lunes, 15 de noviembre de 2021

Theodore Roosevelt en la Amazonía: The American Guest

 


Para muchos, Theodore Roosevelt ha sido el mejor presidente de los Estados Unidos. Mi admiración por él no va por el camino de la política. Lo admiro como a un buen esposo y padre de familia:  como un aventurero audaz, pero respetuoso de la naturaleza;  como uno de los primeros en querer conservar las maravillas naturales de esta nación;  y como un representante de lo mejor del espíritu estadounidense. Todo eso encontré en El Huésped Americano, una coproducción brasileña-estadounidense que HBO trajo a sus pantallas este otoño.

Asma, Tragedias, Fugas y Reinvenciones

Se han escrito cientos de biografías y novelas sobre él,  se han filmado un gran número de docu-semblanzas de sus logros,  incluyendo la fantástica docuserie de Ken Burns Los Roosevelt. Sin embargo, en el cine y la televisión, Theodore Roosevelt no pasa de ser una presencia periférica como en The Wind and the Lion y la serie The Alienist. Hace rato que Scorsese viene amenazando con una biopia que protagonizaría Leo Di Caprio, pero se ha quedado siempre en veremos.

Por eso es por lo que esta miniserie,  filmada y financiada por los brasileños, viene a llenar un importante hueco en la ficción sobre lo más cercano a la realeza que ha tenido este país. The American Guest no pretende narrar la saga de Theodore Roosevelt, pero gracias a una potente introducción y estratégicos flashbacks nos revela la trayectoria de uno de los presidentes más populares de los Estados Unidos. Todo gracias a una experiencia que vivió Teddy,  cercano a sus últimos años, algo que puede llamarse su última aventura: una expedición por el Amazonas para encontrar la desembocadura del Rio de la Duda.



La idea de ir a meterse en un territorio salvaje e inexplorado es ya peregrina. Aún más teniendo Roosevelt 57 años, mala salud (y como se lo hace notar su esposa)  sobrepeso. Sin embargo, Alice, la hija mayor de Roosevelt, comenta ácidamente que su padre suele involucrarse en esas expediciones para huir de algo que lo incomoda. Eso es cierto, pero más que huida o necesidad de encontrar refugio donde lamer sus heridas, lo que T.R. buscaba en esos viajes era un espacio donde recargar baterías y reinventarse a sí mismo.

Nacido en el seno de una importante y antigua familia neoyorquina, Theodore Roosevelt vivió su infancia dominado por un asma debilitante que muchas veces lo tuvo cerca de la muerte. Sus asustados padres no se atrevieron a mandarlo a la escuela prefiriendo educarlo en casa junto a su hermano Elliott (el padre de Eleanor Roosevelt) y una vecinita llamada Edith Kermit.

                         Theodore Roosevelt en su infancia

Sin embargo, Theodore no se dejó dominar por una enfermedad. Desde su niñez cultivo el físico culturismo, llegando a desarrollar un cuerpo robusto donde no entraban las enfermedades. Para su ingreso a Harvard, Theodor había incluso demostrado aptitudes para el boxeo, pero dentro de su nuevo cuerpo vigoroso se escondía un espíritu sensible y frágil.

Fue en su segundo año universitario que Roosevelt recibiría uno de los primeros grandes golpes emocionales de su vida. La muerte de su amado padre envió al joven Roosevelt a buscar refugio en partidas de caza en los bosques de Maine. El segundo golpe sería más fuerte y lo enviaría a viajes más lejanos.

En 1984, Teddy, con solo 25 años,  había entrado en la política, publicado su primer libro y se había casado con una rubia muy cotizada llamada Alice Lee quien en febrero dio a luz a Alice ( apodada Baby Lee) , la hija mayor del político. La felicidad fue efímera. Unos días después del parto, Alice sucumbió a una infección renal, el mismo día y en la misma casa donde fallecía su suegra.

                                Alice Lee Roosevelt

La doble tragedia destrozó a Roosevelt. Entregó a su hija recién nacida al cuidado de su hermana Anna y trató de hundirse en el trabajo político, pero al final del año no aguantó más. Emprendió un viaje que duraría casi dos años a la región más inhóspita de los Estados Unidos, Dakota del Norte, a una parte que por algo era conocida como “Las Tierras Malas”(Badlands) .

Ahí compró un rancho y se dedicó a experimentar todas las incomodidades que ofrecía un territorio y un clima salvajes. Ese viaje no solo curó su dolor,  además lo curtió para golpes futuros. En 1886 regresó a la civilización. Se casó con Edith Kermit, su amiguita de la infancia,  y tuvieron cinco hijos.  Entremedio, Roosevelt encontró tiempo para ser elegido Comisionado de la Policía de Nueva York y Subsecretario de la Marina, , puesto que abandonó para servir en la Guerra de Cuba, siendo coronel de su propio batallón, los Rough and Ready,

                     Teddy Roosevelt en su uniforme de Los Rough and Ready

En 1900, cuando era Gobernador del Estado de Nueva York, el candidato a la presidencia William McKinley le solicitó que abandonara Albany y viniese a Washington a ser su vicepresidente. En esa calidad, Roosevelt llegó a la Casa Blanca tras el asesinato de McKinley en 1901. Completó el término de su antecesor y en 1904 fue elegido presidente por un segundo término. Al cabo del cual, y a pesar de su inmensa popularidad, prefirió dejarle el puesto a su vicepresidente,  William Taft.

Durante todo este tiempo, Roosevelt hizo cosas magnificas como iniciar un sistema legal que protegiese el medioambiente y crear los primeros parques naturales de la nación. Esas acciones lo llevaron a enfrentarse con los millonarios del país, encabezados por el banquero J.P. Morgan. En asuntos exteriores, Roosevelt fue instrumental en acabar la guerra Rusojaponesa, y aunque hasta hoy se le tilda de imperialista/colonialista por ello, consiguió la construcción del Canal de Panamá y para eso, fue artífice de la secesión de Panamá de Colombia.



La Ultima Aventura de Teddy Roosevelt

En 1912, Roosevelt acariciaba la idea de retornar a la Casa Blanca, pero su proyecto tenía muchos opositores. Con sus reformas, se había echado de enemigos a la clase millonaria y a su propio partido. Los Republicanos apoyaban la reelección del gordito Taft. Roosevelt tomó una solución tajante como de costumbre, crear su propio partido. El Partido Progresista tenía todas las de ganar. Hasta hoy nadie se explica cómo es que Woodrow Wilson derrotó abrumadoramente a Roosevelt.

Lo peor es que T.R. se había convertido en un paria, rechazado por los republicanos, por su clase social, por toda la esfera política. Roosevelt se refugió en su propiedad en Oyster Bay en la ribera norte de Long Island. Su depresión era tal que su familia temía por su salud mental. Lo sacó de ella un curioso pedido. Desde Buenos Aires recibió una solicitud del Museo Social para ofrecer una serie de charlas sobre el tema de la naturaleza. Este pedido fue seguido por otros similares de parte de instituciones en Brasil y Chile.

Esta carta con la oportunidad de huir a otro mundo le vino como anillo al dedo al presidente. Aunque en el Cono Sur, sus políticas imperialistas habían dejado un mal recuerdo, su prestigio como naturalista era enorme. Roosevelt,  además proyectaba usar el viaje para otras cosas. Iba acompañado del Padre Zahm un catedrático de la Universidad de Notre Dame,  que planeaba alguna expedición alejada de la civilización.



La idea de internarse por el Matto Grosso brasileño le resultaba fascinante al ex presidente que se apuntó para la expedición seguro que él sería el líder. Era tanta la seguridad en el viaje que T.R. se consiguió un contrato con la editorial Scribner’s,  prometiéndoles un recuento jugoso de sus aventuras en el bosque tropical.

La expedición recibiría una subvención económica por parte del Museo de Historia Natural de Nueva York a cambio de la promesa de especímenes recolectados durante la expedición. A pesar de que en la serie Edith comente que su marido viajará auspiciado por su archienemigo, J.P. Morgan quien era parte del comité de dicha institución, el apellido Roosevelt siempre ha estado asociado con el museo. Fue fundado por el padre de Roosevelt,  Theodore Sr.   Y la estatua de T. R. estuvo hasta este año custodiando la entrada, pero como el presidente está flanqueado por las figuras de un nativo americano y de un africano, la escultura ha sido acusada de racista y ofensiva y se ha votado para que se la retire.



Otra razón para que Roosevelt desease viajar al Cono Sur era ver a su hijo Kermit. Después de Alice , Kermit es el más conocido de los hijos de Teddy, quizás por ser el que llevó la vida más trágica. Kermit desde su infancia demostró su erudición y amor al estudio (hablaba no sé cuántos idiomas) , pero también dio muestras de un temperamento hipersensible y dado a ataques de melancolía. Por un lado, deseaba desligarse de la sombra de su padre, por otra anhelaba ser como T.R.

                                      Chris mason como Kermit

Parte de esa rebeldía había llevado a Kermit a Sudamérica, donde fungía como ingeniero de la compañía de ferrocarriles de Brasil. Recientemente comprometido con la joven de sociedad, Bella Willard que se convertiría en su esposa de por vida, Kermit planeaba un viaje a España donde el padre de su prometida era embajador.

Fue en Rio donde Roosevelt supo de una expedición al Amazonas dirigida por el Coronel Cándido Rondon. Auspiciada por el gobierno, la expedición pretendía, entre otras cosas,  descubrir el nacimiento del enigmático Rio da Duvida. El Coronel Rondon ya era considerado un héroe por haber sido el primero en establecer líneas telegráficas en el Matto Grosso. En uno de esos proyectos, Rondon,  que era ingeniero militar,  se había topado con este rio que se le había vuelto una obsesión. Fue así como aceptó que se unieran a su equipo Roosevelt, el Padre Zahm y un par de naturalistas enviados por el Museo de Historia Natural. A ellos se les acopló Kermit, pero de muy mala gana.

Edith convenció a su esposo de llevarse a Kermit porque ya intuía la depresión crónica y un incipiente alcoholismo que marcarían la vida de su hijo mayor. A Kermit lo convenció usando como argumento la mala salud del padre. Solo por eso Kermit aceptó no ver a su novia e irse a la jungla como niñera de un Theodore Roosevelt que efectivamente estaba físicamente deteriorado.

                                        Edith Kermit Roosevelt

Al inicio de la aventura, T.R. tenía, aparte de sufrir de otras razones para una mala salud, una bala en el cuerpo. Tal como nos muestra la serie, durante su campaña presidencial y en Wisconsin , el presidente fue víctima de un atentado. Camino a dar un discurso recibió dos tiros de parte de un barman alemán de Nueva York que creía que Roosevelt pretendía implantar la monarquía en Estados Unidos (¡!!).

                         Atentado en contra de Roosevelt

En una actitud típica de su carácter, Teddy se negó a ir al hospital e insistió en dar su discurso. Habló por más de una hora haciendo gran alarde de su camisa manchada con sangre. Solo después del discurso, fue atendido por los médicos que extrajeron una bala, pero al encontrar que la otra estaba alojada muy cerca del corazón, prefirieron dejarla. Este cuerpo extraño debilitaba el proceso cardiaco de Roosevelt quien aun así aceptó el desafío de emprender un viaje quetodos creíansolo duraría un par de semanas. Duró casi un año.

Verdades y Mentiras del Huésped Americano

Con esta introducción,  que es resumida en raccontos y conversaciones a través de los cuatro episodios, tenemos una visión de Roosevelt que explica su comportamiento, fortaleza y debilidad durante ese viaje. Es en eso en que la serie varia de cuentos de aventuras de ficción tales como El mundo perdido de Arthur Conan Doyle o falsos relatos históricos como la sosísima película The Lost City of Z.

No es que sea una historia aburrida. Fue un viaje a ratos espeluznante, donde los miembros de la expedición estuvieron expuestos a una naturaleza salvaje, enfermedades tropicales y violencia dentro de su grupo y fuera puesto que los indios Cinta Blanca anduvieron persiguiéndolos por todo el camino. Al final, solo Rondon estaba incólume y varios miembros del grupo habían perecido (no se encariñen con el perrito Lobo).



Todo lo que aparece en la serie sucedió, más o menos,  en la realidad. Hay detalles que se han agregado por dramatismo, pero son pocos. Entre ellos hacer que Paixao, el camarada (así se llamaba a los porteros/cargadores) asesinado por uno de sus compañeros, sea un oficial del ejército (y blanco)  que hace amistad con Kermit. En la vida real, el Sargento Paixao era negro.

                             Joao Cortes como el Teniente Paixao

A pesar de que Kermit si fue culpable, en un exceso de hubris, de la muerte del camarada Simplicio, el odio que le toman los brasileños y que incluso lleguen a atentar contra la vida del hijo del Presidente Roosevelt, es falso. También es falso que Kermit, para acabar con esa enemistad,  solicitó un castigo corporal.

Otros detalles son escondidos para no obligar a que sensibilidades modernas juzguen negativamente a los personajes. Por ejemplo, la serie no muestra que Roosevelt y Rondon se dedicaron a la caza mayor, acabando con la vida de muchos jaguares, hoy una especie en extinción.

A mitad del viaje, Roosevelt y Rondon se dieron cuenta que les era imposible continuar. Eran demasiados, la comida no alcanzaba, las reses y mulas que habían traído para alimentarse se morían en el camino. Era necesario dividir al grupo.



Parte de la expedición encabezada por el Padre Zahm se rezaga y emprende otra exploración por el Rio Madeira. En la miniserie , nos muestran que es un alivio desembarazarse del sacerdote que insiste en extravagancias tales como ser cargado en una litera en vez de cabalgar como los demás,  y en bautizar a cuanto indio encuentran. Me sorprendió ver qué lo último irritaba a Roosevelt, a pesar de ser este un buen cristiano, y no a Rondon,  que era ateo. En realidad, el Coronel, por cortesía, permitía estas excesos de fe y a Roosevelt nunca le molestaron.

Lo de las parihuelas, en cambio, irritó de igual manera a ambos lideres de la expedición. No es quemolestase que Zahm,  gordito y afligido de hemorroides, quisiese ser cargado. Lo que sucede es que su actitud fue la guinda del pastel de racismo del clérigo. A juzgar por sus escritos, Zahm era un poco más racista que los hombres de su tiempo. Lo asombró la mixtura de razas que llegaba hasta lo más alto de la sociedad brasileña y que,  según el curita,  horrorizaría a cualquier dueño de plantación de Virginia.

En una ocasiónalgo que no nos muestra la serie la expedición consiguió un equipo de lo que entonces era el equivalente a camionetas todo terreno. Durante el breve tiempo en que pudieron utilizarlas, Zahm insistió en viajar en una, pero le pareció indigno tener que sentarse al lado de un chofer negro.

Cuando Rondon y Roosevelt lo reconvinieron por insistir en ser cargado por los camaradas como si fuese un emperador romano, la respuesta sacerdotal fue que era un honor para mestizos y mulatos portar su litera y que en el Perú los nativos se alborozaban de tener que cargar un sacerdote en sus literas o espaldas. Como lo resumió Kermit nadie se entristeció por ver partir al Padre Zahm que era “un poco tontito”(A Little Fool).

La partida del Padre Zahm y la división del grupo coincidieron con el adentramiento a la selva más espesa y peligrosa. Ese es el Corazón de la Oscuridadcomo lo llamó Joseph Conrad donde la civilización abandona al hombre y lo enfrenta con sus demonios y negatividad. En la expedición comienzan a presentarse rencillas y rivalidades entre los lideres, entre los gringos y los brasileños, entre los Roosevelt y entre los camaradas. Uno de ellos, Julio, cobarde y perezoso,  se convierte en ladrón de provisiones que cada vez escasean más. Al ser descubierto, mata a Paixao y se interna en el follaje.



Semanas después, desde los botes oyen las suplicas de Julio pidiendo perdón y ofreciendo reintegrarse al equipo. Le niegan ese derecho y dejan que la jungla sea la que haga justicia. En ese mundo brutal se vale tomar decisiones brutales. El mismo Roosevelt, cuando se ve impedido de avanzar, suplica que se le abandone para no ser un peso muerto.

Rondon: La Horma del Zapato de Roosevelt

La grandeza de la serie es ver como se supera esta brutalidad. Como se afianzan los lazos entre los Roosevelt,  y como los lideres de la exploración haya terreno común para comprenderse. Theodore Roosevelt encontró la horma de su zapato en el Coronel Cándido Rondon, que, como el presidente, era visto por sus compatriotas o como un héroe o como un radical peligroso.

Rondon era mestizo, su padre lo era también, su madre era nativa pura. En el clima inclusivo del Brasil moderno, esto no impedía a un hombre ascender tanto en el ejercito como en la sociedad. El Coronel Rendon no solo era admirado por el coraje exhibido en su empresa de llevar el progreso a la selva. Para 1913,  era también el director de la Oficina Brasileña de Protección del Indio, eso lo obligaba a adoptar una actitud pacificadora y extender su protección a tribus no muy pacificas.

                                 El Coronel Cándido Rondon

Roosevelt, que había aprendido la máxima del Lejano Oeste de que el indio bueno es el muerto, no compartía la cautela que su colega demostraba al tratar a tribus que les andaban lanzando flechas envenenadas,  con regalos y sin violencia. Kermit , al comienzo de la expedición, intentó explicar la personalidad de Rondon a su padre como un producto del positivismo en el que estaba basada la creación del Brasil republicano.



Parte del credo positivista son el ateísmo y el pacifismo. Teddy le dirá a Rondon que no entiende el ateísmo, puesto que, sin su fe religiosa,  él no hubiese podido sobrellevar las tragedias de su vida. En cuanto al pacifismo, para un ex soldado como Roosevelt era un anatema, mayormente en ese momento, en que T. R.  veía las señales de una gran guerra futura.

Uno de los mayores resquemores de Roosevelt de haber perdido la presidencia era lo que percibía como debilidades en su rival Woodrow Wilson. Con sus dotes de pacificador, Teddy creía poder evitar el conflicto europeo a punta de conferencias con los poderes beligerantes. No sabemos si a lo mejor lo hubiese logrado, pero muy errado no estaba al pensar que Wilson no sabía ni evitar el conflicto que se cernía en el horizonte ni sabría manejarlo una vez estallado. Presintiendo esa guerra que le robaría un hijo (Quentin) Roosevelt no estaba para soportar pacifistas a su alrededor.

Aun así, la integridad, fortaleza y decencia de Rondon ganaron al ex presidente que sabia reconocer un espíritu como el suyo donde podían anidar coraje, curiosidad y humanismo. El sumergirse en un mundo desconocido e incivilizado obligó Rondon y a Roosevelt a ser flexibles con sus principios morales y a tomar decisiones imposibles ante situaciones limites que no estaban preparados para afrontar.



Aun quienes saben poco de Theodore Roosevelt habrán oído que una última expedición le acortó la vida. Edith tenía razón al temer por la salud de su marido. En el Matto Grosso, Roosevelt se reencuentra con la malaria que lo había afligido en Cuba. Su corazón debilitado por la presencia de la bala no parece capaz de soportar los embates del viaje. Para colmo al intentar salvar un bote de provisiones que arrastran los rápidos, se hace una pequeña herida en el muslo.

En ese clima la herida se infecta y T.R. cae en un estado febril donde, en medio de su delirio, solo atina a recitar las primera estrofa del Kublai Khan de Samuel Coleridge. Es ahí donde Kermit debe ejercer su deber filial al máximo. A pesar de sufrir de ataques de paludismo, cede su quinina a su padre . Eso no aparece en la miniserie, pero lo que si aparece es el modo en que Kermit zanja la discusión sobre si se debe abandonar a su padre en la selva.

 T.R. no quiere ser una carga inútil y suplica que se le abandone con la suficiente morfina para acabar con su agonía. Kermit le responde como responde un Roosevelt, Muerto o vivo el cargará a su padre “Y pesarás más si eres cadáver”. Con eso Teddy consiente en ser atendido por el médico de la expedición y que se le cargue hasta poder caminar sobre sus propios pies.

                       Los líderes de la Expedición Roosevelt-Rondon

Las Secuelas de la Expedición

Aunque Roosevelt sobrevivió a la expedición, el mismo reconocería que el Amazonas se había llevado diez años de su vida. El y Rondon fueron reconocidos y celebrados como héroes a su regreso a Rio de Janeiro. El Rio de la Duda dejó de existir al ser bautizado Rio Roosevelt (hoy los brasileños que no pueden pronunciar el apellido lo llaman simplemente “Rio Teodoro”).

No fue tan apoteósica la llegada de T.R. a Estados unidos. Lo esperaban críticas y dudas de que el viaje hubiera sido tal como la narraba el en persona y en su libro. Tal como nos muestra la serie, Teddy usó sus últimas fuerzas para denunciar a los que ponían en entredicho su narrativa y su saga. Tras la muerte de Roosevelt, en 1927 una segunda expedición demostró que el presidente tena razón. Lo reconfirmó una expedición en 1992 que siguió exactamente los pasos de la caravana Roosevelt-Rondon.

Tanto fascinaron estas incursiones en la Amazonia a la periodista, y ex editora del National Geographic,  Candace Maillard que escribió un libro titulado The River of Doubt . Mi hermano me lo prestó y me ha servido para cotejar realidad y fantasía de la serie a la vez que ha llenado espacios en la prodigiosa vida del primer Roosevelt en llegar a la Casa Blanca.



La vida de TR acabó en esa última gloriosa aventura. Su mala salud,  unida a la depresión provocada por el estallido de la Gran Guerra, más la muerte en ella de su hijo Quentin lo llevaron a su propio final en 1919. Kermit lo sobreviviría un cuarto de siglo más, pero como ocurrió con su padre, la expedición fue su canto del cisne.

Cansado de esperar a que Estados Unidos entrase en la guerra, se enlistó en el ejército británico. Sirvió en Mesopotamia y recibió la Cruz Militar. Se casó con Belle Willard y tuvo cuatro hijos, entre ellos el pianista y compositor Joseph Willard Roosevelt. Su vida en la posguerra fue una batalla constante contra la depresión y el alcoholismo. Aun así, se las arregló para dirigir dos expediciones al Himalaya y ser nombrado Vicepresidente de la Sociedad Neoyorquina de Zoología.

Estallada la Segunda Guerra Mundial, Kermit se reintegró al ejército británico. Fue herido en la retirada de Narvik. Esa herida aceleró su desintegración física y emocional. Hubo que dársele y baja y enviarlo de regreso a Estados Unidos. El espíritu maltrecho de Kermit hizo que su familia planease internarlo en un sanatorio. Lo salvó su primo, el Presidente Roosevelt,  enviándolo en una misión especial a Alaska a crear un ejército de esquimales y aleutianos.

                                         Kernit Roosevelt

Era demasiado tarde.  En junio de 1943, Kermit se voló los sesos. Un final triste para un gran hombre. Hay ciudades en Texas y Virginia que llevan su nombre, y un tributario del Rio Roosevelt se llama Rio Kermit. Para ser un hombre desdichado fue muy recordado. ¡Ya no se hacen como los Roosevelt!

Quien tendría más suerte y mejor final fue Cándido Rondon. Como militar, y a pesar de su pacifismo, debió servir aplastando la revolución en Sao Paulo en 1927. En 1934 , el; gobierno de Getulio Vargas lo envió en una misión diplomática a mediar entre Perú y Colombia en una disputa por la ciudad de Leticia. Tras eso abandonó la actividad militar dedicándose totalmente a los asuntos indígenas

Fundó un estado en Guarape que en 1954 recibiría el nombre de Rondonia con el que se le conoce hoy en día. Emulando a Roosevelt, a fines de los 50 fundó el primer parque nacional en Xingú. Falleció en 1958, a los 92, dos años después de ser nombrado mariscal, el grado más alto del ejército brasileño.

                               El Mariscal Rondon

Si solo fuese para conocer la trayectoria de este gran hombre, O American Ospede ya tendría un gran mérito, pero el personaje que tan magistralmente interpreta Chico Rodríguez es solo uno de los grandes valores de la miniserie que nos lleva conocer a un Roosevelt desconocido, a su importancia en la escena mundial, y a su dinámica familiar. Eso no se conseguiría sin la magnífica actuación de Aidan Quinn.

Siempre he sabido que Aidan aun en su etapa de galán es un actor más que competente. Este rol me ha dejado boquiabierta. Ha cambiado la voz, los gestos, hasta se ha engordado, para ser la encarnación de Theodore Roosevelt. Chris Mason, a quien yo creía otro más de los nenes inútiles de Riverdale me ha sorprendido con su intensidad actoral y siempre es una delicia ver a Dana Delaney. Aunque en un rol pequeño, Dana se traga la pantalla con su interpretación de la devota, pero astuta, Edith.



Los actores no se la podrían con este titánico proyecto si no tuviesen un muy buen libreto. Pensar que se lo iban a encargar a David Weil, el bestia creador de Hunters.  A Matthew Chapman yo lo conocía por thrillers eróticos como El color de la noche y Hearts of Midnight, pero aquí demuestra su versatilidad , no solo en lo que respecta al trayecto,  sino a las intrincadas intrigas de la política estadounidense.

Para el final dejo al reconocido director (también productor de a serie) Bruno Barreto,  quien sabe capturar el espíritu de Roosevelt, los logros y fracasos que lo han llevado a esta encrucijada existencial que le significa un último desafío como aventurero. Barreto sabe contrastar la verdadera jungla con las lianas políticas que han atrapado al presidente. Y sabe convertir al Amazonas en un personaje más, una femme fatale que engarza,  traiciona y mata a quienes pretenden conquistarla.

El Huésped Americano puede verse con subtítulos en castellano en toda America por HBO/Max, Hulu y también en línea si están subscritos a HBO.

 

 

 

4 comentarios:

  1. Is it watchable? It is so unusual seeing Aidan old. He disappeared for such a long time from my radar that I still remember him only as a young blue eyed star.

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    1. First, I have to thank you for this one. You steered me towards it. Is it watchable? First caveat for those who like that sort of thing: no sex, no gore (although it’s a story of violence.) If you are into strong psychological drama mixed with adventure and historical facts, yes it’s highly watchable.
      Yes, I also remember a gorgeous Aidan from Desperately Seeking Susan and Avalon. The last I saw him was in “Sarah’s Key” and that was a decade ago. But here, he’s still handsome in an old man’s way, but he is also a great thespian.

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    2. I always hate it when some of the British actors that I like disappear because they act for ten years in some US series I do not watch and then I keep wondering where are they? I had that with Ben Chaplin, Rupert Evans and many other of the lovely Brits from the 90s and early 00s who then gone off my radar after taking a long gig in some stupid US show or something like that.

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    3. You are right. my brother couldn't believe how old Ben Chaplin looked in The Nevers because we never got a chance to see him grow old, he just vanished from the radar. Rupert Evans is sort of current in American TV, he was the lead in THe Man in the High Castle and he is a regular in the new (forbid myself to watch it) version of Charmed

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