martes, 29 de abril de 2025

Para que todo siga igual…El Gattopardo en Netflix

 


La adaptación del romanzo de Lampedusa ha comenzado con buen pie, pero ya sabemos que un gran primer episodio es el cebo acostumbrado de Netflix. Sin embargo ya me ha pescado el anzuelo y no solo por la belleza de la escenografía, del vestuario y del elenco. Me ha gustado que, a través de conversaciones, se nos ofrezca una lección del trasfondo histórico sobre el cual se teje el argumento.

El cambio que más aprecio en la serie es presentar un   enfoque diferente de Tancredi Falconieri. No lo recuerdo mucho del libro, influenciada como estaba por la interpretación de Alain Delon en el filme. La belleza y estatus de estrella del divo francés obligaban a opacar los aspectos más oscuros del personaje: su oportunismo e ingratitud. Ambos quedan clarísimos desde el primer episodio de la serie y ayudan a dar el puesto estelar al verdadero protagonista, a Fabrizio Corbera, Príncipe de Salina “Il Gattopardo”.




Un Príncipe y su Familia

Antes que todo, deseo hablar un poco sobre este apodo del protagonista. Giuseppe Tomasi , Príncipe di Lampedusa, escribió la novela en 1957 inspirándose en la vida de su abuelo, que, como Don Frabrizio, sobrevivió la caída de los Borbones, la invasión de Garibaldi y los cambios que trajo la unificación de Italia a Sicilia y a su casta patricia. Si mal no recuerdo, el apodo viene de un escudo de la Casa de Salina que describe a un gran felino. En inglés, este animal recibe el nombre de “leopard”,  pero no es un leopardo sino un guepardo, el animal más veloz de la tierra.



Cuando yo era pequeña yo sabía la diferencia entre leopardo y guepardo, tal como sabía que (por influencia del cine) en Chile “ gatopardo” era apodo de una persona anticuada que se negaba a vivir en el presente. Aunque hay personajes en novela/filme/miniserie que catalogarían así a Fabrizio, el autor se esmera en reflejar tanto al Príncipe como a su estirpe y mundo con un gran dejo de nostalgia que muchos críticos acusan de ser una visión reaccionaria. Mi temor al saber que Netflix se haría cargo de la adaptación es que atropellase esa nostalgia o describiese al “Gatopardo” como un villano.  Para suerte de todos, no ha sido así.

Ya en el primer episodio conocemos virtudes y fallas de Fabrizio. Su orgullo de casta, su actitud placida de hombre que vive en tierra caliente y prefiere no tomar acción aunque sepa perfectamente lo que pasa a su alrededor. Es consciente de que el gobierno borbónico es corrupto, pero desconfía del cambio que ofrece la Casa de Saboya. Vemos que no se deja manejar por nadie ni por la iglesia ni por el ejército. Vemos que es valiente como cuando se detiene para socorrer al capitán perseguido por una turba, pero al darse cuenta de que no puede en contra de ella se retira con prudencia.



Es un patrón justo que reconoce que su capataz es ladrón, pero se lo permite solo enfrentándolo cuando Russo quiere colgarles un robo a unos humildes campesinos. En su familia, El Príncipe ejerce la misma lasitud exigiendo respeto solo cuando se le encabritan como lo hace con Paolo, su hijo mayor. Es su esposa, la princesa Mariastella quien describe su injusticia de Pater Familiae. Ha privilegiado a su hija Concetta por sobre sus otros hijos; quiere más a su sobrino que a Paolo y ha preferido a su amante en Palermo que a su esposa.



Lo que la serie nos narra en seis episodios es como una nueva sociedad y un nuevo monarca alterarán la vida de Frabrizio, y como él se niega a cambiar con los tiempos. La serie comienza ya con un ejemplo de su soberbia que, curiosamente, en él es una virtud. Desafiando el toque de queda impuesto por una revuelta, el Gatopardo llega a Palermo,  acompañado por su capellán, el Padre Pirrone, y su gran danés Benedico. Viene a buscar a su hija Concetta que estudia en un convento.

Con altivez y marrullerías, Frabrizio demuestra que a ‘él nadie lo para ni un capitán del ejército Borbón ni la madre superiora que no quiere dejar marchar a Concetta. El padre PIrrone da un poco de lástima, nadie lo respeta, ni las monjas ni el Príncipe, cuyos hijos se burlan del capellán en la mesa. Benedico es más importante que el curita quien está contento  de tener la protección del Príncipe aunque no su respeto.



Concetta está feliz de volver a su casa donde la reciben amorosamente su madre y sus hermanos, pero le preocupa no ver a su primo Tancredi del que está secretamente enamorada. Va a visitarlo a su mansión cercana y descubre que su primo es un traidor a su casta puesto que se ha vuelto garibaldino y planea irse a Palermo a unirse a los revoltosos en espera de Garibaldi y sus tropas (“Los Mil”). Concetta queda perpleja, pero como es inteligente e intuitiva, le pregunta si acaso no teme perder tanto su casa y titulo.

Ahí Tancredi demuestra su oportunismo, le dice a su prima que para no perder lo suyo debe unirse al bando ganador. Los Borbones llevan las de perder siendo atrasados y corruptos, a diferencia de los Saboya que representan la industria, el progreso y la cultura.  Concetta promete no contar el secreto del primo previa promesa de que él le hará saber por carta que está bien.



La Unificación de Italia

Me detengo aquí un momento para explicar un poco del trasfondo histórico. Al inicio de la serie nos cuentan a grandes rasgos que estamos en el Risorgimento, que Sicilia está a punto de dejar de ser patrimonio de los Borbones y pasar a ser parte de la Italia Unida bajo la Casa de Saboya y que el liberador será Garibaldi. ¿Pero cómo se llegó a eso?

Pues Frabrizio le da una lista a Tancredi de los pueblos que han invadido Sicilia y como no han conseguido cambiarla. Ni tanto así. Sicilia fue una creación del mundo antiguo siendo colonizada por griegos y romanos. Como nos mostró Valhalla,  fue colonizada por los sarracenos y por tres siglos fue musulmana. Fue liberada por los normandos de la casa de Hauteville (Altavila) durante el Medievo para pasar a ser un reducto de los Anjou durante el Renacimiento. Tan insoportable era el yugo angevino que los sicilianos suplicaron ayuda de Don Pedro de Aragón quien les hizo caso y desde ahí hasta 1860, Sicilia fue española.

Cuando la Casa de Austria dio paso a los Borbones, Felipe V le dio el Reino de Nápoles y las Dos Sicilias a su hijo Carlos. Cuando este pasó a ser Carlos III de España, le cedió el puesto a su hermano Fernando. Este sería uno de los gobernantes más ineptos de la historia, retrogrado, bobo y cruel, tanto que el pueblo lo apodó “Rey Bomba”. Su mujer, María Carolina (hermana de María Antonieta), era tan retrograda como el rey y tan ligera de cascos que Napoleón la llamó “Mesalina”. La vimos en la tercera Temporada de Ekaterina.



Hablando de Napoleón, en su campaña de conquista de Europa invadió Italia, creó nuevos reinos, hizo huir a los representantes del Ancien Regime, y puso a sus parientes en los tronos vacíos. Como saben, a Napoleón le llego su Waterloo, los reyes Bonaparte devolvieron sus reinos a los antiguos soberanos y Fernando y Carolina regresaron a Nápoles, pero el paso napoleónico abrió camino a nuevas ideas de libertad, de revolución hasta de republicanismo.

En Italia, estas ideas estaban dirigidas a la expulsión de monarcas anacrónicos y a la unidad de todos los reinos que una vez habían obedecido a la Roma de los Cesares. Se organizaron grupos revolucionarios conocidos como Carbonari. Hubo quienes veían una nueva Italia convertida en una república como Estados Unidos, gente como Garibaldi (que había visto democracias en América Latina) y Giuseppe Mazzini, “Don Pepinno Mazzini” como El Gatopardo lo llama despectivamente en la novela.

Sin embargo, Europa no estaba para republicas ni revoluciones y se llegó a la conclusión de que tendría que ser una monarquía, pero parlamentaria. Ente los gobernantes de los reinos italianos lo más cercano era Carlos Alberto II de Saboya, Rey de Cerdeña quien gobernaba el Piamonte, Génova y la isla de su título.  



En 1848, el año de las revoluciones fracasadas, los milaneses se levantaron en armas en contra del Imperio Austro-Húngaro que gobernaba casi la mitad de Italia. Carlos Alberto los apoyó, como también lo hicieron el Papa y el Rey de Nápoles. Todo en vano puesto que los austriacos les dieron una tunda. Entretanto hubo un alzamiento en Sicilia y el Rey Borbón prefirió ocuparse de sus asuntos antes que apoyar revolucionarios. Este retazo histórico lo habíamos visto en Los Leones de Sicilia.

Las cosas cambiaron en 1858. Al nuevo rey de Cerdeña, Víctor Manuel III, le parecía interesante gobernar sobre una Italia Unida. Garibaldi regresó de su exilio latinoamericano donde había apoyado guerras locales en Brasil y Uruguay. La Casa de Saboya recibió el espaldarazo de Napoleón III y de los banqueros franceses. Ahora si podían hacerle frente a Francisco José. Después de batallas cruciales como Magenta y Solferino, Lombardía, la Toscana, Parma y Módena pasaron a ser parte del reino de Víctor Manuel. Italia ya tomaba forma. Garibaldi y sus Mil expulsaron a Francisco , el ultimo y frágil rey Borbón de Nápoles.



La novela/filme/serie comienza con los partidarios de la unificación a la espera del desembarco de Garibaldi y sus Camisas Rojas en Palermo. A ellos se ha unido Tancredi quien ha cumplido su promesa de escribirle diariamente a su prima. Cuando la correspondencia cesa, la preocupada Concetta comparte su miedo con su padre. El Gatopardo parte a Palermo donde se encuentra con un desastre. El corrupto gobernador ha arrestado a los revolucionarios, con ellos está Tancredi. Frabrizio visita al sobrino en la cárcel y se encuentra un Tancredi socarrón que no cree que les vaya a ocurrir nada malo.

El panorama que le presenta el gobernador al Príncipe de Salina no es tan halagüeño. Quiere fusilar a los revoltosos para sentar un ejemplo. Principalmente quiere ejecutar a un joven de la alta sociedad como lo es el conde Tancredi Falconieri. Frabrizio tendrá que salvar al sobrino cediéndole sus mejores tierras al gobernador. Tancredi no se muestra agradecido, ni siquiera ver el fusilamiento de sus camaradas lo hace más prudente. Apenas puede, retorna a la lucha. Antes declara a su tío una frase que encierra la tesis de la novela “Es preciso que todo cambie para que todo siga igual”. (incluyo la original como la muestra el filme de Visconti)



Cambios y un Nuevo Rey

Efectivamente las cosas cambian. Garibaldi y sus huestes derrocan a los Borbones. Las hermanas de Concetta dejan de cantar arias de Mozart privilegiando las de Verdi (Giuseppe Verdi fue un gran campeón de la unificación de Italia). El gobernador cambia su banda roja por una tricolor y la familia Di Salina lanza flores desde un balcón de Palermo sobre un desfile de Camisas Rojas, entre los que se encuentra Tancredi.



El Príncipe anda con preocupaciones más mundanas. Ha llegado el calor y quiere retirarse a las montañas, a Donnafugata, con su familia. Para eso necesita del permiso del comandante de la plaza, el coronel Bombello, un joven conde milanés, superior de Tancredi (que ahora es capitán). Resulta que las artimañas sicilianas de Frabrizio se pierden en la dureza (“teutona” como la describe el Príncipe) de Bombello que no quiere otorgar privilegios a nadie, ni siquiera a los parientes de sus oficiales.

No cuenta con la astucia del Gatopardo que descubre el lado flaco del coronelito: Concetta. Decide que su familia asistirá a un baile en honor de Garibaldi y ordena que le preparen a su hija favorita un vestido que realce su belleza. Esto provoca la indignación de Paolo que acusa a al padre de querer prostituir a Concetta. Hasta el Padre PIrrone se escandaliza. Paolo lleva las cosas al extremo cuando acusa, en frente de su familia,  a Fabrizio de mantener una querida en Palermo. Esta vez será Mariastella quien, de un bofetón, haga callar a su hijo predilecto.

A pesar de este incidente, los Di Salina van al baile donde Concetta causa sensación. El Gatopardo hace que su hija baile varias piezas con diferentes acompañantes y solo da permiso que lo haga con Bombello cuando este da permiso para el viaje a Donnafugata. Al ver la atención que su prima genera entre sus compañeros oficiales, Tancredi le pide a Concetta que huyan juntos.



Este pedido desconcierta a la jovencita. ¿Para qué huir? Mejor hablar con los padres. Como ve que Tancredi no se decide, Concetta toma el control de su relación y le confiesa al Padre Pirrone que está enamorada de su primo.  El sacerdote comunica la noticia a sus patrones. A Mariastella la idea de un matrimonio entre su hija y su sobrino le parece excelente. Cree que Concetta será una buena influencia sobre Tancredi.

A Frabrizio no le parece tan buena idea, pero el amor que siente por los tortolos le impide entrometerse. En esto la serie difiere del libro donde ll Gattopardo le dice al cura que tal unión es imposible puesto que Tancredi debe casarse con una mujer rica. El tema deja de importar cuando llegan a Donnafugata donde espera esa esposa millonaria a Tancredi, donde Concetta verá sus sueños destrozados y Frabrizio encontrará su peor enemigo, el cambio.

Los Sedara de Donnafugata

Todo esto viene de la mano de Don Calogero Sedara, el alcalde de Donnafugata. Este hombrecillo servil, del que toda la familia Di Salina se ríe por su costumbre de llegar bañado de colonia, se ha convertido, a espaldas del Príncipe, en uno de los hombres más ricos de Sicilia. Gracias a especulación, trampas, robos y otras malas artes, Don Calogero ahora tiene tanta o más influencia que Fabrizio.



La heredera de toda la fortuna Sedara, es Angelica, la hija única del alcalde y Don Calogero la ha educado para que ayude a elevar a su familia. Tal como vimos en Los Leones de Sicilia, el dinero vale poco si no va acompañado de un antiguo título nobiliario. Para atrapar un buen yerno, Sedara ha enviado a Angelica a estudiar a París. La chica es tan ambiciosa como el padre, se sabe hermosa, sensual y lista y se lo hace saber tanto a Fabrizio como a Tancredi.



Desde el momento en que la conocen , el Príncipe y su sobrino son hechizados por esta chica tan sexy, tan audaz, tan exuberante. Lo nota Concetta lo que no aminora su dolor. Angelica coquetea con tío y sobrino, pero el Gatopardo es zorro viejo. Le dice a la osada nueva rica que mejor es un marido joven que un amante viejo.



Tancredi es un caso más complejo, cuando su tío lo interroga sobre sus intenciones con Concetta, el Capitán Falconieri responde “no lo sé “ y se marcha a Palermo. Para cuando retorna a Donnafugata ya ha decidido y le dice a su tío que no ha vuelto por su prima. Es evidente que Tancredi quiere poseer a Angelica, su cuerpo y su fortuna. Al Príncipe Di Salina le queda solo un recurso, pedir la mano de Angelica para su sobrino. Con eso Frabrizio se acarrea la ira de su esposa y el rechazo de su hija.

En confesión, Frabrizio le revela al Padre Pirrone el desprecio y rabia que siente en contra de estos advenedizos que han venido a usurpar su puesto. A su esposa, el Gatopardo le dice que la única manera de enfrentarse al poder económico de Los Sedara es integrando su fortuna a la de ellos. ¿Valdrá la pena esta movida del Príncipe? ¿Realmente puede detener la autoridad de estos nuevos ricos?



Lo más espectacular de esta producciónla más cara hecha en Italiaes su belleza. La belleza de la cinematografía que convierte el paisaje siciliano en un universo de contrastes entre lo seco y desértico y los exuberantes jardines del palacio del Gatopardo. No menor es la belleza de los vestidos y del decorado y la belleza del elenco que me ha recordado mi viejo dicho que en Italia, hasta los feos son lindos.



Bellas también las actuaciones, destacando Kim Rossi Stuart que encarna todo lo que Lampedusa puso en su descripción del Príncipe di Salina. Deva Cassel es decorativa, pero modelo al fin. Es inexpresiva dejándole el terreno del talento a Benedetta Porcarelli que rivaliza con la hija de Monica Bellucci en belleza física y pericia histriónica en un rol que la hace la verdadera heroína de este cuento.



Contenido Violento: Un fusilamiento masivo en el primer episodio

Contenido Sexual y Desnudos: Tancredo enseña cola en el primer episodio, su tío lo hará en el tercero. Ambos desnudos son parte de escenas de baño.

Factor Feminista: Contrario a lo que se sentía en el filme donde todo el poder residía en Angelica que no solo lograba conquistar a una sociedad cerrada, sino también superaba las cadenas impuestas por su ambicioso padre, aquí la lucha por el empoderamiento la bate la tímida e introvertida Concetta.

                               Tancredi y Concetta en la versión  Visconti

La serie se convierte en un viaje vital de la hija de Frabrizio, desde la chica que quiere casarse con el primo, a la mujer desolada que esconde su corazón destrozado en un convento. Es ahí donde su intuición se manifiesta y aprovecha el hábito para acercarse a la amante del padre. Será ella quien le infunda deseos de vivir. Concetta abandona el claustro para tomar las riendas de su hogar.



Factor Diversidad: No hay inclusividad forzada (la característica de Netflix) solo la diferencia (ya presentada en Los Leones de Sicilia) entre los italianos del Norte y los sicilianos.

 

4 comentarios:

  1. I have heard it often said that we think the Italians are lindo because all the beautiful among them are on the telly, but that the people in the streets are actually fugly LOL But generally most people around the Mediterranean are pretty. Croats probably the most because they were not tainted by the Ottomans.
    Have not watched it yet, but I might start this Friday as I do have an empty slot after finishing my fave series ever The Newsreader. I am enjoying everything I am watching right now - Hardacres, Ten Pound Poms, Nine Bodies in a Mexican Morgue, only The Perfect Couple is a bit weak and boring.

    Kim Rossi has always been gorgeous. The girls look pretty but kinda vacant.

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    1. I’m sorry, Gattocito, I waited this long ‘cause I thought you would have seen it already. If I had known I wouldn’t have discussed the ending with your friend the other day in FB.
      When the panic attacks started (on the onset of my menopause) in the first decade of this century, I would spend nights watching the RAI because the sound of Italian language soothed my nerves. I remember watching news where they would show people from all over the pensula, Genoese grandparents, Sicilian fishermen, schoolchildren from Ravenna, calabrese peasants, etc. no matter what age or social class they belonged to, they were invariably good-looking.
      Beauty standards transcend perfect features, weight even age. You can see beauty in someone in a wheelchair. its why real lovely people have no space on the screen since what passes for beauty in front of the cameras is purely artificial. Also, beauty does not need to be connected with sexual attraction. No more gorgeouscreature in the world than a cat, and I wouldn’t want to have intercourse with them!
      One woke idiocy is to proclaim that the world is bound to Eurocentric beauty canons. In American high schools, children were (hope it’s over now) taught that there are only four beauty canons in the world: African, Native American, Asian and Caucasian. broad generalition. Just in Europe we have four or five different beauty canons because people look different according to ethnogeographic factors. Having said that, nothing more beautiful than Mediterranean people. I don’t like Croatians, but they can be gorgeous like Goran Visnic and Eric Bana.
      Going back to Italians, clothing and attitude could be killing that charm and charisma that has , for centuries, turned them in epitomes of loveliness. Netflix, following the woke agenda that shoos away old concepts of prettiness, has flooded their Italian series with ugly people, including Edoardo Scarpetta, but not only them, I Leoni di Sicilia uglified Miriam and Michele. Even My Brilliant Friend that had three seasons of exquisite looking actors, went fugly on its last season.
      I think attitude has a lot to do with the destruction of a tenet. See Matilda de Angelis. Far from fugly, but she seems so obnoxious and arrogant (pretty much like your friend Hehe) that makes her unbearable. So, Il Gattopardo is an exception to the rule, everybody is easy on the eye. Deva is beautiful but she does have that vacant look that makes her seem high all the time. Benedetta, on the other hand, has Renaissance looks and also is very expressive and versatile.

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    2. Oy, don't mention Deva, a gazillionth nepobrat in Hollywood. It would not surprise me if de Angelissima was somebody's daughter too. It is interesting that in Europe we don't really go for beauty when it comes to actors, unless we are talking about the French ones, but in recent years there have been so many of them who look vacant and shallow like models not actors.
      SuperSexo had a very pretty and radiant lady in the cast - Jasmine Trinca.

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    3. Ohh I do want to see Jasmine in La Storia.

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