Fue en este siglo
en que hubo un movimiento fuerte entre académicos de la India de repudiar el
Raj Británico de una manera mucho más violenta que en el pasado. Eso afectaría
cualquier serie o filme sobre el periodo hecho en los últimos quince años por
manos inglesas, desde la serie Indian Summers hasta Nautilus, una
visión del Capitán Nemo, personaje de Julio Verne, como un libertador de su
pueblo y enemigo del invasor británico.
Indian Summers (El fin de un imprio en Filmin, PBS Amazon, Thirteen Passport y YT)
Ese revisionismo
histórico iba a traer una nueva ola de Indomanía que llegaría al Masterpiece
Theatre en el 2015 bajo el nombre de Indian Summers. Sus dos temporadas
cubrirían hechos (ficticios) ocurridos en Simla entre 1932 y 1935. Durante el
Raj Británico, este enclave al pie de los Himalayas era la capital veraniega
del Raj. Ahí se trasladaban el Virrey, su corte y todos los ingleses que
pudieran pagarse un refugio del calor extremo que reina en la India durante el estío.
Viendo la primera
temporada, uno nota que hay un esfuerzo
por copiar los tropos de La Joya de la Corona. Tenemos una chica inglesa
con raíces en la India, pero que abandonó ese país a los ocho años y regresa adulta
para sufrir un choque cultural que la empuja a un romance prohibido con un
joven nativo que quisiera ser inglés. Tenemos un nativo injustamente
encarcelado como parte de un complot orquestado por un inglés, no un policía
como en La Joya sino un miembro de la corte del virrey. Tenemos ingleses
racistas, misioneros ingenuos y nacionalistas indios.
Si La Joya
tiene lugar durante la crisis política provocada por una posible invasión
japonesa, Indian Summers ocurre en durante la Campaña de Desobediencia
Civil de Gandhi. Como en 1942, el Mahatma está encarcelado, el Congreso Indio
ha sido disuelto y los nacionalistas han iniciado protestas. Es ese el verano
donde Lord Willingdon, el Virrey ha ido a Londres a solicitar ayuda, y dejado a
cargo de su administración a Ralph Whelan (Henry Lloyd Hughes al que acabo de
ver en We Were the Lucky Ones).
Whelan es considerado como un gran partido y
se conjetura que algún día será gobernador o hasta virrey. Quien lo cree es Madeleine
(Olivia Grant, la Lady Adelaide de From Lark Rise to Candleford), una Princesa del Dólar que anda buscando marido en Oriente ya
que no lo encontró en Occidente. Quien lo cree es Cynthia (Dame Julie
Walters), hada madrina de Ralph y la
dueña del club más exclusivo de Simla. Cynthia también cree en que el Oriente y
El Occidente nunca debe encontrarse. Para evitar que los indios y blancos se
unan, llegará hasta el crimen. Nunca me imaginé
oír de la boca de Mama Weasley tanto racismo toxico como el que expresa el
personaje de Dame Julie en Indian Summers.
La historia
comienza con un viaje en tren, y una inglesa que acaba de llegar a Simla. Alice
Whelan (Jemima West) no viene buscando un hombre, viene huyendo de un mal
marido. La presuntuosa Sarah Raworth (Fiona Glascott de Julia) quien pretende
darle lecciones de comportamiento, es la esposa de un misionero cuya misión no
comparte. Al final del viaje, Sarah ha recibido varias humillaciones como descubrir
que Alice es la hermana del hombre más importante de Simla.
Alice es recibida
con mucho cariño por su hermano. Entre ambos deciden hacer creer a todos que la
recién llegada es viuda. Esa noche en el club de Cynthia, Ralph recibe a visita
de su amanuense Aafrin (Nikesh Patel) que viene a entregarle unos papeles. Por no ser
blanco, Aafrin debe esperar afuera. Cuando Los Whelan salen a recibirlo,
aparece un hombre que le dispara a Ralph, pero el impacto le llega a Aafrin. A
gritos, Alice consigue que lo lleven a
un hospital de blancos y viaja con él. Para el espectador resulta obvio que
aquí se cocina una historia de amor prohibido.
Sin embargo, no
es en nada parecido a la obra de Paul Scott. Jemima West es pésima actriz―ya lo noté
en Maison Close― y crea un personaje semi histérico que siempre
parece estar asustada. Su personaje es altanero con quienes no debe como
Cynthia y Sarah. Esta última hace averiguaciones, descubre que el marido de su
enemiga vive, y decide chantajearla. Alice no toma las medidas para protegerse.
En cambio, se involucra físicamente con Aafrin, sin entenderse que la atrae de
chico. El que lo espíe en sus encuentros en el cementerio con su otra amante,
da un toque sórdido a una relación que era sublime en La Joya de la Corona.
Aafrin también está
a años luz del encanto trágico de Hari Kumar. En La Joya dela corona,
Scott nos cuenta que Hari era tan guapo que atraía a hombres y mujeres de todos
los colores, esa era su desgracia. Art Malik interpretó a Kumar como si fuese
un inglés de piel oscura, desde sus modales sofisticados a su manera de hablar
con acento británico y lenguaje de persona educada en escuelas privadas. Malik
reaparece en Indian Summers como el Maharajá de Amritpur que es exactamente lo que Hari
pudo haber sido si hubiese tenido dinero y posición.
El pobre Aafrin
es feíto, habla con acento de caricatura y es un indeciso zarandeado por su
familia. Su padre (el omnipresente Roshen Seth ), es un héroe de Gallipoli que
quiere que su hijo ascienda en la administración del opresor británico. Su
madre quiere que Aafrin se case con una chica parsi como él en vez de estar
tonteando con la hindú Sita. A las hermanas de Aafrin les gustaría que él se rebelase
y uniese a los nacionalistas de Gandhi. Al final de la primera temporada,
Aafrin es amante de Alice, se ha desilusionado del Ralph y del Raj, y ha sido chantajeado
por extremistas, seguidores de Chandra Bose, para convertirse en un infiltrado
rebelde en la corte del virrey.
Sin embargo, la
primera temporada tuvo sus momentos y personajes queribles. Eso ocurrió con el romance prohibido entre Dougie
Raworth (Craig Parkinson) y Leena (Amber Rose Revah), la maestra de raza mixta
que comparte su sueño de educar a niños de castas inferiores o sin casta como
ella.
También la
subtrama de Ian, el joven escoses que viene a hacer fortuna con su tío para descubrir
que la fortuna ahora pertenece al indio Ramu Saad con quien el muchacho establece
una amistad que trasciende el color de piel. Incluso Aafrin tiene su momento de
gloria al convertirse en el primer nativo en ser admitido en el club de
Cynthia. Lamentablemente, la historia perdió Norte en la segunda temporada, Se volvi'o exagerado que los únicos que triunfaban eran los malos y los cobardes y que los buenos terminasen muertos o presos. Los
ratings tocaron fondo y la serie fue cancelada.
Aun asi recomiendo esta serie que puede encontrarse en Filmin bajo el título de El fin de un imperio. Sobre todo por el glorioso vestuario del cualles dejo ejemplos.
Madeleine
El Toque Chadah
Una de las
mayores quejas en contra de Indian Summers es que no fue filmada en Simla,
ni siquiera en la India. Fue filmada en Malasia y Singapur lo que hacía decir a
los puristas que era una serie falsa y artificial ya que ni flora ni clima ni
paisaje correspondían al escenario al pie de los Himalayas . La decisión
entonces fue que futuros dramas indios serian filmados en el subcontinente y
bajo la guía de alguien más conocedor de zona y tema.
Se eligió a Gurinder
Chadah creadora de éxitos como Bride and Prejudice y Bend It LIke
Beckham. Curiosamente, la señora Chadah no era de la India, sino de la
comunidad india de Kenia, se había criado en Londres y estaba casada con un
japones-americano. Chadah estaba enamorada de relatos eduardianos como Upstairs,
Downstairs y Downton Abbey y quería trasplantar la formula a un escenario
indio.
Su primer
proyecto fue The Viceroy’s House en el 2017. El libreto estaría a cargo
de Paul Mayeda, esposo de la directora. Para esta descripción del último Virrey
de la India se trajo al dueño de la Abadía de Downton. Hugh Bonneville encarnó
a Lord Louis Mountbatten de Birmania. Gillian Anderson, quien había rechazado
el rol de lady Cora en Downton Abbey era Edwina Mountbatten. A ellos se
les agregarían actores indios para poblar el mundo de “debajo de las
escaleras”.
Bonneville interpretó
a un Mountbatten ingenuo y bien intencionado, muy diferente al de The Crown.
El libreto lo muestra como un peón en una estratagema británica, fraguada por Churchill
para dividir el Raj en dos naciones. El público inglés se enfureció y exigió
saber de dónde había sacado la directora este bulo puesto que Churchill no estaba
en el gobierno en 1947 y ni él ni ningún político británico quería
dividir el subcontinente. Los indios gritaban porque Gandi tampoco quiso la Partición
y porque el filme les quitaba toda agenda política. Los pakistaníes gritaban porque,
aunque es cierto que la Partición fue idea de su líder Mohamed Ali Jinnah, los
musulmanes son retratados o como bobos o simplemente villanos en la película.
Manish Jadal da
vida a Jeet Kumar, el valet del Virrey. Aunque es hindú está enamorado de la
muslime Aalia (Huma Quereshi). El padre de la chica ya le ha arreglado un
matrimonio con alguien de su comunidad. Jeet es tan ingenuo como su patrón y
cree que la independencia solucionará todos los problemas de su patria. Durante
los horribles disturbios que marcaron la Partición, el tren de Aalia es
atacado. Jeet la cree muerta, lleno de ira acusa a Mountbatten de todas las
desgracias de la India y lo amenaza con un cuchillo. Ni Daisy, la insolente
pinche de cocina de la Abadía, se hubiese atrevido a tanto.
Nadie quedó
contento con esta película e incluso se la prohibió en Pakistán. Se la acusó de
falsear la historia a pesar de que Gurinder Chadah insistía en que había
documentos que probaban su tesis, pero nunca se encontraron. En este artículo explican de dónde sacó esa mentira.
Beecham House (PBS Amazon, Thirteenth Passport, Tubi y YT)
La Señora Chadah
no escarmentaba. En el 2020 nos brindó un modo exótico de entretenernos durante
la pandemia. En otra nota hablé de Beecham House, que su creadora definiría
como
“ Downton Abbey en Delhi”.
Novedosamente, Paul Mayeda situaría la acción antes del Motín, en los
días de la East India Company, sobre como un ex soldado de esa entidad (Tom
Bateman) hace fortuna, adquiere como esposa a una princesa y se convierte en
aliado del último Mugal de la India (interpretado por Roshen Seth).
Suena interesante
en papel, pero la trama principal y las intrigas en contra de John Beecham son
tan frágiles y sin enjundia que se solucionan rápidamente en el episodio final.
Argumentalmente, la serie no tiene espina dorsal. Tal vez por eso tuvo ratings
tan inesperadamente bajos que no se la renovó y eso que había quedado en un importante
cliffhanger.
Efectivamente es Downton
Abbey, porque su trama gira en torno a los quehaceres de amos y criados y
la interactuación de ambos grupos. Si teníamos una Abadía, aquí tenemos un
palacete. A diferencia de Indian
Summers, Beecham House fue filmada en la india (en Rajastán) y
visualmente es un homenaje al color, al paisaje y la cultura indios. Es lo más
llamativo de la serie que combina un pequeño ensemble de actores caucásicos con
un elenco indio que interpreta a los criados del Teniente Beecham, a su familia
política y al Sultán de Delhi y su familia.
Reitero, el
problema reside en el argumento que además de ser lento e inacabado, ofende a
las sensibilidades modernas. Como dijeron los críticos woke, es la historia de
un par de hermanos blancos que traicionan a mujeres de color. Mrs. Chadah cometió
un gaffe que Indian Summers evitó. Aunque esta última tuvo en su
historia británicos buenos enamorados de mujeres indias, ninguno de esos romances
prosperó. El misionero Raworth perdió la vida y el bondadoso Ian tuvo que
conformarse con ver a Sooni casarse con un musulmán.
En Beecham House,
John Beecham rechaza el amor de su cuñada, la Princesa Chandrika (Pallavi
Sharda), prefiriendo a la inglesa Margaret (Dakota Blue Richards de Endeavour). Su hermano Daniel (el siempre exquisito Leo
Suter) seduce y embaraza a la criada Chanchal (Shirya Pilgaonkar). Además de la
perpetuación del concepto racista kiplinesco “East is East and West is West…”,
los críticos indios se andaban quejando de que John Beecham era un “salvador
blanco”.
Como que andaban
un poco perdidos con sus críticas. Bobo y aburrido, el personaje de Tom Bateman
se metía en líos a cada rato y él debía ser salvado por gente de todos los colores.
También se juega mucho con posibilidades y misterios en la trama. Al comienzo
creemos que August es hijo de Chanchal, luego que su madre es Chandrika. Yo llegué
a especular que el bebé no era hijo de John sino de su díscolo hermano.
Aun así, Beecham
House tiene méritos que van más allá de ser un agasajo visual, sus
personajes femeninos son muy interesantes ya que representan todos los
espectros del estereotipo de las memsahibs. Me temo que Chadah y Mayeda cometen
el error de privilegiar a las mujeres blancas. Las hindúes son estereotipadas, la princesa,
la criada, etc. Chandrika es demasiado
altanera; Chanchal demasiado ingenua y las encargadas de las intrigas
palaciegas son un par de hembras manipuladoras.
En cambio, fue divertido
ver a Lesley Nichols, la Mrs. Ptmore de Downton Abbey ahora convertida
en patrona. Mrs. Beecham es como la Mrs. Moore de Un pasaje a la India,
también ha venido en busca de un hijo y acompañada de quien cree puede llegar a
ser su nuera. Bessie Carter de Bridgerton y que pronto veremos como
Nancy Mitford en Outrageous, da vida a Violet, muy diferente de Adela
Quested, tal como Henrietta Beecham no es tolerante como Mrs. Moore.
Poco a poco
descubrimos que la madre de Los Beecham trae secretos. Su esposo fue
transportado a Australia―no se especifica su crimen― y sus hijos fueron a
buscar fortuna en los confines de la tierra. En su soledad, la pobre anciana ha
encontrado consuelo en el láudano. El caso Violet es más interesante. Parece
ser una de las primeras candidatas de la ‘”Fishing Fleet”. Así llamarían, en el
siglo XX, a chicas inglesas que,
incapaces de encontrar marido en su tierra, iban a “pescar” a algún incauto
servidor del imperio.
Violet se ha
criado con los Beecham y es convencida por Henrietta que puede casarse con John.
Ante su sorpresa descubre que John tiene un hijo mixto, que la cuñada quiere
reemplazar a la hermana y que el ex soldado de la Compañía ha puesto sus ojos
en otra inglesa. Violet no se amilana y hace la lucha con todos los medios a
manos. La casa de Beecham se vuelve un gallinero con peleas entre criados y patrones,
y enredos románticos. Mas encima, a Henrietta se le acaba el láudano.
Violet demuestra
su temple y, en un acto inimaginable para Adela Quested, se pone un sari y
parte al bazar donde consigue el opio deseado. A su retorno, es asaltada por un ladrón, pero evidenciando
lo que una mujer necesitaba para sobrevivir en esa jungla, le propina una
paliza al atrevido. Ahí Violet se ganó mi respeto.
Sin ser tan
físicamente vigorosa, Margaret Osborne es también una mujer de recursos. Llegó
a la India a la zaga de su único pariente, un hermano que la abandonó. Margaret
consigue empleo como institutriz de la hija de un millonario de Delhi, allegado
a la familia real. En esa posición, Margaret también establece contacto con la
Sultana y otras mujeres de la zenanna del Mughal y hasta es cortejada
por el General Castellon (Gregory Fitoussi de Speakerine, Mr. Selfridge, La Garconne). Sin embargo, será amor a primera vista para la institutriz
y John Beecham cuando se encuentren. Aunque intrigas y malos entendidos los
separen, Margaret, que no es tonta, los supera y se convierte en gran ayuda de
John y su familia.
Margaret
representa a otro tipo de memsahibs, las que vinieron a buscar empleo:
misioneras, maestras e institutrices. Después del Motín y antes de la Gran
Guerra, ser institutriz en la India era un gran prospecto para chicas de clase
acomodada y con espíritu aventurero. No iban a atender hijos de soldados y
burócratas, no señor. Venían a enseñar a la prole de príncipes, nababs y maharajás.
a convivir en esas mini cortes imperiales y, como Margaret, a tener contacto
con personajes exaltados del Raj.
En Women of
the Raj, Margaret Macmillan describe como a partir de la segunda mitad del
Siglo XIX, había inglesas trabajando como secretarias, institutrices y damas de
compañía en las familias reales de la India. Esto continuaría hasta a
independencia, un ejemplo fue Edith Tottenham que entre 1911 y 1920 como
acompañante, secretaria y confidente de la Maharaní de Beroda.
Beecham House cerró el mercado de la Indomanía. De
ahora en adelante se dejaría que la historia del Indostán quedase en manos de
su gente. En la pandemia, FX sacó al aire una nueva versión de Narciso Negro,
tan olvidable, que se la vendió rapidito a Amazon donde ahora cobran por verla.
El último intento por parte del mundo Anglo de usar el Raj Británico como tema,
aunque sea de fondo, ha sido Nautilus, una versión revisionista del Capitán
Nemo.
A pesar de que ya
Julio Verne nos lo había descrito como de origen indio y enemigo de los
conquistadores de su tierra, este Nemo es tan antieuropeo que ya parece
terrorista de ISIS. Gattocito me ha dicho que la serie (todavía no vista en
USA) es propaganda woke total, léase todos los habitantes del subcontinente
eran Bambi y todos los ingleses eran Godzilla.
Bibliografía
Consultada
Bromfield, Louis:
The Rains Came (traducida como Vinieron las lluvias)
Foster: E.M. A
Passage to India (traducida como Un Pasaje a la India)
Godden, Rumer: Black
Narcissus (Traducida como Narciso Negro)
The River
(traducida como El Rio)
Kaye, M.M.: Far
Pavillions (Traducida como Pabellones Lejanos)
Lapierre, Dominique y Larry Collins: Freedom at
Midnight (traducida como Libertad a Medianoche)
MacMillan, Margaret: Women of the Raj.
John Masters: Nightrunners of Bengal
The Deceivers
The Lotus and the Wind
Bhojwani Junction
Bugles and a Tiger
The Road Past Mandalay
Prawer Jhabvala,
Ruth: Heat and Dust (traducida como Calor y Polvo)
Scott, Paul: The Raj Quartet: The Jewel in the Crown (traducida
com La joya de la corona)
The Day of the Scorpion (traducida como El dia del escorpión)
The Towers of Silence ( traducida como Las torres del
silencio)
The Division of the Spoils (traducida como El
reparto del botín)
Trevelyan, Raleigh: The Golden Oriole
Di Cassa di Viceroitto was not bad, minus the godawful acting and accent of Gillian Anderson.
ResponderEliminarArt Malik was such an always present actor of my childhood...
What happened to the gorgeous ginger actress from Indian Summers, have we seen her in anything after that flop?
It is interesting how ITV has gone downhill due to forced diversity shit. It got to that point that once a major British channel that battled each Sunday night with BBC for ratings with their high end dramas is not looking to be privatised and sold and I imagine destroyed... at least what is left of it. BBC also has not had a major drama in half a decade, the Brits are now uncapable to do anything good, without Channel 4 there would be nothing to watch from the island.
Nautilus is so freaking boring, first three episodes I spent sleeping through most of it, the last one I watched on Monday, with Richard E. Grant was the first one that I watched awake till the end, not because it was good, but because it had at least some dynamics, namely they were on land. Utter shit of a show, should have been killed with a bullet in the head mercifully before airing.
In Thanksgiving I thank you, Gattocito, for being such a great friend and this blog’s faithful companion. So bad is Nautilus that AMC dares not show it here in America.
EliminarViceroy presented several problems, not the least Agent Tully. Somebody must have told her that Edwina Mountbatten suffered perpetual torticollis, because she walked around the film crooking her neck. Then Madame Anderson played Edwina, one of the most notorious sluts of her day (she even slept with Nehru), as a saintly matron. And Lord Mountbatten was never this naïve, I preferred what Peter Morgan (Mr. Gillian Anderson at the time) did in The Crown with his Lordship.
The Ginger Lady (Fiona Glascott) who played Sarah in Indian Summers dyed herself blonde and played Judith Jones, our Julia Child’s devoted literary agent. I hope you took a look at the makeshift fashion gallery I included in the note.
Oh, Art Malik became a star after a Passage and The Jewel. He was in The Living Daylights, Year of the Comet and City of Joy. But according to his own confession, he let fame go to his head and fell in drugs and alcohol. His career went downhill. I was so glad when he resurfaced in Borgia and the new version of Upstairs, Downstairs. In Indian Summers he is such a sleazy maharajah, but since he only hurts those worse than him, I’m OK.
Well, my trip down Memory Lane has been prcisely to mak the difference between the mega, super, uber greatness of their 20c shows (BBC and ITV) and the present mediocrity.
No, not that ginge, ewww, Fiona is fugly to me, don't like her, I meant his wife that he did not really love even though they were a sexy match, gorgeous Olivia Grant.She was mesmerizing. I see over at IMDB that she did not really have an interesting career after Summers.
EliminarIndian Summers was a curse for its cast. None of them ever did something important again. I had liked Olivia in From Lark Rise to Candleford, sad she didn't have better choices.
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