No sé cómo
calificar a “Barkskins” y eso hace difícil su recomendación, aunque la merece.
Basada en el superventas de Annie Proulx (Brokeback Mountain), puede ser
considerada un drama histórico, novela medioambientalista, incluso una denuncia al racismo canadiense,
pero tal como la han traducido en el canal del National Geographic, se ha
convertido en una combinación de western colonial y whodunnit histórico, muy entretenida,
aunque enigmática.
Solo 100
páginas del Libro Original
El libro de Proux
cubre casi cuatro siglos de las vidas de dos familias canadienses: los
aristocráticos Duke y los mestizos Sel. Ambas familias trazan su linaje hasta dos
delincuentes de poca monta que, a fines del Siglo XVII, son condenados a
servitud en la colonia de la Nueva Francia, hoy Canadá. A pesar de que Rene Sel
y Charles Duquet (luego Duke) aparecen en la trama, sus historias son disminuidas
ante la magnificencia de personajes como el extravagante Claude Trepagny (David
Thewlis) y el severo, pero justo, Hamish Goames (Aneurin Bernard).
El haber basado
un libreto solo en las cien primeras páginas del libro excluye muchos mensajes
que vinculan este relato colonial con el presente, dejando nada más que una
serie de misterios que resolver y una visión de un mundo fronterizo que la
convierte en un western colonial. La Nueva Francia es una zona de conflicto con
personajes atrapados entre la codicia de los blancos y las tribus nativas que
quieren proteger su hábitat y no saben en quien confiar, porque tanto los
franceses como los ingleses tienen ofertas apetitosas mancilladas por la
ambición
Los franceses han
traído a estas tierras su idioma y religión, pero también la escoria gala
representada tanto por el taimado Duquet (James Bloor) como por el corrupto Capitán
Bouchard (David Wilmot). Enfrente están los ingleses de la Compañía de la Bahía
del Hudson que quieren expandir su poderío en el Nuevo Mundo alcanzando tierras
que rinden tributo a Luis XIV. Para eso se infiltran poblados franceses como
Wobik, donde tiene lugar la historia, envían agentes, compran servicios de los
nativos y perpetran masacres como la que inicia esta historia.
René Sel llega a Wobik |
Wobik, en la
provincia de Quebec es un típico pueblo fortaleza de la Canadá Colonial. Está
en las riberas del San Lorenzo entre el poblado de los amistosos Wendat y
cercano a las tierras de los levantiscos iroqueses que han hecho ya un trato
con los ingleses. Hay colonos que optan vivir fuera de los muros y empalizadas
de Wobik y pagan un precio. Un pequeño reducto es atacado por los iroqueses.
Los únicos sobrevivientes son un sacerdote que parece haber perdido la razón y
una niña que parece haber perdido la voz.
Bouchard y sus
secuaces cuelgan y empalan a los prisioneros iroqueses y los dejan expuestos
como escarmiento. Ese es el espectáculo que recibe a Hamish Goames y a su compañero
el “civilizado” nativo obijwe Yvon (Zahn McClarnon). Goone ha venido en nombre
de la Hudson Bay Company en busca de Randall Cross, otro agente. Pronto Goames
descubre que el pueblo está lleno de misterios y que, desde Bouchard hasta la
tabernera Mathilde (Marcia Gay Harden), poseen información sobre Cross que le
ocultan, información relacionada con el ataque iroqués.
Quien más sabe es
Elisha Cooke (Thomas M. Wright) , el
tonelero, al que se le permitió vivir en Wobik debido a su esposa francesa cuya
muerte el inglés todavía llora. Un viaje de Goames de regreso con la Hudson Bay
Company le revela que Cooke es un espía inglés, que, junto con Randall Cross,
confeccionó un plan para que los iroqueses mataran a los colonos.
Goone comienza a reflexionar
si es una buena idea servir una compañía tan corrupta, inmoral y brutal, pero sigue
empeñado en saber la suerte de Cross. Para entonces ya sabremos que se trata de
una misión personal. La hermana de Hamish es Mrs. Randall Cross. Me voy a
detener aquí porque no quiero contar la trama.
Cuidado con
los Mcguffins
Les advierto que
es una trama oscura y enmarañada, pero una vez que se la sigue es muy
entretenida. Los villanos tienen su lado humano, y en realidad aparte de Goone
e Yvon no hay gente muy buena. La idea es que lejos de la civilización, todos
se embrutecen y pierden sus valores morales. Ni siquiera la iglesia puede
civilizarlos.
Con excepción de
la formidable Madre Sabrine (Leni Parker) , los religiosos que conocemos o
están locos, o son glotones o solapados como el padre Jerome. Nunca llegamos a
entenderlos porque todos acaban mal. Como dice Trepagny: “vinieron a buscar el
martirio y eso es lo que encontraron”.
La Madre Sabrine recibe a les Filles de Roi |
Otra advertencia es
que tengan cuidado con los mcguffins. Muchos se centran alrededor de Trepagny,
un personaje exuberante y misterioso a la vez. Se dice que es un hereje, que
está demente, que practica la religión catara de sus ancestros. El mismo cree
tener poder sobre los animales y haber visto al loup garou, el
licántropo de los bosques canadienses. Solo les digo que si creen que se trata
de una serie sobrenatural se han tropezado con una humeante pistola de Chejov.
Trepagny y la cruz cátara |
Trepagny tiene
secretos, es un poco irresponsable en sus romances, pero no es mala persona. Lo
demuestra cuando arriesga su vida para ir a rescatar a Sel del cautiverio iroqués.
Hasta nos da un poco de lástima que haya escogido como esposa a Melisande
(Tallulah Haddon) la más endurecida de las Filles de Roi.
¿Quiénes
fueron Las Filles du Roi?
Hora es de hablar
de las Filles de Roi que ninguno de los poquísimos reseñadores de “Barskins”
parece saber qué son. Incluso hay historiadores que creen que eran
criminales o prostitutas confundiéndolas quizás con las Casket Girls del
Siglo XVIII que fueron a parar a Santo Domingo, Nueva Orleans y otras ciudades
francesas de lo que hoy es USA como Mobile y Biloxi.
Las verdaderas
Filles de Roi (Hijas del Rey) fueron participantes de un programa gubernamental
que operó en la Francia a fines del siglo XVII. Eran chicas solteras, de pueblo o ciudad de entre 12 y 25 años, reclutadas por emisarios del rey para viajar a
las colonias del recién nacido imperio galo de ultramar. Ests chicas fueron no
solo al Canadá, tambien a la India
francesa (Pontdicherry) , a casarse con los colonos.
Sus credenciales
atestiguadas por una carta de su cura párroco debían incluir virginidad, buena
reputación y salud. A cada una el rey le pagaba el viaje, el ajuar de novia y
una pequeña dote. Para quien vea esto como un mercado de esclavas, ninguna de
las hijas del rey fue obligada a nada. Para la mayoría era una mejor
oportunidad que la que les aguardaba en Francia.
Las Hijas del Rey llegan a Wobik |
Al llegar a Nueva
Francia no se esperaba que se casasen enseguida. A la mayoría le tomó unos meses,
a otras años, encontrar un buen marido. Hubo algunas que nunca se casaron y
otras que regresaron a Europa. La mayoría se convirtieron en las antepasadas de
mujeres de ambos lados de la frontera. Descendientes de las Filles de Rois son
una tal Madonna Louisa Ciccone, Una tal Angelina Jolie y una tal Hilary
Clinton.
La serie no se
detiene mucho en la validez de la organización prefiriendo enfocarse en la más
rebelde y ambiciosa del grupo, Melisande que ya dije se convierte en Madame Trepagny.
El caso de su amiga Delphine(Lily Sullivan) ilustra como algunos matrimonios no tenían
finales felices tal como el ejemplo de Claudette, una Fille de Roi de
cargamento anterior, demuestra que la esposa abusada ya era un arquetipo del Canadá
Colonial. Pero esta no es una serie de mujeres víctimas.
Melisande "maquilla"a Delphine |
Cada personaje
femenino, por bien o mal que nos caiga, descuella en fortaleza femenina.
Mathilde la tabernera sabe defenderse de violadores y de pretendientes
molestos, sabe dialogar con hombres corruptos y a pesar de ser mujer dura,
tiene corazón para proteger a Renardette (Lola Reid) , “pequeño zorro”,
que es como apoda a la mudita sobreviviente de la masacre. Mathilde también
ofrecerá empleo y refugio para Delphine, la esposa repudiada. ¡Y hasta le
encuentra un marido!
Mathilde y su Renardette |
En el otro
extremo tenemos a otra fémina fuerte, la Madre Sabrine. Mas allá de sus deberes
de religiosa, sus consejos nacen de su experiencia pre-convento adonde llegó
como viuda joven y sobreviviente de un mal matrimonio. Quizás por eso sus palabras
y acciones pueden verse como poco ortodoxas, pero no inútiles.
La Madre Sabrine arregla un divorcio |
El poder femenino
no reside únicamente entre las mujeres blancas. Lo vemos en la mestiza Mari (Kaniehtiio Horn) empeñada en no perder su
sitio, ni la herencia de su hijo, en la Doma (mansión) de Trepagny y lo vemos
en la tremendamente poderosa e inteligente Teyaronhiio ( Gail Maurice), jefa de
la tribu wendat. La imagen de los
nativos de la región, de sus alianzas con los ingleses, de cómo llegan a
convertirse en un peligro para los colonos franceses es lo que otorga
“Barkskins” esa aura de western.
Trepagny y su familia india. |
Por qué
“Barkskins”no es un Western
Vemos un mundo de
rudos y salvajes que a veces tienen piel blancas. Incluso las fille de roi nos
recuerdan grupos de mujeres blancas que marcharon más allá de las fronteras de
civilización precisamente a civilizar hombres fuesen chicas de salón, o las
famosas Harvey Girls, o mail brides (novias por correo) como Sarah
Plain and Tall.
Sin embargo, hay
algo que separa a “Barkskins” de los western clásicos y esa es su descripción
respetuosa de los nativos americanos. Aquí los indios son seres individuales
dotados de personalidades propias, con humor, compasión y sagacidad. Se diferencian
las tribus y sus costumbres desde los civilizados wendat hasta los un poco
barbaros iroqueses que aun así tienen quejas y objetivos legítimos. Sobre ellos
reina Yvon que a pesar del barniz de civilización anglosajona y su pasión por
la poesía de Milton, conserva la intuición de los ojibwe lo que le permite
navegar entre dos mundos y muchas veces ser la voz de la razón.
Es una lástima
que “Barkskins” haya sido fabricada como serie limitada, que haya tenido tan
poca propaganda. ¿Se deberá a que no posee los ganchos con los que se pueda
atrapar a grupos específicos de espectadores? No hay afroamericanos, no hay gente queer, no
hay siquiera una historia románticas que pueda atraer a los más sentimentales.
A mí me ha gustado mucho y es un privilegio haberla visto, pero sé que pasara
sin pena ni gloria opacada por historias más truculentas y estridentemente
panfletarias. Pero si pueden verla, se las recomiendo.
NOTA: Acabo de descubrir
que lo de “serie limitada” fue dicho debido a que el Covid19 interrumpió las
filmaciones (se esperaba hacer diez no ocho capítulos) Eso explica el final
abiertísimos, donde todos las tramas devienen en cliffhangers. Ojalá
hagan una segunda parte. Entretanto pueden verla on Demand en National
Geographic o bajarla de Hulu.
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