Es un dilema para
mi escribir este blog. Me he impuesto la obligación de exponer series con
contenidos cuestionables y de criticar obras mediocres, sobre todo si vienen de
America Latina. Por otro lado, siento que le estoy haciendo un favor publicitando
una serie que ni Netflix ha querido propagandear, que ha quedado sumergida en
los mazmorras del servicio de streaming, y que tal vez merezca seguir siendo “un
secreto bien guardado”.
El Enigma
Viviana Rivero
“Un Secreto Bien Guardado”
es aparentemente un exitazo de la televisión argentina, basado en el supuesto
superventas de la presuntamente reconocidísima novelista Viviana Rivero. Si ironizo
es porque, a pesar de que estas recomendaciones aparecen en las mínimas y
repetitivas descripciones de serie y libro, ninguna de esas referencias ha sido
probada ni por datos de Google ni por los muchos argentinos con los que he comentado
la miniserie.
También mencionó
la autora que el argumento nació de una idea de crear una amistad entre
personas criadas para odiarse y que acabaría con uno de ellos dando la vida con
el otro, pero que una estadía en el Hotel Edén la había hecho notar que el
paraje era óptimo para una historia de amor. De ahí surgió la idea de crear una
pareja dispareja entre un abogado nazi y una chica judía.
Antes que todo, el idilio entre judías y nazis, simpatizantes de los nazis o soldados de la Wehrmacht, es un tema archi utilizado en la ficción. Desde Bulgaria hasta Brasil se han hecho filmes, miniseries y escrito libros que giran en torno a estos romances prohibidos que ocurrieron también en la vida real. El trope no tiene nombre, pero Stephanie Benzaquen-Gautier, refiriéndose al tratamiento del tema en fanfiction, lo ha apodado "Romeo and Juliet in the Third Reich."
Esta variación
del trágico romance shakesperiano ha propiciado obras maestras como “El Libro Negro”
de Paul Verhoeven o pornografía utilitaria como el infamoso “Portero de Noche”
de Liliana Cavani, e incluso da para fantasías infantiles como la encantadora “JoJo
Rabbit”. Yo descubrí el trope a los once
años y en una telenovela mexicana (of all places ¡). Desde entonces, es un
incentivo para mí el saber que un libro o dramatizado incluye esos amores
atormentados. Los ejemplos son tantos y diversos que c hablaré sobre ellos, D-s
mediante, en un blog separado. Agrego que más de la mitad de mis esfuerzos literarios
escritos entre 1977 y el 2017 han incluido el trope.
Cuando el Gatito Rafa
me contó que se venía a Netflix una miniserie argentina con estos Romeo y
Julieta étnicos, me entusiasmé. Mis dudas comenzaron al leer la descripción en
Netflix (que es la misma que acompañó a la novela cuando se publicó hace diez años).
El énfasis en las palabras “prejuicios” e “ideologías” como obstáculo para el
romance de la historia me pareció rarísimo.
Hitler quería
exterminar a todos los judíos, ya los prejuicios personales eran algo secundario.
Parafraseando a “La Lista de Schindler”, para el verano de 1940 lo que regía en
los territorios ocupados por los nazis era una política de estado no un
antisemitismo anticuado. En cuanto a lo de las ideologías de ambos amantes…. No
sabía que ser judío era una ideología. Gracias por avisar.
Para salir de
dudas me bajé el libro. En dos días, ya me lo había terminado. Son solo 173
páginas. Tal vez si hubiera sido más largo…Tal vez si no hubiera sido
escrito…Mas allá de la deplorable redacción, de la tosquedad de los exiguos diálogos,
de personajes planos y clichés, el gran problema de la obra es que la autora no
sabe nada de judíos, ni de nazis, ni de las relaciones entre ambos.
A pesar de que Viviana Rivero, una abogada cordobesa, ha publicado un apéndice de notas históricas para su novela, ninguna de ellas se refiere a los judíos ni en Alemania ni en Argentina. No entiendo el motivo por el cual la autora que no es judía ha escrito esta historia. Ya saben que me rio de la expresión “apropiación cultural”, pero es mi sentir que una temática tan compleja debería haberse trabajado por manos más expertas. ¿Pero quién es un experto en el Holocausto hoy en día?
Yo todavía me estoy recobrando de los resultados de una encuesta recientemente llevada a cabo en los 52 estados de la Unión Americana sobre los conocimientos del Holocausto de personas cuyas edades oscilan entre los 18 y 39 años. O sea, entre Millenials y Z. Es la primera encuesta de este tipo realizada entre gente de esas generaciones y los resultados son apabullantes.
Por ejemplo, los más
conocedores son nativos de Wisconsin y Maine (donde, como decíamos con el Gato Rafa,
solo viven cinco gatos y Stephen King). Los más ignorantes obviamente son de estados
sureños donde la instrucción sobre el Holocausto ni siquiera es obligatoria en
las escuelas, pero … ¡cuidado! que dos estados donde si es obligatoria —Illinois
y Nueva York— están también bastante abajo en el nivel de
respuestas acertadas.
Lo impresionante
de la encuesta no es el auge de negacionismo, ni que no se sepa dónde
queda Auschwitz o que crean que “holocausto” se refiere a algo que ocurrió en
Vietnam o durante la Guerra de Secesión. A mí lo que me dejó impresionada es
que 13% crean que los judíos fueron culpables de su propio exterminio. En el
caso de Nueva York, el estado con más judíos en el país, el 20% cree que las
políticas nazis en lo que respecta los judíos eran justas puestos que estos las
merecían. WTF? ¿Qué les enseñan a estos críos en la escuela?
Leia que una
encuesta similar realizada en Francia— entre las mismas edades—no dio
resultados muy diferentes. Entonces no debería sentirme incomoda por una novela
en la que, a cada rato, la judía parece sentirse acomplejada de su origen ante
su gallardo miembro del partido, donde la realidad del nazismo nunca es
dimensionada, donde al final el amor triunfa sobre los prejuicios … ¡de los
judíos!
Un Romance Hormonal
Vamos a revisar
la trama para luego ver como la serie ha reparado o aumentado los errores del
libro. La historia comienza con un prólogo apresurado e inaudito que no tendrá relevancia
alguna en la historia. Una mujer anónima cuenta de un viaje desde España a su
Argentina natal en el 2008. Esta narradora enfrenta un serio dilema: casarse o no con el musulmán del que se ha enamorado.
Tras leer un manuscrito que le dejó su difunta abuela, y una estadía (narrada
en tres párrafos) en el legendario Hotel Edén en Córdoba, decide abandonar sus
prejuicios y casarse con el hombre que ama. Porque el amor “triunfa sobre todo”
y claro casarse con un moro y casarse con un nazi es la misma cosa.
De ahí pasamos al Hotel Edén en todo su esplendor
en el verano de 1940 que en el Hemisferio Sur corresponde a los meses de enero
y febrero. El Edén, manejado por un
matrimonio alemán muy cercano al Fuhrer, no tiene reparos en hospedar al
acaudalado empresario judío Daniel Pérez Kiev, a su esposa, tres hijas
casaderas y dos criadas, ambas llamadas Dora.
A Daniel no le
molestan los alemanes, pero si los nazis que también se hospedan en el hotel.
Sucede que tras la Batalla del Rio de la Plata (única batalla de la Segunda
Guerra Mundial en Sudamérica) y el hundimiento del Graf Spee, mil
marineros fueron rescatados e internados en Montevideo para luego ser
trasladados a Buenos Aires. Debido a presiones de los ingleses, el gobierno
argentino se negó a permitirles salir del país. La Cancillería de Berlín envió
entonces un grupo de diplomáticos y abogados a discutir la liberación de sus marineros.
Esos son los
nazis que La Familia Pérez Kiev encontrará en el Edén. Entre ellos está un
joven abogado llamado Martin Müller. Aunque los Pérez Kiev son totalmente
asimilados y se codean con la alta sociedad argentina, no desconocen lo que Rivero
insiste en llamar “atrocidades nazis” pero que nunca llegan a ser descritas en
detalle. No importa, tras ver a Martin en la piscina, a Amalia de 17 años solo
le importa hacer cosita. Y si, esta es una novela romántica, pero de romance
físico, sexual, hormonal, calenturiento como diría mi difunta madre.
A la Dra. Rivero
se le cansa la boca pregonando que todas sus historias giran en torno a amores
prohibidos que se saltan las vallas, pero este no es un amor puro e inocente
como el de Dante y Beatrice en ese primer encuentro en la fuente florentina. No
sigue las reglas del romance de hotel literario. No esperen ternura como los
amores de los viejitos del Best Exotic Marigold Hotel, ni la pasión
desmesurada de Grusinskaia por el Barón en Grand Hotel, son solo dos
chicos jóvenes, sanos y guapetones que quieren cama.
Digamos que es
tan carnal y hormonal como lo de Troy Donahue y Sandra Dee en “A Summer Place”
y tiene consecuencias similares. La diferencia es que la pareja de ese filme
inspira más lástima y cariño porque su relato es contado con más realismo y
dramatismo que en “secreto”. Eso me incomoda.
El romance
Amalia-Martin tiene todo el Sturm und Drang para crear una historia
explosiva y no lo hace. Es porque los personajes tienen más genitales que
cerebro. La pobre Amalia soñará con ir a la Sorbona y ha publicado un librito
de poemas, pero tiene más tetas que carácter. Y vaya que la autora se explaya hablándonos
a cada rato del busto “desbordante” de la mocosa.
Las
Misteriosas “Atrocidades “de Los Nazis
A pesar de que
este no es un tema intocado por la ficción, no sigue parámetros coherentes.
Martin no es Oscar Schindler, su tarjeta del partido pertenece a un nazi
convencido que cree que el patriotismo y el nazismo son sinónimos. Amalia le oculta su origen más por vergüenza
que por miedo a lo que él representa. Es como si realmente la chica se sintiera
inferior a este dios ario que la deslumbra.
En un momento,
Amalia intenta introducir el tema de las “atrocidades”. Martin lo evade con un
“esas cosas ocurren en las guerras”. Kristalnacht no ocurrió en ninguna guerra,
Herr Müller. La única vez que Amalia deja que el olor a testosterona no la
domine es cuando descubre que Martin tiene novia, Frida, esperándolo en
Hamburgo. Su furia es un poco cínica, puesto que ella ya está comprometida con
un tal Pedro Saravia.
Hacen las paces y
cuando Martin la tiene de patas abiertas, a la nena se le ocurre la brillante
idea de decir “soy judía”. Al pobre Martin casi le da un sincope. Lo único que
atina a decir es que si la lleva a Alemania la matarán (cierto) y lo matarán a él
(ni tanto Martincillo. A lo más perderías tu carrera y privilegios de miembro
del partido).
La pareja vuelve
a separarse. Amalia todavía no repara en las consecuencias de sus actos. Se
enfurruña con Martin, piensa que “es un asqueroso nazi”. Como niña chiquita, un
día dice” lo odio” y al otro “lo amo”. Martin que se ha ido a Buenos Aires también
se debate puesto que la confesión de Amalia choca con todo lo aprendido en sus
clases de Nazismo 101. Esto me da risa. Martin es abogado, tiene 25 años, no es
Jojo Rabbit que nació en el Tercer Reich y desde la cuna cree que los judíos
tienen cuernos y ponen huevos.
Para cuando
Hitler llegó al poder, Martin tenía 18 años. Era un adulto. Viviendo en Hamburgo,
por fuerza debió haber conocido judíos, debió tratarse con ellos. Pero la obra
nos cuenta lo mínimo de Martin, de su ideología, de su familia. Al menos
sabemos un poco más de Amalia.
Los Judíos:
Demonios que Aman el Dinero
Daniel Pérez Kiev,
tras pelear con su padre por haberse casado de nuevo, abandonó todo lo
relacionado con la cultura y religión judías. A pesar de estar casado con una judía,
ha criado a sus hijas totalmente asimiladas, y le da igual que Leah se
comprometa con un judío como que Amalia haga lo propio con un católico. Aun
así, Daniel se incomoda ante la adhesión de algunos de su compatriotas al Tercer
Reich, y del auge de antisemitismo argentino, puesto que ambos lo obligan a
recordar quien es.
Su esposa, en cambio,
anda preocupada porque debido a la guerra no llegan sombreros de Paris a Buenos
Aires. Amalia es igual de frívola que la madre y se siente protegida por el
dinero del padre. Piensa que en la clase alta no hay divisiones si se tiene
fortuna. Eso será cierto en la plutocracia, pero la oligarquía (como la
llamaría Evita Perón) no era círculo de empresarios y nuevos ricos. Era una clique
de estancieros, cerrada, tradicional, muy católica. Para que Amalia fuese parte de él, debería
convertirse.
Amalia es feliz
en su mundo de falsos oropeles. Es tan materialista como el resto de su familia.
El libro (y serie) nos deja la impresión de que los judíos , como dice Elsa a JoJo Rabbit, “somos demonios que amamos el dinero”. Daniel
vive pensando en negocios y como aprovecharse de los tiempos que corren. Su
mujer e hijas son desconsideradas con los servidores, lo que les granjea el
odio de Dora, la italiana, una villana caricaturesca que hasta está desfigurada
por la viruela.
Además de que la
autora hace que Daniel y su familia representen un estereotipo negativo, los
hace negacionistas. Cada vez que Daniel, su esposa y Amalia se enfrentan a
verdades incomodas sobre el nazismo, se escudan pensando que son mitos o
exageraciones. Como el libro no nos describe realmente lo que pasa con los
judíos, el lector queda con la impresión que el Holocausto no fue tan grave o
que nunca sucedió.
Las feromonas
judías triunfan y Martin regresa a buscar a Amalia. La judía bien vale
traicionar a la patria y a sus ideales nazis. Irá a Alemania a arreglar unos
asuntos y luego volverá por ella. Todo parece tan sencillo que Amalia se
acuesta con el abogado, segura que nada impedirá su amor.
Antes de
marcharse, Martin intenta hablar con su futuro suegro que lo expulsa con cajas
destempladas. Me imagino que ese será un momento que Viviana Rivero verá como
“prejuicioso”, pero Daniel pone unas cartas legitimas en la mesa. Dice
desconfiar de los motivos de Martin, se pregunta dónde llevará a Amalia y le
recuerda que los nazis en Europa están matando judíos “a la luz del día”.
Obviamente se refiere a lo que ocurre en Polonia. Le prohíbe acercarse a su
hija.
Martin está
indignado. El mismo admitirá que recibir ese discurso de un judío lo pone mal. Se
marcha sin poder despedirse. Amalia le ha dicho que en la única en quien confía
es su criada Dora López. Y aquí entra el Factor Telenovela #1. El nazi le
entrega una lista de direcciones donde se le puede encontrar a…Dora Perrini. La
villana que prepara un golpe en contra de los patrones roba las joyas de los Pérez
Kiev, se marcha y quema la misiva. Amalia ni se entera.
De Como un
Drama Histórico se Volvió Telenovela Barata
La situación en
casa de los Pérez Kiev es caótica. El robo de las joyas, Daniel enfermo,
problemas económicos y más encima la nena les sale con un domingo 7. Amalia
insiste en que es mayor de edad y sola se basta para criar a su hijo. Me
sorprende que la Dra. Rivero siendo abogado no supiera que en 1940 la mayoría
de edad era a los 21 no a los 18 años. Y no sé en qué pretende trabajar Amalia
si necesita ayuda hasta para vestirse.
Daniel arregla un
matrimonio para su hija preñada con su socio, Aníbal Straw, que anda buscando
esposa. Factor Telenovela #2 Amalia debe casarse sin amor y ahí comienza su
calvario. El marido es un viejo libidinoso que la viola sistemáticamente, la
encierra en su estancia lejos de su familia y hasta le prohíbe hablar con los
sirvientes.
El calvario
aumenta tras el nacimiento de Martincito. Straw bebe, abusa verbal y
físicamente de su mujer, hasta tiene amores con una vecina, lo que no le impide
seguir violando a la esposa. Amalia decide envenenarlo con hongos tóxicos, pero
factor Telenovela #3 Straw estira la pata de un infarto.
Me detengo para
decir que este episodio que debió acercarme al personaje de Amalia me dejó indiferente.
Culpo a la impericia narrativa de la autora. Se gasta 70 páginas de un libro de
173 en relatarnos el romance veraniego de Amalia y Martin y luego solo una veintena
para resumir el desdichado matrimonio de la protagonista.
El recuento de la
tragedia matrimonial es interrumpido a cada rato con vistazos a la vida de Martin
en Europa lo que le resta poder dramático a lo de Amalia. Para colmo las
violaciones son vistas desde la perspectiva de Straw, lo que nos convierte en
voyeurs a regañadientes en vez de testigos de un crimen. Es que lo único de
valor de esta novela son las escenas sexuales. Es lo que la coloca un peldaño más
arriba de Las 50 Sombras de Gray, porque en términos de redacción, están
igualitas de ramplonas.
Me asombra y me
indigna que las editoriales anglosajonas, e incluso españolas, esperen tanto de
un manuscrito y, sin embargo, se publican extravagancias como las 50
Sombras y esta novelita que se salta todas las reglas de redacción
literaria. Es como si la Dra. Rivero no hubiese leído un misero manual o
asistido a algún taller o siquiera fuese conocedora de buena literatura. Y eso
que considera la Suite Française de Nemirovsky como su inspiración. Digamos que en términos estilísticos la Deborah
Feldman le gana a la abogado por varios kilómetros. Después de todo Feldman
asistió a talleres literarios y aprendió a escribir en Sarah Lawrence.
El texto de Un
Secreto Bien Guardado ofrece un muestrario de head-hopping,
exposición, diálogos dispersos y minúsculos, personajes mal desarrollados y sin
evolución o motivación coherente. El relato alcanza un nivel de radioteatro
cuando nos” avisa” de sucesos que van a suceder que cambiarán la vida de los
personajes. Esto le quita suspenso a cualquier conflicto.
Mientras en Alemania,
Martin se debate intentando regresar a Argentina, su amante se convierte en
viuda millonaria. (Factor telenovela #4) De un día para otro, Amalia se vuelve
una experta en finanzas que se hace cargo del negocio de importación del difunto
salvando de la ruina a su familia. Se transforma en una dama de sociedad, hasta
pretendientes tiene y eso en un par de páginas.
Amalia no parece
haber aprendido nada de sus desdichas. Cuando Martin regresa a Argentina, en
1941, ella le inventa que está muy felizmente casada. No lo hace porque repudie
lo que es Martin o lo que representa, sino porque su vida ya está hecha y él no
tiene cabida en ella.
Esa es la única
vez que sentí lastima por Martin que debe retornar con el rabo entre las
piernas a Alemania donde las cosas no van bien para su familia. Primero, su hermano
muere en La Batalla de Inglaterra; luego sus padres mueren durante un
bombardeo; Martin es rescatado por Frida, su antigua novia. Ella le consigue
papeles falsos y un pasaporte suizo para que pueda abandonar Alemania. Frida también
muere en un bombardeo y Martin se hace cargo de Charlotte, la hija de la
difunta.
Cuando Martin
vuelve en 1942 a Buenos Aires ocurre el sexto factor telenovela. Amalia cree
que Martin se casó y tuvo una hija y se enfurece. Por suerte, como echa de
menos los revolcones con el nazi hacen las paces, se casan y viven felices.
Martin (del que nadie sospecha es un desertor) hace unos negocios estupendos que,
acoplados con los de su mujercita, los convierten en multimillonarios.
Con eso los
suegros le abren los brazos, porque ya se sabe, a los judíos solo les importa
el dinero tal como Amalia nos demuestra que todas las judías son putas. Gracias
Viviana Rivero por propagar estereotipos negativos de mi gente en un país donde
el antisemitismo ha sido más violento y virulento que en ninguna otra parte del
continente americano.
Una Serie sin Presupuesto
Por fin llegamos
a la serie que yo esperaba fuese un cachito mejor que el libro. Esperé en vano,
Por eso me di el trabajo de resumirles el libro para que vean como la
adaptación en manos de Silvina Frejdkes (amiga de la autora) conserva los bemoles
del original sin añadirles mejorías. Peor aún, le quita al argumento la poca
información que en la obra añadía coherencia a una historia que se siente coja,
inacabada o, como la llamó un televidente, “insulsa”. Noten que me he guardado de poner videos de
YT hasta ahora para que no leyeran críticas negativas antes de comenzar a
criticar la serie.
En el programa de
Telefe, Viviana Rivero explicó que por falta de presupuesto se habían eliminado
todas las escenas que tienen lugar en Alemania. Además, le cortaron diez personajes
de los 25. ¿Para qué hacer una miniserie con trasfondo histórico especifico si
no se puede invertir dinero en describir tal trasfondo?
La mediocridad de
la serie comienza a nivel de actuaciones. No lo digo yo, no hay critica que no
lo mencione. Me conocen y saben que en el pasado he sido parcial a malos
actores (Von-Marie Méndez, La Chule, Lupita Ferrer, etc..) si son simpáticos.
Oriana Sabatini es bonitilla, pero no ha heredado ni el carisma ni el talento
de Catherine Fulop, su madre. De su co- estrella Victorio D’alessandro no sé qué
es peor si su bajo nivel histriónico o su poca habilidad labial en las escenas
en que lo doblan al alemán. Del resto del elenco ni hablar, porque se han
reducido tanto sus roles que salen más acartonados que en el libro.
En la serie, se han eliminado conversaciones que ayudarían a entender y a simpatizar con los personajes. No sabemos nada de Amalia, o su familia, de antes de llegar al Hotel Edén, no sabemos lo que piensan. El mínimo debate que Martin tiene con su conciencia al saber que se ha enamorado de una judía ha sido cancelado. A diferencia del libro, una sola vez se menciona la existencia de un partido nazi argentino. No se habla de la predisposición de muchos argentinos a simpatizar con el Tercer Reich.
En el libro, tenemos más o menos claro que Martin cree que el futuro de Alemania está unido al nazismo, eso lo motiva a destacar en sus intentos por liberar a los marinos del Graf Spee. Eso no aparece en la serie. En el libro Frau Eichorn (uno de los dos personajes del históricos de la novela) nota el cariño que se ha desarrollado entre el abogado y la judía, pero no dice nada. La ausencia de todos estos detalles hace más absurda la premisa del libro de que los Pérez Kiev iban a pasar un verano en un reconocido “nido de nazis” como el Hotel Edén
El Edén era, entonces y después, una peña de simpatizantes nazis. Los Eichorn eran amigos personales del
Fuhrer. Los que creen que Hitler no se suicidó en el bunker, lo colocan pasando
sus últimos años en Córdoba, en el Hotel Edén. ¿Con esos datos vamos a aceptar
que una familia judía se vaya a pasar el verano, ahí al ladito de una
delegación nazi?
Así tan increíble
como que Los Eichorn “contaminasen” su hotel con la presencia hebrea.
Recordemos que en la Alemania de entonces a los judíos les estaba vedado ir a
hoteles y balnearios y que se les segregaba asignándoles vagones separados del
tren, asientos traseros del bus y determinados sectores de parques públicos
para que no ensuciasen el aire de los arios.
Otro absurdo es
que nadie en la comparsa nazi haya notado el romance que ocurre ante sus ojos.
Si algo aprendimos de El Tiempo Entre Costuras es que, en los países
neutrales, los nazis mantenían una estrecha vigilancia sobre su gente y con
quienes se relacionaban. Mas siendo Martin un abogado joven y en su primera
misión al extranjero. El que Frau Eichorn lo viera en amores con una enemiga de
la raza aria y se quedase callada, la convertía en una traidora.
Lea Pérez Kiev:
la Única Judía de la Serie
A favor de la
serie debo decir que Fredken ha intentado al menos en los primeros capítulos
darnos un poquito del trasfondo histórico que escasea en la novela. Para eso ha
magnificado la presencia de Lea Pérez Kiev (Paula Sartor) que en la serie pasa a
ser un poco villana (la serie está llena de villanos, pero ninguno es nazi, una
tremenda ironía).
Si en el libro,
Amalia dice saber que en Alemania ya los judíos no pueden ser dueños de
editoriales (¿Duh?), su hermana, en la serie, cuenta como los judíos han sido
robados de su patrimonio, se les han quitado hogares y posesiones. Se les niega
el derecho a ir a la universidad, sus negocios y tierras han sido expropiados (acto
que se conocía como “arianización”), se les ha segregado prohibiéndoles acceso
a sitios públicos.
También se les
privó de la posibilidad de ganarse la vida. Los dueños de almacenes y
carnicerías solo podían venderles a los judíos. Los abogados no podían defender
arios, los médicos no podían tener pacientes arios, los maestros no podían enseñar
en escuelas que eran judías porque no podían tener alumnos que no fuesen de su
raza y estos no podían asistir ni a escuelas públicas ni a universidades.
El segundo paso
fue impedir contactos cercanos con los arios. No solo no se podía trabajar para
estos ni tenerlos de empleados o criados. A partir de Las Leyes de Nuremberg de
1935, se prohibieron los matrimonios entre judíos y arios, incluso ser amantes
era considerado un delito. Por eso es por lo que es tan grotesco que los
protagonista de “Secreto Bien Guardado” planeen casarse o vivir juntos bajo el
amparo del Tercer Reich.
El último paso
fue aislar a los judíos en su propio país. Se le prohibió acceso a cualquier
tipo de espectáculo, evento o aparición pública, desde ir al cine hasta ir a la
playa. Se les privó de sus aparatos de radio y de sus mascotas y antes de la
invasión a Polonia, se les impuso en
todo el territorio alemán (que ahora abarcaba Austria y parte de Checoslovaquia)
un toque de queda en que les quedaba verboten andar en la calle a partir
de la puesta del sol. Como verán las “sundown towns” no son invención de los Estados
Unidos. Lo más trágico es que, a partir de La Noche de los Cristales Rotos, los
judíos en el Tercer Reich no contaban con protección legal ni policial y
cualquier crimen o delito cometido en contra de ellos quedaba impune.
Volviendo al
personaje de Lea, la libretista la hace cometer una torpeza que, sin embargo,
es el único atisbo a los planes nazis para America Latina. El prometido de Leah
viene con su familia a solicitar la mano al nido de nazis del Edén. Este
compromiso se celebra públicamente en el comedor a vista y paciencia de la
delegación nazis. Cuando los judíos brindan gritando “¡Mazel Tov!” a diestra y
siniestra, al bobo de Martin solo se le ocurre que es Amalia la comprometida.
Unos días más
tarde, nuevamente es Lea la catalizadora. Se le ocurre bajar al lobby y ponerse,
en voz, alta, a leer en hebreo (¿WTF?)
Pasan los nazis y la oyen ensayar las bendiciones de la boda judía (que
solo lee el rabino oficiante. ¡Nena, no se pronuncia el nombre Inefable de D-s
en vano!). Los nazis, muy socarrones, reconocen el idioma, se quejan de que
tienen que aguantar la presencia de una judía, pero que eso es “solo por ahora”.
Las cosas van a cambiar y es un factor inesperado el que entra en juego en esa
frase, la idea de Hitler de invadir America Latina.
Por último, en el
extraño e inexplicable regreso de Martin a la Argentina se pone a trabajar de
estibador, con el falso nombre de “Martin Zachs” que pretende ser suizo.
Resulta que donde trabaja se aparece un ex marino del Graf Spee que lo
reconoce. Martin se hace el sueco, perdón el suizo, pero el marino lo amenaza y
lo llama “traidor”. Este episodio que no está en el libro es un toque realista.
Con toda la infiltración nazi en la Argentina de entonces (y en Chile y Brasil)
era imposible que Martin pasase desapercibido como en el libro.
Así tan imposible
como la fácil salida del abogado del Tercer Reich, del Partido Nazi, de la Abwehr,
que me imagino era la agencia de espionaje para la que trabajaba. No es como
desamigarse en Facebook, o renunciar a un club de golf, iba a tener
represalias. En fin, cuando una piensa en la cantidad de personas que quedaron
atrapadas en Europa sin visa para viajar, se agregan a la cantidad de víctimas
cuya memoria ofenden libro y serie.
Como que la
adaptadora toma conciencia de ese lapsus en el último capítulo que, como ya saben, dura media hora. En la carta que convence a
Amalia de verse nuevamente, Martín le cuenta que en sus años en Alemania se ha
dado cuenta de la crueldad del régimen al que sirve, y en los últimos diez minutos, Martin le advierte a su amante
que siempre será un hombre perseguido, por sus antiguos camaradas y por los Aliados
que lo verán como parte de la burocracia nazi.
Esos retazos de información,
que al espectador binger se le pasan por un oído y salen por el otro, no
son suficientes para crear un estructura histórica auténtica o un trasfondo
dramático lógico. Es como si se eliminase de Jane Eyre el pasado de la
heroína y la Loca del Ático y todo se limitará a un romance breve y acelerado
entre institutriz y patrón.
Los Prejuicios
de los Odiosos Judíos
La situación de
los judíos en Alemania, Europa y Argentina nunca es bien retratada o definida
dejando la impresión de que la familia
de Amalia tiene “prejuicios” en contra de los nazis. Ha sido un alivio para mi
comentar estos ‘prejuicios” con un par de chilensis que no son eruditos
ni expertos en la Segunda Guerra Mundial, pero que como me ha dicho una: “¿Y quién
quiere ir a un hotel lleno de nazis? ¡Esos
huevones son malos!”
¡Claro! En Chile
tenemos conciencia de la existencia de neonazis. No como verdugos de los judíos, sino como indeseables que persiguen a los travestis, prenden fuego a mendigos
dormidos, apalean lesbianas, y ahorcan gatos. Por eso, aunque Victorio
D’Alessandro sea guapito no quita que el ser nazi lo haga un malhechor. Lamentablemente,
no todo el mundo tiene esa idea clara de los nazis antiguos o modernos.
Los judíos, que
no salen bien parados en el libro, quedan peores, más negativos y antipáticos
en la serie. A diferencia del libro, Daniel Pérez Kiev sigue oponiéndose a la
relación de su hija con el alemán aun después de ella enviudar. Tal vez esa desviación
del canon se deba a que, en la serie, la familia de Amalia es más
tradicionalmente judía. Al menos los padres de Amalia desean que sus hijas se
casen con judíos de ahí que Pedro del libro pasa a ser Darío Frenkel. Algo que
agradecer en una trama donde es el único personaje judío rescatable.
La serie ha
mantenido los rasgos negativos de los personajes judíos del libro, incluso
haciendo a Amalia más boba y calentona y “judaizando” a Straw, su esposo
violador. En el libro sabemos que el esposo de Amalia no es judío porque la
boda es bendecida por un sacerdote a la par de un rabino. Sin embargo, Viviana
Rivero lo describe casi igualito que las caricaturas nazis de los judíos desde
el cabello rojo hasta la manía de abusar de jovencitas. Ya parece El Judío
Suss. En la serie, en cambio, lo muestran en la boda de Lea con la cabeza
cubierta y cantando feliz en hebreo.
En resumen,” Un secreto bien guardado” es un espectáculo lamentable con un argumento mediocre y
cuestionable sobre todo en su retrato de un momento histórico y de sus
participantes. Que se la haya publicado, convertido en miniserie y vendido a Netflix
es solo un reflejo de lo mismo que demuestra la encuesta que mencione al
comienzo, la total ignorancia de lo que representó el nazismo y lo que los
nazis llamaron “la cuestión judía”.
Al menos Netflix
se ha dado cuenta de los escasos valores de la miniserie porque ni se ha molestado
en mercadearla. El mismo día en que debutaba “Un secreto bien guardado” lo
hacia la alemana “Oktoberfest”. A pesar de ser casi tan mala como la argentina,
“Oktoberfest” ameritaba al día siguiente artículos en sitios online
especializados. “Emily in Paris” que ha causado casi tanta polémica como “Cutíes”
debutó un día después de “Secreto”. Al mes, tiene casi quinientas reviews en IMDB, compárenlas
con las miseras ocho (seis negativas)) que merece la miniserie en el
mismo sitio.
NOTA: Algo raro
ocurrió en IMDB, desde comienzos de octubre se acumularon 9 reseñas, de las
cuales dos han sido retiradas. Eran las más lúcidas, y, aunque negativas, no
empleaban lenguaje reprensible. No entiendo quién y por qué las borró.
El que en
Argentina sea la tercera serie más vista de Netflix, se debe a la popularidad
de Oriana Sabatini, pero ya voces del país gaucho hacen sentir su malestar con
un producto tan poco destacable.. Aunque las críticas se concentran en las
pésimas actuaciones, dos de las tres video
reseña en YouTube y el único blog (aparte del de servidora) en dedicar tiempo a
la serie han notado que su contenido es problemático. En The Watercooler, Francisco Patterson especula si es la ignorancia
o verdadero amor lo que empuja a Amalia a los brazos de un nazi.
En Insomnio en
Netflix, tanto la reseñadora como sus comentaristas notan la
superficialidad con que se trata el tema del choque de culturas y lo adjudican
a falta de investigación histórica. Tiene razón, pero la poca profundidad
histórica es un mal que persigue a la serie desde el libro y que no surge de un
vacío.
Algo que saqué en
limpio de mi investigación es que, sea como fanfictión o creación original, el
trope de “Romeo y Julieta en el Tercer Reich” está muy de moda. De eso hablaré
en mi próxima Confesión de Gata Seriefila. Entretanto, si quieren un romance de
hotel donde haya nazis, judíos, y una pareja que realmente debe luchar contra
prejuicios, véanse “Vidago Palace”.
Desde FB Rafael Ochoteco
ResponderEliminarNi sé por dónde rayos empezar... Pero esa serie es un desastre y lo único que la salva es que son ocho episodios de menos de 30min... Sino fuera por eso, sería totalmente insufrible tanta mediocridad junta en una sola serie... Se nota a leguas que no hubo presupuesto, o estuvo extremadamente limitado... No sé cuúl es el chiste de hacer algo si lo que va a salir es una porquería, pudieron dejarla a un lado y hacerla en alguna otra ocasión que sí tuvieran el presupuesto adecuado. Si el libro es malo, como dices (NO me interesa leerlo) lo más triste es que la adaptación televisiva pudo hacerle justicia, pero tampoco, parece que la hunde aún muchísimo más... Lo otro rescatable, sino me equivico es la música o musicalización de la serie, fue de mi agrado... Y otra cosa es que no queda claro de qué año es la serie... al principio dice que ganó un premio en el 2017 y que recibió fondos del INCAA... Ese dato de año de producción de la serie NO queda totalmente claro... Puede ser que se hizo en el 2017-18... parece que el año pasado llego a un lugar de streaming argentino... y ahora llegó a Netflix... Obviamente NETFLIX la compró por la falta de contenidos mundiales a causa de la pandemia... además pudo pensar que enriquecería su catálogo internacional y/o de diversidad...
Joam Manuel
EliminarRafael Ochoteco Lo mas que me llamó la atención fue la corta duración de los episodios. Por eso le di la oportunidad. Pero creo que tiene un punto con el tema de la pandemia, la falta de contenidos, la diversidad y la falta de rigor al momento de elegir los contenidos para Netflix. Algo asi, como ocurrió con Cuties y la controversia que generó. Por lo mismo, parece que le bajaron el perfil a esta historia, aparte que a ser una producción latinoamericana no va a generar tanto impacto, como si fuera una historia norteamericana o europea.
DEsde FB
ResponderEliminarEdna Montes
Yo sé que está ahí pero no quiero ni verla. No me hace nada de gracia este argumento mal robado de Romeo y Julieta cuando el amor "imposible" implica que la protagonista tendría que hacer como si la gente del muchacho no estuviera cometiendo genocidio y él no necesariamente se opone a nada de eso pero igual está dispuesto al romance. No tenía idea de que la autora no era judía (ya sabes que yo a menudo me limito en mis opiniones del tema porque aunque sea cercana a la comunidad y los quiera y respete mucho sigo sin serlo). En fin. Más razones para ni acercarme.
Edna Montes Queridísima Reina Scarlett, gracias por venir en estos días del año en que estamos más ocupadas. No me ha molestado tanto la idea de nazi-sobre-judía porque es un trope, porque ocurrió en la vida real. Ya espero tener el listado para la próxima semana de todos los libros, filmes, hasta telenovelas que lo han tocado. Tu misma lo has visto en el material mío que has beteado. Davide es fascista convencido, Viktor trabaja para los nazis, etc..
EliminarMi problema es la torpeza conque lo presenta, primero Rivero, y luego la adaptadora. Hasta en JOJo Rabbit tenemos una evolución del pequeño nazi. Aquí, Martin dice ser un nazi declarado e igual Amalia se acuesta con él. una niña bien, judía, virgen, de 17 años, de un mundo totalmente tradicional. Es increíble. A mí no me parece romántica, me parece taruga. Luego, Martin pretende llevársela no sé adónde, el padre se opone y la serie nos dice que el padre está equivocado al desconfiar de este nazi tan guapo. Pasan un par de años, Martin retorna a Buenos Aires y por carta le dice a Amalia que dejó de ser nazi. por qué? ¿Como? Y a ella nunca le ha importado la ideología de él, lo que te demuestra que no tiene una onza de instinto de supervivencia. Si esta molesta es porque la dejó sola y preñada. Es como si combinaran una telenovela de lo mas añeja con retazos de drama de la vida real que no empalman.
No soy tan purista para creer que solo los judíos podemos escribir sobre el Holocausto. De hecho, muchos judíos no podemos. Pero me molesta cuando escriben sobre un tema que desconocen totalmente, me refiero a la mentalidad de un joven nazi, ambicioso, que se está abriendo camino en el Partido y cómo y por qué va a tirarlo por la borda. Yo aceptaría a Amalia tan boba, tan egocéntrica, tan viviendo en su burbuja si la autora/adaptador la pusieran en peligro y la enfrentaran a una realidad de judía en un mundo de nazis. No que la casaran con un vejete cochino (también judío) que la maltrata, pero que se muere rápido. Cuando Martin le dice que el ha sufrido en un mundo en guerra (y en el libro sabemos que sufrió mucho). Ella le espeta un “yo también he sufrido”. El mundo se ha dado vuelta alrededor de ella y ni se ha enterado. Para mi es un personaje repelente.
Desde ya te deseo un muy feliz Samhain
·
María Elena Venant Sí, justo como dices es un trope. Mi problema es que abusan hasta que se vuelve un sin sentido. Con tu novela nunca vi problema (yo la amo, eso ya lo sabes) y en Jojo tiene más que ver con el deseo de pertenencia contra algo más profundo (podría ser cualquier ideología extrema y la trama se sostiene). Yo tampoco soy de pensar que solo gente de la comunidad puede o no escribir algo, pero sí que cuando se hace desde fuera debe ser con mucha investigación y respeto (cosa que la mayoría de la gente se olvida). En fin. Abrazos enormes y feliz samhain para ti. Siempre es un placer comentar contigo
EliminarEdna Montes Gracias, el placer es mio. Quisiera creer que mis personajes tienen razones para trabajar dentro de sociedades totalitarias. En el caso de Davide es que en el fascismo encuentra un espacio donde los judios son admitidos y respetados. Por eso el gran cambio iba a ser en La Segunda Puerta, la que nunca escribí. En Jojo, hay una evolucion tremenda, del niño que odia y teme a los judios hasta el que se enamora de Elsa y la protege. Ademas hay una tremenda diferencia entre los personajes que circulan en ese mundo, desde la Gestapo hasta Rosie, la mama resistente de JoJo, desdde la fanatica dde la Rebel Wilson hasta el personaje tan bonito de Sam Rockwell (y su side kick Theon Greyjoy). Un problema de Un Secreto es que no vemos otros nazis en accion,no vemos otros alemanes, por eso Martin es ininteligible no tiene contexto. No se entiende como Amalia pudo enamorarse de el tras dos charlas vacias y de verlo hacer proezas de natacion.
Eliminaresde FB George Llerena Torrico
ResponderEliminarMe parece una excelente idea lo de ese listado mi dama, tenemos toda una filmografía del holocausto aunque seguro usted debe haber visto más producciones que yo que sólo he visto las mas conocidas. Y sí, tan bien guardado se lo tenían que si no fuera por usted ni me enteraba de su existencia. Ni siquiera figura en los sitios de lanzamientos de series que frecuento ni en descargas ni en sitios de videotrailers. Es como si no existiera
George Eduardo Llerena Torrico Mi Querido Sir George:
EliminarEn la Argentina, donde es una de las más vistas, la han propagandeado en un par de sitios de la manera más básica posible ‘Vean la gran. Con grandes actuaciones…etc.. “No importa, fans de los protagonistas la han visto, lo curioso es que en la pagina del libro de FB, han respondido mas de quinientas lectoras diciendo que no les gusta la serie, que no le hace justicia al libro. Pero es el público de acá el que me sorprende. Un poco mas de media docena puso reviews en IDB, pero sitios que han publicitado otras series de época de Netflix este mes (léase Oktoberfest, La Revolución y Barbarians) ni se han enterado de la existencia de este bodrio.
No te creas, yo estaba bajo la impresión que me conocía todo lo que fuera ficción del Holocausto (en inglés y español) y me he llevado varias sorpresas.
Desde FB de Alfonso Velasco Sendra
ResponderEliminarYo es que tengo varias preguntas. Esta escritora de que Córdoba es la española, o la de Argentina? En cuanto al nazismo es algo que nunca me entró en la cabeza. El odio de Hitler por los judíos, cuando hice un trabajo en cuarto de carrera sobre Hitler en Historia de la Alemania Contemporánea me preguntaba una cosa. El por qué del odio de Hitler por los judíos? No había ningún motivo. Sí precisamente quién le compraba sus cuadros eran judíos. Al nazismo le interesó presentarlos como chivos expiatorios no porque fueran ricos que no lo eran. Rathenau era una excepción, sino porque dominaban el ámbito cultural y eso produce envidia y odio y cuando las cosas van mal siempre se descarga la ira contra la gente con más privilegios. A pesar de que la mayoría eran gente como Ana, o como yo. Alemania había tenido de antisemitismo y se veía que iba a aparecer un líder demagógico antisemita Max Nordau lo anunció en Degeneración y En la misión Barsac se hablaba de un dictador, pero si yo hubiera tenido que apostar. Habría apostado porque aparecería en Francia, o en Rusia. Leyendo ensayos de mi adorado Chesty hubo una polémica en un prefacio de Auden este culpaba a Chesty de que asociará el antisemitismo con Prusia, cuando Hitler era austríaco. Pero es que Hitler era un austriaco que odiaba ser austriaco y quería ser alemán. Leyendo a Hafener tampoco entendía el antisemitismo de Hitler llegó a decir que si Hitler no hubiera iniciado la política antisemita habría ganado la guerra mundial al tener de su lado a los grandes científicos, pero al echarlos la perdió. Es que era su discurso base el odio por los judíos era superior al odio por la democracia o la socialdemocracia y el comunismo. Con el último llegó a pactar, pero con los judíos jamás flexibilizó su postura y jamás entenderé por qué? Kershaw decía en su biografía que había dos grupos a los que Hitler no consiguió derrotar a los católicos y a los judíos. En cuanto a romances entre nazis y judíos no me parecen improbables, pero se harían de forma clandestina para que las autoridades no te pillaran, pero no creo que fuera lo normal. Eso sí, si los de Netflix presentan esta serie para criminalizar a los judíos y banalizar el nazismo tendrán mi rechazo, pero yo no creo que lo hagan con esa intención, cuando desde la industria de Hollywood a día de hoy el nazismo es la encarnación del mal. Creo que Netflix es como Benetton y busca polémica y morbo. Puro sensacionalismo.
Alfonso Velasco Sendra A ver si te puedo responder a todo.
Eliminar1. Perdón por la confusión. Córdoba, provincia y ciudad argentina
2. Hitler no era antisemita de nacimiento. De hecho, en Linz tuvo amistades judías y mucho respeto por el Dr. Bloch, el oncólogo de su madre, a quien salvó del exterminio. Fue en su etapa vienesa en la que le entro el zeitgeist juedeofobo de esa sociedad. Luego sus lecturas y el aventurarse en sociedades secretas que le incrustaron la idea de la supremacía aria en la cabeza, ayudaron a perpetuar su antisemitismo. Era un enfermo mental, en sus incursiones en lo esotérico su desequilibrio aumentó, quien sabe, hasta se le metería un demonio dentro. Pero el era solo un individuo, hay que pensar cuantos en su entornos y en Alemania odiaban a los judíos y por qué. Como testigo de un auge de antisemitismo, aquí en USA, aquí en NY, te puedo decir que los motivos varían de grupo en grupo. La mayoría están basados en malas experiencias con judíos (que somos la etnia menos monolítica del mundo) ignorancia sobre lo que significa ser judío o del judaísmo, incluso del pasado. ¡Hubo gente que respondió a la encuesta que mencioné que creían que los judíos manejaban los campos de concentración!
3. En este caso no he acusado a Netflix de nada, puesto que al no publicitar la serie demuestra que no le encuentra ningún beneficio ni para su agenda ni sus intereses.
4. Son el libro y la serie los que banalizan el nazismo y crean una imagen negativa de los judíos. Y eso no tiene nada que ver con Netflix. Pero has elevado una pregunta interesante. Si en Hollywood, el nazismo es la encarnación del mal, ¿por qué no lo es en la Argentina o al menos para la autora del libro?
5. Obvio que los amores interraciales no eran la norma en la Alemania Nazi, no mas que lo era asaltar una tienda. Ambos eran vistos como delitos graves, castigados por la ley. Ya viste la foto de los amantes que puse en mi artículo. Eso no quita que hubiera romances, incluso en ghettos y campos de concentración. En Un Secreto el romance tiene lugar en un territorio semi neutral que es la Argentina, pero aun así no se pueden casar porque el es nazi convencido que trabaja para la Cancillería del Reich. Por es que, el que lo hagan parecer tan normal es una negación de lo que fueron las Leyes de Nuremberg. Además, en 1940, los judíos argentinos estaban aterrorizados ante el avance alemán en Europa (y el auge del nazismo en la Argentina) Por lo que una chica diga que no le importa tener amores con un nazi, que crea que no son malos, y que actúe como avergonzada de ser judía, para mi es indicación de retraso mental.
María Elena Venant 1. Por eso lo preguntaba me parecía raro que una novela escrita por una escritora cordobesa de mi país tuviera tanto éxito en Argentina. 2. Es cierto que había antisemitismo en Austria tenemos a Karl Lueger el alcalde de Viena y Hitler era seguidor de Schonerer y leía publicaciones esotéricas de sociedades secretas. Algunas neotemplarias. De hecho la Iglesia Católica consideraba al nazismo como un movimiento pagano y esto se ve en los rituales esotéricos de las SS. En Alemania lo dije anteriormente la envidia y resentimiento y sentó mal que algunos judíos fueran socialdemócratas a los que se culpaba de perder la guerra. En mi opinión Alemania se quedó sin posibilidades de ganar cuando entró Estados Unidos con tropas de refuerzo, si hubiera sido lista habría pedido un armisticio, como planteó Austria. 3. No la ha publicitado, pero por qué la emite? 4. Sobre este tema recuerdo una entrevista del escritor de raza negra Frank Yerby en la que acusaba a William Styron de eso de ser muy hostil a la comunidad negra y a los judíos. Esto lo digo por el personaje de Nathan, pero a Yerby yo creo que le sentó a cuerno quemado el retrato qué hizo Styron de Nat Turner. Argentina y esto lo he comentado con mi hermana está muy polarizada por una parte es cierto que acogió a muchos nazis y que el peronismo era filonazi, clarísimamente pero también es una de las colonias judías más prósperas. Lo malo es que la izquierda y la derecha se han hecho peronistas y eso puede dar lugar a ese fenómeno que me describes. 5. Yo creo que existían. Tenemos el de Amón Goeth en La lista de Schondler que estaba enamorada de la judía interpretada por Embeth Davitz. Es mi opinión es muy probable que abusaran los guardias de las judías. Sí había romances eran clandestinos, y se penalizaba tener sangre judía hasta la tercera generación sino me equivoco.
EliminarAlfonso Velasco Sendra Nunca se me ocurrió lo de Córdoba, porque todo el tiempo pensé (error mío) que escribía para un público argentino. Y es que, es ese público el que se supone que gustó de la novela y el único que está viendo la serie. Nuestro consenso es que Netflix la compró porque debe haber estado barata, porque ya no tiene material y agarra lo que puede y ya está hecho, y por qué el tema parecía interesante. Luego la vio cayó que en vez de ser un relato de la Segunda Guerra Mundial era telenovela cursi y batata, la dejó ahí para que la propagandearan los espectadores. Y volvimos arriba, si los gringos no les ha interesado (y a juzgar por las pocas reseñas, la encuentran fétida), ¿entonces por qué no son los argentinos los que le hacen propaganda? Fíjate, cuando pasaron Unorthodox, en la Argentina diariamente había algún artículo o video reseña sobre una historia que no tenia nada que ver con ellos.
EliminarWilliam Styron era un gran escritor, pero la mitad de ameno que Frank Yerby. Curioso, mi mamá dijo lo mismo, llegó a tildar Sophie’s Choice como aun filme antisemita”. Pero creo que fue por Sophie no por Nathan, que, al fin y al cabo, era muy bueno. Solo que era esquizofrénico y cuando le venían los ataques, había que huirle.
Este es un tema que no quería tratar, pero hay que hacerlo. Argentina tiene una gran y prospera colonia judía que viene del Siglo XIX, pero en la Argentina han tenido lugar el pogromo más grande y el ataque antisemita más grande en America Latina, ni quiero hablar de la Guerra Sucia.
Esa es otra burrada del libro, decir que los judíos eran aceptados (si tenían dinero) por la oligarquía argentina y por la sociedad porteña.
No me atrevería a generalizar sobre las violaciones sexuales en los campos de concentración y de exterminio. Creo que era más fácil que sucedieran fuera de esos sitios, más fácil y perdonable. Porque la acusación de “mancillar l raza” era grave, pero ninguno de los soldados acusados de violar judías en países ocupados recibió sentencia. Era diferente en el orden y estructura de los lagers. Yo creo que las violaciones deben haber sido casos aislados, puesto que había tres impedimentos. A) las prisioneras vivían en un sector separada de los hombres y bajo la supervisión femenina de kapos y guardias mujeres, b) Un par de meses, tal vez semanas, en esos lugares y cualquier mujer pasaba a ser un despojo humano, desfigurada, emaciada y avejentada, no precisamente una candidata para una relación riesgosa y c) para evitar estos delitos, los SS instalaban dentro de los campos burdeles para el uso del personal militar alemán y de algunos presos (Criminales comunes) privilegiados. Aunque se intentaba conseguir que las pupilas fuesen arias, la escasez de candidatas, la corta vida de las prostitutas (embarazo o enfermedad venérea acababan con su trabajo y su vida) obligaba de vez en cuando a reclutar a la fuerza judías jóvenes y guapas.
Espero esta próxima semana compartirte unos amores nazis-judías menos sórdidos que el de Schindler List
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María Elena Venant Un texto interesante que requiere reflexión y yo por desgracia contestó demasiado a tontas y a locas. Lo de Córdoba lo dije porque mamá (mi madre es de allí) y claro cuando yo pienso en Córdoba sólo pienso en la española, pero por la forma en que lo enfocabas estaba claro que era la Argentina. Pero eso no deja nada bien a Netflix. Esto quiere decir que le han colado un sapo y después de Cuties no está para comerse muchos batracios. Te advierto que es comprensible ten en cuenta que veo poca tele, aunque ahora he visto la hora más oscura que en mi país causó polémica por Churchill y lo tengo claro Óscar merecidísimo para el señor Oldman, de hecho me ha recordado a un profesor mío de la Facultad 😉. Es posible que les haya interesado primero por la mentalidad Argentina les gustan los culebrones tanto como los venezolanos y es posible que también otra causa sea precisamente para llevar la contraria a los gringos. Ya sabes que con el Kirchnerismo tienen el gobierno más hostil posible, de hecho hay cierto antisemitismo recuerda el asesinato de Nysman y la complicidad de los Kirchner con Irán. Como te he dicho Argentina tiene una maldición y se llama Perón y por desgracia el peronismo ha captado a la izquierda y gran parte de la derecha y más después del fracaso de Macri. A mí me gustó la novela. Argumentalmente está bien. Es posible que una pequeñísima parte de mi amor por Polonia se deba a esa novela, pero no creo que sea justo para los judíos. Es posible que sea esquizofrénico, pero cuando Nathan estaba en sus malos momentos daba mucho miedo. Yo ahí estoy con Yerby, aunque hay una cosa que no me gusta de Yerby su ateísmo, pero en casi todo los demás temas era muy sensato y me alegró de que esté enterrado en la Almudena. Conocí a Yerby porque lo mencionó Alistair McGarth en una biografía de C.S. Lewis, como un autor que era muy popular y a día de hoy ha sido olvidado. Ahí conocí a Thomas Costain el autor de esas adaptaciones que tanto me gustan El Cáliz de Plata y Rosa Negra y una novela trata de un personaje que me interesa Jacques Coeur tesorero del Rey Carlos VII, que intento una cruzada para librar Bizancio y Jerusalén de los turcos. No te preocupes también los argentinos nos tienen mucha tirria a los españoles. Es junto con España el país más antiespañol. Si os odian es buena señal que estáis haciendo algo bien. Yo creo que en todas las épocas hay un encanto por lo prohibido y algo aunque poquito debió de haber. La gente tiene doble moral. Ese es el gran mal del nazismo hacerte creer algo malo es un deber que hay que cumplir y eso lo determinó maravillosamente Hannah Arendt. El problema es que Hitler convirtió a muchos alemanes en una máquina o un autómatas que cumplían sus órdenes sin cuestionar las y sin preguntarse si lo que hacían estaba bien o mal. Había que hacerlo porque lo querían. Yo creo que sí se hubiera hecho un referéndum días antes de la toma de Berlín Hitler lo habría ganado, con menos apoyos pero respaldado. Ese es el mal María Elena, que vivir con una tiranía es muy cómodo mientras no seas su víctima o su objetivo. Por eso puse a Goeth como ejemplo María Elena si un sádico es capaz de sentir esa pasión imagínate un alemán normal, aunque sea un administrativa o alguien que trabaje para el nazismo, o un soldado. Eran opositores pero están los casos de Sebastián Haffner socialista (enamorado de una judía) y el de mi adorado Louis de Wohl católico que se fue a Inglaterra a ayudar a la Resistencia en Inglaterra, incluso asesoró a los ingleses en astrología sabiendo que era el talón de Aquiles de Hitler y creo que De Wohl consiguió la mejor medicina para combatir a Hitler más disuasorias que novelas como "Juventud sin Dios" de Odón von Horvath y es combatir al mal con el bien en este caso contando en sus novelas las vidas de los santos y de la Iglesia Católica. Así se lucha contra las tiranías con su opuesto.
EliminarAlfonso Velasco Sendra El problema Alfonso es que, con tanto relativismo moral, la gente ya no sabe dónde está el bien. Los que queman iglesias y derriban estatuas creen que hacen el bien tal como los supremacistas, los policías, los terroristas. Los nazis estaban seguros de que cumplian con una misión divina.
EliminarAclaro otra cosa, yo no odio a ninguna nación. No odio a los árabes ni a los alemanes, ciertamente no odio a los argentinos. Y le tengo mucho aprecio al país y a su cultura. No olvidarme de los brotes de antisemitismo, ni del asesinato de Nyesman, no quita que los judíos estén (en este momento) más cómodos en la Argentina que en Chile. Recuerdo haberme encontrado una vez, a principios de siglo, perdida en Ezeiza y haber tenido la tranquilidad de ver judíos ortodoxos aparecer con sus vestimentas características, algo que en Chile no e ve, y en Europa se desaconseja.
Tampoco creo que los argentinos odien a los judíos ni creo que nos odien a los chilenos, a pesar de que cada cierto tiempo amenazamos con irnos a una guerra que nunca, por suerte, se desencadena. Sin embargo, Alemania era en 1932 un paraíso para los judíos y ya ves. El fascismo nos trató muy bien por 16 años y luego…. Francia, la cuna de la libertad,, envió niños chiquitos sin supervisión adulta a Auschwitz. Se necesita únicamente de una mecha y muchas veces la mecha es la ignorancia que no significa no saber sino estar desinformado.
Lo de Netflix y un Secreto seguirá siendo un secreto.
Yo disfruté mucho de Yerby a comienzos de mi adolescencia porque escribía cosas como las de LO que el Viento se Llevó y solo en este siglo vine a saber que era negro. Me alegro mucho de que haya encontrado en la España Franquista mas paz y libertad que en el Estados Unidos de Jim Crow. No me di nunca cuenta de que era ateo. No es como otros autores que te sofocan con su ateísmo.
Sophie’s Choice es una gran novela, pero es dura, difícil, muy honesta al repartir culpas. La película suaviza muchas cosas, como por ejemplo al final, cuando Sting o y Sophie están huyendo de Nathan y se ponen a hablar mal de los judíos. Un enfermo mental siempre da susto en sus crisis.
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María Elena Venant Yo diría más que odiar que hay países que le caen a uno mejor que otros. Sí estoy muy abatido por la quema de iglesias en Chile. Chile le pasó cómo a España que llegó la izquierda y se polarizo la sociedad en dos. Sí todo el mundo cree que está legitimado para realizar una labor en la historia. Argentina sí que hay que decirlo que es más cosmopolita y junto con Nueva York tiene una gran colonia de judíos, igual que de gallegos. Desde la independencia los países iberoamericanos se han estado peleando entre ellos y es una auténtica lástima. Alemania tuvo sus raptos con Carlos IV, con Lutero. En Francia la situación estaba peor con Gobineau, Drumond, el affair Dreyfuss, y Stravisky a mí no me sorprende el comportamiento de Vichy y lo peor es que vuelve a haber un repunte de antisemitismo. Qué otra vez Netflix la volvió a pifiar. Yo le leí "El camino de Price" es la única novela que le he leído. También tuvo palabras dirás contra el franquismo especialmente en los 80. Por cierto que también aquí encontró acomodo Chester Himes. Antes no se llevaba un ateísmo ni un anticristianismo tan virulento como el de ahora. Eso lo dije al comentar "Rey Jesús" de Robert Graves dónde se permitía escribir una novela gnóstica-pagana y era capaz de tener el tacto de ser respetuoso con los católicos y comprender porque nunca aceptarían su novela y trataba de justificar en que se basó para escribirla. Algo así hoy con la crispación que hay sería imposible. Como decía Joseph Pearce los ateos de hoy se comerían a Chesterton no le dejarían debatir. Es muy buena, pero muy dura. Yo siempre tuve la sensación de que esa mujer quería morir y que no pudo soportar lo que le pasó y su traumática experiencia. De todas formas que Nathan se comporte como se comporte no debería justificar los improperios que dirigen a los judíos Stingo y Sophie y tienes razón los enfermos mentales suelen dar miedo cuando tienen arrebatos violentos. A mí me pasó con un amigo y a Evelyn Waugh le marcó la experiencia que un loco intentase secuestrarlo en la Guayana y lo inmortalizó en "Un puñado de polvo".
EliminarAlfonso Velasco Sendra Lamentablemente tengo mas experiencia que muchos en lo que es vivir con gente enferma mental. No es agradable.
EliminarLo que Sophie sufre es Survivor’s Guilt. Ella se culpa por la muerte de sus hijos y cree que eso está vinculado al antisemitismo de su padre. Por eso busca castigarse en esa relación sadomasoquista con Nathan.
No soy tan infantil como para considerar que el que una persona hable mal de los judíos la haga antisemita. Eso pondría a la mitad de los israelíes que se quejan del gobierno de turno como antisemitas.
Todos los países están compuestos por personas buenas o malas, simpáticas o pesadas, pero por supuesto que hay temperamentos nacionales y culturas que nos son mas atractivas. Me ocurre con Italia, pero mi madre perdió una docena de parientes italianos en el Holocausto.
No es como tu dices que en America Latina vivamos en guerras entre nosotros. No hemos tenido una guerra intercontinental desde el Conflicto del Chaco hace casi 80 años. Si nos comparamos a Europa con dos guerras mundiales y conflictos hasta hoy en los Balcanes y en la antigua Unión Soviética, creo que somos bastante buenos vecinos, los conflictos siempre son internos.
La quema de iglesias (aquí en USA también ha habido ataques a templos e imágenes y no nos olvidemos de Notre Dame) de Chile me ha dolido más allá de la perdida de patrimonio nacional y la muerte de diez gatitos, porque que eso ocurra en un país nominalmente católico, indica que hay un rechazo de los valores judeocristianos.
Por mil quinientos años, Occidente tuvo como base valores judeocristianos, solo los rechazó brevemente en La Revolución Francesa, El Tercer Reich, y el Bloque Comunista y cada vez ese rechazo propició un caos tremendo. incluso el islam mostraba respeto por “La Gente del Libro”, las otras religiones monoteístas. Hoy es diferente. Para la izquierda los valores judeocristianos representan a una oligarquía de privilegiados, para la gente de color representan imperialismo y colonialismo, para las feministas representan al patriarcado, para la gente queer son símbolos de discriminación y así.
Ya no podemos hablar de sociedades divididas o polarizadas sino de grupúsculos compuestos por gente que tiene agenda propia e ineguanemente creen que el movimiento se la hará realidad.
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Amiga, no tenía ni idea que esta actriz fuera hija de Catherine Fulop. A mi se me hizo mas parecida a Gaby Rivero (cuando salía en Carrusel) y a ratos sus ojos me recordaban a Jennifer Beals. Pero sí, la verdad es que la pareja protagónica estaba bien forzada, también el romance poco creíble (o mas bien "flat"). Casi no habían hablado nunca pero ya morían de amor el uno por el otro, como dices era mas un tema hormonal o de atracción fisica. La serie me recordó mucho a las novelas de Corin Tellado (te acuerdas que un tiempo las pasaban por television?) donde el romance es lo primordial y el contexto es incidental. Me parece que hubiera sido mas creíble el romance si Amalia no hubiera tenido idea de que Martin era nazi o si se enteraba "después del acto" esque daban ganas de darle una patada voladora cuando AUN sabiendo que era nazi y ella judía ande con el (especialmente después de las advertencias de la hermana). Por tratarse de un país relativamente ajeno al conflicto podían haberlo hecho mas creíble si los personajes no estaban muy enterados de lo que pasaba. (De acuerdo en que no es nada creible que una familia judia fuera tan campante a meterse a un “nido de nazis”. Como digo, por que no hacer que pecaran de ignorancia? La ignorancia es mejor que la estupidez.) Completamente de acuerdo que fue absolutamente ridículo que la hermana estuviera leyendo en hebreo en voz alta en medio lobby (quien hace eso???) aun mas increíble tratándose del personaje que se supone estaba mas enterada de las atrocidades hacia los judíos. Esa escena no tuvo ni pies ni cabeza. Lo que si me gusto mucho fue el vestuario y toda la atmosfera pero también me resulto forzado que la familia entera fuera a vacacionar a un hotel donde se conducen negocios y que estuvieran ahi por tanto tiempo.
ResponderEliminarAmiguis, gracias por pasar. Siento que hayas temido que leer la nota “bilingüe”. Ahora esta mas clara. La novela tiene temas que parece van a ser cruciales como lo del Graf Spee que pierde importancia (y yo tengo gente que la vio y cree que ESE es el tema) y lamentablemente la serie es totalmente cavalier en lo que respecta al background de Amalia (al menos la novela nos describe las vivencias de Martin en el Tercer Reich). Si te fijas, una vez que regresan de las vacaciones, no se vuelve a mencionar que los Pérez Kiev son judíos sino hasta la boda de Lea.
EliminarEs que precisamente Argentina no era un país alejado. Aparte de la importancia del Partido Nazi argentino y de las manifestaciones de simpatía hacia a Alemania de Hitler, había para el verano del 40 un influjo de refugiados (y eso que el Presidente Ortiz prohibió a sus cónsules en Europa dar visas) de Alemania y los países invadidos y esa gente esparcía sus historias de atrocidades en la comunidad judía. Por eso es totalmente inverosímil todo desde la estadía de los Pérez Kiev en el Edén hasta la ignorancia de Amalia que realmente era BRUTA. Lo que mas risa me da es cuando les anuncia a los padres que va a ser madre soltera “es algo bello” y luego les repite “a mí no me importa quedarme con ustedes” como si les hiciera un favor al cubrirlos de vergüenza.
Lo extraño es que no están tanto tiempo en el hotel. Todo ocurre en tres semanas. La idea era pasarse todo el verano ahí. Lo que pasa es que libro y serie se detienen mucho en las vacaciones y luego cubren apresuradamente lo que ocurre en los próximos dos años (cinco en la serie).
Muchas gracias Malena, aparecio primera en Netflix, nunca la habia oido nombrar y vine a ver las criticas. No la pienso ver, vergüenza ajena por la obra sentí al leerte.
ResponderEliminarMucha verguenza ajena. Por suerte ya ha caido en el olvido. Muchas gracias por pasar.
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