lunes, 20 de marzo de 2023

¿Se les Agotó la Fórmula? Tercera y menor temporada de Vienna Blood

 


Estamos en 1908,  dos años después de la Segunda Temporada. Los personajes han cambiado a la par que su sociedad.  Viena está en su apogeo de belleza,  La Belle Epoque está dando paso a un mundo más audaz, la psiquiatría se ha vuelto una profesión respetable,  y las mujeres han entrado en el mundo laboral. En un solo capitulo vemos secretarias, bibliotecarias y una asistente de forense;  Leah Liebermann se ha hecho cargo del negocio de su padre;  y  Clara Weiss se ha convertido en periodista, pero la gran protagonista de este primer misterio es Christina Vogel.



Comunión Mortal

Artista y diseñadora de moda, Frau Vogel quiere revolucionar la industria del vestido, liberar a la mujer del corsé y envolverla en caftanes flotantes en diseños abigarrados como bosquejados por Gustav Klimt. La coutourier tiene un taller de modistas.  Adele Ziegel, una de ellas,  aparece muerta una mañana. No se sabe que es más escandalizador: el que haya muerto acabada de tener relaciones íntimas o el que esté vestida con una de las creaciones de su patrona.



Perplejo ante este caso , el Inspector Ozkar Rheinhard rastrea a su amigo Max Liebermann para una consulta. El Dr. Liebermann ha publicado su primer libro,  volado del nido paterno, rentado un gigantesco piso donde ha instalado su consulta y hasta tiene secretaria-criada,  la guapa, pero severa Elena.



Tras examinar el cadáver, Max descubre la causa de la muerte: el amante clavó un alfiler de sombrero en la nuca de su pareja atravesándole el cerebro.  Tan confundido como Ozkar , Liebermann acompaña al comisario a visitar a Frau Vogel. Allí se encuentran con Clara que acaba de entrevistar a la diseñadora.

Ozkar presencia un tenso,  y casi descortés,  intercambio entre los ex novios. Mas tarde, el psiquiatra le explica que después del beso del final de la anterior temporada, reinició su romance con Clara. La recta Fraulein Weiss rompió su segundo compromiso solo para descubrir que Maxcomo siempre se mostraba indeciso en los asuntos románticos. Fue ahí donde decidieron no verse nunca más.



La visita a Christina Vogel es un fracaso. Nadie sabe nada de Adele, modista solitaria sin familia ni novio. Aunque los habitantes de la casa estaban ahí en el momento del crimen,  nadie oyó nada. Los habitantes de los altos de la casa de moda incluyen a Christina , su burgués y distante médico-esposo, su criada Salma, un fotógrafo libidinoso, y Valentín, el secretario de la diseñadora, un joven frágil y sensible.

Tras mucha meditación, Max deduce que Adele murió sin saber que su amante era un asesino y justo en el momento de La Petite Mort (orgasmo). El asesino está obsesionado con la relación entre muerte y erotismo y quiere capturar el orgasmo tal como un coleccionista captura mariposas.  La teoría Liebermann resulta cierta cuando le llega una carta del propio asesino que necesita de una audiencia. Lo invita a acompañarlo en sus andanzas y le dice “Tal vez ya me conozca”. Al examinar la carta lo que más impresiona es que precede por una semana al asesinato. Eso quiere decir que existe otra víctima.



Rastreando casos parecidos y cercanos, descubren que una florista fue asesinada. Como Adele,  era soltera, sin familia y vivía en un horrible conventillo. Sin embargo, en su prolijo cuartucho encuentran ramilletes de rosas y una gota de sangre en la almohada. Un examen del cadáver arroja como resultado esa misma herida fatal. Von Bulow , que sigue manejando la policía vienesa,  coloca a Ozkar a cargo de ambos casos y da una entrevista que acompaña una disertación de Max a los detectives sobre la patología del asesino serial. Realmente la psiquiatría es lo In en el Imperio Austrohúngaro.

Ocurre una novedad. Christina Vogel recuerda haber visto a un hombre huir de la escena del crimen . El problema es que la diseñadora es adicta al láudano y su descripción de un hombre sin rostro con las facciones cubiertas de una máscara negra suena a alucinación

El asesino ataca de nuevo. La victima es Selma, pero Max encuentra que esta muerte no sigue el patrón establecido por el asesino y cuando este se indigna que un amateur lo imite, Max y Ozkar deben encontrar a otro culpable.

Ha sido uno de los episodios menos interesantes y uno en el que el Dr. Liebermann francamente me cae pesado. No me gusta como trata a Ozkar, a su familia y sobre todo no me gusta su juego de tira y afloja con Clara que parece continuar en la segunda historia. ¿Qué pasó con Amelia?

El Dios de Las Sombras

El segundo e[episodio es exótico.  Fraulein Linder,  la bibliotecaria,  visita al Dr. Lieberman,  quiere encargarle un paciente. Se trata del capitán Georg Steiner, un militar que durante La Revolución de Los Bóxers salvó al padre de Fraulein Linder. Steiner ha perdido la razón y ha sido recluido en un manicomio que regenta el Dr. Wiessinger para enfermos mentales.



Liebermann viaja hasta el sanatorio que está en las afueras de la ciudad y encuentra a Steiner destripando a un pollo. El psiquiatra es testigo de que el único tratamiento que recibe el paciente es a base de sedantes que lo mantienen dormido. Max desubre que Steiner cree ser víctima de una maldición y que un espíritu maligno lo acosa. El psiquiatra expresa su desagrado por los métodos del hospital y solicita que le remitan el paciente.



El Dr. Wiessinger se niega indignado. Sabe quién es Lieberman:  “Eres judío. Escribiste un libro. Eres discípulo de Freud”. Así lista los pecados del psiquiatra. Sin embargo, le quitan los somníferos a Steiner que procede a suicidarse de una manera horrible. Wiessinger inmediatamente escribe al jefe de Lieberman acusando al psiquiatra de haber aconsejado un mal tratamiento,  con eso de quitarle los sedantes al suicida.

Aunque es una acusación absurdaSteiner no era paciente de MaxLiebermann sabe cubrirse las espaldas y se presenta en el manicomio en compañía de Ozcar que mete a todos en cintura. Exige una autopsia que revela señales de tortura en el cuerpo del difunto. Interrogar al servicio de la institución solo sirve para exponer una conspiración de silencio. Con la excusa de la lluvia, los investigadores pasan la noche en el hospital y descubren en un cuarto secreto pistas de que alguien aterrorizaba y torturaba a Steiner haciéndolo creer que se trataba de un demonio.



Lo interesante será ver como este caso va vinculado a otro un poco insignificante que von Bulow le ha encargado a Ozkar. Alguien entró a la casa de un ex Ministro de Finanzas y robó algo sin valor. Dé paso descerrajó la puerta de un gabinete chino. En su investigación, el inspector encuentra un crimen parecido. Entrada a una casa, robo de artículos insignificantes y daños a un gabinete laqueado. Ohhh! Se parece a uno que le compré a mi made en Chinatown para guardar joyas.



La Muerte y la Doncella

El último caso, es el menos interesante e involucra a una famosa actriz húngara y sus supuestos asesinos entre los que se cuentan un stalker, una rival,  y un senador estadounidense. La trama es confusa y abarca muchos temas que no tienen que ver con la investigación y que no son tan interesantes.



Me parece que es el episodio que menos tiene que ver con la obra de Frank Tallis y que los adaptadores o son inexpertos principiantes o se las han encargado a algún aparato de inteligencia artificial que cada día notamos es más mediocre e inútil, por no decir peligrosa. En toda la temporada hay un alejamiento de la verdadera Viena pre-Gran Guerra Parece como si fuese otro país europeo.

En donde más se nota es en el segundo episodio que fue escrito especialmente para esta temporada. Sucede que Tallis únicamente escribió ocho tomos de su serie The Max Lieberman Mysteries  y como cada temporada contiene tres casos, hubo que sacarse uno de la manga y no les quedó muy bueno. Con ese resultado no me sorprendería que esta hubiese sido la última temporada.

Al menos  The God of Shadows” tiene la excusa de que hubo que inventarse un cuento, pero con Death and The Maiden se hizo una carnicería del texto original. La novela de Tallis tenía lugar en el mundo de la ópera, importantísimo en ese comienzo de siglo. Sobre todo en un relato donde aparecen personajes importantes con el gran Gustav Mahler, entonces director de la Opera de Viena, y Karl Lueger, el antisemita acalde de esa ciudad.



En cambio, y sin razón aparente, la trama se centra ahora en una artista de cine, no una diva del Bel Canto. Algo absurdo y que cambia la historia totalmente. En 1908 lo único que producía la incipiente industria fílmica austriaca eran noticiarios. Si van a seguir así, entonces mejor que ni intenten una Cuarta Temporada.



Contenido Violento o Gory: Para ser una serie de crímenes es consistentemente discreta con detalles escabrosos. Mas fuertes las escenas del bajo mundo vienes con sus conventillos miserable poblados de roedores. También las escenas del sanatorio mental para militares,  y el horroroso suicidio del Capitán Steiner

Contenido sexual y Desnudos: Mucho de lo primero, cero de lo segundo.

Contenido Feminista: Muchas mujeres trabajando, pero la diseñadora es drogadicta, la actriz sufre de ceguera histérica, una enfermera es convencida por un amante de ser cómplice de un crimen. Debajo del barniz de liberación, siguen siendo frágiles. Leah Liebermann cae bajo el hechizo de un asesino, Clara no puede desligarse de la dependencia emocional de Max, y la pareja de Ozkar resulta que tenía un marido escondido. Mejor, el inspector merece alguien más…como Frau Linder



Factor Diversidad: Y comenzamos con Frau Linder que descubrimos realmente viene del Celeste Imperio. ¿Entonces porque la llaman “Fraulein”, si es obvio que “Linder” es el apellido de su ex o difunto marido? ¿Y por qué Fraulein si antes era “Frau”? ¿Y porque a Leah,  viuda y madre de un adolescente, le dicen “Fraulein”?

Tenemos una visión de las atrocidades cometidas en la China para las que contrataron actores del Lejano Oriente. Pero lo más interesante ha tenido que ver con el senador estadounidense del tercer episodio. No sabía yo que Pennsylvania fuese el tercer estado con mayor población de ascendencia austriaca de los Estados Unidos. No sabía que tantos austriacos habían emigrado a estas tierras.

Otro aspecto de la inmensa diversidad (que aunque moleste a los afro-descendientes a veces no tiene que ver con gente de color) del Imperio Austro húngaro que se me escapaba aparece en este episodio. Yo siempre visualice la Revolución de 1848 como provocada por ansias de libertad e independencia de los muchos grupos étnicos principalmente los magiares  del Imperio. No sabía que entre ellos había nacionalistas que deseaban hacer un país propio solo de gente de origen germano. La serie nos habla de estas organizaciones a la par que nos muestran manifestaciones callejeras que ya en 1908 exigían un Anchluss.

4 comentarios:

  1. It's a miracle, if you ask me, that it lasted this long, I barely handled the first season LOL

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    1. What can I say in its dicharge? It was fun at first, harmless in the second year, now it's insufferable and boring.

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    2. PS watched the third episode of Valhalla last night, I still think the second season is a bit boring, no action so it has no fast dynamics of the first season, but I did hugely enjoy Leiffs nekkid peachy bum in this episode, he is so gorgeous, that astronomer woman is stupid if she does not get a taste of him, I know I would if it was the life of me LOL Freydis storyline is still dreary as her idiotic expressions. Also, Emma and Goodwin deserve a better story arc than this one around that daft little court lady.

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    3. I know what you mean, but ready yourself to a major battle in jOrmgord between Frejdis and Olaf, and some epic confrontation with the Pechenago. Did you get to see when Leif and Harald became gods of the arena? SPOILER, Maryum does get naked with the Greenlander, and I was furious. She suffers from TBC which is sexually transmitted, and in those days it was fatal, but this being fiction… I could kill them for what they are doing to Godwin’s character.

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