domingo, 4 de mayo de 2014

Murió Green: ¿Accidente o Asesinato?: Fin de temporada de Downton Abbey


El final de la Cuarta Temporada de Downton Abbey viene repleto de amores que acaban y otros que inician.  Y una feliz reunión familiar en el bazar del pueblo termina con la noticia de una muerte que puede ser un asesinato.

Amores que acaban
Los padres de Alfred han fallecido lo que motiva su regreso a Yorkshire. Antes le escribe a Ivey para pedirle matrimonio. La propuesta, que nace de lo simpática que estuvo la pinche de cocina la última vez que se vieron, preocupa a Ivey. Mrs. Patmore es pragmática. Si su ayudante no quiere casarse, no debe casarse. Aunque cuchichean, Daisy las descubre. Se indigna al saber que Ivey nuevamente romperá el corazón del hombre que ama.

Mrs. Patmore Y Mr. Carson deciden que por el bien de Daisy no debe estar ahí cuando venga Alfred.  (Ay, no me imagino un empleo donde mis jefes estén preocupados de mis asuntos sentimentales).La mandan a un picnic con su suegro. Como siempre, Mr. Mason está de ver a Daisy, pero le dice que es su deber despedirse “bien” de Alfred. “No habrá mucha gente que ames en la vida”.



Alfred llega a las dependencias de servicio  y  recibe cortésmente sus calabazas. Se da cuenta que ha malinterpretado a Ivey y despreciado a Daisy. Se pone triste al saber que ella no está. En eso llega Daisy, viene corriendo, temerosa de que Alfred ya se haya marchado. Le hace entrega de un canasto de viandas para entretener el estomago durante el viaje.

Alfred hace un amago de proponerle algo romántico, pero Daisy lo detiene. “Te amé” dice, pero su amor quedó en el pasado. Quiere despedirse ahora, pero solo como amiga. Alfred  se da cuenta de lo perdido, y asegura que no volverán a verse. Luego que se marcha el ex lacayo, Mrs. Patmore viene corriendo a consolar a Daisy. “Si fueras mi hija, no estaría mas orgullosa de ti”. Otra vez, “Downton Abbey” me muestra lo valioso de las relaciones entre mujeres, aunque sean supervisoras y  empleadas, amas y criadas.



Amores que comienzan
Lay Violet muy alborotada manda llamar a Isobel. Necesita de su ayuda para otra pequeña crisis doméstica. Lord Merton, el padrino de Mary, viene de visita. Con Robert en USA y Cora ocupadísima con los preparativos del bazar local, no hay quien lo reciba. La Señora Crawley acepta acompañar a la Condesa Viuda a un almuerzo para entretener al visitante.

Lord Merton resulta ser un caballero bien conservado, de trato ameno y que simpatiza con Isobel. Insiste en acompañarla su casa. En el camino mete la pata al preguntarle a Isobel por Matthew olvidando que ha muerto. ¿Qué tipo de padrino es este? No fue a la boda ni al funeral y nunca conoció a marido de la ahijada.
Un poco avergonzado, a despedirse, Lord Merton le cuenta a Isobel que nunca se llevó bien con su mujer.


A día siguiente, Lady Violet llama a su némesis. Lord Merton le ha enviado un hermoso bouquet de flores con una tarjeta que la Dowager por supuesto ha leído. En ella Merton se disculpa por su falta de tacto. ¿Romance ad portas para Isobel?

Otro que anda de posible romance es Tom Branson Estando con Isobel, se reencuentra con La Maestra Sarah Bunting, la chica que conoció en Ripon. Ahora ella ya sabe que Tom es el yerno de Lord Grantham. Insinúa de un modo un poco pesado que Tom ha vendido sus intereses políticos para ser miembro de la oligarquía. Sorprendida ante la falsedad del ataque, Isobel defiende al viudo de Sybil.



Días más tarde, Branson se encuentra a la maestra en la carretera. Su auto ha sufrido un desperfecto. Se sorprende al saber que Tom fue chofer. Le pregunta por qué sigue con Los Grantham. Tom responde que en parte es por su hija, por otro lado, ellos lo han hecho un miembro de la familia Miss Bunting dice que  eso habla bien de los dueños de Downton Abbey, pero que en general a ella no le gusta “ese tipo de gente”. Tom le responde que él no cree en “tipos” pero si en “gente”.

La pareja vuelve a verse durante los preparativos del bazar. Como todos en Downton, Tom está de cabeza ayudando a Cora. Miss Bunting lo ve y burlona dice que los Grantham lo tienen convertido en “una bestia de carga”. Se acerca Cora con los brazos cargados de maceteros. Apenas intercambia algunas palabras con la maestra y no llega a presentarse. Cuando se marcha, Tom le revela a la sorprendida Sarah que esa era su suegra. “También es una bestia de carga” agrega.


El último romance inicia en las cocinas de la Abadía. La Señorita Baxter entabla amistad con Moseley. Su primera intención era descubrir más sobre la relación Anna-Bates, pero pronto comienza a simpatizar con el lacayo. Moseley devela su lado sensible al notar lo solitaria y retraída que es la doncella de Lady Grantham. Se le acerca y le dice qué sabe lo que es sentirse vulnerable. “Me he sentido vulnerable toda la vida” dice Moseley. Añade que aunque no quieran mucho a Barrow en las dependencias de servicio, eso no significa que Baxter no sea bienvenida.



Mas adelante, Baxter comenta lo afortunado que es Mr. Moseley por haber crecido y  vivido siempre entre amigos y gente que la apoya. Moseley se sorprende, nunca había pensado en lo afortunado que es. A final del capitulo, Tomas regresa e inmediatamente interroga a su cómplice. Están en el bazar y Baxter le dice que no ha ocurrido nada digno de mencionar. Barrow con gesto amenazador le recuerda que si le oculta algo, él lo sabrá. Moseley se acerca y con gesto protector se lleva a la doncella.


El breve compromiso de Lady Rose.
Rose cita a su músico en el pueblo. Tom los sorprende muy cariñosos en un salón de té,  se lo cuenta a Mary quien finalmente debe interrogar a Rose. Pero la primita es quien sorprende a lady Crawley cuando anuncia súbitamente que está comprometida y va a casarse con Jack Ross.


Mary, por una vez, no sabe que decir. Rose se ve tan contenta. Habla de su amor, habla de que no le importan los prejuicios ni el que dirán. Pero al final de su gozoso y fogoso discurso suelta un “Y ya quiero ver la cara de mi madre cuando se entere”. Ahí Mary se da cuenta (y nosotros también) de que lo que Rose busca es herir a su madre.

Mary entonces parte a Londres a ve al músico. Es una reunión típica de “Downton Abbey”, muy cortes, muy civilizada y muy dolorosa. Mary le dice a Jack que el verdadero motivo por el cual Rose quiere casarse con el es para escandaliza a Lady Flintshire. Jack sonríe. Su madre sospecha lo mismo. Mrs. Ross tampoco quiere el matrimonio.

 Mary dice temer que Rose tan feliz ahora no soportara lo que sucederá tras su matrimonio. Jack la detiene No piensa casarse con Ross. No le teme al mundo, pero ama demasiado a la chica para exponerla a humillaciones y agravios. Mary se va tranquila, pero un poco triste Mr. Carson tenía razón, Jack Ross es “un tipo decente”.

Un viaje a Suiza

Mary decide que quien cuidará a sus cerditos será el Señor Drew, el inquilino al que su padre ayudó. Va a hacerle la oferta en compañía de Tom e Edith. Drew acepta con gusto. Edith le hace muchos ojitos, y recodando su propensión romántica por granjeros casados, pensé...pero no, Lady Edith quiere a Drew para que adopte a su bebé, y lo crie con los chanchitos. Así se lo hace saber a su tía que se ha presentado súbitamente en Downton Abbey.



Rosemund es de la opinión que al niño hay que regalarlo en el extranjero. Le ofrece a su sobrina llevársela a Suiza para ocultar su vergüenza allá. Cora y Mary se sorprende al saber que su tía pretende irse a Suiza a aprender francés y aun más cuando Edith se ofrece de dama de compañía de Rosemund. . La Condesa no se traga ese cuento. Hace venir a su casa a su hija y sobrina. “A ti no te interesa aprender francés” le dice a Rosemund y exige la verdad. Edith casi rompe a llorar. “Abuelita si te lo cuento, no volverás a hablarme en tu vida". La Condesa Viuda suspira. Con eso Edith confirma sus temores. Ahora quiere detalles.


Por una vez La Dowager concuerda con su hija. Edith debe parir y entregar a su hijo en Suiza. Lo de Drew es una locura. El puede irse de lengua, la cercanía con su hijo puede hacer que Edith suelte su verdad, el niño puede parecerse mucho a su madre, etc. Ofrece pagar todos los gastos del viaje  y se decide que Edith no tendrá que contarle nada sus padres. A pesar de que agradezco el apoyo de Lady Violet y su hija a Edith, y aplaudo su amplitud de mente al evitarle reproches, el pragmatismo y frialdad con el que disponen de un bebé que es de su sangre, me resulta frio y cruel.


Lady Mary tiene las manos llenas
Mary no da abasto, aparte de la granja, de arreglar los entuertos de Rose, de lidiar con romances, sique ocupada con lo de Anna. Lord Illingham regresa a Downton. Ha notado que Blake está haciéndose un espacio en el corazón de La Viuda Crawley y no quiere ceder su puesto. Blake se anota un punto cuando se muestra cariñoso con el pequeño George. También se anotó un punto conmigo. Los ingleses no suelen ser muy cariñosos con los niños.

El regreso de Tony Illingham va acompañado de la siniestra presencia de su valet. Incapaz de contenerse por más tiempo, Anna se sincera con su ama: Green la violó. Mary vuele a enfrentar un dilema. Su sentido de justica la obliga revelar a Tony el tipo de maleante que se encarga de su guardarropa, pero termina por ceder ante los ruegos de Anna.


Cuando Mary (y su doncella) va a Londres a solucionar los enredos de Rose, acepta una invitación a tomar té con Lord Illingham. Este ya ha decidido romper su compromiso, a pesar que May no desea se presionada Todavía no se siente lista para abrir su corazón. Sin embargo, astutamente (nieta de Lady Violet después de todo) utiliza su poder sobre Lord Illingham para exigir que despida a su criado Así sin preguntas y sin explicaciones. Hay algo de medieval en el modo en que May solicita un favor de un pretendiente a que ni siquiera da esperanzas pero Tony es lo suficientemente caballeroso para cumplir el mandato de su dama Total, Green nunca le cayó bien.

Mary regresa mas tranquila a Downton. Anna descubre que en su ausencia su marido se tomó un día de asueto.  Bates es evasivo en revelar que hizo ese día.


Otra buena noticia es que Napier se retira como buen perdedor, dejando de importunar a Mary con su presencia Quien se rehúsa darse por vencido es Blake, a pesar de que Mary también le da su boleto de despedida, pero el socialista no es de los que se retiren sin da pelea.



Para  alegría de toda la familia, Lord Grantham retorna en medio del bazar. Lo que parece va a ser un día perfecto se ensombrece con la llegada de un Tony Illingham muy alterado. Lleva a su dama aparte y la informa que Green ha muerto. Tuvo un accidente fatal y fue arrollado por un carro. Aunque, hasta el momento nadie sospecha que fuera algo premeditado, Lord Illingham desconfía. Le dice a Mary que no puede evitar vincular la muerte de su criado con su exigencia de que lo despidiera.

Mary también entra en sospechas. Se altera muchísimo y se aleja de Tony que viene a perturbarla. En eso se le acerca Charles. Mary de sopetón le hace una pregunta hipotética y enredada. Si supiera que alguien cometió un crimen, pero tuvo buenos motivos para hacerlo, ¿lo acusaría o callaría? Casi ni terminada la pregunta y Blake responde que callaría. En ese momento le hubiera dado un abrazo y casi creo que Mary también tuvo ese impulso. A  veces necesitamos que nos digan lo que queremos oír.


No me gusta la orientación que esta tomando Downton Abbey. Parece que la próxima temporada será de sospechas y un sospechoso. ¿De nuevo tendremos a Bates en la  cárcel? No es como para desear que pase un año pronto. La decisión de Edith de regalar a su hijo tampoco es un prospecto muy alegre para una Quinta Temporada en que lo más prometedor es la relación de Miss Baxter y Mr. Moseley y la posibilidad de Isobel de convertirse en Lady Merton.

Los Grantham se han vuelto una familia aburrida, y su servicio tampoco tiene historia que contar. Pareciera que todos están ahí (incuso Mary) para atender los asuntos ajenos. Y esos asuntos no son muy atractivos: La tragedia que se cierne sobre Los Bates, la próxima locura de Rose, tal vez una visita de los parientes americanos. Cuál es el gancho para que sigamos sintonizados a los quehaceres de Downton Abbey?

Los modelos de la noche
En algo no defraudó este final fue en moda femenina. Aunque repitieron muchos vestidos, el vestuario estuvo de infarto. Desde la gasa azul noche que luce Edith para  contarle su pecado a la abuela, hasta el tres piezas  bicolor que lleva Mary para demandar la cabeza de Green, los vestidos dejaban el ojo cuadrado.


Per mis predilectos son esos tres que Las Crawley y la Prima Rose eligen para ir al bazar. Los tres son parecidos, camiseros veraniegos con mangas capa (sin mangas el de Edith) en telas ligeras y tonos pastel. Mary ha abandonad el luto y viene de gis perla, Rose optó por el color sandia e Edith luce virginal en rosa. Los de Mary y Rose tienen corte en la cadera y falda semi evasee. La diferencia está en el detalle. El de Mar tiene entresacados de encaje, el de su pimita tiene aplicaciones y moños en las caderas. El de Edith es de estilo semi trapecio, con falda de doble capa, tiene un poco de broderie  floral. Todo ayuda a disimular su quinto mes de embarazo.  Los completan con pamelas blancas y zapatos May Jane.

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