domingo, 8 de junio de 2014

Grey´s Anatomy: Final de la decima temporada


El capítulo dedicado a la despedida de Cristina Yang de “su” hospital, el Sloan-Grey Memorial, tuvo todo lo que necesitaba para se un digno (y explosivo) final de temporada que selló la partida de su mejor personaje. Pero también este episodio, titulado "Fear" (Miedo), dijo adiós a dos residentes, y presenciamos las crisis de parejas de la protagonista y de las siempre aproblemadas Callie  y Arizona. Pero tal vez lo mejor han sido los cliffhangers que  nos dejan esperando octubre con ansias.

Tal como a los personajes de la serie, me parecía inconcebible que Yang se marchara, pero ya Sandra Oh había manifestado su decisión de alejarse de la serie que la convirtió en estrella. Aun asi, ni Cristina ni sus compañeros, ni Servidora, estábamos muy seguros de que tomaría ese avión a Zúrich. La misma serie jugó con nuestros sentimientos haciéndonos creer que la Dra. Yang había fallecido en la explosión en el Mall que tuvo en vilo al hospital con una avalancha de heridos, y al país puesto que inicialmente se sospechó que había sido un atentado terrorista.


Justo Cristina había ido a ese mall y Owen Hunt creyó que la había perdido para siempre. (Zúrich queda más cerca que el Cielo de los Ateos). Tremenda actuación de Kevin McKidd que se las arregla para transmitir su angustia sin dejar de ser el profesional acostumbrado a lidiar con crisis médicas. Eso si, le contagia  su aprensión a Alex. Todo un espectáculo ver a nuestro cínico en residencia conmoverse al reencontrarse con Cristina. Por algo ella le deja la mejor recompensa, sus acciones y un puesto en la junta del hospital.


Tenia un poco de miedo a las despedidas, aunque siempre supe que Meredith y su “person” se despedirán con un de sus famosos bailes. El abrazo que Cristina le dio a Bailey fue insuperable, porque ambas doctoras se caracterizan por ser poco demostrativas. Y me encantó que a último momento Ross se colara en el equipaje de su mentora. Nunca los vi como pareja y me molestó que Yang se aprovechara de su subalterno para convertirlo en objeto sexual. Pero ambos aprendieron algo de ese error, y es que su relación siempre será de maestra y alumno y no deben separarse.

Mi mayor ansiedad era por la despedida de Yang y su ex marido. Temía que la hicieran muy cursi o muy fría. Shonda Rimes y su equipo lo solucionaron brillantemente evitando diálogos, permitiendo que ambos actores utilizaran nada mas que la mirada  y gestos en una despedida a través de un cristal mientas Owen está en medio de una cirugía. Les quedó emotiva y preciosa.


Aunque no puedo imaginarme Grey´s Anatomy sin Cristina Yang, no olvido que hay otros cirujanos que merecen y atrapan nuestra atención. Vamos a ver donde quedaron.

Mi pareja favorita, Los Avery, fue lo más flojo de la noche. Estuvo chistoso que la primera persona en el hospital en enterarse de que Jackson va a ser padre sea su ex Stephanie, pero lo emocionado que estaba él al asistir a su primer parto sonó un poco artificial. Casi tanto como la nueva “amistad” entre Catherine y April.

Que April se esconda a llorar en un armario es parte de su personalidad. Que Catherine Avery se ponga a atender heridos durante una crisis nos recuerda que es medico. Que nos haga saber que no siempre fue la mujer poderosa que conocemos, y que alguna vez estuvo expuesta al racismo del Viejo Sur, es una manera de humanizarla.  Pero de ahí a que consuele maternalmente a su nuera y le diga “sweetheart” sonó totalmente fuera de carácter. La pragmática y dominante Catherine debería haberle recordado a April que es una Avery y que los Avery no lloran. Quería mas tensión entre ese par, no que se solucionara tan rápido el conflicto entre suegra y nuera.

Lo que si me gustó fue ver a April dilatando el momento de ponerse el delantal anti radiación (no quería exponer a su bebé a rayos X pero tampoco quería contarle a nadie lo de su embarazo). El modo en que se niega fue tan abrupto como el modo en que Callie descubre instantáneamente la causa tras la negativa. Ver a Callie llorar cuando April le muestra la foto de su sonograma, nos recodó su tragedia. Calíope Ifigenia Torres ha vivido queriendo tener muchos hijos, y saber que ni ella ni su compañera pueden ser madres es un golpe terrible.















También me gustó el sutil modo (fue un capítulo lleno de sutilezas) en que Arizona descubre que Callie no se ha resignado a no tener más hijos. Esperemos que lo de la madre sustituta les traiga un rayo de esperanza. Apuesto a que Stephanie será la del vientre de alquiler.

La última osadía de Miranda Bailey (pensar que un día era ella la que castigaba a los osados) tuvo un final feliz, pero pudo no tenerlo. Tanto ella como Stephanie pusieron sus carreras en peligro y el niño pudo morir. Me preocupa ese mensaje de que los médicos pueden/deben decidir sobre la vida de sus pacientes, y de que en caso de ser el paciente un menor, el facultativo puede/debe pasar por sobre la decisión de padres y tutores. Eso solo se hace cuando existe sospecha de abuso, no era este el caso. Ni Bailey ni Stephanie estaban seguras de que su tratamiento experimental daría el resultado esperado.


Sin embargo, Bailey no se muestra arrepentida. Ni siquiera el saber que lo que hizo por razones humanitarias la ley lo ve como una agresión la hace cambiar de actitud. . Por eso me parece justo castigar su arrogancia destruyendo su sueño de ocupar el sillón que Yang ha dejado vacio en La Junta.

Ver regresar a Leah al hospital de donde fue despedida, sin rencores ni falsos orgullos, dispuesta a ayudar en un momento en que están colapsados los servicios médicos, se vio tiernísimo. Casi tanto como el momento preciso en que comprende que ya está de más y se marcha sin despedidas lacrimógenas ni reproches.


He dejado para el final a la protagonista. Meredith se pasó la hora tratando de embarcar a su amiga rumbo a Suiza. Únicamente cuando ya Cristina estuvo fuera de su vida es que Mer reaccionó y tomó una decisión que aunque a Derek le parezca egoísta, es la acertada. Ella no se va a mudar. Seattle es su tierra,  donde están sus raíces. El Sloan-Grey Memorial es su segundo hogar, su casa ancestral puesto que lleva su apellido, el de su madre y de su hermana. Y eso que Meredith todavía no sabe que tiene otra hermana trabajando en el mismo hospital.



Muchos dicen que inventarle otra hermana a la Dra. Grey es telenovelero, por no decir rebuscado. Yo lo encuentro perfectamente plausible. Una relación clandestina tan longeva y apasionada como la sostenida por Richard y Ellis Grey por fuerza tiene que haber tenido un desliz en el uso de anticonceptivos. Aparte que una mujer tan desordenada en su vida sentimental como lo fue Ellis puede haberse descuidado. No iba abortar puesto que amaba a Richard, pero tampoco iba a cargar con otra hija, para colmo ilegitima y mulata.


Todo coincide y me encanta la idea de que el Dr. Webber finalmente tenga una hija biológica. ¿Cómo lo tomará Catherine? En cuanto a Meredith, no va a ser muy distinto a como fue con Lexi. Frialdad y resentimiento al comienzo, luego gran cariño.  No estoy diciendo que Maggie sea Lexi. Nunca habrá otra "Little Grey", como nunca mas habrá otra Cristina, pero Maggie puede ser la nueva “person” en la vida de Meredith.

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