martes, 3 de diciembre de 2024

Las Equivocaciones de Lenú: Temporada final de My Brilliant Friend

 


No hay critica o recap de esta temporada de La Amiga Estupenda en que no encuentre,  entre los comentarios, alguna queja sobre Lenú. Casi todas comienzan con “¿Soy yo la única?”  Yo diría que somos una mayoría de los fans de la serie de HBO que estamos incomodos con la heroína de esta adaptación de las novelas de Elena Ferrante, desde la actriz que la interpreta hasta alteraciones en su personalidad, muchas de las cuales no están en el libro.

Leyendo la novela, me doy cuenta que Lenú si se vuelve insoportable, pero que la serie ha aumentado su pésimo comportamiento, su tozudez en negarse a ver como le dice Lila que  “te has equivocado”. Esa “equivocación” la lleva a ser injusta con mucha gente, con su suegra, con sus hijas,  incluso con Lila que, a pesar de saberla equivocada, la apoya y se hace cargo de Lenú y, por extensión, de la Familia Grecco.

Generalmente en un análisis final no me preocupo mucho de los spoilers, pero ahora trataré de concentrarme solo en la primera mitad de temporada. Los lectores de Ferrante saben que el título de la novela se refiere a una gran tragedia que afectará a las protagonistas y a su relación. Antes de esa tragedia,  toda la serie se concentra en la desastrosa relación de Lenú y Nino Sarratore, su amor de la infancia.



Entonces resulta agotador tener presente el futuro cuando el presente, la mitad de la serie, es ver a Lenú desperdiciar todo lo ganado y jugarse su futuro y el de su familia en pos de un sueño que, en el fondo, sabe es irrealizable. Tenemos a Lenú primero feliz en Montpellier viviendo su amor sin gastar tiempo en pensar en lo que dejó atrás. Ese sueño no acaba con la realidad de regresar a Milán sino cuando la ataca el Monstruo de los Ojos Verdes. Léase, le bajan celos de Eleonora.

Como alguien que fue “La Otra” ( a diferencia de Lenú yo era soltera y libre) puedo afirmar que no hay nada más ocioso y absurdo que exteriorizar a la pareja celos por la esposa legal. En la serie se convierte en un leitmotiv ameritando una escena por capitulo. Incluso lo aumentan con escenas inventadas como cuando Lenú ataja a Eleonora en la calle y le anuncia que espera un hijo de Nino. ¡Qué gran error!

Otro gran error de Lenú será separar a sus hijas de los abuelos y de una semblanza de vida normal para hacerlas acampar en casa de la cuñada donde ni siquiera van a la escuela y, finalmente, llevarlas a Nápoles a vivir con un extraño. En la novela, la voz narradora de Lenú admite haber sido mala madre descuidada, impaciente y hasta golpeadora. En la serie no nos dan eso, solo los rostros de reproche de las niñas porque este año Saverio Constanzo se ha ido por la máxima mitutera de que una verdadera mujer debe anteponer su felicidad antes que sus deberes maternales.



 ¿Pero cuál es la felicidad de Lenú? Ciertamente no es junto a un hombre que abandonó a Lila su suerte, que abandonó a Silvia con un hijo en brazos,  y que se rehúsa a divorciarse de Eleonora. En esta temporada además Adele advierte a su nuera que Nino es “un hombre sin tradición”. O sea, un escalador social,  lo que lo hace poco confiable.

En esta temporada es cuando Lenú se entera por boca de Nino que él impidió, cuando eran adolescentes, que se publicara un ensayo de ella nada más que por envidia. Incluso han inventado una escena donde Nino invita a comer al editor de su mujer para convencerlo que publique su libro. El modo en que Sarratore intenta acaparar la conversación y la cara de enojo que pone cuando el invitado presta mayor atención a Lenú nos indican que su envidia de adolescente sigue existiendo.

Si me he pasado una página quejándome de Lenú y sus malas decisiones es porque ella es el núcleo de los primeros cuatro episodios. En otras temporadas, su personaje estaba equilibrado por las acciones y decisiones de Lila quien siempre era la más vigorosa del par. En su último libro, Ferrante sigue ese esquema, con Lila omnipresente, aunque solo sea una voz en el teléfono y en la conciencia de su “amiga estupenda”.



En la serie han hecho desaparecer al personaje. En el primer episodio tiene un mínimo de presencia en cámara y es únicamente para contarle a Lenú que Nino es un mentiroso. Solo en el tercer episodio, Lenú , que ya lleva tiempo en Nápoles se tropieza con Lila en la puerta de la casa de los Grecco (no es así en el libro).

Es como si se quisiera dar mayor importancia al personaje de Elena Grecco, por lo que urge quitar a Lila (ahora interpretada por Irene Maiorino) de por medio. Totalmente innecesario, porque en el relato original existe un balance entre ambas. Aunque Lenú esquive encontrarse con su frenemy favorita, Lila está presente en la boca de toda la gente con la que la escritora se reencuentra en su retorno a Nápoles. Es que Lila ha vencido a los Solara con su negocio de computadoras. No solo gana dinero, genera empleo para gente que, de otra manera, estaría al servicio de los mafiosos.



Lila es la matriarca del Rione. Ha tomado el lugar de Manoella Solaracuya muerte apenas es mencionada en la seriepero para hacer el bien. Incluso ha utilizado la obsesión que Michele Solara siente por ella para dominarlo. Hasta Immacolata, su mayor acusadora, ahora la alaba y respeta. Mientras Lenú va perdiendo terreno en su carrera de escritora, Lila va adquiriendo seguridad y poder. Hasta lo ejerce sobre Lenú. Es solo durante el terremoto que Lenú vuelve a adquirir cierta superioridad sobre la aterrada Lila.

Tal vez por eso, se decidió dilatar el reencuentro entre ambas. Es en el cuarto capitulo, donde reaparecen los personajes del Rione,  que sabemos la importancia de Lila en la vida de ese barrio. Por fin ahí salimos un poco de las eternas peleas de Nino y Lenú, y vemos la evolución del Rione y como en el fondo sigue igual, aunque Lila y su negocio proporcionen una esperanza de bloquear la nefasta influencia de Los Solara.

En el libro, Lenú cae inmediatamente en su antigua sumisión a su amiga y es Lila quien le mete en la cabeza que se embarace. En la serie evitan esos toques nocivos de Lila. En cambio, muestran a Lenú usándola cuando le conviene y en otros instantes mostrándose celosa de verla junto a Nino. Primero, Lenú les embute a las hijas a Lila para poder irse a con Nino a New York. Las nenas están encantadas de estar con la Tía Lila así que se convierte en baby sitter de Elsa y Dede cada vez que Lenú la necesita.



Cuando esa necesidad se vuelve abuso es cuando Immacolata sufre de una hemorragia en casa de su hija mayor. Nino y Lila la llevan a un hospital porque Lenú está cuidado a la recién nacida Imma. Al hospital llega Marcello Solara, que quiere llevarse a la suegra a una clínica privada. Nino se niega (unca entendí el motivo) y Lila lo apoya. Se arma una tremenda trifulca. Por teléfono, Lenú exige que su amante y su amiga sean sus representantes. Solo que le bajan los celos y llama demandando que Nino vuelva su lado y que Lila dialogue con Marcello. Su egoísmo es insoportable y opaca la preocupación por su madre.



Esa noche es Lila quien la pasa abrazada a Immacolata en un cuarto lleno de mujeres moribundas. Al día siguiente, Marcello se lleva a la suegra a una clínica. Por no ser pariente, Lila no tiene voz ni voto. Cuando Nino expresa su preocupación de haber enfrentado a Lila, embarazada y débil, con Marcello, Lenú estalla en un acceso de ira que la hace insoportable. No será la última vez que abuse de Lila. Según mi interpretación el que Lila pierda en su enfrentamiento con Marcello, la debilita ante Los Solara. Esto la pone en un camino que llevará a la tragedia.

La serie parece querer hacer hincapié en el egoísmo de Lenú y su abuso de su amiga. Una tarde,  la escritora regresa a su casa para encontrar a su bebé semi desnuda y a Nino,  en el baño,  con las manos en la masa corpórea más insospechada. Lenú agarra a su hija y sale corriendo con la niña sin pañales.



En el libro, Lenú actúa de acuerdo un plan. Va a buscar a sus hijas a la escuela porque cree que Nino la irá a buscar allá. En el camino, la beba se orina en el regazo de la madre. Lenú compra pañales y toallitas, limpia a la niña y la muda. Se quita su abrigo y envuelve a la criatura ya que hace frio. Tras recoger a sus hijas llama a Lila y pide refugio en su casa. Al llegar a casa de Lila es ella quien se encarga de la beba.

No es así en la serie. Lenú conduce su auto, sin destino definido,  por un rato hasta que la bebita se hace pis en su regazo. Entonces va a la escuela. Hace frio e intenta meter a la niña bajo el abrigo que ella viste de tan mala manera que la colita de Imma queda al aire. Tanto Lenú como la nena deben oler a meado. Así, en esa facha, lleva a sus hijas a casa de Lila donde llega sin aviso y lanza a la niña toda orinada sobre la impecable colcha de su amiga. Yo que Lila la saco a escobazos de la casa.

Me detengo ahí, pero muchos fans han opinado que es la nueva actriz quien arruina cualquier posibilidad de sentir simpatía por Lenú. Es cierto que Alba Rohrwoch es una actriz conocida y premiada, pero no cae bien ni es tan hermosa como las novatas que anteriormente dieron vida a Elena Grecco. Es inexpresiva o pone caras que no corresponden. Termina haciendo una Lenú ultra moderna, feminista, francamente abusadora y mal educada. No me ha impresionado su interpretación y no dejo de recordar que Alba es la mujer de Saverio Constanzo, el director.

Contenido Violento o Gory: Tenemos violencia de la tierra con el terremoto de Nápoles en 1980; violencia verbal con las pataletas de Lenú y violencia fisca incluyendo una escena en que la escritora y su madre se golpean mutuamente. La peor escena es cuando Michele apalea a Alfonso en la vía pública. Hay también un suicidio.



Contenido Sexual Y Desnudos: Lenú con diferentes hombres. Un desnudo de Nino y Lenú corriendo por la casa. Se lo hubieran guardado.

Factor Feminista: A pesar de los discursetes feministas de Lenú y de su cuñada Maria Rosa, ese empoderamiento femenino resulta falso en vista de la dependencia emocional y física de una mala pareja que sufre la narradora. El poder que ha adquirido LiIa también decae ante Los Solara demostrando que era artificial y poco duradero.

Factor Diversidad: El peregrinaje de Lenú por Italia sirve para enseñar la diversidad del país: el conflicto entre las clases acomodadas y profesionales del Norte con el mundo semi primitivo del Sur. Ferrante nos muestra un Nápoles atrasado, conservador, dominado por la Camorra que el libro indica es un resabio de la era Fascista. Si el Rione sigue teniendo ideas retrogradas sobre las mujeres y su posición en la sociedad, más fuerte es su rechazo por alguien de orientación sexual diferente como el trans Alfonso.



 

domingo, 1 de diciembre de 2024

¡Nos Dejó Doña Silvia! (Silvia Pinal 1931-2024). Recordemos su trayectoria por la televisión

 

 


Aparte de su vida escandalosa, de esas hijas y nietas más bochincheras que ella, Silvia Pinal fue una gran artista del teatro, cine y televisión. Con su muerte se nos va casi la última estrella del Cine de Oro (solo queda Doña Elsa Aguirre). Se nos fue la musa de Buñuel, la de los muchos maridos y muchos conflictos. En este momento no habrá publicación en México y en el mundo hispano parlante que no hable de su carrera cinematográfica y de su realidad que superaba toda ficción. Yo, como Gata Seriefila, prefiero recordar su trayectoria por la pantalla chica.

De Variedades a la Telenovela

Silvia Pinal ya era una diosa del cine cuando entró en la televisión como presentadora de Tv en el programa Con los brazos abiertos. De ahí aparecería en varios programas,  siempre presentando o haciendo sketches y llegando a tener el propio en 1966: Los Especiales de Silvia. Hasta apareció en el Show de Bob Hope al otro lado de la frontera.

Tanto trabajo tenía la actriz con cine, teatro y presentaciones en vivo en la teve, que no le quedaba tiempo para telenovelas. Estas estaban haciéndose de a docena al mes en esos primeros años del género en México y en ellas ya actuaban luminarias del cine como Marga López y Elsa Aguirre. Quien la convenció de actuar frente a las cámaras fue Don Ernesto Alonso, ya embarcado en su máxima contribución a la cultura popular (y no tan popular) de México,  la telenovela histórica.

Después de tratar el tema del Segundo Imperio en Carlota y Maximiliano (1965) y la Revolución en La Tormenta (1967), el Señor Telenovelas quería meter mano en la Insurgencia. Quería hacerlo desde una óptica femenina, la de Jimena que experimenta, participa y es testigo de hechos históricos desde su juventud hasta su vejez. Ese rol de Jimena Lapuente le tocaría a La Pinal.





Desde ese inicio, La Señora Pinal le entraba a lo controversial. Jimena, apenas muere su anciano marido y en medio de su luto dieciochesco, se enamora de Lisandro (Enrique Lizalde), un capitán del ejército del Virrey de la Nueva España. Lisandro comparte los sueños de independencia de sus amigos criollos como Ignacio Allende, pero acaban todos fusilados junto al Cura Hidalgo. Jimena se hace cargo de Pedro, hijo de Lisandro. Una década más tarde, Pedro (también interpretado por E. Lizalde) se une a los insurgentes y Jimenaahora espía en la Corte del Virrey se da cuenta que lo ama a pesar de la diferencia de edades.



Yo he visto todas las novelas épicas de Ernesto Alonso, menos La Tierra, El Carruaje y Los Caudillos. Hoy he tenido el placer de encontrar varios clips de esta última. Efectivamente,  es blanco y negro, el manejo de cámara y fotografía es rudimentario, las actuaciones son un poco teatrales, pero qué bonito escribía Miguel Sabido, qué bonitos eran Carlos Bracho y Enrique Lizalde y qué majestuosa se veía Doña Silvia. Perdóneme, estoy muy vieja, pero las telenovelas turcas o coreanas, nunca alcanzarán esa magnitud de emoción, esa aura de epopeya.



Ese mismo año, Silvia Pinal y su marido Enrique Guzmán,  decidieron hacer un programa juntos, un show de variedades parecido al que estaba granjeándoles triunfos en USA a Sonny y Cher. Silvia y Enrique también cosechó éxitos y duró hasta 1972.  Para entonces la pareja se llevaba de la greña y no podían compartir ni el plató.



En 1973,  la diva protagonizó otra telenovela. A pesar de estar basada en una historia de Yolanda Vargas Dulché y de que giraba alrededor del (entonces) novedoso tema de la doble personalidad, ¿Quién? no tuvo mucho éxito.

Silvia prefirió dedicar el resto de la década a programas de variedades y sketches cómicos como Ahora Silvia! Y La revista especial de Silvia. Ahí trabajaban junto a ella galanes maduros como Mauricio Garcés, Raúl Ramírez, Julio Alemán y Gustavo Rojo. Los pasaba Univisión (entonces Cadena SIN) los lunes por la tarde y nos encantaban a mi madre y a mí.

Como la Tragedia la Llevó a Mujer, Casos de la Vida Real

En 1980, siempre buscando nuevas experiencias actorales, Dona Silvia aceptó aparecer en el programa juvenil, Cachún Cachún Ra Ra, interpretando a la madre de Viridiana Alatriste (su hija en la vida real). Viridiana estaba muy de moda y su carrera iba en ascenso con una nominación a un Ariel por La Seducción. A Silvia Pinal se le ocurrió hacer una telenovela en la cual sería protagonista madura y su hija seria la estrella juvenil. Decidió también producir el tele seriado para poder tener mayor control sobre este.

                     Con Viridiana en Cachun Cachun Ra Ra

Así nacía, en 1982,  Mañana es primavera con una trama que precedía a Mirada de Mujer desde la perspectiva de la mujer madura que al descubrir la infidelidad del marido (Gustavo Rojo), se da cuenta de que tiene derecho a rehacer su vida. Esta telenovela cifró su éxito en la combinación de las actuaciones de la diva y la de un elenco juvenil que interpretaba a sus hijos y amigos y parejas de estos. Esa mixtura atraería a diferentes públicos.



Aunque Mañana será otro día recibió muchos elogios y premios, incluyendo el primer TvyNovelas de la Señora Pinal, hoy es más recordada por el trágico accidente que costó la vida de Viridiana Alatriste. Este tremendo golpe empujaría a la estrella sonorense a refugiarse en su trabajo y sus deberes de primera dama de Tlaxcala.



Continuaría produciendo telenovelas como Cuando los hijos se van (1983) y una de las favoritas de mi madre, la miniserie Tiempo de amar (1987) con Lupita D’ alessio. En 1985 produjo y protagonizó Eclipse, que sería también su último estelar en telenovelas. Como haría a lo largo de su vida, Silvia Pinal se reinventaría en un programa, hoy un referente de la televisión.

                                     Con Joaquín  Cordero en Eclipse

Mujer,  Casos de la Vida Real fue un parteaguas en la televisión mexicana. Acostumbrados a Lo que callan las mujeres y La Rosa de Guadalupe, nos olvidamos que su origen está en esa serie de dramatizados que duraría más de veinte años y ganaría media docena de TVyNovelas. Originalmente se planeó como una de las muchas maneras de ayudar a gente damnificada por el Terremoto de 1985, pero el proyecto se fue expandiendo. Mujeres de todas las clases sociales y de toda la república escribieron a Silvia Pinal contándole sus vivencias.



Estas cartas fueron luego dramatizadas y presentadas em formato de unitarios creándose así un mosaico de los problemas sociales que afectaban a las mexicanas desde el sobrepeso hasta la violencia doméstica. A pesar de haber actuado en el primer episodio, la diva se limitaría luegoademás de la produccióna presentar cada historia, ofreciendo al final de cada episodio una moraleja acoplada a consejos de donde buscar ayuda.



La Década del Multitasking

Este programa ocuparía parte el tiempo de la diva que a sus 60 y pico de años daba lecciones de multi-tasking. En Los 90 adquirió dos teatros; puso en escena como productora la versión en español de Cats y de La Jaula de las Locas,  además de actuar en Mamá nos quita los novios, Hello Dolly y Gypsy. Filmó Modelo Antiguo bajo dirección de Raúl Araiza y,  como si fuera poco, incursionó en la política bajo la guía de su último esposo, el Gobernador Tulio Hernández ,de quien se divorciaría en 1996

Ahora la diosa del cine quería formar parte de la política del país. se postuló , y gano las elecciones de 1991, convirtiéndose en diputada del PRI . Entre 1997 y el 2000 fue senadora y miembro de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. A pesar de que el siglo XX acabaría viéndola fugitiva, refugiada en el departamento de Miami de su ex, Enrique Guzmán debido a una acusación de malversación de fondos Silvia Pinal volvió a México, arreglado ese asunto, y continuó su vida ultra activa como actriz y presentadora.

Doña Silvia en el Siglo XXI

Su ultimas participaciones en las telenovelas se había limitado a cameos, pero la muerte de Doña Libertad Lamarque había dejado un espacio en la telenovela infantil, Carita de Ángel (2000). Así Doña Silvia aceptó ser la Reverenda Madre Lucia, directora del colegio donde estudia la pequeña protagonista. Hasta se atrevió a cantar y aquí les va el dueto con Daniela Aedo.



En el 2007 caía el telón para Mujer, casos de la vida real, pero no para su anfitriona que todavía tenía mucho que hacer en la televisión. En el 2007 aparecía en la sitcom Una familia de diez, como Doña Silvia, dueña del edificio donde vivía dicha familia. Haría apariciones esporádicas en ese programa siendo la madrina del episodio número 100.

En el 2008 haría una aparición especial en Fuego en la sangre como Santita, la novia perdida del abuelo de las protagonistas (Joaquín Cordero).



En el 2009, uno de los programas más vistos de Televisa era la serie de Pedro Torres, Mujeres Asesinas.  Silvia Pinal no se iba a perder la oportunidad de ser parte de ella. Apareció en el episodio “Rosa Heredera” como la víctima de Daniela Castro.



En el 2010 fue la tía de Lucero y madre de la villana Gaby Spanic, en Soy tu dueña, actuación que le amerito otra nominación al TvyNovelas.  A sus 80 años, ya era hora que le llegaran galardones por su carrera artística. El 2008 recibió un Ariel de Oro, una Diosa de Plata al año siguiente, los remolones eran los de TvyNovelas que por fin el 2012, le otorgaban un premio por su trayectoria en la pantalla chica.



Pero había Doña Silvia para rato. En el 2017 se integró al elenco del drama-comedia de Juan Osorio, Mi marido tiene familia, como Doña Imelda, la abuela del protagonista (Daniel Arenas). Continuaría ese rol en la secuela Mi marido tiene más familia (2019). Por su trabajo en esa telenovela, Silvia Pinal ganaría su segundo TvyNovelas y también un premio Bravo.





En el 2019, presentó su biopia Silvia Pinal enfrente de ti, en la cual sería encarnada por Itatí Cantoral. Al hacerlo daba su aprobación implícita para un chorro de mentiras, controversias, distorsiones que acabaron afectando a terceros y demonizando a su tercer esposo. No voy a meterme en detalles,  basta leer mi nota sobre Enrique Guzmán en Latinas de Ayer.

Lamentablemente esa sería la imagen de Silvia Pinal en sus últimos años, chismes, titubeos, declaraciones contradictorias que serían la comidilla de los medios que azuzaban el fuego sin respetar las contribuciones de la legendaria estrella. Más triste es que otras mujeres del clan Guzmán-Pinal se aprovechaban, y lo privado se volvió publico convirtiéndose en una ensalada de acusaciones que se echaban entre ellas.

Cada vez que aparecía Doña Silvia en las noticias, se veía desmejorada y reacia a responder por su escandalosa prole. Hoy se ha acabado ese circo. Silvia Pinal vuelve al lugar que les corresponde, su familia, estuvo a su lado hasta su partida honrándola como la ha honrado el Senado de México con su minuto de silencio,  y tal como se la ha homenajeado ayer en Bellas Artes. Enrique Guzmán estuvo pendiente de la salud de su ex esposa y se comunicó con ella, por última vez, una hora antes del fallecimiento de la protagonista de Viridiana.

Acallados rumores, y en medio de despedidas y evocaciones, vale acordarse de lo que significó Silvia Pinal para la televisión, las novelas en las que actuó, las que produjo y el efecto trasformador que tuvo su Mujer casos de la vida real. Le deseo el descanso que los medios le negaron en vida y con este breve ensayo recuerdo su admirable paso por la pantalla chica.



NOTA: Si me he demorado tantos días en postear es porque estuve ocupada buscando material visual y audiovisual, pero hay muy poco concerniente a la labor televisiva de Silvia Pinal. Inclusive he leído que no se conservan copias de los primeros capítulos de Mujer, casos de la vida real. Extraordinario puesto que fue un programa tan visto en todo el continente.