martes, 16 de mayo de 2023

De Gunsmoke al Gran Chaparral: La Era de Oro del Western Televisivo (1949-1967)

 


Desde pequeña que he sido fan incondicional del género Western . He caído y recaído en el hábito . Rehabilitarme ha sido difícil. Llevaba más de veinte años sobria de la embriaguez del Viejo Oeste, cuando el zeitgeist me ha precipitado nuevamente en ese agujero oscuro, primero con The English y luego con el hechizo de las precuelas de Yellowstone. Sedienta de más, me puse a revisar lo que me había perdido desde el fin de siglo. De paso le eché una mirada a los viejos cuentos del Far West y a su evolución desde que naciera la televisión comercial. Este examen de un género que representa lo más neto del americanismo, me ha llevado a ver como se ha diversificado en la pantalla chica. Esta es la primera entrega de una exploración que cubre casi medio siglo de lo que mi padre llamaba “Los Occidentales” en la televisión.

El Oeste y La Identidad Americana

Razón tienen historiadores,  antropólogos y hasta críticos de cine para decir que la conquista y exploración del Oeste de los Estados Unidos fabricó la identidad nacional de los habitantes de la Unión Americana. En manos de la cultura popular llegó a ser la mitología del país, aún más que otras fuentes de leyenda como la cultura puritana de la Nueva Inglaterra o las nostalgias confederadas del Viejo Sur. Es en la literatura,  luego cine y finalmente televisión,  donde se forjan cualidades natas del estadunidense: el individualismo, la autonomía, y por supuesto la fe en el famoso Manifest Destiny, la certeza de que es una obligación moral del hombre blanco expandir el territorio, llevar progreso a áreas salvajes y civilizar a los “salvajes”

Aunque ahora ese concepto nos parezca reprobable, fue el Destino Manifiesto lo que empujó al gobierno a enviar al ejército a combatir a los que hoy llamamos los Primeros Americanos. Fue también lo que empujó un ejército de millares de civiles a buscar fortuna en nuevos territorios.  En el Este de la nación y en zonas urbanas,  alejadas de ese mundo primitivo,  nació un tipo de literatura de bolsillo (Dime Novels) que  convertía en héroes a los hombres que se internaban en espacios indómitos precisamente para domarlos.



Así se mitificaba a personajes como el General Custer, a Buffalo Bill, a los que intentaban poner ley donde no existía como Wyatt Earp y sus hermanos,  que a rato eran más bandoleros que los desperados que combatían. Fue esta literatura la que estimuló a más de un joven a vivir sus propias aventuras en el Oeste . Go West Young Man! era una expresión que se usaba para quien se sentía confinado en la monotonía de la civilización o para el que no tenía futuro en ella.





De la Pulp Fiction el Western pasaría a ser literatura de género. Aunque Mark Twain, O ‘Henry ,  Stephen Crane y otras luminarias de las letra americanas decimonónicas habían escrito relatos sobre la vida en La Frontera (un eufemismo para el Far West) fue el siglo XX el que vio un auge del género “vaquero” gracias a nombres como Zane Grey, Louis L’Amour, Conrad Richter,   Niven Busch, y a fines de siglo, Larry McMurtry,  autor de Lonesome Dove.



Las Películas del Oeste han sido parte del cine desde su nacimiento., Édison produjo cortos sobre La Frontera aun en el Siglo XIX, y El Robo del Tren es un cásico de 1903. Sin embargo, la Era Dorada del Western inicia en el 1939 con La Diligencia que también es el principio de la mancuerna John Ford-John Wayne,  dos iconos de la mitología del Far West. Son sus filmes los que crean estereotipos como el vaquero idealista,  el bandido generoso,  la prostituta con corazón de oro, y la mujer vulnerable,  pero que llegado el momento sabe ponerse a la altura del héroe. Son las películas de Ford las primeras en hacer uso del paisaje y de retratar a los indios como seres complejos y no meros villanos acartonados.

Es esta mitología la que llega a la televisión en la década de Los 50. Hay dos características que llaman la atención de esos Westerns seminales: su proliferación, se hacían series nuevas anuales;  y como se busca homenajear en ellos a toda leyenda del Far West.

La Televisión Marcha Rumbo al Oeste

Tal como Los 50 serían La Era Dorada del Western en el cine, lo serían también en la televisión. Se hicieron entre 1949 y 1959 más series de cowboys que de ningún otro género. Un trend que continuó en la década posterior. Entre 1960 y 1970 se hicieron 64 series sobre el Lejano Oeste . Si bien muchas duraban una temporada,  otras durarían décadas como Gunsmoke que nació en versión televisiva en 1955 y cerró filmación en 1975,  convirtiéndose hasta este siglo en el show más longevo de la televisión estadounidense.


                                      Elenco de La Ley del Revolver

Gunsmoke (La ley del revolver),  que retrataba los quehaceres de Mat Dillon (James Arness), un ficticio Marshall de La Frontera,  había nacido en la radio como otros Westerns de la época incluyendo El Llanero Solitario y  Hopalong Cassidy que,  de serial radial y películas ‘B”, abriera la era del Western televisivo en 1949. Este tipo de programa se dirigía a diferentes audiencias . Había desde dramatizados como Tales of the Wells Fargo o Death Valley Days a programas infantiles como las sagas de caballos Mi Amiga Flicka y Furia y una del famoso perro mascota de La Caballería, Rin-Tin-Tin. Hubo hasta caricaturas como Tiro Loco McGraw y su alter ego El Kabong (el Kabazorro en castellano).



Los productores buscaban revivir en pantalla chica la gloria de la epopeya del Lejano Oeste y para eso se apoyaban en algún tipo de biopia de personajes legendarios fuesen exploradores como Daniel Boone, Davy Crockett, y Kit Carson o servidores de la ley como Wyatt Earp y Bat Masterson, sin olvidar a nombres míticos del Far West como Buffalo Bill, Bill Hicock y hasta un Western para mujeres centrado en la famosa tiradora Annie Oakley.



Hasta  las grandes aventureras como Lola Montes tuvieron entrada en estas crónicas. Lola Montes entró al imaginario de los fans de las series de cowboys gracias a dramatizados como Death Valley Days. Su  “discípula” Lotta Crabtree apareció en dos episodios de Bonanza. También se le dio espacio a celebres visitantes como Oscar Wilde que tuvo su encuentro con Paladín  el protagonista de Have Gun Will Travel. Inclusive la famosa soprano sueca Jenni Lind aceptó cantar para leñadores de Washington en Here Comes the Brides.

Aunque esos programas eran totalmente blancos, no eran totalmente ajenos a la diversidad racial del territorio abarcado. En 1957, Guy Madison se puso el antifaz del Zorro y luchó por la verdad y la justicia en la California donde se hablaba español y donde los Anglos todavía no tenían preponderancia. Walt Disney—que no andaba de diverso por moda como sus herederos creó el primer seriado latino con su hoy olvidada Las 9 Vidas de Elfego Baca que describía las aventuras de un famoso guardián de la ley de origen totalmente Tex-Mex. Aunque era interpretado por un anglo, Baca se hizo tan popular que los estudios Disney lo llevaron a la pantalla grande..



De la pantalla grande muchos actores estaban llegando al Viejo Oeste televisivo. Algunos porque encontraban mayor aceptación que en Hollywood como ocurría con Richard Boone en Have Gun Will Travel y en los 70 con Hec Ramsey. Otros hallarían en los Western un trampolín a la fama como Steve McQueen en Wanted Dead or Alive y un tal Clint Eastwood en Rawhide.

Sin embargo, el Western televisivo seria otra oportunidad para grandes luminarias de Hollywood, algunas ya reconocidas por su carrera en películas de vaqueros como Joel McCrea que protagonizó en 1957,  Wichita Trail.  Dick Powell, famoso por musicales, reanudó su carrera en la pantalla chica siendo el anfitrión de la serie de dramatizados The Zane Gray Theater, e incluso Henry Fonda tuvo su paseíto por el Oeste con The Deputy. Hasta de Inglaterra llegó Sir John Mills para protagonizar Dundee and the Culhane.



Muchas de estas series pioneras han pasado al olvido (aunque se las puede hallar en Tubi), pero tres destacan. Uno de los actores que alternaba entre Hollywood y los estudios de televisión era James Garner y más gente lo conocía por su retrato de un jugador profesionalpersonaje arquetipo en leyendas del del Oeste que por sus filmes.



 Garner comenzó a dar vida a Bret Maverick encantador, mujeriego y un as del póker,  en 1957. Llegó como compañía de Jack Webb que interpretaba a Bart su hermano mayor, más sereno y reposado, pero igualmente diestro con las cartas. Tiempo después ingresaron a un tercer pariente, un primo inglés, Beau Maverick, encarnado por Sir Roger Moore que se había hecho famoso en la televisión estadounidense por ser Simón Templar en El Santo.





Los Cartwright de la Ponderosa

Maverick duraría casi siete años. Más legendaria y casi tan longeva como Gunsmoke fue Bonanza que debutó en 1959 en la NBC. La historia de la familia Cartwright en su rancho La Ponderosa en medio de la Nevada de 1860s , se ha convertido en un referente del Oeste,  real y ficticio,  para sus innumerables fans que todavía pueden verla en muchas partes del mundo.





Aunque yo siempre he sido devota de La Familia Cartwright y enamorada de Michael Landon (alav-ha-shalom) que dio vida al Pequeño Joe , siempre resentí la falta de personajes femeninos importantes. Esta ausencia era una característica de las  series de cowboys. Los protagonistas eran o mujeriegos (Los Cartwright, Los Maverick) o lobos solitarios ( Richard Boone en Have Gun Will Travel, James Arness en Gunsmoke). L os personajes femeninos eran accidentales aparecían como complemento de una historia o como amoríos pasajeros de los protagonistas. Ningún show hacia esto tan evidente como Bonanza.

La mayor característica de Bonanza era la ausencia de mujeres en la Ponderosa. Hasta la comida la preparaba un cocinero chino, Hop Sing. Ben Cartwright había estado casado tres veces y tenía hijos de cada una de sus difuntas esposas. Eso no les impedía a él y a su prole sostener intensos romances que solo duraban un episodio. Un factor que continuaría por los 14 años en los que la serie estuvo al aire.



Bonanza fue un mega-exito y hoy es una serie de culto y gran icono de la historia del Western televisivo. Sin embargo, a final de Los 60, los cambios sociales estaban exigiendo más colaboración femenina en las series,  aun las de vaqueros. Conscientes de ello, en septiembre de 1965, la ABC presentaba Big Valley (Valle de Pasiones) y dos años más tarde nos abría las puertas el Gran Chaparral (NBC).



La Diversidad de Bonanza

Para 1970, teníamos mi hermano y yo permiso para ver televisión-los días de semana-hasta las diez de la noche así que nos familiarizamos con estas seriales “de grandes”. Entonces noté tres vínculos en común y que las separaban de otros relatos del Far West a los que estabamos acostumbrados. En vez de cifrarse en individuos o valerosas familias pioneras camino al Oeste, se centraba en familias ya asentadas y en sus ranchos. En vez de dedicarse a exaltar la lucha de un hombre para prevalecer por sobre otros machos de su especie, ahora había un enfoque en los miembros femeninos de una familia. A través de su perspectiva,  teníamos una visión diferente de la conquista del Oeste.



Debemos agregar a estos cambios otros en los que influían preocupaciones contemporáneas . Así comenzábamos a entender que los indios no eran todos malos y que la construcción de una sociedad en tierra silvestres no había sido solo un esfuerzo blanco. Además, había un repaso semi revisionista por La Guerra de Secesión y su impacto en la sociedad del Lejano Oeste. Vale recordar que el final de la década Sesentera encontró a los estadounidenses involucrados en Vietnam, un conflicto que los tenía perplejos a la par que cobraba la vida de sus seres queridos.

Desde el comienzo, Bonanza destacó por su visión objetiva y justa de los pueblos nativos. A pesar de que Ben Cartwright había perdido una esposa por una flecha Comanche, ni él y sus hijos tenían prejuicios y mucha veces sirvieron de árbitros entre indios y sus racistas vecinos. La serie también tocaba el tema de otras etnias despreciada como los chinos y los afroamericanos y fue una de las primeras  en incluir personajes judíos (tanto Ben como Little Joe eran interpretados por actores judíos).

                               Albert y El Pequeño Joe

A comienzos de la serie,  Hoss hace amistad con Albert , un joven genio que acabada la educación primaria quiere postular a la Academia Naval de Annapolis. Su sueño es obstaculizado por un maestro que tiene prejuicios en contra de los judíos. Albert logra su objetivo gracias a la intervención Cartwright y así llega a convertirse en Albert MIchaelson , ganador del Premio Nobel de Física. En ese episodio, Albert es definido como “un Israelita”, pero en otro más moderno, el personaje de Rebeca Kauffman con quien Adam quiere casarse es descrita como” judía”, tal como su padre que se opone al matrimonio, es definido como “un judío ortodoxo”.

                       Aaron no quería que Rebecca fuese una Cartwright

El tema de la Guerra Civil también jugó parte en una serie que tuvo la particularidad de iniciar la trama durante el conflicto. En ese entonces, Nevada no era todavía estado y un episodio de 1964 tiene a Joe apoyando a un senador que quiere integrar a Nevada a la Unión Americana. Sucede que el senador secretamente busca atraer a Nevada a los Estados Confederados lo que no molesta a Little Joe, pero si a su padre,  lo que los lleva a reñir entre ellos.



En otras temporadas el fantasma de la Guerra Civil sigue rebotando en los argumentos. En una ocasión Los Cartwright vuelven a enfrentarse a un dilema cuando dan refugio a un amigo de la familia que descubren dirigió un campo de prisioneros Yanquis, tipo Andersonville.

En uno de los episodios más fuertes,  Richard Thomas (antes de convertirse en John-Boy Walton) interpretó a un joven veterano afectados por un trauma bélico, que le provoca ataques temporales. En uno de ellos descarga su violencia contra una jovencita a la que golpea y viola. Ese episodio sirvió para dar una lección sobre los horrores de la guerra y como repercuten en la psiquis de los soldados y fue un texto de lo que sentían muchos televidentes fuesen veteranos de “Nam” o parientes de uno de ellos.



Sin embargo, uno de mis episodios favoritos (“Ä Place to Hide”)  concierne a un coronel confederado que ha estado en México y que ha regresado a Estados Unidos a reunirse con su familia y a entregarse a las autoridades de un gobierno contra el que luchó. El oficial es tratado por la trama con un respeto que incluso alcanza a los soldados que los sirvieron (lo que hoy se vería como un dejo de admiración por la Causa Confederada).

La Mujeres Barkley

Valle de Pasiones nunca sufrió de esa dualidad. Todos los hijos de Tom Barkley (hasta el bastardo Heath) pelearon por el Norte. Desde un comienzo se sabe que los Barkley han sido abolicionistas y que contratan tanto a cowboys de color como que dejan el manejo de su casa en manos de Silas que en un episodio revela su triste pasado de esclavo (no de Los Barkley). En otro episodio,  descubrimos que Jared el hijo mayor, comandó un batallón de soldados negros que han venido al Oeste ahora como los afamados “Buffalo Sodiers”.


                               Yaphet Kotto como un Soldado Bufalo

Los Barkley no solo son abolicionistas también abren sus puertas a gente de todos los colores y razas. Los vemos alternar con indios, defender chinos, socorrer a un pionero judío (interpretado por el comediante Milton Berle) y en una ocasión Nick tiene un romance con una gitana y viaja con una caravana romaní disfrazado de uno de ellos. Una experiencia que lo libera de sus prejuicios contra los Roma.

Sin embargo, el gran giro que BIg Valley dio al Western televisivo fue el protagonismo de sus mujeres. La serie giraba en torno de una familia tal como Bonanza, de cuatro hermanoscinco a partir del primer episodiopero con algunas diferencias. Entre los cuatro hijos legítimos de Tom Barkley, había una hembra,  algo inconcebible en el universo de los cuentos de vaqueros. A diferencia de otros personajes femeninos que en las series no pasaban de ser elementos de decoración, Audra Barkley tenía una personalidad definida y no solo por la gran belleza de su interprete, aunque hay que reconocer que Linda Evans explotaba la sensualidad de su personaje vistiéndola con escotes y jeans ultra ceñidos.



Sin embargo, Audra ocupaba el mimo sitial que sus hermanos. Quien estaba por encima de todos los Barkley era la matriarca, Victoria. Barbara Stanwyck fue una de esas luminarias de Hollywood que se reinventó en el Western televisivo, pero al hacerlo cambió as reglas. Hasta Gran Chaparral en 1967, Victoria Barkley fue el epitome de la dama del Far West que sabia aportar refinamiento al rudo mundo de los vaqueros, pero también podía empuñar un azadón o un rifle.

               A las Barkley no se les negaba el derecho de portar armas

En Bonanza, la Ponderosa era una cabaña grande hecha de leños y diseñada por Adam Cartwright que era arquitecto. En Big Valley,  el Rancho Barkley era una estructura sólida y grande con columnas griegas que recordaba a la Tara de Lo que el viento se llevó. Ver a Victoria perfectamente peinada arrastrar sus largas faldas por escalinatas y salones de esa mansión representaba un Oeste glamoroso casi inesperado en el género.

Aun así, Victoria no se cansaba de recordarles a sus hijos y amigos que ella y su esposo habían llegado al Valle de San Joaquín como pobres pioneros. El Matrimonio Barkley había alzado su casa desde los cimientos tal como había elevado a los suyos a un rango de gran familia californiana que dictaba leyes, recibía senadores y altos oficiales del ejército,  y representaba a la aristocracia lugareña.

                         El Rancho Barkley

No se quedaba ahí Victoria que era multifacética. Tal como su hija,  a veces dejaba atrás su traje de montar con falda pantalón y enfundaba jeans ajustados que más parecían diseñados por Jordache que la prenda de trabajo inventada por Levy Strauss. La serie buscaba explotar la belleza de Ms. Stanwyck y combinar en ella su imagen de diosa madre sin dejar de ser mujer. Victoria es quien da la bienvenida a su familia al bastardo de su difunto esposo, pero también es la que investiga como llegó él a ser concebido ya que no puede olvidar que Heatha quien ha llegado a querer es la encarnación de la infidelidad de su gran amor.



Victoria Barkley es un personaje de armas tomar que tanto atiende el parto de una indígena cuando ambas están atrapadas en una caverna,  como mata a su ahijado que intenta violar a Audra. Lo más importante en esa década de liberación femenina, es que Victoria no solo maneja un rancho,  también colabora en obras sociales con las misiones católicas que todavía residían en California y hasta se da el tiempo de infiltrarse en una cárcel de mujeres para exponer las malas condiciones del recinto.



Victoria Montoya Cannon: La Reina Latina de Arizona

Creíamos que Victoria Barkley era la más badass del Oeste,  cuando en 1967 llegó su tocaya, Victoria Montoya Cannon. No voy a repetir lo que dije en mi semblanza de Linda Cristal. Nada más remachar que High Chaparral fue una de las pocas series en enfatizar el rol hispano parlante del Far West. En Bonanza y Big Valley aparecían esporádicamente personajes mexicanos: pioneros, algún refugiado perseguido por Porfirio Diaz, y hasta Joaquín Murrieta., pero Gran Chaparral nos daba otra visión. Nos recordaba de cuando el Suroeste hablaba español.

Don Sebastián Montoya era un riquísimo hacendado del sur de Arizona cuya familia había vivido en la región por más de cien años. Los Cannon habían llegado como pioneros a Tucson a fines de los 1860. La esposa de John Cannon había muerto asesinada por los indios, el rancho que habían levantado los Cannon era una estructura de adobe típica de la zona,  ni comparada al palacete de los Montoya.

Para no perder parte de sus tierras, reclamadas por los Anglos , Don Sebastián Montoya casaba a John con su hija. Lo que comenzó siendo un matrimonio de conveniencia terminó siendo un matrimonio de amor. Sin embargo, Victoria nunca dejaba de recordarnos que era una dama de alcurnia,  educada, poliglota, viajada,  y que había estado comprometida con un lord inglés.



Gran Chaparral no solo nos ofreció un retrato de una mujer latina en el Oeste. Fue la primera serie en integrar actores latinos en roles importantes y secundarios. Alejandro Rey y Fernando Lamas hicieron apariciones especiales en la primera temporada y Ricardo Montalbán apareció dos veces,  una como bandido y otra como sacerdote.

Sin embargo, lo que distingue a la serie en la historia de los latinos en la televisión estadounidense, es que la protagonista femenina era argentina y Henry Darrow,  quien daba vida a su hermano Manolito, era en realidad el Newyorican Enrique Delgado. No se detenía ahí la diversidad de esta serie que duró cinco temporadas.

                          Manuelito y Victoria Montoya

Hace algunos años descubrí que Frank Silvera,  quien interpretó a Don Sebastián Montoya,  era jamaiquino, mixto, y uno de los primeros actores de raza negra en tener un rol recurrente en una serie de televisión (a fines de los 60 solo Bill Cosby y Diahann Carroll tenían protagónicos televisivos). Ahora vengo a enterarme que el Silvera, un conocido apellido sefardita,  se debe a que el padre del actor era un judío de origen portugués. Aunque entonces la diversidad no era obligatoria, High Chaparral pasó a ser considerada una de las series más inclusivas de su é[oca.

                           Don Sebastián Montoya

¿Como reaccionaba el público americano a estos relatos tan variados del género? Hora es de mirar ratings. En 1957 Gunsmoke era la serie más vista en la Unión Americana, puesto que ocuparía hasta 1961 en que fue reemplazada por El Camino a Oregón (Wagon Train) . En 1957, siete de las diez más vistas en USA eran ocupadas por  series de vaqueros. En 1963,  Bonanza escaló hasta el segundo lugar de la lista, para llegar al primero en 1963 y quedarse ahí hasta 1967. Sin embargo, siguió siendo uno de los cinco programas más vistos hasta 1969, año en que compartió ese honor con Gunsmoke que tuvo su renacimiento a fines de Los 60.

Gran Chaparral y Valle de Pasiones cambiaron el rostro del Western televisivo, pero no fueron las únicas. A fines de Los 60,  coincidiendo con una ola de cambios socioculturales en Estados Unidos, el Far West tuvo representantes muy curiosos en las series de televisión. De eso hablaremos en mi próxima entrega.

Voy a dar una bibliografía muy básica. Son demasiados libros y artículos que he leído desde que tengo uso de razón sobre el tema de la conquista y exploración del Far West, pero esto es un principio.

Beck, Warren Historical Atlas of the West. OUP, 1992

McLaughlin, Dennis: Wild and Wooly, An Encyclopedia of the Wild West. Barnes &Noble, 1996

Treuer, Anton. Atlas of Indian Nations. National Geographic, 2014

Viola, Herman J: Exploring the West. Harry N. Abrams. 1988

Wheeler, Keith Time-Life Books: The Old West Series. 1965

 

6 comentarios:

  1. Admittedly I have only heard of Bonanza and Lonesome Dove, but those never aired here. We usually connect Western Movies with Spaghetti Westerns made in Italy, especially Bud Spencer and Terence Hill ones which aired when I was little.
    I think that my fave western is still in a comic book shape LOL - Porn Adventures of Lucky Luke, the naughty version of famous Lucky Luke comic series LOL In it he and Calamity Jane do a lot of banging and I don't mean with guns LOL
    PS stared SAS Rogue Heroes last night, the first episode was really good, will see if it remains like that, but I absolutely adore the actors in it, they are all so convincing and brilliant.

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    1. Thank you, Gattocito for dropping by. I didn't tag you because I know you are not a particular western fan. I understand it now since your only encounter with them was via spaghettinis. I'm surprised about Bonanza. I was under the impression that it had been shown all over the world. HaHa, my brother was laughing, because his first inkling of the Far West came though Lucky Luke cartoons (much more innocent that your version.)

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  2. Desde FB de Norah Frias Muñoz
    Las adoro!

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    1. Para Norah Frías-Muñoz No te puedo creer! Y eso que dicen que solo son para machos, como si las mujeres no hubiesen conquistado el Oeste también.

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    2. Desde FB de Norah Frías-Muñoz
      Fanatica! Jajaja. Mi hija los llama "los vaquerazos" de mami. Jajajaja

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    3. Para Norah Frías-Muñoz Bueno espero entonces poder compartirte series modernas y antiguas que se pueden encontrar en muchas plataformas.

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