jueves, 11 de diciembre de 2025

Cuando un Mal Rayo Partió a un Presidente: Death by Lightning (Netflix)

 


El título suena un poco burlesco, pero es que la serie está contada en dos notas. La seria y humana que se enfoca en James Garfield, vigésimo presidente de los Estados Unidos. En cambio adquiere aires bufonescos cuando cubre los quehaceres de Charles Guiteau, su asesino. Con buena atmosfera de época, ayudada por un buen reparto, esta serie proporciona una adecuada y necesaria lección de historia.

El mayor mérito de la serie recae en sus actores, Michael Shannon demuestra su poder histriónico brindándonos un Garfield muy justo, muy humano y muy doméstico. Matthew McFadyen deja atrás a su Darcy y a su Tom Wambsgans de Sucesión (sus roles más conocidos) para dar vida a un narcisista con tintes esquizoides que llega hasta el magnicidio empujado por ilusiones fantasiosas.

Betty Gilpin me ha recordado por qué la amé como la monjita de Mrs. Davis y porque la odié en American Primeval. Su retrato de Lucrecia Garfield, una mujer que fue un gran soporte en la larga carrera de su marido, es un trabajo actoral muy fino.

                            Mrs. Garfield, la ficticia y la real

Un Ejemplo de la Movilidad Social Decimonónica

La trama es básica. Las desdichas y logros de Garfield son, al comienzo de la serie, cosa del pasado. Hay atisbos en flashbacks de su gloriosa actuación en la Guerra de Secesión. Otros detalles de su vida anterior emergen de conversaciones. Una lástima porque fue todo un personaje.

James Garfield es el epitome de la movilidad social en el siglo XIX que no era fácil aun en Estados Unidos.  La serie usa como refrán todo lo que puede alcanzar un hombre sin recursos en este país. Garfield es ese hombre para su futuro asesino, pero Guiteauen su mente enfermano se da cuenta que sus métodos y personalidades son muy distintas y que no puede emularlo.

                           Un encuentro entre un asesino y su futura víctima 

James Garfield nació en un hogar de clase media baja en Ohio cuando este estado recién dejaba de despegarse del membrete “frontera”. La muerte del padre y el segundo matrimonio de su madre marcaron su infancia. Superó la pobreza y soledad apoyándose en la religión y la lectura. A los 16 años abandonó la escuela y trabajó en empleos duros. Su madre lo convenció de volver a sus estudios, ahora en el Seminario Geauga.

Para su época, este sitio, era bastante progresista ya que admitía mujeres y tenía clases coeducaciones Fue ahí que Garfield conoció a su futura esposa (en la serie dice que se conocieron en la universidad). Después de su graduación y gracias a sus buenas notas, Garfield fue admitido en Hiram College a pesar de que tuvo que pagar sus estudios limpiando pisos, como recuerda su mujer en la serie.

                         Los Garfield, un matrimonio unido desde sus días escolares

Garfield acabó sus estudios superiores en Williams College en Massachussets. Volvió a Ohio,  se casó con Lucrecia y ejerció como maestro en varias instituciones.  Mientras construía una familia (Lucrecia y él tuvieron siete hijos), James Garfield decidió hacer lo que se hacía entonces “leer la ley”, o sea entrenarse en la carrera de abogado bajo la guía de un juez.  Un año antes de sacar su licencia entró en la política.

En ese entonces la postura política de Garfield manifestaba dos influencias: su rectitud que nacía de su fe religiosa y su adhesión a la causa abolicionista. Eso lo llevaría, cuando ya estaba en el congreso, a abandonar la política y a su familia para enrolarse en el ejército. A pesar de no poseer experiencia militar, Garfield se desempeñó admirablemente llegando al rango de brigadier general.



Fue el presidente Lincoln quien lo sacaría del campo de batalla, alegando que ya tenía bastantes generales, pero pocos políticos confiables. Así Garfield retomó su labor en el Congreso. Seria representante de su estado Ohio por varias décadas, sirviendo en los últimos días de Lincoln, en el vergonzoso gobierno de Andrew Johnson y a través de las dos estadías en la Casa Blanca de Ulises S. Grant.

Tanto serie como realidad hacen hincapié en las extrañas similitudes entre James Garfield y su asesino. Ambos venían de la zona rural de Ohio, de familias de bajos recursos, eran cercanos en edad, ambos habían sido maestros, incluso en la misma escuela (aunque en diferentes épocas) y ambos optaron por ser abogados. Ahí paran las similitudes.

Un Fracasado Total

Charles Guiteau nunca fue tan aplicado como su víctima, no terminó sus estudios y en todo lo que intentó hacer en su vida adulta fue un perfecto fracaso. Las razones serian comprensibles hoy en día ya que se reconocerían en él síntomas de varios trastornos psicológicos. Se culpa al padre que lo golpeaba, pero ese mismo padre vivía preocupado por el hijo , tratando de encontrarle un sitio en el mundo.



Un falso de la serie es decir que el padre desheredó a Guiteau tras saberlo viviendo en Oneida. Al contrario, Guiteau senior era muy cercano a John Humphrey Noye, el fundador de esa comunidad y consiguió que admitieran a Charles en ella. La serie no miente al decir que los aires de superioridad del futuro magnicida le valieron el desprecio de los miembros de la comuna y que lo llevaron a marcharse, volver y finalmente marcharse para siempre de Oneida. Para entonces Noyes consideraba a Charles Guiteau como un loco de atar. Estos sucesos abochornaron a Papá Guiteau quien decidió entonces olvidarse de que tenía un hijo.

La serie concuerda con Noyes de que Charles Guiteau era un enfermo mental y ese concepto fue aceptado por los mismos que lo condenaron a la horca, pero guardaron su cerebro. La serie comienza en 1969, cuando unos cargadores que están limpiando los sótanos de la Casa Blanca descubren el cerebro del asesino en un frasco de vidrio. La escena sirve para empezar con un actor de color diciendo el primer ‘F…ck” de la noche. El verbo es utilizado en la serie por ricos y pobres, blancos y negros, mujeres y varones, demostrando la fascinación de Netflix por el lenguaje soez.



El mayor exponente del verbo “To F…” es Roscoe Conkling interpretado por mi querido Shea Wigham. En la vida real, Conkling era pintoresco, deslenguado y escandaloso, pero no creo que tuviese esa boquita de alcantarilla que le han puesto en Netflix y que lo tiene escupiendo palabrotas no inventadas (“motherf… no existía en el vocabulario de entonces).



Tampoco el pobre Chester Arthur era tan parrandero y corrupto como lo interpreta Nick Offermann. En esa época la gran máquina de corrupción policía del país era el Tammany Hall manejado por los demócratas neoyorquinos así que no creo que los Rep. (los “buenos” de entonces) fueran tan mafiosos.



Aun así, es interesante ver como operaba la política estadounidense y los paralelos con la de hoy. Como drama político Death by Lightning es excelente y recuerda a The West Wing. Es comprensible entonces que uno de los principales de la serie icónica de Aaron Sorkin, Bradley Whitford, venga a darle aquí vida a James Blaine. La serie ha convertido el secretario de estado de Garfield en un viejito amable, en la vida real era un paranoico que llenó la Casa Blanca de espías.



La atmosfera de época es impecable en esta adaptación del libro de Candice Millard: Destiny of the Republic. Filmada en Budapest, no posee una gran cinematografía. A ratos se nota la presencia de la pantalla verde. En cambio, no tengo quejas de la música. Un detalle respetuoso es que , a diferencia de otros period pieces netflixianos, no se han incluido estridencias pop-rock. Aunque todavía no entiendo el motivo de escoger para trasfondo musical a “You, Rascal You” (en castizo “Raska Yu!”) en versión moderna de Hanni El Khatib.



Contenido Violento o Gory: A Guiteau le dan un par de palizas, Guiteau mata a Garfield, pero lo más violento y Gory de la serie es la medicina que acaba de rematar al presidente. El libro de Candice Millard  lleva de subtitulo “A Tale of Madness , Medicine and the Death of a President”. Un detalle que desconocía es que Garfield sobrevivió al atentado pero tuvo una larga agonía debido a que una bala no le pudo ser extraída.

El último episodio se dedica a los esfuerzos de salvar al presidente y como, por ignorancia o falta de recursos, los médicos fueron los culpables no solo de su muerte pero si también de su doloroso calvario. La serie hace hincapiéy yo le creoque hoy en día con mejor instrumental, antisépticos, y más conocimientos sobre higiene, James Garfield hubiese sobrevivido.



Contenido Sexual y Desnudos: Es Netflix, pero un detalle que me incomodó fue la descripción de la Comunidad Oneida. Como en muchas de estas comunas utópicas que aderezaron el paisaje americano a través del siglo XIX, sus seguidores creían en el “amor libre”. El problema es que la ignorancia del Siglo XXI no entiende que el concepto era amor fuera del matrimonio, relaciones sin papeles y para nada exclusivas. Eso era todo. La serie, en cambio, cree que free love era follar indiscriminadamente, como conejos, al aire libre y enfrente de todo el mundo.

Factor Feminista: Extraordinaria la ausencia de mujeres en este cuento. Incluso la importancia de Lucrecia en la vida de su marido es opacada, tal como el que siendo hija de un humilde carpintero hubiese recibido una educación superior a las mujeres de su época y clase, o el que en sus primeros años de casada siguió desempeñándose como maestra. Como que lo más importante que hizo en la serie fue enfermarse de malaria ya en la Casa Blanca (ocurrió así en la realidad).



Tampoco vemos a las otras mujeres que jugaron roles importantes en la política de entonces aun sin tener el derecho al voto. Únicamente Kate Chase (Tuppence Middleton) que solo aparece como amante de Roscoe. En la vida real, la esposa del Gobernador Sprague fue “infamosa” por sus amantes (no sabía yo que Garfield fue uno), pero también por su tremenda influencia política.

El único detalle de poder femenino, y ultra modernista, es subirle la edad a Mollie Garfield. Aunque es cierto que se casaría con el secretario de su padre, lo haría años más tarde. Cuando Garfield llego a la Casa Blanca, Molly era una tomboy de trece años todavía en la primaria. No era muy normal entonces que una chica tan joven tuviese posturas políticas o que las defendiera en contra de su padre, pero de eso hablaremos enseguida.

Factor Diversidad: Death by Lightning recalca el abolicionismo de James Garfield, su desilusión con el que más de quince años de acabada la Guerra de Secesión, los hombres de color no han sido totalmente emancipados. Vemos a Garfield recibir y hacer promesas a un grupo de ex soldados y vemos al legendario Frederick Douglas apoyar su campaña. Garfield fue reconocido por su deseo de proteger y mejorar las condiciones de vida de los americanos más vulnerables, fuesen blancos o ex esclavos.

                              Garfield y Frederick Douglas

Debido a esto hubo de oponerse a la inmigración china que restaba posibilidades de trabajo a obreros blancos y negros. Sabiendo esto, sus enemigos hicieron circular una copia falsa de una carta del presidente donde pretendía apoyar la inmigración asiática. En la serie han mal usado ese incidente.

Cuando Los Garfield y Blaine-en medio de la campaña presidencial están debatiendo el modo de contrarrestar este golpe bajo son interrumpidos por una airada Molly.  La chica acusa al padre de racismo e hipocresía ya que ha prometido proteger a los grupos vulnerables como lo son los chinos. Lo acusa de condenar a “todo un pueblo”. ¡Epa!  Acaba hablando casi con desprecio de los afroamericanos que su padre apoya.

                              Molly Garfield, la ficticia y la real

Otra vez, Netflix, en su esfuerzo por parecer woke, termina insultando a algún que otro grupo étnico. Aparte de exagerada, toda esa escena es inverosímil. A sus trece años, Molly no hubiese tenido posturas tan firmes sobre la cuestión asiática ni hubiese conocido a muchos chinos ni en su internado ni en la zona rural de Ohio. Incluso el que le hayan subido la edad no excusa una impertinencia ni enojo inadmisible en presencia de sus padres y de un invitado. Un ejemplo de modernismo innecesario que afea la serie.

2 comentarios:

  1. For Shitflix, wokeness is more importante than accuracy. They hate the most and want to cover it up with modernism, but how will you learn to be different if you never see the bad things people did in the past? They will raise whole new generations who will never know what is truth or real.

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    1. I have your same qualms and fears (among those many fears that haunt my future) but it goes beyond entertainment. Try to engage a Gen Z in conversations about history, politics, medicine even current events, and you will be appalled by both his ignorance and the amount of fantasies he/she believes in.

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