Desde el 2018, que
Charlotte Ritter ha sido mi personaje favorito de las series televisivas. Es
cierto que en la Tercera Temporada tomó decisiones impulsivas y peligrosas que
la llevaron a afectar negativamente a mucha gente incluyéndola a ella, pero no
esperaba que en esta segunda entrega de la Cuarta Temporada se revelase como
una delincuente, una Karen y una tarada mental.
¿Qué Pasó con
El Armenio?
Comencemos por lo
menos importante. Reaparece El Armenio… pero en su tumba. Su viuda (vestida a
la última moda de 1971) , sus hijos y su socio visitan el mausoleo donde reposa
Edgard Kasabian. Solo sabemos que el gánster falleció en 1930.
El primer día del
año, los SA, entre ellos Gereon, son puestos en libertad. Solo Stennes queda
adentro. Tiene una entrevista con Wendt que le anuncia que, ya que nadie sabe
de su arresto, puede permanecer meses en la cárcel. Stennes, socarrón, le dice que va a denunciar al Consejero
por traidor al Partido y por perversiones pasadas que lo llevarán a ser
expulsado de su puesto en la policía. Wendt sonriendo le dice “Ya superé esa
etapa”.
Gereon llega a su
casa y se encuentra al sobrino preparándose el desayuno antes de partir al
internado donde no hay agua caliente. Ambos comparten impresiones sobre la
noche anterior, pero Gereon le oculta a Moritz que ha estado preso. Moritz ha
quedado impresionado con Toni y busca en el periódico pistas para saber qué ha
ocurrido con ella.
Toni se Corta
el Cabello
Parece título de
cuento de Scott Fitzgerald, pero es solo un vano intento de Toni de camuflarse.
En un baño público —que parece ser su oficina y boudoir— se corta
sus trenzas con una especie de tijeras de podar. Sale con su característico
cabello rojo cubierto con un gorro de lana y observa a un borracho en un banco
cubierto de palomas.
La cámara lo
enfoca y también a la poza de sangre que se forma a sus pies. Lo reconocemos, era al que los hampones le rindieron tributo
en Noche Vieja. Ma tarde, Gereon, a cargo de ese caso, lo identificara como un empleado público de
apellido Oeslschlager, contratado para vigilar los ires y venires económicos de
los clubes de la capital. Debido a su tren de vida, es obvio que estaba
lucrando a costa de su empleo. Gereon hace una lista de los dueños de clubes
que abarca a los gánsteres más importantes de Berlín. Uno de ellos es el
asesino.
Toni va a la
guarida de ratas donde vive junto a otros niños de la calle. A su líder no le
interesa el asesinato de Benny y golpea a un pequeño que se atreve a llorar la
muerte de su compañero. El líder insulta a Toni por no traerle joyas y la
expulsa de la banda. Toni huye.
Entretanto, Charlotte va a ver la autopsia de Benny. Se
encuentra con Gereon al que ignora olímpicamente. En la morgue se encuentra con
Rudy, su ex amante, que la informa de algo raro en el cadáver, sus nudillos sangran
como si lo hubieran pisado. Llega el forense y dice que eso es especulación. Charlotte se retira. Si fuera la de las
primeras temporadas, ella se pondría alerta a investigar, pero ahora anda en onda de ofendida (ya solo
falta que escriba una canción a lo Shakira) ignorando a Gereon mientras le lanza
miradas asesinas de soslayo.
Finalmente, el inspector
la aborda y exige que hablen. En las escaleras, Lotte lo acusa de ser parte de
un grupo peligroso que agrede gente inocente. Rath lanza una diatriba contra
los judíos, que son los culpables de todas las desgracias alemanas. Lotte le
reprocha atropellar su voto como policía de respaldar orden y justicia. Gereon
insiste que los nazis buscan precisamente implantar orden y justicia. Lotte
pregunta si la justicia también ayudará a gente como el pobre Benny. “Esos son escoria”
responde el inspector con tono despectivo. Estas palabras exasperan a Lotte,
tal como me hubiese exasperado a mí, que se marcha gritando “¡Señor Rath , ud.
Ha muerto para mi!”
Es un buen y
genuino intercambio. Gereon habla como si realmente creyese en las máximas
nazistas, pero me sorprende la vehemencia de Charlotte. Aparte del asunto Greta,
nunca la hemos visto luchar contra los nazis ni expresar ideas políticas.
No importa, porque
Lotte está ocupada cometiendo barbaridades. Primero falsifica un informe en el
que Koshke (el asesino de Benny) exonera a Toni. Luego oculta evidencia.
Resulta que una clienta encuentra en la tienda el abrigo de Toni (que antes fue
de su hermana) y se lo pasa a la policía. Lotte esconde el abrigo en su gaveta.
Se cree sola ni se percata que Bohm, que
ni siquiera se oculta, la observa. Baja al guardarropa y sustrae otro abrigo
que presentará como evidencia. ¿Cómo puede creer que todas esas torpezas no serán
descubiertas enseguida? Bohm, zorro viejo, registra los bolsillos del abrigo en
la gaveta, encuentra joyas y un recibo. ¡Ajá!
Entretanto, Toni
ha regresado a su baño-oficina y rescatado unas joyas que ocultó bajo el piso.
Se las lleva al desdentado que en la pasada temporada le consiguió el empleo
con el gordo pedófilo. Descubrimos que ahora es el manager de Toni a la que
pone a trabajar con viudas para luego desvalijarlas. Están discutiendo por las
joyas cuando llega la policía y aprehende a la pelirroja. El desdentado huye
con las joyas.
Gereon es
convocado por el Intendente de la policía, un individuo de cejas peludas y
aspecto porcino, que ya tiene a Wendt en la oficina. El intendente acusa a Rath
de haber participado en disturbios, haber sido arrestado, y haber atropellado las reglas que exigen que
la policía sea apolítica y no use otro uniformes.
Con voz débil, el
Inspector Rath reconoce los cargos. Sus superiores lo interrogan sobre Stenne.
Gereon dice que apenas lo conoce. Wendt quiere meterlo de infiltrado en la SA,
pero el intendente se niega. Wendt se marcha enojado.
El intendente le
sirve un brandy a Gereon y lo felicita. Nunca pensó que tuviese el valor de
ponerse el uniforme e hiciese una aparición pública. Rath explica que era la
única manera de convencer a Stenne de que estaba de su parte. Por si no se
entiende. Gereon no es nazi, es un agente encubierto. Esa es su excusa para su
incursión en el lado oscuro. ¿Qué excusa tiene Charlotte para sus locuras?
De Como Lotte
se Convirtió en una Karen
Los Chiflados van
a buscar a Lotte porque la acusada se niega a hablar. La Inspectora Ritter pide
que la dejen a solas con la ladronzuela. Gasta tiempo en tratar de convencer a Toni
de que está de su lado. Toni les responde a golpes, se enzarzan en pelea de
gatas y acaban en el suelo. Tienen que entrar los Chiflados a separarlas. Lotte
aprovecha de meterle en la mano a Toni la llave del cuarto donde la encierran. Alcanza
a ver a su hermana huyendo antes de ir a la reunión general de primer día del año
con el Buda.
Lotte llega
atrasada justo cuando Gereon está haciendo su presentación sobre el cadáver del
extorsionador. La única silla queda al lado del inspector Rath. Eso irrita
Lotte que decide coronar el día con una delación a lo Karen. El Buda le pide
que exponga los resultados del asalto a la tienda y la muerte del ladronzuelo.
La inspectora Ritter se ve desorientada, mira su alrededor buscando a Bohm,
pero su superior no está presente. Balbucea algo y de pronto se le ocurre una
idea brillante, la más brillante del día.
Anuncia que quien
debe exponer lo ocurrido es el Inspector Rath puesto que él estaba en la Ku’Damm
con sus compañeritos nazis. El pobre Gereon se ve obligado a confirmar las
palabras de su colega. Él es así, el destruye la propiedad privada. todos lo miran con desprecio casi con asco.
Lotte se pavonea muy oronda y….en eso Bohm hace una entrada triunfal. Nunca había
estado tan feliz de ver al canalla.
Bohm, de manera muy teatral muestra el abrigo, de Toni y expone la lista de pecados Ritter.
No menciona las joyas encontradas en el abrigo, pero si el papelito en el
bolsillo. Es un recibo de un sitio de “despiojamiento”. En serio, tales lugares
existían en Berlín. Ese recibo certifica que atendió a una tal Antonia Ritter.
Por si no entendieron, Bohm lo deletrea,
no solo Charlotte sustrajo evidencia además ocultó su parentesco con una
criminal ¡Y hasta la ayudó a huir!
Todos miran ahora
a Lotte con desprecio y asco. Al final, Gereon solo es culpable de abrazar una
ideología malsana, pero no ilegal. Lotte ha cometido delitos, ella una inspectora. El Buda le pide que vaya
a su oficina. Este hubiese sido el momento de Lotte de pedir perdón, explicar
sus motivos, decir algo en su descargo, pero, no la estupidez la hace terca y viceversa. Se
muestra sorprendida, casi enojada, cuando su superior le exige que le pase su placa
y la despide. Debería agradecer que no la pongan tras las rejas.
Vemos a Lotte
recogiendo sus cosas, sus colegas no se despiden, no le hablan, hasta evitan mirarla. Solo Bohm la observa
satisfecho. Lotte casi llora, pero hay la impresión de que no comprende ni la
magnitud de lo hecho ni de las consecuencias.
Lo último la
despierta ya cuando está en el barucho debajo del cuartucho donde duerme. No
tiene empleo, no tiene entrada ni para pagar la renta. Solo le queda un camino.
Entrar a la maratón de baile que anuncia el Moka Efti y ganarse un premio de
mil marcos. Esperemos que esta sea una buena decisión y no otro mal paso que de
Fraulein Ritter
Habrá quien diga
que soy muy dura con Lotte. Ella hizo todo por amor fraterno. Sorry, no ayudó
en nada a Toni. De hecho, la hundió más. Ni siquiera han hecho las paces.
Arruinó la única oportunidad de ayudarla perdiendo de manera tan estúpida su
puesto y de paso arrastrando consigo todo por lo que ha luchado. ¿En qué cabeza
cabe que nadie iba a descubrir sus deslices, por no llamarlos delitos?
Lotte ha actuado
como si no tuviera cerebro, como si no hubiese evolucionado, como si no fuese consciente
del puesto que ocupa. Mas encima se atreve a sentirse moralmente superior a
Gereon y a exponerlo públicamente. Él no hubiese hecho eso con ella por muy
enojado que estuviese.
Reitero, en las
primeras temporadas, Lotte era mi personaje favorito. La admiraba por su
optimismo, generosidad, ansias de superarse, pero una vez con chapa en el
bolsillo, Lotte se comportó como si siguiese siendo una taxi dancer-putita del Moka
Efti. Como dicen “la cabra tira p’al monte”. Descuidó su trabajo y descuidó a Toni,
prefiriéndola pasarse en fiestas. Incluso sus instintos naturales que la hacían
tan buena detective han fallado.
Hay algo, sin
embargo, común en Fraulein Ritter, es boquisuelta o alardea sin razón como
cuando le dijo a Greta que era inspectora sin saber que eo impediría a su amiga
buscar ayuda. Lo más común es andar de chismosa. Ella le contó a Bruno que
Gereon era drogadicto, ella, enojada, le cotorreó a Rath que Helga le mentía ¿y
ahora a santo de que mete a Gereon en problemas con sus compañeros?
No me da lástima,
pero si me doy cuenta de que ha habido un poco de traición del personaje.
Últimamente, los personajes femeninos se escriben así estridentes y palurdos.
Creen que aullando como cierta Loba o haciendo discursetes ininteligibles a lo Greta
demuestran inteligencia. Al final quedan ellas en ridículo. Eso no es
inteligencia. Orejas de burro para los guionistas que no lo notan. me sorprende de una serie creada por genios como Tom Twyker y Achim von Borries.
Contenido
Violento y Gory: Pelea
entre hermanas. El cadáver cubierto de palomas.
Contenido
Sexual y Desnudos: Cero
Contenido
Feminista: Hemos visto a
Lotte pasar de vulnerable a empoderada y en menos de un día perder poder y
privilegios por una serie de acciones impulsivas, innecesarias y torpes.
Factor
Diversidad: Cero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario