Hace años cuando tenía
acceso al Eurochannel (vía MoviStar) vi una miniserie histórica estoniana. La
encontré latosa, mal hecha y mal
traducida. Siete años más tarde mi nuevo encuentro con un period drama del país
báltico me ha quitado esa mala impresión. Debido a su temática, Madame K podría ser sórdida y negativa.
En cambio, es suntuosa, hermosa, interesante y con personajes que, a pesar de
practicar la profesión más antigua del mundo, son mujeres empoderadas.
Madame y sus Pupilas
en La Villa Falkenberg
En inglés han
tenido que cambiarle el nombre, porque el original Litsid (Putas) no es
apropiado. La segunda parte se llama en
inglés Women’s War. Ambas temporadas están basadas en una trilogía de
superventas del actor/escritor Mart Sander quien ha colaborado en la creación
de esta aclamada serie y de su banda sonora.
“Madame K” se
refiere a Brigitte Kukk (Merle Palmiste que me recuerda a Gloria Marín en sus
buenos tiempos). Kukk es el nombre de su segundo esposo, de quien Brigitte se
ha divorciado acusándolo de adulterio, tarea en la que ha sido asistida por Renate,
secretaria del viejo millonario, y que
ahora colabora con Madame en su nueva empresa.
Brigitte, que más tarde descubrimos viene de buena
familia y que antes de la Gran Guerra estuvo casada con un barón báltico, ha
aprovechado su refinamiento, conexiones y otros conocimientos para instalar un
discretísimo “club de caballeros”. En esto la ayuda el Consejero de Estado Elmar
Metsla, quien es buen cliente de Madame y está un poco enamorado de ella.
La historia
comienza a fines del otoño de 1939. Polonia ha sido invadida y dividida entre
la Alemania nazi y la Unión Soviética. Los Países Bálticos, como Estonia, están
temblando, esperando a ver cuál de las dos potencias la atacará primero. Hitler
ha aconsejado a los ciudadanos alemanes de Estonia que abandonen el país. Muchos
lo han hecho tan velozmente que han tenido que vender sus propiedades a precios
irrisorios.
La primera escena
es Madame, en el banco, retirando sus ahorros. Planea comprar una de
esas villas rurales para agrandar su negocio. Todo es hecho clandestinamente.
La cajera solo sabe que atiende a una gran dama y cuando Brigitte inquiere
sutilmente si le gustaría cambiar de empleo, ni sospecha a que se refiere
Madame Kukk.
Con ayuda de Herr
Metsla, y el dinero de sus “inversiones”, Brigitte, adquiere una mansión en las afueras
de Tallin que antes pertenecía a una familia llamada Falkenberg. Poco después ella y sus pupilas llegan a
ocuparla.
Mucha gente ha
dicho que esta historia es aburrida. Obvio, al saber que se trataba de un burdel , llegaron
esperando muchas nenas encueradas y mucho sexo kinky. La grandeza de
este relato es que nos hace olvidar la línea de trabajo que hacen Madame K y
sus muchachas.
Cuando las vemos
parecen de todo menos rameras. Se ven jóvenes, frescas, un poco ingenuas. No
usan lenguaje ordinario, no se comportan obscenamente ni se visten de manera
vulgar o llamativa. Están capitaneadas por la pelirroja Renate, mano derecha de
Brigitte quien la ayudó a conseguir su divorcio y ahora la ayuda con el “Gallinero”.
Mas adelante
descubriremos que Renate era “niña bien”, hija de un gobernador, que cometió el
error de embarazarse de un campesino. Los padres la obligaron a abortar y luego
la expulsaron de su casa. Debió cambiarse de nombre para ganarse la vida .
Monika es la alta
de cabello oscuro y desordenado. Es la que sabe cocinar, la que se impresiona
al ver un piano, y también es la más patriótica del grupo y la más enterada de
asuntos políticos. La sigue Anastasia, la rusa que parece señorita.
Efectivamente Anastasia es la hija de un general zarista, fusilado por los Rojos.
Finalmente tenemos a Vivian, la rubia soñadora,
la pintora que lleva un diario de vida.
Vivian escribe en su diario
A estas cuatro
trabajadoras, Madame K. ha añadido una joven campesina. Rubia, 19 años, Brigitte
la describe al Consejero Metsla como “una flor sin cortar”. Pero Linda no es
una ingenua. Llegó del campo buscando un aborto. Madame K. pagó su operación,
su hospitalización en una clínica privada y le ofreció empleo. Brigitte cree
que Linda todavía no está preparada para atender clientes, pero la campesinita
la tranquiliza. Ha conocido muchos hombres, sabe sus gustos y no le teme al
trabajo.
Durmiendo con
el Enemigo
El primer día se
la pasan revisando y arreglando la casa. Monika está entusiasmada con la cocina
tan moderna con aparatos eléctricos y un refrigerador. Vivian está impresionada
con el vestuario que la hija de los Falkenberg dejara abandonado. Madame K encuentra
en el armario del cuarto principal un gaban con la insignia nazi en la solapa.
Y todos se asombran ante los retratos que creen son los ancestros de Los Falkenberg
que cuelgan en el comedor. En realidad, son retratos del Zar Alejandro II y de
su consorte María Feodorovna (Dagmar de Dinamarca).
Tras limpiar y
acomodar la casa, Madame K siente que se merecen un día de asueto. Hace que
preparen una cena especial para celebrar “en familia” antes de comenzar sus
labores cortesanas. Están muy felices, bebiendo y hablando de sus vidas cuando
el jolgorio es interrumpido por una urgente llamada de Metsla. Le han llegado
unos oficiales del Alto Mando Soviético que exigen entretenimiento y mujeres.
Es tan insistente, que deben aceptar esta visita impromptu ( y esconder lo retratos del zar y la zarina).
Los invitados son altos funcionarios del ejército. Un aviador de alto rango, bajito y calvo y un mayor un poco más joven y atractivo. Sin embargo, ambos actúan como si ya fuesen dueños del burdel, de sus pupilas y de Estonia. Mientras bailan, Metsla le susurra a Brigitte que efectivamente lo son.
El más viejo , al
enterarse que Anastasia es Rusa Blanca, insiste en pasar la noche con ella. El
Mayor decide ser el primer cliente de Linda. Mientras los soviéticos son
atendidos, Vivian descubre que hay soldados rusos armados fuera de la casa. Les
ofrece té, pero ellos la apuntan con sus armas.
En la cama con el
consejero, Madame Kukk oye a sus niñas gritar. Los rusos las están maltratando,
quiere ir en su auxilio, pero su amante la detiene. Si quiere que ella y sus
trabajadoras sobrevivan debe obedecer. La Unión Soviética, ya es casi de
facto dueña de Estonia. El gallinero de Madame K. se ha convertido ahora en
un cuartel. Están en la línea de fuego “Nadie estará más cercana al enemigo que
ustedes” dice Metsla sin asomo de cinismo.
Brigitte despide a los soviéticos
A la mañana
siguiente, hay caos en la Villa
Falkenberg. Los únicos que se van contentos son los clientes. Linda está en cama con un ojo en compota
debido a un codazo de su cliente. Le tuvo tanto miedo que le vació la pistola
de balas, acto que puede tener malas consecuencias. Anastasia está aterrorizada
por otro motivo. Su cliente conocía el nombre de su difunta madre y le susurró
entre las sábanas que la presencia soviética en Estonia se debe a que planean destruir
la flota nacional e impedir que entren barcos que no sean soviéticos al Golfo
de Finlandia.
La Misteriosa Carola
y La Vengativa María
Para colmo, al
enchufar la cafetera eléctrica, Vivian provoca un apagón. Ahí aparece la
misteriosa Carola. Se trata de una chica insignificante y de lentes que dice
haber sido criada de Los Falkemberg. Como ella sabe dónde están los tapones
eléctricos y maneja los aparatos de la cocina, la dejan quedarse como criada,
pero pronto Madame K nota que la chica oculta algo. Carola recibe llamadas
personales, Brigitte la ve quemando fotografías de los álbumes familiares de los
Falkenberg y un cliente cree reconocerla. ¿No fue compañera de su hija en la Academia
Comercial de Colonia?
Se transforma en Elsa, La Bella
Otro cliente le cuenta a Madame que el viejo Falkenberger , que se cree murió en la villa, era un hombre lleno de secretos. Su primera esposa murió en circunstancias misteriosas y la segunda era una descocada vienesa. A pesar de que Metsla le aconseja no hacerlo, Brigitte comienza a investigar.
Hay otra adición al
personal. Monika recibe una carta de una antigua compañera de colegio. Debido a
la guerra, María ha tenido que abandonar Londres, donde era secretaria. Ahora
quiere trabajar para el Club de Madame K. Además de ser dueña de un vestuario
espectacular y de su dominio del inglés, María ha estudiado el Bel Canto.
Brigitte se da
cuenta que hay algo debajo de ese curioso interés en ser cortesana. Maria le
confiesa haber sido violada. Ahora busca un modo de vengarse de los hombres y
cree que en un burdel exclusivo podrá encontrar independencia de los límites
impuestos a otras mujeres.
En la segunda
noche, Madame invita a dos catedráticos maduros, amigos de la época en que ella
era una hija de familia. Ellos traen al guapo Henry, un diplomático
estadounidense. Maria hace su debut (como es noche “familiar” se limita a
cantar) deslumbrándolos a todos con su interpretación de la “Toujours L’Amour “de
la opereta de Paul Abrahams Ball im Savoy.
Henry se enamora
de Maria y es correspondido, pero este romance la involucrará en un peligroso
juego de espionaje. Pronto diversas agencias de inteligencia encontrarán
utilidad en el gallinero de Madame Kukk. Recordando mi pregunta sobre Spies: ¿Debe una espía comportarse como prostituta?, la
respuesta es que la mejor espía es la prostituta.
Ni tengo que mencionar que Litsid ha sido un parteaguas en la televisión de su país. Que ha ganado premios y elogios tanto por su trama como por su escenografía, decoración y vestidos. Estos hasta han motivado un desfile de modas. A mi parecer, Madame K, que ya tuvo su segunda temporada, es un modo muy placentero de conocer la televisión y la historia de un lugar tan exótico para nosotros como lo es Estonia.
Debido a que la
televisión estoniana no es tan sofisticada como la de países angloparlantes y
otros de la Europa Occidental , LItsid presenta fallas que pueden
superarse. Algunas actuaciones están por debajo del nivel esperado (el actor
que hace de Henry es lastimoso) , pero las chicas son tan lindas y simpáticas y
sus personajes tan complejos, que casi
no se nota que les falta experiencia.
Hay escenas tan estáticas que parecen desarrollarse en un escenario. Eso nos recuerda más a telenovelas de los 70 que, a una serie de acción, pero estamos viendo un nivel de mediocridad aun en los productos ingleses y estadounidenses y sin siquiera tener argumentos tan novedosos , humanos e históricos como el de esta serie.
Debido a que se
trata de una trilogía y esta temporada cubre desde octubre de 1939 a junio de
1940, el énfasis es en las arbitrariedades y dobleces de los soviéticos. Lo que
da la impresión de que, con pocas excepciones, los personajes quieren ser
invadidos por los alemanes. No es así, pero habrá que esperar a la Segunda
Temporada para ver los horrores que sufrirá Estonia tanto a manos de rusos como
de alemanes. Al comienzo de la serie sale un epígrafe de Stalin: “Las pequeñas naciones europeas son las putas
del capitalismo”, por lo tanto, también son las víctimas del comunismo.
Un poco de
historia. Estonia es la antigua Livonia. Más germana que eslava, por siglos se la disputaron Suecia y Rusia.
Para el Siglo XIX era otra propiedad de los zares. Con la Revolución los
estonianos aprovecharon de independizarse, algo que los soviéticos nunca
perdonaron. Como nos muestra la serie la URRS, aprovechando su pacto con
Hitler, en 1939, presionó a Estonia para que le permitiese manejar el país. Finalmente,
en el verano de1940, los rusos la anexaron.
En el verano
de1941, en su avance sobre territorio soviético, los alemanes ocuparon Estonia.
Como nos mostrará la Segunda Temporada, no fue una ocupación pacífica. En 1944,
la Unión Soviética volvió a apoderarse de Estonia que solo se libraría del yugo
soviético en 1990, después de lo que se conoce como “La Revolución sin
Lágrimas”.
Contenido
Violento y Gore: La vida
de cortesana no está exenta de accidentes. En el primer cap. vemos que un
codazo del mayor casi deja tuerta a Linda. Hay un asesinato, pero es off camera
y un traidor ruso es despachado en el boudoir de Madame. Al final hay una violación
off camera.
Contenido
Sexual: Si esperan que por tener lugar en un
prostíbulo estará lleno de sexo gráfico, nenas encueradas y situaciones
escabrosas, búsquense otro filme. Es increíble el buen gusto con el que se
puede tratar el espinoso tema del diario vivir en un lupanar. Hay escenas en paños
menores, pero la lingerie es tan elegante que parece un catálogo de “Victoria’s
Secret”.
Contenido
Feminista: Aunque
incomode, Madame K es definitivamente
una historia de mujeres y de cómo logran empoderarse en una época en que hasta
los hombres se veían privados de poder. Por supuesto que no todas las madamas
son tan comprensivas y protectoras como Brigitte Kukk, pero en la trama ella es
un pilar de fortaleza en el que se apoyan sus pupilas y el trabajo sórdido que
efectúan adquiere relieves heroicos y útiles al ponerlo al servicio de quien combaten
el totalitarismo tanto el nazi como el comunista.
Factor
Diversidad: Cero
You should not expect diversity in Slavic shows, we rarely see any blacks, I think I've seen just one or two in my whole life. We do have some cute Chinese boys,but that is only because they've opened their cheap stores here. Russia is, different, though, as their territory covers many Asian nations as well.
ResponderEliminarI wouldn’t accuse Eastern European series from lacking diversity. Look at all the ethnic groups vying for power in “Shadows over the Balkans. In “Krol” I’m getting a flavor of how multicultural Poland was before the war abd how it helped to her downfall. There is no diversity in “Madame K” but there is a sense of how neighbor countries perceived Estonia and vice versa. And there is that lovely scene of Madame toasting to 1940 with a trio of her girls: Anastasia from Russia, Elsa from Germany, and Maria who feels British. That is multicultural.
EliminarOf course, due to Anglo influence, we tend to think now that diversity has to do with skin color, but as Whoopi Goldberg learned last week that plain ignorance. I do make a list of contents but it’s for readers that only watch something with which they can identify. If I were to watch only things with characters that are like me, I would have truly little to watch LOL.
Going back to that limited definition of multiculturalism. With my background it feels weird. With a Walloon paternal grandfather and a grandmother that hailed from Gascoigne (and my mother’s family that came from all over the Sephardic Mediterranean) anybody spousing the idea that only color defines race abd culture would have seem narrowminded and a bore to my parents.
Whoopi is so evil, so sad she wasn't fired permanently and cancelled like they did to poor Roseanne.
EliminarShe has a right to express her opinion but not to promote her ignorance. Maybe today is trendy to say that race is about skin color, but then it was not. Hitler had Jews, Slavs and Roma people killed because he perceived them as racially inferior. Yes, I remember poor Roseanne, and Gina Canaro who was thrown out of the Mandalorian and fired from Disney for something much milder. Goldberg’s punishment is just a token slap on the wrist.
EliminarAnd Krisie Tygen got no punishment for telling a little girl she should kill herself. Not to mention Laurie Laughlin who is back shooting series just months after her time in jail. They are both liberal as it gets so no cancellation.
EliminarAnd the list of forgiven liberals grows longer by the minute, but I’ll cut Lori some slack. She acted on a misguided maternal drive. What’s is unforgivable is that parents all over USA are doing what she did, and nobody is packing them to jail. There are even “experts” who advertise their services to parents to write admission letters.
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