Fue una noche de altibajos en que se pasaba de la risa al
llanto. Vimos a Mary jugar con lodo, a Branson ganar una silla, y la Condesa estuvo
más delirante que nunca, pero también fue el episodio en que Edith casi se hace
un aborto y el violador regresa a Downton Abbey.
Un viaje que saca
verdades a la luz
Harold (Paul Giamatti), hermano de la Condesa de Grantham,
ha tenido un percance (un lio político) y se exige la presencia de Lord
Grantham en los Estados Unidos. ¡Cómo se nota que el pobre Robert fue comprado
or los Levinson! Cuando la matriarca chasquea los dedos en New York, Milord
tiene que cruzar el charco y prestar presencia para que el cuñado se vea menos canallita. A Robert
no le hace ni pizca de gracia viajar, pero menos le hace a Bates el tener que
dejar a su mujer en estos momentos.
Como siempre, le toca a Mrs. Hughes salvar la situación. Va
donde Lady May y le confiesa la tragedia de Anna. Mary convence a su padre (sin
contarle lo de Anna) de que se lleve a Barrow para que lo vista. Incluso alega
que Thomas estará en la gloria en el barco con tanto marinero buenmozo. El buen
Conde se escandaliza. ¿De dónde aprende
esas cosas su casta hija? Mary le responde con vaga petulancia que es una mujer
casada.
Muy refinado el modo en que la serie pasa de este momento
chusco a la seriedad, cuando entra Bates y se entera que ya no viaja. Al salir
Lady Mary, el ayuda de cámara la detiene. ¿Cuánto sabe? Es un momento incomodo para
ambos, pero muy intimo. Mary intenta calmar el ánimo de Bates. Ni él ni Anna son
culpables de lo ocurrido. Pero Bates no lo cree así. La culpa lo consume y lo
mismo ocurre con su mujer.
A pesar de los esfuerzos de su ama, Anna no quiere
desahogarse. Se alegra de compartir el secreto con Mary, pero no quiere habla
del tema. Mary le recuerda cuantas veces la doncella la ha apoyado. No se necesita
decirlo para saber que este par ya no son ama
y criada, sino amigas.
La suspicacia de
Moseley y La Dowager necesita de una enfermera
Barrow feliz se alista para seguir a su amo al Nuevo Mundo. Antes
de dejar Downton Abbey le recuerda a Baxter que debe seguir investigando. Por
una vez, Moseley sale de su estupor habitual y escucha. Mas tarde interroga a
la doncella. Baxter evade una respuesta.
Siempre tan consciente de los buenos modales, La Condesa
Viuda espera que su hijo se embarque para desplomarse. Lo que parecía una simple bronquitis se
convierte en algo peor que amenaza volverse pulmonía. Será Isobel Crawley quien
se encargue de su némesis. Convence a Cora y a Mary, que como enfermera
profesional tiene mas dotes para hacerse cargo de la enferma.
Como era de esperarse, Lady Violet resulta una paciente problemática,
hecho que se agrava cuando la fiebre la lleva a delirar. Sin reconocer a nadie,
se queja por todo en especial de la comida. Su enfermera no se salva. La acusa
de ser más parlanchina “que párroco borracho”. Cuando, por fin, se recupera, la
anciana no recuerda nada y solo quiere alejar a Isobel de su cabecera. Es el
Dr. Clarkson, eterno arbitro de ese par, quien la informa de lo que le debe a
la Sra. Crawley. Muy a regañadientes, Lady Violet encuentra maneras discretas
de agradecer los servicios de su enfermera.
Tom vuelve a la política
y Alfred vuelve a Downton
Debido a sus deberes de enfermera, Isobel no puede acompañar
a Branson a un meeting político en
Ripon. El ex chofer debe ir solo, llega tarde y la única silla vacante está custodiada
por una joven que aguarda un amigo. A mitad del discurso del candidato, la
chica le hace seas a Tom de que se siente a su lado. El candidato aprovecha de
hacer una broma a costa de ambos con connotaciones románticas. Aunque simpática
a escena, no me pareció ni bonita la chica ni la candidata idónea para reemplazar
a Sibyl.
Alfred vuelve a la región a visitar a su familia y escribe
anunciando que vendrá de visita a la Abadía. Mrs. Patmore se alarma. El retorno
del aspirante a chef alborotará al personal de su cocina. Por ayudarla, Mr.
Carson encuentra a Alfred en el pueblo, le inventa que hay una enfermedad contagiosa
en La Abadía, e incurriendo en gran gasto, paga el hospedaje del ex lacayo en
la posada de Downton y lo invita a cenar. Igual, Alfred se presenta en Downton
Abey. Ivy lo recibe tan cariñosa que a Alfred no le importa que no haya virus
en la cocina. Pero Daisy si de da cuenta de la estratagema de Carson y se molesta.
Estas fueron las escenas más débiles de un excelente
capitulo
Mary Had a Little Pig
El match
entre Mary y Charles Blake continua. Napier comienza a darse cuenta que
la viuda no lo ve con ojos románticos,
or lo que aprovecha de visitar a unos
amigos. Sola con Blake, Mary no sabe como entretenerlo y lo invita a ver
los nuevos cerdos que han comprado para sus granjas. Es un largo camino. Llegan casi al anochecer y descubren a los cerditos deshidratados puesto que un de ellos volcó la
batea de agua de la porqueriza. Les toca a Blake y a Lady Mary ir por agua al pozo.
En una de esas vueltas, ella resbala en el lodo y tiene una caída bastante
aparatosa. Aun así el momento sirve para crear confianza entre Mary y su
huésped socialista. Acaban lanzándose barro a las caras. Regresan casi de madrugada
a La Abadía y es Mary la encargada de
dar de cenar a su invitado, preparando su única receta, huevos
revueltos.
Tres mujeres en
Londres
Edith se marcha a Londres, pero Rose se le pega. Obviamente
va a encontrarse con Jack Ross. Se van a remar por el Támesis. Ross, más maduro
y mundano, le advierte a la chica que esa relación les traerá problemas. Pero
Rose insiste en “vivir el momento”.
Una que “vivió el momento” y ahora debe pagar la cuenta es
Edith. Le confiesa a su Tía que está embarazada y ha decidido abortar. Adoré la
reacción de la Tía Rosemund. Nada de sermones, un gran abrazo y mucho sentido
común. Su gentileza hacia la sobrina, me hizo comprender que es la única
parienta de Edith que realmente la quiere y la comprende. Y eso que los cambios
hormonales y la angustia tienen a Lady Edith convertida en un cactus. Pincha a todo
el que se le acerca.
Rosemund le recuerda a su sobrina que lo que planea hacer es
ilegal, peligroso para su salud. ¿Además qué pasa si Michael reaparece? ¿Qué le
dirá? Edith admite que nunca le diría a verdad aunque eso signifique que su
amor estará basado en una mentira. Al ver tan decidida a la chica, Rosemund toma
su propia decisión. La acompañará a la clínica y estará con ella durante el
proceso.
Esa noche, Rose regresa tardísimo. Edith la manda a dormir y
le pide que se porte mejor. Hubiera sido una excelente oportunidad para confiar
en Rose y mostrarle el lado turbio de una relación pasajera. Pero, para Edith, su
secreto no es algo que compartir con una
mocosa.
Al día siguiente, Rosemund y Edith se presentan en la
clínica clandestina que es todo lo siniestra que uno esperaría. En la antesala,
Edith llora, dice que aunque no desea abortar, tampoco quiere convertirse en
una paria olvidada por su propia familia. No tiene el valor de su difunta
hermana.
A pesar de que creo que en ese caso, Sybil hubiese enfrentado
al mundo, es un poco injusto conjeturar sobre hechos que no ocurrieron. Sybil
quedó embarazada dentro de la respetabilidad del matrimonio. Su hija nació en
Downton Abbey, Sybil siempre tuvo el apoyo de familia y sociedad. El caso de
Edith es muy diferente.
Finalmente Edith renuncia a abortar. Rosemund aliviada y contenta,
se lleva a su sobrina del lugar.
SPOILER: A pesar de que Edith no aborta, va a dar a su hija
en adopción y al menos hasta la quinta temporada, no les dirá nada a sus padres.
¿Fue la decisión acertada? ¿O fue cobarde?
El regreso del
violador
La noticia de que Tony Illingham viene a pernoctar en la
Abadía, llena a Mary de felicidad y evidencia que se siente atraída por el ahora
novio de Mabel Lane-Fox. Mary se sorprende al saber que Charles Blake conoce a
Tony, que sirvieron juntos en La Marina durante la guerra, y que participaron
en La Batalla de Jutlandia.
Lamentablemente, Lord Illingham no puede vestirse solo y el
repulsivo Green regresa a la cocina de Downton. A pesar de que Mrs. Hughes lo
advierte que debe mantener un perfil bajo y no dejar que Bates sospeche de él,
el violador se muestra cínico y altanero. Acusa a Anna de haber tenido sexo con
él voluntariamente. “Habíamos bebido demasiado”. Luego en la mesa comienza a
alardear que harto de los “gritos” de La Melba, bajó a la cocina esa noche.
Bates para las orejas. Es la confirmación de sus sospechas de que Green atacó a
su mujer.
El modelito de la
semana
Rose me exaspera por irresponsable, pero saca cada
vestidito. Me encanta este camisero estampado con ribetes azules que usa para
ir de excursión con su músico favorito.
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