“The Balmoral
Test”, como el episodio anterior, fue una serie de altos y bajos. Mas altos que
bajos, excelente interactuación Thatcher-Windsor, más algunas escenas inventadas
que bien pudieron ocurrir.
En Familia con
Los Windsor
Concuerdo con
nuestra Gatita Honoraria, Norah Frías que los primeros capítulos son una carnicería,
escena tras escena de cacería o pesca. Estos Windsor (en realidad toda la
aristocracia británica, no se olviden de la cacería de pobres zorros) viven
matando animales, ni siquiera para comerselos, sino para colgarlos en las
paredes.
El título de la serie se refiere a al ardid que inventó la Reina Victoria como una manera de determinar si algún conocido merecía ser parte de su círculo social. Obviamente, en los casos de la Reina Madre, de Wallis Simpson y Felipe (ni hablar de Kate y Meghan) la interrogante era si merecían ser parte de la familia.
En el mismo
episodio tenemos a dos mujeres ser sometidas al complejo set de reglas de
etiqueta que forman parte del examen. Diana aprueba con la nota más alta, la
Primera Ministra saca un “0”. Pero lo importante (y eso deberíamos saberlo los
que agonizábamos cada vez que nos colgaban en un examen) es que la prueba es
inservible e irrelevante.
Thatcher vuelve a Londres y cambia la política
británica, deshaciéndose de los miembros de su gabinete que son los que
inventan estupideces como el Test Balmoral, porque todo lo que se hace en la
Familia Real se imita en la aristocracia. Los Downties, los amantes de
Brideshead Revisited y de las novelas de Nancy Mitford, sabemos que estos juegos
mamertos (y yo que fui a una escuela inglesa tuve que aprender a jugar todos
esas boberías como charadas, y Sardinas) son parte de esos aburridos fines de
semana en las country houses, donde además de jugar y matar animales, lo
más interesante es el corridor creeping (las folladas a medianoche y siempre
con parejas ajenas).
Por eso sonó tan falso cuando Camilla se negó
a ir a Balmoral. En la vida real, los Parker-Bowles eran parte importante del círculo
del Príncipe de Gales, habían pasado el test y eran a menudo invitados a
Balmoral. Lo que, si es cierto—y mucho humilló a Diana enterarse— fue
que tanto Kanga como Camilla (las dos maitresses du roi) dieron el visto
bueno a la chica Spencer y, como todos, apresuraron al Príncipe de Gales a
pedir su mano.
Por otro lado, el
leitmotiv del cuento, el ciervo herido, nunca existió. Es una metáfora
repetitiva de Morgan que no quiere a los animales sino no sería tan sádico de
mostrárnoslos sufriendo o despedazados. Yo me preguntaba si el pobre Bambi era
una metáfora para Diana o de Margaret Thatcher, pero finalmente Carlos dijo que
era él que se sentía como el ciervo.
El Verdadero
Cortejo de Lady Di
A propósito,
tampoco Felipe obligó a su hijo a pedir la mano de Diana, inmediatamente después
de Balmoral. Lo hizo cuando Carlos ya llevaba seis meses viéndose en público
con Lady Di. Felipe le escribió una carta diciéndole que estaba arruinando la reputación
de la chica así que la dejaba o se casaba con ella. Carlos no quería soltar a Diana,
así que le propuso matrimonio.
Este capítulo tiene lugar en septiembre del 80. Diana y Carlos han tenido su primera cita en Cowes. En el yate real, Diana ha conocido al Duque de Edimburgo. La historia de que Felipe y su futura nuera se fueron a cazar al codiciado ciervo es ficticia, pero es lindísima. Casi tanto como Thatcher recitando “No Enemies” de Charles Mackay (me encantó como lo pronunció “macai” no como aquí que decimos “makei”). Tiene razón esta mega señora. Si vas a hacer un trabajo con ahínco, vas a cosechar enemigos, contrarios, gente que te critica. Eso no significa que estés equivocado o haciéndolo mal.
También me gustó
mucho la segunda cita de Carlos y Diana. Efectivamente fueron a oír un Réquiem
de Verdi en el Royal Albert Hall chaperoneados por Lady Fermoy (Georgie Hall de
“Call the Midwife”), abuela materna de Lady Di. Diana era una amante de la música
de todos los tipos y creo que debe haber gozado de la velada y que ya estaba enamoradísima
del Príncipe.
Aunque me gustó
el recuento de la visita de Diana a Balmoral, no es del todo fidedigno. No era
la primera visita de Diana Spencer a la residencia real escocesa y ya conocía
casi todos los presentes. Ese recibimiento casi militar de su abuela tampoco es
histórico. Lady Di se vino a quedar con su hermana Lady Jane Fellowes y su cuñado
John. Este era secretario de la Reina por lo que se les había asignado una
residencia dentro de la propiedad.
Diana tuvo más independencia
en esa visita, a pesar de que Carlos (que según palabras de la Princesa estaba “obsesionado”
con ella) la llamaba diariamente para integrarla a los planes diarios de su
familia, Tal como en la serie, Diana destacaba por su simpatía y sencillez. El
único tropiezo fue cuando los paparazzi descubrieron a la pareja pasando por un
bosque y Diana tuvo que huir. Aunque usaría un pañuelo para cubrir su cabeza en
las próximas excursiones al aire libre, ya la noticia se había regado y a su
regreso a Londres debería Diana enfrentar el cerco implacable de la prensa.
Cosas que Me
han Dejado Incomoda.
¿Según la serie,
la Princesa Margarita es bipolar? Porque no se entiende que sea frívola, esnob
y maleducada con su tocaya Thatcher, para, en unos episodios más adelante, sea
la voz de la razón, la única que se oponga a la boda de Carlos y la que arme
escandalo al saber que sus primas están encerradas en un manicomio. ¿Como puede
ser en un momento tan fanática de protocolos, y reglas que protegen a la
monarquía, y al otro abogar por los más atropellados por esas reglas?
Su Majestad nunca
ha sido una Twiggy, y su mamá engordó en su vejez, ¿pero tienen que
mostrárnoslas chalchetudas y barrigonas?
No aguanto los
ojos de Emma Corrin, son tan inexpresivos que la hacen verse más marioneta que
Josh O’Connor que ya parece Petrushka. A ratos se ven duros, fríos como los de Samantha
Morton. Uno de los mayores atributos de Diana, antes de casarse, era su mirada
límpida, llena de humor y deseo de agradar, ya luego la tristeza opacó sus ojos,
y al final tenía una mirada torva.
Algo que muchos
parecen no entender es que, aunque en realidad Margaret Thatcher odiaba ir a
Balmoral no era por sentirse menospreciada. Se necesitaba más que Los Windsor en
famille para conseguir rebajar a la Dama de Hierro. El problema es que,
para una trabajólica como La Thatcher, era inconcebible perder un tiempo
precioso en charadas y en perseguir ciervos por las Highlands.
Pareciera que
Morgan en su implacable ataque frontal a la monarquía esté perdiendo
imaginación y repita recursos dramáticos. En el capítulo anterior es la
carta-consejo que recuerda la carta que la Reina recibe de su abuela a la
muerte de su padre, y a los consejos del Duque de Windsor al Príncipe de Gales.
También la muerte súbita cuya noticia recibe alguien que esta disgustado con la
persona fallecida (Felipe y Cecilia, el Duque de Windsor y su madre, Carlos y
Lord Mountbatten).
Otro momento de
Deja Vu para mí fue la cacería final del pobre ciervo herido. Me recordó el
primer episodio de la serie cuando el Rey Jorge despierta a Felipe y se lo
lleva a cazar patos en Wolferton Splash. La diferencia es que el rey aprovecha
de explicarle al Duque de Edimburgo lo que significa casarse con un futuro monarca,
lo que le espera, lo que se espera de un consorte real, “ella es tu trabajo”. ¿Qué
hubiese pasado si Felipe en vez de preguntarle a Lady Di sobre cuanto cobraba
por limpiar baños, le hubiese explicado las trampas y peligros de unirse a La Familia
Real? ¿Lo hubiese escuchado ella?
Me gustó este capítulo, da ciertas esperanzas (vanas, lo sé ajjaja) de que las cosas van a salir mas o menos bien, antes de que todo se vaya a la...
ResponderEliminarMe gustó la escena de Diana y Felipe y hubiera sido lindo que mostraran más de esta relación en los siguiente capítulos. Me dejó bastante wtf que después de haberla mostrado sentirse cómoda con los Windsor, en los capítulos siguientes (antes del casamiento y las peleas) estos la ignoraran completamente, creo que ya te lo había comentado.
Amo todas las escenas de Thatcher, encuentro que Gillian lo hace fantástico.
Margarita siempre ha sido un poco incosistente como personaje, verdad? Además de que su historia ha sido bastante cambiada, por lo que tú has comentado en años anteriores.
Estoy un poco atrasada en los comentarios, enero ha sido una extensión del 2020 para mí, pero en febrero ya me relajaré! Ahí de a poco leeré todo!
Saludos!
Tranqui Gatita Any y más que bienvenida. Estamos viviendo un momento en que tenemos que organizar nuestro tiempo y prioridades, así que te agradezco que dediques un espacio para esta serie que me saturó, superó y sofocó. Una de las razones es su esquizofrenia. ¿Si Diana sabe meterse a La Familia Real en el bolsillo, como es que después lloriquea que no la quieren, que no sabe cómo darles en el gusto? ¿Si Diana y Felipe tuvieron tan gran relación como es que al final el la amenaza de muerte? Ya probé hace unos años que tal amenaza solo nació de la mente enferma del padre de Dodi. Hasta el final, Diana llamaba “Pa” a Felipe. Hay cartas que lo atestiguan. Cartas en las que Felipe le dice que no entiende como Carlos puede cambiarla por camilla. Pero el Duque comete el error de recordarle que ella también ha metido la pata y eso descoloco a Diana. No soportaba que nadie le echase la culpa de nada. Se veía como victima total. En sus grabaciones diana narra ese encuentro con Felipe y dice que el le dijo que si seguía portándose mal (amantes, entrevistas malintencionadas, insistencia en divorcio) se la iba a privar de su título de Alteza (algo que ocurrió) y de la custodia de los niños. Esa fue la amenaza, y que ella le respondió “sabes Phil, mi título es más antiguo que el tuyo”. Extraño, porque ella siempre le decía Pa.
EliminarDe ahí, Diana le cobró un odio feroz al suegro. Sobre un intento de asesinato, el único en contarlo y convencer a El Fayed fue el diseñador de modas Roberto Devorik que Diana le dijo un día sobre su suegro “El me odia y quiere que desaparezca” Difícil creer en una amenaza real. Sobre todo, porque parte del comportamiento errático de Diana, incluía esa manía de persecución que la separó de mucha gente. A su mayordomo le decía que Carlos provocaría un accidente que la mataría, pero no para casarse con Camilla (“Camilla es solo un señuelo”) sino con Tiggy Legge-Bourke, la nana de sus hijos (¡!!)
Gillian ha estado muy bien, aunque un poco caricaturesca. es una gran actriz, me alegro de que le haya dado la bota a Morgan.
Margarita es....una creación de Morgan. No se parece en nada a la de la realidad.