Me tomó una
semana aprender el manejo del SmartHub (tengo que ponerle un nombre), al cabo
de la cual me encontré con una despensa llena de series y filmes que siempre había
querido ver. Para evitar un empacho, decidí comenzar (después de “Das Boot”)
con un par de series inglesas de los 80 que había visto y admirado. Mi
intención no era solo ver si seguían gustándome, sino también compararlas con
versiones posteriores. Comienzo diciendo que, con las limitaciones y falencias
propias de su época, han sobrevivido casi incólumes en su capacidad para emocionar,
distraer y fascinar.
Algo que descubrí
fue que tras un año de subscribirme a Acorn Tv, de pagar y recibir una oferta mediocre,
fue que muchos de sus programas están gratis en YouTube y en Tubi. Lo primero
que hice fue pasar YouTube a mi pantalla gigante y luego ver todo lo que he me
había perdido en tantos años. La lista se me hacía difícil. No sabía por dónde
empezar. Finalmente decidí irme por la BBC por contenido del Masterpiece
Theater que no hubiese visto.
Ocurrió algo extraño.
Cada vez que buscaba algo nuevo, me llamaba lo antiguo. Por ejemplo, buscar la
versión de Rosemund Pike de “Love on Cold Climate” me hacía tropezarme con la
versión de 1980. ¿Por qué no verlas ambas? Hace poco, el Gato Steven Zorn me
mencionaba cuanto le había gustado ver “Testament of Youth”, el filme del 2014.
¿Por qué no compararlo a la miniserie de 1979?
Así inicié mi
viaje por la BBC de hace cuarenta años. Juro que sus programas son mejores que
las vanas copias que los han seguido. Faltarán efectos especiales, la dirección
y el trabajo de cámaras pueden no ser espectaculares y ciertamente son poco
diversas en sus repartos, pero las actuaciones y diálogos son impecables,
inigualables muchas escenografías al aire libre, y las historias son relatadas
de manera tan conmovedora que son casi ausentes de clichés.
Testament of Youth (1979 VS Testament of Youth (2014)
Comenzamos con
las memorias de Vera Brittain. Esta escritora,
pacifista y feminista, es mayormente conocida por Testament of Youth, la
historia de su vida desde su infancia hasta su matrimonio. La parte más
importante se refiere a como la Gran Guerra truncó sus sueños de estudiar en
Oxford, y poco a poco la fue privando de sus seres más queridos (amigos, su
prometido y finalmente, su hermano menor). También describe el trabajo de Brittain
como enfermera de campaña en Londres, Malta y Francia.
Este libro
olvidado resucitó a fines de los 70 como parte de la nostalgia por el periodo Edwardiano
que habían fomentado exitosas series como” Upstairs Downstairs” y La Duquesa de
Duke Street”. Como ambas series habían dedicado temporadas completas a la Primera
Guerra Mundial (cuyo aniversario #60 se cumplió en 1974) había interés por
continuar el trend con una adaptación que nos brindaba el mérito y la
novedad de ver las experiencias de una mujer en los campos de batalla.
Eileen Morgan fue
la encargada de condensar el libro en cinco episodios, por los que recibiría varios
premios incluyendo uno de los seis Bafta que convertiría a “Testament of Youth”
en una de las mejores series de 1979. La costumbre —entonces y ahora— era que
lo mejor de la BBC fuese presentado en los Estados Unidos en” Masterpiece
Theater” por lo que vi (en parte) “Testamento” en el otoño de 1980.
En el verano del
81 vi su repetición completa que coincidió con otra serie de 1979,” Flambards”, de la ITV. Ambas se convirtieron en mi pasión
televisiva veraniega y me encaminaron a aprender más sobre la Gran Guerra. Eso me llevó a comprar el libro de Brittain hoy
perdido junto con el resto de mi colección de La Primera Guerra Mundial.
Aunque
interesante y genuino, el libro tiene el problema de ser extenso en
descripciones físicas y conciso en lo que respecta a emociones. Se entiende,
puesto que es una visión objetiva escrita una década después de los hechos y la
distancia le resta pathos. En la miniserie hay un acercamiento a la tragedia
que la hace conmovedora e íntima. En el filme, a ratos, la trama decae en un
melodrama que hoy pasa por emotividad.
Filmado en el
2014, “Testamento de Juventud” es un modo de homenajear el centenario del
inicio de La Gran Guerra. Para atraer a un público joven se escogieron actores
taquilleros del momento como Kit Hartington que era una mega estrella gracias a
“Juego de Tronos”. Alicia Vikander estaba destacando en el cine anglosajón
donde pronto alcanzaría la fama con “ExMachina” y “La Chica Danesa”.
Esta chica danesa
a sus 26 años se veía más cercana a la todavía adolescente Vera Brittain que
Cheryl Campbell quien se veía mayor que sus 30 años. La Vikander es más guapa,
pero la Campbell es mejor actriz y por eso mereció un BAFTA por su
interpretación de Vera Brittain.
Nadie va a acusar
a Juan Nieve de ser un histrión consumado, pero en “Testament” se ve guapetón y
por eso ampliaron el personaje de Roland Leighton, poeta-soldado y gran primer
amor de “V” Brittain. En la serie, Roland muere en el segundo capítulo. En el filme,
la constante presencia de Kit hace que “Testamento de Juventud” pase a ser otra
historia de amor bélico, quitándole importancia a todo el contenido moral,
histórico y psicológico de las memorias que lo inspiraron.
Desde un punto de
vista técnico, “Testamento” (2014) supera a la serie. Hay escenas
impresionantes como la de Vera enterrada en medio de un campo de heridos y
cadáveres de soldados que ya recuerda a Scarlett en la estación de Atlante en
GWTW. Hasta mediados de los 80, las series de la BBC eran filmadas como telenovelas,
en interiores y tenían pocos tomas exteriores. Eso es evidente para la óptica
moderna, pero en algunas escenas de Vera en diferentes hospitales en la
miniserie, la estrechez de los espacios interiores crea esa atmosfera
claustrofóbica que debe haber existido en estos territorios de muerte, sangre y
dolor.
Aparte de Vikander-Hartington—que
hacen bonita pareja— no quedé muy impresionada con el elenco de
Testament (2014). Emily Watson se ve muy dulce y maternal para interpretar a la
frívola y exigente Mrs. Brittain, y Dominic West se ve demasiado guapo y joven
para un rol que en la serie le quedó bordado a Emrys James que evoluciona de
estricto paterfamilias a hombre desorientado por las tragedias familiares.
Siguiendo con el
elenco del 2014, Colin “Merlín” Morgan aporta su encanto gales al rol de Victor
y Taron Egerton consigue recordarnos que
era el hermanito pequeño de Vera Brittain, pero no le llega ni al talón al
exquisito Rupert Frazer y su trágico-romántico retrato de Edward Brittain
Aunque no comparto la admiración del Gatito George por Hayley Atwell (el único
rol de ella que me ha gustado fue en “La
Duquesa”), fue una competente Hope Milroy, aunque sigo prefiriendo a la ex Mrs.
Sting, Frances Tomley, quien le dio a la enfermera una dimensión casi cómica
con su bullente energía y vibrante don de mando.
Vera y su hermano
Frances Tomley como Hope
Me temo que esas
son las virtudes del filme, puesto que la serie consiguió incluir todos los
sucesos importantes de la vida de V. Brittain. Sin su conocimiento, el
espectador no puede comprender la magnitud de los triunfos y tragedias de la
protagonista. El filme se siente como que excluye el gran sueño de Brittain de
ir a la universidad, sus luchas para llegar hasta allá y como la guerra
interrumpió ese objetivo.
El primer episodio
de la serie está dedicado en su totalidad a los esfuerzo de Vera de convencer a
su padre de que no planea casarse y que debido a eso debe costearle sus estudios
superiores. Me recordó el dilema de Lenú en “L ‘Amica Geniale”. Campbell
retrata a Brittain como dotada de un carácter fuerte, impulsivo, dada a
levantar la voz y a ser conflictiva. En algunos de sus esfuerzos por convencer
a su familia, sociedad y autoridades de Oxford de que es material universitario,
resulta cómica.
El capítulo
termina en un momento de clímax. Tras haber ido aceptada por Oxford, la llegada
de la guerra propina un golpe a los esfuerzos de V. Temeroso de que el
conflicto pueda afectar sus negocios, Mr. Brittain decide que solo pagará una
colegiatura, la de Edward. La furia de Vera degenera en un discurso tipo Scarlett
O’Hara (“War, War, ¡War!”) en el que acusa a la guerra, que al final es cosa de
hombres, de arruinar sus planes.
Para el segundo episodio,
Edward ha ingresado a filas, y Vera cumple su objetivo de estudiar, pero hay una
evolución en su carácter y prioridades. La presencia de Roland (Peter Woodward),
su prometido, y de Edward en el campo de batalla, la lleva a prestar servicios
como enfermera. Lo extraordinario, teniendo en cuenta el fervor patriótico que
embargaba a Gran Bretaña en los primeros años del conflicto, es que Miss
Penrose (Rosalie Crutchey) la guía de Brittain, le reprocha abandonar sus
deberes intelectuales cuando le ha sido tan difícil alcanzar esa matricula que está
casi cerrada para las mujeres.
Dos años más tarde,
cuando Vera, ahora una V.A.D experimentada, regresa a solicitar otra extensión
para mantener su cupo en Oxford, recibe un discurso parecido. Y terminada la
guerra, cuando una exhausta y amargada Vera Brittain se reintegra a Oxford, se
le advierte que tal vez ya no sea un sitio para ella. Oxford ahora tiene estudiantes jóvenes con
otros objetivos y que no tienen tiempo para oír los relatos de guerra de una “vieja”
como la Brittain (que acaba de cumplir 24 años).
La serie explora estos
altos y bajos de la vida de la autora, junto a la tragedia de la pérdida de su
gente más querida que se lleva todas sus ilusiones juveniles. Tras la muerte de
Roland, Vera consigue un puesto en el extranjero en un hospital militar de Malta
que abandona al saber de la ceguera de Víctor (Michael Troughton). Tras la
muerte de este, Vera lucha por obtener otro puesto en un hospital de campaña en
Francia. Debido a su anterior deserción, se le da, casi como castigo, el encargo
de atender a los prisioneros alemanes. Tanto filme como serie muestran como
Vera se adapta a su labor y desarrolla la misma compasión para atender al
enemigo que ha demostrado con los heridos aliados.
La miniserie nos
muestra toda la evolución de una mujer en medio de un mundo patriarcal donde
los hombres deciden su destino sea impidiéndole estudiar o creando guerras que
acaban con su vida amorosa y su familia. Eso ya es suficientemente profundo y trágico.
En el filme en cambio se recurre a clichés de cine bélico y a recursos
melodramáticos que afean una historia en si ya muy emotiva.
En la miniserie
(y vida real), Vera se encontró en el hospital londinense (First London General
Hospital) donde trabajaba, con Edward herido (en la Batalla del Somme), pero en
cama, consciente y recibiendo visitas. En la película, lo encuentra desmayado,
malherido en el fango de Francia y se lo lleva a la rastra hasta el hospital de
sangre donde sirve. Totalmente innecesario y exagerado. Mas encima cuando
Edward fue herido, su hermana todavía no servía en ultramar.
Lo peor se lo reservan
al pobre Roland. Si ya lloré a mares con Vera recibiendo la noticia de la
muerte de Roland, encontré superfluo que en el filme Vera se entere que murió
en medio de horribles dolores y que quien le traiga la noticia sea George
Caitlin. El filósofo nunca conoció a Roland, porque se le consideró
incapacitado para servir en el campo de batalla y solo consiguió ingresar a
filas en 1918.Mas encima, hacen que Vera y Caitlin se reencuentren en un
meeting político después de la guerra donde ella sale en su defensa cuando los
presentes se molestan ante su actitud pacificadora hacia los alemanes.
Prefiero la
miniserie que honestamente explora el aislamiento de Vera Brittain en Oxford
lleno de Flappers que no quieren saber nada de la Gran Guerra. La salva su
amistad on Winifred Hotby (la autora de South Riding) con la que se va a
vivir. Es entonces que Brittain comienza a recibir cartas de un admirador
desconocido. Al comienzo, Vera las rechaza, considerándolas un atrevimiento,
pero la perseverancia del admirador la hace comenzar a escribirle. Así fue como
hizo amistad con George Caitlin que se convertiría en su marido. La miniserie
acaba cuando Vera decide finalmente conocerlo en persona. ¿Mucho más romántico, no creen?
Love in a Cold
Climate (1980) VS Love in a Cold Climate (2001)
He contado en otras entradas, mi fascinación con las novelas de Nancy Mitford
principalmente con The Pursuit of Love y Love in a Cold Climate.
La combinación de ambas obras ha servido para dos miniseries, una de 8
episodios de 1980 y otra en el 2001, contada en tres horas. Ambas me han
gustado.
Nancy Mitford y
su mundo están totalmente alejados de nuestra realidad incluso la pre-pandemia.
Son una exploración de la vida y opciones de jovencitas de clase alta inglesa
en los años de entreguerras. Puedo entender la fascinación que ejercieron sobre
millones de lectores del Siglo XX de todas las nacionalidades. Puedo incluso
comprender que una romántica enclosetada como Carrie Bradshaw lea el Ómnibus
(la combinación de ambas novelas A la Caza del Amor y Amor en un
Clima Frio) en “Sex in the City”, una serie que, como las novelas de Mitford,
gira en torno a las dificultades de encontrar un amor ideal.
Hoy en día, ese
tema parece estar totalmente obsoleto. A pesar de que se puede considerar en
conjunto como obra feminista en el sentido que ambas novelas retratan a
jovencitas decidiendo sobre sus vidas amorosas, aunque estas sean escandalosas,
y mujeres atrapadas en malos matrimonios que buscan opciones para ser felices y
libres, el amor en la era Mitutera está de capa caída y la idea de que la mujer
solo se sienta completa en una relación amorosa es repudiada por el feminismo
contemporáneo.
Por eso, me tomó
por sorpresa cuando supe que el año pasado la BBC se había vuelto a imponer el desafío
de adaptar estas historias en formato de miniserie. Aunque me encantaba la perspectiva
de ver a Lily James interpretando a la audaz y romántica al cubo Linda Radlett,
me preocupaban los cambios que sufriría el argumento en su afán de adaptarlo a
la tercera década del Siglo XXI.
Se trata de una
historia escrita fines de los 40 y basada en experiencias vividas en la década
de los 30. Como tal carece de la deseada diversidad. A pesar de que, en
conjunción, ambas novelas cuentan con vatios personajes homosexuales, no hay
lesbianas, n transgéneros ni gente de color (aunque Lucy Gutteridge que da vida
a Linda es mitad egipcia).
Lucy Gutteridge
Nancy Mitford era
producto de su época y de su clase social, después de todo era hija de un barón.
Aunque no compartía el fascismo y antisemitismo de su padres y sus hermanos, y
aunque el amor de su vida fue un judío polaco nacionalizado francés, creía que
los blancos eran superiores, tal como Lord Alconleigh, el padre de su
protagonista creía que los ingleses eran superiores a los europeos continentales.
Pues ya eso lo
han reparado en la nueva serie escrita por la actriz Emily Mortimer (que en la
miniserie dará vida a The Bolter, la madre de Fanny Logan, la narradora).
El Duque de Sauveterre será interpretado por el franco-marroquí Assad Bobuad y
Alfred, el esposo de Fanny, un catedrático de Oxford será interpretado por el
actor hindú Shazad Latiff al que vimos como el Dr. Jekyll en “Penny Dreadful”.
Sin embargo, el
mayor peligro para la corrección política del momento es que en ambas novelas Mitford
incluye romances mayo-diciembre, hoy absolutamente verboten. En The
Pursuit of Love, Linda, tras dos matrimonios fracasados con hombres jóvenes,
encuentra al amor de su vida en un playboy francés como 20 años mayor que ella.
Aunque esa relación recibe muchas críticas, principalmente porque Linda sigue
casada con segundo marido, ninguna se debe a las diferencia de edades.
De hecho, en Amor en un clima frio, la
atribulada Lady Montdore invita a Fabrice de Sauveterre a pasar un fin de
semana para ver si puede provocar alguna reacción romántica en su gélida hija,
la bella Lady Polly. La que acaba enamorándose del Duque de Sauveterre, es
Fanny Logan otra invitada y narradora de ambas novelas. Por supuesto, la
sensatez que caracteriza a Fanny acaba pronto con esa ilusión y ella encuentra
el amor en un hombre de edad más cercana a la suya.
No tendremos este
episodio, porque Emily Mortimer ha tomado una decisión drástica. Para hacer
diferente su versión de otras adaptaciones, la miniserie se concentrará nada más
que en el texto de A la caza del amor. Ahora se entiende que únicamente
dure tres horas. Después de todo el absurdo de la versión del 2001 es que
intentó condensar dos novelas en tres episodios y solo consiguió fragmentar la
narración eliminando personajes claves como la Tía Emily y su hipocondriaco
esposo el Capitán Davey Warbeck, padres adoptivos de Fanny.
Por otro lado, entendí
que eliminasen a Louisa la hermana más sosa de las Radlett (inspirada por Pamela,
hermana menor de Nancy Mitford) y su matrimonio con Lord FortWilliams, otro
romance mayo-diciembre. Curiosamente, veo en el reparto de esta nueva
adaptación que John Fort Williams va a ser incluido, al igual que la subtrama
de Jassy, la hermanita menor de las Radlett que se enamora de un actor y huye a
Hollywood a casarse con él. Jassy será interpretada por Martha, hija de Dominic
West quien dará vida al impresionante Tío Matthew Radlett, Vizconde Alconleigh.
Ver lo que
Dominic, un actor más que competente, hace con tamaño personaje es lo único que
llama mi atención en esta adaptación. Las fotografías me muestran una Lily James
que no parece estar a la altura de su belleza, tal vez porque el vestuario se
ve lastimoso. Luego esa fotografía que muestra a Linda y a su prima Fanny
(Stephanie Beecham) desnudas en una bañera, me pareció tan insólita.
Aparte de que
nunca aparece tal escena en el libro, la escena parece gratuita y que busca dar
una impresión que no corresponde. En el contexto de la novela, el sexo es
importante, pero nunca gráfico, y no hay connotación lésbica en la amistad de Linda
y Fanny primas que se quieren como hermanas.
No tengo problemas
con escenas subidas de todo si mantienen el espíritu original de la obra y si
quieren sexo gay ahí están Boy Dougdale y Cedric Hampton. Ohhh, pero nos vamos
a perder esa fascinante relación al excluir Amor en un clima frio. No
creo que esa sea una buena idea. Esa novela es un gran complemento del universo
Radlett que Mitford creara en su anterior novela. Nos permite ver crecer a Fanny,
que de narradora se convierte en protagonista de su propia historia. El
comparar las tribulaciones maternales de Lady Montdore con las de la Tía Sadie Radlett
nos permite más atisbos a como se vivía el amor y el matrimonio en las clases
altas inglesas de entreguerras.
Debido a eso el personaje de Polly Hampton es trascendental. Es el eslabón entre el impulsivo modo de Linda de buscar el amor y la manera más aburguesada y sensata en que lo encuentra Fanny. Al no existir esta historia, y al no existir otra cebo que me atraiga no me duele saber que “The Pursuit of Love” será exclusiva de Amazon Prime y que no tendré acceso a ella, a menos que la PBS la compre como ha hecho con “The Collection” y “Roadkill”.
Eso me deja con
los libros y las adaptaciones anteriores. La del 2021 se las recomiendo a pesar
de un par de reparos. El primero es que debido a que Rosamund Pike interpreta a
Fanny, este personaje adquiere mayor importancia. Vamos, que con lo talentosa y
bonita que era La Pike—aun antes de su etapa de Chica Bond—no había
ojos para las que interpretaban a los otros dos personajes. Elisabeth Dermot
Walsh es guapa, pero su Linda se vio totalmente opacada por su prima, lo que contradice
el espíritu de la obra donde Fanny confiesa ser feúcha y vivir a la sombra—sin un
eco de envidia—de su glamorosa prima.
En cuanto a la
odiosa Megan Dodd, que ya ese año había interpretado a la odiosa Virginia en la
adaptación de la trilogía de Evelyn Waugh Sword of Honour, ni se le
acerca a la descripción de belleza esplendorosa de Polly que Mitford nos regala
en Amor en un clima frio. Lo que si consiguió hacer muy bien en esta adaptación
fue en describir el conflicto de Polly Hampton.
Polly, como Lady Mary
Crawley de” Downton Abbey”, es la única hija de un noble multimillonario, pero
debido a las machistas leyes inglesas no puede heredar ni el titulo ni el castillo
de sus ancestros. A diferencia de Lady Mary, ni siquiera existe la esperanza de
que Polly se case con Cedric Hampton quien resulta ser gay.
La obsesión de la
esnob y dominante Lady Montdore entonces es conseguirle a su hija el matrimonio
más brillante que hayan visto Las Islas Británicas. Polly destroza las ilusiones
de su madre al casarse con su tío Harvey “Boy” Dougdale”. Tras ser desheredada
Polly, ella y su marido se marchan a Sicilia.
Es allá donde la
joven esposa descubre lo que todo el mundo sabía: que Boy fue amante de su madre, que sufre de
una tendencia a la efebofilia y lo apasionan los adolescentes de ambos sexos.
El matrimonio acaba cuando Boy se fuga con Cedric Hampton, que supuestamente es
idéntico a Polly. La heredera, que acaba de perder un bebé, encuentra el amor
con el cincuentón Duque de Paddington.
A pesar de que en
papel parece una serie de aventuras disparatadas, Nancy supo inyectarle, además
de su sarcástico humor, un mensaje conmovedor de como las chicas de sociedad
eran criadas solo para ser esposas. Si en Testamento de juventud, Vera
Brittain debe luchar contra ese canon para poder ir a Oxford, en las novelas de
Mitford, lo más cercano a la universidad es Fanny que acaba casada con un catedrático.
En el caso de Polly, hay también denuncia a leyes patriarcales que privan a una
mujer, solo por su sexo, de su legítima herencia.
Como Polly, Nancy
Mitford también había luchado y casi sucumbido a su destino de chica de sociedad.
Tras años de compromiso con un homosexual, Nancy hizo un pésimo matrimonio y le
tomó más años divorciarse, aun estando separada de Peter Rodd,. Nancy logró
salirse del casillero que su mundo le imponía gracias a su labor de
novelista. En 1944, a los 40 años, Nancy
conoció a Gastón Palewski, el amor de su vida. A pesar de que “El Coronel” como
Mitford siempre lo llamó, solo le llevaba tres años, es obvio que él fue la
inspiración para Fabrice de Sauveterre.
¿Cuál fue la
obsesión de Nancy con estos romances con hombres mayores si ella no los tuvo ni
tampoco sus hermanas? La respuesta es
que se había creado una fantasía de que Palewski, con todas las virtudes
acumuladas en 43 años de vida la hubiese conocido cuando era jovencita. De ahí
la idea que Louisa Radlett, su hermana Linda, y Polly Hampton solo pueden ser
felices con galanes maduros.
A pesar de que Megan
Dodss no es ni lo bonita ni refinada que parecía ser Polly, su historia destacó
y se hizo creíble en la versión del 2001 gracias a que sus parejas fueron interpretadas
por dos famosos galanes de la Era de Oro de la miniserie inglesa. Anthony
Andrews fue Boy Dougdale y Rupert Frazer el Duque de Paddington.
Aunque no me gustó
Samuel Labarthe como Fabrice de Sauveterre y resentí la ausencia de Davy y la Tía
Emily, quedé con una buena impresión de esta adaptación y eso que la vi el 2015
en el monitor de la Khaleesi por YT. Desde entonces, la han sacado del material
de YT (al menos para los que vivimos en USA). Se la tragó la pitón Kaa del streaming, Amazon Prime.
La que, si esta y
completa en YT es la versión original y que, al final de esta investigación,
declaro la mejor, la que realmente captura el espíritu de las novelas. Antes de
ver los ocho episodios, desháganse de prejuicios. Si, la escenografía interior
es pobrísima, la iluminación escasa, la dirección anda a tropezones, pero los
diálogos son divinos. Extraordinario como en su libreto, Simón Raven, se las arregló
para darnos información que evita la narrativa de Fanny y permite conocer los
hechos desde otras perspectivas.
Aunque los
interiores son estrechos y constrictivos, a ratos funcionan de maravilla como
en la escena de la Hon’s Cupboard, la alacena donde los niños Radlett tienen
las reuniones de su club secreto “The Hons”. O crea un efecto claustrofóbico como
cuando Davy corta la luz de Alconleigh con su lampara de rayos ultravioleta.
La Alacena de los Hons
En cambio, las tomas
al aire libre nos permiten visualizar escenas claves del libro como las cacerías
de niños efectuadas por el Tío Matthew; la famosa pesca de truchas, el rescate
de la liebre que hace que Linda se enamore de Tony Kroesig, la exquisita villa
de Lord Merlín, vecino y mentor de Linda. Incluso ayuda a crear escenas épicas
como la de los campos de refugiados de la Guerra Civil española donde Linda y
su segundo marido trabajan o super románticas como los tours de Linda y Fabrice
por Paris en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, lo
que hace a esta adaptación única son las actuaciones. Michael Aldridge es exactamente
como nos imaginamos al Tío Mathew, con esos ojos de loco y ese apretar de
dientes cada vez que lo contrarían. Como la Tía Sadie Radlett, Judi Dench nos
muestra lo bella que era antes de ser “Dame” y un icono de la actuación. Jean Pierre
Cassel, un reconocido y competente actor francés, es un impecable Fabrice de Sauveterre,
que sin ser guapo tiene un magnetismo que atrae a las mujeres. Pero son las actrices
que interpretan al trio protagónico quienes más llaman la atención.
Isabella Amyes
(ni amerita una foto en IMDB) nunca hizo nada importante ni antes ni después de
“Love in a Cold Climate”, pero es la Fanny definitiva. La que la voz narradora
nos dice que es, siempre parece estar despeinada, es una “niña muy aburrida” y la
que todos consideran la voz de la sensatez, algo que se aplica a su físico. Sin
embargo, los encargados del vestuario decidieron otorgarle al personaje la
importancia que merecía enfundándola en trajes preciosos, casi todos en tono
verde’.
Fanny de verde
Yo conocía el
trabajo de Rossalyn Landor en su etapa infantil, puesto que la vi en un filme
de Christopher Lee “The Devil Rides Out” y como Helen Burns en la” Jane Eyre”
de Susannah York., pero fue toda una impresión verla en el rol de Polly. Era
tal como la describe el libro, dotada de una belleza trágica y paralizante. Me asombró
verla un par de años después en “Bad influence” junto a Rob Lowe y James
Spader. Mi imaginación no la podía separar del etéreo vestuario de los 30 y de
esa belleza refinada de muñeca de porcelana.
Finalmente
llegamos a Lucy Gutteridge. No voy a decir que es la Linda definitiva. Nancy
Mitford la describe más salvaje, más andrógina, dice que parece “un joven Napoleón
Bonaparte”, pero el espíritu de Linda Radlett es capturado por Lucy que siendo
hija del poeta-soldado Bernard Gutteridge y de Nabila Halim, miembro de la Familia
Real de Egipto, tenía el pedigrí exacto para interpretar a una jovencita que es
mitad Keira Knightley en “Atonement” y Blair Waldorf de “Gossip Girl”.
Lucy, que haría carrera,
antes de retirarse en 1993, en las miniseries de los 80 y fue nominada a un
Globo de Oro por su rol de Gloria Morgan, madre de la protagonista en “Little
Gloria…Happy at Last”, nunca llegó a ser la estrella que merecía ser. El rol de
Linda fue el pináculo de su carrera. Solo ella pudo transmitir la esencia de un
personaje en el que Nancy combinó las personalidades de sus hermanas, la infame
Diana Moseley y la intrépida Jessica, a la vez que retrataba su affaire de
guerra con el Coronel Palewski dándole un final trágico que por suerte no se tradujo
a la vida real.
Gatos Seriefilos,
si no son angloparlantes y no pueden seguir las series, consíganse estos
libros. Ambos están en castellano. Para los que hablan inglés, atrévanse con
estas series limitadas que están completas y gratis (y sin comerciales) en YouTube.
Una última
palabra, a pesar de mis reparos, es innegable que “Bridgerton” ha sido el éxito
invernal de Netflix. No solo ha enseñado a un público joven que la literatura
erótica no tiene que venir en el embalaje grosero de las 50 Sombras. No
solo ha demostrado que el romance Regency sigue tan vivo como cuando Jane
Austen lo invento más de 200 años atrás. Su mayor lección es que en medio de la
pandemia, y más allá de quejas de progres y feministas mituteras, han vuelto a interesarnos
jovencitas ocupadas en la intemporal búsqueda del amor y que esas búsquedas
funcionan mejor en escenarios de época. “Bridgerton” y “Love in the Cold Climate”
tienen mucho en común. Es hora de explorar esos vínculos en común.
Desde FB de Ray Badilla
ResponderEliminarNo entiendo el éxito desmedido de Bridgerton. Personalmente es un espanto. Tiene múltiples errores de contexto histórico. Me incomodan los personajes negros en papeles de la realeza y aristocracia inglesa. Los negros en la Inglaterra de esa época eran esclavos destinados a los peores trabajos.
Desde FB de Maggie Sendra
EliminarRay Badilla A mi ya no es la cuota racial, lo cual sería una lucha con la cual ahora ni quiero meterme porque ya me cansa tanto ista y fobo que te llaman si no les dices: "Si, wanna", aunque me hace gracia de como puedes justificar una reina negra cuando procedía de Alemania y sus supuestos ascendentes te tienes que remontar a un rey portugués que se lío con una Mora en el S. XII. Y bueno, también habría que aclarar que ni los portugueses ni los moros son negros, por lo menos como ellos lo entienden como cuestión racial. Menudo cacao. Lo peor es la mentalidad del S. XXI en un siglo que poco o nada tiene que ver. Y por no decir que la trama, desarrollo y personajes son completamente unidimensionales. Opino que si el Duque no estuviese tan de buen ver ( eso se lo admitimos al muchacho), veríamos las críticas.
Maggie Sendra Ay no, Maggie, lo de la Reina Charlotte me da tanta risa. Dicen es que “tiene facciones negroides” y ahí hablan igualito que el Fuhrer. Tu hermano te presenta como Austenfila. ¿Leíste los libros de Julia Quinn que han inspirado “Bridgerton”? ¿Viste Sanditon? Esa es la adaptación de la novela inconclusa de la Austen. Ahí hay una chica mulata, pero así la escribió Austen. No sé, yo soy más amiga del tipo Denzel Washington o Will Smith (obvio cuando eran jóvenes), este Duque no me ganó por la vista.
EliminarRay Badilla S que en el libro Simón es blanco y en la serie también. ¡Se supone que tienes que hacerte color blind! Y eso para mi es lavado de cerebro. Desde que tengo uso de razón que se que hay altos, bajos, flacos, gordos, rubios, pelirrojos, etc.. El tono de piel tiene que ver con físico y puede hacerte atractivo o no. No hay ley. Lucero se la pasa en el solario o en la playa para verse morena. tú estuviste en mi casa, conociste a mi madre, viste que eras mas blanco que nosotras. mi padre y mi hermano son color leche. En Chile viste gente blanca de clase humilde y viste morenos ricachones. Por eso es por lo que nunca voy a ser ciega al aspecto físico de nadie. Y he tenido “pololos” negros, hindúes y turcos, así que el que me defina como racista no sabe el significado de la palabra.
ResponderEliminarDesde FB de Alfonso Velasco Sendra
ResponderEliminarRay Badilla Mi hermana piensa lo mismo, y además las cuotas raciales no tienen sentido. Prefiero ser fiel al contexto histórico que paliar agravios e inventarme la historia. PD. Eso sí si la serie de las novelas de Nancy Mitford está bien ambientada merecerá la pena. Yo leí la primera de sus novelas y Nancy Mitford fue una gran amiga de mi admirado Evelyn Waugh. De hecho se la llegó a comparar con Jane Austen, pero en mi opinión es un estilo diferente. De las presuntas herederas de Jane Austen creo que la que más se le acerca es Georgette Heyer. De esto nos podría hablar más mi hermana que es Austenofila, siempre y cuando quisiera participar en la discusión claro está Maggie Sendra
Alfonso Velasco Sendra Uff, Georgette Hayer fue la gran imitadora de Austen, más que Dame Barbara Cartland. Gato Fons, Mitford y Waugh escribieron casi simultáneamente, el Brideshead y ella The Pursuit of Love. Te aconsejo leer a la Mitford.
EliminarA mi me gusta que creen personajes negros en contexto, como Lina de Cardones en The Spanish Queen, y me gusta que les den empleo, pero no me pasen un personaje que sabemos es blanco (a menos que sea opera o teatro clásico) y nos diga es blanco, aunque veas que es de origen africano. En Ekaterina” serie rusa que estoy viendo, el futuro Zar Pablo tiene un valet negro y eso es fidedigno, porque había pajes africanos en esa corte, pero en “the Great” hay boyardos, generales y ministros de Catalina la Grande interpretados por actores de color.
Desde FB de Alfonso Velasco Sendra
EliminarMaría Elena Venant De Nancy Mitford sólo leí la primera. No sé dónde tendré sus novelas ahora, pero te tomo la palabra.
Alfonso Velasco Sendra La primera, y creo que te refieres a "La Caza del Amor" es la mas completa y la que alterna comedia con temas serios. Es la historia de LInda desde sus trece a~nos hasta su muerte. Pero "Amor en una Clima Frio" es un buen complemento, vemos la historia de Fanny y la de Polly. Hay un tercer libro "Don't Tell Alfred" que narra la vida de Fanny y sus hijos en Paris , luego que su marido es nombrado embajador. Tambien es la historia de Fabrice, el hijo de Linda.
EliminarDesde FB Alfonso Velasco Sendra
EliminarMaría Elena Venant Si las tenemos lo que pasa es que no sé dónde están . Solo leí a la Caza del amor que era autobiográfica. Me encantaba el barón y los isimos y la hermana que ahorro y se fue a Estados Unidos
Alfonso Velasco Sendra Yo tambien adoro a Jassy! No recuerdo si aparece en la version del 2001. Mas que autobiografica, la llamaria roman a clef, como Brideshead. Los personajes estan basados en personas reales. Sin embargo no es autobiografica, porque Nancy primero no es hija de sus "padres de novela"por lo que su relacion es diferente, segundo los ha limpiado de todo lo que hacia a los Mitford negativos incluyendo su fascismo. Linda es Diana Mosley pero es anti fascista. Es diferente a Wigs on the Green donde Nancy se burla de su hermana (Eugenia en el libro), de su cuñado Tom Mosley y de los Fascistas Ingleses. Sobre Jassy, es obviamente Decca Mitford (a quien vi de cerca cuando dio una charla en mi universidad un poco antes de su muerte), pero en vez de huir a España, Jassy huye a Hollywood y es totalmente apolitica. Ïsimos"! ¿Asi se llaman los "hons"en la traduccion? Claro "honorobil-isimos".
EliminarDesde FB Alfonso Velasco Sendra
EliminarMaría Elena Venant Había uno que hacía un homenaje a Harold Acton . Es que si tiene que sacar a Unity vamos mal. Decían que era más nazi que los nazis, si eso era posible. Sí la verdad que sí. Claro yo si lo sabía que huía a Hollywood.
Alfonso Velasco Sendra Unity es la gran ausente de la obra de Nancy Mitford. Se hizo una version de su vida en los 80 con Lesley Anne Down. En Hulu encontré la "Upstairs, Downstairs" del 2010 y hay un personaje interpretado por Claire Foy que esta basado en Unity. Aparte de Unity, Diana y los padres, esta el hermano Tom Mitford, gay y fascista. Se negó a luchar en contra de los nazis y tuvieron que mandarlo a pelear contra los japoneses. MUrió en Birmania (hoy Myanmar).
EliminarDsde FB Alfonso Velasco Sendra
EliminarMaría Elena Venant Anda hizo como Ivor Claire en Oficiales y caballeros de Evelyn Waugh que pasó de ser la gran esperanza de la novela a ser el mayor cobarde y huir en pleno combate con los nazis en Creta. Al final se redime peleando con los japoneses en Birmania. Pero yo cuando un personaje promete y no da la talla digo que se ha hecho un Ivor Claire. No salía la hermana comunista Jessica en la obra? Sé que el miembro de la Resistencia que muere estaba inspirado en Gastón Palewski que fue el la aspiración amorosa de Nancy Mitford.
Alfonso Velasco Sendra Nancy dividió a Jessica en dos personajes: Jassy que huye a Hollywood porque se enamora de un actor y Matt que va a pelear en las Brigadas Internacionales. En la vida real, Decca huyó con su primo Esmond Romilly a Espana a [pelear por los republicanos. Nancy basó a Fabrice no solo en Palewski que fue su amante hasta su muerte (y eso que se casó con otra) pero tambien en otro oficial frances con el que tuvo un affair antes de conocer al Coronel. Quedó embarazada, pero el embarazo resultó ecto[ico y hubo que practicarle una histerctomia. En el libro, Linda muere en el parto.
EliminarDesde FB de Alfonso Velasco Sendra
EliminarMaría Elena Venant Es una maravilla María Elena poder conocer la historia de la familia Mitford de primera mano. Mitford ya tiene mi estima desde el momento en que Evelyn Waugh la distinguió con su amistad, pese a sus diferentes credos políticas. No sé si será verdad o estaré equivocado, pero oí que había escrito algo relativo a la vida de Luis XIV o me estaré equivocando con otro escritor. Yo recuerdo que cuando en inglés tuve que hablar de Jane Austen fue mi última ponencia y quería escribir algo diferente a lo que escribieron mi padre y mi hermana. Uno de los temas más sugestivos es quien era su heredero/a y puse a Nancy Mitford por supuesto aunque también puse a la Baronesa de Orczy y a Georgette Heyer. También puse a una escritora que me gustaría leer y que tendría un éxito loco si se reeditase Sheila Kaye Smith en la misma línea de Nancy Mitford y con las mismas tendencias políticas amiga de Waugh y mi incomprensiblemente adorado Graham Greene.
Desde FB de George LLerena Tortico
ResponderEliminarOh. Ya quiero ver los comentarios cuando Chanel 5 estrene su futura y renovada versión de los Tudor y nos muestre que en el siglo XVI, en pleno apogeo del comercio e importación atlántica de esclavos africanos, Inglaterra era gobernada por una reina negra (Jodie Turner Smith). Lo peor es que he visto comentarios en tono serio defendiendo la posibilidad de que existieran reyes negros en la Europa pre-decimonónica ocultados por la historia y de que Enrique VIII, el rey obsesionado con la palidez de la piel (que en ese tiempo era visto como símbolo de pureza) se hubiese fijado en una mujer de color. Hasta hay youtubers preguntando que por que nos quejamos, ya que actores blancos llevan interpretando a personajes de raza mixta durante años (sí, utilizan eso como argumento, no es broma).
¿Entonces no me recomendarían Bridgerton? porque estaba a punto de pasar por alto el tema del cast diverso y verla. Mis favoritas de Austen, sin ser austenfilo, son Sentido y sensibilidad, Emma y por supuesto Orgullo (aunque admito que Sentido me gusta más, hasta hicieron una adaptación sonora en mi país protagonizada por Mónica Sánchez y Leonardo Torres Vilar, altamente recomendable)
George Eduardo Llerena Torrico Yo no he visto Bridgerton, SirGeorge, pero me la han recomendado asi que espero su opinion. Para los ignorantes todo es un öcultamiento de la historia". Pero si seguimos viendo gente de color convertidos en Reyes de universos de CGI, al final no nos vamos a creer el cuento de racismo, opresion y esclavitud.
ResponderEliminarAmiga, tenias razon. No he visto ninguna de estas series. Me interesa mucho la de Testament of Youth, creo que porque en estos momentos estoy obsesionada con las primeras dos decadas del siglo XX, pero aparte de eso se ve buena la historia.
ResponderEliminarNo entendi muy bien si hay relacion entre las historias de The Pursuit of Love y Love in a Cold Climate en las novelas originales?
Esa foto de las primas en la bañera es tan frustrante que me quitaron las ganas de ver la nueva serie. Esque ese reinventar la historia hace que las relaciones mas inocentes entre mujeres del pasado se vuelvan eróticas. Es tan frustrante! Se ha vuelto la gran moda hacer que jovencitas 'practiquen' besarse en la boca y experimenten con sus mejores amigas (ahora con primas tambien?) A mí jamás se me hubiera ocurrido meterme en la tina con mis primas a esas edades. Es mas, no era esa la época donde las mujeres se bañaban en ropa interior por considerarse la desnudez indecente? Me molestan este tipo de inconsistencias con las normas morales de la época, este tratar de cambiar la historia para acomodar las agendas políticas actuales.
Lo único que me pareció interesante de esta nueva serie fue Dominic West. A pesar de que me frusta por su personaje en The Affair, debo admitir que es un excelente actor y que luce muy bien en la foto que pusiste.
The Pursuit y Love in a Cold Climate, son narrados por la misma persona, y muchos personajes de una novela reaparecen en la otra.
EliminarDominic West es un actor multifacético, lo he visto en tantas cosas. Ahora que ya ha pasado los 50 creo que mejor que se vuelque a la televisión donde ha hecho su mejor trabajo.
No solo con primas, también con hermanas. Lo fastidioso de esa foto es que posiblemente no haya ningún elemento lésbico en esta versión, pero quieren atraer con publicidad engañosa al publico LGTB. Por eso es por lo que es malo desligarla de Love in a Cold donde hay personajes bisexuales y gays.
NoJeJe, lo de bañarse con topa interior acabó en el siglo XIX, aunque mi abuela contaba que cuando estaba interna en Francia (a comienzos del siglo XX) tenían que bañarse con ropa!