Para fines del
Siglo XX, Kenia había perdido el sitial exótico-romántico
que antes ocupase en la cultura popular occidental. Había conciencia de que las
celebridades de Protectorado eran meros canallas, que los ingleses se habían
aprovechado del lugar y sus habitantes, y que aun ahora, como país
independiente, seguía siendo un sitio peligroso para los blancos.
En 1983, cuando Barry
Schlachter encontró a Beryl Markham en Nairobi, la anciana aviadora acababa de
sobrevivir un asalto. Tres años antes Joy Adamson, la autora de Born Free
había sido asesinada. Una de las ultimas refugiadas en Kenia era Martha
Gellhorn, famosa periodista y tercera Mrs. Ernest Hemingway. Pues en 1984, a
sus 74 bien conservados años, fue violada en una playa de Mombasa. No solo las
mujeres blancas eran víctimas de violencia, en 1989, George Adamson, el marido
de Joy y rescatista de la leona Elsa, perecía a manos de cazadores furtivos.
Seria por esta
violencia que emergía de los medios de comunicación, o por el repudio del culto
del Imperio, pero la “Keniamanía” no prosperaría en la última década del siglo.
En 1994, se llevó a la pantalla grande el recuento de Felice Benuzzi sobre su
ascenso al Monte Kenia. Ahora llamado The
Ascent (en Tubi) tuvo casi cero éxito , quizás por obviar el tema del
alpinismo e inventarse un triángulo amoroso entre personajes que nunca existieron.
Prisioneros de
Guerra, Cazadores y un Policía
Ben Cross es el
comandante del campo de prisioneros en Nanyuki. Es un hombre amargado y alcohólico
desde que su esposa e hijo perecieron en un bombardeo durante el Blitz.
Retirado de combate por su incompetencia, cuando no está rumiando su
autocompasión , intenta escalar infructuosamente el Monte Kenia. Sus esfuerzos
son observados por otro lobo solitario, el ingeniero Franco Stassi (Vincent
Spano), un prisionero arrogante que vive inventando planes de escape y mirando
con desprecio a sus compañeros de cautiverio. En la vida civil, Stassi también
practicaba el alpinismo.
El comandante
encuentra serenidad en la compañía de la viuda Patricia(Rachel Ward), pero
cuando ella conoce a Stassi , en uno de los intentos de fuga del ingeniero, es
amor(o lujuria) a primera vista. El comandante se entera, y Stassi se da cuenta
de que es hombre muerto lo que lo empuja aceptar unirse al patriótico grupo de escaladores
que planean ascender el Monte Kenia. El problema es que Stassi no planea
regresar al campo.
Para los amigos
del libro todo este retorcido triángulo amoroso empañó un estupendo relato de
alpinismo. El resto del publico encontró el filme aburrido y tuvo casi tan mala
reseñas como The Ghost and the Darkness que en 1996 intentó relatar la
historia de Los Leones de Tsavo. Val Kilmer interpretó al Mayor Patterson el
ingeniero a cargo de la construcción del Ferrocarril de Uganda. Michael Douglas
es un personaje ficticio, Remington, un afamado cazador estadounidense, que se ofrece a acabar con la amenaza felina.
Ni lo consigue ni consigue hacer la película más apetitosa para el público.
Lamentablemente, el fracaso de estos filmes impediría que la “Keniamanía” perdurara, lo que afectaría a la mejor serie sobre el protectorado. En 1999 debutaba en las pantallas inglesas Heat of the Sun (en Tubi), un drama detectivesco que tiene lugar en Nairobi y las afueras, entre 1925 y 1932. Trevor Eve, quien había interpretado a Denys Finch Hatton en Shadow of the Sun, ahora era Albert Tyburn, un héroe de guerra e inspector de Scotland Yard. Tyburn enlodaba su brillante hoja de servicio al arrestar a un sospechoso de estar asesinando niños en el East End. El hombre es demasiado importante y dejado en libertad. El exasperado Tyburn lo sigue, encuentra en el acto del crimen y lo mata.
Scotland Yard
hace lo que hacían en el Imperio, exilia a Tyburn a Kenia. Allá se encuentra
bajo las órdenes del estirado y esnob Comandante Burkitt que es muy servil con
los mandamases de la comunidad británica, muy racista con los nativos, y no
soporta las infracciones del reglamento que su nuevo subalterno cometerá a cada
rato.
Valentine y Burkitt
Tyburn tiene como
ayudantes a Valentine, un policía de buena familia que sirve de puente entre Burkitt
y el nuevo inspector; El Cabo Kerime que sirve de liaison entre la policía y
las tribus nativas y el Subinspector Singh , un hindú. Además, está el Dr. Miller,
despreciado por la arrogante comunidad de Happy Valley por ser judío. La serie
es tremendamente diversa, incluyendo a Chico Deville, un miembro de la
comunidad británica que solo en Kenia puede ser abiertamente gay.
Chico es otro
ejemplo del Protectorado como refugio de parias. Tenemos a una pareja de
lesbianas interpretadas por Diana Quick (Brideshead Revisited) y Sandy
McDade (Lark Rise to Candleford) que fingen ser hermanas y tenemos a Hugh
Bonneville (Downton Abbey), un desertor de la Gran Guerra que finge ser
misionero. Tyburn es el exiliado más importante, uno que busca establecer una
semblanza de justicia que abarque a todas las etnias que habitan en el Protectorado.
Agreguémosle a
este estupendo coctel, levantamientos nativos, un médico brujo, una aviadora, tipo
Beryl Markham, que se enamora de Tyburn y hasta que el primer crimen se lo
adjudiquen a un inocente león, Con todo eso se combina en estos tres episodios
(de hora y media cada uno) la esencia de
la Keniamanía. No fue suficiente y Heat of the Sun quedó cancelada y olvidada.
La Reina Busca
Refugio en Kenia
El cuarto de
siglo que llevamos habitando este Tercer Milenio ha tenido algún que otro
resurgimiento de Kenia en la cultura popular. En Mean Girls (la original
e inigualable) Lindsay Lohan es una inocente que debe sobrevivir en la jungla
de una secundaria estadounidense después de haberse criado en Kenia por unos
padres antropólogos que son como los Adamson de Born Free.
En The Crown,
se utilizó Kenia como un último refugio para Elizabeth Mountbatten. Un lugar
para vivir libremente antes de ceñir la pesada corona. Estupendas las escenas
en que la futura monarca aprovecha un viaje oficial al Protectorado para una
segunda luna de miel.
A pesar del
ataque de un elefante, que evidencia la devoción de Felipe por su esposa, vemos
a la pareja liberarse, comer con los dedos, hacer el amor en una casa en un
árbol, y el Duque le enseña a un pequeño africano a conducir. Todo acaba
bruscamente con la muerte del Rey Jorge y el advenimiento de una nueva reina.
Entre Hitler y
Kenia
Una década antes
de The Crown, dos filmes galardonados ayudaron a dar una imagen menos
placentera de Kenia. En el 2001, el cine alemán adaptó las memorias de Stefanie
Zweig. Nowhere in Africa―como se la llamó en inglés― es
vista desde la perspectiva de la protagonista, pero se enfoca en sus padres
principalmente en Jettel, la madre, interpretada por Juliane Kohler qué pronto
se haría famosa como Eva Brown en La caída (Der Untertang).
Su esposo es
encarnado por mi querido Merab Ninidze que me ha hecho llorar en McMafia y en The Courier. Ahora veo que era guapetón
de joven. Su Walter Redlich es un ejemplo de lo que sufren los refugiados
políticos de clases altas al tener que cumplir con trabajos míniales en los
países que les dan refugio. El abogado descubre que no sabe nada de trabajo de
campo, es humillado por su patrón inglés, y enferma. Sus únicos apoyos son Owor,
el generoso cocinero kikuyu, y Susskind, otro refugiado judío alemán.
Entretanto, en
Silesia, Jettel titubea ante ese viaje a lo desconocido. A pesar de que su
marido perdió su permiso para practicar su profesión y que el hotel de sus
suegros ha sido requisado por los Nazis, Jettel sigue creyendo que Hitler es un
fenómeno pasajero y que los alemanes no permitirán que destruya a los judíos.
Mas adelante, el jefe de la comunidad judía de Kenia les reprochará esa actitud
complaciente e ingenua, compartida por muchos judíos germanos.
Finalmente,
Regina y su madre emprenden el viaje. Walter ha suplicado a su mujer que gaste
sus últimos ahorros en un refrigerador, un lujo en la zona donde vivirán. La
frívola mujer se gasta el dinero en loza de Sajonia y vestidos de baile, que más
tarde solo podrá lucir en fiestas tribales. El choque cultural es atroz para
Jettel, incluso el tener que aceptar su condición de judía. Regina nos cuenta
que es Susskind quien les enseña a celebrar el Sabbath.
Para Regina esta
nueva tierra está llena de sorpresas prodigiosas, hace amistad con los niños
nativos, tiene un perro y, como Elspeth Huxley medio siglo antes, descubre un
mentor entre los kIkuyu. Para su madre nada de eso es posible, vive de pataleta
en pataleta, su matrimonio le importa poco y finalmente exige retornar a
Alemania. Es ahí cuando, su esposo debe decirle que desde Kristalnacht no ha
tenido comunicación con su familia. Regresar a Silesia ya no es una opción.
Las cosas
empeoran cuando estalla la guerra, Los Zweig como otros alemanes, judíos y
arios, son arrestados y encarcelados. Los hombres son llevados a un campo de
detención parecido al de los prisioneros de guerra. En cambio, las mujeres y
los niños son llevados al mejor hotel de Nairobi. A pesar del tratamiento VIP,
para los judíos el contacto con alemanes que pueden ser nazis, la incertidumbre
del encierro y separación de los hombres, amargan su día a día.
Cuando la comunidad judía de Nairobi se niega a ayudarlos, Jettel toma una decisión desesperada., Seduce a un oficial ingles que procura la liberación de toda su familia y le consigue a Walter un empleo a cargo de una granja donde las condiciones son mejores que en la anterior. Hasta allá los sigue el fiel Owor y el perro de Regina. Jettel comienza a aclimatarse, aunque pronto queda sola.
Regina y OworSu marido se
enlista en el Ejército Británico y Regina parte a un internado en Nairobi. Allá
pronto atrae el interés positivo de su director que la ve inteligente y
aplicada en sus estudios. En la granja, Jettel encuentra consuelo en un trabajo
que le da otra identidad y oportunidad de probar sus méritos. Nuevamente, Kenia
sirve de refugio para los perseguidos, los sin hogar, los que nadie quiere en
Europa.
El Jardinero
Fiel
En un lugar de
África tuvo mucho éxito y
ganó el Oscar como Mejor Filme Extranjero del 2001. Ese año John Le Carre
describiría un grisáceo retrato de la sociedad africana que aun en el Siglo XXI
sigue siendo explotada y dañada por el poder blanco. The Constant Gardener
fue un superventas y rápidamente se lo llevó a la pantalla grande.
Justin Quayle
(Ralph Fiennes) tiene un cargo diplomático menor en Kenia. Es un hombre
tranquilo, sin ambiciones, cuyo mayor placer es atender sus plantas. Su
tranquilidad se ve interrumpida con la noticia de que Tessa, su esposa, ha sido
asesinada en circunstancias brutales. El matrimonio ha estado pasando problemas
desde la muerte de su hijo recién nacido y debido a las militancias de Tessa.
Periodista y representante de Amnistía Internacional, Tessa despreciaba el
trabajo de Justin considerándolo como una extensión del imperialismo británico.
La policía
dictamina que Tessa fue violada y quemada viva por maleantes cuando estaba en
el proceso de huir del país en compañía de su amante, un médico belga. A pesar
de que esa era la historia oficial, los amigos de Tessa cuentan otra historia.
El medico belga era gay, él y Tessa estaban involucrados en una investigación
que vinculaba una enfermedad mortal de niños nativos con una compañía
farmacéutica suiza.
A pesar de las
advertencias de sus superiores, Justine se mete de lleno en una investigación
que demuestra que Tessa fue asesinada por órdenes de esa farmacéutica que ha estado
usando a los pequeños keniatas de conejillos de India. Este excelente filme que
ameritó muchos galardones incluyendo, un Oscar y un Globo de Oro para Rachel
Weisz, debe ser visto para ser apreciado. Para los efectos de esta nota es un ejemplo
de la desmitificación de Kenia como un paraíso exótico donde los blancos podían
vivir sus excentricidades.
Taylor
Sheridan Resucita la Keniamanía
Pensábamos que
ese sería el fin de la Keniamanía, pero muy recientemente y en un género
bastante alejado de las aventuras escapistas, Kenia resurgió con todos esos clichés
que creíamos sepultados. En 1923, Taylor Sheridan inserta una subtrama
que más se asemeja a un bodice-ripper que al rudo western al que nos tiene
acostumbrado.
Spencer, el hijo menor de James y Margaret Dutton, ha
ido a pelear a la Gran Guerra. El trauma bélico lo imposibilita de retornar a
Montana y al medio ambiente que conoce. Como muchos, busca refugio en África poniendo sus dotes de
tirador al servicio del Protectorado. Es que los leones siguen dando guerra en
Kenia y vemos a uno zampándose a una turista que cometió el error de orinar en
un descampado.
Spencer mata a
los leones, pero en el proceso muere su guía masái y él es herido.
Recuperándose en Nairobi, la vida de Spencer cambia en el bar de posiblemente
el Hotel Norfolk. Es ahí que el cazador conoce a Alexandra “Alex”, Condesa de
Sussex. Es amor a primera vista. Alex abandona a su familia, sus amigos, su
prometido y su mundo privilegiado para seguir al cazador por selvas llenas de
animales feroces.
En este romance,
tenemos todos los elementos que forman parte de la realidad y de la ficción
escrita sobre Kenia en Los Locos 20: el soldado traumatizado que busca refugio
y redención en un punto remoto de África; el cazador blanco convertido en ídolo
pop; la aristócrata desinhibida en busca de aventuras románticas y hasta la
realeza británica, puesto que, en la última entrega de 1923, descubrimos
que el novio que Alex dejara atrás era un príncipe, hijo de Jorge V.
¿Fue esta una
excentricidad de Taylor Sheridan o una puerta abierta para seguir evadiendo la
realidad con un escape a un paraíso perdido llamado Kenia? El tiempo lo dirá.
BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
Adamson, Joy. Born
Free (traducida como Nacida libre)
Barnes, Juliet.
Ghosts of Happy Valley (traducida como Los fantasmas de Happy
Valley)
Benuzzi, Felice. No Picnic at Mount Kenya. (traducida como Evasión en el Monte
Kenia)
Best, Nicholas. Happy Valley: The Life
of the British in Kenya
Blixen, Karen Out
of Africa (traducida como Memorias de África)
Dinesen, Isak.
Letters from Africa 1914-1931 (traducida como Cartas de África)
Fox, James. White Mischief.
Hemingway, Ernest. The Snows of Kilimanjaro and other
Stories (traducida como Las nieves del Kilimanjaro)
Huxley, Elspeth. The Flame Tress of Thika
(traducida como Los flamboyanes de Thika)
Kessel, Joseph. The Lion
Lovell, Mary S. Straight on till Morning: The
Briography of Beryl Markham
Markham, Beryl. West
with the Night (traducida como Al oeste con la noche).
Patterson, John
Henry. The Man-Eaters of Tsavo (traducida como Los
devoradores de hombres de Tsavo)
Spicer, Paul The Temptress: The Scandalous Life of
Alice, Countess of Janze.
Zweig, Stephanie.
Nowhere in Africa (Traducida como En un lugar de África)