Basada en hechos reales,
y en un escenario de fines de los 50, “Call
the Midwife” (“Llama a la partera”) merece ser considerada como un drama de época.
En su sexta temporada, la serie se ha vuelto más histórica a medida que abarca
eventos que afectaron las vidas de las parteras y de todo el mundo en 1962. Ha
llegado la hora de incluir al equipo de San Ramon Nonato y sus pacientes, en el
ámbito de la ficción histórica.
“Call the
Midwife” se inspiró en el libro homónimo de Jennifer Worth en el que ella
rememora su vida como enfermera-partera. Aunque se han cambiado los nombres, la
serie describe las experiencias vividas por un grupo de comadronas vinculadas a
una orden religiosa de enfermeras, que habitan la Casa de San Ramon Nonato,
localizada en el East End de Londres.
Jenny llega a Poplar |
En la primera temporada conocimos a Jenny Lee
(Jessica Raine) una chica de clase alta que deja atrás sus viajes a Paris y sus
fiestas para venir a trabajar en Poplar, un vecindario de gente de bajos recursos
en el East End. La expedición a los bajos fondos de Jenny obedece a una
necesidad urgente de huir del hombre casado con el que se ha involucrado. Las
primeras tres temporadas se centran en las vivencias de Jenny y sus colegas que
comprenden enfermeras seglares y monjas parteras. Aunque Jessica Raine abandonó
el programa antes de la cuarta temporada, “Call the Midwife” ha sobrevivido sin
ella.
Las condiciones
de vida del East End ponen al personal de Nonato en contacto con pacientes
afectadas por la pobreza, la enfermedad y el maltrato. El programa familiariza
a su audiencia con los inmigrantes que convirtieron el East End en un crisol de
razas y en varias ocasiones, las parteras han chocado con hábitos culturales
que ponen en peligro la vida de una paciente. En la sexta temporada, Val
(Jennifer Kirby), nueva comadrona y ex enfermera militar, atendió a una mujer
somalí que sufría de una grave infección causada por mutilación sexual. Aun así,
y a pesar de los esfuerzos de la enfermera, la madre consintió en que su hermana menor viajase a África someterse a la misma operación, que al parecer era un
motivo de orgullo en su cultura.
La lucha
intercultural es algo cotidiano en un mundo tan diverso como lo es Poplar y
suele manifestarse como un conflicto entre lo antiguo y el progreso. En esta última
temporada, presenciamos el dilema de una joven asiática atrapada entre seguir
su estilo de vida moderno o acoplarse a los modos tradicionales de su suegra,
recién llegada de la China.
También fuimos testigos del conmovedor caso de una
sobreviviente del Holocausto que desde su liberación sufría de agorafobia.
Finalmente venció el miedo y se aventuró al mundo exterior para conocer a su
nieta.
La serie ha
tenido amplia oportunidad para rechazar el racismo. Comenzamos con la historia
de una joven madre jamaiquina y su encuentro con la intolerancia. Seguimos con
una fábula picante en la cual el bebé negro de una mujer blanca es el delator
de su adulterio. En esta última temporada supimos lo que sufrían los niños de un
matrimonio interracial. Por huir de las burlas prejuiciosas de sus compañeros,
un hijo de padre negro y madre blanca fue arrollado por la Enfermera Crane (Un
gusto volver a ver a Linda Bassett de “De Larkrise a Candleford”).
A pesar de ser un
programa familiar, “Call the Midwife” no esquiva la crítica social. Todos los abusos
son expuestos, desde las malas condiciones de vivienda hasta accidentes
laborales causados por la negligencia del patrón. La serie francamente describe
como la ley no está siempre del lado del inocente o del débil. Las autoridades
de entonces les quitaban los hijos a las madres que consideraban ineptas, sin
importar si se trataba de una prostituta adolescente o de una paciente del Síndrome
de Downes. Este año vimos como la ley le daba la razón a un golpeador en vez de
proteger a la esposa y a los hijos de éste.
La Gran Bretaña
de los Sesentas es un mundo cambiante y las matronas se adaptan a los tiempos.
Cuando la Hermana Mónica-Joan (Judy Parfitt) tomó los hábitos a comienzos del
Siglo XX, fue desheredada por su aristocrática familia. Ahora, Lady Browne
(Cheryl Campbell) puede censurar que su hija se case con un policía o que elija
la carrera de matrona, pero no puede impedirle a Chummy (Miranda Hart) que haga
su vida. La Honorable Camilla Fortescue-Cholmeley-Browne puede ser amiga de la
Princesa Margarita, pero también se siente a sus anchas entre las madres del East
End a quienes brinda sus servicios.
Muchos
televidentes se abstendrán de disfrutar “Call the Midwife” por temor a que esté
llena de sermones religiosos. Por el contrario. La fe es parte importante de la
vida de las religiosas, pero nunca llega a ser un factor antagónico. Las monjitas despliegan una admirable apertura
de mente. Lo mismo puede decirse de Tom Hereward (Jack Ashton), el joven vicario
de la parroquia del barrio, quien al final de esta última temporada se ha casado
con la enfermera Bárbara Gilbert (Charlotte Ritchie). Las bodas se han convertido
en un modo tradicional de dar cierre a las temporadas. Detalle que acredita a
“Call the Midwife” como romance histórico.
La boda de Barbara |
El amor, con
todas sus trampas, es parte integral de “Call the Midwife”. Por ser las más bonitas del grupo, Jenny y
Trixie (Helen George) mantuvieron una especie de competencia de cual tenía más
pretendientes. La amistad entre Trixie y Barbara peligró al ambas interesarse
en el Reverendo Hereward. El amor en esta serie les llega hasta los viejos y
las con menos atractivo. Fred (Cliff Parisi), el plomero de la casa Nonato
acabó con su soledad al casarse con Violet la dueña del colmado de la esquina. La
alta y sencilla Phyllis Crane se consiguió un pretendiente, pero éste ocultaba
una esposa demente, en la mejor tradición de los romances góticos. Y, no nos
olvidemos, de Chummy, la Brienne de Tarth de Nonato, que encontró marido en la comisaría
local.
Ni las monjas
escapan a las flechas de Cupido. En el tercer año de la serie descubrimos que
la formal y virtuosa Hermana Julien (Jenny Agutter) había tenido sus amores
en una época en que era simplemente Louise. El romance más atrevido fue el de
la Hermana Bernadette (Laura Main), la mano derecha de la Hermana Julienne. De
ser una monja sensata y piadosa, pasó a ser una mujer decaída, descontentadiza
y aparentemente incapaz de encontrar sosiego en la vida contemplativa. Las
causas de su cambio tenían nombre y apellido: el Dr. Patrick Turner (Stephen
McGannan) que dirigía el dispensario local. Tras un mal encuentro con la
tuberculosis, la monja decidió ser simplemente “Shelag” y aceptó la alianza
matrimonial que el médico le ofrecía. Su compromiso selló la segunda temporada,
y se casaron en el Especial Navideño.
Todos estos
contactos con los síntomas del amor preparan a la comadrona a enfrentar las
consecuencias de la pasión, que suele acabar en embarazos deseados e indeseables.
Con el paso del tiempo, “Call the Midwife” se ha convertido en un Ripley Believe it or Not de romances
extraños. Recordemos a la pareja de ancianos que en realidad eran hermanos o
las mellizas que compartían el mismo marido.
En el primer
episodio, Jenny atendió el parto de una novia de guerra española. Su esposo, un
ex miembro de las Brigadas internacionales la había traído el ’39 y desde
entonces Conchita había estado pariendo un bebé por año. Lo extraordinario es que
este proceso de fabricar bebés se conducía sin que ninguno de los involucrados
hablase el idioma del otro.
Haciendo memoria, las monjas recordaban que, a su llegada, Conchita no tendría más de catorce años. La serie no cae en sermones sobre abuso sexual o pedofilia, puesto que en ese entonces la edad de consentimiento era menor que la de ahora. De hecho, en España hasta el 2015 era legal tener relaciones sexuales a los catorce años.
Haciendo memoria, las monjas recordaban que, a su llegada, Conchita no tendría más de catorce años. La serie no cae en sermones sobre abuso sexual o pedofilia, puesto que en ese entonces la edad de consentimiento era menor que la de ahora. De hecho, en España hasta el 2015 era legal tener relaciones sexuales a los catorce años.
Conchita y su gran familia |
El lado oscuro
del sexo también se ha hecho presente. A Trixie casi la violó un pretendiente,
y la joven novicia Mary Cynthia (Bryoni Hannah) fue atacada en los muelles por
un depredador sexual. En dos ocasiones a las comadronas les ha tocado atender
los partos de jóvenes prostitutas, y también se ha hecho presente ese amor que
como dijera Oscar Wilde “no se atreve a pronunciar su nombre”. En esos tiempos,
la homosexualidad era perseguida por la ley.
Lo vivimos en el caso de un joven padre que era arrestado por esos motivos. Los reproches de Trixie nacen más del desagrado de ver como el hombre ha traicionado a su esposa embarazada que de alguna incipiente homofobia. Pero los prejuicios van a aflorar cuando la Orden de San Ramon Nonato se entere que, bajo su techo, ha albergado a una pareja de lesbianas. A pesar de que la ley británica se concentraba en la sodomía, las mujeres gays sufrían de un estigma social. Si se las descubría, solían perder sus empleos. Por suerte hasta ahora la única en descubrir el romance Patsy-Delia ha sido la Enfermera Crane.
Lo vivimos en el caso de un joven padre que era arrestado por esos motivos. Los reproches de Trixie nacen más del desagrado de ver como el hombre ha traicionado a su esposa embarazada que de alguna incipiente homofobia. Pero los prejuicios van a aflorar cuando la Orden de San Ramon Nonato se entere que, bajo su techo, ha albergado a una pareja de lesbianas. A pesar de que la ley británica se concentraba en la sodomía, las mujeres gays sufrían de un estigma social. Si se las descubría, solían perder sus empleos. Por suerte hasta ahora la única en descubrir el romance Patsy-Delia ha sido la Enfermera Crane.
El descubrir que
su amistad va más allá de los parámetros de lo normal ha hecho a Patsy (Emerald
Fennell) y a Delia (Kate Lamb) conscientes de que tendrán que enfrentar una
gran batalla para vivir su amor. En esta temporada la pareja ha estado separada
debido al viaje al Lejano Oriente de Patsy para cuidar de un padre agonizante.
La nostalgia que ha sufrido Delia todo este tiempo y la pasión de su
reencuentro en el final de temporada me llegó muy cerca. A pesar de ser
heterosexual, yo también sé lo que se sufre cuando se tiene a un amante al otro
lado del mundo.
“Call the Midwife”
está llena de alusiones a la historia inglesa y a mundos ya perdidos. Todavía
quedan en Poplar los que recuerdan instituciones victorianas como la Workhouse.
A las parteras les ha tocado atender partos en antiguas comunidades nómades
como los tinkers irlandeses y los
habitantes de las barcazas del Támesis. Pero el recuerdo de historia más
reciente es el de la Segunda Guerra Mundial.
El conflicto se hace evidente en áreas bombardeadas de los muelles. La antigua casona de la Orden de San Ramon Nonato fue destruida cuando una bomba estalló más de una década después de que los alemanes la dejaran caer ahí. Tanto Fred como Violet son viudos de guerra. Lo mismo ocurre con el Dr. Turner quien casi pierde la razón debido a experiencias traumáticas vividas como médico militar.
El conflicto se hace evidente en áreas bombardeadas de los muelles. La antigua casona de la Orden de San Ramon Nonato fue destruida cuando una bomba estalló más de una década después de que los alemanes la dejaran caer ahí. Tanto Fred como Violet son viudos de guerra. Lo mismo ocurre con el Dr. Turner quien casi pierde la razón debido a experiencias traumáticas vividas como médico militar.
Lady Browne puede
mirar con desprecio a su yerno por ser solo un policía. Lo cierto es que el
Sargento Peter Noakes (Ben Caplan) además es también un héroe multi condecorado.
Vimos el lado más siniestro de la guerra en la historia de la sobreviviente del
Holocausto. También hemos conocido a otra víctima. Patsy sobrevivió el horror
de un campo de prisioneras de los japoneses donde perecieron su madre y su
hermana. Pero la Segunda Guerra no será el último conflicto que vea el mundo. Después
de todo, “Call the Midwife” tiene lugar durante La Guerra Fría. Conocimos a un
padre atormentado por los recuerdos de su servicio en la Guerra de Corea. En la
cuarta temporada, el personal de Nonato se preparó para un ataque nuclear. En
la temporada 6, fuimos testigos del terror vivido durante la Crisis de los
Misiles Cubanos de 1962.
Un aspecto bien
investigado de la serie son las diferencias entre dar a luz entonces y ahora.
Pasarse el embarazo bajo la atención constante de una enfermera/matrona parece
un lujo apetecible. Lo cierto es que aun en un hospital, los partos estaban
rodeados de riesgos. Entonces la eclampsia mataba madres como la sífilis mataba
bebés. Aunque el aborto era un crimen, supimos que la ley lo permitía en el caso
de una jovencita diabética. En ese entonces había pocas posibilidades de que sobrevivieran
los hijos de diabéticas y sus madres.
La diabetis le permitió a Paulette abortar legalmente |
El embarazo no es
la única dolencia femenina que deben atender las parteras. Las hemos visto
cuidar mujeres que han abortado espontáneamente y otras que han terminado su
embarazo a propósito, también han atendido enfermedades venéreas, y la hermana
Evangelina tuvo que someterse a una histerectomía antes de fallecer de un paro
cardiaco. Este año observamos a Violet lidiar con los síntomas de “El Cambio”,
un eufemismo de los Sesentas para la menopausia.
La última
temporada nos acercó a dos factores que impactaron la vida de las mujeres
fértiles de aquellos tiempos. Primero, conocimos los horrores provocados por la
talidomida. Nosotros, los del siglo XXI, no estamos familiarizados con el
nombre de un medicamento todavía en uso para combatir la lepra. En 1953, la
compañía farmacéutica alemana Grunental (conocida por dar refugio a médicos
Nazis) desarrollo una “droga milagrosa” llamada talidomida que exitosamente acababa
con las náuseas matinales.
En 1957, y bajo el nombre de distaval, entró en el mercado británico, de ahí se esparciría por todo el mundo. Los doctores la recetaban hasta que un estudio australiano, en 1961, vinculó a la droga milagrosa con una epidemia de bebés deformes. Se estima que 100.000 madres, en todo el mundo, resultaron afectadas por la talidomida y 10.000 de esos bebés llegaron a la edad adulta, a pesar de sus malformaciones.
En 1957, y bajo el nombre de distaval, entró en el mercado británico, de ahí se esparciría por todo el mundo. Los doctores la recetaban hasta que un estudio australiano, en 1961, vinculó a la droga milagrosa con una epidemia de bebés deformes. Se estima que 100.000 madres, en todo el mundo, resultaron afectadas por la talidomida y 10.000 de esos bebés llegaron a la edad adulta, a pesar de sus malformaciones.
A fines de la
temporada 4, vimos al Dr. Turner recetar el medicamento. La quinta temporada
trajo el nacimiento de los primeros afectados por la talidomida. A fines de esa
temporada. El Dr. Turner tuvo noticia de como la droga milagrosa provocaba nacimientos
de bebés deformes. En la última temporada lo hemos visto debatirse entre sus sentimientos
de culpa y su propósito de buscar busca ayuda para los niños y a sus afligidos
padres.
Susan, una víctima de la talidomida |
Los 60 marcaron el
auge de otras drogas, las que impedían el embarazo. No sin problemas, La Orden
de San Ramón Nonato ha entrado en la Era de los Anticonceptivos. La normalmente
progresista Hermana Julien fue presa de temores de que la Píldora desatase
una cadena de orgias libertinas en Poplar. La Enfermera Crane no pudo convencerla,
aun explicándole, y en su lenguaje más gráfico, que los hombres no gustan de
los condones por lo que les queda a las mujeres procurar cuidarse. La monjita
entonces buscó el apoyo de su colega El Reverendo Hareward,. Los resultados
fueron risibles debido a que Tom, quien acababa de estar en sesión “cariñosa”
con Barbara, no andaba como para ayudar en campañas de castidad.
El Reverendo Hareward cede a la tentación |
Este año vio la inauguración
de un centro de ayuda para el control de la natalidad, que ha sido establecido
en el dispensario del Dr. Turner. A pesar de que todos están contentos ante la
posibilidad de distribuir gratuitamente la Píldora y diafragmas en el
vecindario, los anticonceptivos tienen efectos secundarios. Fue un shock para
mi ver a una paciente morir en el último episodio de temporada debido a una
embolia provocada por La Píldora. Hace años yo dejé de usar ese método debido a
que me engordaba y me provocaba nauseas, pero no sabía que podía ser letal para
algunas pacientes. Al final estamos aprendiendo con “Call de Midwife” que
califica como drama médico.
Otro recurso que
la serie utiliza para crear atmosfera de época es la ignorancia de condiciones médicas
que hoy son de dominio público. Por
ejemplo, sorprende que personas tan involucradas con la obstetricia desconozcan
el término “depresión postparto”. Por aquel entonces cualquier alteración
nerviosa de la madre era calificada como enfermedad mental. Así se describía todo
comportamiento que desafiaba las normas. Por eso los homosexuales, para
esquivar la cárcel, eran obligados a someterse a terapias que incluían
inyecciones de hormonas y sesiones de choques eléctricos.
La mejor amiga de Trixie vivía dentro de una botella |
Por otro lado, Trixie
tuvo la suerte de vivir en días en que Alcohólicos Anónimos reconocían su mal
no como vicio sino como enfermedad. Sin embargo, la locura, y entonces el
termino cubría todo tipo de padecimientos, era un estigma. Cuando el Dr. Turner
quiso adoptar una niña se interpuso en el proceso su pasado de ex paciente de
una institución para enfermos mentales.
Los manicomios de
entonces eran sitios siniestros y sombríos como el Hospital Linchmere donde fue
internada la Hermana Mary Cynthia luego de su colapso nervioso. Hoy en día
existen terapias especiales para ayudar a la víctima de violación. La novicia
solo encontró sesiones de electroshock. Por suerte, se la trasladó a una
clínica donde el trato era más progresista y humano. El personal de Nonato descubrió
donde estaba encerrada Cynthia cuando intentaba encontrar un asilo para Reggie,
un joven paciente de Downe’s. Así vimos que los enfermos de Downe’s eran apilados
juntos con otros dementes en los mismos asilos. Reggie acabó en un instituto más
moderno donde podía aprender a valerse por si mismo y convivir con otros como
él.
Fred y Violet adoptaron a Reggie |
Al hablar de
enfermedades mentales en “Call the iIdwife”no se puede olvidar a la Hermana Mónica-Joan.
Por encantadora que sea, es obvio que la más anciana de las matronas atraviesa
un periodo de senilidad. Sin embargo, como una persona que ha convivido a diario
con pacientes de demencia, encuentro que su mal es atípico. La monja es
demasiado sensata, sensible, demasiado consiente de las diferencias entre el
Bien y el Mal. Pero también es cierto que cuando enfrenta situaciones
estresantes pierde contacto con la realidad.
No se trata de un
caso de idealización de la vejez o un retrato poco realista de la demencia. Mi
conclusión es que la Hermana Monica-Joan está en la primera etapa de su
enfermedad y que esta todavía es controlable sobre todo porque la paciente
permanece en un entorno familiar rodeada de cuidados y cariños. Además, la monja
conserva una semblanza de independencia que le permite sentirse útil. No hay
que olvidar que fue la única persona a la que la Hermana Mary Cynthia le permitió
acercársele después de ser atacada.
“Call the Midwife”
demuestra que un programa de televisión puede tratar temas serios y sombríos y
a la vez ser optimista y no caer en un realismo negativo. Las historias que
presenta están llenas de momentos tristes, la presencia constante de la muerte
y problemas que no tienen solución inmediata, aun así, el mensaje final es
positivo y consolador. Al menos yo siempre acabo “Call de Midwife” satisfecha y
esperanzada.
Me encanto.
ResponderEliminarEs una serie tan bella pero hay tan poca información, analisis y comentarios en e
Hola Klaudya bienvenida. Hay mucho en inglés, pero poquito en castellano. JUsto estoy escribiendo algo sobre la última temporada, osea la sexta, porque aquí en USA recién comienza la septima fines de este mes. Quedate con nosotros, que espero hablemos pronto de esta gran serie.
EliminarQuisiera saber q pasó con Bárbara xq me perdí ese capítulo
ResponderEliminarOhh ni me recuerdes. JUsto estoy viendo temoporadas pasadas y acabo de ver como Barbara llegó a Nonnatus y unos perros le robaron la ropa interior. Pues, Barabara y Tom regresan de su luna de miel y ella se pone a trabajar inmediatamente. Parece que cuando salvo a una ambarazada en un incendio se hizo un pequeño corte y de ahi desarroló septicemia y aunque la trataron inmediatamente en el hospital, se murió de la infeccion. El padre de Barbara que era misionatio en NUeva Guinea, lo mandó buscar para que trabajara con él.
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