Finalmente me
decidí por seguir cinco series en Netflix, pero son tan buenas, dan tanto para
comentar, que he decidido hacer estos diarios mensuales para que compartamos
opiniones. Comienzo con dos series: “Peaky Blinders” que sigue sufriendo por la ausencia de personajes femeninos
interesantes, con la excepción de la tía Pol. Sigo con “Mad Men” y viéndola,
una década más tarde, no sé qué me sorprende más, la velada misoginia del mundo
de la publicidad, o como un antihéroe
tan repelente pudo sostener toda la serie, o como si pudiera ser algún personaje preferiría
ser Joan antes que Betty.
Peaky Blinders
Decir que le
tengo lástima a Tommy Shelby es como patético. Pero es cierto, es el más digno
de compasión de su familia. Todos lo acusan de haber delatado al cuñado; le
cayó el ERI encima: le robaron sus
pistolitas y todo por culpa de la rucia traidora. Al menos consiguió darse un
revolcón con ella. ¡Y entremedio le llegó el papa tunante! Con razón no lo quería
en casa. Aquí “ Peaky Blinders “ se convierte en ” Ray Donovan” con un patriarca que regresa solo para dividir
a los hermanos.
Yo creí que la más
tonta de este cuento era la Lizzie que aceptó ir a acostarse con Tommy sin
darse cuenta de que era una prueba y que sacó un uno. ¿Ósea, acostarte con tu
futuro cuñado y por ocho libras? Hay que ser bien puta y bien bruta. En vez de enfrentar
su error trató de poner mal a Tommy con John. ¿Ven lo que digo? Es digno de
lastima.
Bueno, pero la más tonta resultó ser Grace. ¿De veras
creyó que Campbell iba soltar a Tommy? Aún
menos todavía cuando ella dejó claro que rechazaba al inspector (no por viejo, ni por
marrano) sino porque le gustaba más el alíen. Ahora lo que no me trago es que Campbell haya
detenido el operativo, olvidado su venganza y abandonado Birmingham solo porque
le contaron que Tommy y Grace huyeron juntos.
¿Y qué va a pasar
con Freddie? ¿Va a seguir en la cárcel
apaleado? ¿Y Ada, va seguir encerrada con el crio en brazos esperando que la
familia le traiga cestos de comida? Bueno en el capítulo final de temporada, ya ha
dejado a la Tía Pol entrar y atender al bebé. Nada más porque el crio no llora
cuando está en brazos de su tía.
Este episodio
final comienza con Tommy despertando a Arthur, sacando de la cama a John e
interrumpiendo las oraciones de Pol. “Hoy es el día”. ¿Será que van a rescatar
a Freddy? No, es el día en que aplastarán
a KImber y se volverán legales y respetables.
Nos enteramos de
que Polly tuvo dos hijos y que las autoridades se los quitaron. “Porque yo era débil”
le cuenta a Ada y le asegura que a ella no le quitarán a su hijo porque Tommy
los protegerá. Él se ha vuelto duro para proteger a su familia y Ada debe
perdonar su hermano.
Campbell va a la
sastrería china y pide “un servicio”. Se trata de una chinita adorable y
amable, pero él la trata con brutalidad. Obviamente desahoga en ella de su rabia contra Grace.
Esta recibe un mensaje de Campbell y va al museo. Allá se encuentra con el Sargento
Moss que le escupe “puta”en la cara y le da una carta del Inspector. En ella
Campbell le dice a Grace que ella es a) una traidora b) una asquerosa y c) ha
deshonrado la memoria de su padre. ¿Y todo por qué? “Por amor “susurra Grace.
Tommy va a pagar
por sus trajes y descubre que Campbell está usando los servicios del prostíbulo.
Tienen un intercambio fascinante, sobre todo porque Campbell nunca le dice que
Grace fue su agente. Le anuncia a Tommy que al final del día “tu corazón se
romperá como se ha roto el mío”. Que ambos son las dos caras de un mismo espejo.
“Odiamos a la gente y ellos nos odian y
nos temen. Si queremos amor debemos pagar por él”. ¿Olvidas que tengo familia? “pregunta Tommy.
Campbell sonríe socarrón y se marcha.
Sacan a Freddie
de la cárcel para llevarlo a otra peor, pero el policía que lo acompaña ha sido
“reclutado“ por los Peaky Blinders. Danny llega y se lleva a Freddy a Londres,
o eso creemos. Ada, advertida por la tía, aparece en la reunión familiar con la nueva adición
a la Familia Shelby, el pequeño Karl (por Marx ) Thorne. Arthur corre a cargar
en brazos al sobrino. Ada y Tommy se abrazan.
Todo está listo.
Tommy quiere formalizar las cosas con Grace, pero ella llorando le dice que le
ha hecho “algo terrible”. Llegan a avisar que los Kimber armados vienen en
camino. Tommy va casa a advertirle a las mujeres. Todo ha sido una trampa, entre
él y Tía Pol comienzan a sumar 2+2. Aparte de lo dicho por Campbell, todo
indica que Grace es la traidora. Pol le
pide a su sobrino que se le da deje a ella. ¡ Brrr!
Pol encuentra a
Grace a punto de cerrar el bar. Le dice que ya saben quién es ella. Ahora la
capta: niña de buena familia, protestante de Ulster, para Grace fenianos,
comunistas y gánsteres son la misma escoria. Se quita el alfiler del cabello.
Grace la apunta con el revólver, la tía se quita el punzón del cabello. Ya parece Villanelle, pero Pol se ha dado cuenta que Grace está
enamorada de Tommy.
También le debe
que la camarera le haya salvado la vida al sobrino. “Por eso no nos estamos peleando”
se sirven un trago. Pol le dice que a los hombres los manejan sus gónadas
y tal vez, Tommy perdone a Grace. “Pero
yo no te perdonaré nunca. No te aceptaré nunca” dice Pol recordándole a Grace
que ella es quien realmente maneja la familia. Le ordena irse de la ciudad, o
sino la matará.
Los Peaky
Blinders son organizados por Tommy para una batalla defensiva en contra de los
KImber. El Sargento Moss informa a Campbell que va haber una guerra de
pandillas, pero Campbell quiere que los perros se devoren entre sí. Moss no está
muy convencido porque faltan dos ametralladoras de las armas recobradas. Tiene
razón en preocuparse. Tommy y su banda marchan al duelo en el Birmingham
Corral. KImber cree ganado el showdown
cuando Freddie y Danny aparecen con las ametralladoras y entonces…Ayyy.
Aparece Ada
empujando el carrito del bebé y toda melodramática (va enlutada) anuncia que no se moverá de en medio hasta que desistan porque todos ellos tienen
familias que sufrirán si algo les pasa. Ok, digamos que el discurso Lisístrata
de Ada funciona con los suyos, ¿ pero qué les va a importar a los Kimber? Con dos balazos la sacan de en medio y siguen
con sus asuntos de machos.
Sin embargo,
Kimber le presta atención, concuerda en que nadie debe morir sino los culpables
dispara dos veces. Hiere a Tommy en un hombro y mata a Danny. Tommy le mete a KImber
una bala entre los ojos, y ahí acaba la pelea. Freddie besa a su mujer cuando debía
darle un palo.
Grace, que sigue
metiéndose en la boca del lobo, va a regañar
a Campbell por haberla delatado. El Inspector le dice textualmente lo dicho a Tommy. “Hoy has roto dos corazones, Grace”.
“Y el mío tambien”murmura ella. Lo
cierto es que Campbell se ha portado muy correcto con ella, hasta dejó su récord
limpio y abrió el camino para que Churchill le dé una medallita.
Grace, que es lenta para todo, es atrapada por Tommy justo cuando iba a huir.
Ella le dice que lo ama, él le pone ojos
de muerto. Ella le dice que se va a Londres y que la busque en una semana más.
Hasta le da la dirección. Faltan cinco minutos para que acabe el episodio y la
temporada. No sé ustedes, pero hubiera querido que la matara.
El final es un
poco tonto. Tommy mecanografía una carta (las cartas de amor, con mala letra y faltas de ortografía, se escriben a mano) a la camarera. Al parecer
a Grace se le ocurrió irse a Nueva York. ¡Meeh! Mejor a Paris. Él le dice que
es la primera vez que ama a su enemigo, que la Tía Polly le contó que ella (Grace)
lo amaba, que en tres días le hará saber su decisión. Vemos a Grace en la
estación de tren esperando, pero lo único que aparece es el revolver de Campbell
encañonándola. Y oímos un balazo. BIG
SPOILER La rucia no murió. ¡Qué lástima!
“Peaky Blinders
”es una gran serie, pero la afea la ausencia de personajes femeninos vigorosos
y cuerdos como el de la Tía Pol. El acto de Ada fue totalmente ridículo e
imposible. ¿Qué madre arrastra a su bebé a
un lugar donde se están enfrentando hombres armados? Fue un gesto inmaduro
y melodratico de quien se la pasa en el cine. Y Grace, por favor, es tan lánguida que parece que hasta sus
emociones están en cámara lenta. Es buena para matar gente sí, pero su sosería
alcanza hasta su moral. ¿Y cuándo se va a peinar? Siempre parece que la atrapó
un aguacero. Debería ir al barbero de los Shelby.
Mad Men
Me rehusé a ver
el capítulo 5, para mí el más doloroso de la serie. Es cuando descubrimos la
falsedad detrás de Don Draper cuyo verdadero nombre es Dick Whitman. Su
hermanastro viene a buscarlo a Stirling
-Cooper. Al comienzo, Don intenta convencerlo de que él no es Dick Whiteman,
pero cuando no puede, acepta encontrarse con Adam en otro sitio y termina
agrediéndolo, humillándolo y rechazándolo. Esto provoca el suicidio del joven.
Aun sin ver ese capítulo,
me queda claro que Don es repulsivo, su comportamiento en el cumpleaños de su
hija fue intolerable. Su falta de
cooperación con la esposa, el desprecio por la vida social de su barrio (como
si él fuera mejo que sus vecinos) y su irresponsabilidad como padre es inconcebible.
Al menos sus vecinos, que cachetean a sus hijos ya los ajenos, intentan involucrarse en la
educación de los niños.
Don desaparece de
la fiesta, nunca regresa con el pastel, priva a los niños de ese placer y
humilla y abochorna a su esposa. Pareciera que odiara lo que ha construido.
Realmente, me repugna como persona. Así que en esta tercera vuelta de la serie,
voy a tener que encontrarme algún hombre que me simpatice, porque Don Draper es
como el Dr. Masters de “Masters of Sex”, un hombre que no amaba a las mujeres.
Pero no sé, Pete
Campbell, aunque va a evolucionar, siempre me pareció inmaduro y arrogante.
Roger Stirling es atractivo, y más genuino que Don, pero es tan retrogrado y no
sabe tratar a las damas, por eso pierde a Joan. Yo creo que me quedo con Ken Cosgrove.
El asunto de la
vecina divorciada y Glenn, su pequeño, que la primera vez que vi la serie, me
daba susto, ahora lo entiendo perfectamente. Glenn, sin quitar que está traumatizado
por el divorcio de los padres, se ha enamorado de Betty. Vivirá enamorado de
ella hasta ese último encuentro, con él camino a Vietnam y ella a la muerte. También
cuando pienso que ese niñito que pide un mechón de cabello a la rubia que lo ha
deslumbrado, va a ser uno de los mejores personajes de la serie (y un gran amigo de
Sally) me hace verlo con simpatía.
“Babylon”es uno
de mis episodios favoritos. Tenemos sexo a granel, se mencionan dos bestseller
de 1960 y Don Draper rueda por las escales en su torpe esfuerzo por llevarle el
desayuno a la cama a Betty. ¿Qué más se puede pedir?
Don está leyendo The Best of Everything de Rona Jaffe. Betty
dice que es mejor que la versión fílmica (estoy de acuerdo) y se queja de lo
vieja que se ve Joan Crawford y como teme envejecer. Recuerda que su madre envejeció
con gracia. A Don le parece morboso hablar de su difunta suegra, Bets dice que
su siquiatra cree que el luto es necesario. Don dice que el luto es autocompasión
alargada y se burla del siquiatra que con lo que le paga se está construyendo una
casa de verano.
Hasta Betty lo
regaña, le dice que el siquiatra la está ayudando. Don se pone cariñoso, Betty pudorosa
pide que apague la luz, pero en la oscuridad lo escandaliza diciéndole que le
gusta hacer el amor con él. Mi hermano dice que eso es una exageración, que los
hombres no eran tan atrasados entonces. Según mi mamá, mi padre era igualito a Don
en ese aspecto. Aparte que hay que pensar cómo se crio Don, el estigma de una
madre prostituta, etc.
En este episodio
vemos a la esposa de Roger y a Margaret, su problemática hija. Margaret trata al padre
con desprecio pero le babea encima a Don. Joan la trata de maravilla, le
consigue una peluquería y la compara con Brigitte Bardot. Yo me carcajeo, la
chica es bonita, pero típico de las amantes (bueno algunas) de congraciarse con
los hijos de la pareja. Se supone que no sabemos que Joan y Roger son amantes ¿Verdad?
Por lo que es un shock cuando en la próxima escena los vemos en la cama de un
hotel.
Ahora me doy
cuenta porque me repele Roger. No es porque se queje de su hija con Joan. Eso
hacen los casados con sus amantes. Es porque le dice descaradamente a la pelirroja
que antes de iniciar sus revolcones con ella , estaba tan desesperado que quería
divorciarse. ¿ Ósea Joan salvó su matrimonio? Luego quiere ponerle un
departamento para que la pechugona le cocine. Joan le recuerda que ella tiene
otra vida, una vida propia con amigos, que su relación durará hasta que él la reemplace
o ella se case con otro. Eso es lo que
me gusta de Joan le dice las cosas como son.
Entretanto Stirling-Cooper
tiene tiempo de trabajar. Les llega un gordito al que ayudaron a promover su
negocio de cruceros. Ahora viene con dos judíos a la zaga. La Dra. Lily Myers y
Yoram representante de la sección de Turismo de la Embajada Israelí. Uff, Francine, si estuviera ahí, se quejaría de que
hay más “narices” que en Florida, pero la agencia ya ha aprendido y les sirve
blinis con caviar. Yo soy judía, pero me sirven blinis con caviar y vomito,
aunque esos Mai Tai se veían ricos.
Los judíos quieren
convertir Haifa en la Roma del Medio Oriente, quieren que haya cruceros, que el turismo entre en Tierra Santa. Le pasan a
Don el Éxodo de Leon Uris. Es el libro más
vendido en USA, las Hijas d la Revolución Americana lo están promoviendo, la
mamá de Sal lloró leyéndolo. “América está enamorada de nosotros” dice la Dra.
Myers alborozada. Es el mejor momento para vender a Israel.
Pero a solas el
equipo no está muy seguro. Se les ha prohibido usar la religión como tema . ¿Qué
les queda? A Pete Campbell no le parece promover “un país comunista”.
Don resume Israel en un país comunista,
lleno de judíos, donde las mujeres portan armas, “ y no nos olvidemos de los
árabes…”
Don se va a su
casa a leerse Éxodo Está tan metido
en su lectura que no quiere limpiar las canaletas ni hacer el amor con Betty
que rememora su primer beso que fue con un chico judío y que las niñas judías, de puro envidiosas, se tiñeron el pelo de rubio como el de ella.
Este es un capítulo de envidias y competencias, pero en realidad toda la serie
gira alrededor de la competencia. Don compite con sus colegas, sus jefes y sus
vecinos. Y ahora vemos a Joan perder su compostura por los celos, unos celos
absurdos.
Conocemos a
Freddie, uno de mis personajes favoritos. Lo vemos tomando su jugo de naranja
mañanero (con vodka por supuesto);
apenas entra en la oficina de Don y se va derecho al bar, “al menos consíguete
un vaso” le advierte Sal,; y Joan, cuando erradamente cree que Freddie está
interesado en Peggy (¿y si fuera así qué le importa?) , le dice “te gustaría echarla
en un vaso y bebértela ¿ verdad?”. No
necesitamos más para saber que Freddie es el borracho en residencia.
Freddie tiene un
problema, su cliente Belle Jolie fabrica lápices labiales y ni él ni sus
compañeros saben nada de maquillaje. Deciden dejar el trabajo en manos de “las pollitas
”. Joan encierra a todas las secretarias en un cuartito donde una pared es un
espejo. Solo ella sabe que el espejo es una ventana a una oficina, donde todos
menos Cooper y Don, se han arremolinado
para ver un equivalente a un filme porno.
(AMC) |
A las chicas se les
presenta la colección de colores de Belle Jolie para que los prueben. Ahí nos
damos cuenta, por la reacción de los
machos, que ellos encuentran lo sexi y lo erótico en cosas que no tienen
que ver con desnudos. Aunque hacen los comentarios más repelentes sobre las
mujeres feas, los excita ver a las chicas dando grititos, peleándose por un
lápiz de labios y aplicándoselo. Ya sé, ya sé, la barra de carmín es un símbolo
fálico, pero a Paul le parece sexi hasta el modo en que se quitan el exceso con
una toallita, y chasquean los labios
como pececitos.
De pronto uno
nota que “orejitas de ratón” (así le han
puesto a Peggy) está en un rincón sin
pintarse mirando a las otras con su poquito de desprecio. Al terminar, una
viejita con acento de Europa Oriental (más judíos) interroga a las secretarias
sobre sus hábitos de maquillaje. Las chicas (que parece que realmente tienen
sesos de pollo) se turban, no saben que
responder, preguntas como “¿Te gusta que
tu labial haga juego con tu ropa?” les
parecen difíciles.
La entrevistadora, notando que Joan las turba, le ordena que se aleje.
Joan le lanza una bocanada de humo en la cara. Consciente
de que los hombres se estarán riendo de ellas, Joan decide darles una lección.
Da la espalda al espejo , se inclina y pone delante del vidrio una pompa del
tamaño, forma y color de una sombrerera que tenía mi abuela. Milagro que
no haya una eyaculación masiva al otro
lado del espejo. Ken se pone de pie y le hace un saludo militar al imponente traste
de Joan. El único que se ve incomodo es Roger, le molesta ver que lo suyo sea
admirado.
Se les pide a las
secretarias que dejen las muestras de sus labios (y pinta-labios) en unas
toallitas que llenan el cubo de basuras. Freddie viene a recolectarlas y Peggy
le pasa “tu canasto de besos”. Freddie queda Impresionado por la imagen y porque Peggy
(tendrá orejitas de ratón, pero su cerebro es grande) la haya inventado sola. Vemos a Joan bufando
de envidia.
Freddie pregunta
por qué Peggy no probó las barras. Ella responde que su color favorito se lo
quedó otra secretaria. Como es muy particular en sus gustos no quiso probar
otro labial. “¿quién quiere ser uno más de entre cien colores? ” Joan
no aguanta más los celos (cree que Freddie está coqueteado) se acerca, pone su brazo alrededor de Peggy y dice “ya
basta de quejarte. Vuelve a tu trabajo”.
Freddie no
olvida, y se lo cuenta a Don. Esta muy impresionado, dice que fue “como ver ä un perro tocando el piano”
. Lo próximo es que una enfurecida Joan le anuncia a Peggy que los jefes quien
que la secretaria les traiga sus ideas. Tendrá que hacerlo en sus horas libres
y no recibirá remuneración. Peggy está encantada.
Don sigue complicado
con lo del turismo israelí, Sal le trae
una foto que creo que parece Claudia Cardinale (¿No pudieron conseguirse una de Daliah Lavi u otra actriz israeli de entonces?) y le
dice que Israel solo tiene una cosa que vender, gente bonita. “Los judíos de
allá no lucen como los de acá”. Es cierto, al menos entonces. Hoy aunque
tenemos a Gal Gadot y Natlie Portman, lo masculino… Uff a juzgar por” Fauda”
deja que desear…
Don llama a
Rachel y le pide ayuda. Se citan en el Pierre. Uff yo fui al Pierre una vez. Mi
hermana y yo tuvimos que volcar nuestros bolsos en la mesa y recoger hasta la
ultima monedita para pagar no solo nuestro almuerzo (y yo comí un mísero platillo
de tortellini que bien pude comer en casa) sino también para el enjambre de
camareros que se pusieron en fila con la mano estirada para las propinas. Tal
vez por eso Rachel solo pide un café.
La cita es una pérdida
de tiempo. Rachel cree que lo de Israel es una excusa y no estoy muy segura de
que esté equivocada. Dice saber poco de Israel, reafirma su condición de judía asimilada,
pero dice que Israel para los judíos siempre será un ideal. “¿Utopía?” pregunta
Don. Y ella le recuerda que utopía tiene un doble significado “ El buen lugar”
“y “El lugar imposible” Aunque en realidad está hablando de su relación con un
hombre casado, la definición es perfecta para Israel.
Don quedó caliente con ese intercambio, se toma la
tarde libre y se presenta como toro en celo en el departamento de Midge. Le
rompe un florero, le quita la ropa y se dispone a servírsela de pie con ella
apoyada en el caño de la calefacción cuando tocan la puerta . yeeeh!
Se trata de un
amigo de Midge. Un beatnik arrogante que habla una ininteligible jerga de
intelectual vanguardista e insiste en llevarse la mujer a un espectáculo más
Avant Garde que él. Don no quiere ir, pero MIdge lo convence con el cuento de que
irá con faldas ¡Y sin calzones! Don que sigue dejando que sus testículos le den
ordenes, la sigue.
El espectáculo es
digno de los espectadores. Primero vemos un individuo que lee en voz alta los
anuncios de sociales en un periódico. Lo aplauden y se va. Lo sigue una
loquilla que a voz en grito anuncia que soñó con ella y Fidel teniendo sexo en
el Waldorf Astoria. “¡quítate el sweater!” le gritan. lo hace y aplauden el
topless. Finalmente llega un trio que entonan el viejo spiritual “By the Waters of Babylon”.
Apenas lo escucha, Don vuelve a pensar en Rachel.
Entretanto,
Rachel tan agitada, como Don llama a Barbara, su hermana casada. Sin saber que
Don es casado, Barbara le aconseja a Rachel olvidarse de bodas y concentrarse
nada mas que en el romance.
Al que le va bien en el romance es a Roger que se
lleva a Joan al hotel de nuevo y le regala un canario.
Al final ambos
salen (ella primero) del hotel y se paran en la misma acera esperando un taxi.
Los separan apenas dos metros, sin embargo ni se miran ni admiten conocerse. Creo
que quieren demostrar lo triste, deshumanizante
y solitario de una relación clandestina. Sobre todo para la mujer. Pero
no me convence. Joan tiene puesto un abrigo de leopardo se va a su casa hasta con un canario. Alla vive
la vida que desee vivir. Es y será siempre una mujer libre.
Si repaso la
carrera de Joan, lo mejor de su vida se lo brindará Stirling-Cooper. Al final
será una mujer rica y tendrá lo que desee con solo estirar la mano. Cuando pienso en lo humillante y frustrante que será su matrimonio, creo que su relación con Roger no fue tan mala, y hasta tendrán
un hijo. A la luz de este 2018, en qué términos como “familia tradicional ” y “amor
romántico”, alarman o son para la risa,
la vida de Joan es cien veces mejor que la de Betty.
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