jueves, 29 de marzo de 2018

De cómo Gregory, Hirst y Mantel crearon el mito de La Otra Bolena (II)



Aunque nos pese, es innegable que Philippa Gregory, Michael Hirst y Dame Hilary Mantel son los creadores de la segunda ola de Tudormania. También son los artífices de una imagen mítica de Maria Bolena que muchas veces choca con lo poco que sabemos de la dama.   ¿Quién fue la verdadera Mary Boleyn y es mas interesante su historia que las visiones que la Tudormania nos presenta?

En una entrevista para la BBC History Magazine, Philippa Gregory declaró que Mary Boleyn era su personaje favorito. Se entiende puesto que La Otra Bolena es su creación casi total, en el sentido que su Mary es mas ficción que datos históricos. Doña Pippa también ha agregado que fue ella quien puso de moda a Maria. La siempre competitiva Dame Hilary (si ese par se encuentra en la calle, se estrangulan) comentó burlesca que todo historiador que haya tratado a Enrique VIII y/o Ana Bolena, por fuerza, debe mencionar a Maria. Cierto, pero una cosa es ‘mencionar “y otra ofrecer al público una visión interior de la psiquis del personaje.

Eric Ives dijo que lo que sabemos de María Bolena cabe en una tarjeta. Debido a eso, les ha tocado a los novelistas, y en este siglo a productores y guionistas, encontrar a esa elusiva Otra Bolena. Cuando Gregory publica su The Other Boleyn Girl (2001) abre las puertas a la imaginación ajena, pero también a los historiadores que se horrorizan ante las libertades tomadas con una entidad histórica.

 Es un crédito para Doña Pippa que solo después de la publicación de la novela, y del debut de la primera adaptación de la BBC (2003) y del filme (2008), hayan aparecido textos de historia cuyo tema sea Mary Boleyn. Sin The Other Boleyn Girl, Alison Weír no hubiese publicado Mary Boleyn: Mistress of Kings (Maria Bolena: amante de reyes). Publicado en el 2011, ese libro es considerado un compendio historiográfico sobre la hermana de Ana Bolena, y aun así tiene más agujeros que un cedazo en lo que respecta a datos factuales sobre la dama.

Una Familia de Tantas
En La Otra Bolena, Philippa Gregory crea un retablo de marionetas donde los títeres son los miembros de la familia Bolena. Ahí vemos a esa comadreja ambiciosa llamada Tomás Bolena: su aristocrática esposa Lady Elizabeth Howard; El Tío Norfolk que quiere meter a una sobrina, la que, de la talla, en la cama del rey; y la inocente Maria y sus hermanos (mayores) la osada Ana y el ambiguo Jorge.

Fue gracias a ese retablo, que se armaron elencos futuros con rostros reconocibles. Por ejemplo, Lady Elizabeth no aparece en “Los Tudors” ni en “Wolf Hall’. Solo sabemos de su existencia porque Dame Kristin Scott-Thomas la interpreta en la película. Su interpretación de la matriarca Bolena es la de una mujer virtuosa, abochornada por la codicia de su esposo y hermano, y por la liviandad de sus hijas. Un retrato que no se parece al del libro donde la autora achaca a Elizabeth las mismas aviesas intenciones del resto de su familia y la involucra en la trata de blancas que es el negocio familiar.

Creo que ya es hora de hablar de la verdadera Mary y para eso hay que ir al principio que no es donde sus arquitectos del Tercer Milenio gustan iniciar su historia. En la adaptación fílmica de The Other Boleyn Girl, hay flashbacks a la infancia de los Hermanos Bolena. La unidad y cariño del trio Ana-Jorge-Maria es un tema recurrente tanto en Gregory y sus adaptaciones, como en “The Tudors”, tal vez para crear mayor empatía entre los personajes. Hilary Mantel en Wolf Hall toma otra actitud en la que hace que Maria le confiese a Cromwell que siempre ha existido una rivalidad entre ella y su hermana.

“Wolf Hall” comienza con Maria ya en la corte. La primera mención es cuando Cromwell informa al Cardenal Wolsey que Maria es la nueva querida del rey. Mas adelante, en su primera visita a Ana Bolena, Cromwell conoce a Maria, ya para entonces viuda y descartada por Enrique. Mantel no hace mención del pasado de Maria en Francia. Gregory comenta que las Bolena vivieron en Francia desde que eran pequeñas. En la novela de Gregory (y en la serie) Maria ya esta instalada en la corte y asiste a la ejecución del Duque de Buckingham, “su tío” (¿) He revisado toda la genealogía de Maria y en ninguna parte hay parentesco con Buckingham que es ejecutado por traición (en realidad por haberse peleado con Wolsey) a Enrique.  
El verdadero Sir Thomas Boleyn

La ficción muchas veces nos muestra a los Bolena como parvenus, tenderos burgueses sin aspiraciones a la nobleza. Si bien es cierto que Tomás Bolena era un millonario cuya familia había hecho fortuna en la mecería, por parte de su madre Lady Margaret Butler, no solo emparentaba con la más rancia nobleza irlandesa, además tenia sangre real siendo descendiente directo del rey Eduardo I y su primera esposa Leonor de Castilla. Mucho se habla de que Tomas Bolena hizo fortuna al casarse con la aristocrática Lady Elizabeth Howard, hija del Duque de Norfolk. Lo cierto es que aparte de ser mas rico que la novia, Bolena compartía su pedigrí puesto que Elizabeth descendía también de Eduardo, pero de su segundo matrimonio con Margarita de Francia.

Las Hermanas Bolena
En la adaptación fímica de La Otra Bolena crearon toda una entrada que difiere del libro y de la vida real. Tenemos a las Hermanas Bolena jovencitas (catorce y quince años) todavía vírgenes y solteras viviendo en el Castillo de Hever con su padre. En la vida real, Maria nació en 1499 y Ana un año mas tarde. El filme sigue la pauta de Gregory quien decide que Maria (Scarlett Johansson) sea menor, tal vez para explicar su timidez y sumisión. Lo que el filme no nos explica es por que la casan antes que a Ana (Natalie Portman).

Thomas Bolena (interpretado por un soñoliento Sir Mark Rylance) le consigue a Maria un marido en la nobleza local. William Carey (interpretado por un entonces desconocido y muy malgastado Benedict Cumberbatch) no consigue ganarse el corazón de la romántica Maria y mucho menos cuando en la noche de bodas se pone a orinar en una bacinica (¡!!)


Enrique VIII (Eric Bana guapísimo, pero muy lejos de parecerse al verdadero Tudor) viene de casería al Castillo de Hever. Bolena y su cuñado Norfolk (David Morissey) deciden empujar a Anne (que no necesita empujones) a la cama del rey. Toda la familia de acuerdo y hasta Enrique le entra al plan, pero la terquedad e impertinencia de Ana solo consiguen que al rey lo tumbe su caballo.

Con un chichón en la cabeza, lo último que quiere Enrique es ver a Ana. Mandan a Maria a atenderlo. Al rey le gusta más esta hermana reservada y dócil y exige que Maria vaya la corte a servir a su esposa, Catalina. Todos saben lo que eso significa. Todos contentos, menos Maria que tiene escrúpulos morales y eso que a su marido también le viene bien que la mujer ascienda en la corte, aunque sea horizontalmente.

¿Cuánto de esto viene del libro? NADA. Lo que pasa es que Doña Pippa se puso muy lenta y aburrida para contarnos esta historia Hubo que apurar un poco la trama para trasladarla a la pantalla.  La novela comienza con Ana ya sirviendo a Catalina y le toma años acostarse con el rey (y 7 capítulos embarazarse).   María es tan torpe que hasta agota la pasión de Enrique aun antes de consumar su relación. El pobre William Carey se lleva la sorpresa que lo hacen cornudo y eso lo entristece mucho.

Lo curioso es que ni libro ni cine nos mencionan las aventuras escabrosas de Maria en tierras galas. Ya les conté que no era inocente ni cuando Enrique la conoció bíblicamente mi siquiera cuando el marido hizo otro tanto.  Eso se le ha criticado a Gregory. Su afán de aplicar la dicotomía Madonna-prostituta a Las Hermanas Bolena. En su novela, Ana es la que ha vivido en Francia y la que (siguiendo ese viejo prejuicio anglo) se ha vuelto experta en cochinadas. Ella es la que aconseja a Maria de cómo comportarse con el rey y que, aunque ya lo tenga entre las sábanas, no debe ser una “puta floja” (lazy whore) y debe ‘trabajar” para no perderlo.

El Affaire Percy
En la película, Ana es desterrada a Francia luego de su divorcio de Henry Percy. Históricamente, la anulación de este matrimonio clandestino se le ha adjudicado al Cardenal Wolsey. Así lo vemos en la miniserie “Enrique VIII” (2003) donde Ana es interpretada magistralmente por Helena Bonham-Carter. Y así lo describen Maxwell Anderson en Ana de los mil días y Hilary Mantel en Wolf Hall (la serie recrea ese encuentro entre Wolsey y Henry Percy) y es la razón por la cual Ana odia al cardenal.
Percy, Ana y el Cardenal Wolsey en Ana de los Mil Días

En la novela de Gregory (y el filme) Ana decide que mejor es ser esposa que amante y se compromete en secreto con el hijo del Conde de Northumberland, Henry Percy. Con su acostumbrada impulsividad, Ana lo obliga a casarse y a consumar el matrimonio, sin permiso de los padres de ambos (ni del rey. Casarse entonces era asunto de estado).
Percy y Ana en Wolf Hall

En el libro, Ana se pavonea ante su hermana alardeando que se ha casado y acostado (wedded and bedded) con Percy. Maria cree que su deber moral es alertar a sus padres. Todos los adultos del cuento se confabulan y divorcian a la pareja. En el filme, vemos a Ana frenética galopar por una playa, tras jurar venganza, y supuestamente rumbo a Francia (o a un barco que la llevara al otro lado del Canal). En el libro es peor. Obligada por su madre, Maria le escribe a Percy (fingiendo ser su hermana) rompiendo su relación. Con razón Ana está tan enojada.

¿Hay algo de verdad en este cuento? En 1523, cuando Ana era dama de Catalina de Aragón, se comprometió con Henry Percy que era paje del Cardenal Wolsey. Percy recibió tremendo y público regaño por parte de su patrón. Había tres razones para oponerse a una unión Bolena-Percy. Como hija de un mero caballero (Tomás Bolena todavía no era Conde de Wiltshire ni Vizconde Rochford) Ana estaba muy por dejo de los Northumberland. B) Se la creía ya comprometida con un primo, Lord Ormonde. C) Se rumoraba que el rey estaba interesado en ella. El caso es que entre Wolsey y el Conde de Northumberland, anularon el matrimonio.

Ana siguió su vida de siempre (en el libro, Gregory la envía desterrada al castillo de la familia) y Percy fue obligado a casarse con Lady Mary Talbot. Percy y su mujer se llevaban como perro y gato. Unos años más tarde, Lady Percy solicitó el divorcio argumentando que su matrimonio no era válido, puesto que el marido estaba realmente casado con Mistress Boleyn. En la vida real, Percy tuvo que jurar ante un tribunal que esto no era cierto. En The Other Boleyn Girl, Ana obliga a su hermana a mentirle a Enrique sobre ese asunto. El rey le cree a Maria que su hermana nunca consumó su matrimonio, puesto que La Otra Bolena (al menos en la mente de doña Pippa) es una santa, incapaz de mentir.

En “Wolf Hall” el affaire Percy reaparece justo en medio del romance Ana-Enrique. Los Bolena se asustan, puesto que el poder que Ana ejerce sobre el rey reside en su virginidad. Hay una escena fantástica en la serie donde Cromwell se encuentra con la familia en masa (Maria y su cuñada Jane también están presente) encerrados en un cuarto, discutiendo el asunto, y lanzándose zapatos a la cabeza. La solución es poner a Cromwell a cargo de todo este asunto.
Percy amedrentado por Cromwell

De acuerdo con Mantel, Percy es un vulgar chantajista al que Cromwell encuentra en una taberna. Un poco de la labia de leguleyo, un poco de la violencia cromwelliana, y el cobarde Percy se retracta.  En “Los Tudor” no se hace mención de Percy. En cambio, se nos hace creer que Ana perdió su virginidad con su vecino y amigo de la infancia, el muy casado poeta Sir Thomas Wyatt.

Las Bolena según “Los Tudor”

 En suma, según Gregory, Ana se lanza a la caza de un rey para vengarse de la hermana que destruyó su matrimonio. Según Mantel, Maria nunca fue importante para Enrique, pero igual Ana se encapricha porque desde pequeña siempre ha querido lo de la hermana. Hirst en cambio parece adherirse a la idea de que Maria fue un solo un amor de paso, por lo que no le molestaría mucho que su hermana la reemplazara entre las sabanas del rey. De toda la ficción contemporánea sobre Las Bolena, “Los Tudor” es la única que describe la vida de Maria en Francia.

En el primer episodio de “Los Tudor”, Enrique recibe la visita de su embajador en Francia, Sir Tomas Bolena. Le encarga los preparativos para su famoso encuentro en el Campo del Paño de Oro con el Rey Francisco. Le pide informes sobre la corte gala. Siguiendo un viejo cliché de la ficción inglesa de que Francia es un país sexualmente corrupto, Bolena le habla sobre las picardías que tienen lugar en esa corte. Enrique se sorprende puesto que Bolena ha llevado a sus hijas a vivir con él a Paris. El embajador le asegura que tiene a sus niñas muy vigiladas. Al final del episodio nos damos cuenta en que consiste esa ‘vigilancia”. Bolena desea presentar a sus hijas a Enrique para ver cuál puede ser concubina del rey.

Perdita Weeks interpreta a una atolondrada y Maria que se ríe e hipa al mismo tiempo. Contrasta con la discreción y serenidad de Natalie Dormer que da vida a Ana. Durante el encuentro en el Paño de Oro, Francisco le señala a Enrique a Maria e insinúa que son amantes. Enrique que tiene una extraña relación con Francisco, que bordea a ratos en bromance y en otros en rivalidad psicótica, decide probar a “la yegua inglesa”. Maria lo sorprende con su habilidad para la felación. tras lo cual se hacen amantes, pero como otras mujeres que la serie nos muestra dando brincos en la cama del rey Tudor, Maria no dura mucho ahí ni adquiere gran poder.

Unos años más tarde, cuando Enrique se interesa en Ana, ahora dama de su hermana Maria Tudor, en la puesta en escena del Castillo Verde, La Otra Bolena (presente) ya no representa nada para el rey. Enrique puede perseguir a Ana sin remordimientos por su anterior relación con la hermana. En la vida real, Enrique tenía tan clara la gravedad (desde un punto eclesiástico) de su relación con Maria que cuando solicita su divorcio de Catalina al Papa, también solicita una dispensa para casarse con la hermana de una ex amante.

La Educación de las Bolena
“Los Tudors’ no hacen caso de este reparo, a pesar de que Hirst es el único en poner a Maria en suelo francés y describir su posible relación con Francisco I.  La realidad es un poco más extensa. Como todas las familias aristocráticas, los Bolena mandaron a sus hijas a educarse al extranjero. Las cortes europeas eran el equivalente a nuestros internados suizos. A los 12 años, Ana fue colocada en la corte de Margarita de Austria, un centro cultural de ese tiempo. Ahí Ana aprendió a hablar francés fluido y le tomó aprecio a los libros y las artes.
Margarita de Austria en "Carlos Emperador"

Maria, en cambio, fue enviada, en 1514 a Francia, como parte del cortejo de la princesa Maria Tudor que iba casarse con Luis XIII. Poco después, Ana se reuniría con su hermana. Se sabe que Ana permaneció en la corte gala, aun después que la reina enviudara y se casara con el Duque de Suffolk. Por ese entonces, Ana encontró otro puesto en la casa de Claudia, hija de Luis, y esposa de Francisco.

 Maria regresó a Inglaterra en 1519 (por lo que no pudo haber un encuentro con Enrique en El Campo del Paño de Oro que tuvo lugar un año más tarde). Sin embargo, el rumor en su día es que Maria había sido obligada a regresar puesto que su reputación en Francia estaba hecha trizas y la reina Claudia no la quería cerca del marido.
                                                 Claudia de Francia según Los Tudors

Maria entró a servir a Catalina de Aragón como su dama, apenas llegada a Inglaterra. Es posible que ahí haya atraído la atención de Enrique. Al menos, el rey estuvo presente en la boda de Maria con William Carey, un año más tarde. En 1522, Ana regresó a Inglaterra y también entró al servicio de la reina Catalina. Tuvo más éxito que su hermana debido a su agudeza, su elegancia y su conocimiento de la cultura francesa. Tal como nos la muestra “Wolf Hall”, hablaba ingles con acento galo (“Cremuel” como le dice a Cromwell) y salpicaba su conversación con frases en francés.

No hay fechas para la relación entre Maria y Enrique. Se cree que se convirtió en la concubina del rey poco después de casada y que esa relación puede haber durado hasta 1525 o 1526.  A pesar de que Hirst nos hace creer que Enrique se interesó en Ana durante el espectáculo del Chateau Vert (1522) para entonces, el rey tenía relaciones ya con Maria, y Ana estaba con Henry Percy. Tras la anulación de su matrimonio (1523), Ana fue desterrada por su padre al castillo familiar, no volvería la corte sino dos años mas tarde. Fue en 1526 cuando se volvió pública la obsesión del rey por Mistress Boleyn.

La pregunta que se hacen los historiadores es ¿cómo reacciono Mary? Siguió en la corte? Se fue con su marido? Sirvió a regañadientes a su hermana? Y aquí entra en juego la pregunta. ¿Tuvo Maria algo que ver con la caída de su hermana?  Para los que creen a Ana culpable de los cargos que la llevaron al cadalso, la pregunta es otra. ¿Fue La Otra Bolena cómplice de su reina?

María, Cómplice de Ana
Esta pregunta no tiene espacio en “Los Tudors” Ahí Mary es un accesorio del decorado, tal como una silla, aparece poco, la cámara no la toma en cuenta, parece llevarse bien con la hermana. Ana le cuenta que está embarazada y Mary luego se ve en la iglesia fungiendo como madrina de Isabel (un detalle totalmente falso).

En “Wolf Hall”, la complicidad es nula. Maria le tiene mas lealtad a Cromwell que a su detestada hermana. Como la novela está escrita desde el punto de vista de Cromwell, las confidencias de Maria sirven para saber que ocurre en sitios que Cromwell no frecuenta. Es Maria quien le cuenta como Ana manipula al rey, negándole favores sexuales. Es ella quien le revela en Calais que Ana está desnuda en brazos de Enrique.

En el libro, es Mary Shelton quien solicita una biblia para que su prima haga jurar al rey que se casaran una vez que estén de regreso en Inglaterra. En la serie, es Maria la encargada. Tiempo después, es ella quien revela a Cromwell que Ana está embarazada. A pesar de que Mantel esta casi segura que Ana fue adultera, ya para su caída, Maria no está en ninguna parte del paisaje.


La idea de la complicidad de La Otra Bolena es estrictamente idea de Philippa Gregory. En el libro y filme, Ana regresa a la corte cuando su hermana esta embarazada. La idea es que, Enrique no busque consuelo en brazos de otra. Para eso Ana debe “entretenerlo” lo hace tan bien que separa a Maria de Enrique. En el libro, Maria maldice a su hermana deseando que Ana muera por” ser tan codiciosa” ¡Se consuela burlándose de Ana con Catalina! Ah, pero como es Santa Bolena traiciona la confianza de su reina delatándola con Tío Norfolk.  En la película, Scarlett solo nos muestra la cara llorosa de Maria que llega verse bovina de tan aguantadora que es.

Mientras Anne pasa miserables siete años de espera para casarse, Gregory tiene a Maria como yoyo entre la corte y el campo, entre atender a su marido e hijos o ir a escuchar su hermana quejarse.  Sin embargo, son Jorge y Maria (la inocente Santa Bolena) los que le enseñan a Ana a “atender” al rey sin tener que comprometer su virginidad. Ese es el gran problema del libro, Maria es un personaje tan contradictorio.

En la película, Maria solo regresa la corte para convencer a Enrique que Ana sigue virgen, a pesar de su matrimonio con Henry Percy. En el libro, Maria se vuelve tan compinche de Ana que hasta se acuestan en la misma cama, y con George en el medio. Lady Rochford, la esposa de George los ve y comienza a sospechar que este trio tiene costumbres poco hermanables. Maria nota que Jorge y Ana no se besan como hermanos, pero le es mas cómodo hacerse la loca.
La Conspiración de Los Bolena

En el filme, Enrique viola a Ana y la embaraza, solo entonces se casan.  El libro es mas apegado a la realidad, con el viaje a Calais, y la consumación que culmina en embarazo. Mary debe dejar a sus hijos (y al nuevo marido que tiene escondido de la familia) para asistir a su hermana hasta el nacimiento de Isabel. Es Maria a quien Ana recurre cuando pierde al segundo bebé.

Maria solo consigue librarse de ese ambiente y de ese comportamiento supino y masoquista, cuando Ana descubre que se ha casado con un pobretón y la destierra al Castillo de Hever, donde se van a esconder las hermanas cada vez que meten la pata. Pero Ana no puede pasársela sin la hermana y la hace venir porque ha vuelto a embarazarse, pero nuevamente pierde el bebé.

Mary vuelve a Hever, Ana esta embarazada de nuevo, Mary debe regresar a la corte, etc., etc. ¿Diferencias esta vez? Es obvio que el eufemismo de Ana (“fui al infierno a buscar este hijo”) y la actitud de Jorge indican que el padre no es Enrique. Aun así, Maria tiene un mega Síndrome de Estocolmo y sigue alcahueteando las locuras de sus hermanos. Amenaza a Jane Seymour con sacarle los ojos si se acerca al Rey, y trata de sobornar a la partera que ayuda a Ana a malparir un niño deforme. La partera prefiere la gloria de decirle a Enrique que es padre de un monstruito muerto (al parecer la deformidad de debe al incesto).

En el filme lo hicieron todo un poco mas coherente. Maria se casa con William Stafford solo al final, nunca es exiliada. Ayuda a Ana con un solo aborto. Se horroriza ante el plan de Ana de engendrar un hijo con Jorge y se marcha por un tiempo de la corte. Regresa solo para pedir clemencia por su hermana y para hacerse cargo de Isabel. Un detalle totalmente no-histórico y del que hablaré en mi próximo blog donde comentaré sobre los descendientes de Maria quienes hasta el día de hoy conservan, sino el nombre, la sangre de los Bolena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario