Siguiendo con mis
andadas por Walter Presents, me ha tocado este temporada navideña darme un atracón
de series alemanas, obvio de época. Así llegue a la popular Ku’damm (
Berlin Dance School en inglés) que ya lleva tres temporadas. Al parecer los
temas de la posguerra, de la culpa colectiva, y de lo difícil que es vivir en
una sociedad estigmatizada, siguen
estando de moda. Así que en esta historia de una academia de baile y de las
tres hijas de la dueña, caemos en un
esquema de “Mujercitas-Post-Tercer-Reich”.
Monika, un Patético
“Oso Bailarín”
Estamos en el Berlín
de 1956. En el lado “bueno”, por supuesto. Alemania está saliendo de su letargo
y de su imagen negativa. A nivel financiero ha resurgido y ahora hasta Birmania
quiere hacer negocios con firmas germanas. En medio de este boom, Caterina Schollack
(Claudia Michelsen) pretende sacar adelante a su familia gracias a su academia
de baile y buenos modales. Este establecimiento está situado en la
Kurfurstendamm, una de las avenidas más famosas de Berlín, que es abreviada
como Ku’Damm.
Desde que su
marido desapareció en el Frente Oriental, Frau Schollack anda empeñada (como
Mrs. Bennet en Orgullo y Prejuicio) en conseguirles buenos maridos a sus
tres hijas. La mayor Helga (María Schiller de Hotel Adlon) ya ha enganchado a un abogado con mucho
pedigrí, y todo el primer capítulo
estará enfocado en su boda. Eva (Emilia Schule de Charité), la segunda, aunque es enfermera ya le tiene
echado el ojo a su jefe, el Dr. Fassbender. El caso
más difícil lo tiene Caterina con Monika (Sonia Gerhardt) su hija menor, que parece ser totalmente inútil.'
En su desesperación,
la Viuda Schollack envía a “Nikki” a un internado donde le enseñarán a ser una
dama y una experta ama de casa. En vísperas de la boda de Helga, Monika aparece
en su casa arrastrado valijas. La han expulsado de su academia, el único curso
que pasó fue el de gimnasia.
Caterina no se
deja amilanar por la incompetencia de su benjamina. Entre sus alumnos tiene al
insufrible playboy Joachim Franck (Sabin Tambrea de Babylon Berlin) al
que su padre, un importante empresario, ha enviado a la academia a “desasnarse”
y aprender modales. Caterina promete darle buenas notas si Joachim escolta a Monika
a la boda de Helga. Es una pésima idea ya que el molesto Joachim acaba violando
a la ingenua muchacha.
Caterina,
encantada y sin importarle el sufrimiento de su hija, decide casarla on Joachim.
No cuenta con Herr Frank, el padre del
violador, que finge creerle al hijo que Monika
se le ofreció. Para colmo, ese mismo día, Caterina recibe una llamada del
director de la escuela de Monika. No la expulsaron por bajas calificaciones
sino por encontrarla semi desnuda bailando bajo la lluvia. Aunque nunca lo
dicen, parece que Monika sufre de algún tipo de TEO y su única terapia es la
música.
Caterina no
entiende eso. Acusa a Monika de ser una degenerada. La chica intenta ahogarse
en el Wansee, pero es rescatada por sus
hermanas y por Fritz, el socio de Caterina, quien siempre ha tratado de
proteger a Nikki
El problema es
que aún bajo protección, Monika sigue siendo una loser total. Lo vemos
en la primera escena cuando aparece bamboleándose (su madre comenta que camina “como
oso bailarín”) en una estación, con expresión desorientada, con lentes colgando
de la nariz y con una media enroscada en su tobillo. No nos sorprende cuando
abre la puerta del U-Bahn y se dispone a saltar, pero es rescatada por el musico
Freddy (Trystan Sutter de Babylon Berlin y Perfum) que la
convence de no matarse y le ajusta la media al liguero.
Sin embargo,
Monika es un ser tan patético que cuando Fritz le consigue trabajo como
instructora de baile en Ku’Dam, se convierte en el hazmerreír de sus alumnos.
La violación ha aumentado el trastorno que Monika sufre y no es que no tenga a
capacidad de defenderse. Cuando Caterina la obliga a ir al cine con el
violador, Monika carga un cuchillo de cocina con el que lo ataca. A pesar de
eso, Joachim está realmente arrepentido y se pasará dos temporadas haciendo
enmienda y actos de contrición hasta conseguir el perdón/amor de Monika.
Entretanto será
Freddy quien rescate a Monika con terapia musical. Después que Monika se
convierte en la reina de la pista, Freddy la inscribe en concursos de rock-n-roll
que la pareja gana. Entretanto la academia y su dueña pasarán varios bochornos
y crisis.
Los Secretos
de Mamá Schollack
Resulta que Caterina
no es viuda. Su esposo se volvió comunista y vive feliz en el otro Berlín.
Fritz es más que un socio y existe la posibilidad de que sea el padre de una de
las hijas de Mutti Schollack. Se descubre que “La casa familiar” donde está
instalada la academia era una propiedad judía. Caterina y su esposo se la arrebataron
a los dueños aprovechándose de las leyes del Tercer Reich.
Al final de la
primera temporada, las tres hermanas enfrentan dilemas románticos. Monika se
debate entre Joachim y Freddy. Este último también batalla contra demonios del pasado
vinculados a un número grabado en el brazo que la bobita de Monika cree que es
un tatuaje que se hizo en prisión.
Eva no solo
encuentra a su padre en el lado soviético, también hallará en esa zona el amor con un
futbolista casado. Descubrimos que Wolfgang (esposo de Helga), tan controlador en la cocina y tan endeble en
la cama, es homosexual. El también hace otro descubrimiento: su futuro
concuñado el Dr. Fassbender fue parte un equipo médico que experimentó con
prisioneros de Buchenwald para encontrar “una cura” a la homosexualidad.
Fassbender le explica
a Wolfgang que esos experimentos nunca sirvieron para nada, pero ante la
insistencia del abogado lo somete a tratamientos experimentales (algunos
risibles). Entretanto, Helga que ni se imagina el calvario que sufre su esposo,
seguirá intentando complacer a su madre, siendo la esposa modelo.
Todos Fueron
Nazis
Una ironía es que
las Hermanas Schollack acabarán casadas con los candidatos que su madre ha
elegido para ellas, pero ninguna será feliz. En el afán de satisfacer los
sueños maternos, Helga, Eva y Monika no se percatan de que estos—como
Alemania— bajo su luminosa cubierta de éxito, esconden un pasado sórdido. Es irónico
que ninguna de las tres, por guapas que sean, se sientan cómodas con su
sexualidad, en cambio su hipócrita madre si lo está.
Caterina
representa un pasado reprimido. Bajo su apariencia de mujer refinada, respetable
y virtuosa es una descarada adúltera que goza de sus revolcones con su socio,
una relación que inicio durante el Tercer Reich. Es una experta en la creación
de diferentes caretas que hoy usa como maquillaje de payaso para ocultar que
despojó a los judíos antes de que hombres como Fritz ( que sirvió en las SS) los masacrará.
Hiela la sangre
ver a Caterina—después de una sesión de gimnasia en la cama— discutir
con su amante las razones por la cual la Familia Crohn no puede volver del Más
Alla a exigir la restitución de sus propiedades. En ese lenguaje eufemístico,
tan propio del nazismo, Caterina comenta que está segura de que los judíos
fueron exterminados y Fritz la tranquiliza con un “en ese entonces ellos (los nazis)
eran muy concienzudos en su trabajo”.
Fritz trata de convencer a Monika de no hurgar en el pasado. Les señala a los
bailarines de la academia. Todos fueron nazis . El mismo fue un SS idealista.
Otra escena que
asusta, y así de admirable la actuación de Claudia Michelsen , es cuando Caterina
explica por qué no quiere enseñar bailes modernos en su academia. Con gestos y
lenguaje obsceno demuestra que la rumba, el cha-cha-cha y el rock son excusas para
imitar públicamente el acto sexual.
Sus hijas la
miran horrorizadas conscientes de que el sexo repugna su madre, por lo tanto,
debe ser repugnante para ellas. Caterina utiliza la represión sexual, combinada
con constantes bofetadas, para manipular a su prole. Ese es el legado del sadismo
y la hipocresía que heredó de los años bajo el régimen de Hitler.
Las Hijas del
Tercer Reich
Es extraordinario
como la serie combina luminosidad, imágenes de lujo, música moderna y
personajes atractivos y bien vestidos para enseñarnos, el mundo oscuro que se desarrolla
bajo tanto esplendor. Eso es lo que han heredado los alemanes de los 50, los
hijos del Tercer Reich: mujeres reprimidas e hipócritas, homosexuales
enclosetados, violadores y médicos sádicos como Fassbender.
Ku’Damm escoge otro modo de relatarnos la
tragedia de la postguerra. Uno en el que los alemanes siguen adoptando la
actitud de la avestruz, mientras los nazis siguen en posiciones de poder y los
judíos siguen siendo personas indeseables. Más que heredar culpas de los padres,
se perpetúan las ideas retrogradas
legadas por estos. Las Hermanas Shollack son un reflejo de su madre y de las
posturas que desprecian en Caterina.
Helga es
implacable en sus esfuerzos por mantener la farsa de matrimonio. Se niega a
creerles a sus hermanas que la orientación sexual de Wolfgang es lo que se
interpone entre ambos. Cuando ya no puede negar que su marido tiene un amante,
delata a este último (que vive en el otro Berlín) a la Stasi. Además, para que
Wolfgang ascienda en el empleo, lo empuja a tomar decisiones que van en contra
de los principios del abogado.
Eva se niega a
aceptar que los métodos médicos de Fassbender son tan inútiles como crueles .
Tal como se niega a escucharlo cuando el médico intenta contarle sobre sus
experimentos médicos y como estos fueron la razón por la cual su primera esposa
lo abandonó. Eva barre esta horrible verdad bajo la alfombra con uno “Eso es el
pasado”. Al hacerlo pondrá peligro en su vida.
Solo Monika
intenta desligarse de los errores maternos, pero es muy débil y comete errores
que la hacen caer en trampas que han limitado a las mujeres desde siempre. Aun
así, Monika es el único personaje de la historia que provoca amor, que
experimenta el amor, y esperamos, al
final de la Tercera Temporada, haya encontrado el amor.
En su superficie,
las tres temporadas de Ku’Damm juegan a ser telenovelas: música y mucho
romance, pero las historias de amor son trágicas, y sombrías hasta el punto de
la ruindad. Lo vemos en las relaciones de todas las mujeres Schollack. Los
hombres con los que se involucran no son los adecuados. Todos son peligrosos.
Con el personaje
de Joachim Frank se resucita el controversial cliché del héroe violador y Freddy
carga con demasiados traumas para ser un galán ideal. Por eso, no nos
confundamos creyendo que esta serie es un drama romántico.
Además, odio ser
frívola, pero ninguno de los galanes se ve muy ídem. El pobre Príncipe von Sayn
zu Wittgenstein (Wolfgang) se ve igual de tieso que en Das Boot, parece
que se tragó una espada. Trystan se veía mejor como Hans Litten en Babylon Berlin,
aunque no es tan repulsivo como en Perfume. Y me cuentan que Sabin Trambea causó furor. A mí me recuerda a Edward Scissors Hands, y mi hermano
dice que debería interpretar a Nosferatu. El pobre rumano no me convence. El
único lindo es Andreas Pritchman, el novio gay de Wolfgang. Ohh acabo de darme
cuenta de que se trata del encapuchado de Dark.
Ku’damm es excelente, aunque a ratos desespere
que las Hermanas Shollack— mucha veces por mérito propio— sean
tan infelices y en vez de salir de sus trampas, se creen nuevas, pero reitero, es el precio de haber sido hijas del Tercer
Reich. Aunque todavía no han traducido la Tercera Parte (Ku’damn 63) la
gran interrogante persiste. ¿En qué momento Alemania dejó de ser nazi?
Pareciera que
nunca, porque es inconcebible que, en
1959, en medio de su demencia, el padre de Joachim le escriba saludos de
cumpleaños al Fuhrer; que el nuevo pretendiente de Caterina evoque con tristeza
que su edad de oro de director fue durante el Tercer Reich; y que las fans de Freddy
todavía crean que el tatuaje de su brazo sea, como él les dice, “el número telefónico de D-s”.
Contenido de
violencia y gore.
Comenzamos con una violación, hay un suicidio en cada temporada y los
tratamientos del Profesor Fassbender, sean para curar homosexualidad o alucinaciones,
ya parecen torturas. Muchos golpes administrados
por Mamá Schollack que es más rápida que mi difunta madre para soltar bofetadas
. Wolfgang le da un derechazo a Helga y la deja con la nariz sangrando. Al final
de la Primera Temporada hay una fantástica trifulca en la fiesta de compromiso
de Eva. Freddy y Joachim se van a las manos por Monika, Wolfgang recibe un
botellazo y Fassbender se desternilla de la risa ante un espectáculo de
violencia bruta que entiende y aprecia. En la Segunda Temporada, Monika le
suelta un gancho a la mujer de Joachim, y rescata a Freddy que intenta
incinerarse.
Contenido
sexual: Escenas de cama
no escasean con parejas desnudas de ambos sexos. Como se trata de una historia
de mujeres hay escenas un poco crudas reflejando la fisiología femenina. Desde
Monika sentada en el inodoro hasta Eva aplicándose una ducha vaginal de vinagre
como anticonceptivo.
Contenido
Feminista: Un viraje
original es ver como el patriarcado utiliza una mujer (Caterina) para llegar a
sus peores excesos, pero también vemos como la Alemania de la posguerra desprotegía
a las mujeres fuesen esposas golpeadas, adolescentes violadas, o madres solteras. Hasta para conducir tenían
problemas, ya parecía Arabia Saudita. Pero tanto esta represión como el
comportamiento de Mamá Shollack son un legado del nazismo. Tal como Caterina
impide que sus hijas estudien la secundaria para mantenerlas ignorantes y
sumisas, el Tercer Reich quería mujeres-objeto a las que podía someter
utilizando su ignorancia y fragilidad. Cuando Caterina le dice a Helga, con gran
cinismo, que las mujeres no tienen deseos sexuales está— tal como en el periodo
nazista— engañando a sus víctimas para poder escoger sus compañeros sexuales y
controlar sus facultades reproductoras.
Factor
Diversidad: El personaje
de Wolfgang nos enseña la tragedia de ser homosexual en esta Alemania libre de Hitler,
pero no de los prejuicios hitlerianos.
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