jueves, 16 de octubre de 2025

La Baronesa James, Reina del Crimen, y su Inspector Dalgliesh

 


Una sorpresa este verano fue que Acorn está gratis en mi servicio de cable. Eso me permitió ver muchas series, entre ellas, la última adaptación de las novelas policiales que giran en torno de Adam Dalgliesh, poeta y comandante de Scotland Yard. Eso me interesó en su autora, cuya vida fue casi han curiosa como la de su creación.

Autoras de Genero Policial

 Los misterios salidos de la imaginación femenina tienen un dejo muy especial,  desde los icónicos detectives de Dame Agatha Christie hasta la amarga toxicidad de Dame Patricia Highsmith. Entre ambas se encuentra la Baronesa James, y su legendario Adam Dalgliesh.

Conocí a Dalgliesh gracias a mi padre. En Los 80s, se volvió adicto a la adaptación de la BBC que en los Estados Unidos presentaba el espacio Mystery del Masterpiece Theater. Intenté verla un par de veces, pero los relatos policiales no son un género que me apetezca. Aun entonces, la serie me parecía parca, gris, sosa a mis ojos ya acostumbrados al despliegue de Brideshead Revisited o los personajes fascinantes que me ofrecieran Upstairs/Downstairs y La Duquesa de Duke Street, series inglesas por las que no pasan los años.



Estando en la Facultad de Bibliotecología, tuve una amiga que era fanática de las novelas de P.T. James. Cuando le mencioné la serie, la menospreció diciendo que prefería conocer las andanzas del comandante Dalgliesh en papel y no en pantalla. Me imaginé que querría ponerle otra fisonomía al policía ya que no le gustaba el estirado e inexpresivo Roy Marsden que por largo tiempo fue el rostro que la imaginación popular le adjudicó a Dalgliesh.

Algo que mi amiga me informó es que James era hembra. Gran sorpresa para mí. Supuse que si usaba iniciales era por pudor de escribir un género masculino. Sin embargo James publicó por vez primera a comienzos de Los 60 cuando Dame Agatha y Patricia Highsmith no temían revelarse como autoras de novelas policiales.

De hecho mucho antes, Dorothy L. Sayers había creado un detective muy admirado por los conocedores de novelas negras,  Lord Peter Wimsey del Club Bellona. De hecho, el género policial moderno comienza con un relato “Lady Molly de Scotland Yard  escrita en 1910 por la Baronesa Orczy antes de involucrarse en las desventuras del Pimpinela Escarlata.

“La Vida Me Ha Malcriado”

Lo que haya hecho que la Baronesa James intentara ocultar su sexo puede tener más en común con su retraimiento personal (que compartiría su protagonista) que con prejuicios. A diferencia de muchas “Reinas del Crimen”, Phyllis Dorothy James no tuvo acceso ni a comodidades ni a estudios superiores. Provenía de provincia y de un estrato social de clase media que, en algunos momentos de su existencia, llevó el apellido de ‘baja”.

Hija de un empleado de Hacienda, su vida estuvo marcada por enfermedades mentales ajenas que alteraron la propia. Cuando su madre fue internada en un sanatorio para enfermos mentales, la futura Lady James tuvo que abandonar sus estudios para atender casa, hermanos y ganar un sustento. Como su padre, buscó trabajo en oficinas de impuestos internos.



Su vida mejoró durante la Segunda Guerra Mundial cuando se casó con Connor Bantry un médico militar que sería el padre de sus dos hijas, pero el mal hado la perseguía. Acabado el conflicto, el Dr. Bantry comenzó a exhibir señales de fatiga bélica que llevarían a internarlo en un hospital de enfermos mentales. Nuevamente, Phyllis debía convertirse en el sostén económico de un hogar desintegrado. Por el resto de su vida, Connor se la pasaría entrando y saliendo de manicomios. Sus hijas serian criadas por los abuelos paternos.

Phyllis, con la esperanza de ganar más, tomó cursos de administración de hospitales lo que le permitiría trabajar para el recientemente creado Servicio Nacional de Salud.  Entretanto, usό su escaso tiempo libre para escribir ficción. Curiosamente eligió un género que generalmente se asocia con autores varones y así se convirtió en una “Reina del Crimen” cuando publicó en 1962, su primera novela Cover Her Face (Cubridle el rostro) en donde el público por primera vez conocería al Comisario Adam Dalgliesh.



Lo seguiría A Mind for Murder (1963) y Unnatural Causes (1967). Años después, Lady James diría que no tuvo problemas para publicar, que sus libros fueron aceptados inmediatamente, añadiendo “la vida me ha malcriado”. Eso viniendo de quien trabajó arduamente, y sobrevivió dos veces la destrucción de su familia, demuestran el espíritu humilde y generoso de James que siempre fue religiosa y devota anglicana.

La viudez encontró, y liberó, a James en 1964. Ya no tan preocupada por las finanzas familiares, y con dos novelas a las que les había ido bien en el mercado, se atrevió a trasladarse a otro espacio de trabajo, uno mejor remunerado y más prestigioso. Entró a trabajar al Ministerio del Interior (Foreign Office) donde permanecería hasta 1979. Quizás por el tipo de género que había escogido, se la colocó en sitios donde pudiese desarrollar su conocimiento criminológico, laborando primero en la sección de medicina forense y a partir de 1974, siendo magistrado.

Para cuando la Baronesa se retiró a fines de los 70s tenía una sólida reputación como escritora de novelas policiales. Había publicado cuatro novelas de su ciclo Dalgliesh. La tercera, Mortaja para un ruiseñor (mi favorita) se había convertido en un superventas. Sus libros habían sido traducidos y vendidos en el extranjero. Tenía un fandom en ambos lados del Atlántico.



“No Es Mi Idea de Dalgliesh”

Tanta fama acarreó que Dalgliesh mereciese una adaptación de parte de la BBC. La serie tuvo éxito y duró desde 1983 hasta 1988. James no estaba muy contenta con el actor principal, Roy Mardsen, admitiendo que “no es mi idea de Dalgliesh”. A pesar de los resquemores de la autora, la serie Dalgliesh duró un par de temporadas alcanzando para su fin en 1989, a adaptar  todas las novelas publicadas.



Un dato curioso es que no se siguió el orden de la serie. Cubridle el rostro quedó para la segunda temporada, prefiriendo comenzar con Death of a Witness. Tal vez porque en su primer intento de novela negra, P.D. James entró en la onda romántica implicando a su protagonista con una de las sospechosas.

Al final de la novela, la autora nos hacía creer que Dalgliesh y Deborah Riscoe tenían un futuro. El tema no volvió a tocarse, Miss Riscoe no volvió a aparecer y en las dos serie-adaptaciones de las novelas de Dalgliesh, este primer libro pasa a ser uno más de los casos que el detective debe resolver.



A comienzos de este siglo,  Martin Shaw (Inspector Gently) interpretó a Dalgliesh en un trio de las últimas novelas de la saga. Yo solo he visto Death and the Holy Orders y no me impresionó ni la adaptación ni  Shawque me ha encantado como George Gentlyen el rol de Dalgliesh.



De Como una Reina del Crimen se Volvió Baronesa

Para Los 90, la vida de P. D. James estaba dando giros inesperados. Adam Dalgliesh le había abierto las puertas de fama y fortuna. Se compró una mansión llamada Holland Park en su Oxford natal. Fue esa casona la que la reina Isabel II usaría para darle un título nobiliario a esta “reina del crimen”. Anteriormente, Agatha Christie y Ngaio Marsh habían sido honradas con el título honorifico de “Dame”, la ex empleada de hospitales ahora era Baronesa James de Holland Park, la primera en su rubro en ser así honrada.

(NOTA: Lady James sentó un precedente. En 1996, otra Reina del Crimen, Ruth Rendell, recibiría el título de baronesa)

El titulo cambió la vida de Lady James, además de sentarse en el parlamento y tener voz y voto en los asuntos del reino, comenzó a hacer apariciones públicas en programas de televisión presentando un rostro que sus fans reconociesen. En 1991, publicó un amago de autobiografía, tres años después sacó al mercado un estudio sobre cómo escribir misterios policiales

Aunque su última novela de la serie “Dalgliesh” fue publicada en el 2001, antes de morir tenía planes de continuar las aventuras del policía-poeta. En sus últimos años no solo experimentó con la no-ficción. Además exploró otros géneros. En el 2007, publicaba Children of Men, una novela futurista, que Alfonso Cuarón llevaría al cine con Clive Owen y Julienne Moore.



Su último trabajo fue una incursión en el whodunnit histórico (y literario). En Death comes to Pemberley, Lady James obliga a Elizabeth Darcy (de soltera Bennet) y a su marido a hacerlas de detectives para probar la inocencia de su odioso cuñado Wickham. En el 2014, tuvimos una adaptación (puede verse en Amazon Prime) con Anna Maxwell-Martin y Mathew Rhys como Los Darcy y el “slurpy”  Matthew Goode como Wickham.



La Baronesa James de Holland Park falleció en el 2011, víctima del cáncer. Tenía 84 años y dejó un legado de dos hijas, cinco nietos y una obra literaria que solo con la serie de Dalgliesh abarcaba un fandom en cinco continentes.

El Retorno de Dalgliesh

Mas de una década después de la muerte de su creadora, Adam Dalgliesh volvió a pasear su sagacidad criminológica por las pantallas de televisión.  Después de ver a tres Dalgliesh, me quedo con el ultimo, los motivos son que encuentro a Bertie Carvel más efectivo que Roy Mardsen y Martin Shaw, que los nuevos libretos hacen más hincapié en la vida personal del detective que en las adaptaciones anteriores, y que el situar los misterios en Los 70s  convierten esta serie en un drama de época, o drama retro.



La Baronesa James creó un detective muy particular que tiene un alter ego que es poeta publicado y galardonado. Eso hace de Dalgliesh un hombre instruido y sensible. La muerte de su esposa y(y del bebé) en el parto han marcado su psiquis y lo hacen taciturno y lacónico, aunque nunca inhumano. Todos estos datos biográficos fueron nada más que detalles en la primera versión. En esta de Acorn juegan un rol importantísimo en la relación de Dalgliesh con los sospechosos y sus subalternos, además de hacerlo ver los crímenes desde un punto de vista personal.

Yo conocía a Carvel como el protagonista de Jonathan Strange y Mr. Norrell y no me cayó bien, Como todas las fans de la novela de Susanna Clark había soñado con Damian Lewis dando vida al mago Strange. Carvel ni siquiera era pelirrojo y le faltaba carisma y sex-appeal. Ahora esas fallas desaparecen ante características que lo hacen perfecto para el rol. Su cara de palo asaltada a veces por una especie de sonrisa que es más un rictus sarcástico, se funde con su aura de soledad, su compasivo sentido justiciero, y su capacidad de entender las debilidades humanas.



Un detalle curioso de ambas adaptaciones es que no siguen el orden cronológico de los libros. Cubridle la cara ha sido relegada a la Tercera Temporada tal vez por las debilidades de ser un trabajo de principiante, Quizás porque, el alma romántica de Lady James ya le encajaba un posible amorío a su protagonista. Eso no conviene a esta nueva adaptación donde se juega mucho con el trauma que la viudez ha impuesto a Dalgliesh.

Incluso se han deshecho del personaje de Deborah Riscoe, convirtiéndola en la viuda hindú Devi Langridge que trata a Dalgliesh con gran desprecio. Entremedio, para que los lectores no se confundan, vuelve a aflorar el nombre de Emma Levenham, el segundo gran amor que la Baronesa James le inventó a su comisario, luego comandante Dalgliesh.



Mortaja para Un Ruiseñor

Comenzamos entonces esta adaptación con mi favorita “Mortaja para un ruiseñor”. En la versión Roy Mardsen fue la tercera y no me gustó. En el libro, la acción tiene lugar en una escuela de enfermeras en las afueras de Londres donde una estudiante muere envenenada durante una demostración de lavado de estómago. Mientras Dalgliesh investiga, muere otra estudiante, una treintañera de vida un poco disipada (para la época). La investigación descubre affaires, chantajes y hasta una criminal nazi.

En la versión Mardsen escogieron comenzar enfocándose en la segunda víctima, Jo Fallon. Es más joven que en el libro y en los primeros diez minutos le confiesa a una compañera que está embarazada y que planea abortar. Nada de eso está en el libro y no sé por qué decidieron iniciar ahí la historia.

                                Jo Fallon en la primera adaptación  Mas joven que en el libro.

En la versión Carvel, se pasan cinco minutos presentándonos a las alumnas antes del ensayo médico que es una prueba que será presenciada por el medico en jefe (y único varón del plantel). En ese mínimo de tiempo nos quedan claro la personalidad de cada estudiante: las gemelas que hacen todo al unisonó; la gordita que es la mejor alumna pero planea abandonar la enfermería para casarse; la descocada Julia,  Heather Pearce, la bully fanática religiosa; y la tímida Dakers, su víctima.

                                    Las enfermeras al desayuno

De ahí pasamos a la prueba que es interrumpida cuando la leche que es usada como lavativa oral se descubre como un ácido que envenena a Pearce. En un momento de caos y suspenso en que nadie sabe qué hacer y Dakers solo grita histérica. Vemos llegar a Dalgliesh solo e iniciar una investigación que lo lleva conocer a otros personajes, a descubrir secretos insólitos incluso a ser atacado en el bosque.

                               La prueba fatal

El personaje de Jo Fallon es completamente diferente al del libro y al de la primera versión. Está en el hospital por una intoxicación alimenticia. Es joven, bonita, agradable, pero un poco misteriosa. Cuando Dalgliesh la interroga en el hospital descubre que se trata de una admiradora. El amor por la poesía crea un vínculo entre ambos y al inspector lo impresiona más cuando parece que Jo murió por su propia mano. En realidad también fue asesinada.

El Entorno de Dalgliesh

La construcción del episodio establece ciertas características en común de la serie. A la Baronesa le gustaba situar sus misterios en espacios cerrados, fuera una escuela de enfermeras, un culto en la campiña, un laboratorio o un museo. También le gustaba salir de Londres para ir a investigar crímenes en zonas rurales. En esta serie se ha viajado por varias partes de Inglaterra convirtiendo el paisaje sea la costa (The Black Tower) o el campo, en un punto importante de la estética , haciendo hincapié en la belleza de bosques y acantilados, y jugando visualmente con la naturaleza  diurna y nocturna.



Otra característica es la vinculación de Dalgliesh con personajes femeninos que luego son víctimas de crímenes. Es como una reafirmación de su tragedia personal. En The Dark Tower, que tiene lugar en un culto en la zona costera de Norfolk, Dalgliesh vuelve a hacer amistad con dos mujeres que acaban siendo ultimadas por el asesino. Mas importante, el inspector conoce y es auxiliado por una joven sargento de la policía local, Kate Miskin, a quien convence de seguirlo a Scotland Yard.

Miskin se convierte así en una de los auxiliares de Adam Dalgliesh. En los libros lo sigue hasta el final. En esta última adaptación la han hecho más importante. Aparte de hacerla de raza mixta, lo que repercute en su personalidad, la vulnerabilidad y sagacidad femenina de Miskin contrastan con el pragmatismo y serenidad de su jefe. Aun así ambos son retraídos y a la vez necesitan de apoyo emocional.



 En esta última adaptación, el libreto llega más al fondo de la sinergia entre la policía y el comandante Dalgliesh. Es obvio que Kate se ha enamorado del detective poeta y eso explica que desaparezca de la serie para dar paso a la experta en arte Emma Levenham, el romance canon que Lady James regaló a su protagonista. Ente nos, la Profesora Levenham tiene cero química con Dalgliesh y hubiese sido mucho mejor que él correspondiese a los sentimientos de su subalterna.

Debido a que Cover her Face y A Mind to Murder son relegadas a la Tercera Temporada, es solo entonces que Dalgliesh será escoltado por el arrogante detective Massingham. En cambio, en su primer caso (en esta adaptación) conocemos al odioso Charles Masterson interpretado por un Jeremy Irvine muy alejado del Henry Beauchamp de Blood of My Blood. No es solo el bigote lo que los diferencia. Masterson es insoportable, fatuo, inoportuno y perezoso. Un gusto que sea reemplazado por Piers Torran,t que en la serie se llama Daniel, y que a pesar de que se vanagloria de sus estudios en Cambridge, admira a Dalgliesh y busca aprender de él.

Aun así, Masterson es necesario para presentarnos a Dalgliesh y sus circunstancias. Es quien le chismea la viudez del “jefe” a otros. Como lo hace sin compasión, casi en tono jocoso, ya establece que el protagonista es una figura trágica y Masterson es un rufián. En los siguientes episodios, Masterson se convierte en un relleno cómico por su torpeza, su falta de moral (se da un revolcón con una potencial sospechosa) y el racismo con el que impregna su torpe cortejo de Kate. Es un gusto cuando desaparece, pero preferiríamos que su expulsión fuese más estruendosa.



Contenido Violento y Gory: A pesar de los muchos crímenes y de abundancia de cadáveres, no es una serie grafica

Contenido Sexual y Desnudos: Aunque el sexo juega un rol importante en muchos crímenes, y las relaciones clandestinas abundan, no hay desnudos.

Factor Feminista: A pesar de que el protagonismo recae en Dalgliesh, Lady James no escatima personajes femeninos, buenos y malos, victimas y criminales. Dalgliesh a diferencia del detective típico de novela negra no es ni mujeriego ni machista y eso se nota en su relación con Kate Miskin que es más acentuada en la serie.



Factor Diversidad: En sus libros, la Baronesa no se mostró ciega a la diversidad del mundo británico llegando hasta ponerle a Dalgliesh un asistente indio. La serie va más allá sin caer en una diversidad forzada. Por ejemplo el que en Mortaja para un ruiseñor, Dakers sea negra ayuda a hacer a su personaje más patético y sumiso en un espacio donde todas sus compañeras son blancas. En Cover her Face, transformar a los Riscoe en los Metha, una familia angloíndia, permite introducir notas exóticas, prejuicios y hasta racismo de grupos supremacistas. Y hacer a Kate Miskin de raza mixta, le añade otra dimensión al personaje.

                            La sumisa y asustada Dakers

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