miércoles, 26 de marzo de 2025

Disney reinventa a Cristobal Balenciaga y lo Hace muy Mal



Finalmente, Disney/Hulu ha traído a Estados Unidos esta biopia de quien Christian Dior llamaría “el maestro de todos”. Una entrada obligatoria en las series de la moda, el mejor modisto de toda la historia es parte de un relato en que el hermetismo y amor a la privacidad de Cristóbal Balenciaga sirven para crear un couturier que nunca existió: vanidoso, ególatra y neurótico En un afán de ocultar la relación del Maestro con el régimen franquista, la serie recae en mentiras e invenciones peores que las del New Look.

El primer episodio no comienza con el nacimiento, infancia ni juventud de Balenciaga. Lo conocemos ya cuarentón, en 1937. Huyendo de la Guerra Civil Española, el apolítico couturier viene a abrir, en compañía de su amante el Conde Wladzio Jaworowski D’Attainville, una casa de modas en Paris. Ya comenzamos bien. Balenciaga no tenía posturas políticas, él vivía para su arte. Presentarlo de otra manera fue uno de los muchos errores de The New Look.

Quien sí es político es su socio, un ingeniero vasco republicano llamado Nicolas Bizcarrondo. El primer desfile, sin ser un fracaso, es anodino. Los críticos no ven novedad en el nuevo modisto. Solo Coco Chanel (pero no públicamente) reconoce el genio de Balenciaga. En su desesperación, el modisto vira sus ojos hacia su herencia española, pintura barroca y trajes típicos iberos.

                    Bizcarrondo, Wladzio y Balenciaga

Sombreros, Republicanos y Homosexuales

Toda la trama está enmarcada en el degastado recurso de una entrevista años después de lo sucedido. En vida, Balenciaga solo dio dos entrevistas. La serie se centra en la otorgada, en 1972, a Prudence Glynn (Gemma “Asha Greyjoy” Whelan), del Times de Londres. La periodista ha llegado hasta Getaria, hasta el retirado maestro Balenciaga (Alberto San Juan)para interrogarlo sobre un pasado que él no quiere revelar. El segundo episodio consiste en la entrevistadora sacándole con tirabuzón a Balenciaga sus memorias de la Ocupación Alemana. Un desastre total que deja al espectador lego muy confundido.

                 Lady Prudenc Glynn entevista al Mestro

¿Era Balenciaga tan apolítico que no le importaba lo que ocurría a su alrededor? ¿Hacia vestidos para las mujeres de los nazis para proteger sus intereses o los de Nicolás? ¿Le hizo regalos a Coco Chanel porque la sabía en la cama con un oficial alemán y creía que ella los iba a proteger a él y a Wladzio en peligro por ser gays? Nuevamente se pierde en ambigüedades ese capítulo tan importante de la moda durante la Ocupación Alemana . Y permanece sin respuesta la pregunta que hoy muchos nos hacemos. ¿Se vale más remar con la corriente que enfrentar un diluvio?

Este capítulo reprimido, falseador de hechos reales y muy confuso deja que el espectador haga sus propias interpretaciones, erradas la mayoría. Nicolás Bizcarrondo y su mujer eran republicanos vascos, habían estado involucrados en política (por llamarlas de izquierda) antes de la guerra. Se le abrió un expediente acabado el conflicto y se le exigió una multa por una fuerte cantidad, pero nunca estuvo en peligro de ser extraditado. No fue la razón por la cual Balenciaga permaneció en Paris, y Nicolas no se dio vuelta la chaqueta renegando de su pasado político por temor a represalias nazis.

Cientos de refugiados republicanos fueron devueltos a España o arrastrados hasta Mauthausen y otros campos de la muerte. Bizcarrondo nunca estuvo entre esas categorías amenazadas. Se retractó de su pasado republicano públicamente en Los 60 y retornó a su patria en 1965.

                                           Los Bizcarrondo

La serie está empeñada en evitar mostrar el lado político de Balenciaga, sea o bajándole el tono a su sólida reputación de modisto de la alta sociedad española antes y después de la Guerra Civil o excusando el que hiciese vestidos a nazis y simpatizantes. Desacierta en ambos esfuerzos. Antes de ir a Paris, Balenciaga tenía fama como el mejor modisto de España, vestía a la aristocracia, habiendo sido apadrinado desde muy joven por la Marquesa de Casa-Torres. Gracias a su relación con la modista Madeleine Vionnet entró con buen pie en el mundo de la alta costura parisina.

Si se marchó de España y cerró sus tres casas de moda, una en Madrid, otra en Barcelona y la tercera en Madrid,  fue porque caían bombas por doquier y nadie estaba para comprar vestidos de marca.  Por eso es absurdo hablar de exilio como lo hace Fabiola de Mora y Aragón en el episodio 6. Si Balenciaga se hubiese exiliado seria huyendo de los republicanos que bien pudieron haberle dado un “paseo” fatal por haber vestido a la nobleza como la abuela de Fabiola.

Acabada la Guerra Civil, Cristóbal pudo regresar a España sin problemas. Así es como reabrió su tienda en Madrid. Para él las casas de moda en ambos lados de la frontera eran igualmente importantes, tal como su clientela. Nos dice la serie (Disney al fin) que al Maestro le importaban los desfiles en Madrid porque ahí asistían periodistas americanos y que su mayor mercado eran los Estados Unidos. Falso. La casa de modas de Madrid servía a una clientela de los poderosos en la España Franquista, a la aristocracia incluyendo a la musa de Cristóbal, Sonsoles de Icaza.

                                                Balenciaga y Sonsoles

Es cierto que hubo durante la Ocupación una escasez de telas (una escasez de todo) y que Balenciaga puede haberlas importado de España. Se sabe que se le multó por usar más material textil del aprobado por las autoridades nazis y que al menos en una ocasión le cerraron su tienda, pero se abrió eventualmente. Todo esto ocurrió en 1940. El couturier siempre se negó a trasladar su negocio a Berlín, pero la serie enfatiza su “colaboracionismo” y da una explicación pedestre de por qué lo hizo.

¿Fue Balenciaga un “Colabo”?

El Balenciaga de la serie le insiste a Prudence que él es apolítico y que fueron tiempos duros los de la Ocupación. Luego tenemos un flashback. Cecile, una francesa, llega a Maison Balenciaga acompañada de su amante, un alto oficial de la SS. Quiere que Cristóbal le haga una copia del vestido “Menina” con mangas largas y con una tela que heredó de su abuela. A Balenciaga no le molesta confeccionar ese vestidole faltan clientespero insiste que ese material no sirve para esa hechura. Hay una pequeña batalla entre clienta y diseñador y la gana el Maestro. Con esto nos queda claro que al modisto no le importan las políticas de su clientela, siempre y cuando no se entrometan en su arte.

No volvemos a ver a Cecile sino hasta el final de la Ocupación (1944). Ella tiene la cortesía de despedirse, de traerle un regalo y de expresar con tristeza el miedo que les espera a quienes colaboraron con el ocupante. Balenciaga es frio y brusco. Rechaza el regalo, no acepta que sean iguales, emite un juicio moral al considerarla una colaboradora y cuando Cecile se marcha, arroja el regalo a la basura. íQué feo retrato del Maestro! La cortesía debe demostrarse tanto en derrota como en triunfo y Balenciaga era muy educado. También revela hipocresía ya que al parecer siempre ha despreciado a Cecile, pero la ha tenido de clienta porque le convenía.

          Un diseño  de Balenciaga de los 40 es usado para un comercial de perfume.

Como que el guionista se da cuenta que Balenciaga está quedando muy mal y le proporciona una excusa implausible, Balenciaga todo lo hace para protegerlos a él y a Wladzio. Esto ocurre a causa de una escena que nunca tuvo lugar en la cual, en Hendaya, el modisto es detenido por la policía de Vichy, vejado (se le hace desnudarse) y amenazado con hacer pública su condición de homosexual y someterse a las medidas que los nazis tenían para el colectivo LGTB.

En Lo que escondían sus ojos, hasta ahora el mejor retrato de Balenciaga en la ficción, Javier Rey (que lo interpreta) le dice a Sonsoles, en 1942, que si no regresa a España es porque en la atmosfera homófoba del franquismo le sería imposible continuar con su relación con Wladzio. Me dejó una duda. ¿Es que la serie pretendía decir que  era más fácil ser gay en la París Ocupada que en el Madrid franquista?

                          Balenciaga (Javier Rey) y Sonsoles (Blanca Suárez )

La verdad está entre ambos extremos. Efectivamente, muchos homosexuales fueron arrestados en Francia y deportados a campos de exterminio, pero o eran muy abiertos en su orientación o no tenían a alguien que les protegiese. Nunca el fantasma del arresto persiguió a homosexuales reconocidos como Jean Cocteau, al cantante Charles Trenet, y a una docena de actores. Si hasta hubo homosexuales en el gobierno de Vichy. Es cierto que la Gestapo comisionó a Coco Chanel para que redactara una lista de los gais en el gremio de la alta costura gala y ella dejó fuera a su amigo Cristóbal.

Por otro lado, Cristóbal Balenciaga siempre fue un hombre muy discreto. No le gustaba que lo fotografiaran. Solo los allegados sabían que su relación con Wladzio era romántica. Para mayor discreción, la madre de Balenciaga vivía con ellos en Paris. Una señora vasca a la antigua y devota católica (igual que Cristóbal) no iba a andar apañando relaciones pecaminosas por lo que la orientación sexual del hijo quedaba en meras sospechas.

                             Wladzio y Cristóbal 

En varias páginas de moda leo que Cristóbal Balenciaga no fue incomodado por los alemanes debido a que gozaba de la protección del Caudillo. Algo de eso hay, a pesar que la serie torpe e ingenuamente intente barrerlo bajo la alfombra. El couturier vistió a Doña Carmen Polo antes y después de que su esposo se convirtiese en el dictador de España.

No se puede acusar al Maestro de ser colaboracionista por hacerle vestidos a las mujeres de los alemanes puesto que él era ciudadano, y bien visto, de la España Franquista. Al ser extranjero no se le puede imponer rótulos y menos cuando la alta cultura francesa si colaboró y de manera despreciable desde Louis Vuitton que se apropió de negocios judíos, hasta Coco Chanel, mejor conocida como la “Agente Wertheimer” , que trabajó para los servicios de inteligencia alemanes.

Otro triste error de la serie ha sido mostrar a Cristóbal envidioso de la fama de los sombreros diseñados por Wladzio. Aparte de ser una calumnia que afea a un generoso individuo, resta importancia al gran amor de la vida de Balenciaga. Tanto que, en la serie, la repentina muerte de Wladzio no causa el impacto que tuvo en la vida del modisto. Acaso una escena al pasar donde Balenciaga habla de retirarse o el desfile de modelos enlutadas que no llegan a crear en la mente del espectador un vínculo con la inmensa tragediala mayor de su vida que experimenta el Maestro.




Balenciaga vs Dior

Ahora viene la guinda del pastel: Christian Dior. La serie quiere hacernos creer que Balenciaga odiaba a Dior, que su envidia lo llevaba a burlarse del pobre diseñador, que la superioridad de Balenciaga sobre el creador del New Look se debía a que era más guapo, etc.

Balenciaga y Dior se conocían de antes del Teatro de la Moda. Ambos participaron en esa novedosa idea de Lucien Lelong. En cambio, la serie de Disney nos muestra a Balenciaga llegando como invitado a la exposición y recién conociendo a un Dior viejito y calvo. İ Sí Christian solo tenía cuarenta años! De pronto prefiero The New Look, La serie de Apple tv+ mintió menos.

Dior y Balenciaga nunca fueron rivales. Balenciaga tenía una casa instalada y una clientela asegurada cuando Marcel Boussac recién apadrinó a Christian. Balenciaga abrazó inmediatamente el largo de faldas impuesto por Dior quien no le robó clientes ni opacó los diseños del Maestro. De hecho, a fines de los 40, Balenciaga siguió imponiendo tendencias como la famosa chaqueta bolero que imitaba la usada por los toreros. Y no perdió clientes, al contrario adquirió más en Francia y en España, puesto que cuando Aline Griffith se convirtió en Condesa de Romanones su vestido lo confeccionó el Maestro.

                                     La Condesa de Romanones

Lo que denota influencia española en la serie, puesto que en Disney no saben ni J de historia ibera, es la ausencia del nombre “Franco” en la serie. La realidad es que Doña Carmen Polo era clienta de la casa Balenciaga (malas lenguas dicen que no pagaba); su hija Nenuca vistió un Balenciaga para su boda con el Marqués de Villaverde en 1950; y fue su insistencia la que sacaría de su retiro al Maestro, en 1972, para vestir a la hija de los Marqueses en ocasión de su boda con el Duque de Cádiz.

                                         Nenuca en Balenciaga

El Vestido de una Reina

Esos vestidos son tan icónicos como el de la Reina Fabiola de Bélgica. Este último se menciona en la serie como si hubiese sido la única gran creación del Maestro. La biopia de un diseñador debe concentrarse en su contribución a la historia de la moda, a sus diseños más célebres, a sus clientas más famosas y a su vida privada,  si esta afecta su arte. Ocultar que vistió a princesas como Grace Kelly, a esposas de políticos como Jackie, y a las grandes damas de la alta sociedad española, incluyendo a las parientas del Caudillo, es cortar más de la mitad de la trayectoria de Balenciaga.

                     Grace de Monaco en Balenciaga
                      Jackie Kennedy en Balenciaga

A propósito, la serie en típico humor antimonárquico hace un pobre retrato de la Reina de Bélgica. Tengamos en cuenta que para mantener el misterio del vestido, todas las medidas, diseño, pruebas del traje de novia fueron llevados a cabo en el departamento que el Maestro tenía en Madrid. Como él era tan discreto, nunca hemos sabido que se dijo así que todo lo que aparece en la serie es invento y conjetura. Fabiola de Mora y Aragón era una mujer muy reservada, por eso escogió a Balenciaga como modisto.

Lo único que alguna vez comentaron en público ambos fue que Fabiola rechazó modelos por ser “demasiado regios”. Balenciaga tuvo que recordarle que estaba vistiendo a una reina. Esta anécdota refleja la modestia de una mujer que era hija de un marqués y que por parte de su madre descendía del rey Sancho de Castilla.

He visto muchas fotos de Doña Fabiola, he leído mucho sobre ella. En ninguna parte dicen que fuese contrahecha, jorobada o con hombros aupados. Belén Cuesta la retrata como una mujer histórica, incómoda con el asedio de la prensa, obsesionada con la importancia del secreto, con miedos de como cambiará su vida una vez se case. O sea, es una Lady Di más vieja.

                La verdadera Fabiola no tenia un hombro mas alto que el otro

Fabiola de Mora y Aragón pertenecía a la alta nobleza española. Tenía 32 años cuando robó el corazón de Balduino de Bélgica que no era un Príncipe Azul común. Desde joven, Balduino había sido muy devoto y había estado a un tris de pasarle el cetro a su hermano y encerrarse en un monasterio. Su sentido de deber se sobrepuso a su vocación, pero le tomó diez años de su reinado encontrar a quien compartiese su trono.

Ni la serie ni artículos de Vanity Fair han sabido revelar su fascinante personalidad. Es triste que VT se apoye en la chismografía de Jaime Peñafiel que describe a la reina como una beata, una tía solterona, una mujer sin oficio, recluida en su casa. Tampoco podemos culparlo tanto si la misma revista Time describió a Fabiola, en ocasión de su boda, como “la chica que no podía atrapar hombres”. También el régimen franquista hizo lo suyo convirtiendo a la novia en  el ideal de la mujer de su casa, muy religiosa, virtuosa y sumisa.

Todo eso es verdad, pero opaca lo que hacía a Fabiola una mujer de carne y hueso, ya que la joroba y ataques histéricos de Belén Rueda no fueron más que inventos de un mal libretista. También el hermetismo que rodeó al noviazgo ayuda a falsificar datos. Eso es lo único cierto que dice la serie, la Reina de Bélgica y el Rey de la Alta Costura se caracterizaban por su amor a la privacidad.



En su día se inventó un cuento de hadas alrededor de ese romance real. Se dijo que Sor Verónica, la monja mentora del rey había ido a España en busca de una cónyuge perfecta, poco menos que cargando el zapato de Cenicienta y que solo Fabiola había dado la talla. Otros hablaban de un enlace arreglado por la propia reina Victoria Eugenia quien era madrina de la novia. Lo más cercano a la realidad es que Doña Ena si andaba en animo casamentero, pero quería que quien ciñese la corona belga fuese su nieta, Doña Pilar de Borbón (hermana del rey emérito Juan Carlos).

El caso es que ni Pilar (que más tarde se casaría con el concuñado del rey Simeón de Bulgaria) ni Balduino congeniaron. En cambio conocer a Fabiola fue un flechazo instantáneo. Se cree que para el segundo encuentro en la Gruta de Lourdes, ya estaban enamorados. Es que Balduino vio más allá que la periodista del Time o el aparato de publicidad franquista.

El monarca vio una mujer moderna e independiente, no una solterona beata. Vio una mujer sencilla, pero preparada para ser reina. Vio una mujer que conjugaba su fe y su apostolado con lo mundano. Fabiola era enfermera diplomada y trabajaba en el hospital militar Gómez Ulla. Fabiola era refinada y hablaba cuatro idiomas. Por último, si era tía soltera, pero su capacidad para amar y atender a la niñez de un país se revelaba en la publicación de un libro de cuentos de su autoría que demostraba que tenía imaginación, pero también conciencia de los gustos infantiles.

                             Fabiola en la portada de Semana

La tragedia de Fabiola fue que, después de cinco embarazos malogrados, sería incapaz de dar un heredero a su reino. Su triunfo fue mantener un amor y un romance que acabaría con la muerte del rey en 1993 y también el haberse hecho amar por un pueblo. Si me he explayado tanto es para hacer notar como la serie ni siquiera supo aprovechar este personaje y sus paralelos con un modisto que como Fabiola era amante de su privacidad, pero supo alcanzar la fama en un país que no era el suyo.

Contenido Violento o Gory: Ninguno

Contenido sexual y desnudos: Un par de besos y escenas de Wladzio y Balenciaga en la cama, ambos vestidos.

Aprovecho este momento para corregir un bulo muy desagradable y absurdo que, por suerte, no está muy desperdigado por las redes, pero que inició en Instagram. El cuento es que Coco Chanel, necesitada de publicidad, en 1960, consiguió que John Fairchild , editor del Women’s Wear Daily, la invitase a cenar en Paris. La zanahoria que la modista esgrimió ante la nariz de Fairchild fue que traería a Cristóbal y que se sacarían una foto juntos. Foto que Fairchild podría publicar en su revista.

Coco invitó a Balenciaga quien estuvo de acuerdo en dejarse fotografiar, pero no en que la foto fuese publicada en WWD. Hubo un distanciamiento y Coco enojada le habría revelado a Fairchild la homosexualidad del Maestro y que el editor habría hecho pública esa noticia en su revista. En la serie no llegan hasta tanto. Las ‘revelaciones” de Chanel se supone fueron hechas en fiestas y cocteles y se reducen a que la falla de los diseños de Balenciaga es que no siguen el contorno natural de la figura femenina, lo que puede esperarse de un hombre que no ha tocado mujeres en su vida.




Yo sabía que Chanel había dicho eso de Dior y es posible, chismosa y toxica como era, que lo haya dicho borracha en alguna fiesta, pero no era noticia. Para entonces se sabía que todos los diseñadores del momento: Givenchy, Cardin, Lanvin, Saint Laurent, etc. eran gays. Lo que importaba es que se quedasen en el closet.

Desde su fundación en 1919,  Women’s Wear Daily había sido una publicación dedicada a la moda no a las hablillas. Fairchild fue el artífice del buen recibimiento que Balenciaga tuvo en América. Jamás hubiese publicado una murmuración que no iba con su línea editorial, pero que además hubiese convertido a Balenciaga en un delincuente puesto que en USA la homosexualidad se castigó con cárcel hasta la mitad de Los 60.

Aun en Francia, donde ser gay no era un delito, el escándalo y estigma social que hubiese conllevado una revelación publica hubiesen arruinado al modisto. Ni hablar de la España franquista donde El Maestro hubiese perdido clientela, negocio, incluso su libertad . De hecho hubiese estado realmente exiliado e imposibilitado de comunicarse con su familia española. El libretista parece no conocer estos datos.

Cuando Balenciaga expresa su miedo e indignación ante Ramón Esparza,  este lo hace sonar como si fuese un cobarde que se avergüenza de ser homosexual y quiere permanecer en el closet. Tanto los idiotas de Disney como sus malos investigadores españolesinútiles como todos los profesionales pedrosanchistas olvidan que en 1960 no existía tal cosa como Orgullo Gay y salir del closet, en muchos países  invitaba a cárcel o a peores castigos.

Factor Feminista: Cero, ninguna de las mujeres importantes en la vida del modisto, ni sus parientas, ni sus colaboradoras, ni sus musas, merecen ser destacadas en este relato.

Factor Diversidad: Tampoco hay mucho aquí, apenas la relación gay de Balenciaga y Wladzio.

Factor Moda: Tristemente, es peor que The New Look en postergar la narrativa visual de los diseños Balenciaga. No hay mención de sus vestidos de novia, con la excepción del de Fabiola de Bélgica. Se ha gastado dinero en copiar diseños y presentarlos en colecciones abstractas sin contextuarlos. Se han dedicado a hablar del azgar, la tela que El Maestro mandó fabricar cuando es uno de los detalles menos importante de su obra. No hablan de la importante clientela que usó sus prendas. Por eso voy a poner algunas fotos para que sea vea lo innovador que fue Cristóbal Balenciaga.

              El vestido que Balenciaga diseñó  para la Duquesa de Cádiz 
                   El vestido "BabyDoll" uno de los muchos inventos del maestro
                     Dolores del Rio y Balenciaga

En la vida real Balenciaga aprendió a compartir clientela con Dior. Enviar a Audrey Hepburn a Givenchy tampoco le hizo perder pie en el cine. El vistió a Dame Liz Taylor y a Romy Schneider, además de diseñar el vestuario de Ava Gardner en The Angel Wore Red y el de Ingrid Bergman en Anastasia. ¿No era mejor contarnos esto que pasarse capítulos mostrando al modisto babeando por Givenchy? Es cierto que Hubert fue su protegido, pero también lo fueron Ungaro, Paco Rabanne y hasta Oscar de la Renta.

                       Ava Gardner en Balenciaga
                        Romy Schneider en Balenciaga
                             Dame Liz Taylor en Balenciaga

Si no recomiendo esta serie no es porque falsea datos sino por ocultar lo que realmente hizo a Cristóbal Balenciaga el mejor modisto de la historia. Gracias a ese ese ocultamiento solo nos queda un cuento tedioso mal contado y mal terminado.

 

martes, 18 de marzo de 2025

Elkhorn: Teddy Roosvelt en las Badlands

 


Hace años que he soñado con alguna biopia de Teddy Roosevelt, uno de mis personajes favoritos de la historia de Estados Unidos. Finalmente nos llega Elkhorn, un western que describe los años en que el futuro presidente fue vaquero en Dakota. Aunque tiene un toque de las viejas películas de Disney y otro poco de Bonanza, es autentica en sabor, detalles históricos, y con una cinematografía impresionante (aunque sea casi toda CGI).

Por años, Martin Scorsese anunciaba que haría una biopia gigante titulada T-Rex con su actor fetiche Leonardo Di Caprio. Nunca se hizo, fueron los brasileños los que convirtieron a Theodore Roosevelt en protagonista de un segmento de su magna biografía. En HBO/Max todavía puede verse El Amigo Americano que describe la epopeya de Roosevelt en una exploración de la cuenca del Amazonas que es su epitafio a una vida de aventuras, y un consuelo después de perder las elecciones presidenciales de 1912.

De Como un Político se Convirtió en Cowboy

Tal como esa miniserie, Elkhorn se enfoca en un momento clave de la vida de Teddy, cuando aquejado por una terrible tragedia familiar, fue a ocultar su dolor en un espacio recóndito y agreste, el Oeste americano y como se reinventaría hasta convertirse en uno de los proceres de su nación. Se ha dicho que Los Roosevelt y Los Kennedy son la realeza estadounidense, pero son familias muy diferentes.


                                        Theodore Roosevelt en Las Dakotas

Los Roosevelt pertenecían a la casta de los Knickerbockers, tan antiguo su linaje que se remontaba a los días de la colonización holandesa de Manhattan. Los Roosevelt no serían tan acaudalados como Los Astor, pero eran más antiguos y aristocráticos, por algo una de las hijas de Lina Astor se casó con un Roosevelt.

El padre de Theodore Roosevelt era un hombre de negocios con un buen pasar, lo  que le permitió brindar a sus cuatro hijos una familia armoniosa y una vida de privilegios. No pudo evitar que el mayor de sus hijos varones, Theodore, sufriese de un asma debilitante. Los médicos poco podían hacer por él. Se intentaron todo tipo de tratamientos incluso hacer al niño fumar habanos(¡!!) Teddy tuvo que ser educado en casa, pero pronto demostró una inteligencia precoz y una fascinación por la zoología y el mundo natural.

A pesar de su mala salud, sus padres lo llevaron a Europa en varias ocasiones lo que lo haría poliglota, destacando su conocimiento del idioma francés y del alemán. Es por eso que en la serie entiende las instrucciones sobre su persona que dice el retorcido Marqués de Morés.

                                      Asi lucia  el Rancho Elkhorn

 Teddy no solo maduró intelectualmente. Desde muy joven comprendió que su enfermedad podría limitar su existencia e incumplirle sus sueños. Entonces comenzó un programa de deportes, de vida sana al aire libre. Incluso aprendió pugilismo para defenderse, ya que pequeño, flacucho y de lentes sabía que iba a encontrar mucho bullying a lo largo de su existencia. En flashbacks, la serie nos muestra esa época de su vida donde es adiestrado por su padre para poder enfrentar los muchos desafíos que llegaría a vencer.

La educación casera tuvo buenos resultados. A los 18 años, Theodore Roosevelt fue aceptado por la Universidad de Harvard. Tras graduarse con honores, ingresó a la Facultad de Leyes de la Universidad de Columbia. Para entonces, ya sentía el llamado de la política. Abandonó la universidad y entró en el mundo político neoyorquino. Fue elegido asambleísta con apenas 24 años y comenzó una carrera afincada en un propósito, acabar con la corrupción en el gobierno del Estado de Nueva York.

Entremedio, encontró tiempo para desposar a su novia, la damita de sociedad Alice Lee. En flashbacks, la serie nos muestra como durante una visita a Albany, la capital del estado, el joven asambleísta recibe una maravillosa nueva, su esposa acaba de dar a luz a su primera hija. Esta noticia es seguida por un urgente cablegrama exigiendo el retorno de Teddy a Manhattan. Allá lo esperan siniestras noticias. Su madre ha fallecido víctima de tifoidea y Alice presenta un problema renal que la tiene al borde de la muerte.



Los médicos no dan esperanzas. El desolado Teddy se despide por última vez de su mujer, le encarga su hija a Bamie, su hermana mayor, y parte a sobrellevar su duelo en la zona más alejada del país, El Territorio de Dakota en lo que se conoce como The Bad Lands (Las Tierras Malas).

Roosevelt era amigo de la cacería y de vivir al aire libre. Anteriormente, ya había visitado el Oeste, pero ahora quería asentarse, criar reses en un rancho que llamaría “Elkhorn” (cuerno de alce). Para eso contrata a Merrifield como su capataz y hace venir de Maine, un leñador amigo, llamado Sewell. La serie nos muestra que ninguno de los empleados está muy convencido que esa empresa sea realizable. Para el capataz, Roosevelt es un novato (greenhorn), un señorito de ciudad , más encima un “Cuatro-Ojos”. Este mote perseguirá a Roosevelt quien se lamenta “¿soy acaso el único vaquero con lentes?”

Para Sewell,  el problema es otro. El proyecto de su amigo y patrón es una ilusión, una manera de escapar de su presente doloroso y de su realidad. Lo insta a volver al Este y enfrentar sus responsabilidades políticas y familiares, comenzando por su hija. Teddy responde con una franqueza brutal: “mi hija no me necesita”.  Lo cierto es que Teddy daría tres años de su vida a Elkhorn y luego de su fracaso (provocado por condiciones climáticas)  retornaría a su mundo en Nueva York.



Políticamente,  cosecharía triunfos como comisionado de Policía (así lo vimos en The Alienist), secretario de la Marina, héroe de guerra, y eventual vicepresidente y presidente de los Estados Unidos. En el frente familiar,  las cosas no saldrían tan bien. La pequeña Alice nunca perdonó a su padre su abandono. Creció rebelde y maliciosa y siempre fue motivo de escándalo en su familia.

¿Existieron los Marqueses de Morés?

La serie no cubre estos aspectos, concentrándose en cambio en los esfuerzos de Roosevelt de ser un cowboy y de sacar adelante a Elkhorn, a pesar de que él y su rancho viven rodeados de peligros. Ya en los primeros episodios lo vemos enfrentarse a bravucones de taberna, a cuatreros y hasta un oso. A veces , el futuro presidente se defenderá con los puños, o demostrando su puntería, o usando su ingenio. El mayor peligro lo representa el solapado Marqués de Morés.

Boniface de Morés, Duque de Vallenbrosa , conocido en el Far West como el Marqués de Morés era un noble francés cuyos orígenes familiares se remontaban hasta el siglo XV. Militar de carrera, había servido en Argelia antes de mudarse a Estados Unidos donde había desposado a la “Dollar Princess” Medora Von Hoffmann, hija de un riquísimo banquero y fundador del exclusivo Club Knickerbocker.

                             Retrato de Medora von Hoffmann

Gracias a la fortuna del suegro, el Marqués , su esposa y tres hijos se instalaron en las Badlands, donde de Morés fundó la hoy ciudad de Medoraen honor a su esposase convirtió en un poderoso ganadero y se hizo in-famoso por su puntería que lo llevó a ganar varios duelos. Como nos muestra la serie, nunca se le pudo imputar la muerte de ninguno de los rivales.

Aunque la serie nos muestra a Morés empeñado en sacar a Roosevelt de las Dakotas considerándolo como una competencia indeseada, no he encontrado mención de enemistad en la vida real. A pesar de que el Marqués en su obsesión de duelista envió una carta-desafío al futuro presidente. Teddy,  cortésmente, le respondió que no deseaba tener un duelo con alguien a quien consideraba su amigo y ahí murió el asunto.

En la serie, como condición para que Teddy se quede en las Badlands, es que el producto de su ganado, sea entregado directamente al Marqués. No debe   enviar la carne a los mataderos y carnicerías de Chicago como hacen otros ganaderos del Oeste. Aunque Roosevelt se niega, más tarde lo convence la Marquesa, mejor negociadora que su marido. Medora le explica a su vecino que el Marqués pretende romper con el monopolio de los carniceros de Chicago y apelando al lado filantrópico de Roosevelt , le recuerda que así será posible alimentar a los pobres de las barriadas de Nueva York.

                        Ashton Solecki como La Marquesa

Entre 1865 y 1971, Chicago fue capital de la industria carnicera de los Estados Unidos. Ahí estaban instalados mataderos, carnicerías, fábricas de cecinas, de envasados y empaquetadoras de carne para el consumo de toda la nación. Todo ganadero (fuera dueño de reses, de ovejas, cerdos o aves de corral) que quería hacer negocio con su producto, sabía que debía llevarlo y venderlo en Chicago.

Efectivamente, uno de los proyectos del Marqués era romper con ese monopolio. Con dinero del suegro instaló un matadero en Medora y quiso fundar una fábrica de hielo para encargarse del empaquetamiento de carne que directamente partiría al Este sin necesitar de intermediarios. Eventualmente, todas estas empresas fracasaron, el suegro retiró su apoyo económico y los Marqueses se marcharon a Francia.



Para Mores este fiasco no era accidental y lo atribuyó a las faramallas de los carniceros de Chicago apoyados por “banqueros judíos”. Esta certeza volvería al Marqués en un antisemita redomado y lo ayudaría a colaborar con la judeofobia que reinaba en Francia ese fin de siecle y que culminaría en el Affaire Dreyfuss.

Todo esto sucedería más tarde. Los Marqueses coincidirían con Roosevelt en sus días de vaquero, llegando a unir fuerzas para combatir a los cuatreros. Los de Morés dejarían Medora casi al mismo tiempo que Teddy, después del desastroso invierno de 1886. La serie nos brinda un retrato bastante cercano a lo que de Morés fue en la vida real. No sabemos si la Marquesa era tan manipuladora y seductora, pero su presencia ciertamente hace más interesante la trama.


                                  Medora en Francia


Creada por INSP un canal conservador (fundado por Jim Baker en su reinvencion despues de su caida en la carcel) que se esecializa en westerns, "Elkhorn " puede resultar un poco burda , sin sexo ni malas palabras. Fue filmada en el patio trasero de los estudios de la productora y las escenas del Oste o son creadas por CGI o son filmadas en otros lados para servir de trasfondo visual.

Reitero, es una serie un poco anticuada y tal vez el verdadero Roosevelt era más alto y gordito que Mason Beals, pero es un esfuerzo honesto por retratar un episodio importante en la vida de un prócer y tal vez el mejor presidente que haya visto Estados Unidos.

Contenido Violento o Gory: Muchas peleas y alguna nariz sangrante, pero no hay gore.

Contenido Sexual y Desnudos: Cero

Factor Feminismo: Hay solo tres mujeres (aparte de la aparición de la idealizada Alice Lee en flashbacks) y la principal es la fascinante Medora (Ashton Solecki). Aunque es cómplice de los ardides del marido, la Marquesa tiene su propia agenda como corresponde a una heredera que está manteniendo los proyectos de la familia con el dinero de su padre.

Vemos que Medora entra en una empresa personal al manejar el hotel del pueblo que lleva su nombre y coloca a Rosie como conserje y manager. En un momento parece que Medora es villana por poner a Rosie en una disyuntiva: casarse o seguir al mando del hotel. Yo creo que hizo bien. Rosie no está preparada para el matrimonio, menos en las circunstancias que le ofrece el novio. La carrera de conserje la ayuda económicamente y la hace madurar y sentirse realizada.

Factor Diversidad: Es impresionante ver que una serie del 2023 no practica la inclusividad forzada. Todo el reparto es blanco. Solo en un par de capitulos aparecen actores nativos dando vida a Sioux que proporcionan un medicamento para curar una infección respiratoria de Teddy. En el 6, Teddy y los nativos tienen una competencia de caceria. El enfasis es que los Sioux eran gente de paz, importante recordarlo porque esto ocurre seis años antes de la Masacre de Wounded Knee que dio termino a las guerras entre el ejercito estadounidense y los nativos.





martes, 11 de marzo de 2025

Y Murieron Los Buenos y Ganaron los Malos: La extremada violencia de American Primeval

 


Una video-reseña en YouTube  comenzaba con una advertencia: ”prepárense para ver mucha sangre”. Realmente, American Primeval es un relato brutal con más muertos que los imaginados por Ser George R.R. Martin. Sin embargo, hay más que masacres. Esta serie de Netflix ofrece,  junto a tropos del Road western, un pedazo de historia donde los villanos son los mormones, no todos los indios son buenos y por una vez, en la Era Woke, La Caballería si intenta ir al rescate. ¿Sucedió en la vida real todo lo que vimos en seis episodios? Bueno…Es Netflix.

Los Clichés del Road Western

La trama es simplísima y reconocible. Una refinada dama del Norte, se interna en el Lejano Oeste, agreste, salvaje y peligroso, intentando llegar a un punto de reencuentro con su marido y padre de su hijo. Pierde a su guía y se une a una caravana de mormones. Estos son atacados por un grupo de encapuchados y de indios. Sarah (Betty Gilpin) y su hijo huyen y son rescatados por el lacónico montañés Isaac Reed (Taylor Kitsch). Paralela a la historia de Sarah, está la de Abish Pratt (Saura Lightfoot-Leon de The Agency) , una esposa mormona, cuyo marido ella cree murió en la masacre y que es vendida a la  tribu Shoshone.

                       Abish Pratt
                    Sarah y Devlin

Uno puede encontrar paralelos con otras historias de mujeres que han servido de base a westerns contemporáneos. En Hell on Wheels, una joven inglesa queda viuda cuando ella y su esposo están midiendo el terreno del ferrocarril y son asaltados por indios. En Strange Empire, un grupo de mujeres camino al Canadá, son atacadas por indios (y blancos enmascarados) que matan a todos los hombres del grupo y las dejan a merced del inescrupuloso dueño de la mina local que las quiere para su pueblo-burdel.

Hay muchos relatos de vaqueros centrados en las peripecias que acaecen sobre los valientes, pero ingenuos,  pioneros camino al Oeste y sobre sus exasperados guías. El último ejemplo ha sido la precuela de Yellowstone,  1883. Ahí es toda una caravana en rumbo a California. Aquí es una viuda y su hijo. La inocencia de Devlin recuerda a la de Helena  del filme de Tom Hanks News From the World. En cuanto a Sarah y su secreto pasado, es como una combinación de Maureen O’Hara en la joya de Sam Peckimpah The Deadly Companions, conen un tono más jocoso Shirley McClaine en Two Mules for Sister Sara.

La Violenta Historia de los Mormones

La diferencia es que la trama de American Primeval se centra en un episodio histórico: La Masacre de Mountain Meadows perpetrada por mormones en contra de una partida de indefensos pioneros. Es un episodio controversial puesto que no se ha podido probar que esta masacre haya sido ordenada por Brigham Young, entonces líder de los mormones y gobernador del Territorio de Utah. La serie se une al bando que cree que la masacre fue planeada por Young puesto que ya no quería que gente que no fuese mormona se estableciese o incluso transitase por su territorio.



Vamos a hacer un poquito de historia. Desde que Joseph Smith crease su Iglesia de los Santos de los Últimos Días, que los mormones han sido vistos con desconfianza. Esto motivó el encarcelamiento y linchamiento de Smith. Su secta continuó a pesar de que eran sus miembros expulsados de muchos estados, expulsiones que iban acompañadas de gran violencia como ocurriría en Missouri e Illinois.

Como los mormones no eran mancos,  aprendieron a responder esa violencia con igual agresividad. Se crearon milicias para proteger a la comunidad que cada vez era empujada más allá de lo que entonces se denominaba “La Frontera” . Finalmente, los mormones encontrarían su “Nueva Sion” en una zona casi desértica con un paisaje muy particular y un lago salado. En nombre de sus seguidores, Brigham Young tomó posesión de lo que hoy es Utah. Aunque aún en el siglo XXI,  la presencia mormona en Utah es fuerte, no era tan fácil apoderarse de un territorio en el Siglo XIX.

El gobierno de Estados Unidos y su credo del “Destino Manifiesto” afirmaban que todo el Oeste les pertenecía. Un concepto que chocaba con el nuevo territorio gobernado por Brigham Young,  al que cada día llegaban nuevos “hermanos” perseguidos en el resto del país. Era gente como los recién casados, Jacob y Abish Pratt. Sucede que la Ruta del Mormón coincidía con las trayectorias de otros pioneros que emigraban a California. A Young se le ocurrió que estos pioneros deberían solicitar de un salvoconducto que solo él podía extender.



En 1857, en un paraje conocido como Mountain Meadows, un mormón llamado John Lee, líder de la Milicia de Nauvoo, malinterpretó las ordenes de Young, creyendo que debía impedirse la entrada a los no-mormones a Utah. Hubo una discusión entre Lee y el líder de la caravana que acabó en violencia y una horrible matanza en la cual morirían 120 personas, hombres, mujeres y niños mayores de ocho años. En la matanza, que duró tres días,  intervinieron nativos de la tribu Paiute,  aliados de los mormones

 Solo sobrevivieron los “Inocentes”, pequeños menores de siete años que fueron adoptados por familias mormonas. En Godless, el filosófico bandido, interpretado por Jeff Daniels,  dice ser uno de esos sobrevivientes y da a entender que su ferocidad deviene del trauma provocado por la masacre.  El gobierno de Estados Unidos tuvo noticia de lo ocurrido y envió tropas a Utah. Aunque Young negó haber  sancionado esa matanza, y condenó las acciones de Lee, se opuso a la invasión militar de su territorio. Ordenó responder con violencia lo que dio inicio a la Guerra de Utah (1857).

Lee huyó y fue perseguido por el ejército hasta ser arrestado y fusilado en 1859. Se inició una investigación para descubrir a los culpables de la masacre que fue interrumpida por la Guerra de Secesión. Nunca se llegó a una conclusión determinada. Hasta hoy, los historiadores debaten el grado de culpabilidad del Gobernador Young, teniendo en cuenta que, hasta su ejecución, John Lee sostuvo que el Hermano Brigham nada tuvo que ver con lo ocurrido en Mountain Meadows.

                               Kim Coates como Brigham Young

Pues la serie de Peter Berg y el libreto de Mark L. Smith (autor de The Revenant) han optado por convertir a Brigham Young y sus mormones en los grandes villanos de este cuento. Kim Coates interpreta al líder mormón como un hipócrita fanático, dado a azotar a su propia gente cuando se le oponen. La Masacre es totalmente diferente, aquí no sobreviven niños sino cuatro mujeres que secuestran los Paiutes, entre ellas Abish. También sobreviven Sarah y Devlin que logran huir, y Jacob que es dejado por muerto.


Desde ese momento, Wolsey (no Lee como en la vida real) tiene una misión encomendada por el Hermano Brigham, encontrar a los sobrevivientes y silenciarlos. Entre ellos se cuenta a Jacob que, malherido y traumatizado, se obsesiona con encontrar a la mujer que ama. Aunque muchos vean a Jacoby a los mormones en general como fanáticos religiosos, en el marido de Abish hay una inocencia, una falta de bajas pasiones y una ausencia de brutalidad que son extrañas en un mundo donde no existen ni la compasión ni el amor.

 

                              Jacob Pratt después  de la masacre

¿Es La Poligamia el Gran Pecado Mormón?

Ciertamente no son esas las emociones las que regulan vida y obra de Brigham Young que es solapado, sanguinario, violento y codicioso, como lo evidencia en sus intentos de comprar Fort Bridger. Antes de hablar de ese fuerte, quería comentar este trato tan negativo tanto del Gobernador Young como de su gente. Aparte de la orientación anti-religion de Netflixque es parte de la agenda woke hay una perpetuación de una animosidad antigua hacia los creyentes en el Libro del Mormón que explica el martirio de Joseph Smith y la persecución de los miembros de su iglesia.

Resultó extraño ese odio en una joven nación que había sido refugio de sectas desde la llegada de los peregrinos en el Mayflower, puesto que los Puritanos eran considerados una secta tanto por anglicanos como por los católicos Estuardos. En la época en que Joseph Smith comenzó a predicar su credo, en Estados Unidos ya se habían asentado los Amish, los menonitas, los cuáqueros, Los Testigos y ya se habían fundado nuevos movimientos religiosos como los Shakers y los adventistas. ¿Entonces que razón inspiraba ese odio y desconfianza por los mormones?  Pues su práctica de la poligamia.



Brigham Young le cuenta a Bridger que los periódicos exageran. Él no tiene 22 esposas, son solo 20. Agrega que muchas de ellas son mujeres maduras a las que la ve más como “madres” que amantes. Sin llegar a tanto extremo, los mormones solían tener varias esposas y eso los hacia repugnantes a buenos creyentes de la Biblia donde, curiosamente, D-s no se opone a la poligamia.

Los judíos europeos la prohibieron durante la Era Medieval, aunque continuó entre los judíos del Imperio Otomano. La poligamia sigue siendo legal en muchos países musulmanes. Irónicamente, los mormones prohibieron el matrimonio plural entre ellos, en la segunda década del Siglo XX, y hoy solo se practica clandestinamente en grupos más fundamentalistas. Aun así, la mayoría de las burlas y críticas de los no-mormones em American Primeval van dirigidas a ese aspecto de su cultura.

El tema de la esposa esclavizada, del harem del mormón y de niñas obligadas a casarse con viejos ha sido parte del folclore anti-mormon desde el Siglo XIX ,sobre todo en lo relacionado con el Far West. Lo encontramos en las novelas de vaqueros como el clásico Los Jinetes de la Pradera Roja (Riders of the Purple Sage) de Zane Grey. El cine mudo tendría una media docena de westerns que hacían hincapié en la malicia y codicia de los miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.



El único retrato positivo que salió de Hollywood fue precisamente la biopia titulada Brigham Young (1940), donde Dean Jagger daba vida al gobernador, pero Tyrone Power era el galán, o “hermano” que transgredía las reglas de su comunidad al enamorarse de una mujer que no era mormona. En este siglo tuvo mucho éxito la serie de HBO, Big Love, que retrataba las desventuras de un mormón con tres esposas. Sin ser una apología de la poligamia, describía de manera positiva a la cultura mormona de mejor manera que el soso reality Secrets of the Real Mormon Wives.



 Big Love duró cinco temporadas, acabando en el 2011. Ese mismo año apareció otra serie del Lejano Oeste que le acetó un sablazo a los mormones. En la Tercera Temporada de Hell on Wheels, el protagonista, Cullen Bohannon, encuentra refugio en una granja mormona, donde rapidito seduce a la más que dispuesta hija con la que contraerá segundas nupcias. Naomi no es un dechado de virtudes, pero es su padre quien da el mal ejemplo. Cuando el sheriff viene a desposeer a los de sus tierras que están en la ruta del ferrocarril, el granjero lo mata y deja que culpen a su hijo. Bien cerdito el mormón.

En la Cuarta Temporada, vuelven a aparecer los mormones como una fuerza conflictiva, sobre todo cuando El Sueco, el archivillano de la serie, se convierte al mormonismo y adquiere un puesto importante en la comunidad y en los negocios que la secta, siempre liderada por Brigham Young. Entre Young y El Sueco surge una batalla de egos que el villano zanja con un recurso mefistofélico.

Se vuelve mentor de Pinchas, uno de los muchos hijos de Young, azuza su rebeldía y deseo de prevalecer y finalmente lo empuja al parricidio. Tal cosa jamás ocurrió en la vida real (el Sueco es un personaje ficticio) y los mormones protestaron ante tanta falsedad histórica tal como lo han hecho hoy en día con el contenido de American Primeval.



Puede que el regreso a la imagen negativa de la Iglesia de Los Santos de los Últimos Días coincidiese con la glamurización de la poligamia en Big Love y también con la posible ascensión del senador mormón Mitt Romney a la Casa Blanca. Una vez olvidada la serie de HBO y perdida la oportunidad del senador de Massachusetts de ser presidente, los mormones fueron olvidados.  Con eso pensé que el espíritu anti-mormon había desaparecido.

Sin embargo, ahora tenemos American Primeval que en su devoción al ángulo anti-religion reinventa la Masacre de Mountain Meadows enlodando a la secta y a su líder. Eso también es evidente en el modo en que relatan el conflicto entre el Gobernador Young y Jim Bridger. Después de Dos Lunas y Devlin , Bridger es mi personaje favorito, y no solo porque lo interprete Shea Whigham a quien he adorado desde Boardwalk Empire.

Lo cierto es que Bridger es uno de los personajes más pintorescos del Lejano Oeste. Lo han interpretado una media docena de actores en filmes de vaqueros desde Van Helfin en Tomahawk hasta Will Prouder ,en The Revenant, sin olvidarnos que Aldo Raines (Brad Pitt) le relata a sus “basterdos” que él desciende directamente de Jim Bridger.



El Verdadero Jim Bridger y su Fuerte

Nacido en Virginia en familia antigua, pero de pocos medios, Jim se crio  en Missouri. A comienzos de su adolescencia, Jim, cansado de ser un aprendiz de herrero, enfiló ruta hacia el Oeste o lo que entonces se conocía como La Frontera. Allá se volvería una leyenda, uno de los más reconocidos montañeses (Mountain Men). Explorador, trampero, comerciante de pieles y guía, era respetado tanto por los blancos como por los nativos. Bridger establecería buenas relaciones con la tribu Shoshone. Sus dos últimas esposas eran hijas de jefes de esa tribu.



En 1830, en sociedad con el franco-español Luis Vásquez, estableció Fort Bridger, que a pesar del nombre rimbombante, era un puñado de meras cabañas que albergaban una fragua y el taller de carpintería de Jim además de un almacén-bodega y hogares para la familia Bridger. Situado en lo que hoy es Wyoming, se convertiría en uno de los más importantes puestos de comercio del Lejano Oeste. Un punto de civilización blanca en medio de una zona de nativos, no todos amistosos. Sería la parada obligado de la Caballería, de los pioneros camino a Oregón y de la Ruta del Mormón, puesto que Brigham Young y su secta la cruzaron para llegar a la “Nueva Sion” que fundarían en Utah.

                  Lo que queda de Fort Bridger

La serie miente sobre todos esos encontrones entre Brigham Young y Jim Bridger. El Gobernador vivía en Salt Lake City,  no estaba acampando en las cercanías del fuerte como muestra American Primeval. Aun así, es cierto que hubo problemas entre el trampero y los mormones. En 1853, cuatro años antes de los sucesos descritos en American Primeval, una milicia mormona llegó hasta el fuerte en busca de Jim Bridger acusado de traficar armas y alcohol a los indios, lo que estaba prohibido por ley federal.

Jim los evadió marchándose a Missouri. Los mormones establecieron su propio fuerte (Fort Supply) cerca. En 1855, apareció un documento en el que se decía que tanto Vásquez como Bridger le habían vendido Fort Bridger a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. Bridger estaba entonces sirviendo de guía al noble irlandés Sir Saint George Gore en su ‘”infamosa” expedición de cacería. Afirmó que nunca había vendido nada y que su firma había sido falsificada.

En 1857, al inicio de la Guerra de Utah, Jim rentó su fuerte al ejército de los Estados Unidos, convirtiéndose en guía de la Caballería durante el conflicto. Cuando los mormones vieron que la Caballería se acercaba, incendiaron el fuerte y huyeron a Salt Lake City.   Así que nunca el Gobernador Young regateó con el trampero el precio de Fort Bridger, nunca Jim le partió la pierna a “Wild Bill” Hickham, ni este intentó robarse los cerdos del fuerte. Todo este invento fue para aumentar el aura malévola de los mormones de la serie.



Lo que no me molesta es ver a Shea Wigham como Jim Bridger, otra buena actuación en su lista y posiblemente lo mejor del reparto. Para mi Taylor Kitsch es un actor muy querido desde su John Carter de Mars. Hasta le perdoné los disparates de The Defeated, pero este Isaac es un rol perdido, casi patético en una historia que busca abarcar mucho y termina en tremendo enredo.

                     Debajo de toda esa pelambrera está Taylor

Tengo que ver a Ellen Gilpin en otro rol. Su personaje de Sarah es tan antipático que no sé si culpar al libreto o la actriz. Saura Lightfoot-León me ha gustado más aquí que en The Agency, pero hablo de la actriz no del personaje que está tan inmersa en su autocompasión que no repara en que a su alrededor hay más víctimas.

Aunque enredado,  el libreto tiene buenos parlamentos y el dialogo no es ensuciado con modernismos. La escenografía es impresionante, sea en territorio árido al sol, en atardeceres multicolores, en la oscuridad de noches gélidas o trayectos bajo nieve inclemente. Aun así,  American Primeval filmada en Nuevo México, no alcanza a la belleza visual de las series de Taylor Sheridan. La recomiendo, pero tengan en cuenta de que no posee realmente valor como documento histórico.

Contenido Violento y Gory: Toda la serie es sangre, y gore. Lo peor (dicen, lo que es yo cerré los ojos para no verla), es cuando tratan de arrancarle la cabellera al pobre Jacob. Para mí lo peor fue ver ositos destripados.



Contenido Sexual y Desnudos. En el primer episodio, Isaac enseña cola a la aterrada Mrs. Sowell o Holloway o como se llame. No nos quejamos. Hay también un descriptivo ataque sexual a Dos Lunas por parte de un indio borracho que no sabemos si es su padre o padrastro, pero no hay desnudos.

Factor Feminista: La serie presenta dos problemas que están vinculados con esa agenda woke que enarbola Netflix. El odio a la religión y el desprecio por la mujer blanca. Sarah es insufrible, petulante, ignorante, impertinente, desatinada, mentirosa y francamente bruta, Parece ser un epitome de las “ blancas lloronas”, tan despreciadas por las feministas de color. Ya parece que la diseñó Tamika Mallory.



El mismo caso de Abish es un ejemplo. La serie nos hace creer que únicamente desarrolla sensatez y tolerancia gracias a su contacto con una tribu de Shoshones. Lo cierto es que anteriormente estaba demasiado hundida en su autocompasión para aprovechar lo que tenía. Hay quien cree que American Primeval con Abish recrea la odisea de Esty en Unorthodox demostrando que las sectas religiosas oprimen de tal manera a las mujeres inteligentes que deben huir de ellas y sus maridos.



Se olvidan que Abish no huye. Es secuestrada y expuesta a toda clase de horrores, primero a manos de los Paiutes y luego de los Shoshone renegados hasta que cae en una tribu-matriarcado donde por primera vez puede expresar su sentir. Esty era parte de una comunidad que ella despreciaba y que, a su manera, la despreciaba y miraba con desconfianza. Tuvo que crear un elaborado plan de escape. Su esposo la buscó para llevarla al redil no como el aterrorizado Jacob que quiere salvar a Abish y protegerla.

El pequeño grupo de mujeres mormonas con las que viaja la tratan como a una igual, pero Abish no se siente parte de ellas a pesar de ser de familia mormona. Siente que no está viviendo la vida que le corresponde ya que la muerte de su hermana la convirtió en esposa de quien iba a ser su cuñado. Si aceptó es porque sabe que, en la América de 1857,  mujer sin marido no tiene buen fin. Si Abish fuese más avispada se daría cuenta de, cómo le dice Sarah, el poder que ya tiene sobre Jacob que la adora y trataría de construirse una vida en base de esas dos ventajas, pero prefiere andar amurrada y silenciosa hasta que la vida le da la oportunidad de realmente ser víctima.



Muy diferente es el modo en que la serie presenta a las mujeres nativas como la jefa de la tribu y madre adoptiva de Isaac, o como Dos Lunas, el personaje más delicioso de la serie. Muda, expuesta al acoso sexual de los hombres de su etnia, aprende a defenderse, toma su destino en sus manos e incluso protege a estos blancos tan ofuscados por sus problemas que en vez de solucionarlos le agregan otros.



Factor Diversidad: Tenemos un mosaico de las diferentes tribus que ocupaban el territorio entre Wyoming y Utah: Paiutes, Utes, Shoshones y Apaches. Los Paiutes son aliados de los mormones, los Shoshones están divididos entre los pacíficos que o viven bajo un matriarcado o circulan por el Fuerte Bridger como Dos Lunas y su familia.

Inclusive el mundo de los blancos es diverso. Tenemos franco-canadiense como el que acosa a Sarah al llegar a Fort Bridger, tenemos gente dividida por profesión, traperos, montañeses, militares y por religión como los mormones.

Además, el guion ha incluido a minusválidos como Dos Lunas que no puede hablar y Devlin que sufre de una cojera congénita por la que debe usar un arnés. Interesante que sean ambos los personajes más humanos, más intuitivos y más compasivos de la serie.

                       Sarah, Devlin y Dos Lunas