Como ya saben
este otoño será un homenaje a las reinas de antaño. Por antimonárquicos que sean
los productores del momento, el Jubileo de Isabel II les habrá demostrado que en
la plebe siempre buscamos cuentos de hadas y de príncipes y reinas. De toda las
elegidas, la que ha generado más ficción es Isabel Wittelsbach, con dos
miniseries y un filme, lo que precipita una nueva ola de Sisimanía. Ya en otros blogs hablé de la Emperatriz Sisi, su verdadera historia, y como pasó a ser una leyenda y una
franquicia, pues la Sisimanía resurge en esta tercera década del Siglo XXI para
perpetuar un mito que esconde oscuras verdades.
El Retorno de
la Sisimanía
La primera
producción es la más cercana a la verdadera historia de Sisi. Se trata el filme
The Corsage que recoge una anécdota de la madurez de la emperatriz de
Austria. Llegados sus cuarenta años, Sisi, en la cúspide de su rol de icono de
elegancia, sabe que ya es una mujer madura y decide antes de perder su encanto,
hacer un viaje; reencontrarse con viejos
amigos y amores; y buscar un modo de
proteger y conservar su legado.
Esta producción
austro-germana ya fue presentada en Cannes donde le consiguió un premio a Vicky
Krieps. No es el único filme sobre la Emperatriz que verá este año. Hay otro
producción alemana titulada Yo y la Emperatriz donde la leyenda será narrada
desde la óptica de una de las damas de Sisi.
Estas películas
optan por mostrarnos a Sisi en su apogeo, en cambio las dos miniseries regresan
al cliché de la princesa lozana que roba el corazón de su primo en un primer
encuentro. Podemos decir que el mito Disney de los enamorados eternos continua.
Este mito ni se
acerca a lo que ocurrió en la vida real donde el único enamorado era Francisco José.
Su primita era demasiado joven e inexperta para poder interesarse en un
desconocido, por muy emperador que fuese. Sin embargo, su familia no iba a
desperdiciar una oportunidad como esa y empujó a Sisi a aceptar el compromiso,
ignorando que así labraba una desgracia.
Una Princesa Porfiada
y Calentona
Sisi puede verse por el canal Disney, dentro y
fuera de USA. He notado que las series austriacas tienden a tener mucho más contenido
sexual. que las alemanas, lo que es ya
mucho decir. En los casos de Freud, Hotel Sacher y Maria
Theresa, lo sexual es como un intento de opacar la falta de calidad de la
obra. En Sisi no se hace una excepción. Comenzamos con una escena de la
princesa bávara de quince años, en su
retiro rural masturbándose (WTF?).
Sisi es rebelde,
pero sus rebeldías, que siempre han sido
parte del imaginario popular, ahora
superan lo infantil. Está encaprichada con un maestro de equitación. En
represalia, porque se lo niegan,, acompaña a regañadientes a su madre y hermana
a Bad Ischl donde se espera que Helene “Nene” se comprometa con su primo
Francisco José (Jannik Schumann el simpático Otto de Charité at War).
Desde el
comienzo, Sisi sabotea este enlace. No se entiende bien la razón. Al parecer
solo busca llamar la atención, por ejemplo, presentándose ante su primo vestida
de negro, supuestamente enlutada por su amor trunco. Lo consigue y el emperador
se prenda de ella. Aun así, Francisco José se niega a comprometerse con la
prima pequeña. Sabiamente ve que un espíritu libre como el de Sisi solo sufrirá
en una corte tan estratificada y llena de reglas como la de los Habsburgo.
Sisi se
encapricha y, como es llevada de su idea
de manera casi compulsiva, hasta recluta a su tía la Emperatriz Ludovika para
que la ayude a conquistar al heredero. Sisi y FJ se casan, pero desde el primer
día comienzan los problemas. A la archiconocida lucha entre la nueva emperatriz
y el protocolo real, ahora se agrega una Sisi que vemos convertirse en abogada
de los pobres, inmiscuirse en las decisiones de su marido, y defender a los enemigos del imperio.
¿Como es posible
que una chicuela recién llegada del campo, se convierta en una poliglota consumada y
experta en geopolítica en solo unas semanas? Si bien es cierto que Sisi colapsó
(igual que Diana de Gales) ante las exigencias del manual de etiqueta de la
corte, también es cierto que tenía un don para aprender idiomas y que apoyó la
causa húngara. Todo eso ocurrió paulatinamente, no apenas recién casada.
Aunque me encanta
lo que han hecho con la Princesa Esterhazy, esta era húngara solo por
matrimonio y nunca complotó con su emperatriz para que esta apoyase al Conde Andrassy.
La serie adelanta tanto esta relación que FJ llega a sospechar que Gisela, su segunda hija, es producto del adulterio. Un absurdo total.
Nunca hubo sospecha sobre la paternidad de los hijos mayores de la pareja.
El rumor surgió
solo después del nacimiento de Maria Valeria, la menor, de quien se dijo era
hija de Goulya Andrassy. La razón fue que había un largo espacio de tiempo
entre el nacimiento de la benjamina y su hermano mayor el Príncipe Rodolfo. También
se rumoraba que el Emperador y su consorte no hacían vida marital.
Lo último es
cierto, pero Sisi para conseguir que su esposo crease un reino autónomo en el
país magyar, acepto volver a compartir cama con FJ. De ahí el nacimiento de
quien Sisi llamaría “mi princesita húngara”.
La primera temporada de Sisi acaba poco después del nacimiento de Gisela
así que no sabemos que irán a inventar con esto de sexualizar a quien hoy
llamaríamos una mujer asexual.
A diferencia de
otras versiones Sisi, se acerca a la
verdad al describir como el Emperador esperó un par de noches después de su
boda para consumar su unión. Las razones—según biógrafos de la real pareja— eran
la juventud e inexperiencia de Sisi que hacían que el esposo postergara la
intimidad conyugal hasta que hubiese más confianza entre ambos. En la serie nos
dicen que FJ, acostumbrado a tratar con
prostitutas, se cohíbe ante la “inocencia”
de su mujer.
Sisi decide
espiarlo y lo sigue hasta un burdel donde da rienda suelta a su voyerismo observándolo
en plena faena con una tal Fanny. Sisi contrata a la ramera para que le dé “lecciones”
y así satisfacer al emperador. No contenta con este ángulo que recuerda a
Daenerys Targaryen, Sisi se obsesiona con la tal Fanny y hasta la mete en el
palacio, bajo el alias de “Condesa von Lotty”.
Buscando
Desesperadamente a Fanny
La astuta
Esterhazy reconoce que debajo de la condesa hay mucha mujerzuela y la pone de
patitas en la calle. Esto no detiene a Sisi que anda deambulando por los
callejones y bajos fondos de Viena con una capucha a lo Monje Loco y un
síndrome de Haroun al Raschid, aunque a ella le vale saber lo que su pueblo
opina de ella. Ella solo busca a Fanny. Es increíble que una afuerina sin mapa,
ni Baedeker, pueda moverse con tanta facilidad por zonas
que la misma policía vienesa temía infiltrar. Pero ya saben…estos cuentos de Disney.
La obsesión de
Sisi por Fanny llega al punto de exigir que la prostituta la asista en el
parto. Y se lo conceden ¡inaudito! La tal Fanny se revelará como una
conspiradora ingrata, acabará en el
cadalso, encajándole a la hija a su benefactora.
Paremos aquí.
Isabel de Baviera tuvo por muchos años una peluquera llamada Fanny que no era
ni conspiradora ni prostituta. La Emperatriz tuvo criados, damas, gente de la
nobleza muy allegados a ella y en quienes tenía plena confianza, pero no se buscaba
las amistades en el demi-monde. A lo más la amistad que formó con Katharina
Schratt, actriz y maitresse du roi oficial.
Se sabe que ya en
su madurez, las pocas veces que paraba en Viena, Sisi se dio algunas escapadas
de incognito. Famosa es la de un carnaval donde coqueteó con un joven oficial
que ignoraba su verdadera identidad y a quien ella dio el nombre de
‘Gabrielle”. Pero ella nunca lo hizo
sola ni anduvo vagabundeando por los barriales vieneses.
Otra cosa que es
parte de la sexualización de la protagonista es que se insinúa que su obsesión
con Fanny puede tener toques lésbicos. Hora es de silenciar sospechas. Solo en
una ocasión en la larga historia de la Sisimanía se insinuó lo del lesbianismo
de la emperatriz. Como la biógrafa (ya ni recuerdo el nombre) se basó en una tontería,
fue fácil para historiadores y otros expertos refutar su tesis.
Hoy donde es más
comprendido el término “asexual”, podemos tranquilamente calificar a Sisi como
tal. A ella no le gustaba el sexo, no le interesaba el sexo, no le gustaba
siquiera hablar del tema. Detestó desde el comienzo el aspecto físico de su
matrimonio, apenas nació Rodolfo se alejó del lecho matrimonial y abrazó la
idea de que su marido tomase una amante oficial.
Ahora, y esto
puede parecer difícil de entender, pero es totalmente posible, Sisi era una romántica,
le encantaba el aspecto sentimental y espiritual del amor. Eso la llevó a
sostener intensas, pero castas, amistades con admiradores como el Conde
Andrassy y Bay Middleton. Consciente de que era un poco freak, Sisi sufría de
sentimientos de inseguridad e inferioridad.
Sabía que no era
la esposa ideal, no acababa de parir el deseado heredero, la maternidad se le hacía
pesada y era consciente de que como emperatriz era un fracaso. Solo le quedaban
dos cosas: su belleza y estilo. Eso la
llevó a convertirse en lo que los romanos definían como arbiter elegantiarum,
un icono de elegancia.
Influencer
Asexual
Los daguerrotipos
alcanzaron a capturar su belleza cuando aún era lozana, pero su gran publicista
fue Xavier Winterhalter. El pintor suizo se encargó de retratar la belleza de
Sissi, enfatizando sus mejores rasgos tales como su frondosa cabellera. También
se hizo cargo de hacerle propaganda a los preciosos vestidos de la emperatriz.
La incipiente industria de las revistas de moda copiaba esos diseños y daba
detalles sobre los regímenes de belleza de Sisi, sus recetas para mantener el
cutis y el pelo, su programa de ejercicios, etc..
Las mujeres de la
burguesía y de la clase alta buscaban imitar a la reina de Hungría, pero también
seguían con fruición las andanza de esa emperatriz errante y su rivalidad con
otro icono de la moda, Eugenia, Emperatriz de los Franceses. Es en esas rivalidades
que la biógrafa distraída encontró una mínima señal de lesbianismo.
Lo cierto es que Sisi
quería ser la influencer más importante de su tiempo, la más guapa, la mejor
vestida, la que imponía modas. Para eso debía derrotar a todas las que le hiciesen
sombras, fuesen reinas o plebeyas. Sisi les encargaba a sus embajadores que le
enviasen regularmente álbumes con fotografías o retratos de las mujeres más
bellas de otros países.
Se la pasaba
horas examinando estas imágenes viendo que tenían ellas que le faltase o en que
las superaba. Como las fotografías no eran de mujeres desnudas o en posturas
lubricas, mal se puede confundir la envidia y el recelo narcisista con pasión
sáfica. Además, a Sisi no la unió nunca ningún lazo fuerte con ninguna mujer ni
con sus parientas, ni sus hijas ( se llevaba muy mal con Gisela y sofocaba a la
pobre Valeria) ni con sus damas ni sirvientas. Su única intimidad fue siempre
con varones, los ya mencionados, y su
primo el errático Ludwig de Baviera.
La serie no me ha
disgustado, pero tampoco me ha fascinado. Mi Sisimanía acabó a fines de los Sesentas,
pero si voy a escoger princesas Disney me quedó con Romy Schneider y Cristiana
Capotondi, que, aunque no son históricas, al menos caen simpáticas.
Dominique
Devenport es una excelente actriz y físicamente hay un parecido con la Emperatriz,
pero también existe en ella una dureza que nos impide verla como lo que fue: una adolescente ofendida. Como a pesar de que
todos le aconsejan no casarse (hasta el novio) y ella impone esa terquedad casi
psicótica, no podemos verla como víctima.
Tampoco me ha gustado la estética de la serie. La iluminación es terrible y
no hace lucir ni el paisaje ni el vestuario. Han usado un sepia tan oscuro que
parece que han enlodado los lentes de la cámara. Recomiendo con reparos esta
serie que ya tiene comisionada una segunda temporada. La prueba de calidad será
el compararla con The Empress, la versión Netflix del inmortal cuento de
Sisi-Disney y que comienza el 29 de septiembre.
Contenido
Violento o Gory: Tenemos
ejecuciones gráficas,, atentados políticos y una tanda de azotes que el emperador
ordena para su general más querido.
Contenido
Sexual y Desnudos: El 40%
de la serie son desnudos y situaciones sexuales.
Contenido
Feminista: Los
productores creyeron estar haciendo una serie feminista con una heroína fuerte
que no teme a su sexualidad y que hace amistad con prostitutas y enemigos del
estado. Lo que consiguieron fue una mocosa voluntariosa que mete las narices
donde no debe y en lo que no sabe, pero como es totalmente Mary Sue aprende
húngaro en una semana y en menos tiempo está navegando por las calles de una
ciudad desconocida y tomando decisiones políticas que no le corresponden.
Factor
Diversidad: Creo que los
húngaros por despreciados son “lo diverso” en este cuento.
Yes, her stroking her muff in the opening scene was an unpleasant shocker, they could have saved it at least for the end of the episode or something LOL And then the emperor shagging hoes and her hanging out with hoes, really? She even let that pro hoe take care of her child. Bet that never happened in reality. I could understand that there was lots of wild sex between her and Franzie, as Jannik really has a hot body made for that business.
ResponderEliminarPS her Hungarian is godawful, it sounds like Chinese.
Hey, it took her two days to learn magyar, she has a right to have an accent. The masturbation scene was so unpleasant, that diminished the shock of what Gatita Francisca reminded me in FB, her mother telling Sisi to clean up her room. What! Meghan Markle doesn’t clean up her room! You have to see Charité at War, Jannik is involved in such a sweet gay romance. It was sad to watch such an ardent Sisi, when in real life she was a very romantic, but totally asexual woman. No, she never met a prostitute in her life. Her hairdresser was called Fanny but she was neither a hoe nor a conspirator. The reason Sisi never consorted with low-lives is because she never ventured outside her palace alone, and seldom on foot. See, the once she strolled down the street in Switzerland, she got killed
EliminarIn her defence Magyar really is the fugliest sounding language in the world beside Portuguese and Finnish. It makes my ears crawl and I had to learn it for years in school. Even today when I hear someone speaking it it grates on my nerves LOL It just has the most horrible combinations of phonemes, syllables and accents.
EliminarI just saw a great film, "Budapest Noir", and I am getting to appreciate what Hungarians do with historical fiction , but the language...Sounds like they are about to throw up, and very similar to Finnish. I tend to like Brasilian Portuguese over the Portugal brand, it's more melodious, less coarse.
EliminarYes, they belong to their own Ugrofinnish group of languages that do not belong to any other major European language group Roman, Slavic or German lgs. Their female names are also the thing of fugliness LOL I also cannot stand Bosnian accent of Serbocroat, it is very rough and harsh.
EliminarAnd yet the series shows us Sisi learning this comlex language in a week!
EliminarDesde FB de Francisca Lis
EliminarYo confieso estar doblada de la risa desde el episodio 1.
Una Sisi, aristocrata, a la que su madre le dice que ordene su habitación. Vamos, hombre.
Una Sisi que en un arranque dice que se va a su casa desde la casa de veraneo del Emperador y, envuelta en gasas, semidesnuda, se sube a un caballo SOLA y se pone a cabalgar los más de 200km que separan ambos puntos...
No pude avanzar mucho más, me superó.
Para Francisca Lis Nooo, me había olvidado de lo de ordenar su cuarto. Inpagable! Lo del vestuatio con todas esas transparencias tambien me hizo doler la quijada.
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