“Un inglese
italianato e un diávolo incarnato” recitaba el pedante Cecil (Sir Daniel
Day-Lewis) en A Room with a View. Lo cierto es que desde los días de
Byron que la Península Italiana ha ejercido una fascinación extraordinaria en
los flemáticos británicos, ¿pero qué sucede cuando la pasión mediterránea los
domina? Esa podría ser la tesis de Hotel Portofino donde una familia
inglesa, venida a menos, se instala en la costas de Liguria , esperando
prosperar como hoteleros. Siempre y cuando las hormonas y los fascistas se lo
permitan, porque, aunque traten de seguir siendo británicos, el clima los convierte en los diablitos del
dicho.
Un Romance Inglés
en la Riviera Italiana
Combinen Gran
Hotel con Downton Abbey. Denle el toque de glamour que Merchant&Ivory
les otorgaron a sus adaptaciones de las novelas de E.M. Foster y sitúen el
combinado en la época de Té con Mussolini y tendrán Hotel Portofino
que como su nombre indica es una oportunidad de ver los paisajes de la Riviera italiana
y viajar en el tiempo.
Basada en la
novela de J.P. O Connell, ha sido un
éxito en los países donde ha sido vista sea por BritBox o Sky. Se entiende, es bellísima desde el vestuario hasta el
reparto, todos muy estilo Locos 20. No
nos olvidemos del actor principal, el
paisaje y su coestrella la arquitectura. Si le agregamos los elementos cozy-genteel
del afternoon tea inglés, de cocteles en la terraza sobre el Tirreno (y
el Adriático que también filmaron en Dalmacia) , de playas que han hecho la
fama de este paraje italiano, no podemos
quejarnos de que el cuento no posea momentos de frenética acción o de la
carencia de profundidad de sus personajes.
Reitero es
Downton Abbey , es Abril Encantado, es A Room with a View, en
suma, es un romance ingles lleno de pasiones secretas que no despeinan a nadie.
Bella Ainsworth (Natasha McElhone) es la
esposa, madre y abuela que escandalizará a muchos abriendo un hotel “para
ingleses” en la Riviera Italiana. Es 1926, y para muchas personas de la clase
alta el que uno de sus miembros tenga un negocio es mal mirado.
Tomemos por
ejemplo a Cecil (Mark Umbers de Home Fires)marido de Bella, todo un
señor, que, sin embargo, llega borracho a casa, después de haberse jugado el
dinero de su mujer, y no tiene reparos
en hurtar de la cajita de suelto que hay en la cocina. Cecil está empeñado en
volver a ser rico, pero no trabajando . Esas son excentricidades que solo le
consiente a la esposa.
Un motivo para
instalarse en Portofino es alejar a los hijos de los Weinworth de sus amargas
experiencias en la Gran Guerra. Alice ha salido del conflicto bélico, viuda y
con una hija pequeña. Lucian, antes de la guerra soñaba con ser pintor y despuntaba
talento, pero en el campo de batalla abandonó sus ilusiones tras sufrir una
grave herida que ha dejado su espalda cubierta de cicatrices.
Para ayudarlo,
Bella abre la primera temporada de su hotel, invitando al Dr. Anish Sengupta
quien atendiera las heridas de Lucían, pero la presencia de “Nish” puede hacer
aflorar otros problemas en el pintor. El nuevo proyecto de Cecil es vender a su
hijo al mejor postor. Esto ha atraído a la huésped más importante del Hotel
Portofino. Julia Greenwood es una ex novia de Cecil, ahora viuda y dueña de una
gran fortuna. Cecil y ella pretenden casar a Rose (hija de Julia) con Lucían.
Personajes
Aburridos
Lucían acepta
cortejar a la heredera, entretanto se revuelca con Paola, la criada con rostro
de Madonna de Rafael y curvas de Fornarina. Paola es a única italiana en el “downstairs”
del hotel donde reina la inglesa Mrs. Scanlon cuyo hijo Billy es el botones.
Mrs. Scanlon además hace venir a
Constance, la hija de una antigua amiga, para que sea la nana de Lottie la hija de
Alice.
Paola
Bella , que ‘no
desperdicia mano de obra, pone a Constance a servir mesas. Cuando la
nana-camarera tiene problemas descifrando un menú escrito a mano y más encima
en italiano, Bella, en un derroche de
clasismo condescendiente, parte de la
base que la nueva criada es analfabeta. Manda a Lucian a alfabetizar a la nana.
Cuando la humillada Constance demuestra que sabe escribir y que además lee a Homero,
Lucian comienza a mirarla con nuevos ojos.
Veamos, Lucian se
revuelca con Paola, corteja a Rose, y suspira por la nana. Agreguémosle baños
en ropa interior a la luz de la luna con Nish…Este chico es demasiado diverso
para mi gusto. Lo triste es que todos sus líos románticos no sirven para hacer
la trama más excitante. Esa ha sido la mayor queja del público.
Tampoco lo son los otros huéspedes del Portofino. ¿Como puede ser interesante Lady Latchmere, aunque sea interpretada por Anna Chancellor, en la vida real nieta de un barón? ¿Una señora anticuada que se queja de los otros huéspedes mientras sufre de dispepsias que el Dr. Sengupta debe atender? ¿O su dama de compañía, Melissa de Vere? Melissa es una de esas sobrinas omnipresentes en la ficción inglesa que mientras se casan andan por el mundo siendo damas de compañías de parientas viejas, adineradas y gruñonas.
¿O el Conde Albani,
cuyo único mérito es ser el único italiano en la lista exclusiva de británicos
del Portofino? Cuando Julia se lo hace
notar a Bella esta lo explica con un “fue a Oxford” y “ama todo lo inglés” El
Conde tiene un sobrino que parece amar lo afroamericano.
La última adición
a la lista de invitados es Jeff, uno de esos millonarios yanquis con bolsillos
llenos de dinero que huele a mal habido, y que viene a Europa a gastarlo. Jeff viene en
compañía de su pareja, Claudine, una especie de Josephine Baker, que está huyendo del racismo hollywoodense y
que escandaliza al puritano hotel con sus paseos en traje de baño.
El primer episodio
se la pasa presentándonos a cada uno de estos personajes, pero ninguno (y a
pesar de los secretos que esconden) posee la profundidad suficiente para fascinarnos.
Acaba el episodio con un atisbo de misterio y conflicto. Bella, harta de un
marido inútil, se ha puesto a escribirle cartas de amor a un tal Henry, abogado
de su padre y un ex enamorado. Henry no le responde porque las cartas no llegan
nunca a su mano.
Se presenta una situación
típica de Italia—con o sin Mussolini— de empleados públicos
corruptos que están al acecho de un dinerillo extra. Signore Danoni es
uno de esos tipejos. Recibe las cartas sin ser cartero, las lee, y decide chantajear a Mrs. Ainsworth. De ahí
surge una situación irritante, pero inocua. Danoni hace amistad con Cecil y se
la pasa en el hotel, consigue que los tenderos no surtan al Portofino con
viandas, y otras pillerías para poner a Bella contra la pared. Sin embargo
nunca sentimos que Bella se sienta amenazada o realmente preocupada. ¿Después de
todo qué ha hecho de malo?
Ese es el
problema de la serie, que remata su
ausencia de conflicto con situaciones inexplicables. Cecil y Julia quieren que Lucian
se case con Rose. Esa es la razón por la cual Julia ha viajado hasta la Riviera
Italiana ¿Entonces como se explica que haga lo imposible por estorbar el
romance de su hija? Rose también parece un personaje ininteligible con su fobia
a los insectos, su susto al ver un langostino en su plato, y su desvanecimiento cuando se mancha la
blusa.
¿Por qué todo el
mundo se escandaliza al ver a Claudine en un traje de baño cuando otras
bañistas visten la misma prenda? ¿Por qué Lucien esta tan empeñado en darle el
gusto al padre casándose con Rose y sin embargo coquetea (y algo más) con hombres
y mujeres? Es como si los escritores se
hubiesen abocado a arcos incomprensibles y aburridos desperdiciando otros
personajes que podrían presentar mayores posibilidades.
Contenido Violento
o Gory: Los fascistas le
dan una paliza a un amigo de Billy, el botones. En el penúltimo episodio, Cecil
abofetea a su mujer.
Contenido Sexual
y Desnudos: Muchas
situaciones sexuales, pero nada que escandalice.
Contenido Feminista: No hay mensajes, a pesar de que Bella está
intentado manejar un negocio propio. Pero es un personaje tan bruto que nadie
lo podría verla como ejemplo. Una mujer sumisa aunque tiene la sartén por el
mango ya que todo el dinero de la familia
viene de su padre que consciente del mal marido que le ha tocado a la
hija, tomaría su partido si ella abandonara a Cecil. En cambio, Bella mantiene el
marido y todos sus vicios, le permite que decida sobre la vida de sus hijos y
su única rebeldía es escribir cartitas de colegiala a un ex enamorado
poniéndose en evidencia. Es un personaje ridículo. Con razón sus hijos son tan
inútiles.
Factor
Diversidad: Claudine es negra
y el Dr. Sengupta es hindú y gay. Un detalle curios, pero tristemente verídico,
es una conversación entre Danoni y el
Conde Albani en la que este ultimo habla de la superioridad de los ingleses
sobre los "superticiosos”italianos, sobre todo los del Sur. Sin llamarlo
racismo, es un clasismo que todavía perdura en Italia y que es una de las pocas
fallas de su gente.
Errores
Históricos
Hay algunos
errores históricos que se vale mencionar, aun cuando no culpo a la serie sino a
la novela. En 1926, Mussolini llevaba cuatro años de los 21 que duraría su
gobierno y estaba firmemente en el poder, A pesar del escándalo del asesinato
de Giacomo Matteoti, su gobierno no era combatido ni por una resistencia seria
ni por medios de comunicación u gobiernos extranjeros. En 1926, el gobierno fascista era respetado y bien
mirado. El Duce contaba entre sus admiradores a Winston Churchill, Franklin
Delano Roosevelt y hasta al Mahatma Gandhi.
La luna de miel
entre Mussolini y Occidente acabó en 1935 con la invasión a Abisinia. Antes, ni
el término “fascista” era usado de manera peyorativa. Su carga negativa
surgiría del auge del nazismo y de la Guerra Civil Española. Aunque si bien es
cierto que los squadristi, en pueblos y ciudades, andaban a palos con
comunistas, mendigos y otros seres vulnerables, nunca atacarían a gente de la clase media y
menos ingleses.
El turismo ,
sobre todo el inglés, era una fuente de ingresos para el gobierno. En los Años
20— lo dice la serie—Italia era un país barato y seguro para visitar
incluso para vivir. En Té con Mussolini, el Duce le dice a Dame Maggie
Smith que en Italia “inglés” y “turista” son sinónimos. Otra cosa más
bochornosa, cuando los escuadristas persiguen a Nish le gritan “negrito”. Eso
es español, ¿De cuando los fascistas se dirigen a los hindúes en castellano?
Curiosamente, los
italianos suelen volverse más racistas cuando viven en países racistas. En Los
20 no había realmente un prejuicio en contra de gente de color. Vale pensar que
en Sicilia (gracias un siglo de ocupación sarracena) la población siempre ha
sido más morena que en el resto de Italia. Como dueños de colonias africanas,
los italianos hubiesen reconocido que el Dr. Sengupta no era “negrito”. Por último,
recordemos que el himno no-oficial de la Guerra de Etiopía “Faccetta
Nera”(carita negra) es sobre la necesidad de liberar a las bellas (y de tez
oscura) etíopes de un yugo patriarcal.
Es una lástima
que la única fuente de conflicto en un cuento soporífero sea una situación
política que no existía en ese momento. Hotel Portofino ha sido vista en Gran
Bretaña y Estados Unidos y se espera pueda verse en el mundo hispanoparlante
este otoño.
For me, the main problem was that it did not really have any particularly likeable characters for us to connect with, just everyone in it is more or less boring, which probably has something to do not just with writing but also with the bland casting. They all seemed to me like dolls with no real feelings. The black lady was most unlikeable to me, there is something annoying in the actress. I did like Anna Chancelors character over the course of the episodes.
ResponderEliminarOh, and I much preferred Lorenzo Richelmy dad the count to Richelmy himself in the series :) The count was tres gorgeous and hot and deserves better than the snobby daughter of Natasha McElhone.
EliminarBland cast, undeveloped characters, script that goes nowhere. No wonder is such a drag. They think that having a Black woman, a Hindu doctor and a gay romance fulfills everybody’s expectations. The pandemic ate their brains.
EliminarLet’s start with Count Albani. A gentleman, handsome, elegant, rich, smart, the only one that can dialogue with fascists. The best character of the series, and this idiot woman turned him down. She should take a look at herself: late twenties, not a showstopper, penniless widow saddled with a daughter, and a sour face. Why does she think she can aspire to courtship from a younger good-looking idiot? She inherited her father’s meanness and her mother’ stupidity.
That whole family is hopeless. At least Cecil is a villain in residence, but he’s not endowed with brains. The painting’s theft would have gone wrong if Danoni wasn’t involved.
The servants are dull, except Constance, she is as infuriating as her boss. She should know better than to throw herself at a man who will only use her as he does Paola. She’s a servant, and damages goods to boot. Like Alice she doesn’t live in the real world.
I liked Lady Latchmere because she was played by a competent actress. Her niece was a nondescript. I didn’t mind Claudine, perhaps because I understood her. She’s been humiliated, bears a grudge and wants to help women to spare themselves some pain. Pretty similar to Julia, except that she wants to hurt other women, starting with her daughter. Now, Rose, another hieroglyph. Is she mentally impaired? I had a mother like her, I was like her at fourteen (not a eighteen, Rose’s age, that is when I finally got some agenda) but if I had a chance to marry a good looking dude , live in another country far from my mother, I would have done something, not faint because I stained my blouse.
Last but not the least, the gorgeous Hindu doctor. I wish they could have made Lucien gay and Nish the stallion of the house. The actor is adorable but totally wasted. In a country like Italy where nobody is ugly, they managed to find an ugly actor to play his lover.
And then there was so much unexplained. Cecil punched his wife for writing a love letter, but is that an affair? Does Henry reciprocate her feelings? Has he ever gotten a letter from Bella? What was that mysterious meeting between Claudine and the tennis player’s wife? I thought it was either to teach her how to look more alluring or some secret to get pregnant, but they make it look like it as a sexual assignation and why was Claudine bearing a gun?
I was shocked when she turned down count Albani, I'd be jumping all over him the very second he'd just look at me seductively or even remotely seductively LOL He is a treasure to be treasured and cherished and she is so bland, kill me if I know what he saw in her. And his son is not even that handsome as daddy is.
EliminarYes, Rose is another example of stunning stupidity. I totally did expect that Hindu and Lucien will have a merry little shag at some point, but alas.... Claudine got the gun from her husband or lover whatever he was, to protect the painting in the room, but the stupid wench went out to help that helpless idiot to make herself pretty for her tennis player hubby.
And Claudine acting all moral and better than thou eventhough she shagged with Richelmy in the sea.... what a sluttirella.... not that I blame her....
EliminarRoberto is not even Albani’s son. He’s just his nephew. Alice would get all the money for herself,. She’s so stupid, but everybody here is devoid of reason. See how they all fall apart on the account of leaflets. They are foreigners for Pete’s sake. The worst that could happen is deportation, meaning a quick end of their summer. Only Lady Latchmere and Constance knew what to do.
EliminarWell, Claudine is against men beating women not against women shagging men that are not their husbands. That is her moral highground.
I just realized that Claudine fits an outdated cliché. She is the Magic Negro, a stereotype highly despised and rejected by Black Intelligentsia. A Black character that helps white folks find their way. Her “sisterly” angle is also archaic. MeTooers are no longer part of a Sisterhood, they are protectresses of women of slender brains.
Can’t believe they are making a second season