipo de gañanes rodean a estos Peralta?  No sé, no se parecen a los héroes galdosiano, o los de Unamuno o Blasco. Y el Marqués de Bradomín sería un tenorio, pero era más fino.

Rafita le jura a Roberta que nada tiene que ver con las fotos. El fotógrafo fue Tomás y Rafita va a investigar para saber quién le envió la foto. Para esta reseña yo volví a ver este cap., después de ver el sexto donde Roberta finalmente admite haber sido violentada por el novio. Tengo que admirar la contención de Roberta al pararse enfrente de su atacante y casi me dan arcadas la actitud de Rafita que siente que todo es tan normal.

Las Lecciones de Madame Bustamante
Arturito no solo trae fotos comprometedoras sino que también le llega a la ingenua Maria Jesús, ¡un manual de sexo! Bueno, ni tanto , se trata de una gacetilla con el sugestivo nombre de La Hora Picante de Madame Bustamante. No se crean que se trata de Penthouse  o Playboy, ni se le acerca a Interviú . Lo más cercano era una revistilla de los 60s que mi padre compraba en el estanquillo llamada  El Pingüino. Aunque cada tres páginas mostraba fotos de señoritas ligeras de ropa  (nunca sin ropa) el contenido era más caricaturas bastante inocentes (como las de Alaraco o Toribio, El Náufrago) y chistes de doble sentido. En mi infancia yo se las escamoteaba a mi padre, más para reírme con los chistes (aunque la mitad no los entendía).



Para Luisa que descubre a las niñas leyendo el pasquín, esto es un escándalo y aprovecha de requisar otros números que les han llegado a otras alumnas. Cuando se las interroga, las chicas responden que leen “para aprender” A Manuelita se le ocurre que la mejor manera de ayudar al alumnado es enseñándoles lo que quieren saber y le encomienda a Luisa, como maestra de ciencias, que se encargué de la clase de educación sexual.

Teresa no consigue de las maestras la actitud que esperaba y menos cuando aboga por el amor libre y como debe ser practicado por las colegialas. Molesta se va a buscar a Nildo. Aunque le dice que quiere hablar “con alguien del Siglo 20”,  creo que la plática y la hojita de madame Bustamante la calentó y necesita un desahogo. Comienza contándole su teoría de que las niñas deben tener todo el sexo posible. Hasta Nildo pega un respingo. Teresa se enoja. Según ella,  el estudiantado de la academia está compuesto por chicas “preparadas” “desarrolladas” y listas “para disfrutar sus cuerpos”.

Teresa la calentura te secó la mollera. ¿Cómo van a estar preparadas  si hay de las que creen que se embarazan con besos? . Maria Jesús no sabe dónde queda el orgasmo; Margarita y Macarena tienen todavía cuerpos de niñas; Roberta lo hizo y no lo disfrutó. Y eso de disfrutar sus cuerpos suena a vibrador. Tal vez Teresa sea de revolcones, a lo mejor esas chicas quieren algo más romántico y duradero. Pero en mi juventud escuché tanta catedra feminista así dogmática y adoctrinadora. Solo en los 80s, el feminismo cambió el discurso.

Además, Teresa, linda, ¿con quién van estos pajaritos,  que no saben ni lavar sus calzones, a disfrutar sus cuerpos? ¿Con los patanes de la Pandilla Peralta?¿ Con Ramón?  Lo bueno es que de tanto hablar de sexo, acaba con la pareja donde ambos quieren, en el cuarto de pensión de Nildo. Ahí, Teresa comienza con las condiciones sacándose un condón del bolsillo. Nildo, como la mayoría de los hombres no  gustan de los gorritos, ofrece “coitus interruptus”, pero Teresa declara que sin condón no hay nada de nada.

Aunque aplaudo su precaución, me sonó raro eso de andar con condones  en el bolsillo. Lo normal de una mujer sexualmente activa de la época era usar pesarios, los que Lady Mary mandó a Anna a comprarle en “Downton Abbey”.  O los, diseñados por Marie Stopes, como el que carga Miss Phryne Fisher. Y aunque mi hermano y otros digan que un forro les hace a todos los penes, por algo los venden por talla. Teresa debería cargar más de uno en el bolsillo.

Realmente, no le envidio la tarea a Luisa. Más encima, Teresa se le instala en el salón de clases y le hace muecas desde un rincón. Luisa hace un par de dibujos en la pizarra que pretenden ilustrar la anatomía femenina y masculina. Si la hubieran pillado en mi escuela la hubieran suspendido por andar dibujando obscenidades. Fuera bromas, esta es una clase de ciencias.

 Las alumnas bostezan, Teresa se carcajea y la única interesada es la pobre Maria Jesús que se ha pasado como Hermione Granger, toda la clase con el brazo en alto. En total espíritu Snape, Luisa solo le permite hacer su pregunta cuando ya está empacando sus notas. “¿Dónde está el orgasmo?” pregunta la niña. ¿En el aparato femenino o el masculino?  Todas las alumnas se ríen, pero nadie responde. Es obvio que Luisa ha fracasado, pero su clase no fue muy diferente a las que tuve yo de educación sexual en mis últimos años de primaria. A Manuelita solo le queda una salida, que sea Teresa,  la experta,  quien adiestre a las niñas.

Teresa y el Sexo
Antes de dar catedra, Teresa decide ilustrar a sus colegas y para eso se va a buscar pornografía en serio. Obvio que ni aun el presentismo de la serie le permitirá conseguir el  material sola. Porque en ese entonces no había tiendas de videos porno, ni de juguetes sexuales, ni se vendían revistas para caballeros en los puestos de periódicos.

Será el pobre Ramon el que le consiga todo, incluso un proyector rudimentario. Sigo pensando que Ramón oculta algo. Ese tipo de material no se hacia para el campesinado, era caro (Teresa no miente cuando presenta una cinta porno diciendo que la comisionó el mismísimo rey). Así que o Ramón tiene amistades encopetadas o se las consiguió en algún prostíbulo de postín. También que un simple jardinero sepa manejar un proyector parece raro.

Teresa presenta su carga pornográfica a sus colegas que, como esperaba, están horrorizadas. Sobre una sábana, Teresa proyecta un filme muy casero y chapucero donde un cura le agarra las pechugas a una vieja gorda. La de pantalones les explica, algo que sigue ocurriendo hoy, que ese tipo de entretenimiento está hecho por hombres, para hombres y que por eso está enfocado desde una perspectiva masculina. Angela y Manuelita aseguran calurosamente que sus maridos no consumen esa basura.

Los Diálogos de la Vagina
Satisfecha y más calmada, Teresa se manda una magnifica clase que comienza con una ilustración de “El Origen del Mundo” de Courbet. Como las redes sociales andan tan delicadas con los desnudos últimamente, no voy a poner una foto. Googlenla y solo sepan que es un closeup de un pubis femenino. Yo creo que hoy en día lo más escandaloso es que la modelo, como toda mujer normal por muuuuchoooo tiempoooo, desconocía la utilidad de una depilación brasileña.

Cuando Teresa nota que tanto sus alumnas como las maestras (que hasta Manuelita vino a fisgonear) se ven azoradas les pregunta si alguna vez se han mirado sus partes en el espejo.



Ante la respuesta negativa la maestra va a su cuarto, pone el espejo en el piso y alinea las niñas. Cada una entrará sola, y a puertas cerradas de quitará la ropa interior y examinara el exterior de sus genitales.

La escena que sigue es tan tierna, tan simpática, tan de buen gusto, tan (estoy segura de que este adjetivo debe estar en la lista de lo políticamente incorrecto) tan “pura” que encanta.  Verles las caritas a las niñas, su sorpresa, sus risas, es todo tan inocente. Me encantó Margarita, tan seria, pegando brinquitos para verse mejor y hasta se olvidó sus calzones!

De regreso a la clase, las alumnas confiesan que aunque extraña, les ha gustado la experiencia. Teresa les recuerda que estarán juntas con sus vaginas por el resto de su vida. Acto seguido, en vez de dar una lección, Teresa les permite a las niñas expresar sus dudas y curiosidades. Hay pregunta esperadas y otras un poco extrañas, para niñas que nunca se han mirado la vagina parecen ser muy expertas en los clítoris y en la  masturbación femenina y masculina. Maria Jesús sigue sin enterarse dónde queda el orgasmo, pero cuando Roberta pregunta si una mujer siempre debe estar dispuesta hacer el amor, Teresa comienza a deducir lo que realmente ocurrió con Rafita.

 La maestra les dice a sus alumnas que sus cuerpos son solo de ellas y que deben entregarlos solo a quien y cuando quieran. Agrega que toda relacióon sexual debe ser enfrentada con sensatez y responsabilidad (precisamente lo que les falta a las niñas). Manuelita agrega lo importante que es la comunicación de la pareja y Luisa aboga por relaciones sólidas donde exista la confianza mutua. Todo está muy bien, pero me da pena, vieja anticuada que soy, que aun en marco de época se le tenga tanto miedo a la palabra “amor”.

Luisa llega a su casa y descubre que además de que Arcadito (que da arcadas) ha dejado el tiradero en el salón, ahora está “atendiendo” una amiguita en su cuarto. Aprovechándose de eso, Luisa se encierra en el suyo, pone espejos en el suelo y hace lo que sus alumnas.

Cuando ya ha guardado el espejo, llega su nene con la compañía. La chica está avergonzada, Arcadio que no conoce la vergüenza,  le pide a su madre dinero para mandar a la chica a casa en taxi. Luisa se lo da sin decir ni pio.

Jesús Rima con Avestruz
Teresa se impresiona cuando Luisa la felicita sinceramente por la clase. En recompensa, cuando María Jesús viene en busca de consejo, Teresa se la pasa a Luisa. Aunque un poco incomoda, Maria Jesús le cuenta a Luisa que tiene un pretendiente. Madame Bustamante no es solo pródiga en educación sexual, también tiene una sección correo donde pueden contactarse jóvenes en busca de novia y viceversa. Así María Jesús ha conocido a un caballero, pero ahora él desea conocerla en persona. Luisa pregunta cuál es el problema.

A ver, una amiga  puso un ad en el Village Voice y consiguió un pretendiente. Primero se hablaron por teléfono, y en la primera cita, la acompañamos dos amigas. Solo luego de cerciorarnos que el individuo no era un psicópata o asaltante de caminos, la dejamos seguir sola. Eso, en los 80s. Hoy, todos los días escuchamos casos de mujeres estafadas,  o peor,  por individuos que conocen en Internet. Entiendo que Luisa quiera crear confianza con su alumna, pero yo hubiera puesto el grito en el cielo.

Maria Jesús teme que su galán se espante al verla. Luisa no entiende. “Me dicen la avestruz sin culo”dice la niña entre pucheros. Ósea, se burlan sus amigas (no son amigas obviamente) porque es alta y flaca. “Pero si eres preciosa” dice Luisa. Y es cierto la actriz tiene carita de Virgen de Murillo, y realmente parece como de catorce años.

Luisa le endilga un sermón sobre la belleza que yo recibí cien veces de parte de maestras y que a su vez repetí a mis alumnas,  A pesar de la sinceridad y buenas intenciones detrás de esas palabras, hoy como ayer, las mujeres condicionamos nuestra belleza a lo que ven los demás. Son los otros quienes nos definen como guapas o feas.

Luisa le dice a Maria Jesús que si el chico (¿y  si es un viejo verde?) se ha interesado en ella es porque reconoce la sensibilidad y dulzura de la joven, y eso es lo que importa. Maria Jesús confiesa que si lee a madame Bustamante es porque quiere ser “una buena amante” y así compensar su poco atractivo. Luisa le recuerda que en esa academia no crían esclavas y que Maria Jesús nunca debe hacer nada para complacer a un hombre (¿ni cocinarle una paella de vez en cuando?)

Me temo que aunque Luisa habla con cordura, muchas mujeres compensamos la falta de belleza, los kilos de más, las canas, etc. con estar como dicen los mexicanos “puestísimas”. Siempre dispuestas, siempre abiertas a la novedad, siempre aportando algo nuevo. Y uno los escucha: “Fulana esta siempre con ganas” “Zutana es una experta en la cama” o “Ella hace de todo”.  También hay hombres que les gusta ellos enseñar, y los que prefieren a la mujer callada e inmóvil, pero generalmente son de los que aplaudirían la decisión de Maria Jesús. Aunque yo creo que con esa edad, esa frescura  y ese candor, no necesita de más para ser deseable.

Con El Lobo Feroz en Casa
Luisa llega rendida a su casa, y encuentra a su desobligado hijo durmiendo la curda en el diván. Tiene una revista en las manos. Cuando Luisa se la retira sin que el angelito despierta, nota que se trata del manualito de Madame Bustamante. Lo que realmente la horroriza es que está abierta en el correo sentimental y que Arcadio ha puesto un círculo alrededor del mensaje de María Jesús. Luisa se da cuento que su hijo crápula y el pretendiente de María Jesús son la misma persona.

Sin saber qué hacer, la maestra decide incautar la correspondencia de “su nuera”. Debería incautar las de todas, porque mientras Maria Jesús se cree olvidada por su galán, sus compañeras reciben en el correo la foto descocada de Roberta.


El Vestido de la Noche
Todo lo que se puso Manuelita desde su traje de compromiso hasta el camisón me encantó. Pero mi tenida predilecta ha sido este dos piezas sobre una blusa campesina. Es algo que se podría usar hoy.


3 comentarios:

  1. Joan Manuel Castro Sánchez Para mi, este fue el capitulo mas redondo gracias a como trataron el tema de la sexualidad. Siento que fue una verdadera catedra para las alumnas y el publico que vio la serie. Una lastima que solo le alcanza para 7%. Ahi soy de los tengo ciertos problemas con el argumento del horario y la poca promoción. Creo que veremos proximamente, hay mucho de prejuicio y posjucio antes de ver o no un programa de televisión. Si algo gusta no importa si se transmite a la hora de la misa, lo verán igual. Regresando al capitulo, hubo varias secuencias que me dejaron para adentro. La mas que me impactó fue como toda la secuencia entre Martin y Manuela comenzando con el vestido, el discurso de Martin y su paternidad, el sexo y que todo termina en aquella cena donde Manuela se sintio, mucho mas que incomoda, engañada y decepcionada. A pesar de las ¨falencias¨ (por cierto, no todas lo son necesariamente), me ha gustado como han ido desarrollando las historias de cada una de las integrantes del colegio, tanto de las maestras como sus alumnas. Esta es una serie que se cocina a fuego lento, y a veces percibo que queremos ir mas rapido, de lo que el ritmo de los guionistas nos quiere dictar. Creo que con esto me estoy adelantando a los proximos episodios. Además, me gusta como juegan con los espejos o los paralelismos. Literalmente usaron el espejo para la secuencia que las alumnas e incluso Doña Luisa se viera al espejo. ¿Que curiosa es la relacion entre Luisa y Teresa? La escena del cigarro. Y tambien la de Luisa y Angela. Otro aspecto que llama la atención es el rol de varios de los personajes masculinos de la serie. Uno piensa que son floreros, pero no. Son personajes de apoyo a la damas. Incluso nos presentan unos puntos de vistas muy interesantes que aportan a la trama. Efeectivamente dan curiosidad conocerlos a ellos y que secretos tienen.

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  2. Tengo que decir que a partir del quinto episodio, la serie me ha desconcertado y desencantado totalmente. Es inconsistente, sus personajes no son consecuentes y la trama (o tramas) solo importan como trasfondo de un prurito presentista que se esmera enusarlas para presentar problemas actuales como si hubiesen sido trascendentes entonces. Ej. David da una clase solo para que Luisa se queje de que va a ganar más que ellas. Lo peor ha sido la visita de Maria de Maeztu quien ha hablado de la academia como si fuera un equivalente a la suya que, de paso, era un hotel para universitarias que eventualmente devino en preuniversitario femenino. Un sitio que tenia estándares, tanto de comportamiento como de aplicación por los estudios, tan altos que ninguna de las nenas de Manuelita hubiese sido admitida allá.
    Pero esas no son las razones por la que el programa no tiene sintonía. Como tu dices la han puesto en pésimo horario y no le han dado la publicidad adecuada. Se siente como un autoboycott de RTVE y me recuerda lo que ocurrió con Ramona y Televisa. Pero, yo me he esmerado en buscar sitios donde haya discusión seria y me encuentro con quejas interesantes. Una, y me ha conmovido porque nos hemos vuelto una minoría las románticas, viene de amigas del genero que siempre lo han visto como una ramificación del romance rosa y se quejan de que no hay historias de amor. Realmente, la única es lo que en shippings ahora se conoce como Paugela, el romance lésbico entre Angela y Paula. Y aun ahí hay quejas por parte de chicas gay que dice que es irreal, tokenista, muy apresurado y que no explora los vericuetos de una relación entre lesbianas.
    Respecto a los personajes masculinos. A pesar de estar escrita por hombres, los de la serie representan todos los miedos del MeToo. Martin, Los Peralta, El Viejo Peralta, Arcadio, Nildo, todos son chuecos. El padre de Teresa que nunca la reconoció. O sino, son como dices apoyos, pero sometidos como Ramon al que Teresa uses shamelessly. Que va a pasar el día en que se canse? Lo mismo el pobre David El papá de Manuelita es un buen hombre sometido por una virago. Para mi Doña Manuela es tan villana como Peralta y compañía. Por eso es por lo que no hay historias de amor, porque los hombres o son cerdos, o son lastres a los que las mujeres utilizan.
    Ay no me hables de la relación de las maestras, que a cada rato me encuentro. “¿Ayyy no sería lindo que Manuela y Teresa hicieran pareja? “Ahora también puede haber una lectura del cigarro, Teresa y Luisa. Lo de Luisa y Angela fue un ejemplo de la inconsecuencia de la trama. Mas allá de que Luisa use su empleo como una excusa para huir de su hogar y que sea consiente que es lo mismo para Angela. Que horror! Aquí no hay mujeres de carrera, solo señoras que le huyen al hombre que tienen en casa. Pero creo también que a Luisa no le parecía tener en la escuela un maestro que ganase mas que ella. También, Luisa le dijo a Angela que no podía perderse “una maestra de tu categoría”. ¿De qué categoría hablan si Angela da clases de etiqueta, y tampoco es muy buena maestra?
    Ay espero me convenzas de que me equivoco, yo voy a seguir viéndola que tiene grandes méritos (la prefiero a Tiempos de Guerra y a la Peste y La Catedral del Mar), pero sufre de bemoles que están afectando a casi todas las series

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  3. Joan Manuel Castro Sánchez María Elena Venant Me parece que el problema de la serie es no se trata de un relato como tal. Es una serie que se centra en un tema central: el feminismo. Cada capitulo se discute un concepto o un aspecto desde el punto de vista feminista . De ahi, buscan entrelazar las situaciones y los personajes. Algunas funcionan bien, especialmente cuando se trata del salón de clases, pero fuera de ahi, el asunto se torna complicado, muchas veces fuera de tiempo y forzadas. Eso explica que recien en el quinto capitulo, finalmente veamos como las profesoras tratan el asunto de la violación de Roberta, que por cierto lo tratan como una sospecha, a pesar que desde capitulo 2, hay todos los indicios para pensar tanto el colegio como la comunidad debió conocer que algo le sucedió a ella. Claro, los guionistas prefieron enfocar los capitulos en los valores femininos o feministas, desde el apoderamiento, la aparencia y la sexualidad, para recien entrar en la situacion ocurrida con ella. Ese enfoque tematico de la serie opaca y de paso disloca las historias corales que presentan la serie. Por ahi es el otro punto debil. Basicamente, ¿cual es la historia central de la serie? ¿la muerte del embajador en Portugal? Pareciera que esa historia sobra, especialmente cuando estas mas enfocado en abodar los diferentes matices de las mujeres (maestras y alumnas). Pero no, en cada capitulo nos aporta con un grano de arena que pasó realmente, donde intervienen Teresa, Roberta y los Peralta. Para mi, los primeros minutos del capitulo 1 sobraban. Debio comenzar cuando Teresa fue a la entrevista de trabajo con Manuela. ¿Que tiene historias de amor? Claro que si, hasta tienen una que parece ser el clasico Romeo y Julieta con el joven Peralta. Pero nuevamente que queda opacado por la estructura de la serie.

    Joan Manuel Castro Sánchez Si personalmente se me hace dificil seguirla y eso que me gusta el tema. Recien este fin de semana veré el capitulo 6.

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    María Elena Venant Joan Manuel Castro Sánchez Estoy como tú, he visto cachitos del seis y no me atrevo con el siete. Antes corría a verlos apenas los subían. Has notado un gran error argumental, te lanzan una historia y luego se olvidan de ella. Manuela pasó a ser gran protagonista en el capítulo 4, recién en el 7 se acuerdan de que estaba evitando embarazarse. Así no se desarrollan los personajes, ni puedes interesarte por ellos.
    Estaba pensando en “Call the Midwife” que para mi, es un gran ejemplo de serie de época feminista. Ahí se las arreglan para tocar dos o tremas temas profundos por episodio, combinando perfectamente pasado y presente. Pero como comenzó a mediados de los 50s y ahora están en 1963, los temas de hoy pueden trasladarse a ese ambiente. Un gran error de LOM es que se olvida que 1920, en España, y en Sevilla más encima, esta alejada a años luz de la España presente, que en muchos aspectos está mas adelantada o moderna que USA o nuestra América Latina.
    Espero el lunes hablar un poco de las calificaciones del drama de época, las diferencias enrte pasado histórico, nostalgia, retro y vintage. Cuando yo era niña en los 60s, los 20s eran nostalgia, mi abuela y sus hermanos los evocaban a cada rato, un tío abuelo me enseñó a bailar el charlestón, pero hoy es totalmente pasado remoto. No se pueden compara las maneras de pensar. Yo creo que mejor les hubiera quedado situándola al final del franquismo o recién en la transición.
    En cuanto al romance Flavia-Tomasito no tengo ni para comenzar. A) esa niña es bien mosca muerta b) vi que el le pide otra noche de amor. Queee? Ósea antes de verse la vagina ya estaba usándola c) Tomasito es una fichita, es secuaz de su hermano, saca fotos porno, ósea aunque me caiga mal la taimada de la Flavia no le deseo ese parentesco. Por algo, Roberta intentó advertirla. Así que historia de amor, ahí , no, para nada, menos en estos días en que el amor heterosexual está en la mira, y a todas las enamoradas nos acusan de sufrir Síndrome de Estocolmo.

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