jueves, 20 de diciembre de 2018

Amigas estupendas y niñas escritoras: Para los que extrañan My Brilliant Friend



Acabada la lectura de las Novelas Napolitanas o visto el último episodio de “My Brilliant Friend”,  llega ese momento en que se te abre el apetito por mas cuentos parecidos. Si no te ocurre a ti, le ocurre a una amiga o a una parienta. Teniendo en cuenta la temporada navideña, he hecho una mini lista de lecturas (algunas audiovisuales) de una abigarrada colección de relatos que, en algunos aspectos, se asemejan a la obra de Elena Ferrante. Si no saben que regalar a las adictas de Lila y Lenú, aquí a lo mejor encuentran una idea.

La necesidad de hacer la lista abigarrada es porque no hay relato que abarque todos los temas de La Ferrante: niñas que se conocen desde la infancia, amistad-competencia, barrios peligrosos, la necesidad de estudiar para salir de pobre, etc. Para mucha gente las Dos amigas (así se llama el cuarteto en castellano) es un cuento sobre la amistad. Por eso cuando buscaba historias similares, en Google me salían Ana de las Tejas Verdes, El Color Purpura o Mujercitas. En realidad, el lazo que une a Lila y Lenú es más complejo, y por ende más frágil, y está subordinado a su vida en el Rione y a los sueños de superación de Lenú.

LIBROS
Peyton Place (La Caldera del Diablo) de Grace Metallious, 1956

En 1956, en la verdadera Peyton Place (Gilmonton, New Hampshire) querían linchar a Grace Metallious por exponer los secretos de sus habitantes, lo que le ocurre a Lenú en la cuarta novela.  En vez de un Rione aquí tenemos todo un pueblito lleno de violencia y malevolencia oculta bajo un apego a las tradiciones.
Mi primer Peyton Place (en castellano)

La historia es narrada en tercera persona, pero el mayor punto de vista es el de Allison Mackenzie, una niña de trece años, solitaria, amiga de los libros y que se siente como un pez fuera de agua tanto en su escuela como en casa con una madre viuda que la ignora o intenta controlarla. Allison inicia una amistad con Selena Cross, una chica del lado pobre del pueblo, que vive en una choza, hacinada con su madre, su hermanito menor y su brutal padrastro.

Selena y Allison no tienen nada en común, solo un desesperado sueño de huir del pueblo (por razones muy diferentes). A medida que crezcan, sus destinos y caminos se irán desligando. Allison comenzará a escribir para el periódico local y a tener una amistad romántica con el tímido Norman (una especie de Alfonso Carracci). En cambio, Selena, reconocida por su belleza, tendrá un romance con un chico rico y encontrará trabajo en la tienda de la madre de Allison.  
Diane Varsi como Allison y Russ Tamblyn como Norman en el filme.

Después de su graduación de secundaria, Allison que ha ganado un concurso de cuentos, huye a Nueva York a buscar fama y fortuna. Solo unos años más tarde, ya convertida en escritora, regresará a Peyton Place a descubrir el terrible secreto de Selena.
Hope Lange como Selena Cross

Este libro que tendría una secuela Retorno a Peyton Place, tuvo una versión fílmica y una famosísima serie de televisión “La Caldera del Diablo”, pero ninguna de las adaptaciones fue fiel al texto original. Lo recomiendo como lectura ya que muestra la lucha entre dos niñas igualmente atrapadas, a pesar de venir de diferentes clases sociales, en un mundo pequeño hipócrita y represivo que castiga cualquier error que comete una mujer sea tener una hija fuera del matrimonio o ser tan hermosa que atraiga el interés del hombre equivocado.

Emily Toth en Inside Peyton Place: The Life of Grace Metalious ha notado que para ser una novela de los 50, la escritora no solo trata temas audaces, sino que también establece lo que hoy consideraríamos un código feminista. Una mujer no merece ni ser golpeada, ni ser violada;  un aborto puede ser un salvavidas en muchos casos; y una mujer tiene derecho a ser independiente.
Connie Mackenzie (Lana Turner) consuela a Selena

Aunque Allison sufre tres romances traumáticos, su carrera literaria la satisface. Selena, victima de los hombres, encuentra apoyo en un médico que antepone el bienestar de su paciente antes que la ley, y mujeres que le dan una mano como Connie McKenzie. Aunque no existen los Solara, en Peyton Place la voz del amo es la del millonario Lesley Harrington. Su hijo Rodney (que en ocasiones humilla a Allison) es una especie de Marcello Solara y muere en un accidente precisamente por ser “manilargo”.
Rodney (Ryan O'Neal) y Allison (Mia Farrow) en la serie de televisión

The Prime of Miss Jean Brodie (La primavera de una solterona) Muriel Sparks, 1961

En la Edimburgo de los Años 30, Sandy Stranger y Jenny Grey son compañeras de clase en la escuela de señoritas Marcia Blaine. Cuando pasan a ser parte de un grupo exclusivo de alumnas reclutadas por su brillante y excéntrica maestra, la Señorita Brodie, las niñas comienzan una amistad basada en que ambas son soñadoras, y a sus once años están obsesionadas con descubrir lo que es el sexo y el amor.
Dame Maggie Smith como Miss Brodie

Jenny (Diane Grayson) y Sandy (Pamela Franklin)

 Sus fantasías cristalizan en un manuscrito que comienzan a redactar sobre el novio de Miss Brodie, que reaparece tras creérsele muerto en batalla. Sandy trasciende el manuscrito con una serie de historias románticas que hilvana en su imaginación y que suelen tener a Miss Brodie de protagonista. 
Sandy y Jenny en una puesta en escena de "La Primavera"

La vida romántica de la solterona obsesiona a sus alumnas ya que pronto toda la escuela sabe que los únicos maestros varones, el Profesor Lowter de música y Teddy Lloyd maestro de arte, están enamorados de ella. Brodie ama a Lloyd que es casado, por lo que inicia un affaire con Gordon Lowther.
Mary sorprende a Miss Brodie besándose con el maestro de arte

A medida que las chicas van creciendo, Sandy y Jenny se distancian, la última está obsesionada con convertirse en actriz. Sandy se convierte en la confidente de Miss Brodie así se entera del plan de la maestra. Ya que no puede tener a Teddy empujará a una de sus alumnas a la cama del maestro de arte, sus candidatas son Jenny o Rose, una alumna ya famosa por su sex-appeal. Sandy, molesta al no ser candidata, comienza a sentir fastidio por su maestra y desea superarla.

Durante el verano cuando las chicas ya tienen diecisiete años, a Teddy se les ocurre pintarlas y una a una van a casa del maestro a modelar. Sandy se hace amiga de la esposa de Teddy y comienza a pasar más tiempo que sus compañeras con los Lloyd. Nota que en todos los cuadros el pintor se las ha arreglado para que la modelo se parezca a Miss Brodie. Sandy se burla de Teddy diciendo que él intenta pintar “una Miss Brodie gigante”. Molesto, la besa la fuerza y luego se ríe de ella diciéndole que es “feíta”.


Picada en su orgullo, Sandy vuelve a la casa cuando sabe que la esposa de Teddy se ha ido de viaje con los niños y lo seduce. Miss Brodie se entera (no por Sandy) y se muestra complacida. Pero Sandy está empeñada en tener a Teddy para ella e insiste en que se olvide de la maestra. Cuando fracasa en su intento, busca otra manera de neutralizar a Miss Brodie. Sabiendo que la directora de la escuela quiere obligar a Miss Brodie a jubilarse antes de tiempo, va a verla y le dice que la maestra es fascista.
Sandy posa para Teddy Lloyd

Miss Brodie es obligada a retirarse, la directora tiene la crueldad de decirle que una de sus “niñas” la ha delatado. Unos años después, Miss Brodie, muere de tristeza y en la pobreza. Sandy la ve esporádicamente y la aburre que la maestra esté obsesionada en descubrir quien la traicionó. Sandy estudia psicología, no consigue ni que Teddy se divorcie ni que olvide a Miss Brodie. Deprimida, entra a un convento donde profesa. Ya en el claustro escribe y publica un tratado de filosofía que se convierte en un bestseller.

Debido a su estatus de escritora famosa, se le permiten visitas. Jenny, ahora actriz, la visita y le dice que antes de morir, Miss Brodie se preguntó si era Sandy quien la había traicionado. “No se puede hablar de traición cuando hay alguien que no merece lealtad” es la respuesta de la monja. Sin embargo cuando un periodista le pregunta cual fue su mayor influencia Sandy responderá "Miss Brodie".
Sandy y el periodista en la puesta en escena de la obra.

De La Primavera se han hecho una versión fílmica, una obra de teatro y una serie de televisión de siete episodios. Esta última que, por suerte, está en YouTube completa, es una belleza (aunque solo conserva lo básico del libro) gracias a las actuaciones de Geraldine McEwan como la maestra y Linsay Baxter como Sandy.

 La película de 1966 le ameritó a Dame Maggie Smith un Oscar y un Bafta, pero se ha resumido mucho y lo mejor, las aventuras literarias de Sandy y Jenny, los relatos que Sandy crea en su imaginación y las portentosas clases de Miss Brodie que incluyen anécdotas históricas, referencias culturales, consejos de belleza y la filosofía existencial de la maestra, se han eliminado por completo.

Memoires d’une jeunne fille de rangee (Memorias de una joven formal o Memoirs of a Dutiful Daughter) de Simone de Beauvoir, 1958


Es ya hecho establecido que los cuatro volúmenes de las Memorias de Simone de Beauvoir son un ejemplo de falsedades y verdades a medias. Entre ellos el más rescatable, el más genuino e irónicamente, el más literario es el primer tomo publicada en castellano como Memorias de una hija de familia (o una joven formal en la traducción argentina) y Memoirs of a Dutiful Daughter en inglés.
Esta es la versión que lei.

En este libro Simone cuenta su vida desde su nacimiento hasta sus veintiún años, época en que inició su relación sentimental con Jean Paul Sartre. Antes es todo un mosaico de relaciones familiares, estudios, veranos en el campo, primos, abuelos y tíos por doquier, y lecturas y experimentos literarios. Aunque en resumen parezca aburrido, es una lectura entretenida, llena de personajes interesantes y experiencias que conducen a la creación de una escritora.

Simone nace en 1908 en el seno de una familia de clase media. Su padre es un abogado agnóstico de familia levemente aristocrática, su madre es católica ferviente. Simone y su hermana Poupette gozan de los privilegios de una familia burguesa, pero también asumen obligaciones y límites. A pesar de la educación tradicional, los padres son lectores voraces. A Simone le es permitido leer a destajo (con pequeñas censuras que ella rápidamente aprende a superar) a la vez que sus padres le fomentan el hábito de escribir sus propios cuentos.
Simone, su madre y su hermana

Simone los recompensa siendo una niña simpática y precoz. A partir de su entrada al instituto Adeline Dossier, se convierte en una estudiante modelo. Su padre se envanece diciendo “Simone piensa como un hombre”. Se espera que acabado los estudios curse una carrera, eso porque ya para su adolescencia, está claro que la fortuna familiar está perdida. Sin dote, no se puede esperar que atrape un buen partido. Simone está condenada a ganarse la vida, algo que para sus padres es una desdicha y que para la futura filosofa es una vía de libertad.

Por muy estudiante modelo que sea, Simone, a sus diez años, conocerá la competencia en la presencia de Elisabeth “Zaza” Mabille (Elisabeth Lacoin en la vida real), su nueva compañera de curso. Zaza es vivaz, tiene iniciativa y es independiente de cuerpo y espíritu. En clase se atreve a desafiar intelectualmente a las maestras y a diferencia de Simone, tiene permiso de transitar sola las calles parisinas. Simone admira y envidia la agilidad física, belleza e intelecto de quien se convertirá en su mejor amiga. Se sorprende ante el hecho de que la familia de Zaza, de clase media alta, sean diferentes a la suya pesar de ser católicos tradicionalistas.
Zaza y Simone

La madre de Zaza es quien manda en la familia, su marido respeta su intelecto ya que se han casado por amor. La relación entre Madame Mabille y sus nueve hijos es de mutua tolerancia y complicidad y muy afectuosa. Eso hace que Zaza desarrolle su propia manera de pensar y que se la transmita a su amiga.

De Zaza, Simone adquirirá ideas sobre la igualdad de los sexos, la importancia de casarse por amor y no por obligación, y la necesidad de una relación de pareja en la que exista el respeto mutuo. Para su pubertad, cuando Simone se llena de granos y lucha por no parecer desgarbada, Zaza es hermosa y vital. Simone la adora, pero es consciente que esa adoración no es reciproca.

De esa amistad tenemos no solo el recuento de las memorias escrita casi treinta años después de los hechos, sino también los diarios adolescentes de La Beauvoir, que su hija adoptiva, Sylvie Le Bron, publicó. Además, se ha publicado (no sé si en traducción) la correspondencia entre Zaza y Simone. Es de ahí que nos enteramos de que la gran crisis familiar en la casa Mabille ocurre cuando se descubre que casi al final de su adolescencia Zaza, ha entrado en amores con su primo André.

Hijo de padres que han hecho fortuna en Chile, André, aunque emparentado con los Mabille, es de clase más alta. Su familia ve a Zaza como una cazadora de fortunas. Madame Mabille se horroriza al saber que su hija ha intercambiado besos apasionados con el primo. La complicidad entre ambas acaba.

De las cartas se deduce que Zaza sufre terriblemente, que su gran apoyo es Simone a la que por fin reconoce como gran amiga. En su desesperación incluso contempla el suicidio, la detiene su fuerte fe religiosa. Irónicamente Simone ha perdido la suya. Tras pasar su bachillerato, y mientras Zaza es enclaustrada y vigilada por su familia, Simone descubre una nueva libertad que va más allá de las aulas de la Sorbona. Se corta el cabello, va al cine, y amparada por sus primos Madeleine y Jacques, comienza a frecuentar bares.

Se enamora perdidamente de Jacques, pero los gustos caros del primo lo empujan a un matrimonio de conveniencia. Simone descubre lo que es sufrir un corazón roto. Se consuela con nuevas amistades. Aunque fracasa al intentar impresionar a Simone Weil, otro futuro filosofo Maurice Merleau Ponti (a quien en las Memorias Simone llamará Jean Pradelle) se convierte en su amigo. Simone lo presenta con Zaza y ambos simpatizan. Simone también entabla una gran amistad con el poeta Rene Meahu (a quien llamara Herbaud en sus Memorias.   La amistad con Herbaud (que la presentará con Sartre) es escandalosa al tratarse de un hombre casado.
Maurice Merleau-Ponty

Tras descubrir que Simone es atea, Madame Mabille intenta separarla de Zaza. La Familia Mabille envía a Zaza a Berlín esperando alejarla de la influencia nefasta de Simone. En Berlín, Zaza se libera e inicia amistad con un joven alemán Hans Miller. Su madre se aparece en Berlín y Zaza cae bajo su yugo nuevamente. Aun así, a su regreso a Paris, Zaza se reencuentra con Pradelle e inician un romance. Por razones familiares, Pradelle no puede casarse todavía. Madame Mabille prohíbe esa relación. Ocupada con el inicio de su propio romance con Sartre, Simone no tiene tiempo para su amiga y no nota la crisis que se avecina.

El estrés le provoca una fiebre cerebral en Zaza. No soporta estar dividida entre las dos personas que más quiere. En estado delirante se aparece (y sin sombrero lo que entonces era muy mal visto en una dama) en casa de la madre de Pradell, le pregunta por qué se opone a su noviazgo. Zaza es llevada al hospital. 

Su madre aterrada da permiso para el compromiso con Pradell. La madre de Pradelle hace lo mismo, pero es demasiado tarde. Zaza se despide de su madre diciéndole que es “la oveja negra de la familia”. Pierde la lucidez, sus últimas palabras son para solicitar “tráiganme a Simone, Pradelle, mi violín y champaña”.

Simone destrozada escribirá en su diario” Zaza ha muerto”, luego ninguna palabra. Un año más tarde escribirá que todavía no se repone del duelo. Es consenso entre los biógrafos de la filosofa feminista que Zaza fue una gran influencia en su vida, desde sus ideas hasta posiblemente su efebofilia.
Tumba de Zaza

Treinta años más tarde La Beauvoir elige terminar sus memorias no hablando de Sartre sino de Zaza. Dirá que su amiga se le aparecerá en sueños el resto de su vida con miradas de reproche puesto que ambas esperaban luchar juntas en contra de su destino. El libro acaba con una frase que Lenú podría haber escrito de Lila: “Por mucho tiempo, he creído que pagué mi libertad con su muerte”.

Evvie de Vera Caspary (1960)

Vera Caspary fue una famosa novelista y guionista de Hollywood, autora de Noirs sobre mujeres independientes como Laura, Bedelía y La Gardenia Azul. Evvie escrita ya en la madurez de Caspary es la que considero su mejor novela. Mas allá de un misterio o de novela negra, es un texto nostálgico y autobiográfico sobre la amistad de dos jóvenes independientes en el Chicago de Al Capone.
Vera Caspary

La historia es narrada como un largo flashback, por Louise Goodman una veinteañera judía liberada (léase ya ha tenido un amante) que aspira publicar su novela. Mientras se espera, se gana la vida en una agencia de publicidad de Chicago donde es la única mujer. Es Peggy de “Mad Men”, cuarenta años antes del auge de Madison Avenue. Su jefe, Carl Busch, es una especie de Don Draper de quien Louise está locamente enamorada. A pesar de que se le insinúa de todas las maneras posibles, Carl se hace el loco y Louise cree que es porque la respeta demasiado y porque conoció al difunto padre de la chica.
Esta fue la Evvie que leí

Carl invita a Louise a almorzar, siendo el cumpleaños de Evvie, extiende la invitación para incluirla. Más tarde, Evvie convence a Louise que su jefe si la ve como mujer. Louise se olvida que ella misma describe a Evvie como alguien que siempre dice lo que los demás desean oír. Durante el almuerzo y a través de la novela, Louise y la misma Evvie nos cuentan sobre su relación.

Evvie es la hija de un tenor que abandonó a su madre. La madre usa a los hombres para escalar socialmente. Evvie y Louise se conocieron en la escuela. Desde entonces, Louise la idolatra (hasta el punto de vender sus libros más caros para pagarle un aborto) por la belleza y personalidad extravagante de su amiga.

En el primer capítulo, Evvie recuerda como junto con la madre de Louise, organizaron su cumpleaños número catorce en la cual invitaron chicos, bailaron el tango y jugaron al “correo” (un juego de besos). Ya en ese recuerdo, se siente la inferioridad de Louise respecto a la hermosa Evvie que siempre es la preferida por los hombres.Evvie también ha sido parte de los esfuerzos literarios de su amiga, interpretando a Amy Robsart en una adaptación que la adolescente Louise hizo de Kenilworth de Sir Walter Scott.

La madre de Evvie se casa con un millonario que adopta a la chica legalmente.  Evvie es enviada a un colegio fino y a los diecisiete años se casa con otro millonario que resulta ser un borracho golpeador. Tras el divorcio, Evvie busca a Louise y deciden vivir juntas. A pesar de que Evvie ha trabajado como modelo y bailarina, ahora está dedicada a pintar y a tomar clases de ballet. El cheque mensual de su exmarido se encarga de sus gastos.

Evvie y Louise comparten la mima vida social en bares clandestinos donde La Ley Seca es burlada y donde sirven martinis en demitasses (los tazones son para el verdadero café), en fiestas con alcohol ilegal fabricado en tinas, y compartiendo amistades entre las que sobresalen los pretendientes de Evvie. Louise teme por Evvie, que es generosa y compasiva, pero gusta relacionarse con hombres peligrosos. Esto queda en evidencia una tarde en que, en un restaurant, la pintora atrae la mirada de un gánster. Poco después, Evvie comienza a recibir regalos y especula sino vienen de Lucas “El silencioso”.

La situación empeora cuando Evvie le cuenta a Louise que ha conocido al hombre de su vida al que quiere incluso para padre de sus hijos. Evvie se niega a revelar la identidad de su amante. Louise sospecha que se trata de Lucas. La sospecha aumenta cuando al regresar de un fin de semana con su ex, Louise descubre que Evvie ha sido asesinada. La subsiguiente investigación y el diario secreto de Evvie revelarán que ha mentido a Louise y que la ha traicionado vilmente.

 La novela termina con Louise yéndose a Nueva York, donde hace nuevos amigos, donde su carrera literaria esta a punto de despegar. En una fiesta, Louise tiene un vago recuerdo de Evvie porque una invitada usa un perfume parecido. Aun así, Louise no deja que el fantasma de su amiga le impida vivir.

PELICULAS
“Riding in Cars with Boys” (Los chicos de mi vida) 2001.

Basada en la autobiografía de Beverly D’Onofrio, este filme del 2001 es protagonizado por Drew Barrymore y la desaparecida Brittany Murphy. He escogido el filme sobre el libro porque guionista y directora (Penny Marshall) cambiaron bastante la historia acercándola un poco a las novelas ferrantinas con su hincapié en la amistad de Bev y Faye, el deseo de Bev de superarse y escribir para huir (no de un barrio sino de un mal matrimonio) y la visión de un estricto hogar italoamericano.
Bev y Faye embarazadas

En el libro hay mayor énfasis en la vida familiar de Bev y los códigos que gobiernan las vidas de ella y sus amigas. ES interesante contrastarlos con las vidas de Lila y Lenú. En casa de Bev, el único hijo varón recibe todos los mimos paternos, pero tiene terminantemente prohibido golpear a sus hermanas.

También (y por eso el titulo es tan significativo) describen un ritual que en mi época se conocía como “cruising”. En las noches del fin de semana (sábado por la noche para las nenas judías) el ritual era pasear por alguna arteria comercial viendo tiendas y observando a los chicos con autos que surcaban la calle. Muchas veces se detenían a conversar con las niñas, y a veces nos invitaban a subirnos al auto. La que se subía era porque había mucha confianza o se deseaba tener algún tipo de encuentro sexual, sino era mejor conversar a vista y paciencia del público.Es tan común esa costumbre, que el padre de Bev, el policía Leo, le prohíbe montarse en el auto de un chico antes de cumplir los dieciséis años.

Pero vamos a la cinta. Es 1965, y en un pueblo de Connecticut, Beverly (Drew Barrymore) de quince años sueña con graduarse e ir a la universidad. Su otro sueño es un romance con Sky un chico que no le lleva de apunte. Cuando ella y Faye (Brittany Murphy), su mejor amiga, van a una fiesta, Bev se las arregla para meterle una declaración de amor a Sky en el bolsillo. Este la lee en voz alta. 

Humillada Bev se esconde en el baño. Un chico de mala reputación llamado Ray Hazek (Steve Hahn) golpea a Sky. En agradecimiento, Bev le entrega a Ray su virginidad. Faye también hace lo mismo con su novio Bobby (Desmond Harrington), pero es porque él se va a Vietnam.

Un par de meses después, Bev se encuentra embarazada. Tras un cómico ensayo de contárselo a sus padres en el que Faye adopta el rol del padre de Bev, esta le da la noticia a Ray que ofrece casarse con ella. Bev acepta más por complacer a sus padres que por conservar el bebé. 

La boda es un fiasco y la humillada novia es blanco de desprecio de los invitados capitaneados por un desilusionado Leo (James Woods). Para consolar a Bev, Faye anuncia públicamente que está embarazada y que también tendrán que despreciarla a ella.

Aunque el padre de Faye quiere que su hija regale al bebé, Bobby se casa con ella antes de irse a la guerra. Bev y Faye se consuelan de haber perdido su oportunidad de terminar la secundaria, con la idea de que tendrán hijas que serán tan unidas como las madres. La primera gran desilusión de Bev es parir un varón. Faye tiene una hija, Amelia.

Pasa el tiempo, Ray resulta ser inmaduro e irresponsable. Bev odia llevar la casa y cuidar de Jason, a pesar de que su madre la ayuda. Bev continúa estudiando, consigue terminar la secundaria y postula a un programa de literatura y redacción en una universidad cercana, pero se ve obligada a llevar a Jason a su entrevista lo que es un desastre. Ahí Bev comienza a sentir que no quiere a su hijo.

Un amigo universitario de Bev la convence de que debe irse a California donde les será más fácil estudiar y encontrar quien cuide del niño, pero Ray se gasta el dinero. Beverly descubre que su marido es drogadicto. Quiere divorciarse, pero nuevamente sus padres la empujan a hacer lo correcto. 

Ellos quieren hacerse cargo de Jason mientras Bev ayuda a Ray en su proceso de rehabilitación. Pero Ray es incapaz de dejar la droga, y por el bien de su hijo, acepta alejarse. Jason no se lo perdona a su madre.Faye (ahora divorciada) está sufriendo problemas económicos. Bev que está luchando para ahorrar para su universidad, también necesita dinero. 

Ambas ponen un negocio secando en sus hornos la marihuana de un amigo de Ray quien les paga $200 por hora. Jason delata a su madre con su abuelo. Leo arresta a las secadoras de yerba. El hermano de Faye (usando el dinero que las chicas han ganado) las saca de la cárcel, pero obliga a Faye a irse a Arizona con su hija y a prometer que nunca más vera a Beverly.
Jason y el abuelo Leo

Dolida, Bev acusa a Jason de haber arruinado su vida y  de separarla de Faye,  ahora el estará para siempre lejos de Amelia, a la que el niño adora. Les tomará diez años, hacer las paces. Para entonces, Bev ya tiene un título universitario, está a punto de publicar su libro y Jason es un universitario.

Tras una discusión en que ambos acaban culpándose mutuamente, Bev descubre que su hijo ha mantenido contacto con Faye y es novio de Amelia. Ella le entrega su auto al “chico de su vida” para que vaya en busca de la novia. En medio de la carretera, Bev llama al otro “chico de su vida” para montarse en su auto. Este es Leo, su padre.

“Stella”, 2008

Una pequeña gema del cine independiente francés es este relato autobiográfico de la directora Sylvie Verheyde. En 1977, en las afueras de Paris vive Stella (Leora Barbara), su piso queda arriba del bar regentado por sus padres donde se congrega todo el bajo mundo parisino. 
Stella y su padre

A sus once años, Stella vive casi sin reglas, ve televisión hasta tarde, juega billar y póker con maleantes, ama el futbol y las canciones románticas, y su corazón está dividido entre Alain Delon y Alain (Guillaume Depardieu) el líder de una banda de robacoches. Stella tiene un hermano mayor, una abuela que vive en provincia, un padre al que adora, y una madre seca y un poco amargada, que impone disciplina en la familia.

La vida de Stella cambia cuando, por razones inexplicables, es enviada a estudiar a una escuela en un barrio elegante. Stella se siente incomoda entre chicas “que se acuestan a las ocho de la noche”, saca malas notas y cuando sus compañeras se burlan de ella, reacciona con violencia. La madre es llamada por la directora y Stella es amenazada con ser expulsada. La madre enojada le dice a Stella que acabará como ella siendo una camarera ignorante.

A la clase de Stella llega Gladys (Melissa Rodríguez), una niña judía argentina, que viene huyendo de la dictadura militar. Stella admira a Gladys que es buena estudiante y una gran lectora.

 Hacen amistad, Stella lleva a Gladys a su casa y visita a los argentinos. El padre de Gladys es psiquiatra especialista en problemas de adolescencia. La familia es tranquila y muy diferente a la de Stella. Bajo la influencia de Gladys y de la maestra de historia, Stella se vuelve lectora y sube sus notas.

Su cuerpo y su mundo van cambiando. Le llega la regla que su padre celebra dándole tragos gratis a los amigos (muy diferente a lo que pasan Lila y Lenú), pero los cambios la alejan de su pasado. “Te voy a echar de menos” dice Alain. Stella se sorprende, si ella no se va a ningún lado. Pero los Alain son reemplazados en su corazón por un chico de carne y hueso. Stella y Gladys irrumpen en una fiesta donde Stella no ha sido invitada y ella consigue bailar con el chico de sus sueños.

Pero no todo es positivo. Bubu, un vecino de Stella al que ella conoce de siempre, la invita a su piso e intenta violarla. La pobre Stella logra huir, pero no se atreve a contarle a nadie. Ni siquiera a Gladys, pero cuando duerme en casa de su amiga le ruega que no apague la luz. Gladys acostumbrada a gente traumatizada lo hace, sin preguntar. 

Sin embargo, la rabia que guarda Stella por dentro estalla cuando ve a su madre besuqueándose con otro hombre. La niña toma el arma del padre y expulsa al intruso de su casa.  La película termina en una nota de esperanza, cuando las buenas notas de Stella le permiten seguir a Gladis a la secundaria.



“Julia”, 1977

Lillian Hellman fue una gran dramaturgo, pero más mentirosa que Simone de Beauvoir. En su autobiografía Pentimento (1973) incluyó un capítulo sobre una supuesta amiga de su adolescencia, la millonaria neoyorquina Julia que lideró un grupo antifascista en la Alemania Nazi. Según Hellmann, en 1937 y por pedido de Julia, ella fue a Alemania (de paso a Moscú) cargando una fortuna clandestina para ayudar a la resistencia.

Tiempo después de publicado Pentimento, Hellmann recibió una carta de una psiquiatra neoyorquina, Muriel Gardiner, que denotaba sorpresa puesto que la historia de Julia era la suya, solo que la doctora no conocía a la escritora ni en pintura. Hellmann no se dignó a responder y Gardiner acudió a los medios. Su curiosidad era saber si existía la verdadera Julia y cómo no se habían conocido siendo colaboradoras de la misma causa.

Aunque nunca hubo una demanda legal, antes de morir en 1985, la Dra. Gardiner escribió un libro (Code Name "Mary") sobre sus actividades en la resistencia germana, actividades corroboradas por amigos, colegas y custodios de documentos históricos. Hellman, hasta su muerte, juró que Gardiner y Julia no eran la misma persona, a pesar de que se demostró públicamente que la única estadounidense involucrada en la resistencia era Muriel Gardiner. Después de fallecida la psiquiatra, Sheila Isenberg escriió su biografia bajo el título de Muriel's War.



En medio de esta controversia, Hollywood compró los derechos sobre el capítulo, se adaptó un libreto y en 1977 debutaba en pantalla “Julia”. Dirigida por Fred Zimmerman, el filme es un clásico y le ameritó Oscares a Vanessa Redgrave y Jason Robards, y un Bafta como mejor filme del año. Su única falla es que es presentada como “una historia real”. Si hacemos eso a un lado, queda un excelente recuento de amistad femenina.
Lisa Pelikan como Julia y Susan Jones como Lily

La historia comienza en un chalet en la Nueva Inglaterra donde la autora Lillian Hellman (Jane Fonda) está viviendo con su amante, el novelista Dashiell Hammeth (Jason Robards). Hellman sufre de bloqueo de escritor y no puede acabar su obra maestra (posiblemente The Children’s Hour). A ratos recuerda o recibe cartas de su mejor amiga, la aristocrática Julia (Vanessa Redgrave) con quien se crio (cómo es que la hija de un vendedor de zapatos judío tiene amistad con una millonaria de Park Avenue es un misterio).


Lily recuerda sus vacaciones con Julia quien siempre ha sido más política que ella. Desde pequeña, Julia desdeñaba sus privilegios y expresaba ante a su familia su descontento con las desigualdades sociales. Al mismo tiempo, Lily y Julia soñaban con ir a Paris juntas, se iban de camping y a pasear en bote. En una ocasión, siguiendo a Julia, Lily casi cae en un rio. Julia la rescata, pero le dice que la próxima vez deberá cruzar sola y que debe dominar su miedo.

Mientras Lily permanece en Estados Unidos luchando por abrirse camino en el teatro, Julia parte a Londres a estudiar medicina. Un par de años más tarde las amigas se reencuentran. Julia está feliz. Ha sido aceptada por Freud como discípula. Viaja a Viena a estudiar psiquiatría. Las amigas permanecen en contacto vía cartas.
Vanessa Redgrave como Julia adulta

De visita en Viena en 1934, Lily busca a Julia y descubre que su amiga está en el hospital. Aparentemente, los Nazis (durante su intento de derrocar el gobierno de Dollfuss) irrumpieron en la universidad para golpear al alumnado y docentes judíos, Julia se les enfrentó y la lanzaron desde un segundo piso. Lily que no sabe alemán llega al hospital y se encuentra a Julia casi momificada e inconsciente. La visita todos los días hasta que súbitamente Julia desaparece y el gran misterio es que las autoridades médicas niegan haberla tenido como paciente. Lily regresa a America sin saber nada de su amiga.
Lily visita a Julia en Viena

En 1937, Lily está en París preparándose para asistir a una conferencia de escritores en Moscú (en realidad Hellman fue a Moscú a hacerse un aborto y viajó vía Austria). Antes de partir, recibe la visita del misterioso Señor Johann (Maximilian Schell) que dice ser amigo de Julia y colaborador de ella en la resistencia antinazi. Julia tiene un pedido para su amiga. Necesita que cambie la ruta y haga una parada en Berlín para entregarle $50.000 que servirán para ayudar a su grupo. Le recuerda a Lily que no debe dejar que el miedo la controle. El que sea judía es un punto en su contra (ya me imagino que los Nazis no estarán contentos de verla), pero Julia confía en Lily mas que nadie en el mundo.
El Señor Johann

A pesar de que en la vida real Hellman era una mujer agresiva, segura de sí misma, y con mucho carácter, Jane Fonda la interpreta como lo opuesto a la valerosa Julia. Aun así, acepta la misión, y aunque comete muchas torpezas, logra llegar a Berlín, encontrarse con Julia y entregarle el dinero camuflado en su sombrero y una caja de bombones. 


En un breve interludio, acompañado de ostras y champaña, en un restaurant cerca de la estación, Julia le cuenta a Lily que tiene una hija (también llamada Lily) viviendo con un panadero y su mujer en Alsacia. Desea que Hellman se la lleve a America y la crie. Las amigas se despiden con esa promesa.

Poco después, Lily recibe noticia de que Julia ha ido asesinada por los nazis. Va a Alsacia, pero no puede encontrar a la hija de su amiga. Trata de entrevistarse con los parientes de Julia, pero estos se niegan a recibirla. Desolada, regresa a America y a Hammeth.

“Old Acquaintance”, 1944

Cuando escribí mi reseña sobre “My Brilliant Friend” dije que la amistad entre Lenú y Lila era parecida a la rivalidad entre Joan Crawford y Bette Davis en “Feud”. Echándole un vistazo a la carrera de la Davis, noto que se especializó en este tipo de fime de mujeres compitiendo entre ellas y “Vieja Amistad” es el mejor ejemplo. Sobre todo, porque para variar, Bette y Miriam Hopkins se odiaban. El que la Davis se hubiera acostado con el marido de su coprotagonista ayudaba a esa rabia y celos que se manifiestan en pantalla.

Kit Harlow (Davis) y Millie (Hopkins) se han criado juntas y siempre han soñado con ser escritoras. Pero Millie opta por casarse y criar una hija, mientras Kit se dedica a su carrera. Cuando Kit publica su primera novela, la envidiosa Millie decide que ella puede ser hacerlo mejor. Se dedica entonces a escribir una serie de novelas románticas que le acarrean fama y fortuna, pero la hacen perder el afecto de su marido y de su hija. De hecho, ambos prefieren la compañía de Kit.

La trama se cifra en un momento en que ambas gozan de gran popularidad y vuelven a encontrarse. Millie descubre que Preston (John Loder), que se ha divorciado de ella, siempre ha estado enamorado de Kit. Ella le correspondía, pero por respeto a Millie nunca quiso tener nada con él. Didi (Dolores Moran), la hija de Millie confiesa que ama a Kit más que a su madre. Para colmo, Kit va a casarse con su joven amante (Gig Young). Millie, roída por la envidia, decide hacer lo imposible por destrozar la felicidad de su ‘vieja amistad”.

¿Y en español?
Al terminar la lista noté algo. A pesar de que se puede encontrar el tema en escenarios europeos y norteamericanos, no pude encontrar bildungsromans cifrados en amistades femeninas en la literatura hispanoparlante. Lo más cercano son las telenovelas. ¿Por qué motivo encontramos amigas solidarias y barrios violentos y claustrofóbicos en telenovelas de Emilio Larrosa y Luis de Llano y no en la literatura?

No hay mayor acoso que el que sufre en su barrio Maricruz (Adela Noriega) en” Quinceañera”. Como Lila y Lenú, Maricruz descubrirá la diferencia entre una verdadera amiga (Beatriz) y una envidiosa (Leonor) con quien se ha criado. ¡Y El Memo (Sebastián Ligarde) es mucho más violento que Marcello Solara y ni tiene auto!

Desde sus inicios la telenovela ha exaltado el compañerismo entre mujeres, pero también los peligros de la rivalidad. Yolanda Vargas Dulché escribió sobre amigas dispuestas a sacrificarse por otra en “María Isabel” y “Encrucijada”, pero describió también los peligros de chicas que por envidia o por salir de pobre, rompen el corazón de sus amigas (Rubí), tal como Lila romperá el corazón de Lenú. Y si hablamos de muchachas que estudian y buscan superarse para salir de un mal barrio, ahí tenemos a la abogada Teresa, que como Lila no se detiene ante nada. Así se podría decir de Lila lo que se dice de Teresa “Me das miedo”.
Amigas solidarias, amigas y rivales, y la que quería salir del barrio

Espero la lista les sirva. ¡Feliz Navidad!


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