Inspirada en los bestsellers
de Tony Hillerman, producida por un tal Robert Redford y Sir George R.R.
Martin, situada en el convulso 1971 en una reservación de nativos Navajos con
un elenco totalmente indio, y más encima
con brujas y otros toques sobrenaturales, se entiende que la nueva serie
policial de AMC tenga un rating de 8.0. en IMDB (bajó a 7.8 debido a un final
que dejó mucho que desear) . Aunque los puristas se quejen de que no se han
apegado al original, si no has leído la novelas de Hillerman y te interesa la
cultura Navajo, Dark Winds es una
serie imperdible que puedes encontrar .en AMC+ y Sundance Now con subtítulos en
castellano.
Los Navajo y
Los “Cara Pálida”
Aunque no era
nativo, Tony Hillerman se crió en comunidades mixtas de Oklahoma por lo que conocía
de cerca las etnias que deseaba retratar. En una época en que todavía no se
popularizaba el término “apropiación cultural”, fue “adoptado” por la Nación Dine. Así que hoy
él ya difunto Hillerman está más allá de reproche, no así esta adaptación que
ya recibe sablazos de quienes están descontentos con lo hecho por la cultura ‘”dominante”
( léase “WASP).
Lo cierto es que
todos los personajes importantes y la gran mayoría de los secundarios son
interpretados por gente de origen indio. Casi no hay blancos, para equilibrar tienen un personaje
afroamericano que es casi parte de la reservación. La serie ha sido filmada
cerca de Monument Valley, inmortalizado en los westerns de John Ford, pero aquí
no hay cabida para clichés hollywoodenses.
Cuando Jimmy Chee
visita a su jefe “High Pockets”, un corrupto y muy blanco agente del FBI, en un
diner este le muestra con orgullo las fotos de las estrellas de los western de
Ford que decoran los muros del restaurant y que una vez se hospedaron alló. . La pregunta del policía nativo es ”¿Dónde dormían los indios?”. ¿Qué indios?” pregunta su jefe sorprendido. Eso es lo que
intenta solucionar Dark Winds: la ausencia (y la visión distorsionada) del nativo en la narrativa y no solo la hollywoodense.
En cambio,
tenemos denuncias del abuso de los blancos, las esterilizaciones sin permiso
practicadas a las mujeres Navajo y la separación de los pequeños nativos de
familia y cultura para “civilizarlos” en internados religiosos. Vemos el poco
interés de la policía Angla en esclarecer una explosión que le costó la vida al
único hijo del protagonista, y oímos de
la Sociedad Búfalo, un grupo terrorista
de los 70 que quería vengar los abusos de los “cara pálida”.
Tres Crímenes
y un Vínculo Común
Todo esto forma
el trasfondo de la investigación de Joe Leaphorn , teniente de la policía
tribal, llamado a investigar un extraño
caso. En un cuarto de motel se encuentran dos cadáveres, y un solo testigo, una anciana ciega—más encima catatónica—
incapaz de identificar a los asesinos o explicar los hechos. Pero la situación
se complica puesto que la anciana es una curandera reconocidísima en la
comunidad Navajo. El muerto es su cliente. Estaban ahí en ese motel para
realizar un ritual que fue interrumpido inexplicablemente.
En la tina del baño
adyacente, Leaphorn encuentra el cadáver
vestido de la adolescente Ana. Además de nieta y ayudante de la curandera, Anna
era la novia del difunto hijo del policía. Leaphorn debe adentrarse en la
reservación para darle la noticia a los padres de Anna, gente con la que no se
ha hablado desde la muerte de Joe Jr. Leaphorn promete encontrar al asesino,
pero lo interrumpe la madre recordándole que a la policía blanca no le interesa
esclarecer el asesinato de indios.
De regreso a su
oficina, Leaphorn se encuentra una sorpresa no muy agradable. Le han enviado un ayudante, Jimmy Chee, veinteañero
graduado de Berkeley, con un traje azul lavanda que hace que la Sargento Bernadette
Manuelito (la deputy de Leaphorn) le suelte un “pareces Pat Boone”. Leaphorn no tiene tiempo para entrenar a un
niño bonito.
Debido a que los
asesinatos son considerados un crimen federal, caen en la jurisdicción del FBI.
Pronto un agente federal llamado Whitover, y apodado “High Pockets” hace acto
de aparición. Leaphorn lo conoce, no se simpatizan. El policía tribal es zorro
viejo, intuye algo, reafirmado por las cripticas palabras de la curandera ciega:
“nadie es lo que parece”. Leaphorn tiende
una trampa a Chee y este cae redondo. Es un agente federal que han infiltrado
en la policía nativa .
El FBI anda detrás
de un pez muy gordo. Hace unos días, asaltaron un camión blindado lleno de dinero.
El asalto fue perpetrado por un helicóptero en el que los enmascarados
asaltantes huyeron con el botín. Se les vio por última vez sobrevolando el
territorio Navajo, se cree que son nativos.
Leaphorn convence
a Chee de convertirse en doble agente. A cambio, él investigará lo del helicóptero.
La situación se complica cuando en el camino descubren el auto abandonado de
unos turistas de Utah. Se trata de una familia mormona que ha desaparecido.
Poco a poco, Leaphorn se irá dando cuenta que todos estos crímenes van conectados
y vinculados al meloso Padre Tso, un sacerdote nativo.
Brujas y
Curanderas
No puedo acabar sin
hablar de un tema fascinante: la magia. La serie es rica en tradiciones, vemos
funerales sin catafalco (como los judíos) y la deliciosa Kinalda, la ceremonia con la
que se celebra la primera menstruación de una niña, pero también tenemos ese
folclore oscuro y misterioso de los Navajos con monstruos y humanos capaces de
crear hechizos mortales.
El informe médico
determina que Anna murió literalmente de miedo. Su corazón se detuvo y un
mechón blanco apareció en su cabello debido a la presencia de algo horroroso
que la hizo ocultarse en el baño. El miedo que provoca lo oculto no es visto
como señal de ignorancia. Como dice Leaphorn, es un resabio de creencias ancestrales. Aun
él, un graduado de la Universidad de Arizona y criado en orfanatos católicos no
es inmune a esa fe animista que encuentra lo misterioso y lo mágico bajo cada
roca.
Podríamos
considerar a Bernadette Manuelito como el personaje femenino más importante de
este cuento. Es una excelente policía, rápida tanto en tomar decisiones como en
manejar armas. Su coraje se manifiesta en que no teme vivir sola en un rancho
en el desierto solo con la compañía de sus caballos. Sin embargo, Manuelito se
aterroriza al evitar el ataque de una bruja bona fide.
Ya lejos del
jacal de la hechicera Ada, Manuelito le pregunta a Jimmy Chee si porta un
“paquete medicinal”(el equivalente Navajo del gris gris). Cuando el sorprendido agente federal le
responde negativamente, la sargento agrega “a veces un paquete medicinal sirve
más en estos lados que un arma”.
La bruja continúa
importunando a la mujer policía. Una noche en que Manuelito atiende a sus
caballos, se le aparece la hechicera. Es tan fugaz esa aparición que no
llegamos a saber si Ada se encontraba ahí o se materializó o es una visión de
la autosugestionada Manuelito. Es lo fantástico de la serie, la ambigüedad con
la que trata los sucesos sobrenaturales dejando que el espectador saque sus
propias conclusiones como ocurre en el caso de Wanda.
Esta pintora
Navajo es cómplice de los ladrones/secuestradores, pero ellos notan que se está
acobardando y deciden darle un escarmiento. Primero la despojan de una traba de
cabello. Luego vemos a Ada enterrando el broche en el desierto. Acto seguido
una gigantesca araña viuda negra pica a la pintora dejándola al borde de la muerte.
¿Coincidencia?
Los poderes de
Ada se multiplican, infunde un sueño de pesadillas a Manuelito para poder liberar
a un preso. Finalmente hay un enfrentamiento entre ambas mujeres en la casa de
la bruja, en su “laboratorio” donde, aparte de torturar animalitos (esto si es
magia negra), mantiene frascos con
muestras de cabello de todos los que planea hechizar.
Contrasta la
bruja Ada con la curandera Margaret Cigaret que trabaja “lo bueno” y provee a
Manuelito de poderosas “medicinas”. También contrastan con el chaman que
conduce una ingesta de hongos alucinógenos durante la cual tiene una visión que
algo malo pasara en la mina. Efectivamente,
poco después ocurre la explosión en la que muere el hijo de Leaphorn. Hay artes
mágicas positivas y negativas, las ultimas son practicadas por las despreciadas
brujas.
Jimmy Chee le cuenta
a Manuelito que un despechado amante de su madre hizo correr el rumor de que
ella era bruja. Eso la obligó a abandonar la reservación en compañía de su
hijo. La serie logra mantener un equilibrio entre estas creencias y una
realidad en la que los nativos tienen derecho a mantenerlas como parte de una
identidad que el Hombre Blanco ha intentado sustraerles.
Tal vez lo más incómodo
de la serie es que los blancos son todos negativos. Aun las víctimas del
secuestro son presentadas de manera caricaturesca tal como es descrito el Devoto
Dan, el evangélico vendedor de carros usados, que es chantajeado por los
delincuentes indios. Será porque me apasiona la cultura Navajo, que por una vez
no me incomoda este velado racimo en reversa.
La serie ha
tenido bastante éxito, a pesar de que se ha desligado mucho de las novelas de
Hillerand. Bobby Redford, que se pasó más
de tres décadas intentando producir/financiar una serie de televisión basada en
la saga de Leaphorn, puede darse por
satisfecho.
Ya se ha
comisionado una segunda temporada y esperamos siga ofreciendo entretenimiento
de la misma calidad y con esa atmosfera que sigue un modelo muy setentero a
medio camino entre los filmes de Mr. Eastwood en esa década y de una serie de
televisión que trataba de policías (albeit blancos a Cade lo
interpretaba Glenn Ford) en la zona
rural de Nuevo México, llamada Cade’s
County. Mi hermano también le ha encontrado similitudes a Dark Winds
con la Fargo de los Hermanos Coen (filme y serie) con ese estilo muy
humano y con toques humorísticos que equilibran la oscuridad del crimen.
Contenido
Violento y Gory: La
violencia es omnipresente, pero no extrema. Lo más Gory son los cadáveres
podridos de animales, llenos de moscas, dentro y fuera del jacal de Ada.
Contenido
Sexual y Desnudos: 0
Contenido
Feminista: Nos queda
claro que, en el mundo de los Dine, hay igualdad entre los sexos. Lo vemos en
la relación de Leaphorn y su esposa, la enfermera Emma. Cuando ella lo ayuda en
su investigación, Leaphorn no tiene vergüenza de reconocerlo públicamente. Ese
mismo respeto y consideración aparece en la relación del policía y Manuelito.
Ella es una mujer muy segura de sí misma, tanto que no necesita gastar tiempo
en hombres que pretendan usarla y por eso no invita a ninguno de sus
cortejantes a su rancho. Cuando el bobo de Chee le dice que por ser tan cerrada
es que está sola, está perpetuando un machismo que no existe en su tribu.
Por último, no
podemos dejar de admirarnos de una cultura que celebra la primera menstruación
de una niña. Ojalá todas las culturas tuviesen un equivalente a la Kinalda.
Contrastan estas mujeres independientes, pero orgullosas de su feminidad, con la pobre Sally, hija de Ada, a quien su
madre ha tenido secuestrada toda su vida, privándola de ir a la escuela y
exponiéndola al abuso sexual.
Factor
Diversidad: Digamos que
el 80% de la serie es actuada por actores nativos que dan vida a Navajos. También
hay un afroamericano que maneja un almacén en la reservación y está casado con
la pintora Wanda.
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