miércoles, 14 de julio de 2021

Sanditon vs Bridgerton: Entre Jane Austen y el Regency Romance

 


Finalmente, me rendí, y este verano he estado ocupada con “Bridgerton” y “Sanditon”, historias que una vez desprecié. Confieso que me equivoqué y ahora entiendo el encanto de ambos cuentos que tienen las mismas raíces. Ambas tienen lugar en la Regencia y las vincula el Regency Romance que contrario al rumor popular no fue inventado por Jane Austen. ¿Que hace a las series parecidas?  ¿Que las hace diferentes? ¿Cuál es la mejor? Ustedes tienen la última palabra.

Escritoras de la Regencia

Cuando comencé a buscar material para este ensayo estaba segura de que encontraría más similitudes entre estas series que diferencias. Nuevamente me equivoqué. El vínculo en común es que ambas ocurren en la misma década: “Bridgerton” en 1813 durante las Guerras Napoleónicas, y “Sanditon” en 1817, dos años despues de acabado el conflicto. Ambas historias giran en torno a la importancia de chicas de cierta categoría de contraer un matrimonio rápido y ventajoso. Ambas promueven modas con corte bajo el busto, estilo conocido como “Corte Imperio”.

La diferencia principal es geográfica y estacional. “Bridgerton “tiene lugar en Londres durante ese periodo estival que hasta hoy se llama “The Season” y que debido a su continuo calendario de bailes y eventos sociales servía para presentar en sociedad a las hijas de la aristocracia e introducirlas en el mercado casamentero. En cambio, “Sanditon”, relata la historia de la campesinita Charlotte Heywood que abandona la granja familiar para ser presentada (informalmente) en sociedad en el pueblo de Sanditon que está a punto de convertirse en un popular balneario. Si Charlotte es “presentada” a Lady Denham, la ricachona más importante del pueblo, la Honorable Daphne Bridgerton es presentada a Charlotte, Reina de Gran Bretaña.




Si le creemos al diarista Samuel Pepys, “The Season” inició en la Restauración Carolina del Siglo XVII, pero ya para mediados del Siglo XVIII era costumbre que las jóvenes aristócratas fuesen presentadas ante un soberano de la Casa de Hanover. Ambas series tienen lugar durante el periodo llamado “Regencia”. El rey Jorge III se encontraba confinado debido a su desequilibrio mental. Quien mandaba era su hijo, el futuro Jorge IV, el Príncipe Regente, pero a quien las aristócratas hacían reverencias era a su madre Carlota de Mecklemburgo

“Sanditon” es la novela inconclusa de la gran escritora costumbrista Jane Austen. “Bridgerton” está basada en el primer volumen de la saga de Julia Quinn titulado El Duque y yo. Ambas novelas son consideradas parte del subgénero conocido como Regency Romances que siempre se ha asociado con la obra de Austen. Sin embargo, la madre del subgénero fue la injustamente olvidada Fanny Burney quien fuese una gran influencia en Jane Austen, pero la obra austeniana es la precursora de la novela victoriana sobre todo de los trabajos de especialistas en customs and mores como lo fueron Anthony Trollope y George Elliot. Ese estilo sigue vivo en los Regency Romances.



La gracia de la obra de Jane Austenmás allá de su mirada satírica compartida por Fanny Burney es la exaltación de una clase social intermedia, y generalmente rural, que está por encima de los granjeros de Thomas Hardy y los tenderos de Charles Dickens. Son gente de clase media acomodada con ínfulas y ambiciones que sin embargo suelen ser mal mirados por los Darcy, los Rochester y otros arrogantes señores del condado que pululan en las novelas inglesas del siglo XIX.

Jane Austen pertenecía a esta clase, era hija de un rector anglicano. Aunque vivió por mucho tiempo de allegada a parientes más adinerados, tuvo la ocasión de ver las miserias y virtudes de ese mundo. Fanny Burney, aunque hija de un médico, se movió en esferas más elevadas llegando a ser dama de la Reina Charlotte. Se casó con un general francés y tuvo una vida tan llena de aventuras que debería ser ella la protagonista de alguna serie.

La Season y El Mercado de Esposas

Debido a su cercanía con la realeza, aristocracia y el Bon Ton (léase los jetsetters de la época), las novelas de Burney tienen heroínas que navegan por ese mundo desde Evelina que carga el estigma de su nacimiento ilegitimo a Cecilia la rica heredera, a Camilla y sus hermanas que ya presagian a las Bennet de Orgullo y Prejuicio y a las Bridgerton y Featherington de Bridgerton. Lo que las hermana es la necesidad de atrapar un buen partido.

                                      Fanny Burney



En el siglo XVIII se había puesto de moda la presentación con el monarca del momento como introducción social de jóvenes del Bon Ton. Una ironía es que The Season y el mercado de esposas creó un universo paralelo menos legítimo. Tal como vimos en “Harlots” a la par de las damas que buscaban esposo para sus hijas casaderas, las dueñas de burdel intentaban conseguirles protectores ventajosos a sus pupilas más prometedoras y hasta para sus hijas durante la Season. Al final, eso ponía a todas las chicas de este mundo en la categoría de “carne fresca”.

Uno de los casos más conocidos de la venta de carne fresca en el mercado de esposas de la vida real es la historia de las cuatro hijas del Duque de Richmond, hijo ilegitimo del Rey Carlos II. Las cuatro hijas parecen una encarnación anterior a las Crawley de “Downton Abbey”, porque en pleno Siglo de las Luces, una huye con un viejo pobretón, otra es madre soltera, otra, casada con un duque, se embaraza de un criado, etc.. Y todo esto ocurrió en la vida real. Lo que convierte a los escándalos de Bridgerton en pecadillos infantiles y demuestra que ser nieta de reyes e hija de duques no implicaba que hacer un buen matrimonio fuese más fácil.

El matrimonio es un tema común en la obra de Jane Austen, desde la preocupación de la Señora Bennett por casar a sus cinco hijas hasta la obsesión de Emma de encontrarles el marido perfecto a sus amigas. Curiosamente, en su última novela, Jane Austen no tiene una heroína embarcada en la carrera de busca-maridos. Cuando Charlotte conoce a Lady Denham, la augusta dama comenta que Miss Haywood seguramente ha venido a Sanditon en busca de un buen partido. La ironía es que Charlotte ha venido a conocer la sociedad, a ver el mundo, pero no está obsesionada con el amor y el matrimonio, un tema indispensable en el mundo de las debutantes desde Bridgerton hasta “Downton Abbey”.



De todas las novelas de Jane Austen, Sanditon, de la cual se han encontrado menos de una docena de capítulos, pareciera ser la más alejada del modelo del Regency Romance. Tal vez por eso, Andrew Davies la ha apartado de ese esquema dándole un toque, que, sin llegar a ser presentista, tiene una visión más moderna de la mujer y sus posibilidades. Aunque ha conservado a las cuatro jovencitas que creo Austen, una de ellas es una heredera y otras dos son parientas pobres que desean heredar. Al final de la serie solo una de ellas se ha casado (con un Lord por supuesto).



¿Quién inventó el Regency Romance?

Un error es pensar que, por haber escrito durante la Regencia, Jane Austen creo el Regency Romance. Su obra no se acerca a este género literario no más que la de Byron o Sir Walter Alcott, sus contemporáneos. Aunque Austen es la creadora de la novela costumbrista, ya he señalado como Fanny Burney fue quien sentó las normas del subgénero. Otro que la secundó fue William Thackeray que en su Feria de las Vanidades impuso dos reglas para el género, la primera escribir sobre la Regencia como un periodo del pasado. El Regency Romance de hoy es antes que todo un romance histórico como lo demuestra “Bridgerton”. El segundo es que todo se vale en esta profesión de caza-maridos, y si una chica es lista (o “Sharp” como Becky) puede conseguirse algún partidazo que, por carecer ella de nombre y fortuna, no debería estar a su alcance.

Sin embargo, Thackeray hace lo imposible, nos muestra que un buen matrimonio no es necesariamente el pasaje para la felicidad.  Debutantes que se casan con un noble al final de la Season, solo para salir trasquiladas aparece en novelas famosas como las de Nancy Mitford, la obra inconclusa de Edith Wharton Las Bucaneras, incluso en novelas románticas como La Hija del millonario de Dorothy Eden o en el caso de Lady Julia Flyte en Brideshead Revisited. Cuando Evelyn Waugh nos la presenta, Julia acaba de debutar en sociedad y más adelante le relatará a Charles cuales eran sus expectativas de matrimonio basándose en que su religión y el escándalo familiar no le permitirán casarse con un noble.

          Un ramillete de debutantes en busca de marido. Lady Julia Flyte
   Linda Radlett, su prima Fanny y Lady Polly Hampton de Love in a Cold Climate

         En Downton Abbey, Lady Rose hace una reverencia ante Jorge V

 Las Hermanas Kennedy y su madre antes de ser presentadas a Jorge VI. Unos años mas tarde, Kathleen se casaría con el Marques de Hartington.



La verdadera Regency Novel (muy inspirada en todos los ejemplos ya dados) nació en los 40s. Por eso siempre se la verá como un romance histórico e invitará a algún que otro presentismo. La creadora del género fue una dama inglesa llamada Georgette Heyer que publicaba su primer Regency Romance, A Regency Buck, en 1935.

                                            Georgette Heyer

Hasta su muerte en 1974, Heyer se mantuvo activa escribiendo romances históricos, género detectivesco, pero principalmente Regency Romances a los que les otorgó las características que lo hacen tan distintivo. Su mayor seguidora (y plagiadora) fue Dame Barbara Cartland.  El estilo Cartland es típica lectura para adolescentes soñadoras.

Aunque para la época de su obra (1970s) se había abolido la presentación a la reina, seguía existiendo el baile de debutantes y los sueños de encontrarse con un Príncipe Azul. En 1979, el Conde Spencer dio un baile en su castillo de Althorp para presentar en sociedad a su hija menos, Lady Diana. Di lució un precioso vestido de Regamus que su madre la ayudó a escoger en Harrod’s. Años después, Dame Bárbara diría de su nietastra que, aunque llegó a ser Princesa de Gales Diana nunca entendió la diferencia entre la realidad y el mundo de ilusiones de los Regency Romance de su abuelastra.

                             Lady Diana Spencer y su vestido de debutante

Cuando yo entré de lleno (léase 1978) en el mundo del romance histórico, que sigue siendo mi pasión, descubrí en la bien provista biblioteca de mi hermana kilos de Cartland y un par de Heyers. A pesar de sus llamativas cubiertas, no me atrajeron. Comparadas con el erotismo de los Bodice-Rippers, parecían lecturas para nenas de jardín infantil.

Pronto eso cambiaria, la influencia de los Bodice-Ripper llevaría a autoras como Amanda Quick, en los ‘90 con romances como Scandal y Ravished, a revolucionar el género y alejarlo de su aura Jane Austen. Otras autoras la seguirían. En mi biblioteca yo hice espacio entre los B-R medievales de Julie Garwood a su experimentó de Regency-con-Sexo, Rebellious Desire (1991) que tiene mucho en común con el primer volumen de Bridgerton.

Características del Regency Romance: El Mercado Matrimonial

Hora es de pasar revista a las características que Heyer asignó al género y ver como se utilizan en Sanditon y Bridgerton. La acción debe tener lugar en Londres, durante la Season. Los eventos de esta, incluyendo bailes, son motivo para una cacería de buenos partidos. Los protagonistas son aristócratas y gente de dinero. Heyer creo un par de arquetipos para componer sus parejas protagónicas y un estándar en este tipo de literatura fue el final feliz.

                           Daphne al comienzo de la serie


                               El final feliz de Daphne

Las novelas de Julia Quinn tienen todas lugar en el “ton” londinense. En cambio, Jane Austen prefería situarlas en campiñas para ella conocidas, aunque sus personajes, de vez en cuando, viajen a la capital. En el caso Sanditon sabemos que la autora deseaba sacar a Charlotte de su nicho rural-doméstico y llevarla a un balneario. Andrew Davies lleva a Charlotte y a Sídney Parker a Londres en busca de la fugitiva Georgiana, en un episodio que recuerda al rescate de Lidia en Pride and Prejudice. Pero aun en las playas de Sanditon la pareja tiene encuentros y desencuentros en dos bailes

El tema principal de Bridgerton es el mercado matrimonial. Daphne sabe que su deber es contraer un enlace digno de su pedigrí, pero por alguna extraña razón, su hermano Anthony le espanta los pretendientes y termina comprometiéndola con el detestable Berbrooke de quien su hermana debe defenderse a puño limpio. Simon, Duque de Hastings, está tratando de sacudirse a las muchachas casaderas que buscan ser duquesas. A Simón se le ocurre una solución para el problema de Daphne y el suyo, fingir ser novios.



Esta farsa complica las cosas. Berbrooke insiste hasta en un duelo, jurando que él es el prometido de Daphne. A esta le sale al paso un nuevo novio, un príncipe alemán. Simon tiene que aceptar que ama a Daphne y se casan. El resto de la serie describe su vida matrimonial.

Aunque Charlotte no tenga expectativas matrimoniales, si las hay en su entorno de Sanditon y es Lady Denham la principal casamentera. Le busca marido a Esther e intenta casar a su sobrino Sir Edward con la heredera caribeña Georgiana Lamb. Aun así, ninguna de las jóvenes se ve muy ansiosa de contraer matrimonio. En eso se diferencia a “Bridgerton” donde, aunque Daphne insista en casarse por amor, no le parece mal seguir la carrera de esposa.



Los Ricos vs Los Pobres

Aunque Bridgerton nade en el lujo y oropeles de la alta sociedad, aquí y allá tenemos atisbos de los menos privilegiados. Madame Delacroix, la modita que también regenta un burdel clandestino y Sienna la soprano que Anthony Bridgerton considera lo suficientemente guapa para ser su querida, pero no lo suficientemente refinada para ser su esposa.

En “Sanditon” tenemos un lugar común de la novela inglesa decimonónica, la aristócrata rica sin hijos cuya parentela la adula y consiente en la esperanza de heredar su fortuna. Vemos a Clara Barton, huérfana abusada, que, aunque cambia de vestido en cada episodio, no es más que una criada para su tía. Edward podrá poner “Sir” antes de su nombre, pero él y su hermana viven en una casona llena de goteras y sueñan con la muerte de una tía que les permita llevar una vida mejor.

A pesar de que Charlotte es hija de un granjero, Mary y Tom Parker la tratan como una igual. No así, el soberbio Sídney que al ver su ropa sencilla pregunta si es una criada. Mas pobre que Miss Haywood son los Stringer. El joven Stringer, es un aspirante a arquitecto, que trabaja como capataz de las obras de Tom Parker. Es quien recibe las quejas de los obreros impagos, y quien debe ver a su padre casi perder una pierna por las malas condiciones de trabajo.



Stringer, que muchos quisimos ver emparejado on Charlotte, sirve para mostrar la veleidad de Tom que antes que pagar sueldos prefiere comprar un collar para su esposa. Su falta de responsabilidad con sus empleados es como un reflejo de la fortuna de Sídney que ha sido hecha en el Caribe gracias a la explotación de esclavos.

Mas que presentismos, Andrew Davis sigue el ejemplo de denuncia social de Mrs. Gaskell y otros autores victorianos. Incluso lo hace con el match de cricket entre el equipo de obreros capitaneado por Stringer y el encabezado por los Parker, en el que se cuentan sir Edward y Lord Babington. El juego pasa a ser una metáfora de la lucha de clases y el que Charlotte sea quien ayude a los Parker a ganarlo demuestra su ambigüedad social. Ella está atrapada entre el mundo de la justicia y el bon ton al que, en el fondo, desea pertenecer.

La Técnica Literaria del Regency Romance

Debido a que Jane Austen vivió durante la Regencia y en sus novelas retrató a sus contemporáneos, su obra es universal y puede transcribirse tanto a Bollywood (Bride and Prejudice); al Los Ángeles moderno (Clueless), parodia de terror (Pride and Prejudice and Zombies)  o incluso dentro de un ambiente latino (De Prada a Nada). En cambio, el romance Regency está subordinado a un espacio geográfico social y una época.

                             Diferentes adaptaciones de novelas de Jane Austen

El Regency Romance presenta una perspectiva femenina. No la de una protagonista del pasado sino la de la autora. Es ella, desde la distancia cronológica, que denuncia el machismo imperante y consigue que su protagonista consiga un marido que le convenga, no solo por dinero y estatus, sino porque lo ha “domado”.

En la novela Regency, los héroes son un poco acartonados, no sabemos mucho de ellos. Todo se reduce al hombre que la heroína percibe y al que ella “construye” para uso propio, luego que lo haga deshacerse de sus traumas y demonios internos. Los protagonistas de este tipo de literatura se dividen en dos tipos, el dandi mujeriego, soberbio, que le huye al matrimonio; y el byronico, tipo Mr. Rochester, que arrastra un pasado oscuro que la heroína debe iluminar.



Debido a esas características establecidas, en las novelas Regency siempre hay un presentismo que no aparece en novelas históricas de autores europeos situadas en ese entonces. Mientras trabajaba en este ensayo, le eché miradas a ese tipo de literatura. Hablo específicamente de La Cartuja de Parma de Stendhal; La Guerra y la Paz de Tolstoi y la primera parte de los Episodios Nacionales de Pérez Galdós. No solo la temática es diferente, y aunque haya jovencitas a la espera del marido, todo es visto desde un punto de vista masculino.

En las novelas de Jane Austen a pesar de que el punto de vista es el de la heroína, la autora nos ofrece héroes más de carne y hueso. Como su novela no tiene una protagonista obsesionada con casarse la trama se cifra en su crecimiento como personaje, su maduración como persona y la superación de sus defectos sean los prejuicios de Lizzie Bennet, la costumbre de entrometerse en las vidas ajenas de Emma o el vivir en un mundo irreal como le ocurre a Catherine Morland en Northanger Abbey. Los héroes pueden ser testigos o instrumentales en el cambio, pero no imprescindibles para que este ocurra.

En cambio, en las Regency donde la protagonista es un espíritu libre o una tímida damisela, su crecimiento está subordinado a lo que hace con su contraparte masculina y eso incluye su vida sexual.   Así lo vemos en Daphne Bridgerton donde a pesar de que tenga que defenderse a golpes de cortejantes inoportunos, es una tímida ingenua que tras su matrimonio vive sometida a los deseos del marido…hasta que lo contraria provocando la ira de los espectadores.



Controversia: Daphne, la Violadora

Me ha dejado espantada el saber que en este mundo mitutero el mayor error de Daphne es llegar a las últimas consecuencias para lograr su deseo de un hijo, aunque signifique ir en contra de reglas patriarcales. Mi espanto nace del mal uso del término “violacion” lo que acaba ofendiendo a todas las víctimasde todos los géneros de un ultraje sexual. Recordemos antes que todo, que los códigos legales de Occidente especifican como violación al acto no-consensual en el cual existe penetración generalmente penil de un orificio de otro humano del sexo que sea. Daphne no tiene pene, no es ella la ‘penetradora”.



Simon, que, como todo héroe byronico, menosprecia la inteligencia femenina y es muy mentiroso, le inventa a la esposa que es infértil. Aprovechándose de la inocencia de su mujercita que no ha tomado un curso de educación sexual en su vida, nuestro Duque de Hastings practica desvergonzadamente el coitus interruptus. Daphne se entera y decide darle una lección. Las que crecimos leyendo “El pájaro espino” sabemos cuál es esa lección. Solo que aquí no solo Daphne espera embarazarse sino también demostrarle a su maridito que no es ninguna idiota.



En las redes sociales ha habido un alboroto. Se habla de “violación marital” ¿solo porque Daphne no obedeció al marido cuando llego el momento del orgasmo de hacerse a un lado como un fardo? ¿Qué pasó con las fantasías de la dominatriz, con la mujer ejerciendo su poder en la cama, con la idea de la independencia sexual femenina? ¿Tanto odian las MeToo la maternidad que, en su afán de considerarla algo nefasto, atropellan las máximas feministas?

Mi hermano me hacía entender que es una reacción “normal” en un mundo donde quieren castigar con cárcel al que roba un beso; donde Julian Assange fue convicto en Suecia de ‘violación” por no querer usar condón en una relación consentida; y donde padres irresponsables de todas las clases y razas chillan porque la ley los obliga a mantener hijos que ni planearon ni desearon. Desde ese punto de vista del Siglo XXI, puedo considerarlo un acto reprochable, pero no usaría la palabra ‘violación”

Además, en el contexto histórico de Bridgerton lo hecho por la Duquesa de Hastings nunca hubiese sido visto como un acto de violencia. Tal como la feminista Julia Quinn solo lo vio como una manera de su protagonista de despabilarse y demostrar agencia. Tal como lo vio la feminista Shonda Rhimes que si hubiese sospechado el escándalo que causaría la escenita, la hubiese eliminado.



A pesar de lo que diga Bustle (un lugar bastante mentiroso) no hubo un “clamor” en contra de lo que ahora se conoce como “The Scene” cuando apareció en las librerías en el 2000. Después de años de leer bodice rippers donde las heroínas eran violadas, hubiese sido casi refrescante ver al marido asaltado sexualmente como ocurrió en Outlander. Solo que entonces   nadie le vio cara de “violadora” a Daphne, no más que se ha vimos a Meggie en The Thorn Birds o a Juana en Una Vida, la mejor novela de Guy de Maupassant.

     En The Thorn Birds,  Luke no estaba contento con su hija, pero no se quejó de haber sido violado

Una Vida sirve para darnos una idea de cómo percibía el mundo decimonónico el problema de Daphne. Hasta el siglo XX, uno de los únicas causales para una mujer poder solicitar el divorcio incluso la anulación canónica era demostrar que el marido o no podía o no quería tener hijos. En la sociedad de Simon una exigencia que se imponía a todo aristócrata era tener al menos dos hijos varones (The Heir ad The Spare) que heredasen títulos y propiedades. La negativa del Duque de Hastings de procrear un heredero, y así alevosamente acabar con su estirpe, hubiese sido vista en la verdadera Regencia como una traición y todos hubiesen estado de parte de Daphne.



En Una vida, Juana la protagonista, una joven de familia noble comete el error de casarse por amor con Julián que solo busca su dote. Julián preña simultáneamente a su esposa y a la criada Rosalía. Esto acaba con el amor de Juana, pero consciente de que por convicciones religiosas y convencionalismos sociales (la novela tiene lugar en los 1820s) no puede divorciarse, se resigna a una reconciliación con la esperanza de tener más hijos que consolarán su soledad.

                Juana, Rosalía y Julian en la adaptación del 2016

A pesar de ser tan ingenua como Daphne, Juana se da cuenta que en la cama las cosas han cambiado y que las caricias de Julián no son “completas”.  Cuando lo interroga, este cínicamente le responde que no desea más hijos. Como Daphne, Juana busca seducir a Julián y agarrar un espermatozoide desprevenido, pero su marido es muy pillo.

Desesperada, Juana busca la ayuda del siniestro párroco quien le recuerda que su obligación de cristiana es usar el sexo para procrear. Lo que hace Julián es pecado y ella debe impedirle pecar.  Le aconseja que finja haber quedado embarazada. Aunque Julien se pone furioso ante la noticia, el consejo del macuco sacerdote resulta útil. Ya Julián no practica ningún tipo de planificación familiar, y pronto Juana queda embarazada. A pesar de que, por culpa de Julián y del sacerdote, todo acaba en una serie de desgracias y la muerte de la hija de Juana, Maupassant siempre la ve como víctima irreprochable y ni hubiese soñado en pensar en ella como una ladina violadora.

                 Maria Schell como Juana en el filme de Alexandre Astruc

Después de leer críticas sobre esa violación me he quedado pensando en más ejemplos. ¿Como se embarazó por segunda vez Melanie en ese Necronomicón de la anti-progresia Lo que el viento se llevó?  Nunca oímos a Ashley gritar “¡Violación!” (aunque yo siempre he sospechado que ese bebé era de Rhett Butler).

Ni hablar de Ruhami en “Shtisel” que se hizo retirar el dispositivo uterino sin consultarlo con su marido y a sabiendas que un embarazo podría matarla. Al enterarse, Hanina estaba furioso, asustado, se sintió traicionado, pero nunca se sintió ‘violado”.

                    ¿Fue la bebé de Ruhami producto de violación? 

Controversias: El “final infeliz” de Sanditon

Por suerte, “Sanditon”, es más cuerda y la gran polémica fue su final que muchos dicen que traicionó la tradición austeniana del ‘Happy Ending”. ¿Es así? No lo creo. El final feliz de Austen no es boda ni novios, sino las lecciones existenciales que han aprendido los protagonistas y que los acercan como pareja. No es eso lo que tenemos al final de la serie de Andrew Davies.



Charlotte sigue tan inmadura e impulsiva como al comienzo. Sídney no tiene ni la paciencia ni la comprensión para ayudarla a crecer. Ese breve periodo en que la ve como mujer y la corteja es solo una ilusión que acaba en la realidad. En el caso de Charlotte ha quedado impresionada al saber que Sídney ha pagado las deudas de Otis, pero sigue sin gustarle nada del joven Parker, ni como se gana su dinero ni su estilo de vida. ¿Qué tipo de matrimonio van a tener si ella carece de la discreción de la paciente Mary?



En un momento, Andrew Davies quiso entroncar su versión con Orgullo y prejuicio, convertir el rapto de Georgiana en la huida de Lidia. No solo no se parecen ambas historias, el mismo desmadre argumental denota que el autor sabe que sus protagonistas no son opuestos que se atraigan. Nunca Charlotte se ha visto menos unida espiritualmente a Sídney, nunca se la ha visto más alejada de Miss Bennett. Si Lizzie supera sus prejuicios, Miss Haywood adquiere nuevos. Hasta en los minutos finales de la serie sigue lanzándole reproches a Mr. Parker,



La única virtud de Sídney parece ser el haber pagado las deudas de Otis, un gesto que solo impresiona a Charlotte ya que a Georgiana no la convence. ¿Y si Parker tenía un dinerito guardado porque mejor no lo usó para pagar a los obreros de su hermano en vez de malgastarlos en los vicios del señor Molyneux?

Como Theo James ha anunciado que estará ocupado protagonizando “The Time Traveler’s Wife” para HBO, no tendremos a Sídney en la próxima temporada y solo nos queda esperar que Miss Haywood y Miss Lamb consigan novios que las merezcan ..



Sexo y Color

Otras controversias con el trabajo de Davies es la inclusión de sexo, desnudos y gente de color. Ninguna de esas críticas tiene bases. Si Austen viviese hoy en día no se acobardaría ante la idea de incluir alguna que otra escena sexual, sobre todo si se tratase de personajes ya definidos como inmorales como son el caso de sir Edward Denham y la huérfana ambiciosa Clara que protagonizan un apasionado revolcón en el piso de la biblioteca de Lady Denham. La escena (donde ambos estaban vestidos) era para demostrar cuán lejos podían llegar en su afán de hacerse con la fortuna de su tía.



Tampoco me parece reprochable los desnudos siendo que no son frontales, son nada más que de varones,  y son comprensibles en un contexto de baños de mar antes que se inventasen bañadores para los hombres. Se entiende que Charlotte esté en shock cuando ve a Sídney Parker en traje de Adán, pero a diferencia de una serie de época presentista ni se excita ni se pone a espiarlo por el rabillo del ojo. Esta genuinamente incomoda. Sin embargo, al día siguiente cuando Sídney pide una disculpa por haberla avergonzado, ella responde con mucho ingenio:  “¿Por qué habría de avergonzarme?  Yo estaba vestida’.”



Finalmente, en sus escasos capítulos, jane Auster fue muy precisa. Miss Lamb es una heredera proveniente de la isla caribeña de Antigua, y es de raza mixta. Austen usa el vocablo “M” para referirse a Georgiana. Ese es el material que Doña Juana le dejó a Davies para trabajar. Nada de esta adaptación deja que desear, no hay presentismos.

La autora también indicó que, debido a la extensa dote de la chica de color, Lady Denham la quiere para su sobrino. Los que vieron “Belle” saben que una muchacha mixta con fortuna propia podía ser la reina de Londres. Eso también ocurría en el mundo Sudamericano. En “Xica”, el Comendador se lamenta de su hijo varón puesto que es más difícil de encajar en la sociedad blanca que una nena birracial ya que con ella es cuestión de comprarle un marido principal para que todos olviden su color de piel.

En el mundo de la serie, todos parecen recordarle a Georgiana que no es una de ellos. La charada de fiesta que Lady Denham ofrece en honor de la recién llegada, coronada por esa piña llena de gusanos es un ejemplo de la hipocresía que la sensible Miss Lamb detecta. En venganza, comienza hablando en patois y cuando Lady Denham habla de matrimonio, Georgiana es cortante. Ella no quiere casarse, el matrimonio es una forma de esclavitud. Es interrumpida por su anfitriona que ácidamente le recuerda que, como hija de esclava, la caribeña debería estar acostumbrada a la esclavitud.

                           La famosa piña con gusanos


Eso es lo que todos ven en Georgiana, una esclava que, si no tuviese dinero sería considerada como un animalito, a lo más una mascota. La idea es casarla rápido para que pase a ser problema de otros. El mayor promotor de esta idea es el guardián de Miss Lamb, Sídney Parker, que no escatima ocasión de decir que nunca quiso ser tutor de una heredera y que todo lo hace por el voto que Mr. Lamb le hizo jurar en su lecho de muerte.





Georgiana es mi personaje favorito y me llena de compasión. Se siente desplazada de su mundo nativo, indeseada, utilizada. Solo Charlotte le brinda una amistad sincera que trae peligrosos resultados. Como Davies no se podía inventar un heredero negro para Georgiana, creo algo mejor. Otis Molyneux secuestrado por mercaderes de esclavos de su aldea africana es vendido como mercancía a un buen amo que lo educa, le da un nombre y su libertad. Ahora Otis es parte de una de las muchas sociedades abolicionistas del Reino Unido de esa época.



El tiempo libre del joven liberto más que dedicarlo al romance, lo ocupa en el vicio del juego. Sus deudas se acumulan y eso llega a poner en peligro a Georgiana y acaba con su relación. Aunque sufro con Miss Lamb, aplaudo a Davies por la manera efectiva y realista con la que condujo este arco.



El caso de “Bridgerton” es diferente, aunque igualmente legítimo. Mas allá de apoyarse en el color blindness, Shonda Rhimes tuvo la idea de crear una sociedad alternativa donde negros y blancos se mueven en igualdad de derechos y donde la gente de color puede componerse de criados, jovencitas casaderas como la embarazada Marina o poderosos aristócratas como el Duque de Hastings, protagonista de este cuento.

¿De qué Color era la Reina Carlota?

La base de esa igualdad es que la soberana del Reino Unido, la Reina Carlota es retratada como de raza africana. Se ha hablado de que Netflix planea un spinoff que giraría en torno a esta fascinante reina. Solo espero que nos cuenten que viene de algún reino africano y no se adhieran a ese absurdo de que Charlotte de Mecklemburg era de origen de color.

                     La Reina Carlota en Bridgerton

Este mito/leyenda urbana no tiene más base que el que en algunos retratos la reina consorte de Jorge III no parece corresponder a los cánones de belleza eurocéntrica. Y digo algunos, porque ni Gainsborough, ni Lawrence ni Sir Joshua Reynolds la retrataron con aspecto no-caucásico. Es cierto que en su día algo se dijo sobre su mal color y fealdad, pero nadie descubrió algún paje o concubina de color que explicase o hiciese pensar que Doña Carlota era de origen racial diferente al de sus padres o esposo.

          El "infamoso" retrato de Ramsey que inició toda la controversia

Fue en el siglo pasado que un escritor jamaiquino Joel Augustus Rogers, en su libro Sex and Race, elevó la hipótesis de que Charlotte era africana, basándose exclusivamente en sus rasgos físicos. El autor, que era negro, usó repulsivos ejemplos como la nariz achatada y labios gruesos de la pobre señora. ¿Este profesor se entrenó con los SS?  No he visto lenguaje tan racista desde que el Fuhrer se refirió a los rasgos “negroides” de Eleanor Roosevelt como prueba de que era “mulata”.

                          Charlotte por Sir Joshua Reynolds

Reitero, desde que se ha popularizado entre las masas ignorantes esta leyenda, nadie ha podido aportar pruebas de que Charlotte fuese de sangre mixta y no hija de sus padres, Carlos Luis de Mecklemburgo e Isabel de Sajonia. Aún más importante, ninguno de sus padres ni abuelos ni bisabuelos fue sospechado de tener orígenes africanos.

Este tema nunca fue tocado en ningún otro sitio, ni en biografías ni en ficción. Recordemos que Dame Helen Mirren quien la interpreto en “La Locura del Rey Jorge” ‘no oscureció su piel ni se puso prótesis para ensanchar la nariz. La Reina Carlota fue muy amada por su pueblo. Fue patrona de músicos como Bach y Mozart, diseñó los bellos Jardines de Kew y como si fuera poco tuvo 15 hijos. Pero el mito ha sido fomentado por algunas fuentes amigas de la diversidad y, por supuesto, reflotó con el matrimonio de Harry con la que-ahora-no-quiere-ser-duquesa.

                          Dame Helen Mirren como la Reina Charlotte

 Las argumentos detrás de este mito son risibles. Por parte de su abuela materna, Sofia von Erbach, Carlota descendía de una noble dama portuguesa del siglo XV llamada Margarita de Castro e Souza. A su vez doña Margarita descendía de Martin Chinchorro hijo ilegitimo del rey Alfonso III de Portugal y de su amante Madragana.

  
                   La Reina Charlotte por Thomas Gainsborough

Vamos por partes. Los historiadores no están muy seguros de qué etnia provenía Madragana solo se la sabe hija del Cadi Aloandro Ben Bekar. Se cree que pudo ser mozárabe, mora, incluso judía. Nada de eso testifica que fuese negra. Un error no muy accidental de los académicos pro-diversidad contemporáneos es creer que los moros eran negros como etíopes. Recordemos que cuando Catalina de Aragón trae a los primeros negros a Inglaterra, su color confunde a los cronistas quienes para diferenciarlos de los moors (moros) los llamaran hasta el siglo XIX blackamoores.

                         Charlotte por Thomas Lawrence

Por otro lado, aunque la piel de Madragana fuese color ébano, eso no explicaría que después de medio milenio de que sus descendientes procrearan hijos con blancos germanos, le saliese una tataratataratatara nieta con facciones africanas. Mas importante aún. ¿Como es que nadie mencionó si la madre, los hermanos, los hijos de Carlota eran de aspecto “negroide”?   Por eso espero que Shonda Rhimes y Netflix se pongan novedosos y nos cuenten que la soberana viene del reino del Congo, de Benín o pertenece a las familias reales de los muchos imperios africanos existentes en la Era de la Regencia.

                     Charlotte por Johan Zoffany

Acabo esta nota con las preguntas del inicio. ¿Si Jane Austen no fue la madre del Regency Novel, se pueden considerar sus novelas como Regency Romances? La respuesta es negativa. La obra austeniana impuso pautas al subgénero, pero al no ser novela histórica no es más Regency que las novelas góticas. Prefiero considerar a Fanny Burney como la fundadora de ese tipo de narrativa.

En cambio “Bridgerton” es la evolución natural del Regency Romance de Georgette Heyer y Dame Barbara Cartland. Es el enlace entre un tipo de novelita rosa con los escandalosos Bodice-Rippers. Irónicamente cuando se produce el enlace en los 90 es cuando se redescubre la novela de Jane Austen. Entonces en deuda aquí está doña Juana cuyo renacimiento es provocado por esta pasión por historias que tienen lugar durante las Guerras Napoleónicas y cuando las mujeres vestían especies de camisones transparentes con Corte Imperio. Al menos eso reflejan los ratings. 



"Bridgerton" causó furor en la primavera y Netflix ya ha anunciado nuevas temporadas. El caso de "Sanditon"es mas curioso. Cocebida como una miniserie, sus fans reclamaron tanto que dos años despues que Miss Haywood se despidiera del balneario, retorna no para una temporada mas sino dos,  qie ya  están siendo filmadas en Bristol. 

16 comentarios:

  1. Desde FB de George LLerena Torrico
    ¿Violación? Oh come on! Esas mituteras ya no saben que inventar, completamente desatinado el escándalo generado por esa escena, y muy acertado el comentario de tu hermano. Admito que al principio estaba bastante reticente con el tema del color blindness en Bridgerton, pero la explicación de la "Inglaterra alternativa" funciona, por más que la Carlota negra no tenga sustento en cuanto a su descendencia. Al igual que tú, yo también creo que nos deben una buena explicación (necesaria para que su narrativa tenga sentido) y espero nos la den en una futura serie si es que la producen. En cuanto a Jane (me gusta el nombre "doña Juana"...clever), como bien señalas era una mujer escribiendo sobre lo que sucedía a su alrededor en una sociedad contemporánea, por lo que tu postulado es correcto: no es propiamente la madre del género y tampoco podemos decir que Orgullo y prejuicio, la abadía de Northanger, Sentido y sensibilidad o Emma sean romances de la regencia, si partimos de que el subgénero como lo conocemos hoy nació en los 30 con Georgette Heyer. Me quedé con ganas de conocer tus experiencias leyendo y explorando este tipo de literatura en la biblioteca de tu hermana. Genial post, muy completo, extenso y detallado, cumpliste mis expectativas

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    1. George Eduardo Llerena Torrico Y viniendo de la boca de varón. Te contesto rapido y a medias porque mira la hora que es y ni he hecho las camas. Lo de la violacion fue una manera de azuzar público y controversia de netflix porque ni el libro provocó polémica cuando se publicó ni Shonda iba a ser tan tonta de desperdiciar un tema asi. Ya mas rato sigo



      Lo del color blindness también me tenía incomoda hasta que leí el verdadero propósito de Shonda Rhimes y me pareció legítimo. Me gustaron los personajes africanos como la Reina y Marina, pero al final es una sociedad bastante utópica. nunca se habla del origen de los personajes negros. Y yo que he navegado por una sociedad angla en diferentes épocas y diferentes edades sé que por ser latina y tener otra religión una está siempre propensa pequeños choques culturales.
      El personaje del Duque no me gustaba en el libro así que pudo haber sido interpretado por un actor purpura y seguiría cayéndome mal.
      Hablar de mi experiencia con la novela rosa y el romance histórico es hablar de una vida. Es comenzar con un rechazo a Corín Tellado y una adoración por GWTW que comienzan a mis 8 años. Así que como ves es largo. También hay que pensar que yo leía sin discriminación y mezclaba escritores del siglo XIX con modernos por lo que no tenia mucha conciencia de que era romance histórico o no. Por ejemplo, yo a los 13 leía a Anya Seton y a Sir Walter Scott y aunque sabia que eran escritores de novelas históricas no sabía que habían vivido en diferentes siglos.

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  2. Desde FB de Maggie Sendra
    Poco a poco, no soy una experta pero J.A. es mi autora favorita. No soy objetiva con ella, no puedo serlo. No me culpeis por ello. En cierto modo, si entiendo las quejas de las fans de Sanditon con el final infeliz por el hecho que Jane Austen no quería finales infelices. Ella misma lo afirmó en las cartas que escribía a su familia. Ella no tuvo suerte en el amor y quería que sus heroínas si fuesen felices. Supongo que era una proyección de sus deseos más íntimos. De todas formas, hay una novela epistolar terminada muy a medias que es "Lady Susan" y no estaba tan " dulcificada" como las otras novelas. Tenía un argumento más parecido a La feria de las vanidades o novelas de género realista. Una mala suerte que muriese "joven". Y yo no veo parecidos, más allá de la ambientación entre Bridgerton y las novelas de Jane Austen. Los Brigderton van al romance picanton, y en la serie, muy libre version de los libros, ha tenido su público gracias al famoso duque. Hay que admitirlo, tiene su punto, pero con un desarrollo personal nulo, y Daphne muy mona ella, pero insípida total, tienen menos química que dos gases nobles (chiste de quimicos). Y bueno, Sandinton, como no fue acabada, pues con una época "progre" y unos protagonistas muy monos ellos, pues engancha a un público joven, pero como "Jane Aunista" que me considero, necesito más sustancia. Mi novela favorita de Jane Auste es " Persuasion", la cual me van a fastidiar con su toque moderno-progre, para enganchar a público joven. Para matarlos.

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    1. Te etiqueté porque sabia que eras fan de Austen. Doña Juana puso los cimientos de Sanditon, una heroina que sale de su entorno para entrar en un mundo social desconocido, un poco como Catherine en Bath en nOrthanger Abbey, un balneario en construccion, una ricachona poderosa, sus patientes ambiciosos, una chica de color, pero millonaria. Pero nunca llegó a desarrollar ni trama ni personajes. Todo eso quedó en manos de Andrew Davies, y por lo tanto no se le puede exigir un final feliz. Ademas como digo en la nota el final feliz es la evolucion de los protagonistas no boda. Aqui no hay evolución, siguen sin tener nada en comun, el final feliz es que no queden juntos.

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    2. María Elena Venant Ahí te doy la razón. Aunque son los personajes de J.Austen, cuando hay un autor diferente ya no es la misma historia. Así que en ese sentido, si estoy de acuerdo que si no hay nada, no puede construirse una historia de amor de la nada. Como Jane la dejo inconclusa, no sé sabe nada. El resto es un fanfiction.

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  3. Desde FB de Maggie Sendra
    Y lo de la reina Charlotte, en cierto modo es "verdad", pero es que al parecer tenía una antepasada portuguesa morisca que se caso con un príncipe germano, allá por el S.XIV. En primer lugar, considerando a la morisca como de piel oscura, como ellos dicen, varias generaciones de príncipes germanos diluyen el "color". Creo que si decían que su piel era tostada, pero de eso, a cambiarle la raza, va un abismo...🤣🤣🤣 Es que somos estáticos con las razas y eso no es así. Los indieuropeos vamos de un color oscuro a un blanco nuclear, pero seguimos siendo "blancos". El cambio de raza es muy "woke". Al igual que Anne Boleyn. Se la describe como morena, pero seguramente era de piel "tostada", si hubiese sido negra, el muy clasista Enrique VIII no la toca con un palo. ( racistaaaa)

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  4. Te contesto a la carrera porque tengo que ir a hacer la limpieza. Como digo en la nota , la abuela de Charlotte Sophie von Erbach descendia de mMrgarita de Souza que en el siglo 14 o 15 se casó con un Conde von Erbach. Margarita descendia de Martin Chichorro, hijo ilegitimo de Alfonso III de Portugal y de su concubina Madragana que no se sabe si era mora, mozarabe o judía. Por lo que no sabemos si era negra y si lo hubiera sido es imposible que solo ese ADN hubiese influido en generaciones que por medio milenio se habian casado con blancos. En un rato sigo.
    Fíjate que los mismos afroamericanos hacen distingos entre sus colores de piel y hay “ébano” “bronce” y “Cappuccino” que en el Caribe llaman café au lait. No te voy a decir que color les asignan a los mixtos cuando se enojan con ellos. Como europea tu sabes que cuanto más mediterráneo es un pueblo, su piel suele ser mas oscura. Por eso hay andaluces, griegos y sicilianos que son bronceados. Tal como hay hindúes del norte con piel blanca y ojos claros y en las novelas chinas se habla de un ideal de belleza de piel color marfil o lirio u otra flor blanca.
    Los retratos de Ana Bolena la muestran de ojos y cabello oscuro, pero piel pálida en comparación a su ropa oscura. Como hay escoceses e irlandeses de pelo retinto, no creo que se haya comentado mucho su color de piel. de todos modos, se cree que los Bolena eran de origen español.
    A mi no me gustó el Duque de Hastings, lo encontré manipulador, soberbio y deshonesto, ni hablar de su egoísmo. Daphne en cambio, me pareció una niña muy buena, ignorante como la habían criado y un poco sobreprotegida, pero muy fácil de manipular. Sin embargo, no se dejó manipular por el hermano, ni por berbroke y cuando pillo que su marido era un cerdo mentiroso demostró mucho criterio. Y lo hubiera capado. Ella en cambio spes’o sus opciones. Si se quedaba con el con las condiciones de Simón, al menos tendría un hijo. Si fiel a su dignidad volvía con su madre (y en ese tiempo era enterrarse en vida) al menos tendría un hijo.
    Espero te sientas mejor mañana

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  5. Desde FB de Ana Estelwen
    Debo confesar que me negué a ver "Bridgerton" por la inclusión forzada y sigo sin querer verla. No me trago lo de la "Inglaterra alternativa". Si hubieran hecho una serie ambientada en el japón feudal con un daimio o un shogun blanco porque "es un Japón alternativo", o una serie ambientada en el Imperio Abisinio con nobles blancos porque "es una Etiopía alternativa", todo el mundo se habría indignado hablando de racismo y whitewashing. ¿Y aquí no? Que se vayan a pastar. Si quieren actores negros, que no hagan una serie sobre la nobleza inglesa del siglo XIX.

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    1. Ana Estelwen me acabas de quitar el dolor de ulcera que tengo desde la mañana! Es que si vives aqui y escuchas esa pila de sandeces todo el puto dia...una trata de acoplarse, pero como dijo una comediante negra en HBo "Si quieres ayudarme cambia las leyes, no saques la foto de una bitch (por Aunt Jemina) de una caja de panqueques!". Y que te pareció lo de la violación"de Daphne?

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    2. De Ana Estelwen
      No he visto la serie de La Cocinera, pero me da mucha pena porque el autor del libro sí que se tomó el trabajo de hacer creíble el relato y a los personajes dentro de su ambientada histórica. Por lo que sé, la serie ha mandado a cagar todo ese esfuerzo.
      En cuanto a la violación, pues a ver... desde luego en el contexto histórico de la historia no lo es (no se podía hablar de violación dentro del matrimonio, y menos si el propósito era procrear). Respecto a la moral actual, en principio tampoco es violación porque la relación es consentida, pero si es punible penalmente que un chico se quite el condón durante la relación sin el consentimiento de la chica, esto también debería serlo (ojo, que ella deje de tomarse la píldora sin decirle nada a su pareja también). Eso sí, una cosa es que el acto sea punible o reprochable y otra que sea equiparable a una agresión sexual.
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    3. Ana Estelwen totalmente de acuerdo que en nuestro mudo actual, el acto es reprochable, pero no se puede usar la palabra "violacion" puesto que todos los codigos legales determinan que violacion implica penetracion. Incluso ahora documentandome para entender la cagada de La Cocinera, veo que se usaba el término sodomi pra muchos actos, incluyendo el sexo oral, que erra visto como una forma de penetracion. Espero tener algo sobre La Cocinera para la proxima semana y te voy a necesitar para que me digas si lo que señalo como fallas estan en el texto. Para comenzar (pero es perdonable) hasta hoy hay pocas cocineras, me refiero en el mundo de la alta cocina y en España, solo entraron en las cocinas reales en tiempos de Carlos III.

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  6. Desd FB de Francisca Lis
    Ana Estelwen es una castaña, no te pierdes nada. Salvo la inspiración de los vestidos.

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    1. Francisca Lis Los vestidos estaban bonitos, pero ya que Ana me puso en onda "se honesta" muy colorinches para la epoca. Tal vez hasta en eso iban a modas africanas.

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    2. De Francisca Lis
      María Elena Venant muy muy coloridos. No hacia más que pensar en los colores del XVIII. En Valencia la indumentaria tradicional, el traje regional, es de ese siglo o del XIX. He leido mucho al respecto, sobre colores, tejidos, dibujos... Y estaba espantada.
      La "inspiración" eran los patrones.

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    3. Francisca Lis Por eso me gustó más "Sanditon"en términos de vestuario de eras napoleonicas. Y donde tambien acertaron fue en la version de "La Guerra y la Paz"que hizo a BBC en el 2016. Pero si hablamos de mescolanza de estilos "La cocinera de Castamar"pone los pelos de punta.

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    4. De Francisca Lis
      Por dios! Solo vi el. Primer capítulo de La Cocinera... Era todo absurdo, inconsistente, anacrónico...

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