Un poco antes de
comenzar la Segunda Temporada de World on Fire, vi de nuevo la primera.
Volvieron a aplastarme sus falsedades y errores, sobre todo en lo concerniente
a Polonia. Por suerte en estos días, he podido ver una excelente serie polaca, Wojenne
dziewczyny que en inglés se llama War Girls o Wartime Girls (Guerreras
en español) y que repara todos esos
yerros. Se las recomiendo como punto de comparación.
Uno de mis regalos
de cumpleaños fue una suscripción mensual a una plataforma llamada Chaiflicks.
Aunque su especialidad es el streaming de cine, televisión y documentales
israelíes, también incluye en su biblioteca series europeas sobre la Segunda
Guerra Mundial. Creo que esa fue la gran razón por la que solicité el regalo.
Es el único
servicio en la Unión Americana que ofrece esta serie que, aun siendo drama de
época , (por lo tanto, más costoso), ha alcanzado cinco temporadas. Debe tener
algo bueno para que incluso le hayan puesto subtítulos para pasarla en España.
Yo diría que su mayor mérito es que , a pesar de tratarse de una serie
femenina, su retrato se acerca a la brutal realidad que vivió la nación polaca
entre 1939 y 1945.
Una Ladrona,
Una Enfermera y una Judía
Comenzamos con un prólogo en septiembre de 1939. Marysia Joachim ( Alexandra Pisula de Krol) una violinista de buena familia ve como su vida se da vuelta al llegar los alemanes a Lodz y al perder su padre su fortuna solo por ser judío.
Pasamos a Varsovia, los bombardeos alemanes encuentran a la ladronzuela Ewka (Vanessa Aleksander) en la cárcel y a la enfermerita Irena “Irka ” (Marta Mazurek) atendiendo heridos. Después que las bombas acaban con el hospital donde trabaja, Irka se las arregla para retornar a su casona en las afueras de Varsovia. El padre, hermano y novio de Irka están en el ejército.
Saltamos dos años
al verano de 1941. En Lodz la familia de Marysia es internada en el ghetto.
Ella consigue huir a Varsovia donde espera encontrarse con un colega de su
padre que es custodio de la fortuna de su familia. Se lleva un chasco. El nervioso
abogado le dice que el dinero está invertido en Zúrich y no puede ir a
buscarlo. Cuando Marysia lo acusa de robo, el abogado la expulsa de su casa,
tras regresarle una cantidad misera (equivalente a $200)
Marysia decide
regresar a Lodz. Está tan cansada que se queda dormida en un banco de la
estación. Aparece Ewka, anda libre y sigue robando. Un mirada a la judía soñolienta
y Ewka nota que es presa fácil. Se acerca y le abre el bolso, robándole el dinero. Un guardia alemán
encuentra que Marysia tiene cara de judía.
La despierta exigiéndole sus documentos, nota que son falsos y se dispone a arrestarla.
Ewka, apiadada, y
en un acto bien inverosímil le quita el arma. En una estación llena de gente,
las muchachas secuestran al alemán, lo llevan a un baño, lo dejan ahí maniatado y amordazado y nadie
las detiene. Hasta el fin de la temporada, hasta el fin de la serie, nunca más se mencionó esta maniobra que en la
vida real suscitaría una investigación y una represalia. No se preocupen por
esta falla, que una de las virtudes de la serie es que va aumentando su
crescendo hasta sacar a las protagonistas de su zona de confort exponiéndolas a
la brutalidad nazi.
Entretanto, Ewka
decide llevar a Marysia a pie hasta su pueblo. La ladrona tiene un familia disfuncional
con el padre preso por robo y una madre que más o menos parece haber instalado
una taberna para malvivientes en su cocina. Ewka esconde a Marysia en su granero
y se marcha a casa de sus vecinos, los Szczesny, la familia de Irka.
Desde su infancia
que Ewka ha sido protegida por sus vecinos (su madre era su criada) que
desconocen su prontuario criminal. El padre de Irka es prisionero. Su novio Kamil
está desaparecido, solo su hermano Witek ha regresado del frente. Sin la
empresa del padre, la madre ha instalado una tintorería en su casa. Witek está con la resistencia, pero sus parientes no
saben de sus actividades puesto que él no desea involucrarlas.
Como han cerrado
universidades y escuelas, Irka sigue estudiando química en una escuela clandestina
en casa de uno de sus ex catedráticos, pero desea luchar, como su hermano, contra
el invasor. Ewka le ofrece esa oportunidad proponiéndole que le dé albergue a Marysia.
El Peligro de
los Volksdeutrche
Antes de eso, Domaraszek
un volksdeutsche (polaco de origen alemán) encuentra a Marysia. Le ve
cara de judía e intenta violarla. Como tiene el arma que le quitaron al alemán,
Marysia le dispara a quemarropa. Creyéndolo muerto, Ewka y Marysia lo arrojan
al Vístula. Domaraszek no está muerto, sale
del agua, y ya desde el hospital exige venganza. . Así vemos las represalias
germanas, incluso cuando no se trata de
un soldado, ni siquiera de un alemán. La
SS arresta a la madre de Ewka y a sus vecinos y los lleva a la temida prisión
de Pawiak.
Irka solicita la
ayuda de su hermano. Le recuerda que su grupo ha sacado gente de Pawiak. Witek
tiene dudas. Han sacado personas importantes, pero ante las suplicas de Ewka y
de Irka acepta hablar con una guardia. Esta exige una fuerte cantidad. A las chicas
se les ocurre asaltar la casa de Domaraszcek, aprovechando que el volksdeutsche
está en el hospital, y consiguen una fuerte cantidad, pero al salir son
sorprendidas por la Gestapo que arresta a Irka.
Cambia la
situación. Es arriesgado sacar a más de una persona de Pawiak. Obviamente, Witek
privilegia la huida de su hermana. Desesperada, Ewka va en busa de su ex amante.
Azur ahora trabaja en la embajada española, pero conserva sus vínculos con el
bajo mundo. Las chicas descubren que hay un SS llamado Burkhe en Pawiak que, por dinero, sacará a las prisioneras.
Entretanto, Irka
comparte celda con una resistente que está siendo brutamente torturada. Antes
de morir, suplica a Irka que vengue su muerte. El culpable fue un delator volksdeutsche
llamado Sommer.
Sin consultar con
Witek, las chicas hacen un arreglo con
una guardia que les comunica donde Burkhe (el SS corrupto) entregará a las
prisioneras. Ese encuentro es un desastre.
Descontento con la cantidad entregada, el alemán mata a la madre de Ewka. En la tumba
de la difunta, las amigas hacen un juramento de vengar su muerte.
Las chicas
quieren unirse al grupo de resistencia de Witek, pero él tiene dudas, y tiene
razón. Durante el entrenamiento se revela que, aparte de Marysia, ninguna es muy buena para
disparar, son contestatarias y desobedientes. Ese será un leitmotiv de la serie.
El trio opera dentro de una organización, pero también de manera independiente
y por causas personales. Incluso cuando reciben ordenes las cuestionan y hacen
las cosas a su manera lo que trae trágicos resultados. Aquí me detengo para
comentar como este retrato de resistentes femeninas polacas difiere del presentado
en World on Fire .
Kasia, La Sicaria
Uno de los muchos
arcos de este relato de la BBC sitúa al protagonista, Harry (Jonah Hauer-King)en
Varsovia donde funge como traductor en la embajada británica. Harry se enamora
de una camarerita polaca llamada Kasia con la que se casa. Harry y su cuñadito
Jan logran huir a Inglaterra, pero Kasia decide quedarse atrás a cuidar de una
familia que cada vez es más reducida.
El padre de Kasia
muere en Danzig, a la madre la mata un alemán que se siente insultado por ella,
Gregosz, el hermano mayor, logra llegar
a Dunquerque (nunca sabemos cómo) y arribar a las costas británicas. Kasia
pierde su casa, pero conserva su empleo sirviendo a soldados alemanes en una
taberna, Conoce a un chico judío, Tomasz, quien la pone en contacto con un
grupo clandestino y ahí es donde la trama se vuelve inconcebible.
Una de las muchas
fallas de World on Fire es que juega descaradamente con la cronología
sobre todo en el arco de Kasia . Viéndola una segunda vez me doy cuenta de que los
hechos descritos ocurren entre agosto-septiembre de 1939 y septiembre 1940. En
ese espacio de tiempo han acumulado situaciones que ocurrieron en Polonia a partir
de 1941-1942. Para empezar, como dije en mi reseña de WOF, la resistencia armada polaca (Armija Krajowa) no llegó a conformarse sino en 1942.
Sin embargo,
desde la invasión germana se habían alzado en el país—tanto en zonas rurales como
urbanas— grupos paramilitares. Se diferenciaban por ideologías políticas que iban
desde comunistas hasta la Falanga (que vimos en Krol) de extrema
derecha. La unificación de estos movimientos en la AK dejó afuera a los
extremistas. No todos los grupos resistentes eran buenos. Guerreras
tiene la honestidad de mostrárnoslo. En la primera temporada, Irka es enviada a
una zona rural donde un tal “Capitán” Knyst mantiene aterrorizada a la
población local con su bandidaje que incluye robo, violaciones y la ejecución
de cualquiera que se le oponga.
Miembros de la AK en uniforme
La Ejecución
de Rehenes
Es posible que
Kasia y Tomasz pertenezcan a uno de esos primeros grupos resistentes. Lo
extraño es que ese grupo parece vivir para un solo propósito, matar soldados
alemanes a los que ni siquiera conocen. El método es siempre el mismo, . Kasia
escoge un parroquiano del restaurante donde trabaja, lo lleva a un callejón y ahí
o lo mata ella o lo mata Tomasz. En cada episodio tenemos una viñeta donde
Kasia elimina a un alemán. Algo totalmente absurdo. Si Kasia hubiese matado
media docena de soldados, los alemanes
hubiesen exterminado a toda la población de Varsovia.
En su reseña en Contando Estrelas, Elentir ha
mencionado que Guerreras nos habla de algo de lo que no se sabe mucho.
Durante la ocupación alemana en Europa por cada soldado muerto o acto de sabotaje,
se fusilaba una cantidad grande de rehenes. lo vemos en el tercer episodio de
Un VIllage Francaise que solo por un cable de telégrafo cortado
los alemanes ya exigen una lista de rehenes para fusilar. En la vida real hubo
terribles matanza como la Masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma en 1943 y el
exterminio de todo el pueblo checo de Lídice (1942) como venganza por la
ejecución de Reinhard Heydrich que vimos en Bohema.
En War Girls
hay tanta conciencia de las terribles represalias germanas, que solo se elimina
a traidores muy peligrosos y tras previo juicio. Así ocurrió en la vida real,
de esa manera se evitaban ejecuciones innecesarias. Las Guerreras desobedientes
insisten en vengar a sus muertos sin el permiso de sus jefes. Si bien Irka tiene
la oportunidad, sancionada por la AK, de ejecutar a Sommer, el volksdeutsche delator, Marysia no lo tiene para matar a Domaraszek ,
rompiéndole la cabeza con una muleta, ni
Ewka para vengar la muerte de su madre, pero ambos asesinatos traen tremendas
represalias. Por cada alemán muerto se elimina a veinte rehenes.
Para evitar estas
ejecuciones impromptu, los resistentes en la vida real no portaban armas. Estas
eran guardadas en un galpón y cuando se iba a necesitarlas las retiraban previo
recibo firmado. Al descubrir que Marysia carga el revolver de Domaraszek, Witek
le ordena entregárselo. Las chicas deben acudir a una estratagema de robárselo
a un oficial del Wehrmacht, lo que pondrá a Marysia en un conato del famoso modelo Romeo y Julieta en el Tercer Reich.
Entonces esa
imagen de Kasia en World on Fire es totalmente falsa. hubiese sido
imposible que anduviese armada todo el tiempo, que se convirtiese en excelente tiradora
sin entrenamiento, que siguiese trabajando en una taberna donde sus clientes
aparecían muertos en callejones y sin que los alemanes sospecharan de ella. Las
aventuras de Kasia son caricaturescas. No sabemos dónde vive, donde se baña,
pero siempre conserva el mismo empleo donde esperamos les darán alguna taza de
caldo por lo menos. En Guerreras, las chicas sobreviven gracias a que
cambian constantemente de domicilio, empleo, hasta de nombre.
Varsovia Bajo la Ocupación
Lo triste del
chapucero retrato de la nación mártir de Polonia en la serie de la BBC es que
no cuenta ni lo que sucedió ni lo que hacia la Resistencia. Nos queda una
imagen Noir de ciudad apocalíptica por donde Kasia vaga matando gente a diestra
y siniestra.
World on Fire no nos cuenta que, en el primer año de
ocupación, Alemania incorporó al Reich, la cuarta parte del territorio polaco,
expulsando a los habitantes que no fuesen de origen germano/ario. Cuando
Marysia llega a Varsovia el abogado de su padre le dice que no puede darle alojo,
puesto que tiene hospedada a toda su familia de refugiados de Poznan.
Tampoco habla World
on Fire de la destrucción de las instituciones polacas. Los invasores
cerraron la prensa, destruyeron el sistema judicial imponiendo el propio, y clausuraron todas las academias,
universidades e institutos de educación superior. De hecho, se fusiló o internó
en campos de concentración a académicos, catedráticos y docentes. Solo quedaron
funcionando las escuelas primarias.
En Guerreras
vemos como Irka continua sus estudios con un grupo en cursos privados que dicta
un catedrático dese su casa. Vemos funcionar las cortes de la resistencia,
cuando el trio es juzgado por insubordinación y se le priva de armas y de
participar en operativos por un tiempo. Y vemos el aparato de propaganda cuando
utilizan las últimas palabras del Teniente Hessler “Me avergüenzo de ser alemán”
para unas octavillas que reparten entre la población.
El final de la
primera de las cinco temporadas tiene a las muchachas en grave peligro: Irka ha
sido herida; Ewka tiene una costilla rota por una caída de un camión que la
llevaba no se sabe si al paredón o a algún campo de prisioneros; Marysia, que anda atrapada entre sus ingratos parientes
a los que ha podido sacar del ghetto y las trampas que le tiende Margarethe von
Losein—hermana de una de las víctimas de la violinista— ha sido arrestada.
Tenemos al trio
en peligro constante. Viven en un mundo difícil en donde sus acciones tienen
consecuencias funestas para ellas y para los demás. Algo que no se siente en World
on Fire. En una ocasión Kasia ve a un minúsculo grupo de personas ser
fusilado. Visita a la familia de una de las víctimas, se echa a llorar y pide
perdón. No explica el motivo. El público tampoco puede hacer ningún tipo de
asociación entre sus lágrimas y sus actividades de sicaria.
En el final de la
Primera Temporada, Kasia y Tomasz son arrestados. A él lo ahorcan. A ella ni la
interrogan ni torturan, pero la llevan al cadalso. Solo que… como si fuera la Esmeralda
del Jorobado de Notre Dame, es rescatada por la resistencia que en un periquete
la tiene en el campo lista para caer en brazos de Harry que ha llegado volando
en una época en que ningún inglés se aventuraría tan lejos.
Guerreras le gana en todo a World on Fire.
Mejores actores, más guapos, las chicas lucen preciosos, aunque sencillos
vestidos. Si la BBC y Mammoth han creado una Varsovia oscura, derruida y
misera, en Wartime Girls tenemos un mundo iluminado, si con muchos edificios
bombardeados, pero nos da una idea de una sociedad viva y dinámica, con restaurantes
con orquesta, casinos, cafés con pastelería fina y hoteles de lujo. Las Guerreras
encuentran refugio en elegantes casas de campo, una casona cuyos dueños judíos
fueron expulsados, y hasta un burdel.
La imagen de Varsovia
y Polonia es la de una sociedad que sobrevive y gente, aunque sean alemanes o
sus esbirros, que celebra estar viva. Eso la hace sentirse genuina, tal como el
trasfondo y paisaje. ¿Será porque War Girls ha sido filmada en los
antiguos barrios varsovianos que sobrevivieron la destrucción de 1944 al igual
que en la zona histórica de Lublin? En cambio,
la ciudad de World on Fire es un producto de CGI poblado por personajes fantasmagóricos.
Cuando en el
final de la Segunda Temporada, Kasia retorna a Polonia, nos preguntamos que planeará hacer. ¿Seguir matando
gente? Porque nunca la hemos visto involucrarse en otras actividades en las que
participan las Guerreras como pequeñas acciones de sabotaje, esconder niños
judíos y recaudar inteligencia. De todos modos, no creo que tengamos World
on Fire muy pronto. Por eso si quieren ver un buen retrato de la vida cotidiana
en la Varsovia ocupada o de las actividades de la resistencia polaca, vean War
Girls que en España puede verse por Filmin y Cosmo.
Contenido
Violento o Gory: A medida
que pasa el tiempo, los riesgos que corre el trio de resistentes las colocan
cada vez más en situaciones peligrosas. Vemos ejecuciones, gente herida, dos de ellas son torturadas y otra
muere en la Cuarta Temporada, pero es mucho menos gráfica que las series bélicas
angloparlantes.
Situaciones Sexuales
y Desnudos: Hay un par de
escenas sexuales, pero ningún desnudo.
Factor Feminista: La sinergia de este trio tan dispar muestra que, en una nación sometida, las mujeres pueden encontrar su voz y su lucha aun desobedeciendo órdenes. Sin embargo, la serie es clarísima, quien desobedece las reglas entra en terreno peligroso y paga un precio. Con los nazis no se juega. Vemos que ni los hábitos impiden a la SS arrestar monjitas que protegen niños judíos. Divertido es que la Némesis de las War Girls sea una mujer. Margarethe von Losentein es un poco caricaturesca con su boquilla y cigarrillo y ese disfraz de Marlene Dietrich en Morocco, pero es una agente de la Abwehr que le vive pisando los talones al trio, un poco por deber y otro por venganza personal ya que las acusa de provocar el suicidio de su hermano.
Volviendo a las Guerreras hay un gran énfasis en su feminidad en su sensibilidad y sexto sentidos femeninos; sus instintos maternales y su capacidad para amar a hombres que caen en la lucha y deben ser reemplazados. Por otro lado, encuentro veridico que, en sus peleas, Marysia e Irka le recuerden a Ewka su pasado delictivo y ella se defienda llamando a una “judía “y a la otra “santurrona”.
Factor
Diversidad: Hay muchos
grupos que vemos en esta serie. Los mismos resistentes están divididos entre
leales soldados, las díscolas Guerreras y oportunistas como Klynt que buscan
aprovecharse de su poder sobre los ya muy maltratados campesinos. Los enemigos
de las Guerreras van más allá de Abwehr, Gestapo, SS y Wehrmacht, incluyen
criminales que roban a los judíos como el abogado socio del padre de los Joachim,o
vulgares chantajistas como el polaco que
delata a unas monjitas que albergan niños judíos y que se niegan a pagar por su
silencio
Un grupo
importante lo componen los Volksdeutsche, polacos de origen alemán. Una de las “razones”
que Hitler esgrimió para invadir Checoslovaquia y Polonia fue que había que
defender a estas poblaciones que eran maltratadas por los eslavos. Eso explica
la posición privilegiada que ocupan en Guerreras, y como se dedican a
robar, abusar, delatar y extorsionar a la población polaca y judía en la serie.
Por otro lado, el
Teniente Franz Hessler explica su sensibilidad hacia el sufrimiento de los
polacos con que su abuela era kashubiana (miembro de una etnia eslava residente
en la Prusia Oriental). Aunque Guerreras puede parecerse a series de
tema similar como la inglesa Wish Me Luck o la rusa Espías, no demoniza a los alemanes.
En el caso de Dietrich, el patrón gay de Marysia, casi lo humaniza su diversidad que lo hace estar en peligro entre los homófobos nazis.
En cuanto a Margarethe, su hermana,
el vestirse de hombre no corresponde a una afirmación de género sino es una
manera de parecer masculina en un mundo de varones como lo es la Abwehr.
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