A la espera de repasar
la Segunda Temporada, creo que ya es hora de contar porque no reseñé la
primera parte de esta western-serie. En tres palabras, me pareció inferior a 1883, encontré la trama exagerada y truculenta, sobre
todo en el segmento de Teonna Rainwater (Aminah Nieves)que aprovechó una triste
tragedia de la vida real para crear una especie de filme de horror tipo “B”.
Hora es entonces de separar lo bueno de lo malo de la serie de Taylor Sheridan
y explicar por qué estoy siguiendo la segunda.
A diferencia de 1883
en la cual teníamos varios personajes enredados en una misma madeja (un viaje a
California)1923 decidió ser ambiciosa. Se concentró en tres tramas semi
separadas o muy tenuemente unidas―una en otro continente― e intentó
desarrollarlas cayendo en un enredo total.
Teonna vs Los
Clérigos Psicópatas
La historia de
Teonna fue la mayor víctima, perdiéndose en una orgia de sangre y violencia. En
vez de retratar la tragedia de los niños nativos secuestrados por el gobierno
de Estados Unidos y separados de sus familias, exageró la nota invitando a los
escépticos a negar tal tragedia. Mas o menos lo que ocurre con los negacionistas
del Holocausto cuando se inventan atrocidades en ficción que aun los maestros
de las atrocidades (léase los nazis) no cometieron. Lo vimos en Hunters y en El Tatuador de Auschwitz.
Es una fea
realidad que las escuelas donde fueron encarcelados estos niños les arrebataron
su identidad étnica (muchas veces a la fuerza). Los pequeños fueron abusados de
todas las maneras posibles. Lo más triste es que no se les dio instrucción
útil, no se les preparó para vivir en el mundo de los blancos. La gran mayoría
de los que las sobrevivieron nunca pudieron ni sobresalir en el mundo exterior,
ni retornar con los suyos.
La historia de
Teonna comienza en una represiva escuela católica perdida en Montana (aunque algunos sitios la localizan en Dakota).
Hay mucho de cierto en su historia como lo son su secuestro y separación de sus
parientes. Eso ocurría y ocurrió hasta más de mediados del siglo XX. La serie
lo refleja en el ir y venir de la abuela de Teonna por diferentes oficinas
gubernamentales intentando dar con el paradero de su nieta. La burocracia insensible,
el desprecio racista de las autoridades y la frustración de la pobre mujer,
ilustran como las instituciones blancas se confabulaban para separar a una
abuela de su hija.
No quiero generalizar
ni calumniar, pero mientras veía 1923 he hablado con alumnos (blancos)
de escuelas católicas que tienen historias de horror sobre sus maestros. Hasta
mi padre, católico practicante, contaba de malos tratos en su primaria en el Sagrado
Corazón una escuela católica elite.
Por otro lado, la educación tanto religiosa como
seglar estuvo acompañada hasta la segunda mitad del siglo XX por castigos
corporales y eso ocurrió en todo el mundo occidental. Lo vemos en dichos como
“Spare the rod, spoil the child” (evita el palo y malcriarás al niño) o en
español “La letra con sangre entra”
Aun con esos precedentes
y con la certificación de historiadores, queda la impresión de que Teonna ha tenido la
desgracia de caer en manos de un particular grupo de psicópatas. Aunque la
presencia de elementos homosexuales y pedófilos entre el profesorado de
internados religiosos ( y aun no religiosos como ocurrió en las public school
inglesas) es reconocida y deplorada, y la Hermana Mary (Jennifer Ehle) exhibe
un supremacismo blanco que la hace ser muy cruel con sus alumnas ( ya que como
dice “debe matar al indio” en ellas) ,ninguna de las monjas parece representar
el mensaje de Cristo.
El caso más
repulsivo, pero representativo de este caos con hábitos, es el Padre Renaud
(Sebastian Roche). Obviamente se trata de un misógino pervertido que goza maltratando
mujeres, sean monjas o niñas nativas, pero también es alguien que pisotea su
misma religión. Lo vemos cuando obliga a la religiosa a recitar la epístola de San
Pablo mientras él le hace pedazos las manos y antes de azotar a Teonna anuncia,
con trono “muahaha!”,que él tiene compasión, pero no misericordia. Aparte de contradictorias,
sus palabras son un rechazo del espíritu cristiano.
No es el único
cura sádico. El posse compuesto por curas con almas de bandoleros ya parece el
de Los Hermanos Dalton. Su misión es perseguir a Teonna, matando a gente a su
paso, y vestidos de negro como en Johnny Guitar. Taylor ha conseguido
usar la iconografía del Far West para esta idea del internado como un castillo-de-irás-y-no-volverás.
Mi impresión,
corroborada por el hecho de que este cuento no se entrecruza con los otros, es
que se lo exigieron a Taylor Sheridan para dar un toque ‘Woke” a su trabajo que
ya la progresía ha catalogado como “conservador”. Es por eso que en vez de denunciar,
de manera sutil y objetiva, el rol gubernamental en esos secuestros de nativos
(también ocurrieron en Canadá y en Australia), se centra en un cuento de
pesadilla de niños esclavizados por engendros inhumanos y desequilibrados.
Aunque muchos
niños no sobrevivieron al internado y separación de los padres, sus muertes fueron
provocadas por hambre, negligencia, incluso suicidio, pero no asesinatos premeditados
y sistemáticos como los que describe la serie. Teonna descubre que ningún
alumno, incluso los graduados, ha retornado al hogar. Eso no está en ningún
testimonio real de los sobrevivientes de estas escuelas.
Una Trama
Truculenta y Sádica
Yo no voy a ver
la segunda temporada por Teonna. No me gusta el tono tremendista y sensacionalista
con la que han enfocado la realidad de ese abuso en contra de los pueblos
nativos. Si quieren relatos más conmovedores y menos distorsionados, vean Dark Winds, donde, en medio de quehaceres policiales ,descubrimos
los horrores de las escuelas del gobierno, las marcas que dejaron en sus
alumnos (todos los personajes principales menos Chee se han graduado de esas
instituciones) y como la discriminación sigue operando sobre el pueblo Navajo
en Los 70.
Tampoco veré lo
nuevo de 1923 por los problemas del rancho. Un error de Sheridan, en su
afán de crear una trama truculenta, fue acabar con todos Los Dutton, me refiero
a la familia que conocimos en 1883. No le basta la melodramática muerte
de Elsa; en un episodio de Yellowstone vimos como James (Tim McGraw)
malherido se arrastró hasta la puerta de la cabaña―predecesora del Rancho
Dutton―para despedirse de su esposa.
Al comienzo de 1923,
la voz cansada del fantasma de Elsa (que rapidito desaparece) nos cuenta que Margaret
Dutton murió de frio y hambre en el rancho después de un crudo invierno . Sus
hijos, el pequeño John y Spencer, que parece que nació cuando Margaret estaba
al borde de la menopausia, sobrevivieron gracias a sus tíos del norte, Jacob y
Cara Dutton.
Ha sido un
desperdicio traer a actores del calibre de Harrison Ford y Dame Helen Mirren
para ocupar roles tan oscuros, amargados y poco queribles. Jacob Dutton es
herido casi al comienzo de la saga y Cara se hace cargo de todo lo del rancho,
de la parte doméstica y de la administrativa. Cuando Jacob se recupera, Cara
vuelve a un sitial secundario. Tal como ha fracasado en su denuncia del racismo
del Oeste, el guion fracasa en su retrato de mujeres fuertes.
Recordemos lo que hizo con Elsa cuyo poder yacía en saber disparar y follar a
quien quería, pero pagó un gran pecio por esa independencia.
El esquema continua
en el retrato de las Mujeres Dutton del Siglo XX. Cuando Cara y Elizabeth
intentan calmar su preocupación ante tanta incertidumbre, horneando un pastel, en
Den of Geek Michael Winn Johnson se queja de que las han
devuelto a la cocina. ¿No se da cuenta que nunca han salido de
ahí? ¿Quién cree que cocina, limpia el baño y hace las camas en el Rancho Dutton?
A mí me caen bien
las Dutton. No me cae bien Jacob y eso viene del primer episodio. 1923 fue un año
de mal clima, malas cosechas y hambruna para el ganado en Montana. Los Dutton
encuentran que en la ladera de un monte de su propiedad todavía queda pasto
para sus reses, pero descubren entre ellas a las ovejas del escoses Banner Cregihton
(Jerome Flynn, mejor conocido como Ser
Bronn de las Aguas Negras). El ovejero declara ante la asociación de ganaderos
que considera deber de buen vecino compartir el pasto. Dutton no lo cree así.
Se le prohíbe a Creighton subir al monte. Lo sigue haciendo y una noche, ambos
bandos se enfrentan. Ganan Los Dutton y Jacob se prepara a matar al escoses.
Yo conozco
bastante de la historia del Lejano Oeste para saber que a los ladrones de
caballos, los cuatreros y todo el que cometiese delitos de propiedad que
afectase el ganado, se le ejecutaba in situ. Aunque para 1923, yo esperaría
soluciones más civilizadas, no me incomoda el linchamiento de Creighton y su
gente, pero el lujo de crueldad me sorprende. Jacob coloca a los hombres sobre
sus cabalgaduras con un lazo al cuello, cualquier movimiento de ellos o sus
caballos provocará su ahorcamiento.
Dutton y su gente
se marchan abandonándolos a una muerte lenta. Al amanecer, solo Creighton ha
sobrevivido a esa tortura y comprendo que quiera venganza. Mas encima Jacob ha
requisado las ovejas y se las regalado a una tribu de Crows.
La venganza se
desencadena luego que los Dutton, en patota, regresan de un paseo. Creighton y
los suyos los emboscan y atacan, matando a John (el último de los Dutton que
conocimos en 1883), a su consuegro y dejando a Jacob malherido. La
esposa de John padre se suicida (le encantan los suicidios a Taylor Sheridan) y
Cara se ve obligada a defender su rancho, y atender a su esposo por varios
meses con la ayuda solo de John Jr. su sobrino nieto, y de Elizabeth, la joven
esposa de éste.
Entretanto, Creighton
se ha conseguido un aliado maquiavélico y diabólico, el millonario ingles
Donald Whitfield (Timothy Dalton) que quiere
hacer fortuna con la minería de Montana. Aparte de sus técnicas mafiosas
para quedarse con el Rancho Dutton, Whitfield es un pervertido sádico que le
gusta maltratar prostitutas y ponerlas en tableaux vivant dándose palos
mutuamente. O sea tiene los gustos de un Joffrey Baratheon.
El Romance de
la Condesa y El Cazador
La pobre Cara solo espera ayuda de una fuente, su sobrino nieto, Spencer quien ha ido a rumiar el trauma que le dejó la Gran Guerra, en la oscura jungla de África. En mi entrada sobre la keniamania hablé de Spencer convertido en un cazador blanco quien encuentra amor y redención en una joven aristócrata inglesa.
Alexandra y Spencer viven varias aventuras que los ponen cerca de la
muerte. Son casi aplastados por una estampida paquidérmica, correteados por
leonas, sobreviven el hundimiento de un barco (antes toman la precaución de que
el capitán los case) en un viaje de regreso a USA donde Los Dutton los esperan
como ultima salvación.
Casados poun capitán de barco (Benjen Stark)
Spencer y su
mujer aterrizan en Marsella, donde al parecer Lady Alexandra ya portaba
plástico, porque se van a comprar ropa y un pasaje en primera clase. Están
cenando al fresco cuando los sorprenden los padres de Alex y su prometido
abandonado, Arthur, que resulta ser un príncipe de la Casa de Windsor. Lo
próximo es que todos abordan el mismo barco, Arthur reta a duelo a Spencer, pierde,
e intenta matarlo. Como es maleta para todo, Arthur acaba cayendo al mar.
Aunque todo indica que se ahogó, en el inicio de la nueva temporada, Alex habla
como si su ex prometido hubiese sobrevivido.
El caso es que el
chapuzón fatal solo sirve para separar a la pareja. A Spencer se lo lleva la
policía y a Alex se la lleva su familia. A gritos , las parejas se comprometen
a reencontrarse en Montana. Ok, de acuerdo, todo este episodio salió directamente de los
romances Arlequín y los Boon&Mills británicos, pero qué refrescante en
comparación con el sadismo y el pesimismo,
de las otras subtramas. Así que ya saben por qué otro motivo estoy
siguiendo la segunda temporada.
¿Vieron la primera temporada de 1923? ¿Les pareció
inferior o superior a 1883? ¿Cuál fue su personaje favorito? ¿Teonna,
Los Dutton de Montana o Los Dutton de África?
Contenido
Violento y Gory: Gente
violenta, animales violentos y un internado católico donde curas y monjas se
comportan como en la Justine del Marqués de Sade. Agréguenle a Donald
Whitfield y sus sesiones sado-masoquistas. ¿Qué más decir?
Contenido
Sexual y Desnudos: A
pesar de que Alex y Spencer hacen el amor hasta en la copa de los árboles, sus
aventuras son sensuales, pero no graficas. Solo venimos a ver sexo y gente
encuerada en los tríos de Whitfield. Antes vimos a Teonna sin ropa, pero no por
motivos sexuales. Su desnudo sirve para reflejar la disciplina militar que
regula hasta la hora del baño de las alumnas y también exhibir las marcas de
los castigos corporales en el cuerpo de la chica nativa.
Contenido Feminista: Aunque es obvio que las mujeres de la
serie se toman el control de sus vidas ( Elizabeth decidiendo compartir el
destino de Jack; Cara manejando el rancho sola; y Alexandra dejando plantado a un
príncipe para llevar una vida de mendiga solo rica en aventuras), lo cierto es
que todas ellas están subordinadas al amor de un hombre. El amor es el catalizador
de su independencia. Solo Teonna logra huir de su cautiverio impulsada por
miedo y dolor físico más que por ansias de libertad o romance.
Factor
Diversidad: La historia de
Teonna, de su familia, del internado infernal, retratan la tragedia de los pueblos nativos de
Estados Unidos. Aparte de los Crow, tenemos la esposa japonesa de Zane, capataz
de Los Dutton, y esas leyes absurdas sobre
quien puede casarse con quien y que variaban de estado a estado. También
tenemos a los áscaris nativos que acompañan a Spencer en sus cacerías. Cuando
un león mata a uno de ellos, Spencer se enfrenta al racismo británico y exige
que se envíe el cadáver a su aldea en un tren de primera clase.
En general, los villanos son europeos. La nobleza y
realeza inglesa que separan a Spencer de su mujer; un inglés (Whitfield) y un
escoses (Creighton) son quienes provocan problemas al Rancho Dutton; Teonna
encuentra sadismo e injusticia a manos de una monja irlandesa y de un cura
francés.
Desde FB de Macarena Muñoz Ramos
ResponderEliminarGracias por etiquetarme, querida. Hace varios días que terminé de ver la segunda y última temporada (declaración hecha cuando se transmitía el último capítulo) y no he tenido tiempo de _despotricar_ contra Sheridan porque vaya caca que resultó esta "precuela" 😒 Lo bien que resultó 1883 con una sola temporada y lo mucho que prometía ver en una serie a gente del calibre de Helen Mirren y Harrison Ford, no parecen haber sido suficientes para sacar adelante unos guiones mal escritos y estructurados sobre todo en la segunda temporada de 1923. Sheridan quiso jugarle al George R. R. Martin matando a personajes importantes o principales sin tentarse el corazón. Remató las historias sin ton ni son, corriendo y de malas. Hizo una mescolanza de géneros y al final, dio más vergüenza que gusto los papelones (en el mal sentido) que hicieron Mirren y Ford.
Seis capítulos fueron pocos y bien podríamos pensar que no había mucho fondo, en el sentido de que el argumento como tal tampoco parecía bien planteado. Sí, ajá, hay que mostrar a los ancestros de John Dutton, de dónde proviene todo lo que conforma Yellowstone. Pero no basta con un Spencer (posible abuelo) casi en plan super héroe, leal, valiente, amoroso y hombre capaz, cuando lo rodean unas historias sin gracia que parecen (y fueron) relleno total y unos gustos muy particulares de Sheridan que quiso complacer.
Para Macarena Muñoz Ramos Holaaa. Puse esta reseña porque no puedo despotricar comtra la segunda sin decir que pasó antes, pero concuerdo contigo totalmente, y los fans de Sheridan tambien. Ca--es como lo mas bonito que se le puede decir. Y cietooo, quiere ser Ser George, el muy atrevido. Y Spencer fue heroico en la primera temporada, pero en la segunda es un buen hue---n. Y nunca entendi por que matar a James y a Margaret, pudieron Harrison y Dame Helen interpretarlos. Es como tener a Elsa de banshee narradora, cuando nadie en su familia la recuerda.
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