jueves, 2 de marzo de 2023

, Una Paz Poco Pacífica y un Recuento de Daños: Badehotellet Temporada 9

 


Aunque mi tema favorito, la Segunda Guerra Mundial está muy de moda en cine y televisión he notado que no se la retrata ni con el respeto ni con la veracidad que merece. Comparando la exposición completa del tópico de la Shoah y la Alemania nazi en una serie brasileña como Passport to Freedom con las chapucerías frívolas  y otros desatinos de SAS Rogue Heroes me ha hecho revisar el modo trascendental y la seriedad con la que Badehotellet ha tocado  el tema del nazismo y del periodo de  Ocupación alemana en Dinamarca y como afectó a la población .

El Hotel Andersen Reabre sus Puertas

En mi anterior entrada mostré como la serie más popular de Dinamarca retrataba lo primeros dos veranos de la Ocupación germana. La novena abre en mayo de 1945, Dinamarca es libre, pero paz y libertad tienen diferentes significados para los personajes,  tal como en la vida real las tuvieron para el pueblo danés.

Sorprende que una comedia pueda retratar un mundo tan complejo con la misma honestidad con la que lo han retratado dramas como Un VIllage Francaise, Tannbach  y Bohema, pero inyectándole un humor que a ratos puede parecer forzado como en el cuento de Edward Weyse, payaso oficial de la serie que sin embargo se verá enfrentado a errores del pasado. El tema es simbolizado incluso al final de la cortina inicial. En temporadas anteriores hemos visto a Amanda, con rostro entristecido,  arriando la bandera danesa. Ahora la vemos izándola, pero con la misma preocupación en su rostro ¡y vaya que tiene preocupaciones!




Hemos visto a Amanda evolucionar de la chicuela rebelde de la Primera Temporada que había hecho una apuesta con una amiga de cuál sería la primera en perder su virginidad  hasta la seria y responsable matrona que se reinventa como hotelera en la época más dura para su país. Esta temporada veremos a Amanda en una nueva faceta, la de madre.

                                             Amanda a los 19
                                            Amanda , doce años más tarde.

La serie comienza en mayo de 1945. Amanda,  y su rubia hija Frida,  regresan al Hotel Andersen en el camión de Arne Kukholm. Al menos sabemos que este granjero resistente sobrevivió. En la parte de atrás viaja un individuo muy armado y con cara de loco.




De la conversación entre Arne y Amanda descubrimos dos hechos. La Wehrmacht eventualmente requisó el hotel para uso de sus tropas. Es la primera vez que Amanda vuelve a Jutlandia. Ha estado viviendo en Göteborg donde de su relación con un sueco ha nacido Frida. ¡Ajá!




Encuentran un hotel patas p’arriba. Donde una vez hubo elegantes mesas para comensales ahora hay escritorios desordenados. Se nota que los alemanes tuvieron que huir de prisa. Lo que ha quedado atrás es una colección de banderas nazis y una suástica pintada en el frente del mesón de registro. Aunque se le apliquen varias capas de pintura, la suástica reaparecerá constantemente simbolizando el tema de esta temporada: No se pueden esconder más secretos.



Amanda anuncia que en cinco semanas abrirán. El loco del fusil (se llama Jens) insiste en revisar el edificio entero por si se ha rezagado algún enemigo. Amanda se lo impide, ya quiere ponerse a trabajar. Jens es un ejemplo de lo que pasó en Dinamarca donde no hubo una liberación por parte de Los Aliados como en otras partes. Tal como en Los Balcanes, el país fue liberado por su propia gente lo que se tradujo en muchas venganzas personales.

La mayoría de esas venganzas se perpetraron en contra de mujeres como la que Amanda encuentra refugiada en el altillo, con ropa destrozada y medio rapada. Se trata de Gertie Knudsen, la secretaria del Coronel Fuchs.



Pasan las cinco semanas. Cuando Edith,  my elegante y ensombrerada,  llega el hotel parece otro. Amanda lo ha embellecido con la ayuda de sus dos camareras, Otilia y Gertie que ahora también ayuda en la cocina. Otilia rápidamente informa a Edith de los chismes. Ellas hacen tres años que no se ven. Le advierte que Gertie “es rara”, nadie sabe nada de ella e insiste en cubrirse la cabeza con una bufanda.




Le cuenta además que Amanda no está casada, así que hay que seguir llamándola” Señora Berggren” que vienen todos los invitados menos los Weyse, ya que Edward está filmando una película sobre La Resistencia.  La última es una noticia agridulce. Philip Dupont ha ido a Copenhague a recibir un “Bus blanco”(así se llamaban los autobuses que traían a los sobrevivientes de los campos de concentración)  en el que viene desde Dachau el Conde Ditmar.



Las primeras en llegar son Olga Fjeldso y Lydia Plough. Olga está feliz porque Edward Weyse no vendrá ya que ha traído consigo a su nieta Sarah. Nadie parece recordar que Sarah es hija del actor, la misma adolescente cree que Adam es su padre biológico. También llega Alice Frigh que al igual que Lidia parece que pasó la guerra en un escaparate. De alguna manera ellas representan una Dinamarca desaprensiva, a las que no tocó la Ocupación. Alice está feliz,  su nuera Nana que ya le ha dado un nieto (Anders llamado así por el primer marido de la madre),  espera otro bebé. Si es niña van a llamarla


 Alice.

¿Qué le pasó a Bertha?

Sin embargo, Alice tiene un vínculo con la guerra. Se ha traído con ella a Bertha, ahora acabando la carrera de medicina. Madre e hija casi no han tenido contacto desde el verano del ‘41. Alice sabe que Bertha era miembro de la Resistencia, pero no conoce detalles de su actividad clandestina. Lydia, quien ha sido casera de la joven Frigh tampoco sabe, pero hay algo que agobia a Bertha que la ha vuelto retraída, taciturna, parca.



Llegan Los Madsen y con ellos una sorpresa (desagradable para Olga ). Se han encontrado con los Weyse. Para recordar viejos tiempos, los invitan a quedarse una noche en el hotel de la playa. A pesar de las promesas hechas a la abuela de su hija, Weyse insiste en pasarse el verano en el Andersen.



Es cierto que Sarah es una cajita de sorpresas. Sabe que el narcisista actor fue el primer marido de su madre, sabe que hay un motivo por el que su padres no quieren hablar de él, se ha visto todas las películas de Weyse y a él le encanta saber que Sarah, por la que nunca se ha interesado, también quiere ser actriz y canta como él.



Weyse siempre ha proveído el relleno cómico, pero esta temporada su arco es desagradable. Aunque egoísta y vanidoso, nunca ha sido cruel y ahora parece querer hacer daño a Olga.  El modo en que interactúa con Sarah podría hacerla creer que está coqueteando con la niña. Es el único toque desagradable en una magnifica temporada.



Los Madsen han traído un cofre de productos suecos que no se encuentran en Dinamarca. Otilia aprovecha de prepararle una taza de verdadero café a Hjalmar. Es un reencuentro del Consejero Aurland con el café y con la maestra de la cual ha sido mentor (yo siempre he creído que Otilia está enamorada del viejito).




Esa noche en la primera velada, se habla del castigo de los colaboracionistas. Aurland dice que no le gustaría ver una campaña de venganza, y se habla de enjuiciar a sicarios de la resistencia que, por equivocación o motivos personales,  ejecutaron a gente inocente. Bertha sale de su letargo y defiende a estos sicarios.



Su madre teme que Bertha haya sido uno de ellos. Encuentra en un libro de su hija una nota de periódico que habla de un dueño de un café que fue torturado hasta morir por la Gestapo. Bertha responde con mutismo al interrogatorio de Alice.



Con quien llega a abrirse es con Molly Andersen a quien visita en su casita. Molly está a punto de volver a su cocina en el Hotel Andersen. Da un poco de lástima verla tan solita: su esposo murió hace un año; Ane se casó y se llevó a Emma, Molly espera que, finalizada la guerra, Morten y su familia regresen a Dinamarca.



Bertha le dice que necesita saber sobre algo que ocurrió hace un año. Es algo relacionado con la Resistencia. Molly arregla una entrevista con Arne Kokholm. Bertha, delante de Molly narra su tragedia. Por cuatro años fue correo de la Resistencia entre Copenhague y Aalborg.

En un ocasión,  cargando un maletín lleno de documentos y armas, se encontró en un café en el que entraron agentes de la Gestapo. Asustada,  la muchacha huyó, dejando oculto el maletín. Poco después se enteró que el dueño del local había sido arrestado, y que había muerto debido a las torturas nazis. Desde entonces Bertha carga la culpa de esa muerte y la posible de agentes cuyos nombres estaban en una lista en el maletín. Arne promete investigar.



Unos días después, Molly avisa a Bertha que Arne la espera en su casa. Bertha llega y encuentra el salón vacío. Pasa al comedor en penumbras y se sorprende ya que no es Arne quien la espera sino su ex amante, a quien no había visto desde el verano del ‘41. Pero el falso arqueólogo ya no es el hombre alegre y pícaro que ella conocíó, se ve avejentado, cansado y con voz triste.



Klaus tranquiliza a Bertha. El dueño del café era miembro de la Resistencia. La Gestapo lo arrestó por su actividades no por el maletín que ella ocultó en el café. Para demostrarlo pone el maletín sobre la mesa. Si hubiesen dado con la lista de nombres , él no estaría ahí. Así Bertha descubre que Vilmulsen era el destinatario del maletín, un importante líder de la lucha antinazi. Mas tranquila,  lo invita a quedarse en el Hotel Andersen para hablar del pasado, pero él le responde con voz atona que lo que menos quiere hacer es hablar del pasado. Más tarde nos enteraremos de que si fue arrestado y torturado.

Ditmar Sale de Dachau y del Closet

Ahora viene lo mejor de la temporada, los arcos de Ditmar y Amanda. El Conde llega al Andersen. Esta flaco,  sin bigote, parece pollo desplumado. Es recibido con grandes muestras de cariño, pero se ve muy cansado y apesadumbrado. Le dice a Amanda que está evitando a su madre puesto que cree que lo busca para que ayude al padrastro quien ahora enfrenta castigo por sus actividades pronazis.

Con la única persona con la cual el sobreviviente de Dachau parece interesado en hablar es con Hjalmar. A él le cuenta que fue enviado al campo de concentración debido a una delación de un criado. Nunca sabrá que motivó esa traición puesto que el hombre fue ejecutado por la resistencia. Lo que todos conjeturan es cuales fueron los actos por los que Ditmar fue condenado.



Las inconscientes Alice y Lidya hacen apuestas de si ocultaba armas en Frisjholm o si dio refugio a aviadores Aliados. Esa noche después de la primera cena, las mujeres interrogan públicamente al Conde y este valerosamente revela que fue acusado y arrestado por ser homosexual. Agrega que no teme salir del closet porque espera que ese mundo donde él pudo ser castigado por su orientación sexual haya dejado de existir.



Todos permanecen en silencio intentando digerir la confesión de quien conocen hace años. Ditmar, incomodo, se marcha del salón. A la mañana siguiente se levanta temprano para evitar encontrarse con nadie a la hora del desayuno. Ante su sorpresa se le une Hjalmar que se sienta en su mesa y lo invita a dar un paseo por la playa. Le dice que el también espera que el mundo esté cambiando para mejor.



El Verdadero Padre de Frida

Georg Madsen anda preocupado. El ánimo revanchista ha invadido a Dinamarca. Se persigue a los empresarios que como él colaboraron con el invasor. Le dice a su hija que despida a Gertie porque su presencia puede vincularlo con el Coronel Fuchs. Amanda se niega, pero alguien reconoce a la ex secretaria.



En el sótano, Amanda encuentra un cargamento de granadas que dejaron los alemanes. Cuando llama a Arne para que las retire, le mandan al desaforado Jens. Este reconoce a Gertie como una que se le escapó cuando le cortaba el cabello. Intenta llevársela, pero Molly le sale al paso y se le enfrenta a pesar de que Jens le pone una pistola en el pecho. Con voz entera, mirada fría y la misma expresión severa que una vez usara para expulsar al huésped que intentó violar a Edith, le dice a Jens que los mayores colaboradores fueron los de su familia que vendían el mejor pescado a los alemanes.




Avergonzado,  Jens se marcha, pero también lo hace Gertie. Le deja una carta a Amanda agradeciéndole su ayuda, pero no desea provocar problemas. Esta noche a solas, Georg acusa a su hija de ayudar a Gertie porque son parecidas. Exasperada, Amanda recuerda a su padre que él fue quien le inventó a Frida “un padre sueco” y que algún día su hija sabrá la verdad. Furioso , Madsen la insta a que grite a todo el mundo que ha tenido una hija con un soldado alemán.



Mas tarde, Madsen pide disculpas a Amanda, le dice que es su cariño por Frida el que lo hace protegerla, que no se gana nada con contarle que su verdadero padre murió en el Frente Oriental. Amanda todavía tiene esperanzas que Uwe esté vivo. Esa noche sueña que él aparece en la cocina del hotel.

Una semana más tarde Amanda recibe una llamada de Gertie. Está en Hamburgo trabajando para la Cruz Roja. Amanda tiene un flashback a una plática postcoital con Uwe, en la que él le contó que venía de un suburbio afluente de Hamburgo y que las razones por las que no aprobaba el nazismo tenían que ver con que su padre, un juez, era muy cercano a los círculos hitlerianos.



Por pedido de Amanda, Gertie va a la mansión Kessling donde encuentra al juez muy cómodo como si nunca hubiese estado asociado con un estado criminal. Gertie pregunta por Uwe y por Stefan, el soldadito que el teniente salvó del paredón en la Temporada 8. El juez es cortante. No sabe nada de soldados. Su hijo Uwe fue gravemente herido en el Frente Ruso, convaleció por dos años y regresó al campo de batalla. Desde entonces no se sabe nada de él.

Al salir, la criada le susurra a Gertie que Stefan murió en la misma batalla donde fue herido Uwe, pero que el teniente no murió. Aparece el juez que obliga a interrumpir la conversación. Poco después, Gertie recibe la visita de la criada. Uwe fue gravemente herido y tuvo una larga convalecencia,  pero la razón por la que su padre no quiere saber nada de su hijo es que este se unió a los círculos militares que conspiraron para matar a Hitler.



La conversación acaba con Gertie que ha conseguido, a través de la criada, una foto de Uwe y su madre. Ella también se llamaba Frida. ¿No es eso una coincidencia? Con sonrisas y lágrimas, Amanda dice que no se trata de una coincidencia.



Therese no quiere que su hija se haga falsas ilusiones. Le recuerda que los involucrados en el atentado de 1944 fueron pasados por las armas, pero Amanda dice que no todos fueron ejecutados. Voy a detenerme aquí, pero solo les adelanto que la serie acaba en un final feliz, con una parejas unida por un deseo de reparar una patria dividida por la Ocupación;  Weyse redescubre cuanto ama a Helene y lo más importante….el reencuentro de Uwe y Amanda Nos dijeron que este era el final de la longeva y popular serie. No, en la Wikipedia Danesa leo que están filmando la Décima Temporada. D-s mediante, la veremos en el 2024.



¿Hay alguna falla entre tanta perfección?  Lamentablemente se nota que fue hecha en pandemia. Aunque no afecta ni la esplendorosa cinematografía ni las buenas actuaciones,  ha afectado el largo de la temporada. Cinco en vez de seis episodios, eso hace que muchas cosas sucedan atropelladamente y también el que Uwe y Amanda no se besen (aunque los vemos en la cama).

Contenido Violento o Gory: Jens apunta a Molly con un revolver. Lo peor, el ultraje a Gertie, la tortura de Klaus, las vivencias de Ditmar en Dachau y la ejecución de Emil Hoyer quedan para ser expuestas en diálogos.



Contenido Sexual o Desnudos: Flashback a Amanda y Uwe en la cama, escenas de alcoba de Bertha y Klaus, casi Helene vuelve a caer en el adulterio, pero no muestran nada escandaloso.



Contenido Feminista: Si de algo se puede apreciar esta maravilla de serie.es de personajes femeninos fuertes: Molly,  Otilia y por supuesto Amanda, pero también Gertie que sabe reinventarse y ayudar a quienes la han ayudado.

Factor Diversidad: Tenemos a Ditmar saliendo del closet y hablando de un tema que aun hoy no se toca, la persecución de los homosexuales en El Tercer Reich. Vemos el tema judío con Sarah y sus abuelos que al regresar del exilio descubren que les han robado su fortuna de su caja fuerte donde la dejaron a recaudo. Autoridades y gobierno se desinteresan y les recuerdan que deben agradecer estar vivos.

                                        Marcus Herz, abuelo de Sarah

No concuerdo, sin embargo, con las palabras de Hjalmar Aurland de que de esa manera se borra la hazaña del ’43. Los abuelos de Sarah están tratando con una policía que todavía alberga a fascistas. En cambio, la operación de rescate fue obra de la Resistencia Danesa.

 

 

2 comentarios:

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