lunes, 27 de noviembre de 2023

Por Qué Guerreras Es Más Veraz que World on Fire

 


Un poco antes de comenzar la Segunda Temporada de World on Fire, vi de nuevo la primera. Volvieron a aplastarme sus falsedades y errores, sobre todo en lo concerniente a Polonia. Por suerte en estos días, he podido ver una excelente serie polaca, Wojenne dziewczyny que en inglés se llama War Girls o Wartime Girls (Guerreras en español)  y que repara todos esos yerros. Se las recomiendo como punto de comparación.

Uno de mis regalos de cumpleaños fue una suscripción mensual a una plataforma llamada Chaiflicks. Aunque su especialidad es el streaming de cine, televisión y documentales israelíes, también incluye en su biblioteca series europeas sobre la Segunda Guerra Mundial. Creo que esa fue la gran razón por la que solicité el regalo.

Es el único servicio en la Unión Americana que ofrece esta serie que, aun siendo drama de época , (por lo tanto, más costoso), ha alcanzado cinco temporadas. Debe tener algo bueno para que incluso le hayan puesto subtítulos para pasarla en España. Yo diría que su mayor mérito es que , a pesar de tratarse de una serie femenina, su retrato se acerca a la brutal realidad que vivió la nación polaca entre 1939 y 1945.



Una Ladrona, Una Enfermera y una Judía

Comenzamos con un prólogo en septiembre de 1939. Marysia Joachim ( Alexandra Pisula de Krol) una violinista de buena familia ve como su vida se da vuelta al llegar los alemanes a Lodz y al perder su padre su fortuna solo por ser judío. 



Pasamos a Varsovia, los bombardeos alemanes encuentran a la ladronzuela Ewka (Vanessa Aleksander) en la cárcel y a la enfermerita Irena “Irka ” (Marta Mazurek) atendiendo heridos. Después que las bombas acaban con el hospital donde trabaja, Irka se las arregla para retornar a su casona en las afueras de Varsovia. El padre, hermano y novio de Irka están en el ejército.



Saltamos dos años al verano de 1941. En Lodz la familia de Marysia es internada en el ghetto. Ella consigue huir a Varsovia donde espera encontrarse con un colega de su padre que es custodio de la fortuna de su familia. Se lleva un chasco. El nervioso abogado le dice que el dinero está invertido en Zúrich y no puede ir a buscarlo. Cuando Marysia lo acusa de robo, el abogado la expulsa de su casa, tras regresarle una cantidad misera (equivalente a $200)

Marysia decide regresar a Lodz. Está tan cansada que se queda dormida en un banco de la estación. Aparece Ewka, anda libre y sigue robando. Un mirada a la judía soñolienta y Ewka nota que es presa fácil. Se acerca y le abre el bolso,  robándole el dinero. Un guardia alemán encuentra que Marysia tiene cara de judía.  La despierta exigiéndole sus documentos,  nota que son falsos y se dispone a arrestarla.



Ewka, apiadada, y en un acto bien inverosímil le quita el arma. En una estación llena de gente, las muchachas secuestran al alemán, lo llevan a un baño,  lo dejan ahí maniatado y amordazado y nadie las detiene. Hasta el fin de la temporada, hasta el fin de la serie,  nunca más se mencionó esta maniobra que en la vida real suscitaría una investigación y una represalia. No se preocupen por esta falla, que una de las virtudes de la serie es que va aumentando su crescendo hasta sacar a las protagonistas de su zona de confort exponiéndolas a la brutalidad nazi.



Entretanto, Ewka decide llevar a Marysia a pie hasta su pueblo. La ladrona tiene un familia disfuncional con el padre preso por robo y una madre que más o menos parece haber instalado una taberna para malvivientes en su cocina. Ewka esconde a Marysia en su granero y se marcha a casa de sus vecinos, los Szczesny, la familia de Irka.

Desde su infancia que Ewka ha sido protegida por sus vecinos (su madre era su criada) que desconocen su prontuario criminal. El padre de Irka es prisionero. Su novio Kamil está desaparecido, solo su hermano Witek ha regresado del frente. Sin la empresa del padre, la madre ha instalado una tintorería en su casa. Witek está  con la resistencia, pero sus parientes no saben de sus actividades puesto que él no desea involucrarlas.

Como han cerrado universidades y escuelas, Irka sigue estudiando química en una escuela clandestina en casa de uno de sus ex catedráticos, pero desea luchar, como su hermano, contra el invasor. Ewka le ofrece esa oportunidad proponiéndole que le dé albergue a Marysia.



El Peligro de los Volksdeutrche

Antes de eso, Domaraszek un volksdeutsche (polaco de origen alemán) encuentra a Marysia. Le ve cara de judía e intenta violarla. Como tiene el arma que le quitaron al alemán, Marysia le dispara a quemarropa. Creyéndolo muerto, Ewka y Marysia lo arrojan al Vístula. Domaraszek no está muerto,  sale del agua, y ya desde el hospital exige venganza. . Así vemos las represalias germanas,  incluso cuando no se trata de un soldado,  ni siquiera de un alemán. La SS arresta a la madre de Ewka y a sus vecinos y los lleva a la temida prisión de Pawiak.



Irka solicita la ayuda de su hermano. Le recuerda que su grupo ha sacado gente de Pawiak. Witek tiene dudas. Han sacado personas importantes, pero ante las suplicas de Ewka y de Irka acepta hablar con una guardia. Esta exige una fuerte cantidad. A las chicas se les ocurre asaltar la casa de Domaraszcek, aprovechando que el volksdeutsche está en el hospital, y consiguen una fuerte cantidad, pero al salir son sorprendidas por la Gestapo que arresta a Irka.

Cambia la situación. Es arriesgado sacar a más de una persona de Pawiak. Obviamente, Witek privilegia la huida de su hermana. Desesperada, Ewka va en busa de su ex amante. Azur ahora trabaja en la embajada española, pero conserva sus vínculos con el bajo mundo. Las chicas descubren que hay un SS llamado Burkhe en Pawiak que,  por dinero,  sacará a las prisioneras.



Entretanto, Irka comparte celda con una resistente que está siendo brutamente torturada. Antes de morir, suplica a Irka que vengue su muerte. El culpable fue un delator volksdeutsche llamado Sommer.

Sin consultar con Witek,  las chicas hacen un arreglo con una guardia que les comunica donde Burkhe (el SS corrupto) entregará a las prisioneras. Ese encuentro es un desastre.  Descontento con la cantidad entregada,  el alemán mata a la madre de Ewka. En la tumba de la difunta, las amigas hacen un juramento de vengar su muerte.



Las chicas quieren unirse al grupo de resistencia de Witek, pero él tiene dudas, y tiene razón. Durante el entrenamiento se revela que,  aparte de Marysia, ninguna es muy buena para disparar, son contestatarias y desobedientes. Ese será un leitmotiv de la serie. El trio opera dentro de una organización, pero también de manera independiente y por causas personales. Incluso cuando reciben ordenes las cuestionan y hacen las cosas a su manera lo que trae trágicos resultados. Aquí me detengo para comentar como este retrato de resistentes femeninas polacas difiere del presentado en World on Fire .



Kasia,  La Sicaria

Uno de los muchos arcos de este relato de la BBC sitúa al protagonista, Harry (Jonah Hauer-King)en Varsovia donde funge como traductor en la embajada británica. Harry se enamora de una camarerita polaca llamada Kasia con la que se casa. Harry y su cuñadito Jan logran huir a Inglaterra, pero Kasia decide quedarse atrás a cuidar de una familia que cada vez es más reducida.

El padre de Kasia muere en Danzig, a la madre la mata un alemán que se siente insultado por ella, Gregosz,  el hermano mayor, logra llegar a Dunquerque (nunca sabemos cómo) y arribar a las costas británicas. Kasia pierde su casa, pero conserva su empleo sirviendo a soldados alemanes en una taberna, Conoce a un chico judío, Tomasz, quien la pone en contacto con un grupo clandestino y ahí es donde la trama se vuelve inconcebible.



Una de las muchas fallas de World on Fire es que juega descaradamente con la cronología sobre todo en el arco de Kasia . Viéndola una segunda vez me doy cuenta de que los hechos descritos ocurren entre agosto-septiembre de 1939 y septiembre 1940. En ese espacio de tiempo han acumulado situaciones que ocurrieron en Polonia a partir de 1941-1942. Para empezar, como dije en mi reseña de WOF, la resistencia armada polaca (Armija Krajowa)  no llegó a conformarse sino en 1942.

Sin embargo, desde la invasión germana se habían alzado en el paístanto en zonas rurales como urbanas grupos paramilitares. Se diferenciaban por ideologías políticas que iban desde comunistas hasta la Falanga (que vimos en Krol) de extrema derecha. La unificación de estos movimientos en la AK dejó afuera a los extremistas. No todos los grupos resistentes eran buenos. Guerreras tiene la honestidad de mostrárnoslo. En la primera temporada, Irka es enviada a una zona rural donde un tal “Capitán” Knyst mantiene aterrorizada a la población local con su bandidaje que incluye robo, violaciones y la ejecución de cualquiera que se le oponga.

                                            Miembros de la AK en uniforme

La Ejecución de Rehenes

Es posible que Kasia y Tomasz pertenezcan a uno de esos primeros grupos resistentes. Lo extraño es que ese grupo parece vivir para un solo propósito, matar soldados alemanes a los que ni siquiera conocen. El método es siempre el mismo, . Kasia escoge un parroquiano del restaurante donde trabaja, lo lleva a un callejón y ahí o lo mata ella o lo mata Tomasz. En cada episodio tenemos una viñeta donde Kasia elimina a un alemán. Algo totalmente absurdo. Si Kasia hubiese matado media docena de soldados,  los alemanes hubiesen exterminado a toda la población de Varsovia.



En su reseña en Contando Estrelas, Elentir ha mencionado que Guerreras nos habla de algo de lo que no se sabe mucho. Durante la ocupación alemana en Europa por cada soldado muerto o acto de sabotaje, se fusilaba una cantidad grande de rehenes. lo vemos en el tercer episodio de Un VIllage Francaise que solo por un cable de telégrafo cortado los alemanes ya exigen una lista de rehenes para fusilar. En la vida real hubo terribles matanza como la Masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma en 1943 y el exterminio de todo el pueblo checo de Lídice (1942) como venganza por la ejecución de Reinhard Heydrich que vimos en Bohema.

                                     Monumento a los niños de Lidice

En War Girls hay tanta conciencia de las terribles represalias germanas, que solo se elimina a traidores muy peligrosos y tras previo juicio. Así ocurrió en la vida real, de esa manera se evitaban ejecuciones innecesarias. Las Guerreras desobedientes insisten en vengar a sus muertos sin el permiso de sus jefes. Si bien Irka tiene la oportunidad,  sancionada por la AK,  de ejecutar a Sommer,  el volksdeutsche delator,  Marysia no lo tiene para matar a Domaraszek , rompiéndole la cabeza con una muleta,  ni Ewka para vengar la muerte de su madre, pero ambos asesinatos traen tremendas represalias. Por cada alemán muerto se elimina a veinte rehenes.



Para evitar estas ejecuciones impromptu, los resistentes en la vida real no portaban armas. Estas eran guardadas en un galpón y cuando se iba a necesitarlas las retiraban previo recibo firmado. Al descubrir que Marysia carga el revolver de Domaraszek, Witek le ordena entregárselo. Las chicas deben acudir a una estratagema de robárselo a un oficial del Wehrmacht, lo que pondrá a Marysia en un conato del famoso modelo Romeo y Julieta en el Tercer Reich.



Entonces esa imagen de Kasia en World on Fire es totalmente falsa. hubiese sido imposible que anduviese armada todo el tiempo, que se convirtiese en excelente tiradora sin entrenamiento, que siguiese trabajando en una taberna donde sus clientes aparecían muertos en callejones y sin que los alemanes sospecharan de ella. Las aventuras de Kasia son caricaturescas. No sabemos dónde vive, donde se baña, pero siempre conserva el mismo empleo donde esperamos les darán alguna taza de caldo por lo menos. En Guerreras, las chicas sobreviven gracias a que cambian constantemente de domicilio, empleo,  hasta de nombre.

 Varsovia Bajo la Ocupación

Lo triste del chapucero retrato de la nación mártir de Polonia en la serie de la BBC es que no cuenta ni lo que sucedió ni lo que hacia la Resistencia. Nos queda una imagen Noir de ciudad apocalíptica por donde Kasia vaga matando gente a diestra y siniestra.



World on Fire no nos cuenta que, en el primer año de ocupación, Alemania incorporó al Reich, la cuarta parte del territorio polaco, expulsando a los habitantes que no fuesen de origen germano/ario. Cuando Marysia llega a Varsovia el abogado de su padre le dice que no puede darle alojo, puesto que tiene hospedada a toda su familia de refugiados de Poznan.

Tampoco habla World on Fire de la destrucción de las instituciones polacas. Los invasores cerraron la prensa, destruyeron el sistema judicial imponiendo el propio,  y clausuraron todas las academias, universidades e institutos de educación superior. De hecho, se fusiló o internó en campos de concentración a académicos, catedráticos y docentes. Solo quedaron funcionando las escuelas primarias.

En Guerreras vemos como Irka continua sus estudios con un grupo en cursos privados que dicta un catedrático dese su casa. Vemos funcionar las cortes de la resistencia, cuando el trio es juzgado por insubordinación y se le priva de armas y de participar en operativos por un tiempo. Y vemos el aparato de propaganda cuando utilizan las últimas palabras del Teniente Hessler “Me avergüenzo de ser alemán” para unas octavillas que reparten entre la población.

El final de la primera de las cinco temporadas tiene a las muchachas en grave peligro: Irka ha sido herida; Ewka tiene una costilla rota por una caída de un camión que la llevaba no se sabe si al paredón o a algún campo de prisioneros; Marysia,  que anda atrapada entre sus ingratos parientes a los que ha podido sacar del ghetto y las trampas que le tiende Margarethe von Loseinhermana de una de las víctimas de la violinista ha sido arrestada.



Tenemos al trio en peligro constante. Viven en un mundo difícil en donde sus acciones tienen consecuencias funestas para ellas y para los demás. Algo que no se siente en World on Fire. En una ocasión Kasia ve a un minúsculo grupo de personas ser fusilado. Visita a la familia de una de las víctimas, se echa a llorar y pide perdón. No explica el motivo. El público tampoco puede hacer ningún tipo de asociación entre sus lágrimas y sus actividades de sicaria.

En el final de la Primera Temporada, Kasia y Tomasz son arrestados. A él lo ahorcan. A ella ni la interrogan ni torturan, pero la llevan al cadalso. Solo que… como si fuera la Esmeralda del Jorobado de Notre Dame, es rescatada por la resistencia que en un periquete la tiene en el campo lista para caer en brazos de Harry que ha llegado volando en una época en que ningún inglés se aventuraría tan lejos.



Guerreras le gana en todo a World on Fire. Mejores actores, más guapos, las chicas lucen preciosos, aunque sencillos vestidos. Si la BBC y Mammoth han creado una Varsovia oscura, derruida y misera, en Wartime Girls tenemos un mundo iluminado, si con muchos edificios bombardeados, pero nos da una idea de una sociedad viva y dinámica, con restaurantes con orquesta, casinos, cafés con pastelería fina y hoteles de lujo. Las Guerreras encuentran refugio en elegantes casas de campo, una casona cuyos dueños judíos fueron expulsados,  y hasta un burdel.

La imagen de Varsovia y Polonia es la de una sociedad que sobrevive y gente, aunque sean alemanes o sus esbirros,  que celebra estar viva.  Eso la hace sentirse genuina, tal como el trasfondo y paisaje. ¿Será porque War Girls ha sido filmada en los antiguos barrios varsovianos que sobrevivieron la destrucción de 1944 al igual que en la zona histórica de Lublin?  En cambio, la ciudad de World on Fire es un producto de CGI poblado por personajes fantasmagóricos.

Cuando en el final de la Segunda Temporada, Kasia retorna a Polonia,  nos preguntamos que planeará hacer. ¿Seguir matando gente? Porque nunca la hemos visto involucrarse en otras actividades en las que participan las Guerreras como pequeñas acciones de sabotaje, esconder niños judíos y recaudar inteligencia. De todos modos, no creo que tengamos World on Fire muy pronto. Por eso si quieren ver un buen retrato de la vida cotidiana en la Varsovia ocupada o de las actividades de la resistencia polaca, vean War Girls que en España puede verse por Filmin y Cosmo.

Contenido Violento o Gory: A medida que pasa el tiempo, los riesgos que corre el trio de resistentes las colocan cada vez más en situaciones peligrosas. Vemos ejecuciones,  gente herida, dos de ellas son torturadas y otra muere en la Cuarta Temporada, pero es mucho menos gráfica que las series bélicas angloparlantes.





Situaciones Sexuales y Desnudos: Hay un par de escenas sexuales, pero ningún desnudo.

Factor Feminista: La sinergia de este trio tan dispar muestra que, en una nación sometida, las mujeres pueden encontrar su voz y su lucha aun desobedeciendo órdenes. Sin embargo, la serie es clarísima, quien desobedece las reglas entra en terreno peligroso y paga un precio. Con los nazis no se juega. Vemos que ni los hábitos impiden a la SS arrestar monjitas que protegen niños judíos. Divertido es que la Némesis de las War Girls sea una mujer. Margarethe von Losentein es un poco caricaturesca con su boquilla y cigarrillo y ese disfraz de Marlene Dietrich en Morocco, pero es una agente de la Abwehr que le vive pisando los talones al trio, un poco por deber y otro por venganza personal ya que las acusa de provocar el suicidio de su hermano. 



Volviendo a las Guerreras hay un gran énfasis en su feminidad en su sensibilidad y sexto sentidos femeninos; sus instintos maternales y su capacidad para amar a hombres que caen en la lucha y deben ser reemplazados. Por otro lado, encuentro veridico que, en sus peleas, Marysia e Irka le recuerden a Ewka su pasado delictivo y ella se defienda llamando a una “judía “y a la otra “santurrona”.



Factor Diversidad: Hay muchos grupos que vemos en esta serie. Los mismos resistentes están divididos entre leales soldados, las díscolas Guerreras y oportunistas como Klynt que buscan aprovecharse de su poder sobre los ya muy maltratados campesinos. Los enemigos de las Guerreras van más allá de Abwehr, Gestapo, SS y Wehrmacht, incluyen criminales que roban a los judíos como el abogado socio del padre de los Joachim,o  vulgares chantajistas como el polaco que delata a unas monjitas que albergan niños judíos y que se niegan a pagar por su silencio

Un grupo importante lo componen los Volksdeutsche, polacos de origen alemán. Una de las “razones” que Hitler esgrimió para invadir Checoslovaquia y Polonia fue que había que defender a estas poblaciones que eran maltratadas por los eslavos. Eso explica la posición privilegiada que ocupan en Guerreras, y como se dedican a robar, abusar, delatar y extorsionar a la población polaca y judía en la serie.

Por otro lado, el Teniente Franz Hessler explica su sensibilidad hacia el sufrimiento de los polacos con que su abuela era kashubiana (miembro de una etnia eslava residente en la Prusia Oriental). Aunque Guerreras puede parecerse a series de tema similar como la inglesa Wish Me Luck o la rusa Espías, no demoniza a los alemanes.

En el caso de Dietrich, el patrón gay de Marysia, casi lo humaniza su diversidad que lo hace estar en peligro entre los homófobos nazis. 



En cuanto a Margarethe, su hermana, el vestirse de hombre no corresponde a una afirmación de género sino es una manera de parecer masculina en un mundo de varones como lo es la Abwehr.



 

 

 

 

 

 

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