miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Fue Minette asesinada? El círculo gay de Versalles (II)


 En mi entrada anterior les mostré como en la sociedad francesa barroca la homosexualidad era pecado, “vicio” y señal de debilidad. Vimos cómo se fomentaron los gustos homosexuales de Philippe de Orleans para que no le hiciera sombra a su hermano y como la posición de príncipe de sangre real de “Monsieur” le permitió llevar una vida “excéntrica” que más allá de los jardines de Le Notre sería castigada con la pena capital.

La conclusión fue que no se puede hablar de identidad sexual en un mundo en que todo hombre debía ser esposo y padre. El mismo Monsieur se casó dos veces y tuvo varios hijos. Lo mismo ocurrió con su gran amor, Philippe, Caballero de Lorena, a pesar de que Chevalier siempre prefirió a las mujeres. La serie ha elegido cambiar esos roles. Monsieur, al que sus contemporáneos consideraban frágil y fácil de dominar, es retratado como un individuo recio, que puede ejercer la violencia, incluso más allá del campo de batalla, y que no acepta que su pareja lo domine.

En la vida real, Monsieur pasivamente dejaba que Chevalier decidiese en su cama, en su caja fuerte, y en su casa. Se ha dicho que Chevalier fue el peor enemigo de ambas esposas del Duque de Orleans ya que buscaba controlar todo el ambiente donde se movía su pareja y para eso quería neutralizar a cualquier persona que intentase hacer lo mismo.


“Versalles” nos muestra a Enriqueta de Inglaterra, la primera Duquesa de Orleans, como una mujer hipócrita, mentirosa, adúltera y sumamente tonta, que vive obsesionada con un cuñado que la usa de todas las maneras en que la pobre pueda serle útil.  En la vida real, Minette no parece haber sido mejor. No era buena madre. Al enterarse del sexo de su primogénita, declaró que mejor ahogaban a la criatura. Estas palabras horrorizaron tanto a la abuela de la pequeña (Ana de Austria) como a Monsieur.  Ambos se hicieron cargo de la educación de Maria Luisa, de tal modo que eventualmente Philippe pudo fácilmente predisponer a la niña en contra de la madre.
Los Duques de Orleans y María Luisa

Además, Minette, según observación de médicos modernos, evidenciaba sufrir de un trastorno alimenticio. Tenía obsesión por adelgazar en una época en que los cánones de belleza femenina rayaban en la obesidad, lo que hace pensar que podría ser anoréxica. Su carácter era volátil y frívolo como suele ser el de las personas que padecen de ese mal. A pesar de que la Duquesa de Orleans era abiertamente infiel, detestaba a Chevalier por el modo en que enajenaba a Philippe y por sus hábitos controladores que afectaban el estilo de vida de Minette.

En la vida real, Enriqueta era más inteligente que en la serie y estaba dotada de cualidades que la hacían una excelente diplomática. Luis XIV, consiente de eso, decidió convertirla en su agente para poder evitar que Inglaterra interviniera en los planes franceses de entablar guerra con Holanda. Estos planes eran tan secretos que Luis y su cuñada sostenían muchas entrevistas privadas lo que traía loco de celos a Monsieur. Fue por aquel entonces que aduciendo que Chevalier se estaba enriqueciendo a costa de su marido, que Minette consiguió de su cuñado que la librara del intruso. A Chevalier lo encerraron en el siniestro Chateau D`If donde Dumas enviaría a su Conde de Montecristo.



La serie hace este episodio más dramático. Chevalier, accidentalmente, se ve involucrado en un complot para asesinar al rey y es enviado a la Bastilla bajo amenaza de ser descuartizado, castigo reservado para los regicidas. En la serie, Chevalier es liberado tras la muerte de su enemiga. En la vida real, tanto escandalo hace Philippe, incluso abandonando la Corte y arrastrando a su mujer consigo a su palacio de Saint Cloud, que El Rey Sol excarcela a Chevalier, pero para no contrariar a su embajadora, exilia al villano a Roma.

Allá, Chevalier se reúne con sus hermanos, parientes, y amigos como las legendarias Hermanas Mancini. Inicia amores con Maria Mancini, pero su rabia contra Minette no amaina. Ha dejado atrás una red de espías que lo mantienen informado. Chevalier le escribe constantemente a su amante predisponiéndolo contra la esposa a la que pinta como una intrigante. Será Chevalier quien se entere de los planes de guerra del Rey Sol y se lo hace saber a Philippe. Confrontado por su hermano, Luis se ve obligado a integrarlo a su conspiración, pero el daño ya está hecho.

Minette sufre de premoniciones de que morirá envenenada. Solo se atreve a beber leche fresca, y no come. Se siente amenazada. ¿Son delirios paranoicos de anoréxica? No sabemos. Su empresa en Inglaterra es exitosa.  Minette vuelve a la corte, pero sigue intranquila. Todas las noches, la Duquesa toma un preparado llamado “achicoria helada". Los historiadores y traductores han creído que esta bebida era café de achicoria o alguna tisana para dormir mejor. En realidad, se trataba de algo parecido a lo que hoy conocemos como “aguas desoxidantes”. Agua que se saborizaba con hojas de achicoria y luego se congelaba con los métodos de refrigeración de aquel entonces (hielo, nieve, mantener el líquido en vasijas de barro dentro de fuentes con agua fría).

Los amigos de las ensaladas saben que la achicoria es un vegetal muy amargo, pero que ayuda a la digestión. El agua sabría a rayos, pero para Minette era esencial como purgante en su campaña de bajar de peso. Fue en la noche del 26 de junio, que, tras beber su achicoria, Enriqueta sufre un súbito dolor en el costado. Tan fuerte es el dolor que la hace gritar. De ese grito surgen algunas extrañas situaciones. La Duquesa se retuerce de dolor y exclama “¡Me han envenenado!” Ni criados, ni médicos le hacen caso. Se limitan a examinar el líquido sin encontrar huellas de veneno. Los únicos que la creen son Lord Montagu, embajador de Carlos II, y Sir John Armstrong, otro diplomático inglés. Son ellos quienes escuchan las ultimas peticiones de la reina, los que recuperan su correspondencia secreta con su hermano, y los que envían informes al Rey de Inglaterra.




En el capítulo 10 de "Versalles", Enriqueta despierta desangrándose y se arrastra hasta la recámara real, donde por una vez Luis duerme con su reina. Es Maria Teresa quien la atiende con gran preocupacion de Bontemps porque el protocolo versallesco exigia que el rey no estuviese nunca ante un cadáver o en cercanía de moribundos.




En la serie vemos a Minette morir poco menos que en los brazos de su amante y de su esposo.  Por protocolo, Luis XIV nunca vio a su cuñada sino hasta el funeral de Enriqueta. La Duquesa de Orleans falleció en su cama y en sus aposentos.  El que si revoloteaba por ahí era Monsieur. Tanto escandalo armaba con sus aspavientos y reproches a los médicos de su mujer, que Minette le rogó que se retirara.

Al saber de la muerte de su hermana, Carlos II enfurecido gritó “¡Monsieur es un canalla!” En Inglaterra siempre se creyó que Enriqueta había sido envenenada con aprobación del marido. El pueblo y la corte franceses compartieron la idea de que no se trataba de una muerte natural. Aunque nunca se acusó a Philippe, todos los dedos señalaban al Caballero de Lorena. Sobre todo, porque días antes de la muerte de Minette se vio a un cercano de Chevalier (y ex amante tanto de Lorena como de Monsieur) el Marqués d’Effiat, trajinando en la alacena de la Duquesa. Incluso atreviéndose a beber de la misma taza donde se servía el agua de achicoria. Mas extraño aun, el Marques habría insistido en limpiar la taza con un trapo.

El diagnóstico inicial fue que la Duquesa de Orleans había muerto de gastroenteritis, una autopsia no encontró rastro de veneno, aunque si muchos órganos en mal estado. Hasta hace poco los historiadores creían que Minette murió de peritonis. Pero expertos de hoy han reconocido los síntomas de un lento envenenamiento a base de arsénico. Para que no se encontrarán señales, el veneno se aplicaba a la taza no al líquido. De ahí que D’Effiat insistiese en “limpiar” la taza fatal.  En la serie se han inventado que fue Rohan, pagado por los holandeses, el asesino. En la vida real, yo creo que Chevalier si tuvo que ver con la muerte de su rival, mi duda es respecto a Monsieur. ¿Pudo ser cómplice en el asesinato de su mujer?


No solo Alex Vlastos nos ha mostrado un Monsieur simpático y digno de compasión. Murray Lachlan Young en “Vatel” y Stanley Tucci en “Un pequeño caos” también han representado a Philippe de Orleans como un individuo benévolo. Al parecer en la vida real, el hermano del rey no era un ser tan positivo. En el próximo blog hablaremos de su membrecía en una curiosa cofradía y de los no muy sanos hábitos de los integrantes de la misma. 

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