Hace tres años
comencé a seguir la excelente serie policial-histórica Copper (AMC+),
pero la dejé porque carecía de historias de amor. Hoy más madura o más pragmática,
le volví a echar un ojo y me encantó. ¿Por qué no encantó a las audiencias?
Tiene sexo, corrupción, asesinatos, es
un buen drama histórico y hasta tiene un toque de drama médico. Aun así, no duró
más de dos temporadas. Vamos a ver el motivo. ¿Será el argumento?
Tres Soldados
La trama circula alrededor de las experiencias de tres hombres en la Nueva York de 1864. El país está enfrascado en una lucha fratricida en la que el trio ha participado. Kevin Corcoran (Tom Weston-Jones de Warrior y Sanditon) es un inmigrante irlandés, huérfano, criado por las monjas y que, antes de ser policía, fue pugilista. Entremedio fue soldado. Partió a la guerra, dejando atrás a Ellen, su esposa, y su hijita Maggie.
Durante la
Batalla de Chancellorville, el Cabo Corcoran salva la vida de su comandante, el
Mayor Robert Morehouse (Kyle Schmid a quien no veía desde Blood Ties),
un knickerbocker neoyorquino. Aun así, la pierna del oficial debe ser amputada
y eso lo hace Matthew Freeman (Ato Essandoh), un ex esclavo que funge como
valet de Morehouse. Al seguir a su amo al campo de batalla, Freeman ha tenido
la oportunidad de aprender medicina quirúrgica de los médicos militares.
Para que no se
sepa que Freeman amputó la pierna del Mayor (y cause un bochorno a su millonario
padre), Robert le proporciona suficiente dinero para que establezca una práctica
médica en Five Points, en el Sur de Manhattan. Freeman es de inteligencia aguda
e inquisitiva, lee cuanto tratado medico puede conseguir, incluyendo los que
cubren adelantos en su profesión. Eso lo vuelve un pionero en la medicina
forense, lo que hace útil para el trabajo de Corky quien se ha incorporado
nuevamente a la policía metropolitana y es asignado al peligroso barrio de Five
Points.
Sin llegar a ser
amigos, este trio establece una relación de confianza mutua y de asistencia
para solucionar los problemas que afligen a su comunidad tanto del Alto como
del Bajo Manhattan. Es que la vida civil no les ha traído calma. Robert
descubre que mientras arriesgaba su vida por una causa, su padre―como
muchos millonarios neoyorquinos― rogaba por el triunfo de un Sur cuya
sociedad esclavista mantenía a flote sus negocios.
Freeman llega a
reunirse con su traumatizada esposa, Sarah. Durante su ausencia, la población
irlandesa encabezó una revuelta en Nueva York que estuvo dirigida en contra de
la población negra (Los Draft Riots). Los hermanos de Sarah fueron linchados en
su presencia. Desde entonces, la desdichada mujer carga revolver y desconfía de
todos los blancos. En un esfuerzo por tranquilizarla, Matthew compra una casa
en un sector que más tarde será parte de Brooklyn y establece una práctica médica
ente la gente de color. Todo pagado por el agradecido Morehouse.
El caso de Corky
es el más complejo, Los Morehouse lo ayudan a ingresar a la policía metropolitana,
pero el ex boxeador sostiene paralelamente su propia investigación. Quiere descubrir
quien asesinó a su hijita y que sucedió con su esposa quien ha desaparecido. Esta
subtrama necesitará de toda una temporada para esclarecerse y digamos
que descubrir la verdad no ayuda a nadie y menos a Corky.
Copper fue la primera producción original de BBC
America. Producida por el legendario cineasta Barry Levinson (Rain Man, Avalon,
Bugsy), debutó en el
2012 con muchas expectativas y acabó su primera temporada con un alto rating.
Algo sorprendente ya que no se trataba de un canal muy frecuentado (en Europa
la pasó HBO y en Australia fue vista vía FX). Sin embargo, en la segunda
temporada, los ratings bajaron y se la canceló. En el 2016, Netflix la
recogió, pero no la continuó como lo hizo con Ripper Street. Mi duda está
en que provocó una baja de sintonía y consecuente cancelación de una serie a la
que le iba tan bien. Para eso debemos revisar las subtramas.
¿Era Nueva
York una Ciudad Confederada?
Antes que todo me
gustaría revisar el fuerte de la serie que para mí es el milieu histórico que
solo ha sido retratado y muy de pasadita en Gangs of New York y
recientemente en Manhunt. Cuando se combina una serie detectives con
drama histórico se fabrica un coctel explosivo. Aquí se intentó retratar una realidad que nos presenta una Nueva
York muy alejada de la imagen del Norte abolicionista que nos enseñaron
en la escuela.
La realidad es
que Gotham siempre ha funcionado con una dinámica diferente a la del resto del
país. A mediados del siglo XIX, la economía neoyorquina se apoyaba en el
algodón del Sur. Con ese material funcionaban las grandes hilanderías y las
tiendas de ropa. Una guerra civil era mala para los negocios. Muchos dueños de
telares y fábricas no eran contrarios a una esclavitud en la que se sostenían sus
fortunas. Algo que nos mostró Manhunt fue que Nueva York era un hervidero de agentes
secretos de la Confederación. En Copper vemos al asesino de Lincoln,
John Wilkes Booth, dando una representación para la elite la noche en la que espías
confederados planeaban incendiar la ciudad.
En mi sección de
libros sobre la Guerra de Secesión, que se perdió con mi biblioteca, desapareció
un diccionario enciclopédico, Who Was Who in the Confederacy de Stuart
Sifakis. Fue ahí que encontré una breve entrada sobre Robert Kennedy que una
vez intentó incendiar Nueva York. Solo ahora en Copper vengo a conocer
los detalles. Robert Cobb Kennedy (interpretado por Aaron Staple de Strange
Empire) llega a Nueva York fingiendo ser un irlandés de Montreal (con
acento francés y todo) que en realidad es un agente confederado que pretende
incendiar varios puntos clave de Manhattan como El Circo Barnum &Bailey.
La serie describe
cada paso de la operación y es muy fidedigna en su descripción de la gente (de
todas las clases sociales) que colaboraron en lo que podría haber sido una hecatombe,
pero por suerte fue detenida antes de llegar a mayores. Interesante es que
Kennedy y sus secuaces pretendían incendiar Nueva York con una especie de bombas
molotov que llamaban “Fuego griego” y que los troneros sabemos fue lo que ganó
la Batalla de Aguas Negras.
Tristemente, la
trama se desvió de esos temas históricos y finalizada la búsqueda de Corky por
su mujer, la segunda temporada se centró en una aburrida guerra contra Tamanny
Hall y un corrupto héroe de guerra. Los personajes perdieron potencia, los
personajes femeninos pasaron a ser más débiles, pero menos buenos, y algunas
soluciones fueron risibles.
El modo en que Corky
acaba con el General Donovan nos brindó el más malgastado cuarto de hora de la
serie. Casi tan absurdo fue ese final como la rehabilitación express de
la drogadicción de Elisabeth a la que su suegro apartó del opio solo con una
zambullida en agua helada y un sermón. Bueno, Corky dejó la morfina con la
misma facilidad y rapidez. Se entiende que la audiencia haya preferido cambiar
de programa.
Contenido
Violento y Gory
Pues siendo una serie policial va a tener muchas escenas de violencia. Sin embargo, los crímenes que se persiguen son débiles, por llamarlos de alguna manera. Tal vez fáciles de solucionar, puesto que lo más importante de la primera temporada es la búsqueda de la esposa de Corky y los esfuerzos por impedir la infiltración de los Confederados en los quehaceres neoyorquinos.
Algunos crímenes son divertidos como cuando una coalición de pandillas intenta robar a ricachones que han organizado un evento de caridad, o un celoso dentista que, para acabar con el amante de su esposa, confecciona un pastel envenenado que rueda de mano en mano hasta acabar matando al asesino y a un polizonte goloso.
El mejor crimen
ocurre en el primer cuarto de hora. Corky es parte de un operativo que
interrumpe un asalto de banco justo cuando los bandidos huyen con el botín. El
trio de policías compuesto por Corky, Maguire y el bonachón Boyle matan a los
asaltantes y recogen billetes de los sacos que van a parar a sus bolsillos.
Aparece el sargento al que acallan con un reloj de oro, parte de lo robado.
Finalmente aparece en escena el Capitán
Sullivan, jefe del precinto, que se
marcha con los sacos. A saber a qué destino irán a parar.
Este episodio, más
que mostrar la corrupción de las fuerzas de la ley (corrupción inocente
comparada a maquinarias políticas o empresariales que veremos a lo largo de la
serie) nos enseña las técnicas de sobrevivencia empleadas por una
fuerza mal pagada, despreciada y expuesta a todo tipo de peligros. Al final, lo
que importa es que los bandidos han sido neutralizados, aunque el procedimiento
sea cuestionable.
Un problema de Copper
y que quizás le haya costado ratings, es que la mayoría de los crímenes eran
cometidos por mujeres. Eso incluía asesinatos. Puede haber sido incomodo ver en
pantalla personajes que deberían ser positivos matando sin piedad. Una Madame
de burdel , en un ataque de celos, degüella a su mejor empleada y una niñita
acuchilla a sus dos violadores. íBrrr!
Contenido
Sexual y Desnudos: A
pesar de ser pre-MeToo, hay un esfuerzo por no mostrar la mirada masculina.
Casi no vemos físico femenino au naturelle, pero si muchas tomas de
nalgas masculinas.
Factor
Feminista Después del
dato de que los asesinatos más escabrosos son cometidos por mujeres, paso a
decir que no hay un personaje femenino bueno, peor aún, ninguna de ellas es muy
inteligente. En esta serie las mujeres son víctimas de sus propias pasiones,
son adúlteras, putas, mentirosas, traidoras hasta con su país, drogadictas y
desequilibradas. La que no mata, se mata o ahorcándose o ingiriendo láudano.
No será la más inteligente, pero Elizabeth es la mejor vestida
Una mujer se gana
la vida haciendo abortos, la matan por eso. Su hermana, una insignificante
maestra solterona, roba el libro de registros de la muerta y se pone a chantajear
a los clientes de su hermana…hasta que la matan a ella. Incluso las mujeres con
cierto de nivel de poder como la Madame Eva Heissen (Franka Potente) y
Elizabeth Haverford (Anastasia Griffith) pecan de ilusas, de impulsivas, de
tontas y eso las hace exasperante cuando deberían ser empoderadas o servir de apoyo
del protagonista.
Ningún personaje
femenino es tan espeluznante como Annie Reilly, una asesina desequilibrada, una
manipuladora que usa trucos propios de su sexo aprendidos en un burdel para
provocar problemas y desgracias. Todo eso encerrado en el cuerpo de una nena de
doce años que lleva dos casada con su
padrastro. ¿Realmente se podía casar en el Nueva York de ese entonces una niña
tan pequeña?
Factor
Diversidad: No creo que sea
el énfasis en lo histórico lo que haya obligado a cancelar la serie. Tampoco el
hincapié en los irlandeses y su rol en la historia de USA y principalmente de
Nueva York. Vale recordar que Copper nació en una especie de zeitgeist,
en el 2012, enmarcada entre Hell on Wheels y The Knick. La primera era un western crudo con un héroe ,
un ex coronel confederado (de origen irlandés) que en pos de los asesinos de su
esposa e hijo se involucra en la construcción del ferrocarril transcontinental.
Ahí también vimos grupos de irlandeses racistas y su pugna con ex esclavos.
The Knick tenía lugar en Nueva York a comienzos del
Siglo XX, pero todavía teníamos racismo e irlandeses avispados que sacaban
provecho de lo que podían. El personaje del doctor negro entrenado en París es
una versión glorificada, y con más fallas trágicas, que Matthew Feeman. Aunque Hell
on Wheels duraría cinco temporadas, The Knick no pasó de dos. En eso
se asemeja a Copper y al
excelente drama médico-histórico Mercy Street donde también vemos el rol
positivo y negativo de los irlandeses en la Guerra de Secesión.
Ninguna de esas
series retrata con tanto detalle la diáspora irlandesa en USA como Copper.
No lo hará Warrior con su descripción de la corrupción policiaca de
Los Hijos de Erie , donde Tom Weston-Hughes interpreta a un joven sureño que se
une al departamento de policía de San Francisco quince años después de acabada
la Guerra de Secesión, pero donde los irlandeses todavía rumian sus servicios
en el ejercito yanqui mientras arrastran vidas miserables al servicio de una
organización corrupta y racista.
Mas o menos lo
que vimos en The Alienist que tiene lugar en Nueva York a fines del Siglo
XX. La diferencia es que, si bien Warrior y The Alienist hacen
hincapié en la corrupción y racismo de los irlandeses, Copper―hecha
antes de que el wokismo demonizase a las etnias blancas―enfatiza la lucha de los
irlandeses por sobrevivir la discriminación en contra de ellos . Cuando Morehouse
lo contrata al final de la serie para que vayan en pos del asesino de Lincoln,
le recuerda que el sueño de Corky, desde
que pisó las costas neoyorquinas, ha sido ser un americano, demostrar que tiene
algo que aportar a su nuevo país.
Además de Corky
hay otros irlandese, todos fugados de una hambruna, de la opresión protestante
y británica. Uno de ellos, el amigo de la infancia de Corky, es el también policía Francis Maguire. Este
personaje es el que salpica su léxico con palabras del gaélico, el que se admira al saber que el mayordomo de
Los Morehouse, es un ex Feniano que participó en el alzamiento de 1848. Es
Maguire el más religioso, el que agobiado por sus pecados busca refugio en una
iglesia.
Copper es un recordatorio que no solo las razas
de color han tenido que enfrentar discriminación para forjarse un espacio en el
crisol de razas estadounidense. A ratos me recuerda clásicos del pasado como las
miniseries Captains and Kings y The Manions of América. Es franca
al exponer el racismo de los irlandeses, pero también su contribución a
ciudades como Nueva York.
Triste que series
como The Gilded Age, donde Lord Fellowes ha embutido a una mucama irlandesa
que ha superado el racismo, no se haya atrevido a enseñar más de ese grupo y que
espacio social ocupaban veinte años
después de los sucesos de Copper. En cambio, tienen una protagonista,
tan avergonzada de sus raíces celtas, que llega a ser psicópata en sus intentos
de ocultarlas.
Los irlandeses y
los afro-americanos no son los únicos personajes étnicos de Copper. Elizabeth
Haveford es inglesa, Robert Cobb Kennedy finge ser franco-canadiense y Eva es
alemana. Tenemos chinos que ya han instalado fumaderos de opio en Five Points y
un judío, Herr Schwartz, que regenta una
casa de empeños donde aparece el relicario de Ellen Corcoran.
Me gusta que la serie sea franca en el
antisemitismo de los irlandeses. Maguire le paga a Schwarz para que no le diga
a Corky de dónde sacó el relicario. “Tu gente es buena para mentir” le dice después
que el prestamista obedece. Me conmovió
la escena en que Corky, al saber la verdad, amenaza con matar al judío, pero cuando este
musita el Inefable Nombre de D-s, el policía recuerda que también cree en un Ser
Superior que le impide matar.
I have never actually watched this one, but I probably should have since it stared one of my husbands Tom Weston Jones. I do ever so miss him and do not understand why he is not on our tellies more often. He is one of those actors that I do not understand why they are not major stars, him and Ben Star for example.
ResponderEliminarI am watching Empress, it is beyond fugly and terrible and very dark, also Claflins Monte Cristo which is not all that bad, quite watchable although nothing special, Kate Winslets Regime which is atrocious and embarassing, and I started Gold first season before the second one comes out. Could not recognise Tom Cullen in it, they fuglified him massively to play a crook LOL It has quite a cast. I also need to finish Le Maison tonight and I have a feeling the fashion house will fall apart fully in the end.
I think I loved Tom Weston since forever, from World Without End, Troy and Warrior, Dickensian, Sanditon, to even his gorgeous stint in Shadow and Bone crap, he was stunning in it in his Ravkan general uniform. It is sad that he has no work...
I knew your husband from Sanditon and Warrior, but this is a mega role, moreover he was the lead. If it had continued a couple of seasons longer, he would certainly have made a career. It angers me that it ended. I don’t know why. Was the Black conglomerate that complained that their characters were too submissive. Feminist who argued (within reason) white women of all ages were portrayed as monsters? Woke historians that were not into a vision of the Irish Diaspora? Honest, I don’t know.
EliminarGlad Empress is DARK, then you can’t see how bad it is and how fugly characters are. I’m nervous about gAtopardo because it looks sumptuous, but Netflix loves darkness and we’ll miss pretty actors and pretty dresses.