Por fin, en la tercera entrega de la sexta y última
temporada, las cosas parecen estar cayendo en su lugar. Mrs. Hughes se
convierte n Mrs. Carson, Anna está embarazada, Edith tiene un pretendiente y
Tom regresa a la Abadía. Aun así persisten los inconvenientes: Barrows todavía
no consigue empleo, Moseley parece que cambiara de profesión, y Daisy sigue creando
conflictos.
Bebés, chantajes y un
hombre que sabe hacer café
El embarazo de Anna conmueve a Lady Mary y de paso me
conmueve a mí. No tanto por Anna como por la alegría de su ama que hasta le
ofrece vestirse sola. ¡No hay sacrificio que Mary no esté dispuesta cumplir por
su mucama!
Edith se va a Londres y se encuentra con Bertie Pelham. ¿Lo
recuerdan? Apareció en el especial del año pasado, era el agente del
castillo que rentaron los padres de
Atticus. Bertie, aparte de parecerse a Fred Astaire, es demasiado perfecto.
Invita a Edith a tomarse un coctel, pero cuando ella se atrasa debido a la
incompetencia del editor, se aparece en la revista. Le da las fuerzas a la mamá
de Marigold para despedir al gordo petulante, convertirse en editora ella, y
hasta ayuda con las fotografías y sirviendo café.
Es obvio que a Bertie le gusta la oveja negra de la Abadía,
que respeta su modo de vida. ¿No lo dije ya? Es peligrosamente perfecto y Edith
le tiene miedo. Obvio que le agrada, pero ella ha aprendido a ser cautelosa. Me
encanta como la actriz expresa esa cautela evitando mirarlo de frente, como le
tiembla la voz cuando se hablan.
Mientras eso ocurre en Londres, en Yorkshire se cocinan
otros líos. Hay una subtramas muy sosa en casa de la Condesa Viuda con Dankers
a punto de chantajear a Spratts cuyo sobrino es ahora prófugo de la justicia.
Daisy ya se imagina que su suegro tiene un nuevo hogar. Lo llena de ilusiones
de que vivirá en la casa de los Drew y será el nuevo Pig Man, a pesar de que
Cora no está muy segura de que eso vaya a ocurrir.
Los que se oponen al
progreso
Por una vez me entretuvo el pleito de Las Matriarcas. A
pesar de la insistencia de Lady Violet de que Robert meta en cintura a Cora, su
nuera va a investigar las condiciones del nuevo hospital que pretende
fusionarse con el pequeño dispensario del Dr. Clarkson. Cora asiste a la reunión,
y armada de su nuevo conocimiento, se pone de parte de la Prima Isobel.
Envalentonada, la madre del difunto Mathew, acusa a Clarkson
de apoyar a Violet por motivos egoístas. No quiere dejar de ser el mandamás del
dispensario. Tanta impertinencia molesta a la Dowager quien acusa a Isobel de
estar borracha. Hasta Lord Merton se escandaliza con esta riña de gallinas.
Quien no encuentra su lugar es Barrows que en su próxima
entrevista se tropieza con un homenaje al ayer. Barrows aparece en la propiedad de un tal Sir Michael
porque en el anuncio del periódico s habla de la necesidad de “un hombre de confianza”
para hacerse cargo de una mansión.
La mansión está totalmente dilapidad, aunque es obvio por su
tamaño que una vez fue un palacete. La entrevista la conduce el dueño Sir Michael,
un símbolo de una era pasada. No hay criados, la castellana (ex dama de honor
de una de las princesas desangre real) ha fallecido, los hijos de Sir Michael cayeron
en Francia (sirviendo “a su Rey y a su país”.
Tras cinco minutos, Barrows se da cuenta de que esto es una
propiedad de fantasmas, que su entrevistador delira pensando mantener un estilo de vida que ya desapareció.
Lamente de Sir Michael está ocupada de imágenes de un pasado esplendor donde la
familia real y la realeza continental visitaban la casa y subían la inmensa
escalera iluminando la habitación con sus diamantes.
Todo el tono elegiaco de set episodio me hizo (vieja
conservadora y tradicionalista que soy) llorar sobre todo porque reconocí a en el intérprete
de sir Michael a otra gloria del pasado de la televisión. Se trata de Ronald
Pickup, a quien MI Pa apodará en los 80’s “Mr. Miniserie”, porque no había
miniserie que se perdiera. Quien diera vida a Verdi, Nietzsche, Einstein, Lord
Randolph Churchill y al divertido Príncipe Yakimov en “Fortunes of War”,
merecía un espacio en una serie de calidad como DA.
Barrows, sin embargo, no quiere ser el “hombre de confianza”
de una reliquia pretérita como Sir Michael y hace bien, el debe huir de lo
antiguo porque ahí acechan los prejuicios. Finge ser republicano, se despide
amablemente, y huye.
Quien no anda buscado empleo, pero parece haberlo encontrado
es Mr. Moseley. Durante la boda Carson, Mosley comenta con el maestro local las aptitudes de Daisy. El profesor nota en el
lacayo el don de la enseñanza e insinúa que quizás el destino de Mosley esté en
la docencia. Increíble y maravilloso. Hace un par de temporadas, Moseley era un
caso perdido, un pusilánime incapaz de conseguir trabajo, obligado a partir
piedras para ganarse la vida Un buen amor, un deseo de ayudar al prójimo, han llevado a
Moseley a descubrir su verdadera vocación.
Una boda y un retorno
Y por fin llegamos al plato fuerte: el enlace del año.
Alertada por Mrs. Patmore, Cora “carea” a su hija mayor con la futura Mrs. Carson, Por primera alguien se
atreve a llamar a Mary por lo que es: “una bully”. El banquete de bodas se celebrará
en la escuela local.
Mrs. Hughes ha demostrado tan poco interés en su boda que ni
vestido tiene. Su decisión de usar “su traje del domingo” vacila ante la
incapacidad de Anna, hada de la aguja, por convertirlo en algo digno de la
ocasión. Mrs. Patmore llega al rescate manda pedir algo que vio en un catalógo,
pero como suele ocurrir cuando se compra por catalogo, lo que llega poco se
parece a la foto.
Para demostrar que no tiene sangre en el ojo, y en un alarde
de generosidad, Mary ofrece un abrigo del guardarropa de su madre. No se le ocurre
avisarle a Cora, ni supervisar la intrusión del servicio en el armario de la Condesa.
Lady Grantham llega alterada de su reunión con su suegra en el
hospital y sorprende a Anna, Patmore y Hughes metidas en su closet. Es un
momento horrible. Cora se ofusca, las criadas se mueren de vergüenza. Se escabullen,
pero Mary es alertada. Ni corta ni perezosa se venga de la lección con la que
su madre la humilló. La acusa de ser esnob e ingrata con una mujer (Mrs.
Hughes) que les ha dedicado su vida. Cora, siempre la gran dama, baja a la
cocina, pide disculpas al servicio y regala su mejor abrigo a su ama de llaves.
La boda fue convenientemente emotiva, el banquete alegre y
salpicado de muchos eventos que ya he comentado en esta blog. El regalo más
inesperado es el retorno de Los Branson. Tom ha descubierto, como Dorothy Gale,
que Boston no es Kansas, y que su hogar y el de su hija están en Downton. Todos
muy contentos, ¿pero vendrá Tom a quitarle el puesto de agente a Mary?
Perfecto para la chica que trabaja y para la flamante nueva editora.
Sobrio, funcional, pero chic. Yo tuve uno así hace unos años. Me lo mandé hacer,
pero cometí el error de comprar seda gamuzada que se arruga fácilmente. Esta está
confeccionado en un buen casimir, elegante pero resistente a las presiones a
las que será sometido el guardarropa de una amuje de carrera como lo será Edith.
Frases de la noche
“¡El Señor sabe que el problema no lo tiene Bates!” Lady Mary al enterarse del embarazo de Anna.
“Esto tiene que ver con Charles Carson y Elsie Hughes, no
con esta gloriosa casa.” La Señora Hughes refiriéndose a su boda y por qué no
desea que tenga lugar en la Abadía.
“Milady, El Señor Carson la perdonaría aunque
usted lo golpeara con un ladrillo.” La nueva Señora Carson cuando Mary pude
disculpas a su mayordomo-padre adoptivo.
“Un noble en favor del progreso es como un pavo en favor de
La Navidad”. Lady Violet refiriéndose al apoyo de Lord Merton a la fusión de
hospitales.
Y la próxima semana, Rose “Ygritte” Leslie regresa a Downton
Abbey
“¿Es ese un castillo?” “No, Ygritte, es una Abadía”
Hola Male!
ResponderEliminarUuuh me encantó ese cap!
Yo no me di cuenta que Bertie ya había aparecido jajaj es muy lindo este momento cuando Edith se convierte en jefe y él la ayuda.
Me gusta también como avanza la trama de Molesley, él es tan buena persona y había tenido mala suerte con los trabajos :(
Lo de Baxter fue aburrido, lo de Daisy latero.
Pobre Thomas, todos los capítulos lo compadecía, pero es un alivio saber que hay un buen final para él.
Ves que horrible fue el momento de Cora con la sra Hughes, patmore y anna? yo sufrí.
La boda estuvo preciosa y me emocioné cuando llegaron Tom y Sybie!
Me encantan esas frases que escogiste! Y estoy de acuerdo en que Edith ha eclipsado bastante a Mary con el vestuario.
Saludos y buena reseña!!
Hola, gracias por pasar. Bertie apareció en el especial y no se despegó de Edith. A mí me cayó bien aunque en ese momento (y todavía SPOILER9 no sabía que era noble. Yo siempre pensé que Edith se casaría con un plebeyo. Hasta la emparejé con el Sr. Drew (¡!!). Pero me alegra que Lord Fellowes la haya elevado finalmente por encima de Mary.
EliminarNo esa escena fue horrorosa. Yo he estado en situaciones parecidas, y siempre es un “¡No esperaba eso de ti, María Elena! O “Tenia otra opinión de ti”) No necesariamente tiene que ver con robo o con andar intruseando en un closet ajeno, pero cuantas veces nuestros superiores nos cachan en cosas que parecen malas sin serlo.
Lo de Tomas me entretiene caleta. Cada loco que necesita empleados.
A mí me gustó cuando Anna, Baxter y Mrs. Patmore fueron a vestir a la novia. Fue tan cálido y tan real. Y me dio pena cuando Carson como a regañadientes le permitió a Thomas ponerse una flor en el ojal.
Ya se está poniendo bueno el cuento.
Sii, la temporada va repuntando!
EliminarCon respecto a Edith pensé que la iban a dejar soltera pero realizada, fue una sorpresa para mí que terminara siendo SPOILER marqueza ejeemm ¡sorry Mary! jajaja noo, quiero mucho a la primogénita pero amo que a Edith le vaya bien :3
bueno, ambas terminan feliccs con los hombres que aman. Ya no podemos pedir más.
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