martes, 10 de octubre de 2023

Segunda Parte Si Fue Buena: Temporada 2 de Club Estambul

 


Cuando terminaba de publicar mi reseña final de Club Estambul, el año pasado,  no me imaginaba que tendría Temporada 2,  tal como no me imaginaba que llegaría a un gran nivel de excelencia. No tiene desperdicio. En términos de contenido, escenografía y diálogos supera a la primer parte. Es un trabajo tan fino que no parece de Netflix

Su primer logro es que han reparado su yerro cronológico. Han pasado cinco años desde la Septemvriana y estamos en 1960. Turquía está convulsa, crisis económica, crisis de desempleo, estudiantes que protestan por las calles. Escasean los alimentos, la gente se intoxica comiendo carne de camello y..¡ No hay café! En Estambul nadie puede tomarse su café turco.

Como suele ocurrir en épocas de crisis, la censura se endurece. “Masal” el famoso primer éxito de Selim Songur (esa canción que habla de los que nacen “prohibidos”) ha sido vetado por la radio. Eso no hace mella en el éxito del cantante cuyos espectáculos tienen abarrotadas las noches del Club Estambul. El establecimiento ahora es manejado por Celebi y Matilda. Haci ocupa el antiguo puesto de Celebi y Tasula, que ahora es su mujer,  ocupa el antiguo puesto de Matilda.



Aunque no se han casado,  todos saben que Matilda y Celebi son pareja. Ella vive en el Barrio Griego en compañía de su hija y su nieta. El renta un piso adyacente y se saludan por la ventana, todo muy romántico.  Estamos al final de la década de gobierno del General Menderes que solo siendo Primer Ministro (y ministro de relaciones exteriores) mandaba más que el presidente. Recordemos que Menderes fue el provocador de la Septemvriana,  razón que motivaría su ejecución cuando fue derrocado por los militares.

No nos adelantemos a los hechos. La acción tiene lugar en los meses perecederos al golpe militar de 1960.El club tiene vatios problemas. Se cumplen cinco años desde la desaparición de Orhan. Una vez declarado oficialmente muerto, el club pasa a subasta pública. Antes de eso,  Celebi tiene un problema con Hacienda, una deuda exorbitante. Todo el personal del club pone sus ahorros a su disposición y él declara que de ahora en adelante el local les pertenece porque son una gran familia.

Quien no es parte de esa familia es la solapada Keriman, una rubia platinada a la que Selim sacó de lavandera para colocarla de vedette. Keriman tiene un espectáculo en que,  semi desnuda,  nada en una copa de champan mientras canta con voz orgásmica letras traducidas de éxitos en inglés. Keriman se cree cantante, se cree símbolo sexual,  y acaba pisándole los callos a Selim que la saca del espectáculo. La rubia planea venganza: ocupará el sitio de Selim, será la estrella del club y despedirá a Tasula,  entre otras medidas nocivas para “los buenos” de esta historia.



Para adquirir poder, la rubia se hace amante de Fikret, un junior metido a gánster, que anda matando gente y comprando propiedades baratas. Fikret tiene puestos sus ojos en el Club Estambul, pero también los tiene su padre. Voy a contar un mini Spoiler por si la gente no reconoce a Kursat bajo un maquillaje que simula quemaduras. Es el mismo que ayudó a Mumtaz a destruir a la Familia Aseo, el mismo que chantajeó a Orhan y que creímos que el griego había matado al final de la primera temporada.



Kursat quiere echar abajo el Club Estambul para construir un edificio de departamento. Su hijo quiere evitar eso ya que pretende convertir el club en el centro de la vida nocturna bizantina y poner como estrella a su vedette-amante. Keriman tiene una aliada dentro de la gran familia de Celebi y Matilda: Rasel.



La maternidad no ha mejorado a la hija de Matilda. Lo que una vez fuese visto como comportamiento antisocial ahora bordea en psicopatía. Vive obsesionada con el retorno de Ismet a quien le escribe casi a diario. El ex taxista ahora trabaja para una compañía de transportes y conduce camiones de carga hacia otros puntos de Europa. Ni responde,  ni lee las cartas.

En su locura, Rasel abandona a su hija un día en la oficina de la compañía donde trabaja Ismet quien ni siquiera está en el país. Es Matilda quien debe ir a retirar a su “Chikitika” como si fuese un paraguas que alguien olvidó en la antesala. Si no fuese por Matilda, ¿qué sería de la pequeña Rana?  Aunque la niña adora a su Mamika, le tiene miedo y se siente más a salvo en el reino de su abuela, el Club Estambul donde están Matilda, Tasula, Celebi y otros que la quieren y protegen

NOTA: Rana es un nombre común en el mundo árabe, no piensen que le pusieron nombre de batracio.  Pero en Ladino significa lo mismo que en castellano, así que cuando Matilda se refiere a su nieta como Ranika, realmente la llama “sapito”.



Es Matilda quien cuida y educa a Rana, A pesar de que las enseñanzas de la Granmamika son un poco esnobs (el jurel es “comida de pobres”, la niña no debe jugar con “niños de la calle”) Rana aprende cosas buenas de su abuela como hablar ladino. Matilda está preocupada porque las nuevas leyes de Menderes proclaman que quien no tiene un certificado de nacimiento no puede trabajar, ni viajar, ni casarse ni siquiera estudiar. Ese certificado solo es válido si lo ha firmado el padre. Rana va a cumplir cinco años y no puede ir a la escuela.



La solución la trae una antigua amiga de Rasel. Nissim , un chico de la comunidad judía ha visto a Rasel, le gusta y está dispuesto a casarse con ella y a adoptar a Rana. Esta oferta aumenta la depresión de Rasel que involucra a su hijita en sus locuras sean estas ir a poner piedritas en la tumba (los judíos no ponemos flores) del padre que no conoció,  hasta cometer hurtos en tiendas elegantes. No solo Rana se convierte en su cómplice, además también aprende a robar. ¿Su botín? Un labial de Keriman.

Rana, que es tremendamente precoz, entiende que su situación es precaria y se lo confiesa a Celebi quien decide tomar cartas en el asunto. Contacta a Ali Seker, el despreciable padre de Ismet. El mafioso, a su vez, llama a su hijo al que encuentra bailando en una taberna griega y le anuncia que adoptará a Rana. Ismet parte volando a Estambul e irrumpe en casa de su padre al que encuentra en una de sus acostumbradas francachelas con mujerzuelas. “¡No te metas en mis asuntos!” le grita Ismet quien al salir descubre que su madre también vive en esa casa.



Ismet le reprocha aceptar ayuda de un hombre despreciable. Por una vez Sukriye deja su dulzura de lado. Si vive con Ali Seker es porque es su esposo, el padre de su hijo, y que jamás la dejará desamparada. Ismet cae en cuenta que hace cinco años que no se ocupa de su madre. Sukriye,  con cierto sarcasmo,  le recuerda que un hombre que no se responsabiliza por su hija menos se encargará de su madre.

Ismet va a conocer a Rana lo que implica un choque emocional. Ha venido a Estambul a inscribir a su hija y a marcharse, pero la niña le ha robado el corazón. Esto complica las cosas. Ismet consigue empleo en el club y se va a vivir a con Rasel, a la que insiste en llamar “Aysel”. Rasel quiere ser una buena esposa musulmana lo que provoca alejamiento de su madre. De quien no se aleja es de Keriman que,  amparada por Fikret,  ahora está empeñada en ser la reina del escenario.





Fikret entrega a Keriman una bolsa de cocaína para que la esconda en la oficina de Celebi, pero la rubia tiene otros planes. La policía, alertada por Fikret, encuentra la droga en el camerino de Selim. Este va preso. Para sacarlo y evitar un escándalo, Fikret exige de Celebi que lo haga socio del Club Estambul.  Esa sociedad debe ser secreta.

Fikret cree que con sus juegos sadomasoquistas domina a Keriman, pero ella es imparable. Ismet la compara con una gata ladrona, Selim la define como “víbora” y para Rana es “la reina mala”(la madrastra de Blanca Nieves), pero ni Matilda ni Rasel reconocen la maldad de Keriman que puede llegar a matar para conseguir lo que quiere…y matará.



La serie es un lujo para los sentidos. Bellísima en diálogos, en paisaje, decorados y los actores son tan bellos como talentosos. Gocke Bahadir (Matilda)  y Firat Tanis (Celebi) están más viejos, pero hacen una hermosa pareja. Asude Kalebek (Rasel) ha crecido en belleza y curvas,  tiene un cuerpo antiguo, el que yo desprecié cuando tuve uno parecido entre mi 20 y 30 años. Baris Arduc (Ismet),   ahora con barba,  está a punto de caramelo, pero es la pequeña Ada Erma la que se devora cámara e historia.  No había visto tanto talento desde Andrea del Boca en su etapa infantil.




Como saben, Raza Denazir existe en realidad. Es la guionista y Kulup es su historia. Junto a su familia real ha creado personajes ficticios y con ellos subtramas ficticias, pero la relación de Rana y su madre es tristemente verdadera.

Ha sido un acierto que la guionista haya convertido a su versión infantil en narradora de su propio cuento. El contraste entre el tono elegiaco que le da la voz de la Rana madura con las viñetas de una infancia manipulada por los adultos es sumamente efectivo. Es sobrecogedor ver que alguien tan pequeño ya se vea atrapado por el dilema de proteger a una madre que adora, pero cuya disfuncionalidad manifiesta desequilibrio mental.

Si en la primera parte asociábamos el comportamiento antisocial de Rasel con sus traumas adolescentes, ahora se ha vuelto una sociópata, con reacciones descontroladas, sus robos compulsivos e innecesarios y con la agresión verbal y física de su única aliada, su hijita. Solo los que hemos vivido el calvario de una madre trastornada,  sabemos del sentimiento de culpa que experimentamos, de la vergüenza y miedo de que el resto del mundo descubra nuestra situación y de la necesidad de mentir para proteger la unión familiar.



En una entrevista,  Rana Denazir ha hablado francamente de su infancia marcada por lo que eufemísticamente describe como las “fluctuaciones mentales” de su madre afectaron su vida. La guionista llama a esos cambios  “aterradores” o “entretenidos”. Así que es como yo describiría mi vida con mi madre. Con eso se entiende lo que la niña dice que vivir con Rasel “es entrar en las oscuras fauces de un león” para desembocar en un parque temático.

En su reseña en BirGun, Tugce Madayanti Sen se queja que Rasel se ha vuelto un personaje anfipático que ya no provoca empatía. Eso ocurre con quienes sufren de desórdenes psicológicos, no los entendemos, no podemos confiar en ellos y terminan fastidiándonos. Para poder tratarlos necesitamos nosotros de terapia de apoyo. Algo que no entra en juego con los personajes ficticios a los que simplemente dejamos de querer. Es lo que me ocurre con Lila en My Brilliant Friend y por lo que me incomoda el sesgo que los Sherman -Palladino le dan a Mrs. Maisel a partir de la Tercera Temporada

Tugce dice que no se entiende el motivo para que Rasel sea tan negativa puesto que todos viven pendientes de ella. En comparación con la de Keriman, la vida de Rasel ha sido mucho mejor. La única razón para no sentirse querida o insegura es atribuir su insatisfacción a un problema psicológico que arrastra desde su infancia. Quizás desde el útero. La gestación debe haber sido un periodo tenebroso para Matilda y aún más para él bebe que llevaba adentro.



Otra queja del mismo artículo es lo acelerada que va la trama lo que a ratos confunde o hace ver como inverosímiles sucesos y acciones de los personajes. El viejo problema de la cronología resurge. Sabemos que Rana nació en la Septemvriana , o sea en septiembre de 1955. Sabemos que estamos en 1960 porque Fikret invita a una de sus víctimas a ver la premier de La Dolce Vita y porque el golpe militar contra Menderes ocurrió en mayo de ese año. Matilda y su hija visten a la usanza del comienzo de la década. En cambio, Keriman se pone faldas sobre la rodilla y prendas del ‘65. Y ese micro mini hecho de cuentas de metal, lo diseñó Paco Rabanne en 1967.


                                         Vestido diseñado por Paco Rabanne en 1967

La lápida de Mumtaz dice que murió en 1942. Lo que coloca el nacimiento de Rasel en 1943. ¿Entonces como escribe en el dorso de una foto que cumplió 18 años en 1956? Sin embargo, estos errores matemáticos y cronológicos son perdonables en tan buena serie. No así la prisa en que ocurren cosas en un tiempo tan corto. Se supone que la acción tiene lugar entre marzo y mayo de 1960. Poco tiempo para que a Tasula le crezca tanto la barriga o que Rasel, pronto reanudar su vida sexual con Ismet,  descubra que está nuevamente embarazada.

Suceden cosas entre episodio y episodio que dan la impresión de que han pasado meses lo que no es cierto. El espectador apenas se entera de algo y ya le han puesto solución o han cambiado los hechos en un abrir y cerrar de ojos. Hay cosas que nunca llegan a explicarse, como el supuesto hijo de Keriman, la muerte de la madre de Fikret,  y algo que me hizo pensar que se comieron un episodio. ¿Como es que de un capítulo a otro Fikret acabó de prisionero de su padre? ¿Y cómo Keriman pasó del hotel a nadar en la piscina del suegro?

En el trasfondo histórico también puede resultar confusa la serie. Por un artículo de Tugce Yilmaz me entero de que el vínculo de esta temporada con la anteriores es que tanto Ali Seker como Fikret se hicieron millonarios gracias a la Septemvriana. La pista está en que los edificios que Fikret ha comprado a precio de huevo fueron propiedades de griegos y armenios.



Esta confusión es la única falla que encuentro en una magnifica serie. Siempre en lo del trasfondo histórico, entra una interesante ambigüedad en él guion. A pesar de los esfuerzos de gobierno de Erdogan por limpiar la figura de Menderes, el general sigue siendo el gran villano en la ficción.

La serie introduce a un nuevo personaje, Cemil,  un universitario que oculta panfletos en contra del gobierno en el Club Estambul, con beneplácito de Celebi. Tras el asesinato de un estudiante, el ejército se rebela contra el gobierno. Se trata de militares kemalistas, hoy siguen siendo los enemigos de Erdogan. Al final Ismet pregunta a Cemil si su revolución se logrará con tanques en las calles. Para los latinos acostumbrados a ver golpes militares como preludios de dictaduras, nos es obvio que la respuesta es negativa, pero no fue así.

A un poco más de un año en el poder,  los militares llamaron a elecciones y se retiraron. Los siguieron gobiernos tan débiles que cargaron contra las minorías. En 1964 hubo una expulsión general de griegos, se cerraron sus escuelas y el gobierno se apropió de sus bienes. No fue suficiente para estabilizar al país y el ejercito volvió a ponerse en marcha en 1971, creando un ciclo de mal gobierno seguido por pronunciamientos militares que solo acabaría en Los 80.



Contenido Violento o Gory: La Segunda Temporada de Club Estambul es un ejercicio en violencia. Tenemos asesinatos, palizas, represión policial, un intento de suicidio, y un aborto provocado. Perturbadoras son las escenas de Rana siendo maltratada verbal y físicamente por su madre. Tan perturbadora como la relación de Fikret y Keriman, especialmente una escena en la que él introduce un cuchillo entre los muslos de la vedette.

Contenido Sexual y Desnudos: Toma cercana de las nalgas desnudas de Keriman mientras se viste. Una escena sexual semi grafica entre la rubia y su amante donde ella muestra un pezón. Otra escena que ha dado que hablar es cuando Fikret masturba a la vedette en un auto en movimiento.



Sin embargo, muy recatadas son la escenas de sexo de Ismet con Rasel y con Keriman y nunca sabremos si la relación Matilda-Celebi es física o solo se queda en besos y canciones de amor.



Factor Feminista: Una particularidad fascinante de esta segunda parte es su sutil mentalidad patriarcal que a veces ni es tan sutil. Aquí no hay mujeres empoderadas a pesar de que tanto Matilda como Tasula han aprendido a reinventarse (recordemos como dejamos a la griega al final de la última temporada). Yo diría que otra mujer empoderada o al menos sobrevienta nata es Sukriye que sabe arrimarse a árbol indicado y enrostrarle a su hijo su mal proceder. En cambio, Keriman en su ansias de subir se arrima un árbol retorcido y permite que su ambición la lleve por el camino más rápido a la cárcel.

No hay apoyo sino desconfianza entre mujeres. Rasel es injusta e ingrata con Tasula y su complicidad con Keriman dura hasta que un hombre se interpone entre ambas. Matilda peca de ingenua al no reconocer el peligro que representa Keriman,  y Rasel peca de desconfiada al ver tanto a su madre como a Tasula (y hasta a su hija) como enemigas de su felicidad.



Si las mujeres son torpes y descontroladas y no saben apoyarse entre ellas, queda en los hombres el protegerlas incluso de sí mismas. El MeToo luchará contra la imagen del hombre protector, ¡pero ¡cómo brillan estos señores que superan a su cultura machista en Club Estambul! Una ironía es que dos cuasi villanos de la temporada anterior (Celebi e Ismet) se convierten en los héroes de la segunda.

La sinergia entre ambos me encanta porque recuerda un fenómeno que el feminismo de mi época aprendió a respetar y que el moderno pretende erradicar . Hablo del male bonding de los 80 que ayuda a los hombres a abrirse y exponer su lado vulnerable al menos a su mejor amigo y a encontrar modos de evitar masculinidad toxica. Hoy ha quedado reducido solo a un modo en que lo hombres se unen para destruir a las mujeres, algo que no ocurre en esta serie.

Si hay un tema latente en esta Segunda Temporada es la paternidad responsable. Ismet logra por fin sacudirse de la imagen de su irresponsable padre y volverse lo opuesto de Ali Seker. En cambio, Fikret imita a su cruel padre. Celebi no solo se hace cargo de Matilda, también se convierte en protector y abuelo de la pequeña Rana,  además de ser el patriarca de su ‘”familia” del Club Estambul.

No es que esté de acuerdo con todo el machismo de la serie. No entiendo la idolatría de Rasel hacia un padre desconocido que era un buen cabrón, pero comprendo no aplaudo que Ismet caiga en la cama de Keriman. Como diría cualquier hombre latino no es de caballeros negarse a una mujer que se le ofrece en paños menores.. Pero también tomo el incidente como un ejemplo de que,  a pesar del cariño y compasión que Ismet siente por Rasel, ella no lo complementa como mujer, ni física ni emocionalmente.



Factor Diversidad: Nuevamente Kulup destaca por su retrato positivo de la vida y cultura de los sefarditas de Estambul a mediados del Siglo XX. Tres generaciones de mujeres Aseo hablan ladino entre ellas y con otros miembros de su comunidad. Selim ya se sabe proverbios en judezmo y hasta Ismet quiere aprender la lengua de su mujer porque,  como dice su hija,  quiere saber que cuchichean a sus espaldas.



La serie nos muestra una boda y un funeral judío. Vemos a Las Aseo compartir una cena de Shabbath que Rasel interrumpe groseramente para anunciar que se ha convertido al Islam. Curiosamente,  aun después de su conversión, Rasel no quita los mezuzot de los umbrales y en un momento de crisis retorna a costumbres judías que le son más cómodas y familiares.



A pesar de la insistencia en que Rasel se convierta al Islam, no vemos a ningún personaje turco practicar su religión. Se siente en todo que su sociedad es tan seglar como cuando Ataturk creó la república. Otra ironía es que se quiere darle impresión de que los judíos están totalmente integrados a la sociedad turca. Eso se nota en el saludo de la horrible Fisun a Matilda “tengo muchos amigos judíos. nos llevaremos bien”. Suena tan hipócrita como el “Shabbath Shalom” de Kursat a quien ha ido su víctima. Sin embargo, en el capítulo final un representante del gobierno militar le dice a Fikret “queremos tener buenas relaciones con los judíos”. Algo que,  a pesar de algunas maniobras de Erdogan,  ha sido la política de todos los gobiernos turcos de las últimas décadas.

Es extraño que la serie, a diferencia del Primera Temporada no nos hablen ni de los griegos ni de otras minorías cristinas que por aquel entonces no estaban en buenas relaciones ni con el gobierno ni con el pueblo turco. Su única representante es Tasula. A pesar de que es un personaje maravilloso (y mi favorito junto con Celebi y Rana)nos recuerdan que es cristiana cuando va a pintar los huevos de Pascua en la cocina de las Aseo. Ahí, Rana le pregunta si es verdad que en el Jueves Santo no pueden los cristianos ortodoxos griegos dirigirles la palabra a los judíos.

Tasula le explica que es una tradición puesto que Judas era judío . A la nena le parece una tradición estúpida. Rasel, amparada en el hecho de que ahora es musulmana, visita a Tasula el Jueves Santo para convencerla que vuelva a Club Estambul. Noten que Tasula igual no le habla, no cree en la conversión de su amiga. Sin embargo, la griega rompe con la tradición y regresa al club para hablar con Matilda.

8 comentarios:

  1. Desde FB de Rafael Ochoteco:
    ¡Excelente!!! Hermosa 2da. temporada. Aunque me enojó que tuvieramos que esperar tanto tiempo para poder verla, pero esta vez Netflix nos la puso completa y no en dos partes. Me sorprendió mucho las escenas de tono subido dado que en las novelas turcas son inexistentes. No se ven ni dandose un beso, prácticamente nada de nada. Aquí estuvieron muy bien logradas, de muy buen gusto y me pregunto, ¿pasarán la serie en la tv turca o en Netflix editada? "Rana" (no me gusta su nombre, me costó trabajo acostumbrarme) es la gran protagonista de la historia. ¡¡¡Vaya actoraza!!! Todos en el elenco magníficos. No hubo desperdicio en esta temporada. Por experiencia, la primera es la mejor, y luego en la 2da. todo decae, pero en este caso NO, como bien dices, esta temporada es mejor que la primera. Mucho mejor. La historia es maravillosa y los giros de la trama están a la orden del día. Hubo muchos giros inexperados, y que nos dejaron con la boca abierta y con el moco tendido. Estaba pensando que Latinoamérica compra los libretos turcos para hacer sus propias versiones, pero más que comprar los libretos turcos, muy buenos todos y que les quedan tan mal (por ejemplo, Televisa), lo que deberían hacer es invertir en una escuela de actuación de calidad, porque mira que no hay personaje pequeño en las series/novelas turcas, su nivel actoral es de excelente nivel. Muy acorde con la mayoría (sino todos) sus dramáticos. ¡¡¡Besos y abrazos!!!

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    1. Para Rafael Ochoteco Es cierto no hubo ni una mala actuación. Las escenas fuertes son conceciones que le hicieron a Netflix para poder tener libertad en otras cosa, y solo aparecen en el primer episodio. Porque las escenas de cama entre Ismet y Keriman o con Rasel fueron super discretas. Revisé la Wikipedia turca y dicen que la pasan "por Internet" será que solo se puede ver en PC, laps y tablets? Mi unico problema es la edicion, se nota que le han recortado escenas

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  2. Excelente articulo y muy de acuerdo en que fue una gran serie, pero honestamente el final me dejó triste e insatisfecha. A pesar de lo que pueda pasar en la tercera temporada, la pérdida de dos personajes tan importantes y queribles no se si se pueda superar ya que no me interesa tanto lo que pase con el resto.

    Como te dije en privado, lo peor fueron los dos villanos caricaturescos: ni se entendían bien sus motivaciones ni el extraño dominio que Kursat tenía sobre su hijo, que a su vez podía ser tan violento tanto con hombres como mujeres. Esta falta de claridad con sus motivaciones y metas, además de los saltos de tiempo que tu mismo menciones perjudicaron la serie. Al menos a la odiosa Keriman podía comprenderla (su motivación era la ambición, la envidia y el egoísmo). No me molestó no saber de su hijo porque no es de sorprenderse que una mujer que, como ella mencionó, fue abusada toda la vida, en algún momento hubiera quedado embarazada. Quizás lo que me sorprendió es que viviera de querida en el hotel (incluso creo que en un momento dijo que no tenía a donde ir?) si tenía un hijo. Lo que no se entendió es porque lo ocultaron hasta el final. No es que haya sido un gran plot twist.

    Sobre Rasel, yo en la primera temporada la toleraba aunque me molestaban sus arranques de ira. Sin embargo, bajó la histeria cuando vivía con Ismet y la mamá de él, asi que me empezó a caer bien. Pero Rasel en la segunda temporada me exasperó de principio a fin! Es más, hubiera preferido que sea ella quien muera… pero sin ella, acaba la serie porque es agente de conflicto (aunque no tan maldita y odiosa como Keriman). A veces tenía sus arranques de dulzura, tanto con su mamá como con su hija, y hasta me gustó su relación estrecha con Celebi, quien me ganó completamente en la segunda temporada al igual que Ismet (a pesar de su tropiezo con Keriman). Como te dije, no lo culpo por haber traicionado a Rasel porque se comportaba como una loca todo el tiempo y no hay hombre que aguante tanto!

    Hablando de la mamá de Ismet, me quedé con ganas de ver al menos una escena de ella con su nieta ya que estaba tan ilusionada de ser abuela.

    Lo que más me gustó fue: el romance de Celebi con Matilda, especialmente que eran vecinos y se saludaban desde la ventana. El cambio de Ismet y su relación con su hija, que Tasula haya conseguido la felicidad junto a Haci, que en cierta medida Matilda y Rasel hayan hecho las paces, la unión de esa pequeña comunidad a pesar de las diferentes religiones e idiomas, y que Keriman haya pagado al igual que Kursat (por el momento).

    Definitivamente dejaron cabos sueltos que pueden ser resueltos en una tercera temporada, pero como te decía, me parece que la falta de dos personajes tan importantes puede hacer que la tercera temporada no sea de tanto interés para el público. Veremos...

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    1. Mi mayor sorpresa es ver que se trata de un producto hecho con dinero de Netflix, pero alejadísimo de la trademark woke de la plataforma. Te demuestra que con una toma de nalgas y un par de escenitas subidas de tono se puede circunnavegar la agenda woke y mostrar un modo de pensar y un estilo de vida diferentes al establecido en Occidente hoy en día.
      Comencemos con los muertos porque no hemos hablado de Selim. Su asesinato en el tercer episodio me dejó perpleja. Acaso el actor tenía otro compromisos? Pronto me di cuenta de que si le mató es porque no había más historia para él. Selim era como el gay en residencia pero que no podía hablar abiertamente de su homosexualidad. Entonces no había manera de hacerle historia y el mismo actor habrá preferido buscar roles de mayor significado.
      El caso Matilda no lo entiendo. Yo vi la serie al revés por lo que lo primero que supe es que Matilda no sobrevivió al balazo de Keriman. Y me puse a llorar y me dio ira y la misma sensación de sorpresa dolorosa como cuando matan a Manuel Clark al final de Pampa ilusión. La inmensa pregunta de “por qué”. Y la respuesta es cruel.
      Se necesitaba de un gran detonante para que viéramos hasta que extremos llegaba la locura de Rasel, porque después del episodio final es obvio que Aysel sufre de un desequilibrio que no puede normalizarse. Lo que hace desde esa Shiva tan rara en la que, en vez de verse contrita, se ve enfurecida hasta el ataque físico del que hace objeto a su hija, van a volver a repetirse. Y eso porque Rasel va a vivir consumida por sentimientos de culpa. Lo dice Ismet cuando ella aborta sin razón y de manera tan impulsiva y ahora la carga más grande será esa muerte.
      Keriman le dice a Rasel que va a matar a Matilda para que siempre sepa que fue la culpable de la muerte de su madre. Como Rasel es incapaz de hacerse responsable de sus actos (algo común en los bipolares) carga contra otro. La ironía es que su odio no se vuelve hacia Keriman o Fikret sino contra Rana. “No debiste haber nacido!” le grita. Y es porque Rasel hace rato que siente que su hija le quita el cariño de Ismet, de Matilda, de la ge del Club, el casino que le falto y que ella cree merecer.
      Me muero por ver que van a hacer con esta familia que nació disfuncional en La Tercera Temporada

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    2. Acabo de caer en cuenta que me olvidé de contestar esto. Yo si pensé eso de Selim. ¿Qué más podían hacer con ese personaje sin revelar abiertamente sus gustos? En el caso de José María, que era una dinámica similar con Xica, si pudieron desarrollar su historia personal con Elvira y el esclavo del que estaba enamorado. Pero aquí, imposible. Hay veces que tristemente los personajes más queridos sirven más en su muerte.

      Por otro lado hay muertes trágicas que no entendemos, como la que mencionas de Manuel Clark. Yo he sentido esa misma indignación tambien con un par de personajes en novelas colombianas, ambas con Robinson Díaz ("Vecinos" y "La mujer del presidente") en ambas muere su mejor amigo (por diferentes causas) pero en "La mujer" es aún mas doloroso porque es una muerte "self-sacrificial" donde el amigo se pone frente al personaje de Robinson Diaz para ser el quien reciba un balazo. Ya que hablábamos de "El sol sale para todos" el otro día, me acordé que tambien me dolió mucho la muerte de la mamá de la prota y ¿no pasó en "La dama de rosa" que moría Benavidez, el abogado y novio de la mamá? En fin, yo creo que en este caso mataron a Matilda en lugar de Rasel para poder seguir con la serie, porque si la que moría era Rasel, se acababa la historia porque no habría más conflicto (a menos que crearan uno con Rana ya crecida). Ya el arc de Matilda concluyó. Hizo las paces con las dos personas que más tenía conflicto: Celebi y Rasel, así que supongo que si sólo si ahí acababa la serie, ella podía seguir viva.

      Yo entendí que Keriman mató a Matilda para que Rasel ya no viva bajo la sombra de su madre (por eso le dice que se lo va a agradecer, o entender, o algo asi?) Aunque yo también creo que Keriman envidiaba el cariño que todos le tenían a Matilda.

      Yo no entendí en su momento porque Rasel le dijo eso a la niña pero tiene sentido porque un día que Ismet está acostado junto a Rana, Rasel se pone a llorar de los celos. En efecto, hay algunos paralelos con Lila, pero al menos Rasel tenía momentos de dulzura mientras que Lila o está histérica, o no dice nada o se ríe burlonamente, nunca por felicidad.

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    3. Según tu teoría Keriman quiere hacerle un favor a su amiga destruyendo a quien le hace sombra. Volví a ver la escena y me di cuenta de que lo último que quiere hacer la cantante es ayudar a Rasel. Esta furiosa con ella, la quiere destruir y lo consigue. Cundo dice ‘Voy a darte un regalo. Hope you’ll cherish it ”es con sarcasmo.
      Veamos la escena. Rasel intenta impedir que Keriman huya, trata de convencerla de que se entregue, pero cuando Keriman alardea de haberse acostado con Ismet, Rasel la cachetea. Lega Matilda. Exige saber por qué discuten. Rasel se acusa de haber sabido lo de las drogas, pero calla lo demás. Keriman indignada le exige que revele lo demás. Quiere destruir a Rasel ante su madre. La acusa de ser su cómplice en el asesinato, de haber plantado en su cabeza la idea de que solo muerto Selim, Keriman sería una estrella. Incluso dice que si Rasel quiere delatarla es por celos de lo que la cantante tiene con Ismet.
      Vemos la ira e incredulidad en los ojos de Matilda. Le grita a Tasula que llame a la policía y cierra la puerta con llave. Keriman saca un revolver. Le dice a Rasel que su madre está dispuesta a castigar a ambas. Le muestra que Matilda ha dejado de apoyarla. Cuando ve a Rasel llorando, se burla de ella. La compara con Matilda que se ve tan entera. Le dice que nunca será como ella, ahí viene lo del regalo, pero eta siendo sarcástica porque sabe que matando a Matilda no solo priva a Rasel del cariño de su madre, sino que le aporta una culpa que cargara toda su vida. Y sabemos que eso es cierto por el luto estrambótico de Rasel, por como ataca su hija, y por su intento de suicidio.

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  3. Desde FB de Fanny Thornton
    I’m glad you enjoyed it so much. I had difficulty with the way it leaned too heavy into melodrama. The little girl really was the star this season but the way her father gave these morsels of wisdom while acting like an arse really bothered me. It just didn’t feel genuine at all.

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    1. Para Fanny Thornton It didn't feel genuine, and I'm embarrassed to say it, but i felt the same. But it's because we are western 21 century women. Despite Netflix money, this was a story set in a patriarchal islamic society where men from a previous generation had several wives.Nowadays when Erdogan's government is leaning toward fundamentalism, that mentality is returning. i mean, imagine a chid couldn't go to school because she didn't have a father to represent her? Or why Matilda had to apologize to her daughter fror depriving her of a father who was a (pardon my French) an a----le?

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