martes, 12 de mayo de 2020

Matchmaker, Matchmaker… Matrimonios arreglados en Shtisel, Unorthodox y otras historias de judíos



Una impresión que nos ha dejado “Unorthodox’ es que todos los problemas de Esty surgen de un matrimonio arreglado en el que es obligada a casarse con un desconocido. En “Shtisel” vemos que casi todos los romances son organizados por el casamentero Königsberg. ¿No hay otra manera de casarse en el mundo ultraortodoxo? ¿Realmente se obliga a las chicas judías a contraer enlaces sin amor?  ¿Es más fácil encontrar una pareja ideal en una sociedad seglar y libertaria?

Konigsberg el casamentero

Buscando Desesperadamente al Zivug
Antes de comenzar, hay tres cosas que decir sobre mandamientos bíblicos, talmúdicos y cabalísticos en referencia a la elección de pareja. Primero, es una lástima que la interpretación de la Torá a veces caiga en tergiversaciones como la de que es obligación tener hijos y que ese es el único propósito del sexo.

Hay un mandato divino “creced y multiplicaos”, pero cronológicamente viene después de la primera página del Genesis donde a D-s se le ocurre que “no es bueno que el hombre esté solo” de ahí que todo hombre deba tener pareja y vivir en relación estable. El matrimonio es compañía puesto que los hijos un día se van y queda una pareja unida por los elementos sobre los que han fundado una familia.


Yo me moví un tiempo entre ortodoxos tradicionales y modernos, y vi parejas que no se desesperaban si al tercer año del matrimonio la cigüeña no mostraba interés en visitarlos, o que dilataban el primer embarazo. Estrictamente hablando el judaísmo permite ciertas formas de planificación familiar y hasta abortos en determinadas circunstancias. Recordemos como Gittl Shtisel, el epitome de la buena esposa frum, intenta abortar a su sexto hijo apoyándose en la ley israelí.  Como me enseñaron en mi escuela judía, si el sexo solo fuese solo para procrear entonces no se permitirían relaciones íntimas con embarazadas o con menopáusicas.


Por lo tanto, el mandamiento más importante es el matrimonio. Sobre todo, porque un matrimonio temprano evita las relaciones sexuales (y sus consecuencias) fuera de una unión legal. Sin embargo, Biblia y Talmud son enfáticos en este punto. No puede haber boda sin el consentimiento de ambos contrayentes. Ese es el segundo punto: forzar una unión matrimonial es un gran pecado.


Por otro lado, los que leyeron mi novela saben del concepto místico del zivug. Antes de nacer, en el Cielo, se nos ha emparejado con otra alma. Esta alma gemela es nuestro zivug y debemos encontrarlo sino seremos eternamente infelices. Para ayudar en la búsqueda, padres, casamenteros, parientes y hasta amigos nos traen posibles candidatos para que reconozcamos a nuestra alma gemela. Ese es el tercer punto y la razón detrás del famoso “matrimonio arreglado “de los judíos ultraortodoxos. Pero la última palabra la tenemos nosotros, los contrayentes.

El problema es que muchos contrayentes consienten por miedo, o por vergüenza a emparejarse con el primer candidato que les presentan. Algunas mujeres, sobre todo viudas o divorciadas con hijos, piensan que no van a encontrar otro interesado. A veces hay problemas económicos que muchas mujeres sienten que se pueden solucionar con otro sueldo en la casa, etc..

Los Malos Candidatos: Locos, Huérfanos, y Rebeldes con Auto
En el caso de la protagonista de “Unorthodox” existen otros factores encerrados dentro del eufemismo “huérfana”. Factores que abarcan a la madre lesbiana que la abandonó al nacer, el padre alcohólico, la ausencia de prestigio familiar o dote (en algunos círculos eso todavía importa) y el famoso “soy diferente” que Esty le confiesa a Yanky en su único encuentro prenupcial.


Aunque una de las torpezas de la serie es nunca mostrarnos en que se diferencia Esty de otras chicas Satmar, Deborah Feldman es muy específica sobre lo que la hace ¨diferente”. Su padre es un enfermo mental y existe en la comunidad temor a que Deborah haya heredado esa problema (ella nos cuenta que en dos ocasiones la han llevado a diferentes psiquiatras).

La locura hereditaria siempre ha sido un estigma que puede pesar sobre los judíos al momento de casarse. En “Yentl” Barbra Streisand que para estudiar Talmud se ha disfrazado de hombre, se ha enamorado de un compañero de yeshivá. Avigdor está comprometido con la bella y adinerada Hadass. Cuando los padres de Hadass se enteran de que el hermano de Avigdor se suicidó lo toman como señal de desequilibrio mental y rompen el compromiso.
Avigdor, Hadass y Anshel-yYentl

En “Shtisel” el Rabino Gottlieb rompe el compromiso de su hija con Akiva Shtisel cuando se da cuenta que él no quiere a su “princesa”.  Elisheva rompe su compromiso con Akiva abandonándolo sin explicación y es posible que Libbi se rehusé a casarse con él puesto que su primo ha roto su promesa. Tres compromisos rotos realmente afirmarán la reputación de “defecti” (defectuoso) de Akiva y lo convertirán en persona non grata para los casamenteros.

El Rabino Gottlieb rompe el compromiso de su hija

Minuja se da cuenta que Akiva es un cliente dificil

Ese es el gran problema para los casamenteros, gente como Akiva que son muy exigentes sin tener mucho que ofrecer, o chicas con problemas que tampoco tienen mucho que ofrecer. Como Esty, como Deborah como Servidora. En mi caso yo tenía en mi contra que a) mi padre no era judío b) mi madre acarreaba una reputación de …como ella me dijo una vez “no creo que nadie en la sinagoga me quiera por suegra” y c) yo ya tenía fama de excéntrica, temperamental (lloraba por todo) y con la cabeza llena de pájaros sobre todo en lo que se refería al amor y al príncipe azul.

Cuando una se sabe mala candidata hasta le toma miedo a lo que los casamenteros puedan presentarles. Eso es evidente en la canción “Casamentera” (Matchmaker) de “El violinista en el tejado”. Las hijas de Tevye, el Lechero, pueden soñar con casarse con millonarios, talmudistas reconocidos, y guapos, pero saben que al final lo que Yente (la shajtanit o casamentera) les traerá serán viejos feos como el carnicero Lazar con el que Tevye compromete a su hija mayor.


Al final de la obra, Tevye ha consentido que Tseitzell rompa el compromiso con Lazar y se case con el sastre Mottel, novio de la infancia de su hija. Ha consentido que su hija Hodel se vaya a Siberia en busca de su amor, el desterrado revolucionario Perchik, pero Tevye rechaza el matrimonio de su hija Chava con un cristiano. Hay límites para lo que un judío puede aceptar como yerno y como dice el lechero ‘si me doblo más me quebraré”.

. En “Shtisel”, vemos la oposición paterna en lo que respecta al matrimonio de las hijas. El Rabino Shulem lleva años sin hablarse con Rachelli, la hija que se casó en contra de su voluntad. En un flashback vemos que a Gittl sus padres la separaron de Lipa Weiss cuando descubrieron que en su primera cita la había paseado en su auto (¡Que indecencia!).

Aun así, Gittl insiste en volver a encontrarse con Lipa y desde el lugar de la cita llama a su madre y exige que lo acepte, él es el hombre que quiere de marido Como las hijas de Tevye, las mujeres Shtisel eligen a sus hombres por encima de lo que digan casamenteros y padres. El mejor ejemplo es el de Ruchami que a los quince años ya encuentra la manera de casarse con el chico del que se ha enamorado. La sigue su prima Libby que logra convencer a su padre de superar sus prejuicios y dejarla casar con su primo.
La familia Shtisel contempla que hacer con el matrimonio de Ruchami

Sin embargo, también tenemos el caso de Elisheva que, aunque viuda (dos veces) y con un hijo pequeño, se da el lujo de menospreciar a Akiva Shtisel porque, aunque se sienta atraída por él, no lo ve lo suficientemente maduro. Su misma madre le dice que no la entiende. ¿Como una mujer doblemente viuda, casi cuarentona y con un hijo, anda con remilgos?

Aunque Elisheva eventualmente finja (de acuerdo con Akiva) aceptar un compromiso, nunca ha tenido una intención seria con él. Esa es la primera queja que tengo contra ella. Un compromiso en el mundo judío es tan importante como lo fue en Gran Bretaña hasta el Siglo XX, donde se podía demandar legalmente al que lo rompiera, así que no se puede entrar en él de manera frívola.

Cuando el Rabino Gottlieb rompe el compromiso de su hija, los Shtisel cargan contra Akiva. “¡Comienza a cavar mi tumba!” gime melodramáticamente el Rabino Shulem a su hijo. Akiva también recibe un sermón de parte de su hermano mayor “Me da vergüenza mostrar mi cara en público” le dice Zvi Arie recordándole que lo sucedido se refleja en toda la familia. También le recuerda a “Kive” que la Mishna (ley judia) estipula que mejor es divorciarse que romper un compromiso.



Esta misma actitud la vemos en judíos semi asimilados como los Lieberman de “Vienna Blood” que están escandalizados cuando Max rompe con Clara. Cuando el Inspector Dietrich no comprende cual es el escándalo, Max le responde con tristeza “es que no eres judío”. Lo fuerte del lazo queda evidente cuando Clara, quien es la que rompe el compromiso, se refiere a este como “matrimonio”.


Por eso me irrita que Elisheva acepté una cita arreglada por el shachtan Konisberg a sabiendas que no tiene intenciones formales. Eventualmente acepta un compromiso que para todos es oficial pero la viuda huye a Londres. Sin tener el valor de rebelarse contra las reglas, Elisheva actúa irresponsablemente porque en su mundo no hay espacio para amoríos como los que ella busca.

Desde el momento en que entran en juego los casamenteros se sabe que las parejas que presenten entre si tienen un propósito en común, casarse. Yo sé que eso resulta chocante en el mundo moderno, el que los judíos ultraortodoxos no incluyan en su escenario romántico la oportunidad de divertirse, de tener romances sin compromiso, de no querer andar probando lo que hay en el mercado.  Otra cosa que resulta chocante es que se pueda elegir una esposa o un esposo con una sola cita.

En el caso de Esty/Deborah casarse significa escapar, dejar de ser alguien imperfecto. Esty le dice a su madre antes de la boda “Voy a crear una familia con  Yanki Shapiro ¡Voy a tener un verdadero hogar!...¡Esto es lo que quiero!” Con eso entendemos que ella busca una identidad en su matrimonio, dejar de ser ‘la huérfana”, construir su propio espacio. Si agregamos que tanto Deborah como Esty encontraron atractivas a sus parejas, entendemos que las llevó a consentir entrar en un matrimonio.


Casamenteros Modernos
No todas las citas organizadas por los casamenteros acaban en matrimonio. Tanto hombres como mujeres pueden rechazar candidatos. No todos las citas a ciegas son preparadas por casamenteros formales. En la búsqueda del zivug nos ayudan las personas más prodigiosas.


Tras cinco blind dates organizadas por una casamentera, y huirle a una arreglada por una vecina, mi hermano conoció a mi ex cuñada gracias a nuestra peluquera. Yo tras cuatro o cinco citas formales (organizados por casamenteras, amigas y hasta mi hermano) con individuos a los que yo disgusté o me disgustaron a mí, entré en mi primer compromiso con alguien que había conocido en mi sinagoga y al que consideraba mi mejor amigo.

Tampoco la gente se casa tras la primera cita. Se dice que se puede una pareja encontrarse hasta cinco veces antes de casarse o pasar a otro candidato. Si nos parece poco, a Gittl Shtisel le tomó solo dos citas saber que Lipa era el hombre de su vida. Tampoco es común que la cita sea en casa de alguien. Normalmente se les arregla para que se encuentren en algún lugar público, un restaurante, un café o como en “Shtisel” en el lobby de un hotel.

Primera cita de Akiva y la Prima Libby

Hay que tener cuidado también adonde se lleva a la chica. Mi hermano cometió el error de llevar a una judía brasileña a una representación de Broadway (Cats). Ella se quejó con la casamentera que mi hermano la había llevado a ver un espectáculo impropio.

Yo cometí otro gafe cuando me negué a salir con un chico, amigo de mi hermano, con quien habíamos estado charlando por teléfono por un par de meses. Me negué a que nuestro primer encuentro fuese en un concierto en Carnegie Hall. Según yo, nuestra primera vez debía ser en un ambiente más relajado y donde tuviéramos más privacidad que en un concierto. Según él ya habíamos hablado bastante por teléfono….

Cuando se le pasó lo ofendido, me invitó a ir al cine y acepté. Me dejó esperando cinco horas, por suerte yo estaba en mi oficina en Baruch College. Él se presentó a las sexta hora, justo cuando yo ya me había marchado. Ahí fue cuando decidí que las citas a ciegas, por muy ortodoxos y respetables que fuesen los pretendientes, no eran lo mío. Eso no quiere decir que todas sean un fracaso. Si lo fueran, nadie se casaría en el mundo ultraortodoxo donde la segregación de los sexos es la norma.

En el mundo moderno ortodoxo, la búsqueda de la pareja ideal sigue siendo una prioridad y una complicación. Aunque los ortodoxos modernos no utilizan casamenteros formales, existen redes de soporte para encontrar pareja. Muchas sinagogas y clubes universitarios ofrecen “noches para solteros” u otras actividades para propiciar encuentros con posibles candidatos. Incluso hay excursiones o cruceros organizados con ese propósito. Y si nada sirve, van a casamenteros en-línea o agencias porque las matchmakers de hoy son amigas de la tecnología.


El sistema de agencias matrimoniales no solo asiste al mundo judío. La televisión estadounidense está llena de anuncios que buscan socorrer a una comunidad de solteros traumatizados por malas experiencias y que andan en busca de romances serios y seguros. Como este grupo abarca viudos y divorciados, hay agencias que se especializan en candidatos de edad madura, tal como las hay que atienden las necesidades de la colectividad LGTB. Hay agencias como Elite que solo atiende pedidos de millonarios y donde una cita puede costar hasta 10.000 dólares.

El que haya gente dispuesta a pagar tan exorbitante suma para encontrar compañía demuestra la insuficiencia en el mercado de compañeros idóneos. Tal como nuestra fascinación con realities como “The Bachelor” demuestra nuestro interés por ver cómo se desarrolla un romance cuando se le presentan varias novias al candidato ideal. Es la fantasía por excelencia. Encontrar el amor sin tener que darnos trabajo, que nos presenten en bandeja a parejas perfectas, hechas a nuestra medida. Pues eso es lo que hacen los casamenteros judíos.

Aunque no lo parezca, existe un esfuerzo por contactar gente compatible, de familias similares, con intereses similares. Después de todo se trata de encontrar a nuestro zivug. Uno tiene derecho a poner condiciones. Mi hermano por ejemplo quería una judía latina para que se comunicase con nuestra madre (Yanki Shapiro no es el único judío con mamitis en el mundo). Pero a veces ni nosotros mismos sabemos lo que queremos.

La Moraleja de Crossing Delancey
Una pregunta que ha surgido, a raíz de “Unorthodox” de parte de los defensores del estilo de vida jasídico son “¿se vive mejor en un mundo sin religión, sin comunidad, sin familia?”. Aunque consciente de una docena de problemas que existen dentro de las comunidades cerradas que afectan el bienestar de sus habitantes, no puedo argumentar que el estilo de vida al que estamos acostumbrados en Occidenteen familias nucleares disfuncionales o como adultos independientes sea superior.

Esto es algo que es explorado en la mejor prueba de la eficacia de los casamenteros. Me refiero a “Crossing Delancey” (1988).  Basada en la pieza teatral de Susan Sandler es la historia de Isabella “Izzy” Grossman, una judía seglar que lleva una vida independiente en Manhattan donde tiene un trabajo en una librería que considera glamoroso porque la pone en el centro del mundo intelectual de editoriales y escritores. Izzy está deslumbrada por Anton Maas el autor de moda que le ofrece súbita atención y la posibilidad de entrar al espacio de un escritor famoso.

Aunque ya ha superado la barrera de los treinta años, Izzy no tiene novio. Apenas un ex que cada vez que pelea con su esposa aparece en su puerta a buscar refugio y satisfacción sexual gratis. Izzi está sola, su patrón la utiliza sin importarle como persona, sus amigas están como ella atrapadas en una libertad que llega ser frustrante. El mejor ejemplo es Kerie que ha decidido ser madre soltera para superar su soledad.

Una vez a la semana, Izzy toma un tren que la lleva al mundo tradicional judío del Lower East Side a visitar a Ida, su bubbe (abuela). Ida es la única que no cree en la falsa felicidad de su nieta y arregla un encuentro con Hannah, una casamentera.

De regreso a casa, la horrorizada Izzy intenta explicarle a su abuela lo realizada que se siente con su trabajo (“¡Isaac Bashevis Singer, el Premio Nobel, sabe quién soy yo!”) y que no necesita de un hombre para ser feliz.  Ida no está impresionada. Como le ha dicho a Hannah, su nieta está sola. “Los perros deben vivir solos. No la gente”.

Agotada, Izzy acepta un encuentro con Sam, el dueño de la tienda de encurtidos del barrio. Aunque tiene lugar entre adultos, la cita se parece muchísimo a las que hemos visto en series sobre ortodoxos. Cuando la abuela y la casamentera los dejan solos, Izzy entra en el cuento de “Yo soy diferente, no vivo en este barrio, no es así como hago las cosas”. En su torpeza llega a resultar ofensiva, pero Sam impertérrito le dice que a veces hay que cambiar el modo de hacer las cosas.

Lo interesante es que vemos ahi el rol de la casamentera. Tras dejarlos solos un rato, vuelve Hannah a hacer aparicion ahora ofreciendo un restaurante de un primo donde les haran precio para la segunda cita. Cuando Izzy,  con voz temblorosa, dice que no habrá segunda cita, Hannah lo toma con filosofía. La que esta molesta es Ida, pero cuando dice "Ella (Izzy) habló" esta reconociendo el derecho de la novia a  rechazar a los candidatos.


A pesar de que Sam corteja a Izzy con un pastel y un sombrero, esta insiste en no salir con él, e incluso trata de emparejarlo con una amiga. Al final, Izzy se da cuenta que el vendedor de pickles no es tan patán como creía (ha ido a universidad, reza en la sinagoga todas las mañanas y aun antes de hablar con la casamentera, estaba interesado en Izzy).

 Después que el ególatra de Antón pretende convertirla en su amante-secretaria, Izzy descubre el valor del amor sincero que Sam le ofrece. La moraleja es que a veces se necesita de abuelas entrometidas y de casamenteras que eructan para encontrar al zivug.

Verdaderas Bodas Ultraortodoxas
La próxima vez hablaremos del mikvah, de las pelucas y de las leyes que gobiernan la vida sexual de las judías, pero antes quería hablar un poco de la boda. Yo no soy de ir a matrimonios, y aunque he asistido a una media docena de bodas judías, nunca había estado en una jasídica, aunque me dicen que son espectáculos fantásticos que duran días enteros.

Lo que más me sorprendió en la boda Satmar de “Unorthodox” fue el Bedeken (velación de la novia); el que la suegra fuese parte del cortejo de la novia y la tristeza que parecía acompañar todo cuando se supone que un matrimonio es ocasión de gran jolgorio.

Por eso me puse a buscar en YouTube videos de bodas jasídicas. A pesar del mito de que los ultraortodoxos no son amigos de tecnologías, esa red social reboza de videosbodas ultraortodoxas, jasídicas y hasta Satmar.

Les pongo un par, dos de Shtreimel y una de sombrero negro. Dos incluyen el Bedeken con esa servilleta (se llama Tisch) que además de fea, yo no conocía. Para mí el Bedeken es el momento en que llevan al novio a la novia y tras verla y constatar que es la suya (esto en recordatorio a la estafa bíblica que Labán hizo a su yerno Jacob) la cubre. Yo estaba acostumbrada a la visión de una novia judía bajo un velo tupido pero trasluciente, así como el de Tseitzell en “El violinista sobre el tejado”.

En las bodas a las que asistí en el siglo pasado, no había tal tisch, la novia simplemente era cubierta con su propio velo de novia. Hay feministas que no les gusta lo del velo en la cara, pero muchas novias modernas como la Duquesa de Cambridge que no es judía usan un velo para cubrirse el rostro.

También para mí la procesión nupcial eran los novios acompañados por sus padres (y a veces los abuelos) hasta la jupa (el toldo nupcial). Ahora veo que en las bodas ultraortodoxas si meten a la suegra en el cortejo de la novia (¡!). Pero curiosamente en el video de Motty y Shevy donde hay una colección de sombreros negros y shtreimel, la novia no usa el tish y es acompañada hasta el novio solo por sus padres.

Lo importante es que en las tres bodas vemos a las mujeres vestidas elegantes y modernas (la peluca de la mama de Michali me volvió loca), y a todos muy contentos, No parecen estar ahí obligados y aunque la fiesta es segregada, se ven a los novios intercambiar gestos de afecto físico.

Si hay momentos en que los novios se ven abstraídos es porque están rezando y todavía no he visto a alguien que pueda rezar y reírse a la vez. Con eso espero ahuyentar la impresión de que las bodas judías son espectáculos grotescamente tristes. Tal como espero haber explicado que un matrimonio arreglado para nada implica una unión obligada.

¿Les costó encontrar pareja? ¿Quién se las presentó?  ¿Usarían algún sistema de casamenteros en línea o agencias matrimoniales para encontrar su media naranja?



22 comentarios:

  1. Ana Estelwen Yo ni de broma contrataría a una casamentera o una agencia matrimonial. Creo que la chispa del amor tiene que surgir de manera espontánea, no me parece algo que se pueda arreglar ni forzar. Sé que para personas tímidas o sin tiempo libre esos recursos pueden funcionar, pero a mí no me servirían.
    Creo que la mejor manera de conocer a tu futuro cónyuge es acudir a lugares donde puedas conocer gente que tenga intereses comunes contigo. Por ejemplo, si eres deportista, en el gimnasio, en el polideportivo o en un club de senderismo. Si te gusta cocinar, en una escuela de cocina. Así no sólo conoces gente nueva, sino que te aseguras de que vais a tener un carácter parecido y cosas en común. Si eres una persona tranquila a la que le gusta leer y las actividades caseras, no vas a encontrar al amor de tu vida ligando en una discoteca.
    En mi caso, dado que mis grandes pasiones son la literatura y la fantasía, me apunté a la Sociedad Tolkien Española, y fue allí, en la primera convención anual a la que asistí, donde conocí al que ahora es mi esposo.

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    1. María Elena Venant Ana Estelwen No sabia que se conocieron asi. Guau! Tolkien fue el casamentero entonces, porque estoy segura de que Juanjo era tu zivug, y me alegra mucho que se hayan encontrado, pero la proliferacion de agencias de citas o matrimoniales demuestra que no es tan facil. No solo los judios tienen casamenteros, hoy existen en USA los que atienden las necesidades de comunidades chinas e hindues, e incluso los hay para los inmigranttes eslavos.

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    2. Ana Estelwen Lo que pasa con los casamenteros es que me da la sensación de que para algunas culturas son la forma de evitar los noviazgos normales por "inmorales", porque son culturas machistas donde no se ve bien que un hombre y una mujer tengan un romance y salgan juntos previo a comprometerse. Es una actitud que no me agrada mucho porque me parece bastante retrógrada (sobre todo si tenemos en cuenta que los hombres de esas culturas sí que pueden salir y "divertirse" con chicas menos reprimidas, incluso sabiendo que no van a poder tener nada serio con ellas porque la familia de él no lo aprobaría. Eso lo hacen muchos musulmanes, que se hartan de ligar con occidentales prometiéndoles el oro y el moro pero luego con quien se casan es con una "musulmana decente" en matrimonio arreglado por la familia).
      Y sí, yo también creo que Juanjo es mi zivug, más que nada porque nuestro amor fue de película. Nos conocimos un jueves a las once de la mañana (me acordaré siempre) porque viajábamos en el mismo coche, y al mirarlos el uno al otro nada más presentarnos el flechazo fue instantáneo. Nos pasamos las tres horas del viaje hablando,no nos separamos en todo el día, y esa misma noche él me besó y me pidió que fuera su novia. Cuando le objeté que una relación a distancia iba a ser difícil porque vivíamos a 400 km el uno del otro, él respondió: "No pasa nada, me voy a vivir a Valencia". Quince días después había dejado su trabajo y el hogar de sus padres y estaba viviendo en Valencia. Dos años después de eso ya estábamos prometidos... y hasta ahora :-D

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    3. María Elena Venant Ana Estelwen Esto es super romantico, gracias por compartir. Dame un cachito de tiempo para responderte sobre los casamenteros.
      No creo que esa visión del casamentero como protector de hímenes se aplique a los shajtanim/shajtanot. Curiosamente, en el mundo ultraortodoxo hay más preocupación por la virtud del varón que la de la mujer, porque se parte de la base que ellas tienen menos oportunidades de pecar. Por eso no existe ese doble estándar de los musulmanes y los latinos. Es más fácil para un ultraortodoxo descarrilarse después de casado que antes puesto que de soltero esta bajo el escrutinio de su comunidad y eso afecta sus posibilidades de ser un buen candidato. Ya dije en mi nota que es más común que un hombre pase a ser un cliente difícil que una chica (hailas).
      Una vez conocí a un chico pakistaní y dijo que los judíos eran muy permisivos puesto que permitían esas citas con posibles parejas. Es cierto, solo los muy estrictos (o los muy pobres o tacaños) tienen esas citas a vista y paciencia de la familia. La mayoría de las citas arregladas se hacen en sitios públicos, pero de ahí pueden partir a cualquier otro sitio. Eso explica el escandalo en la familia Shtisel cuando saben que, en su primera cita, a la hija la andan paseando en un auto. De hecho, el chico al que menciono en mi nota, el que se ofendió porque no quise ir a un concierto, creyó que yo sospechaba de ‘sus aviesas intenciones” y con eso estaba ensuciando su reputación.

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    4. Desde FB
      Drama F An Aún en culturas donde ya no se acostumbra usar “casamentera” nunca falta una tía, abuela o amigo que cumple ese “rol” 🤣 A estas alturas creo que me hubiera ayudado una lol. Los servicios online ahora cumplen el rol aunque los hay de más y menos “seriedad”. Conozco varias parejas felices que se han conocido de esta manera. Es mucho más seguro que conocer a alguien en un pub/club/discoteca. En resumen no creo que esto sea bueno o malo, es simplemente otro método.

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    5. María Elena Venant Drama F An nos hubiera ayudado a las dos, ex jefita. Pero me acabo de enterar que Gloria Steinem, pilar del feminismo, se casó a los 66 años. Asi que toma ejemplo. En serio, tu lo has dicho. Para quienes han tenido experiencias infernales, es un metodo seguro.

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  2. Desde FB
    Pablo Muñoz Alcayaga Cuando vi unorthodox me preguntaba que papel juega el amor en todo esto, el era un buen hombre ella una buena mujer pero ella no lo amaba, en eso mirándolo desde el punto de vista de la ficción tiene mucho de dramático pero es así es la realidad?

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    1. María Elena Venant Licenciado, benditos los ojos que lo leen! Como me lo esta tratando la pandemia? En serio, Pablo que gusto saber de ti. Justamnete me preguntaba cual ha sido el impacto de "Ünorthodox"todo un fenomeno de la temporada, en Chile. Y no he oido ni un maullido desde la galeria de ex fotechitos. Auch, Auch, es que los judios ortodoxos no conciben el amor en términos de telenovela (que por eso me quedé solterona, snif) se cree que el amor nace de la convivencia, y yo he visto ese amor, pero claro no en una pareja tan ahuevonada como los pobres Esty y Yanki. Pero si tu ves los ejemplos que pongo, en todos llega el amor antes de casarse con (Crossing Delancey) o sin casamenteros (Shtisel).

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    2. Pablo Muñoz Alcayaga María Elena Venant que bueno saber de ti, te diría que unorthodox en Chile ha sido alto, tiene muchas visualizaciones y la gente la ha visto harto
      Yo sé que tienes tus reparos, pero me gustan varias cosas de la serie que creo acercan a las personas a ese mundo, el idioma, la fiesta del matrimonio y que pasa algo que me agrada mucho, el antagonista no es Yanki, es la vida y no necesariamente la vida de afuera es la buena o vice versa es la vida o el camino que cada uno quiere seguir
      En lo personal eso se ve reflejado en la escena casi final cuando Yanki se corta el pelo, no porque lo crea o quiera, sino porque cree que de esa manera puede entrar a la vida de easty
      En fin da para mucho y para conversar yo al menos me sentí fascinado de ver esa cultura y de entender porque era todo de la forma que era

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    3. María Elena Venant Pablo Muñoz Alcayaga Me alegro mucho que te haya impactado positivamente. Veo tanta gente que ha reaccionado de mala manera, y si si recuerdo que cuando nos conocimos comentamos que a veces los judios somos muy quisquillosos con las series de tv, pero es que esta ha llegado en un momeno crucial. No se si has leido mis otras notas sobre uNorthodox. Yanki es una v'ictima, y muchos fans le han tomado cari~no, pero digamos que Esty crecio y el no. Lo mismo pasa en el libro (que es muy diferente a la serie). Son dos personas que van por caminos paralelos y no debieron bifurcarse nunca. Yo solo espero que Yanki algun dia encuentre su zivug, tal como el pobre joel Feldman (Eli en el libro, Yanki en la serie).

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  3. Desde FB
    Ray Badilla En mi opinión, las agencias matrimoniales no funcionan en estos tiempos. Son de otra época. Son de pago y caros y no merece la pena invertir en algo importante como el amor. Tinder, Facebook Dating, Bumble, y aplicaciones similares son para para buscar sexo rápido sin compromiso y sin amor y donde el aspecto físico importa mucho más que la personalidad o el interior de una persona. Los reality shows como The Bachelor, The Bachelorette tienen muy poco de real, son muy artificiales y morbosos, con contenido manipulado y fabricado por sus realizadores y protagonistas para conseguir audiencia. Lamentablemente en nuestra sociedad y época, el amor es cada vez menos funcional y significativo. En Costa Rica las relaciones son pasajeras y fugaces y los jóvenes son más austeros en tener una pareja, prefieren tener “amigos con derechos”, sin ningún compromiso y con el único objetivo de pasarla bien.

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    1. María Elena Venant Ray Badilla Siento mucho lo que me cuentas, pero es la norma en el mundo Occidental. Aun así, quisiera hacer una diferencia entre el amor que por profundo y grande que sea no implica que acabe en matrimonio, y el deseo de crear una familia o de hacer del mor un compromiso duradero. Muchas veces encontramos parejas de novios incluso convivientes que se llevan maravillosamente y si uno les pregunta ‘y para cuando la boda” y te salen ‘o estamos listos” “no queremos responsabilidades” “estamos bien así” etc.. Y la pregunta es que ocurre cuando llega ese momento y tu pareja no esta lista todavía. O peor, no tienes pareja. Yo he visto gente que lleva anos de relaciones y de pronto terminan así de una manera que los deja en foja cero, totalmente desconcertados. Tal como he visto parejas enamoradísimas que se divorcian a las dos semanas, dos meses, dos décadas. Por eso es por lo que amor y matrimonio no son sinónimos, ni tampoco hay una definición estricta para lo que pasa por amor.

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    2. Desde FB
      Alfonso Velasco Sendra Hola es un tema interesante y aunque os parezca mentira lo he probado. Después de una experiencia muy amarga en 2007 dónde me volví escéptico con el tema del amor. Probé algunos buscadores de parejas tanto católicos como no católicos pero como no podía pagarlos pues al final me borré de ellos. El que más me gustaba era Meetic y Catholic Match tampoco estaba mal. En mi caso es que me resulta difícil conocer chicas y tampoco les suelo caer muy bien. No soy una persona en la que las chicas se fijen. El matrimonio ha evolucionado mucho. Primero era por intereses y por la reputación de la familia y la pareja buscaba un buen enlace. Con las revoluciones empezó el matrimonio por amor, que ahora está en crisis por el tema del secularismo y una sociedad más hedonista. Hay miedo a casarse. El tema de los casamenteras sigue vigente en Asia pienso en la India o en Japón. Para los católicos no se puede forzar en teoría a que dos personas se casen. El rapto, la bigamia, forzar una pareja a que diga sí (pienso en el caso de Margarita de Valois con Enrique IV), impotencia, o inmadurez son causas para declarar nulo un matrimonio, también no consumarlo. A mí no me importaría recurrir a una casamentera. En mi ciudad la población está muy envejecida y mi amigo Kunnio y yo pensamos que las chicas de mi ciudad no es fácil mantener una relación con ellas. También es que yo soy muy raro y muy sedentario y a penas salgo.

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    3. María Elena Venant Alfonso Velasco Sendra Gracias por la franqueza. Me hicieron notar que no es lo mismo un servicio para tener citas que una agencia matrimonial, pero yo puse Tinder como ejemplo de que incluso para conseguir un compañero sexual hay complicaciones. Me imagino que estos sitios católicos no son para sexo. ¿Tienen como propósito facilitar el encuentro entre futuros esposos?
      Mira, no necesitas dar explicaciones. La crisis de parejas afecta millones de personas en Occidente y cada uno tiene un historial de motivos para no encontrar la compañía que busca. Lo que me gusta de Shtisel es que al final le tomas lastima a los casamenteros ¿porque como van a encontrarles pareja a estos clientes tan complicados? Algo que no he mencionado es que en el mundo mediterráneo sefardita de donde es oriunda la familia de mi madre, los casamenteros eran secundarios porque los matrimonios eran endógamos. Se casaban entre primos, incluso entre tío y sobrina. Y como lo muestra “Shtisel” el casarse con un primo acarrea una dinámica muy diferente.

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    4. Alfonso Velasco Sendra María Elena Venant No Tinder nunca lo he usado. Me pilló mayor. No precisamente es para encontrar pareja y casarse con ella. Un amigo americano encontró pareja allí. Se casó con una mujer mexicana. Había una novela de la gata Holmes de Jiro Akagawa publicada por Quaterni donde la tía del protagonista un detective llamado Katayama que cada vez que ve sangre se marea y le tiene que ayudar una gata Calico a resolver los crímenes. Es un solterón que vive con su hermana y la tía le organiza citas. Sí hay regiones de España dónde había endogamia Asturias y Galicia. Sí el matrimonio es tío con sobrino (no especificó el sexo) o entre primos hay que pedir permiso al Papa si es familiar de segundo grado al obispo. Lo que me gustó de Meetic es que me permitía enlaces con gentes de otras religiones por eso me gustaba tenía una amplia gama para elegir. Retorno a Brideshead me gusta porque me vi muy reflejado en Julia Marchmain en su búsqueda del esposo ideal. Me sentí que era como ella. Al menos en eso.

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    5. María Elena Venant Alfonso Velasco Sendra Habia endogamia en los Hasburgo y los mormones y muchas dispensas papales. Si hasta Don Juan Carlos y Doña Sofía son primos por descender de la Reina Vicky. Los judíos no necesitan dispensa, aunque ahora le teman a los matrimonios endogamos por las enfermedades. Se puede casar tio con sobrina, no tia y sobrino. Julia era como yo, tenia esa imagen ideal de marido, lo llamaba Eustace y ni su marido (Rex Mottram) ni su amante (Charles Ryder) correspondieron a esa imagen. MI caso es simple. Amé a un hombre a los 17 años y lo busque en otros hombres y no lo encontré jamás, igual que Julia.

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    6. Alfonso Velasco Sendra María Elena Venant Creo que Vargas Llosa. No sé si se enrrollo con su tía. Yo en cambio buscaba a una mujer católica o alguien que aceptase mi religión creí encontrar a esa persona en 2006-2007 pero mi felicidad como un parto sólo duró nueve meses. Falle y reviví otra novela "El Idiota" de Dostoyevski. Tuve otro problemilla confundí dos verbos amar y querer y ese fue el desastre.

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    7. María Elena Venant Alfonso Velasco Sendra Disculpaa no vi este post. El Marques se casó con la cuñada de su tio (mucho mayor que el) a la que llamaba tia y cuando se divorció de la Tia Julia, se cas'ó y formó una familia con su prima hermana Patricia. Ahora esta con Isabel Preysler que no es su parienta. Esperemos que encuentres el verdadero amor, echando a perder se aprende.

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  4. Desde FB
    Valentina Del Rosario Parraga Gracias María Elena. Tu artículo me reconcilia con lo que vengo pensando de un tiempo a esta parte. El amor romántico está muy sobrevalorado y los cuentos de hadas más. En el violinista en el tejado hay un momento hermosisimo, cuando Tevie le pregunta a Golde, su mujer “do you love me”? Y los dos comprueban que después de 25 años, es probable que si. Que se amen... a pesar de que el suyo como el de muchos, fue un matrimonio arreglado por los padres. El “como” arranca ese amor duradero es la gran pregunta. Con tantas respuestas como parejas hubo, hay y habrá en el mundo. Apasionante tema, como todos los tuyos.

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    1. María Elena Venant Valentina Del Rosario Parraga Yo soy una solterona que creció creyendo que el romance lo inventaron Jane Austen y Delia Fiallo Pascual y quería un amor pasional, lleno de bache, que superara todo obstáculo, porque así se vivía en pantalla y entre las páginas de libros. Tu eres una señora que se casó, formó una familia, pero que ha hecho del romance una carrera. A lo que voy, es triste que a pesar de nuestras experiencias distintas, lleguemos a la misma conclusión. En una época de pandemia de femicidios, de familias fracturadas, de gente frustrada sexual y emocionalmente, pensar en “safe romance” no es un absurdo. Esa escena de Tevye y Golde me hizo llorar ahora que vi de nuevo la película, porque lo que dicen claramente es que se casaron sin amor, sin conocerse, y el amor vino después. Yo conozco muchos viejitos judíos así, y la respuesta esta no en el momento de conocerse sino en el camino que siguieron.

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    2. Valentina Del Rosario Parraga Asi es: yo vivo y viví de fantasear el romance, y me casé dos veces creyendo en el "alma gemela". lo que no tuvimos mis parejas y yo, fue la reciedumbre y la convicción de que teníamos que construir día a día la vida en común. Lo demas, el romance es cantar de juglaría, literatura, opera, boleros y tangos. Porque el amor cotidiano no tiene rating. Y ahora...que nos caiga el resto del mundo encima, por ver el mundo sin los lentes color rosa.

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    3. María Elena Venant Valentina Del Rosario Parraga Un dia, cuando enseñaba en una escuela judia de señoritas, me encontré a la maestra de inglés llorando. Una alumna, una mocosa de catorce a`nos le habia enrrostrado el obligar a su clase a leer Jane Eyre. Como podia una buena esposa judia obligar a sus alumnas a leer esas patrañas? Algo que no tenia cabida en su mundo? Y lo triste es que mi colega estaba de acuerdo ""¿para que llenarle las cabeza de pajaros? Nadie quiere ver a ninas judias siendo enganadas por sus patrones, convertirse en bigamas, decidir que se van a vivir con un hombre casado"Pero, pero les agradezco a las Bronte y a todas ustedes fabricantes de romance lo que nos dieron a tantas niñas, es un tremendo consuelo cuando el mundo se vuelve muy gris o muy prosaico.

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